Construí una interesante estructura de mi, reflejada en mi cabeza, construí una persona que yo veria como yo y podría estar orgullosa o más bien diría comoda, veo que mis ideales me llevaron a todos lados menos a mi ser idealizado que hice anteriormente, veo que como seres humanos ponemos nuestros ideales en donde están los del resto, pues tu no eres el resto, cambia de vista, no veas al resto, puedes verte a ti.
La lluvia es como el reflejo de la manifestación de nuestros sentimientos, desenfrenada, descontrolada, se hacen un río hasta que se desbordan sin un por qué, aúnque se crea tener un control de su llegada abrupta; es muy poco probable estar preparado para una tormenta, hay lluvias débiles, pero así también hay tempestades.
Hay un monstruo dentro de mi, esté rasga mi interior dejándome sin nada, provoca un fuerte dolor, el monstruo que solo veo yo, cavando su propia cueva dentro de mí me vacía poco a poco, parece que se quedará a vivir.
Estoy en este pozo llamado cama, parece serlo; pero se siente como un hueco, en el que caigo lento y ya llevo un largo tiempo intentando no hacerlo, parece que no tengo frenos, estoy aquí inmersa en mis propias penas, en mis propias letras, cuatro paredes y una puerta abierta, abierta a un abismo entre mi mente y la tierra...
Tu amor me atrapa, es ese que me arrastra a la danza de la matanza, en la que me demuestras que soy verdaderamente amada y sin tener que ver mi vida pasada, a ti me siento atada, sin tu decir una palabra me tienes aquí esposada a la cama en donde me haces sentir adorada, por eso soy tu esclava, por tu forma de amar que me mata de manera disimulada.
Hay un monstruo dentro de mi, esté rasga mi interior dejándome sin nada, provoca un fuerte dolor, el monstruo que solo veo yo, cavando su propia cueva dentro de mí me vacía poco a poco, parece que se quedará a vivir.
Padezco de algo muy extraño, mi dolor no tiene nombre, suelen enumeran el vacío buscando palabras con que llenarlas, desde ansiedad hasta depresión dicen, yo no sé porque llorar, es un demonio sin forma el que me ataca por dentro, es un dolor sin nombre.