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eldesinformado · 4 years
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EMPATÍA A LA REVOLUCIÓN.
“Todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros” Orwell. La visión de la igual como una estándar de medida desde donde la política, constitución y sociedad trata de consolidar la figura del ser humano. Pero como una tragedia griega después de nacimiento viene la desfiguración, un proceso dado cuando la “sociedad corrompe” el acto noble del ser, y es aquí cuando el poder se vuelve bueno en unas manos (gobernantes) y es malo para lo demás (gobernados).
Partimos de un lugar “donde el derecho y la libertad lo son todo, los inconvenientes no son nada” (Rousseau p.155), el pueblo es la voz de Dios; pero comienza el lavatorio de manos al mejor estilo de Poncio Pilatos, un acto que se ha vuelto necesario dentro de la política, la justificación del bien mayor en un ritual de sacrificio. El poder se antepone al pueblo, muere el idílico nosotros; “mientras menos se relacionan las voluntades particulares con la voluntad general…más debe aumentar la fuerza represiva” (Rousseau p.95).
En Colombia durante cada elección se verbalizan los proyectos con imaginar y soñar, la clarividencia como un requisito para las promesas del mañana donde cada político describe el utópico programa de gobierno. Es oficial cuando se pide soñar, “presents dreams as the one realm of free expression that endures when private life falls under state control. Under such conditions, the dreamer can clarify what might be too risky to describe in waking life” (Juchau, 2019), es más seguro imaginar que tratar de construir, prolonga la longevidad dentro de la 
Las versiones oficiales son amplificadas por micrófonos que se alquilan al mejor postor; contar, decir, narrar no va más allá que un simple ruido que se va apagando mientras la pauta la paga otro. El discurso es acto que se vale de la censura que “puede ser útil para conservar las costumbre, pero jamás para restablecerlas” (Rousseau p.206), la costumbre nos ha mantenido cautivos mucho tiempo, desdibujando la realidad, esperando el mercado, tejas, tamales, ventiladores y plata, del próximo mesías con el que daremos el salto de fe, según lo acordado en la tradición.  
Según el Contrato Social, el estatus dentro de una democracia cae en el cuerpo electoral, en donde la mayoría reclama el bienestar nacional como botín ganado en tiempo de elecciones, idílicamente en Colombia siempre llegamos al mismo punto de inflexión: escoger le menos peor. Un constante vilo que se gesticula, pero nunca se enuncia.
Vivimos en una realidad próxima que se hace en la medida que se ve cruzada por la pantalla, es un double checking, en donde “la televisión reduce el mundo a fantasma, y por tanto impide toda reacción crítica y toda respuesta operativa en sus adeptos” (Eco p,39).Estadísticas, datos, números, cubrimientos, que nos engargolan en una narración constante en donde los problemas siguen ardiendo, pero en otra Colombia, en otro lugar, en otro momento. Habitamos un espacio tiempo paralelo entre el televisor y la realidad.
La normalidad como un gen patológico que busca ser impuesto, busca crear una capa de empatía donde el bienestar es figurado o relativo, dependiendo del ojo observador, “la imagen es un puro fantasma procedente de un mundo que no le atañe”(Eco p.43), en la institucionalización del discurso del gran país, se presenta una crisis de identidad, el movimiento circundante de las palabras se vuelve antinatural en la medida que profana los cuerpos que enuncia.
En Colombia parecen que hay imágenes fijas, representaciones que miden dentro de una escala el bienestar del pensamiento colectivo. Es normal una fosa común, desplazamiento, sicariato, asesinatos, corrupción, desfalcos, compras de votos, narcotráfico; un panorama nacional con el que es fácil identificarnos, sencillos encontrarnos, una narración dada por la televisión y multiplicada por los paisanos. Personas en una rueda, corriendo, buscando una oportunidad, sencilla, simple, para poder llegar algún lado. Nos vendieron la meritocracia en una sociedad donde ser presidente es más cuestión de apellidos que de trabajo.
“Y pronto se vio cómo este pretendido reino del otro mundo se convirtió en el más violento despotismo dentro de este, bajo un jefe visible”(Rousseau p.212),alimentamos el ego del mesías con nuestros votos, y como de costumbre quedamos con los brazos al cielo esperando a que caiga la mana, pero ya somos invisibles, la figura se ha transformado en presidente y Colombia se ha vuelto una telerrealidad.
“Dreams offered a rare opportunity to restore a sense of agency” Juchau, es del sueño donde comienzan a germinar la necesidad de cambio, la no renuncia a poder vivir diferente, el anhelo que permite que el presente tenga solución. La palabra cambio se vuelve poliforme frente a cada necesidad y sujeto, sabemos que “si perdemos las esperanzas en una posibilidad de un mundo distinto, entonces no hay otra alternativa que afirmar el presente como presente absoluto”(Zuleta p.152),atreverse a ser un insurgente social.  
Los disímiles tejen puntos de encuentro, la supervivencia se torna cada vez más pesada, lo antinatural toma fuerza, un estudiante reclamando sus derechos, un profesor reivindicando su labor, un líder social rogando protección, una madre pidiendo justicia, la memoria de los desaparecidos, los sueños de paz de un reinsertado, los bramidos de la desigualdad, la voz de la pobreza, los campos se hacen fecundos, “una vida sin conflictos es precisamente una  vida no creadora, infecunda”(Zuleta p.153).
Las marchas, la protesta, la revolución, el acto vandálico ese poder temerario, el rechazo al símbolo, una forma política pura, cruda, visceral, sin filtro desde donde se le contesta al soberano, la fuerza que “en todos los pueblos del mundo, no es la naturaleza sino la opinión la que decide la elección de sus placeres”(Rousseau p.205).Cada intervención, significa cambio en la ruptura de lo establecido, una intervención legítima, clara y fuerte, el rescate en lo coloquial, “cuando la tirania es ley, la revolución es orden”.
La ruptura de una normalidad inexistente, y encontrar en el otro un igual, “es porque ha condensado en su propia vida los sufrimientos de toda la humanidad” (Zuleta p. 141). El hambre y la pobreza es la misma, los sueños, necesidad e ilusiones no son personales, son un ideal que parece transmitir vida en un árido terreno en donde las personas que parecen mediar sus vidas a través de las redes sociales, la búsqueda por aceptación de un modelo de vida que no más cercano a la distopía en la que viven.
“Las opiniones de un pueblo nace de su constitución” (Rousseau p.206) , cuando son dejados atrás por seguir el sueño del desarrollo, cuando les han “robado hasta el miedo”, cuando no hay respuesta a los acertijos: “¿Qué cosecha un país que siembra cuerpos?”. Partimos de Colombia para llegar a Polombia, un lugar imaginario en donde todo está bien, en donde es preferible marcha a trabajar que por el cambio, en donde los gritos de la revolución se apagan porque no somos iguales, porque el hambre no es la misma, porque los miedos son otros, porque el dolor es un invento para pedir cosas regaladas.
Estamos encerrados en un terreno, pero somos diferentes países, desarticulados por una narración en donde todos son mejores, en donde alguien más tiene la culpa; vamos cruzando la vida entre protestas y resignaciones, se quiebran los sueños, pero la generación futura los salva porque siguen siendo los mismos. Vivir en un constante vilo, porque la siguiente revolución tenga la fuerza necesaria. Se cae en cuenta que muchas de las arengas son las necesidades de los males de hoy, un virus arrincona la sociedad destartalada que le ha negado a la educación al cambio.
Cada vez llegamos a picos en donde hay pedidos que parecen ser innegociables, focos que parecen no ceder ante los epítetos negativos, realidad que no se pueden diluir en la pantalla, mentiras insostenibles, el castillo de cartas va cayendo, la meritocracia cada vez más pasa por mentirosa, las personas están ahogadas en la pila del progreso que los está desarticulando.
Las cosechas se han vuelto mezquinas, rehacías, se han vuelto contestarias, el tributo parece no estar listo para ser sopesado por el gobierno. Las mentiras del cambio caen en costal roto, las excusas van alimentando el fuego, el polvorín lo han puesto ellos y hoy parece que esa realidad es tan inevitable que sería imposible no televisarla. La caída de un imperio es el renacimiento de una república.
Bibliografía
 Eco, U. (2003). Apocalipticos e Integrados.  Barcelona: Editorial Lumen .
Juchau, M. (7 de  Noviember de 2019 ). How Dreams Change Under Authoritarianism . The New  Yorker, pág. 1.
Rousseau, J.-J. (2006).  El Contrato Social . Bogotá: Panamericana Editorial.
Zuleta, E. (2000). Elogio  a la Dificultad y Otros Ensayos . Cali: Fundación Estanislao Zuleta.
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eldesinformado · 4 years
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EL PIB DE LA FELICIDAD
El dinero es como el arte, el precio está en el ojo del observador. una polisemia al portador, un símbolo de estatus o un limitante de supervivencia; constante inherente a casi todo en la vida, monetizando los espacios del sujeto, comportamientos y alienando las capacidades del ser.
El deseo fomentado por la probabilidad matemática de la lotería, en un juego aspiracional de la plausible mente humana que cifra el bienestar en un pequeño asomo a los placeres de la imaginación; parafrasea: “el dinero no compra la felicidad”, pero sigue siendo la panacea base en la conformación de un orden en donde la revolución busca mejorar la vida, pero la no renuncia a placeres y el bienestar sigue sosteniendo el sistema actual y sus eufemismos cotidianos.
Volvemos al enunciado asceta “el dinero no compra la felicidad”, frase de autorrealización romántica en busca de la empatía que carece de fuerza en el eco; pasando de ser provocadora idealización a un supuesto romántico.
Dicen que en él retumba todo menos la felicidad, pero si la felicidad no es uno de sus principales derivados, entonces qué es la acumulación de capital dentro como validación de estabilidad, seguridad, comodidad, y que refleja está misma lógica en la idealización productiva de la mano de obre de un sujeto. Un proceso de discernimiento en las formas de vida -lo hay o no lo hay- incluyendo las zonas grises que derivan en una constante angustia por sobrellevar la vida, ya no de vivirla.  
Es complejo toda esta experiencia monetario, los equivalentes se hacen que desde la perspectiva del portador, el precio suba o baje pero que nunca es estable; por ejemplo : en las protestas que hay un creciente debate entren el vandalismo ,el caso Bogotá equivale el 21% de lo que ha gastado en publicidad por un año de la muy criticada administración Distrital; en contra peso con la reiterada ola de corrupción que invade la estructura de gobierno,  que pasa en costos de los miles de millones a billones de pesos que van a parar a un grupo de personas. La protesta por la reivindicación social frente a retroceso del país.
La población colombiana en la Encuesta Mundial de los Valores “coinciden en que hay “mucha corrupción en Colombia”; nueve de cada diez” (p.6); y parece que nosotros nos damo la razón, Colombia tiene unos de los coeficientes de Gini más altos del mundo, la desigualdad siempre ha sido un problema dentro de las campañas políticas pero con dada elección parece que se exacerba más. Parece que la cohesión social entre desarrollo económico, desarrollo y equidad en “las sociedades más desiguales, las políticas del gobierno y de las demás instituciones tienden a formar la perpetuación de la desigualdad” (Stiglitz, p.128)
“En el caso de Colombia: i) el PIB per cápita (medido a PPA) se multiplicó por ocho durante el último siglo (hasta los US$13.700 en 2018); ii) la expectativa de vida más que se duplicó (hasta 79 años); y iii) la población en situación de pobreza se redujo a menos de una tercera parte (27% del total)” (Clavijo)
Esto llevaría a evocar el deseo por parte de la institución, políticos y empresarios:
“queremos que actúen según esta creencia con mayor resolución y energía y les deseamos suerte con la esperanza de su éxito (es decir, el aumento de nuestros ingresos, del saldo de nuestras cuentas, del valor de nuestras posesiones, inversiones y patrimonio) añada calidad a nuestras vidas y nos hagan sentir más felices de lo que somos” (Bauman, p.8)
El efecto espejo del PIB frente a la sociedad está desenfocado, el equilibrio aporte social y remuneración parece ser difuso, “los grandes científicos que hicieron los descubrimientos que constituyen la base de nuestra sociedad moderna normalmente se llevaron solo una pequeña poción de lo que aportaron y cobraron una miseria” (Stiglitz, p.129); así pues, el mérito que implica trabajar dentro del sistema no es ni de cerca perfecto. El trabajo ya no es una herramienta de crecimiento sino una herramienta de supervivencia en un sistema donde todo es necesario pero el ser desechable.
La ciudadanía que mueve el sistema, que es mano de obra y consumo, que empujes hasta el agotamiento existencial el andamiaje industrial nunca va a ser suficiente, nunca se trabajó lo suficiente, y el agotamiento, la fatiga y el cansancio no es más que una excusa para pedir cosas gratuitas que el sistema no debe entregar porque es la productividad la que debe suplirlas.
El PIB puede tomarse como una medición errónea, “nuestro sistema de precios es defectuoso, porque no refleja con exactitud la escasez de mucho de los recursos medioambientales. Y dado que el PIB se basa en los precios de mercado, también nuestra forma de medio el PIB es defectuosa” (Stiglitz, p.150); podemos medir la compra, pero no la implicación social que lleva mover dinero en la industria, las verdaderas causas, las verdaderas necesidades, porque el aglutinamiento de la compra solo muestra el alza en el consumo y la rentabilidad el mercado, pero muestra la estabilidad y preocupaciones del capital humano.
Bután un pequeño país ubicado en las montañas del Tíbet le ha dado prioridad al bienestar y felicidad personal de los nacionales: “una encuesta entre la población en la que mide cuatro variables relacionadas con el bienestar: desarrollo social y económico justo, protección de la cultura, protección del medio ambiente, y buen gobierno” (Bris).Colombia por ejemplo si nos remitimos a la encuesta “más de la mitad de los encuestados manifiesta que se debería dar prioridad a la protección del medioambiente, incluso si esto provoca un crecimiento económicamente más lento y pérdidas de puestos de trabajo”(EMV,p.9);  hay una desconexión con las necesidades inmediata de las personas, las preocupaciones se encuentran un prioridades diferente como en el defecto del mismo que no permiten el buen desarrollo de las personas; para el 70% de los encuestados el respeto por los derechos humanos es nimio.
“Si bien los índices de satisfacción vital sueles crecer en paralelo con el producto interior bruto, sólo hacen hasta el punto en que la necesidad y la pobreza dan paso a la satisfacción de las necesidad esenciales” (Bauman, p.8), esperando que el sistema llegué “alinearse sobre lo que puede ser la vida, pero atendiendo a las limitaciones evidentes… la oferta de servicios para la clase media se puede fortalecer ofreciendo herramientas para al vida, la planeación y la toma de decisiones” (EMV, p.15). Es así como el sistema no mide más allá de una idea per cápita por habitante, asegurando que el ingreso en el país ha ido creciendo, decayendo o siendo estable, que luego servirá como referencia para prestamos futuros con entidades extranjera, inversión extranjera, que no implica y no deriva nada más que suposición de una política económica solida que en muchas ocasiones está en contra del capital humano.
El sistema parece ser justo, parece funcionar, pero en Colombia cada día más y más se siente el peso de poder trabajar y vivir, cada vez se hace más equidistante el sobrevivir; la revisión de Las Venas Abiertas de América Latina – Galeano-  y El precio de la Desigualdad – Stiglitz- muestran el panorama de como el saqueo en nombre del desarrollo ha sido constante y que ha venido especializando hasta estandarizar la vida, encontrar dentro de la lógica de la necesidad la experticia para vender esperanza e ilusión.
Mientras que Colombia hace las sumas de la corrupción frente a los actos de vandalismo de la última marcha no alcanza el último ni al uno por ciento de los últimos casos de corrupción, el vandalismo seguirá siendo del pueblo que reclama la recompensa del trabajo honesto y arduo, en tanto el gobierno censura y reprime a la población en nombre del porvenir, en tanto premia la corrupción, el saqueo y el detrimento con el símbolo de la amistad. El dinero no es lo único que se drena, la felicidad va con él.
 Bibliografía:
Bauman, Z. (2009). ¿ Qué de malo hay en la felicidad ? En Z. Bauman, El arte de la vida . Pádios .
COMFAMA. (2019). Encuesta Mundia de los Valores . Arcadia , 3 -18.
Stiglitz, J. E. (2012). El precio de la desigualdad . Bogotá : Tauros .
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eldesinformado · 4 years
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HUMAN RUNNER
La constitución de los nuevos seres humano se copila en la tecnología y la alineación como una cualidad correspondiente a la innovación; abriendo paso a una extrapolación de los elementos netamente humanos a un proceso mecánico que le permite asignar y configurar la acción biológica en la interacción, este proceso consiente que el individuo entre a una faceta de exaltación de la positividad en un paso evolutivo al super humano, una conquista del desarrollo y la especie.
La disruptivo del sujeto lo sitúa en un proceso de “autonomía (…) sea biológico o electrónico, en cuanto que es capaz de darse leyes así mismo basándose en la razón” (Navajas, 2015, p.18), esto resignifica la percepción humana; envueltos en una constante lucha por el dominio, control y la esclavitud de los medios de consumo/producción que les permite una “constitución saludable”, la presentación del yo como una versión superior curada por las pantallas y los dispositivos.
La fracción biológica centra todo su proceso en la asimilación e interacción que admite la cimentación de nuevas máquinas en respuesta a falencias y necesidad directas de la sociedad o del ocio; la asimilación de los aparatos como un proceso social coloca en evidencia un uso que “depende de tener relaciones personales y ser parte del desarrollo ideológico y de los proyectos (…) es difícil participar un poco” (Turkley, 1998, p.233). La inmersión humana dentro de las plataformas abre la puerta a un nuevo filtro, un alter-ego o una simbiosis de la razón humana constituida por máquinas.
El humano es potencializado por la extensión tecnológica en una conexión directa con lo mutuo, un cumulo de data desde un proceso biológico alrededor de la pantalla. La alineación dentro del imaginario tecnológico como mutuo se vuelve “una interacción social anónima en la que podemos jugar un papel tan cercano o tal lejano de nuestro yo real según elijamos” (Turkley, 1998, p. 233). La visión de la perfección calla lo natural de la dificultad, una neurosis del yo como proyecto de culto por medio de la cimentación de redes verticales, el administrador tiene el poder mediado en el mezquino egoísmo que silencia los procesos creativos del debate.
Blade Runner contraste la funcionalidad del droide a modo mercantil y expansionista, presenta la lucha de identidad dentro del real e imaginado; el modelo capitalista en forma humana en carácter de exaltación egocéntrica, la reducción de lo común a procesos lógicos eficientes e inmediatos, un eslabón provisto por el desarrollo; en el capitalismo en las personas estimula el narcisismo en sinónimo de domino cuando mercantil, sensaciones y sentimientos se han funcionado en un aparato. La pérdida de cohesión social ha virado en un consorcio que al igual del droide busca vida por medio del creación, identidad y recuerdos dados un chip que regula las instancias del ser, un historial que inmortalice de forma puntual del quien es.
El proceso biológico brinda la salvedad humana y creacionista, las falencias de los sistemas tecnológicos son una conexión con la realidad, en donde al “poner al homo tecnologicus siempre un paso detrás del homo ethicus para que finalmente el sapiens sapiens se convierta en el homo ultraspiens: que el (…) humano asuma la superioridad de su creación” (Navajas, 2015. P.19). Un juego de dioses que delimita el uso y función, hoy en día el dominio parece ser compartido en la medida que una gran mayoría puede manipular un aparato llevándolo a su imagen y semejanza que al final no es más que un proceso mercantil en pro del beneficio económico en la base económica de la necesidad, falencia, rendimiento.
La extrapolación de lo humano en la reestructuración de la vida configuración él se una en apariencia permitiendo la desmesura y desproporción como una valor neto e inherente del sujeto; la rentabilidad de la naturalización y apropiación de la tecnología crear iconografías de influenciadores, líderes de opinión, empresario, emprendedores, los bendecidos y afortunados, en una constante cacería de exacerbación del ego en el triunfo de la mano en la tradición del hashtag religiosos o las frases motivaciones que disfraza o cobijados en un test de Turing constante para lucir lo más vivido a los ojos de los demás, “nuestra visión de nosotros mismo mismos controlando las riendas y a la vez separados del resto del cosmos” (Turkley, 1998. P. 127).
La creación diversa de uno mismo a permite que el ego se consolide como central que solo puede llegar a ser alimentado por el consumo de plataformas y tecnologías, la visión natural total ya no existe, ahora la recopilación de data que los llevará a la configuración de la voz de una nueva sociedad en forma de enjambre y con un ruido de altos decibeles que parece diferencia unos y otros dependiendo que tan grande es el séquito de personas que los siguen.
El anhelo constante, un proceso mercantil y científico que ha desde la condición más básica de la creatividad a configurar y pensar nuevas sociedad pero ahora pareciese que el sujeto está perdido en la inmensa matriz que permite contener la red, la tecnología y las máquinas, ya las cuestiones no se hacen en la poli ahora son las megapolis resignificadas por el individuo, se podría decir que hoy en día son el contenido de sus redes sociales y la constitución del registro de búsqueda  son la  mera carnalidad.
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eldesinformado · 4 years
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EL SER RED SOCIAL
Las experiencias, maneras y formas en como “él o ella conoce de otro modo” (Serres, 2013, p.22) han ido marcado el tempo en las experiencias del “exceso de positividad que se manifiesta, asimismo, como un exceso de estímulos, informaciones e impulsos” (Chul Han, 2014, p.21), la construcción del ser como una red que constituye, estructura y comunica la vida “definida por el programa que asigna los objetivos y las reglas de funcionamiento de la propia red” (Castells, 2009, p. 45).
La complexión de un ser propiciado desde el yoico donde “domina la comunicación digital no es el “amor al otro”, sino el narcisismo” (Chul Han, 2014, p.55) crea condiciones para que la exploración y conformación del humano, una condición del “savoir pour prévoir, prevouir pour pouvoir” (Bauman, 2008, p.9);es aquí donde se catapulta el prosumer, en todas las experiencias transversas por la pantalla de un dispositivo, consolidando al humano en un estilo individual; su relación con el espectro social solo se hace necesario en la medida en como el yo lo propicie.
La necesidad, podría ser un motor principal para que la conexión constante, una ruptura en la separatividad reemplazado por un “bullicio de los medios y el griterío comercial ensordecen y adormecen, de ruidos lamentable y drogas calculadas, esas voces reales más las voces virtuales de los blogs y las redes sociales” (Serres, 2013), crean la codependencia a las plataformas que se regulan como una extensión del ser en una forma mutua de ser visible y polimórfica. Una correlación de la aceptación y la realización personal montada a manera de red, donde la droga de la aprobación va en aumento exponencial y los lamentos son un modo humanizar el avatar con sentimientos y emociones por medio que se hacen creíbles por medio de la aprobación.
Lo digital salta a un proyecto de nación donde las “coaliciones frágiles entre formas de vida sólo parcialmente compatibles” (Bauman, 2008, p.19), donde cada persona tiene poder sobre su vida, sin censura, errores, equivocaciones o tan siquiera críticas, el acto humano de ser un juez se encuentra en la punta de los dedos, la reflexión dejada a un lado.
Una ruptura en el uso de las articulaciones, como el acto de pensar que propicia la mano como “el medio para el “ser”, que designa la fuente de originaria del sentido y la verdad... comunica con el ser” (Chul Han, 2014, p.43).El acto de pensar propiciado por la forma de escritura que interconecta diversos procesos cognitivos, son rotos por la practicidad de la máquina que vuelve los actos carnales, evitando el proceso del estímulo al pensar ya que los movimientos de la escritura dejan de ser armónicos a ser de impacto.
“Su carácter fluido y de su volatilidad no son apropiadas para configurar el discurso público, el espacio público” (Chul Han, 2014, p.21), la polivalencia de la representación se divide en convenciones a la media de las personas, un sujeto sólido se alterna en lo líquido de la red; la deconstrucción de la materialidad dada por la vínculo constante con la difusión de una persona en múltiples existencias como acción práctica de chatear en un escenario común que lo hace equivalente a una realidad múltiple.
“Al mismo tiempo que esas técnicas mutan, el cuerpo se metamorfosea, cambian el nacimiento y la muerte, el sufrimiento y la cura, los oficios, el espacio, el hábitat, el ser en el mundo” (Serres, 2013, p.32), las elaboraciones de mundos propios desconectan los significados y las asociaciones comunes de valores, el mundo se torna en un nodo excluyente de aquello disruptivo.
La ausencia del otro dentro de una utopía red valoriza el ser humano como un constructor de una “heroica activación de todas las capacidades humanas termina en una mortal pasividad” (Chul Han, 2012, p.27), la ruptura del acto de pensar por la práctica de la discusión lo envuelve en palabras huecas y adaptables al uso inherente del medio tecnológico.
Como apunta Chul- Han, las vidas se desnudan y surge una transparencia que abarca todo el aspecto de privacidad, el ser se vuelve público y la privacidad digital; “la potencia de pensar en algo, el pensamiento se dispersaría en una hilera infinita de objetos” (Chul Han, 2012, p.37), las experiencias múltiples, precisas y gratas ya no tiene filtro o la vacilación, lo distinto se dispersa para entenderse como igualdad. Las validaciones de las redes sociales superan a las estructuras comunales tradicionales “las identidades culturales específicas se convierten en trincheras de autonomía, y a veces de resistencia, para colectivos e individuos que se niegan a dispersar en la lógica de las redes dominantes” (Castells, 2009, p. 66), la acumulación de activos en formas de amigos son el respaldo de un pensamiento que conforma una verdad y unos modos de comportamientos que ya no necesitan de la comunidad.
El exceso de negatividad de la sociedad frente a cuerpos de positividad es un aditivo más fácil de consumir porque en la representación del mundo ven un espacio agotado, “no hay un afuera del mundo...ni sitio para refugiarse... no hay ningún lugar en el que pueda afirmarse con un mínimo de certeza ...que es libre de vivir a su manera y perseguir sus propias metas” (Bauman, 2008, p.22), por eso  la conectividad se hace esencial para las personas como la alteración del mundo.
La edificación de una utopía que es reclamada por el ser sobre el mundo por una visión conjunta de comunidad en donde siempre se tendrá razón. La necesidad de pensar ahora gira al entorno de la satisfacción dando lo sagrado a la visión narcisista de un mundo consumista que patrocina el usuario, la configuración del individuo frente al todo.
El nuevo humano es público “al tocar con la yema de los dedos, yo dispongo del otro... elimina aquella distancia que constituye al otro en su alteridad” (Chul Han, 2014, p.45), los espacios exigen una visibilidad por las reivindicaciones del yo, una relación impulsada por procesos lógicos simples, específicos y que revaloran las palabras, significados y valores; esta resignificación da a las acciones una magnitud, el uso de la exteriorización del yoico, la omnipotencia en la documentación la vida.
El prosumer es una propuesta pensamiento e independencia, las reacciones como los likes y re post determinante la longevidad, la subjetividad pura del proceso natural en la búsqueda de sentido por la constitución de identidad brindada por la tecnología es más pura, más completa, más específica, en la esencia de creación pero inconsciente en pensamientos, ideas y discusiones que nos plantean como y desde el otro.
El uso de aplicativos, la constitución de una red, la conformación de un nodo, la acción de interacción se volvió en la extensión potencial hacia el exterior, una persona que traduce la necesidad en conectividad y confunde la soledad con la filosofía del otro, que entiende el individualismo como verdad pero viste el narcisismo de sociedad, que construye a su imagen un mundo donde el albedrío ha dejado de existir cuando él usa lo digital.
Se le está restando al individuo la acción neuronal en una abstracción total de un proceso logarítmico, y las formas de muerte en las plataformas son el uso consciente de estás en el sencillo acto de la contemplación y lo disfórico del ruido en la manera de aplicarse y absorberse en una negatividad de la anarquía en las redes sociales.
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eldesinformado · 5 years
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ANTINALISMO: EL IDEARIO DEL NO A LOS HIJOS
Cuando Emma Watson lanzó la campaña HeForShe como Embajadora de Buena Voluntad de la ONU y con el respaldo de la Fundación Rockfeller el estrepito no se hizo esperar, los aplausos y elogios por su labor a favor de la lucha por la igualdad de género se volvió un dialogo en las redes sociales con el #HeForShe, la tendencia de en redes discurría en la visibilización del problema social por parte de una estrella de Hollywood.
El algoritmo de posicionamiento de YouTube mostraba un dialogo frente a la propuesta de HeForShe por medio de un vídeo se enmarcaba la campaña de Watson como un proceso de control social, una teoría conspirativa en donde el respaldado de lo Rockefeller deviniera en un proceso para destruir los denominadores sociales tradicionales como la familia dando como resultado la caída poblacional que culminaría en el dominio mundial por parte del linaje americano.  
En la lectura de Las Venas Abiertas de América Latina su escritor Eduardo Galeano señala un plan progresista sobre latinoamericana; naciones del primer mundo en busca de una salida a la pobreza que cundía la región, elaboraron planes anticonceptivos a gran escala que se vertebraban como proceso social, económico y político para abrir paso a la inversión extranjera y dar un paso adelante.
“Robert McNamara, presidente del Banco Mundial… afirma que la explosión demográfica constituye el mayor obstáculo para el progreso de América Latina y anuncia que el Banco Mundial otorgará prioridad, en sus préstamos, a los países que apliquen planes para el control de la natalidad… comprueba con lástima que los cerebros de los pobres piensan un 25% menos…”1
Está escalada progresista pautaba el uso del dinero para el avance y no los pobres; el proyecto económico se encontraba secundada por la Fundación Rockerfeller y la Fundación Ford; esta escalada de salubridad que en el presente se releva en miles de mujeres esterilizadas arbitrariamente en el Perú durante el gobierno de Alberto Fujimori que claman justicia y reparación para sus cuerpos mutilados.
La mirada misántropa sobre los cuerpos parece ganar prosélitos a medida que la sociedad se torna en facciones que revindican o vitorean una idea sobre el cuerpo; las barreras se levantan y los diálogos parecer argüir sobre la desnaturalización del otro en la media que coloniza su cuerpo, lo explora y reclama en él una mirada holísticamente nueva, dejando el conteo de idoneidad en la cantidad de denominadores sociales tradicionales que sean dados de baja.
El antinatalismo en su base es una reivindicación moral que se extiende sobre el cuerpo como una acción no reproductiva que se ve enfrentada a una serie de cuestionamientos de tipo político, religioso y social, una corporeidad intervenida por diferentes actores sociales que no permiten que este se autoproclame como un terreno privado. Las visiones extremistas y lascivas sobre le ha valido el epíteto de misántropía por derogar su “naturaleza servil reproductiva” frente al cuestionamiento ético. “No queremos el dolor, el terror, las carencias, todas las múltiples formas de padecimiento físico o psíquico ni para nosotros ni para nuestros hijos”2, pilar del movimiento que expone Miguel Steiner.
La ética y moral en su argumento  deslinda la necesidad antropocentrista del humano para colocar al sujeto en una reflexión donde renuncia al egoísmo para volverse un todo con el mundo, sublimar la maternidad para evitar el dolor futuro de una criatura que se ha basado en la idealización del sujeto y no en el contexto;  David Benatar fundador del movimiento cree que “la mayoría de los motivos que se dan para tener hijos son motivos basados en su propio interés: porque quieren que sus genes pasen a alguien, porque quieren experimentar lo que es tener y criar un hijo” 3
Todo el proceso va enmarcado en el letargo actual, el sufrimiento como un factor primordial sumado a la pesadez de una sociedad que está quedando sin opciones y salidas para los seres humanos; él por eso de la trasgresión social sobre el cuerpo con la acción de la esterilización que dentro la visión tradicional es equivalente a una mutilación, pero desde Benatar creador del movimiento es una predica sobre cómo “con frecuencia la gente olvida lo malas que son las cosas malas de la vida. Hay numerosas evidencias psicológicas de que la gente sobrestima su calidad de vida y piensa que es mejor de lo que en realidad es”4.
La sobreestimación hace parte la problematización en donde extiende a “un dolor menos fuerte es preferible a un dolor más fuerte, un dolor más corto es preferible a un dolor más largo. Asimismo, un número menor de víctimas de problemas graves es mejor que uno mayor”5.La simplificación de la cuestión humana a un solo ser y no a la recua, la exponencial de 1 para poder llegar a su valor negativo en cero y dejar de existir.
La problematización salta a la vista cuando los factores alteran el común denominador social, donde las mujeres se ven enfrentadas a una sociedad en donde la vergüenza de “que al final sea un médico el que decide sobre el cuerpo de una mujer adulta, cuando no somos máquinas de tener hijos. Igual que se puede abortar de manera legal y segura, una mujer debería poder esterilizarse en esas mismas condiciones»6 , en contraposición de los sectores de la sociedad arengando con los  “me opongo a que el Estado utilice los recursos públicos, que proceden de mis impuestos, para difundir políticas de control natal…distribuyan fármacos que son gravemente dañinos para la salud de las mujeres, y que son abortivos”7 ; las dicotomías del yo social no como un sujeto a esta, sino con un individuo sectario dentro de ella.
La sociedad enfrenta al ser humano como foráneo, la necesidad de soberanía, la condición de igualdad hace que al momento de vilipendiar contra el proceso sea más natural y emocionalmente más liberador desnaturalizar al individuo, por en jaque al otro con la oposición que fundamente toda una estructura de poder en busca de la razón.
La corporalidad han migrado a las redes sociales para vivir el constante cambio que el usuario procree en su solipsismo que se hará fecundo en la migración a algoritmos, ser parte de una comunidad en una época donde el pensamiento privado ha dejado de existir y la constante angustia del sentir se ha retornado egocéntricamente abierto colocando sobre la mesa los  diálogos unilaterales y los epítetos virulentos  para quien trate de cuestionar o provocar con una mirada contraria o paralela del  entitle.
La protesta social no se ha hecho esperar, la asociación de ideas en busca marcar presente un mix en donde la “religión verde”, se intenta trasladar la “culpa” al individuo por el sólo hecho de existir y ser parte del “cáncer” del planeta …comenzar a plantearse si realmente la especie humana es una atrocidad que merece ser extinguida”8 , lo que para uno es el “egoísmo y el altruismo tienen la misma raíz: la evitación, en lo posible, del sufrimiento. El que el egoísta anteponga intereses nimios a necesidades más apremiantes de otros evidentemente no es una contribución al mundo”9, no funciona cuanto los extremos se vuelven tirantes.
La vibrante visión de una distopía en donde el mundo no solo se acerca a la sexta extinción masiva, sino que además se encuentra atrincherada en su propia autodestrucción, “destacamos la confluencia de la perspectiva individual y la perspectiva demográfica. La individual nos dice: no puedo garantizar el bienestar de mi hijo. La perspectiva general señala la dimensión demográfica del número de víctimas de toda clase de problemas”10.
Contrarrestada por la visión conservadora valora la opción de decidir sobre la acción reproductiva ya que el “Estado no puede arrogarse el derecho de diseñar una política de control natal…estaría atentando contra “el derecho de las personas a decidir libremente el número y espaciamiento de sus hijos”11, una  constante para salvaguarda el sistema de “las múltiples comodidades que ofrece vivir en un sistema capitalista, más la influencia vil del ecologismo que considera a la existencia humana como un cáncer, las nuevas generaciones no encuentran razones para conservar la tradición más antigua del Hombre: formar familia”12.
Ambas propuestas sucumben al altruismo, aunque dispares caen el punto común de la búsqueda de una sociedad mejor, con métodos disímiles se encuentra un factor común por un instante seden las rendidas a la recreación y el anhelo, aunque momentáneo de la maternidad y paternidad, la visualización de una extensión biológica correlación el instinto lógico evolutivo con el proceso racional.
La construcción mental que solapa al dialogo dentro de una necesidad yoica de tener la razón y el poder sobre el discurso se vuelve dañina entra más riñe por tener el control, “el mito de la superpoblación … uno de los argumentos más usados para justificar algunas de las practicas más aberrantes cometidas por el ser humano como el aborto… ‘para poder sobrevivir y no destruir el planeta, hay que reducir la población mundial’”13. Una balanza que se mece sobre los actos performativos del cuerpo que buscan ser disruptivo en la medida que diametralmente con su voz se permiten realizar una exigencia a la sociedad, “el sacrificar a varias generaciones en nombre de las del futuro me parece algo indecente”14.
Las fallas dentro del sistema parecen ser justificables en la medida que el pensamiento que los respalda no provoque la necesidad de revaluar los conceptos o modos de vida, “aunque hoy en día la población supera en varios miles de millones… el problema alimentario del hambre no obedece a insuficiencia en la producción pero si a fallas en la distribución causadas en la imperfección no autorregulable del mercado de alimento”15, tan solo en un instante para alargar la esperanza del confort un poco más.
En cada espacio donde perdure las ideas enfrentadas pareciese que hay una posibilidad de conciliación, en la argumentación y el punto de la contradicción debería el maniqueísmo ser el salvoconducto del ser humano; la necesidad de preservación va de la mano de la creación de una conciencia racional acerca del sentir que permita conectar  cognición con  la moralidad y transforma los modos de operar; que los sistemas dejen de ser justificados por no poder, querer, intentar generar el cambio que los hará saludable para una criatura.
Aunque el esbozo parecer se exiguo conciliar el ser humano desde la revaloración del cuerpo puede ser una tarea libertado que permita romper los tótems omnímodos, permitirse reflexionar en las mismas condiciones sobre el otro a forma de reflejo, inspeccionar y no dejar morir los múltiples imaginarios que pueden resultar de un ser humano.
BIBLIOGRAFÍA
1. Las Venas Abiertas de Latinoamérica
2. Manifestó antinatalismo
3.El provocador pensamiento antinatalista del filósofo David Benatar
4. El provocador pensamiento antinatalista del filósofo David Benatar
5. manifestó antinatalismo
6. Antinatalistas: el movimiento que busca acabar con la especie humana
7.Argumentos antinatalistas y cómo refutarlos
8 Antinatalismo, la bandera oculta del ecologismo 
9.Manifiesto antinatalista
10.Manifestó antinatalismo
11 Argumentos antinatalistas y cómo refutarlos
12 Antinatalismo, la bandera oculta del ecologismo 
13 Desmontando el mito de la superpoblación (I): Los errores de Malthus
14 El provocador pensamiento antinatalista del filósofo David Benatar
15 Ciencia versus Pseudociencia: El Mortal Mito de la Sobrepoblación
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eldesinformado · 5 years
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EL PANÓPTICO, INTERNET
Los espacios de la vida cada vez parecen un código binario,  unos y ceros que transformando, transmutando y trasmitiendo aspectos tan simples, taciturnos, efímeros que parecen de otra época atrapados ahora en la pantalla; pequeños pasos que  profanado el cuerpo con  la tecnología, una extensión del cuerpo, una alter ego de sentidos que han argüido en la  extensión orgánica de los hardware sobre el cuerpo.
Michel  Serres ha bautizado una sociedad dependiente como Pulgarcita, una especie qué con toda la extensión del conocimiento en sus manos parece limitarse a encorvarse y perder la cabeza en la medida que los dedos cruzan la pantalla de su celular. El desarrollo parece no ir más lejos de las extremidades, el tipeo en la pantalla parece consolidar un externalidad mientras que el usuario parece convertirse en un ghost in the shell, donde lo que habita parece abandonar la cabeza y reubicarse en la yema de los dedos. 
Híbridos de una narración, de una  correlación aditiva, el cohabitar todos los espacios en en medio de una shit storm como lo apuntaría Chul - Han, una enjambre distópico para cualquier abeja, un lugar lleno de  reinas obreras que generan una interconectividad tan pública que son su propio panóptico, son un ventana infinitas donde el ver, se vuelve conocer, por que el saber va totalmente ligado a un poder del panal. 
La transgresión  política que en otrora era referida como una agora a un proceso binario establecido por una matriz algorítmica que segmenta la sociedad y la enmarca en dentro de la ventana de Overton; todos los espacios de interacción parecen ser explotados como acciones políticas futuras, los diálogos dejaron de existir, los  seudos filtran el diálogo social y las razones parecen no partir del diálogo sino que se enraízan en el fanatismos, el ser deja de pertenecer para construir comunidades artificiales colorarias dirigidas por seudo líderes sociales que se alimentan un diálogo circunloquio que le teme a la libertad de expresión. 
La revolución social basado en los dedos ha modificado el espectro de voluntad, sentimiento y unidad, la multidimensión del humano se ha cuantificado a las acciones informáticas de  pantallas con corte minimalista, el conceptualizar la movilidad social ha pasado a un acción de conectividad y transferencia de datos. Parece que los humanos se han quedado estancados en un misma charla y que no parece avanzar, una especie de bucle que ha convertido la velocidad luz en obsoleta frente la interconectividad que rige.
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eldesinformado · 5 years
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EL RECUENTO
Tinder ha dejado una recuento de  1109  personas con los que la funcionalidad de la aplicación ha encontrado potencial, para que 1000 de estos pasaran a la fase del “Hola, cómo estás ?”, un inicio conversacional que se ha cifrado como un código inspiracional dentro del uso de la app, un algoritmo ha extrapolado partes de mi ser y las formas en como nos relacionamos. 
Cada una de esas personas fueron una oportunidad para encontrar o cumplir con la finalidad de Tinder; pero debo decir que más allá de promocionarme con dotes y habilidades histriónicas en la aplicación,en la vida real, sigo siendo un humano demasiado tímido, demasiado osco, demasiado reservado y huraño con el otro. 
La aplicación ha permitido que una parte  de mi mente sea libre,que mi cerebro se transforme en un galán elocuente, que las ideas se transforme una verborrea en donde trato de compensar una baja autoestima con dosis de dismorfia, con un humor que puede ser tan prolijo o tan oscuro como mi interlocutor lo crea apropiado. 
Las oportunidades de extrapolarme en una aplicación o como alguno de los persones de Years and Years lo califica,  un transhumano que detrás de una pantalla parece ser más funcional porque ha entendido que parte del código es alegría, la seducción de la otra persona, y es menos un pensamiento profundo y largo; las conexiones instantáneas son más fáciles de crear cuando sencillamente son estamos autocercenando para crear un ilusión más adecuada y consumible. 
Los muros en mi cabeza ahora se  presentaban como una serie de probabilidades, opciones y utilidades, la lógica de la app misma; mientras que presento una desbocada necesidad de encajar como un prototipo de novio, mi mente iba diez pasos al frente recordando de formar circunspecta que vivo dentro de un claustro de la fobia al otro. Pero la manipulación del individuo  desde la forma de selección básica de lo visual, satisface y estimula un ego que parece inexistente. 
El ego se vuelve un excusa el momento de usar la app, la posibilidad del rechazar o aprobar a las personas por el aspecto físico de convierte de un modo una recompensa cada vez que hay un match; la necesidad básica de lo visual, lo carnal, el evitar los filtro sociales de las reglas y las normas para llegar al preciado deseo de conocer a alguien desde una zona de confort donde nadie me puede hacer daño, y se puede disponer de las personas con tan solo un clic; ha dejado de un lado la incómoda, pero necesaria interacción social, que nos prepara para poder desenvolvernos mejor, a un lugar donde el egocentrismo maneja todo acto de interacción. 
Es como entrar a un mundo idílico, donde los príncipes azules entran en la coincidencia del match, pero sujetos a la reglas del juego de lo visual y lo carnal, del proyecto de vida, la aspiración de hombre o la historia que desde el momento cero se programa sobre el ser humano, todo aquello dispuesto como una reglar que a la que no se le permite contestación alguna, ya que la auto censura de todo lo oscuramente inherente a nuestra alma, se vuelve inmediatamente un requisito fantasioso sobre la otra persona. Estamos volviéndonos demasiado confiados en un mundo donde los rostros están siendo retransmitidos por las pantallas. 
En mi caso se volvió nada más una secuencia dentro de mi día , tratar de conocer a alguien sin ya, la expectativa idílica del amor, me conformo con hablar, con esperar que desde la otra pantalla envíen señales de vida; pensé que estas opciones sería más certera y más eficaz para poder cumplir una necesidad humana, pero no resulto ser más que una estadística, que se queda en el mero instante de la necesidad, se vuelve efímera cuando el otro se vuelve una proyección idílica, fría e insensata cuando los cuerpos se cosifican. Una perdida del otro como un experiencia corpórea, instantánea que nos empuja al arte de la improvisación, a un aspecto estético, planeado y plano donde el rechazo no es aceptable y en donde con un clic se puede derrumbar una fantasía. 
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eldesinformado · 5 years
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SENSIBILIDAD A LA HOMOFOBIA
Últimamente he tenido la tendencia de irme hacía lo crítico, quizás a pensar un poco más allá los factores, o podría ser más cuestiones de la edad; pero el echo quizás de hallar otra arista en mi homosexualidad en donde no me siento cómodo del todo con ciertas circunstancias. 
Lo acaecido en el Centro Comercial Andino, no deja de ser un acto de abierta HOMOFOBIA claro y contundente, puede sumarse el hecho que el país está en estos momentos pasando por un gobierno de derecha con colaboradores abiertamente godos, más las relaciones de los derechos humanos como ardid político, sumado a los cambios sociales que parecen agudizar únicamente la visión de una derecha que parece tener la razón, y con el sartén en la mano la discusión parece caer en oídos sordos. 
Pero está historia encuentro varios vericuetos; por un lado el grito incesante de la  sociedad normativa, la heteronomartividad puro, y hasta el patriarcado puro en donde los niños son pilar fundamente de la sociedad, por algo dentro de sus creencias afirman que son el reino de los cielos; pero han ido evolucionando para convertirse en el rostro de todas las filfas de las campañas políticos, se han ido encubando en la sociedad como unos rectores de la moral, pero para puertas para dentro la niñez, en especial la de Colombia no es más que un eufemismo límbico de cáliz político. 
Acusar a una pareja homosexual de pederastas, de afirmar que un abrazo constituya fornicar, lujuria, desea carnal y puro, es la mentira más fácil con la que en una sociedad se destruye el estatus de una persona; los estandartes de libertad salen a galope a recordar la moral y la buenas costumbres de una estructura heteronormativa. 
Pero toda la moral y las buenas intenciones se quedan en eso cuando los niños siguen siendo un nicho de corrupción social deleznable, en donde no solo los actos sexuales se hace presente, la tortura, la violencia, el asesinato, el hurto, la prostitución, y toda posible acción de mercadotecnia  con un niño, parece dejar de existir cuando las acciones son realizadas que hacen parte de la condición social de igual dentro de lo heterosexual; hasta ahí llegan las intenciones, las arengas, las luchas; se discriminan a todos lo niños que han sido victimas  y pasan a ser una leyenda que cifras y promesas de campaña para los futuros rectores de la sociedad, que no perpetúan aquellas relaciones sociales tóxicas por un beneficio político, por el país sigue en las mismas porque se necesitan excusas para llegar al poder.
Esta vendría siendo la primera parte de la disertación, enfocada en la hipocresía de un hombre porque encuentra en el derecho de los niños el mejor arma para el odio, pero en la segunda parte voy a enfocarme en porqué la Besatón no es un evento que del todo me llene y termine de entender como un paso hacía el fin de la homofobía. 
Slavoj Žižek dice que la protesta social se debe cuestionar, que no se debe volcar de todo hacía ella con el instinto sosegado de la solidaridad, que hay que pensarla y preguntarle para poder ver a que realmente están dispuesto a ceder los sujetos para que arenga se haga realidad. 
El acto de Homofobia se viralizó, se repudio, se le extrajo todas las versiones y formas de ver posible, la gente se movilizó para hacerse escuchar, entender que un abrazo en el lenguaje homosexuales es un expresión equivalente a un abrazo en el lenguaje heterosexual, que somos iguales, que somo personas, que somo ciudadanos, que la ley nos protege, y que la furia marica va a luchar por una sociedad llena de igual y prosperidad para todos; la política se carga en el discurso del afecto. 
Y es que de fobias sabe la comunidad gay, que diversifica a los seres humanos en etiquetas más variadas que las mismas siglas de la comunidad; pero es un rostro que no dejan ver, es un rostro que se le oculta a las personas porque hay que ser políticamente correctos por la lucha, pero la lucha se ha desarticulado en un serie de privilegios y aprobaciones heterosexuales en las que todos hemos caído en algún momento por la búsqueda de la aprobación. 
Es que el ser gay se hay vuelto un casting  largo y tedioso, una búsqueda interminable por encajar, porque ser gay no es suficiente, hay que ser con estructura social convencional, hay que ser gay pero que no vaya a ser muy disruptivo entre más apegado a la heterosexualidad posible, mejor. 
Todos se volcaron a la Besatón, todos quisieron demostrar que el amor también en cuestión de nosotros como humanos, pero de puerta para dentro todos hemos sido deshumanizados en algún punto de nuestras vidas; nunca en la vida me he cuestionado ser un hombre homosexual, eso para mí siempre lo más lógico en mi biología, pero las cuestiones de ser un hombre homosexual dentro de la una “comunidad” ha sido un experiencia que me ha expropiado en cuerpo en muchas ocasiones, entonces me pregunto que es el cuerpo en una lucha donde hay una sola visión para narrarlo y es el que perpetua el los estigmas de ser gay, son las formas sociales de fácil consumo y no complejizan la biología básica de ser hombre o mujer dentro de la sociedad. 
Nadie cuestiona la solidaridad, porque es hallarse en un encrucijada más compleja de ser homosexual en una sociedad, es ver que muchos no entienden que es ser gay, no tienen sentido de comunidad, que no han comprendido que de muchas de las fobias que tienen, es que se les ha otorgado el derecho a proclamarse gays, que somos una grupo social con género y que lo cisgénero que demasiados persiguen sencillamente sigue estancando el progreso para todos, porque mientras no nos pensemos como personas LGBTTTIQ, no vamos poder llegar a lo idílico de la lucha.
La desarticulación social que nos invade como grupo nos va a seguir perpetuando como un cliché que en cada paso de la vida debe ser desmentido, y necesita salir del closet como en el primer día. 
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eldesinformado · 5 years
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LA ODISEA, LA CONSTRUCCIÓN DEL SER
La película se desenvuelve en el año 2001, 4 millones de años después del comienzo evolutivo del hombre en donde logra colonizar la luna, al mismo tiempo que despliega toda una serie de artilugios futuristas, una conquista de la evolución que los lanza a la conquista de Júpiter. Los espacios de la tecnología, las ideas de vida extraterrestre exógena abren la puerta a una serie de eventos que se concentran alrededor de 4 monolitos que dentro del filme funcionan como marcador temporal para las vivencias del hombre dentro de la narrativa.
La narración de la película permite presentar estados o etapas del progreso humano, centrados en espectros de construcción cognitiva que le facultan para llegar a la etapa final del filme; esto consiente una crítica paralela sobre una sociedad que pasa por el prisma de la tecnología, a la inversa, de los colores retornan a una luz blanca. La sociedad encontró la homogenización social centrando al individuo como un simple medio para poder conseguir el progreso.
Cuatro millones de años atrás un grupo de monos reunidos en lo que se podría localizar como África, cuna primaria de la humanidad, en un estado de espectro más animal, con una conformación de territorialidad y grupo en función social primitiva; ve su comportamiento alterado al parecer con la aparición del primer monolito, una estructura negra y rectangular erigida sin causa alguna en medio de la comunidad que da pie, permite, coincide o incide en el proceso de la evolución en donde su entorno se conforma como reactivo e interactivo, un espacio para el nacimiento de la idea del hombre como una forma de conquista, poder y dominación; la ruptura sí se quiere marxista, donde la división de la especie se da en una  lucha de clases en donde se proyecta  la supervivencia a través de millones de años, transportado al hombre a el espacio desde el movimiento elíptico de un hueso que permite presentar un nuevo hombre qué ahora habita la Luna.
Esta construcción narrativa permite generar un paralelo con la universalidad  humano actual, la nueva configuración se da en la misma paralelo elíptico hueso, “cuando a través de la pantalla nos adentramos en las comunidades virtuales, reconstruimos nuestras identidades al otro lado del espejo” (Turkle, 1997, pág. 226); la creación de una representación humana a través de las pantallas permiten la instauración de la interacción y el desarrollo por medio del objeto que complejiza el ser. Una extensión que propuesta como primaria en la medida que es una extensión provista por y para limitaciones humanas.
La pantalla presenta a un individuo que por medio de la recreación de sus falencias profese formas rápidas, pero al mismo complejas, para equiparar los desperfectos de su corporeidad aplicadas a las máquinas que le permiten ser eficiente de nuevo. Un lugar que le proporciona nuevos estadios o “mundos para una interacción social anónima en la que podemos jugar un papel tan cercano o tan alejado de nuestro yo real según elijamos” (Turkle, 1997, pág. 233), y es que, desde allí la necesidad de la recreación, superación y transformación, han arrastrado la edificación humana desde los albores de la sociedad. La configuración de nuevos seres que de forma abierta y descara buscan colonizar los espacios de la vida, teorizando sobre los individuos como un discurso de dominación teñido de progreso que configuran los estadios de las personas hasta aislarlos y obligarlo a repensarse en una nueva imagen de sujeto establecido por una extensión.
La presencia de falencias por parte del hombre daría paso a lo que según Turkle (1997) denomina una cercanía, exhibidas por medios de cualidades semejantes a las de humanas en las máquinas, haciendo de estas creaciones más opacas y análogas al cerebro, una búsqueda que responde a la cualidad de la inteligencia del sujeto. La físico vira a una propiedad de interdependencia, las “acciones dependen del alma y el espíritu, las posibilidades de la espontaneidad sobre la programación” (Turkle, 1997, pág. 103), permitieron que el espacio de ausencia de espontaneidad fuera traducido en las funciones del humano sobre la máquina, fabricando una sociedad dependientemente directamente de la capacidad operativa del hombre frente a la realización que le permite al artefacto; esto los llevaría a conquistar la Luna dentro de un espacio de confort y vanguardia, mostrando a una sociedad lista para el asalto del siguiente paradigma y abriendo es lugar para el segundo monolito.  
Su aparición dentro de una sociedad desarrollada supone que ésta se encontraba desdibujando una nueva límite, sus inventos estaban tan presentes “que las personas eran lo que los ordenadores no eran… una tregua inquietante en el límite de lo natural y lo artificial… sin que se diesen cuenta las personas se iban acostumbrando a hablar con la tecnología” (Turkle, 1997, pág. 107); la apariencia que hoy se tiene de confort y plenitud esta mediada por los aparatos, los sentimientos se han volcado en aplicaciones, las relaciones sociales migrados a plataformas, y la separatividad se ha superado en un interdependencia a la mensajería instantánea, el colectivo sujeta el celular con tres dedos al respaldo, el meñique como base y el pulgar libre para la recreación; la evolución de un espacio de interacción que paso de ser una herramienta a una centro y extensión del cuerpo demuestra que la sociedad supero el segundo monolito.
Hal 9000 guía al hombre a Júpiter en una nave que podría representar una forma fálica de fertilidad masculina, la narración se encuentra en masculino, la sociedad se cuenta alienada por la fuerza de la testosterona, y la nave es administrada por un capataz; dentro del viaje encontramos la criogenización, el piloto automático, la interconectividad; pero es aquí cuando el avance ha caído en total dependencia de el artificio,  los soportes vida se ven concentrado en unas pocas celdas de poder que hasta el momento imitaban al cerebro humano, con la suposición que los comando hacían las veces de racionalidad, “un punto de vista que asume una distinción convencional entre el personaje construido y la persona real” (Turkle, 1997, pág. 236). La administración logarítmica.
El humano fusionado con la tecnología permite que esta por medio de su consumo administre las necesidades emocionales que presente, una interconectividad que “al crear diversos personajes pueden experimentar de una forma más controlada con diferentes conjuntos de características y ver a dónde los conduce” (Turkle, 1997, pág. 241), lo humano pasa a ser data que admite a las desarrolladores dar a las aplicaciones de unas nociones básica de funcionamiento que al contacto con el humano se van a anticipar a sus carencias y esté dispuesta a suplirlas.  La comunión hombre/artilugio está mediada por logaritmos y actualizaciones de aplicaciones que son una versión extracorpórea. Se está pasando de la versión de semipersona.
El tercer monolito es toda aquella expedición que ha permitido la tecnología mantener oculta de la sociedad, Hal se ha transformado en todo aquel cuestionamiento sobre los avances, Frank en las víctimas del mal funcionamientos, mientras que David se ha convertido en el nuevo humano que debate y replantea los límites que se han cruzado con la tecnología.
Los límites que nuevo que han trazado podría considerar que “algunos ordenadores se podrían considerar inteligentes y podrían ser conscientes, pero no naces de una madre, no crecen en familias, no conocer el dolor de la perdida, ni viven en la incertidumbre de que morirán” (Turkle, 1997, pág. 106), pero con el cuestionamiento, la interacción se les ha dado el suficiente conocimiento para que recreen el imaginario humano, al volcarse a los aparatos en búsqueda de suplir las necesidades e interrogante del ser; se han brindado datos suficientes para discutir, preguntar e indagar sobre el comportamiento del hombre hasta el punto tal que los comportamiento se pueden volver predecibles y un patrón, lo que entrevé el subyugamiento que la actividad espontanea humana filtrada por un aparato que al que se ha cedido la opción del cuestionamiento y la duda a un proceso de eficiencia y rapidez, un cerebro portátil que increpa y alterca el comportamiento alrededor de él.
 La exploración fascinante que se permite el espectador por medio del tercer monolito a un espacio acelerado quizás por el avance, psicodélico tal vez con el cuestionamiento, muestra a un hombre absorto en medio de aquel monumental viaje. La ruptura de barreras presenta el estadio para la conformación de un nuevo sujeto para Turker la empatía que el hombre le ha dado a la máquina, permitió que se creara un personaje digital, lo humano cruzado por la relación reciproca con el objeto. El viaje por el monolito es la conglomeración de una sociedad que ha llegado al umbral de la inteligencia artificial y que como especie la se ha obligado a reinterpretar su papel en relación con el mundo.
Y es allí donde el cuarto monolito perdido en el espacio-tiempo se abre a las cuestiones que pueden ser un reflejo incluso de un mundo previo a la Matrix, en donde la culminación y realización de una sociedad se abre camino a las etapas biológicas de nacimiento, madurez y muerte. El punto más alto y cúspide es el mismo del caos y el desencanto de seres que han normalizado una forma de vida y han transformado en obsoleto todo sistema de vida. El cuarto monolito es la puerta al caos y la destrucción que abre espacio a la nueva civilización.
Cuatro Millones de años después y en el 2018 la sociedad sigue enfrascada en la visión marxista del mundo. El umbral parece ser el primer monolito, los aparatos tecnológicos son una extensión del cuerpo que han mimetizado comportamientos humanos pero que no han permitido llegar a cuestionamientos más amplios de la población más allá del buscador. La inteligencia artificial sigue el camino en la compleja tarea adquisición de datos que permitan tabular comportamientos y dominar la sociedad. Las grandes preguntas siguen aisladas en laboratorios y el ser humano es garante desde el narcisismo de las plataformas digitales, el cuarto monolito no fue la cúspide para la matrix, está aquí y sin un desarrollo tan desaforado como el presentado por Kubrick. Una sociedad del espectáculo que parece un remedo de ser sin pies y ni cabeza, que cuestiona el alunizaje, pero no por medio de la reflexión si no más por el consumo de información provista por la internet.
La sociedad provista por la fantasía de mentes brillantes como las de Odisea 2001, sigue siendo tan humana que el razonamiento base de la sociedad sigue estancado en procesos mecánicos de consumos, el vislumbrar de mundo como una Odisea es intrínseco a los seres que han caminado hasta el 2018 y los efectos espaciales como las aplicaciones son una analogía de realidad morbosa, indiferentes y mercantil.
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eldesinformado · 5 years
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LA CENSURA EN RED
No suelo ser muy asiduo a las redes sociales, aunque para un millennial parece ser necesario existir en el mundo 2.0; Twitter es la plataforma que menos interés me generaba, 280 caracteres en donde se despliegan ideas atadas al calor del trending topic y seguidas de un hashtag; la estructura del mensaje moderno bidireccional pasa a ser unívoca a la medida que la intención se suma a la esfera mundo de la masa en el contador de personas que habla de este tema. Una aplicación de rápido consumo dentro de la dicotomía de lo público y lo privado, donde el palíndromo es lo público como forma de vida moderna; el sujeto se ve en una construcción social refrendada por un algoritmo que le permite generar un dialogo, un espectáculo, una presencia, mientras deje que la tradición social de la co-presencia para desarrollarse por medio del tacto de una pantalla, limitando lo comunal a una pantalla, y el a ser visto por todos.   Dentro de toda esta modernidad un halo de censura me comienza a extasiar en el ejercicio de publicar 280 caracteres para resumir un país, lugar, sujeto, idea, pensamiento, la estructura de consumo rápido breve, sencilla y corta en el uso de Twitter demuestras que las ideas como los argumentos se remontan al espíritu yoico del usuario. La imagen lacónica de un ser que por medio de la pantalla construyendo una idea de sociedad, en donde la comunidad ya no es pertenecer, sino por el contrario una construcción autárquica del sujeto para una sociedad excluyente en donde la diferencia se hace volátil frente al consumo o al castigo. La censura del argumento por las percepciones propias de un dictador que no se ve obligado a dialogar, sino que en cambio se ve recompensado por el algoritmo de la red que le hace entender que el tiene la razón y el título para que sus ideas radiquen una extrema construcción del mundo a su semejanza. La capacidad de ver y ser visto se propone por una perspectiva propia y gratificante de vida, país, sociedad, comunidad, charlas construccionistas seguidas por un numeral que apenas sale como un edicto se pierde en la gratificación de quienes se ven iguales dentro de la administración feudal de la red. Y es que el ciberespacio, muchas de las causas van a permanecer siempre, como un historial de permite rastrear las creencias del humano; pero mimetizados como un pensador de sofá la situación pierde relevancia e interés a medida que el tiempo pasa. El administrador presentado como un resumen del laberinto social dentro de la algarabía de un show que pierde toda cabalidad al ritmo de la tendencia. Las ideas surgen y mueren a la medida que son publicadas, pero de cuales ideas hablamos cuando el mundo feliz de las rede sociales solo deja plasmar inequívoca forma de pensar del usuario, y las ideas deben ser alimentadas y puesta en contacto con las diatribas de la vida, la red social limita a un espacio seguro de autocomplacencia constante. Las redes sociales es el movimiento narcisista más grande de la historia, la construcción de deidades por medio la configuración aspiracional de vida, humano en un etapa pueril y limitada de narcisismo y emociones efímeras como una contribución a la consolidación de una sociedad egocéntrica. El mundo gira entorno del pulso y la conveniencia de los sujetos, las biografías, los muros, los historiales parecen decir que somos una mezcla de conciencia social traspuesta por un avatar que permite saltar de la tragedia a la comida tan solo refrescando continuamente la pantalla, las historias dejan de ser pensadas a hacer parte del entretenimiento. Hay sustitutos para cualquier sentimiento de inutilidad, es momentánea pero efectivo; el conflicto se escapa por entre los dedos como una forma de felicidad en el breve acto de dejar pensar en el acto dialógico. El particular como  social es el mecenas de las éxtasis de las redes sociales, la extrapolación de mil luchas en un solo ser, el pensamiento de una estadista transcrito en un avatar, somo un panóptico cruzado por un panóptico mayor, en donde nos develamos como un ruido de ideas no encontradas dentro de unos nodos que permiten andar con los ojos vendados en un diatriba de ser y cada vez más, donde el show siga a la medida que el confort crezca exponencialmente al ritmo que los seguidores.
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