Tumgik
liubliana-boomerang · 9 months
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Me vio llorando y no cambió
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liubliana-boomerang · 9 months
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La esperanza de vida de una persona con TLP es 28 años
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liubliana-boomerang · 9 months
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this year really changed me
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liubliana-boomerang · 9 months
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Algunos gatos deambulan por la noche Uno de ellos se pasea cada tanto por la calle de mi cuadra y pareciera que no tuviera rumbo (algunos no lo tienen)
Hoy me siento como un gato perdido que camina por los alrededores de su propia casa
Y hoy me digo que no tiene sentido fumarme este cigarrillo solo, sin compartirlo de boca a boca con ese otro gato que de vez en cuando también me visita
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liubliana-boomerang · 9 months
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Cómo se duerme al cuerpo que tiene el cerebro prendido preguntándose tantas cosas?
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liubliana-boomerang · 9 months
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Hay cosas que te destruyen el autoestima en segundos
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liubliana-boomerang · 9 months
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Todos llevamos un pequeño pedazo de alguien más. Y cuando esa persona decide abandonar este planeta para siempre, ese pedazo desaparece con ella, formando un agujero del que sólo salen los fantasmas (o como lo llamaríamos comúnmente: los recuerdos.)
Ojalá pudiéramos morirnos sin provocar tanto escándalo. Ojalá la muerte fuera silenciosa para el resto también...
Ojalá pudiéramos desaparecer y borrarnos de la memoria de todos.
Ojalá pudiera hundirme sin hundirte a ti también, mamá...
Ojalá pudiera irme de vacaciones a un algún sitio donde yo no estuviese.
A veces siento un dolor tan grande que sé que no se va a curar con el tiempo.
La muerte es verdaderamente más cruel cuando se desea, cuando se ve como alternativa.
Y, créanme que, eso te destruye
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liubliana-boomerang · 9 months
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No me importa absolutamente nada, pero a veces todo me preocupa hasta el punto en el que siento que me asfixia. En ocasiones busco autolesionarme porque solo quiero sentir algo. Otras veces me invaden emociones demasiado fuertes, sentimientos que me destruyen con furia y en esos momentos lo único que puede calmarme es imaginar un mundo en el que yo nunca haya significado nada para nadie y así poder apagarme, en silencio.
No me siento así todos los días pero siempre sé que volveré a este hueco que he tenido que llamar mi hogar para poder resistir. Me destruye el hecho de que jamás podré perdonar realmente, no siento rencor pero no puedo sentir perdón porque eso hace que yo acepte que puedan dañarme nuevamente. No necesito sumarle a todo lo que ya siento el hecho de tener que sentir otra vez todo el dolor que una vez me causaron. No creo que sea justo para mí volver a rogar por lo mínimo que pudiera merecerme. Quisiera aferrarme al hecho de que somos humanos y que aprendemos de la vida, del amor y de las interacciones, que todos tenemos nuestro proceso y que no podemos juzgarnos por vivir, que yo también fui parte de su lección y que ambos merecemos sentir amor de todas las formas posibles. Pero sé que por ser humanos también podemos seguir equivocándonos en las mismas cosas, que nadie realmente cambia, que cada quien tiene su propia esencia negativa y positiva y que si no funcionó tantas veces quizás sea porque nunca lo hará.
No quiero regresar a todas esas noches en las que lloraba y sentía que estaba completamente sola y que merecía que me hicieran sufrir de esa manera.
Muchos intentan volverme loca (o quizás solo quieren hacerme “reaccionar”) diciéndome que por qué querría regresar a un lugar en el que decidían decirme palabras que me iban a herir y que posiblemente supieran que jamás podría volver a borrarlas de mi mente. Una persona se vuelve sumisa y cabizbaja cuando la hacen crecer bajo estas condiciones a lo largo de los años y toda mi vida yo permití que lo hicieran conmigo. Debe sentirse muy satisfactorio destruirle completamente la vida a una persona. Muchas veces me dolía ver la hora y saber que no me había escrito porque le gustaba torturarme, aunque quizás jamás lo acepte, le gustaba hacerlo.
He de confesar que así como lo amé a él, amé a otras dos personas más; y como me pasó con él, jamás podré olvidarlas porque en el fondo anhelaba esa fascinación de que me dejaran hecha pedazos, siempre he querido saber cuánto más puedo aguantar, para que por fin, quizás así, pueda tocar lo más profundo que un ser humano pueda sentir y de esta forma poder justificar mi deseo por ya no querer vivir más. Pero ese fondo nunca llegó, siempre hubo gente que intentaba sacarme de ahí con todas sus fuerzas (mis amigos, mi familia) y, no sé si felizmente, siempre lo han logrado. Pero pasa que soy alguien que ya no tiene arreglo, me he ahogado e incendiado y destruido tantas veces que ese camino a la muerte sólo llega a estar en pausa por un rato, no retrocede. Es increíble cómo estas personas no se cansan de decirme que allá afuera habrá alguien que sí quiera quererme como me lo merezco (o incluso mejor que eso). Que todo el mundo debería darse la oportunidad de esperar hasta encontrarlo. El problema es que yo nunca más podré recibirlo, porque en donde estoy eso no existe. No hay vuelta atrás, no puedo retroceder mis pasos o cambiarme de carril porque sólo tengo un final y eso es algo que los demás no quieren ver, no entienden que si alguna vez llego a encontrar ese amor, no podré cuidarlo porque tengo cuchillos debajo de la piel y solo dejo que me toque quienes puedan seguir poniéndome más.
Extrañaba tanto escuchar su corazón latir y fingir que no dolió me dolió el doble pero ya no podía confiar en él. Tenía que demostrarle que era más fuerte de lo que creía. Una parte de mí, quizás la que se aferró a la vida con entusiasmo, de verdad anhelaba que fuera él quien me haga entender que después del fondo existía otro mundo que yo nunca conocí. El mundo que mis amigos y familia siempre me prometían que existía.
Pero eso no sucedió y me quedé sola en ese fondo, muriéndome poco a poco, esperando que quizás algún día vuelva para acabar su cometido, no como esos dos chicos que se acobardaron y al final decidieron no hacerlo. Pero también lo esperé con ganas de que vuelva y me extienda su mano con sinceridad para llevarme por otro camino, uno mejor.
Esperaba que volviera cuando esté listo, pero cada vez que volvía sólo me desafiaba a ver cuánto más podía aguantar.
Después de eso me di cuenta que hay una parte en mí que se volvió mía por haberme acompañado por tantos años, que es el querer terminar con todo, desaprecer de la vida de todos de la forma más silenciosa y que cuando por fin me olviden, poder morirme tranquilamente. Pero también pasa que hay otra pequeña parte que siempre fue mía y es mis ganas de vivir y poder sentirme querida al menos por mí misma.
Lo querré siempre, a pesar de todo, a pesar de que me arrebató completamente mis ganas de vivir y que me quitó toda la paz y tranquilidad que podía sentir, dejándome un vacío interno que quizás jamás podría volver a curar. A pesar de todo eso, lo quise tanto que ahora ya no puedo odiarlo. Y, aunque no lo parezca a veces, aunque con este texto parezca todo lo contrario, estoy intentando elegir todos los días vivir, rodearme cada vez más con la gente que me ha demostrado que su cariño no tiene por qué herirme, que más bien ese cariño intenta rescatarme de donde sea que ahora me encuentre, porque me quieren ver crecer y ser mejor cada vez, porque quieren que cada vez logre cumplir mis metas y porque quieren que cada vez más crezca esa yo que vivía llena de ilusiones y de sueños. Y yo también estoy intentando elegir eso todos los días.
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liubliana-boomerang · 9 months
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A veces siento que mis amigos siguen siendo mis amigos solo porque les da pena alejarse de mí
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Soñé que te olvidaba pero soñar es recordar
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No había comido nada en todo el día, me estaba muriendo de hambre y sólo me quedé llorando en mi cama
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A veces una sola frase es capaz de abrir un agujero en mí que ya no podrá cerrase nunca
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Me apuñalaste mil veces y luego eras tú el que actuaba que sangraba
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Siento que no tengo adónde ir cuando el suelo se quiebra porque todo lo demás está roto también
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Me siento tan fuera de mí que es como si estuviera viviendo la vida de alguien más
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Pienso en mi futuro y no me puedo imaginar un solo escenario donde las cosas salgan bien
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Siempre quise no ser
Yo sé que no soy tan importante Viajo sola cuando voy en bus Nadie se sienta a mi lado En el trabajo no me saludan Tampoco saben que estoy ahí Supongo que uno se acostumbra Mi mamá sólo me prestaba atención cuando ya era demasiado tarde Ahora ya no puedo sentir absolutamente nada que no sea un hoyo profundo A veces se me pasa por la cabeza si ya tengo suficientes razones para suicidarme pero aún no lo decido
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