Luisa terminó de meter todos los burros en el corral, mientras yo cerraba las puertas para que no escaparan. Antes de que alguien más llamara a Luisa para otra tarea, la tomé de la mano sin que se diera cuenta, ella dio un pequeño respingo. Quería hablar con Luisa. Ella vio mis intenciones, y soltó un suspiro. Así que se dejó guiar por mi. Nos alejamos un poco del pueblo. La había llevado a aquel puente donde atravesaba el río. Agradecí que no había gente. Podía conversar a solas con ella.
Me senté en aquella barrera de piedra del puente, con los pies colgando hacia el río. Tenía tantas cosas por decirle, pero mi boca se mantenía cerrada.
—Lo siento—la miré sorprendida. ¿Por qué se disculpaba? —Ya sabes, por estar evitándote durante este tiem…
—No tienes por qué disculparte—la interrumpí a la vez que me daba la media vuelta para abrazarla—la que se tiene que disculpar, soy yo, Luisa—me aferraba más a ella—debía insistir estar a tu lado por más que me evitabas, todo lo que pasas, compartir como te sentías con todo… y no, no pienses que exageras, solo tu sabes cuanto te duele y nadie tiene el derecho de juzgarte por eso
—_____—tardó unos segundos en corresponder mi abrazo—Yo, Yo…. —me alejé un poco aún manteniendo el abrazo para colocar un dedo sobre su boca para que dejara de hablar.
—¡shus!, no digas nada—dije susurrando. Podía notar como sus mejillas se tornaban de un color carmesí. Una de sus manos acarició mi rostro con delicadeza, tan solo me dejé llevar por su tacto, para luego colocar mi mano sobre la de ella.
Sus ojos tenían un brillo inexplicable que me hipnotizaba por completo. Me sonrojé al ver que su mirada se desvió hacía mis labios para luego relamer los suyos. Comenzaba acercarse hacia mí, lentamente. Mi respiración empezaba ha agitarse. La cercanía entre nosotras se ha cortaba cada vez más.
Cerrábamos nuestros ojos. Sentí su aliento caliente chocar contra mis labios.
Y....
~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°
Esto es un poco de lo que he escrito en mi historia sobre Luisa Madrigal x Lectora 😚