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¡El Festival Kuir llegó a Bogotá!
El arte Queer vive en Bogotá.
Hasta el 3 de diciembre el festival artístico que rompe con barreras de estereotipos y género estará exponiendo una selección de obras de performance, música, cine y talleres.
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“Entre la sombras de una pequeña habitación está la figura central. Un cuerpo femenino que escoge cautelosamente un canto de gemidos que asemejan un estado de catarsis. Un trozo de encaje cubre su vientre y sus senos a la vez que la luz roja cubre las caras de los espectadores que, entre tímidos y excitados, dedican toda su atención al centro de la habitación desnuda. Sobre la cama cubierta de tela de malla, enrollada en pitas y cordones de colores, una figura humana está arropada por un velo que cuelga del techo, sus ojos cerrados y la boca muy abierta, produce deleite e intriga: una canción disfrazada de sexo.”
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Quien protagoniza este performance es Ana Izquierdo, una de las artistas invitadas al Festival Kuir, que celebra su cuarta versión este año. El performance produce sentimientos combinados, sin explicaciones, todos pueden hacer parte de la obra y del momento, del espacio y sus elementos. No hay reglas, todos son bienvenidos. Los espacios cotidianos se convierten en cinco cuartos abiertos que, más que escenarios, son la obra misma.
Detrás de cada puerta hay una historia, una propuesta de performance distinto: instalaciones, improvisación musical, happenings, y cada elemento de la habitación juega un papel importante. La cultura LGBTIQ ha ganado gran parte de su reconocimiento gracias a las artes y al entretenimiento que, a su vez, combinan características propias de los shows como la danza, la actuación, el diseño, el maquillaje y, más recientemente, el arte que emplea elementos audiovisuales performativos. Es una forma de dejar huella y de expresarle a la sociedad que lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y personas de identidad y género diverso han creado también arte desde siempre, ocultos por la historia, pero con un sentir latente que canalizan a través de la creación.
El curador de artes vivas del festival Kuir, Abner Wagner, afirma que este espacio es un proyecto colaborativo que se encarga de propiciar lugares de encuentro de diferentes corrientes que van creando, desarrollando e integrando lo que se conoce como escena creativa queer. “Está dirigido a todo el mundo, no solo a población LGBTIQ, y vienen personas de cualquier clase o subcultura”, comenta. El festival cuenta con cuatro pilares fundamentales: una parte expositiva, una de muestras audiovisuales, la escena de las artes vivas, y una programación académica: “Con base en estos cuatro pilares se organiza la programación oficial del festival”.
Su papel como productor es también el de ayudar a desarrollar las diferentes muestras artísticas, en especial las muestras de arte vivo, que vienen incrementando la participación desde hace 4 años. Este año, la muestra bajo el título ‘Noches de cartilla’ se desarrolla en un escenario que presenta un espectáculo de variedades (variette) escapistas, ambientado en cabarets. En colaboración con el teatro La Maldita Vanidad los lunes, 22 y 29 de octubre, y 19 y 26 de noviembre, hasta el 3 de diciembre se llevará a cabo el show a las 8 pm. Este es un espacio de teatro de variedades en donde se presentan siempre diferentes artistas y es, además, pionero en impulsar este tipo de artes y espacios nuevos en la ciudad.
En un momento de la historia en donde la cultura LGBTIQ tiene más presencia que nunca en los medios masivos, el mercado y el mundo mainstream, es necesario aprovechar este tipo de espacios abiertos para las personas que se han sentido marginadas de alguna manera: artística, personal o socialmente, para poder brindar ayuda. Y es que cada vez vemos como aparecen más espacios, colectivos y eventos en donde se puede, simplemente, ser tu mismo. “Creemos que nosotros propiciamos estos espacios que se generan un ambiente abierto que se presta para esto, porque sabemos este el momento justo para hacerlo.” dice Wagner.
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Entrevistamos a los participantes y artistas del Kuir Festival, quienes durante todo el mes de noviembre estuvieron presentes en distintos puntos de la ciudad, y esto fue lo que nos dijeron:
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“Una puerta, entre todas, nos llama: es el sonido del performance. Hay dos habitaciones completamente blancas dentro de este cuarto, hay un espejo enorme y dos hombres desnudos en la mitad de cada uno de los cuartos. Nadie dice nada, todos observan. Ellos invitan con su cuerpo a que quien mira, sea también parte de la obra: espectador, muévete. Juega con el artista, mira sus ojos, baila con él. La música es sombría, es la música que tiene de fondo un corto audiovisual reflejado en un televisor de la primera habitación. La bestia, cubierta de un manto salvaje, salta hacia los espectadores, quiere incitarlos. En la segunda habitación una cuerda colgada que atraviesa, por las nalgas, el cuerpo del artista. “Este cuarto huele a sexo”, dice alguien del público. Este cuarto y estos hombres son un símbolo de lo salvaje.”
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“En Bogotá se puede ser”, este es el lema de la Dirección de Diversidad Sexual del Instituto Distrital de Planeación y el Kuir Festival quiere ser portador de este lema. Desde que comenzó ha sido un proyecto colectivo y colaborativo gracias a que han podido vincularse y trabajar con otro tipo de organizaciones e instituciones que les han permitido llevar a cabo cada una de las actividades para presentarlas al público de manera completamente gratuita. Este año, por ejemplo, la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (FUGA), el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), la sala Fundadores de la Universidad Central, son espacios institucionales que sirven de escenario para la programación del festival. El Festival Kuir está estrechamente vinculado a El Parche Artist Residency desde el 2014, un espacio independiente autogestionado por artistas. “El festival es una marca de El Parche”, afirma el curador.
Foto: Alejandro Díaz, performer del colectivo Street Jizz. Su cuerpo sujetando la cuerda desde el ano, mientras realizaba movimientos repetitivos, como intentando jalar la habitación del motel desde su "significado" (lugar pecaminoso, lugar impropio, lugar prohibido) , utilizando esta parte de su cuerpo alrededor de la que hay tanto misticismo. Desde su sexualidad se arma para arrastrar con este "peso".
En el 2014 careciamos de este tipo de espacios relacionados con el universo Queer pero con el tiempo cada vez son más. El año pasado asistieron alrededor de 650 personas al festival y con el pasar de los años el número de participantes ha ido en aumento , “el impacto ha sido principalmente dirigido al público para que todos sepan que pueden acercarse a nosotros”, afirma Wagner.
Además, se han incrementado los espacios asociados al festival tanto independientes (MIAMI, Practicas contemporaneas, El Sanatorio) como los institucionales (Museo de Arte Moderno de Bogotá y las galerias Casa Reigner y NC-arte). Mario Andrés González, el curador de la parte audiovisual del festival, comenta que “el kuir ha logrado en estos cuatro años, cautivar un público, un grupo de seguidores que están pendientes de todas las actividades porque son gratuitas, que llegan a la gente de diferentes estratos, de diferentes zonas, pensamos que la verdadera filosofía Kuir está en la inclusión”
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¿Por qué arte, por qué cine?
Históricamente, el arte no solo es un producto social, es además un elemento capaz de impactar y transformar el contexto del que sale. Y el universo Queer se vale de esta premisa para ganar reconocimiento y un lugar importante en la cultura y su gente pues, el arte tiene una manera singular de acercarse a cada individuo de manera particular. “Nosotros proponemos el arte como aproximación, le damos una razón social al arte, tratamos de construir arte y teatro en lugares no convencionales, tratamos de llevar obras de teatro y muestras artísticas en la calle por esto, es uno de los eventos con más impacto en la ciudad”, afirma Wagner, “durante todo el año buscamos, en diferentes partes del mundo, artistas invitados a un espacio abierto para la producción y consumo del arte dentro del universo Queer”.
Por otro lado, González apunta que “desde el Kuir, estamos dándole una ventana de muestra a los artistas y los creadores, estamos creando espacios de circulación para que los públicos que no están familiarizados con los temas se acerquen, se enfrenten a ellos para que de alguna forma creen su propia relación con estos temas”.
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Final del show- performace que irrumpió el espacio académico, generando nuevas dinámicas."Perfografia" (acción de un performer modulada por un fotógrafo) y "artivista"(artista-activista) fueron dos de los conceptos que se desarrollaron en este evento.
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“Normalmente nosotros recibimos el material, o lo estamos buscando, obras, performances, burlesque, drags, danzas y hacemos una selección que invita artistas de diferentes países y contextos”, afirma Wagner. Él y los demás curadores de este evento trabajan en la búsqueda de artistas, además de recibir propuestas todo el año y, una vez establecido el contacto con ellos, dedican un evento completo, una velada artística, en donde se reúnen todos los preseleccionados y se hace el proceso de selección.
En esta velada que se realiza una vez al año, en el marco del proceso de creación y organización del festival, surgen también nuevos contextos, nuevas colaboraciones y nuevas creaciones artísticas que con el tiempo se han presentado en el festival. “La curaduría se realiza desde diferentes puntos de vista, estamos abiertos a que la gente que conoce del festival se acerque con sus producciones. De la misma forma, nosotros estamos constantemente buscando en festivales y en muestras, piezas que nos interesen incluir. En este momento nos interesa crear una diáspora de lo que es el concepto del Kuir. La gente a veces no lo tiene claro y a través del festival hemos venido consolidado nuestra propia definición, como una forma también de compartir ese conocimiento.”
México es el país invitado este año y el Festival contará con la participación del colectivo ‘Traición’ que tiene un papel muy importante en la escena Queer en México. Además, se trabajó de la mano de otros festivales como el Festival de Cine de Guadalajara. “Ellos nos proporcionan gran parte del material que vamos a tener este año para que el público lo vea”
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Foto: Artistas drag en proceso de transformación. Buscan suavizar sus rasgos masculinos para transitar por me dio de un personaje por el espectro del género.
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¿Qué es Queer?
La comunidad invitada al festival debe tener en cuenta sólo una cosa: no intentes definir lo Queer. Aun cuando creas saber qué es y aún cuando creas que existen problemas con él. “Nosotros no definimos lo Queer, no creemos que deba encerrarse en una definición, o ser conceptualizado . Nos gusta creer que es más bien algo que se vive y que cada persona experimenta”, dice Wagner.
Esta misma perspectiva la tienen muchas personas que se identifican con el universo Queer. Maria Salome Sklodowska Ángara, artista drag desde hace varios años, afirma que el arte drag es, ante todo, lo performativo, y esto le permite llevar a cabo una propuesta social, cultural y artística a la sociedad. Con él, pueden llevar un mensaje: “Cuando hago un performance, en ese momento, mi mente hace un clic y se vuelve todo un juego de creatividad donde puedo entrelazar todo lo que surge en mi cabeza con lo que quiero llevar a cabo y comunicar a la gente. El drag permite todo lo que ves”, expresa María Salomé, haciendo referencia al evento en la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB): “La noche y las luciérnagas”, un homenaje a Lady Zunga, una de las artistas, activistas más importantes del país. En este se reunieron artistas drag de diferentes ciudades de Colombia: Medellín, Cali, Pereira y Bogotá, para presentar un show, exponer sus fotografías y abrir un espacio de convivencia para romper los tabúes que se tienen sobre estas personas.
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Foto:
"La creación de Adán" de Miguel Angel, resignificada por Laika y Leidi Hunter, integrantes de Las Tupamaras, el colectivo artístico de voguing.
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El drag es una construcción subjetiva y nace en la creatividad propia de cada drag. Esto se puede evidenciar en el trabajo y el estilo de cada artista. Hacer Drag es también un acto performativo que lleva al artista a comprometerse con su obra hasta el final y, además, “es interesante ver esa unicidad en el trabajo de cada una de nuestras compañeras drag y como se comprometen con determinada idea”, afirma María Salomé. Y es que estos espacios permiten que el Drag y todo lo relacionado con este mundo, como los Drag Kings (mujeres interpretando personajes masculinos) y demás expresiones de transformación, sean más visibles. De esta manera, es posible potencializar la creatividad y se hace más evidente el trabajo de los y las artistas drag. Es a través de lo que son que pueden expresar todo lo que piensan. “Lo plástico (las artes plásticas) refleja lo que son y ese esfuerzo de comunicar cómo se crean a sí mismos a través del drag y el performance”.
“Hablar de teoría queer es remitirnos a una vaina muy colonial”, explica Salomé. De lo Queer se puede hablar a partir de los hechos históricos sucedidos en Europa y los procesos que fueron adaptados posteriormente a América Latina, sin embargo, esto es también una forma de colonización según Salomé. “En mi cabeza, todas estas nuevas ideas que llegaron de europa fueron una forma de traer nuevos pensamientos pero pienso que todavía está esa idea es de colonización europea y debemos descolonizar esas ideas y vivir el drag desde mi propio contexto: desde ser rola, desde ser colombiana”
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Los artistas en contexto:
Para Miss Ariel XO, artista drag y participante del festival, el arte le da permiso de ser libre, de arriesgarse y de soltarse: “ cuando uno se bota al vacío y se arriesga, de ahí es donde sale el arte.” Este tipo de espacios son muy importantes para numerosos artistas que, dentro de la escena bogotana, se han sentido rechazados de alguna manera: "estoy muy agradecida pues el festival logra generar toda una cultura, todo un arte y, en realidad, toda una comunidad que está luchando por sus derechos, luchando por igualdad, por visibilidad y por dignidad”.
“Yo soy drag queen, es decir que vivo mi vida cotidiana como un macho cualquiera y de noche me pongo unas peluquitas unos taconcitos me pinto la cara un poco para bailar para cantar para hacer acrobacias, a modo de performance, para entretener y hacer un statement sobre la identidad de género que nos impone una sociedad que no tiene sentido”, afirma Miss Ariel. El arte Queer es hacer arte que se salga de las normas, de las reglas, de los parámetros y de los estereotipos porque lo Queer es todo lo que no encaja y así son todos los participantes de este festival, si no encajan en las reglas que hay, hacen sus propias reglas.
Una muestra de cómo esta cultura queer está filtrándose y logrando impactar otras esferas, que se salen del estereotipo que se tiene sobre la comunidad, es Inmaculada, una integrante del colectivo de estudiantes que investigan sobre la estética Drag en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, de la ASAB que tienen como objetivo comprender, desde la transformación y el cambio, “la forma en que nos gustaría que los demás nos vieran en el exterior, dejando de lado los estereotipos de géneros, estamos intentando ver, a través de nuestras herramientas como actores, bailarines y músicos qué podemos hacer dentro de este ámbito”, explica Inmaculada.
“En este momento, en el que estoy acabando mi carrera de actuación, intento comprender y entender distintas maneras el mundo, sus personajes y más en estos espacios que me han permitido encontrar gente de diferentes lados. Yo soy de Pereira y conocí gente de mi ciudad acá en Bogotá”. Este es un espacio para cuidar, crear lazos, para explorar y hacer que la academia se expanda y no se quede cerrada en lo que ya conoce sino que abra sus horizontes hacia nuevas formas de concebir el mundo.
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Hacia el final del pasillo suena música electrónica, es la habitación de un hombre abierta invitándonos a oír cómo compone e improvisa música que no parece de este mundo. El público, ubicado en un semicírculo alrededor de su cama, se dedica plenamente a observar los colores de su sonido. Cada habitación tiene un aroma, un aura único
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Foto: Camilo Acosta, incita al publico con un cuerpo que irrumpe los estereotipos de género, desde la performatividad del manto que lo conecta con lo animal.
Colombia es el lugar más biodiverso del mundo y como exponente de la diversidad también debemos abrazar el género y reconocernos más en esa cultura biodiversa.
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