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revistalamancha · 6 years
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La Mancha del final
Último número de La Mancha tal y como la hemos conocido hasta ahora. Concluye la presidencia de Mónica Macha de la Comisión de Libertad de Expresión del Senado bonerense y con este ciclo se cierra también un momento de La Mancha. En este editorial Mónica  recuerda cómo nació el proyecto y nos cuenta los nuevos desafíos que nos esperan. La Mancha se transforma hacia el futuro. 
Por Mónica Macha
Y un día llegó La Mancha del final. Fueron diecinueve números de comunicación popular. O mejor dicho, fueron diecinueve intentos, diecinueve encuentros, diecinueve territorios que exploramos de la mano de muchísimos compañeros/as que se animaron a pensar en acto las formas de la comunicación contra hegemónica, crítica y popular.  
La Mancha nació como un proyecto cuando me tocó asumir la presidencia de la Comisión de Libertad de Expresión del Senado bonerense en diciembre de 2015. Entonces creímos que ante el blindaje mediático, ante la intensificación del discurso único y la violencia simbólica era necesario inaugurar un espacio para hacerle un lugar a todas las palabras e imágenes que no circulaban en los medios oficiales, hegemónicos y masivos. La Mancha nació para que todos y todas pudieran tomar la palabra pública y pudieran hacerse escuchar, La Mancha fue el intento por escribir la historia subterránea y sublevada de los pueblos con un trazo popular.
Hoy, diciembre de 2017, dejo la Presidencia de la Comisión  de Libertad de Expresión del Senado bonaerense pero también finaliza mi mandato como senadora provincial. Hasta acá entonces llegó La Mancha tal y como la hemos conocido hasta hoy. Asumo una banca en la Cámara de Diputados de la Nación para representar los intereses populares. Nuevos desafíos legislativos y horizontes de lucha se forman en nuestro camino y hacia ahí vamos a ir con las ganas, la organización y la esperanza con la que siempre nos hemos movido. Los nuevos objetivos y las nuevas responsabilidades dictarán los nuevos proyectos.  
Hasta acá fueron más de 200 notas que realizamos en La Mancha. Es decir, fueron más de 200 preguntas y 200 posibles respuestas las que hemos trabajado sobre el derecho a la comunicación y la libertad de expresión. Además de talleres y jornadas organizadas en distintos puntos de la Provincia. Nos cargaremos de futuro para seguir trabajando por la transformación social.
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revistalamancha · 6 years
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Tres preguntas a Eduardo Rinesi 
Le hicimos tres preguntas a Eduardo Rinesi y salieron cientos de ideas sobre la gestión del macrismo, el desprecio por la libertad del actual gobierno, las políticas neoliberales y neoconservadores, y los peligros del discurso único. Un Rinesi en plena potencia intelectual y política para entender los tiempos que corren. 
–Hace un tiempo te escuchamos decir que te interesaba el desafío de "construir democráticamente una idea de pueblo". ¿Cómo pensás que puede darse hoy esa construcción en el marco del avance de políticas que perjudican a las grandes mayorías? 
–No recuerdo en qué contexto puedo haber usado esa expresión, que de todas maneras me parece que indica uno de los desafíos que sin duda tenemos hoy en la Argentina, precisamente en el marco del avance de esas políticas a las que te referís, fuertemente regresivas, fuertemente lesivas de los intereses populares. ¿Pero qué son los “intereses populares”?: ésa es la cuestión. ¿Cuál es, cómo está compuesto, quiénes integran ese “pueblo” cuyos intereses, decimos –y decimos con razón– están siendo tan severamente castigados por las políticas del gobierno actual de nuestro país? ¿Es uno el pueblo que sufre ese castigo, y otro el que, sin embargo, y para nuestro desconcierto y a veces hasta nuestra indignación, vota sin embargo, como viene de hacerlo no una sino dos veces, a lo largo del último par de años, al gobierno que diseña e implementa esas políticas? ¿Cómo pensar este problema? Ahí me parece que podríamos distinguir dos asuntos, dos desafíos. Uno es del orden de lo que me permitirás llamar “la extensión” del concepto, de la palabra, de la categoría de “pueblo”. Que, como se ha dicho tantas veces (Ernesto Laclau solía repetir esta idea, que estaba en la base del interés que para él tenía la famosa categoría de “populismo”, tan vapuleada), nombra a veces al “todo” de un cierto conjunto social, como cuando decimos, qué sé yo, “Al pueblo argentino le gusta el dulce de leche”, queriendo decir que a todos los argentinos nos gusta el dulce de leche, y designa en otros usos a una cierta “parte” de ese todo, como cuando decimos, ponele, “El pueblo está harto de la arrogancia de los ricos”, frase en la que evidentemente la palabra “pueblo” no nombra a todos, empezando porque no nombra, en primer lugar, a esos ricos. Quiero decir: que a veces la palabra pueblo es totalizante e inclusiva, y a veces es más restrictiva y delimitada.
Pero además, incluso cuando la usamos en ese segundo sentido, la verdad de la milanesa es que la palabra pueblo, incluso –insisto– como designación de una cierta “parte” del “todo” de la sociedad, no designa nunca un sujeto de contornos claros y precisos, perfectamente definidos y que permitieran claramente separar a ese sujeto de algún otro o de algunos otros, a los que eventualmente podría nombrarse de otro modo: anti-pueblo, oligarquía, qué sé yo… Hemos aprendido que la cosa es más complicada. Que el “pueblo” no es una categoría sociológica ni económica ni estadística que pudiera pensarse como el conjunto de los individuos que tienen tales o cuales ocupaciones en el mundo del trabajo, o que ganan menos de tanta plata todos los meses, o que tienen tales o cuales gustos estéticos o tales o cuales consumos musicales o tales o cuales creencias religiosas. Que el pueblo es una categoría política, y que exactamente por eso sus límites son siempre difusos, movedizos, problemáticos. Por eso (sea cuando sea que haya usado esa frase a la que te referías en tu pregunta) debo haber hablado de la “construcción” del pueblo. Porque el pueblo no es un sujeto colectivo autoevidente, objetivo, cerrado, seguro de sus propios límites y de su propia composición, sino el resultado de un permanente proceso de construcción o auto-construcción. Cuando, movidos por la circunstancia que sea, nos movilizamos a la plaza para acompañar o para rechazar una medida del gobierno, o para pedir por alguna cosa o para protestar por alguna otra, y allí, en la plaza, todos juntos, nos ponemos a cantar lo que hemos cantado tantas veces: “Si éste no es el pueblo, el pueblo ¿dónde está?”, estamos diciendo algo de esto que conversamos ahora aquí: que el pueblo es siempre el resultado de un proceso de construcción, de producción o auto-producción colectiva. En nuestra casa, antes de ir a la plaza para juntarnos con otros y cantar, junto con los otros, eso, no éramos “pueblo”: éramos, qué sé yo, profesores de filosofía preparando una clase, o estudiantes de gastronomía preparando la salsa pomarola, o televidentes de la novela de la tarde o talabarteros descansando después de un día bravo en el taller. Pero no "pueblo”. Pero sentimos un llamado, vamos a la plaza, ahí nos juntamos con otros y cantamos: “Si éste no es el pueblo…”.
Entonces: el pueblo como construcción, y como una construcción que nunca es universal (el pueblo en el sentido universalista del conjunto de todos los ciudadanos, o de todos los habitantes, que es el otro sentido en el que también usamos la palabra, no necesita ser construido: está ahí, es un dato): ese es un asunto. El otro asunto al que me refería no se refiere a lo que recién llamaba la “extensión” de la categoría de “pueblo” (quiénes entran dentro de ella y quiénes no), sino a algo más complejo y, si pudiéramos decirlo así, de un orden, no sé, más cualitativo. Quiero decirte: qué es, cuáles son las dimensiones, las determinaciones, del ser social o político de los sujetos a los que me interesa pensar como formando parte de ese colectivo al que llamamos “pueblo”. Cuáles son las pasiones que definen o que caracterizan al sujeto que querríamos poder nombrar y caracterizar como “popular”. Cuáles son los valores en torno a los cuales el lazo entre los sujetos de ese sujeto colectivo al que llamamos pueblo se organiza o podría organizarse. Y cuál es el lugar de la política, de nuestra acción política, de nuestra tarea política, en esa organización. Porque sabemos bien que muchas veces el “pueblo” se ha invocado (y que muchísimas personas se han reconocido en esa invocación o en esa –como se dice– “interpelación”) en relación con valores francamente conservadores, racistas, de desconocimiento o rechazo o estigmatización del otro o de los otros, sabemos bien que la palabra “pueblo” no es garantía de que los sujetos que se construyen en las luchas políticas bajo sus auspicios promuevan el tipo de valores que nosotros consideramos inseparables de una vida pública decente o buena. Sabemos bien que los pueblos han marchado demasiadas veces a demasiadas plazas en nombre de valores o principios o consignas muy poco recuperables, y no es ese el tipo de “pueblo” cuya construcción nos interesa promover. Supongo que en eso pensaba cuando dije que se trata de construir democráticamente una idea de pueblo: en la necesidad de alentar procesos altamente participativos de construcción de una idea, una forma de organización, unas formas de conversación y de expresión pública de un pueblo sostenido sobre los valores de la tolerancia, el pluralismo, la diversidad de identidades y de ideas, la crítica de las miserias del presente y la voluntad de emancipación individual y colectiva.
 –Tras dos años de la gestión de Cambiemos a nivel nacional y provincial, ¿qué balance hacés? ¿Fue una gestión neoliberal/neoconservadora previsible o hubo algo del procedimiento del macrismo que te sorprendió?
–Me parece que estamos ante un gobierno neoliberal desde el punto de vista de las políticas económicas que implementa y conservador, o si querés neoconservador (aquí habría que preguntarse qué indica exactamente el prefijo “neo”), desde el punto de vista de sus representaciones culturales, de su modo de pensar la vida social, la cultura, el orden, la familia, las libertades individuales, las sexualidades, las creencias… Quizás ese “neo” de neoconservador aluda, cuando se lo usa, a cierta cosa empresarial presuntamente moderna, que se articula de un modo muy sugerente, en el imaginario de esta gente, con una cosa muy retrógrada en todas esas materias que apuntaba. Lo que llama la atención, lo que, para usar la palabra que utilizás en tu pregunta, puede sorprender, o en todo caso a mí me sorprendió, es el grado de autoritarismo que caracteriza a esta muchachada, el desprecio de la libertad en todas sus formas del que hacen gala. Digo “la libertad en todas sus formas”, y me explico: en las últimas décadas, en la Argentina, pudimos pensar, me parece, tres grandes formas de la libertad. Una es la libertad liberal, o negativa: la libertad individual de los ciudadanos frente a los atropellos de los poderes que pueden limitarla o asfixiarla, y entre ellos, en primer lugar, frente al Estado. Esa es la idea sobre la libertad que presidió la primera etapa del ciclo de la transición a la democracia, en los 80. Otra es la libertad democrática, o positiva: la libertad de esos mismos individuos pero no ahora “de” un poder externo, “frente” al poder amenazante del Estado, sino “para” participar activamente en los asuntos públicos. Esa idea sobre la libertad, que funcionó como en sordina, como en un segundo plano, durante los años del alfonsinismo, estalló de manera muy interesante con la crisis de fin del siglo pasado, y se expresó en la idea de una democracia asamblearia, participativa, popular, de comienzos de la primera década de éste. La tercera es la libertad republicana. La libertad, no como cosa individual, sino como cosa pública. Como parte de la cosa pública. De la res publica. La idea sobre la libertad que parte de entender que ningún individuo puede ser libre, que ningún ciudadano puede ser libre, en un pueblo que no es libre. Que es esclavo, verbigracia, de una potencia extranjera, de un ejército imperial, de un organismo financiero internacional o de unos poderes comunicacionales o satelitales o tecnológicos planetarios.
           Esta idea fue fuerte durante los años de los gobiernos kirchneristas. Que se preocuparon más que ningún otro gobierno antes por las libertades individuales de los ciudadanos (el día que se escriba en serio la historia del gran liberalismo político argentino el kirchnerismo deberá ocupar un capítulo central en esa historia) y que se preocuparon también por generar formas ampliamente participativas de discusión democrática en distintos ámbitos (protocolo para la sanción participativa de normas, aliento a la organización política de nuestros adolescentes en las escuelas secundarias a través de la ley de centros de estudiantes, etc.), pero que sobre todo entendieron que el sujeto de la libertad que era condición para el ejercicio de esas otras dos formas, más clásicas y más individuales, de la libertad, no eran los ciudadanos, sino que era el pueblo. “A partir de hoy, los argentinos somos un poco más libres”, dijo Néstor Kirchner el día que la Argentina le pagó el último dólar que le debía al FMI, y eso quería decir que a partir de ese día los argentinos (los argentinos en plural, como sujeto colectivo, como pueblo) éramos más independientes, más autónomos, más soberanos, y exactamente la misma frase dijo también Cristina Fernández el día que la Argentina puso en órbita el Arsat-1, y eso quería decir que a partir de ese día los argentinos éramos un poco más independientes de los grandes oligopolios de las comunicaciones del planeta. Podríamos hablar un rato largo sobre esto, que es un hermoso tema de la filosofía política, pero resumo entonces diciendo que existen, en principio, esas tres grandes formas de la libertad: la liberal, que es la de los individuos frente al Estado, la democrática, que es la de los individuos para gobernar sus propias vidas, y la republicana, que es la del pueblo entendido como un sujeto colectivo, y que por lo tanto se realiza –digamos esto de pasada– no contra el Estado ni a expensas del Estado, sino gracias al Estado y a través de él.
           Bueno: lo que te quería decir es que el macrismo, en los dos años que lleva de gobierno, ha mostrado un sorprendente desprecio por las tres formas de libertad que acabo de presentar. Por supuesto, y en primer lugar, por la libertad republicana: los soi-disants republicanos argentinos no tienen la más mínima preocupación por la soberanía nacional en ninguna de sus formas ni por el pueblo como sujeto de la libertad, y ahí están, para probarlo, el desmantelamiento de la política satelital, la vuelta atrás en la política de desendeudamiento del país, el rechazo de cualquier forma de protección de la producción y la industria nacionales. Por supuesto también, en segundo lugar, por la libertad democrática: no hay aliento sino desaliento a la participación popular, deliberativa y activa en la cosa pública en un país en el que incluso las formas más elementales de ejercicio del derecho a reunirse y peticionar a las autoridades suele ser atentido a los palazos y con gas pimienta. Pero también, en tercer lugar, por la más elemental libertad liberal: por las más elementales formas de ejercicio de la libertad de los individuos, de los ciudadanos frente a los poderes del Estado. Es muy grande el retroceso que hemos experimentado últimamente en la Argentina en este campo, y que ya le es señalado al gobierno del país por los organismos internacionales ocupados de la garantía y de la vigencia de los derechos humanos, que está en grave peligro, hoy, entre nosotros. Quiero decir: que la libertad, en todas sus formas, está en peligro, hoy, en la Argentina. Y que eso debe llevarnos a preguntarnos con mucha seriedad en qué preciso sentido puede sostenerse, como se ha sostenido últimamente (como una provocación que sin duda hay que valorar como una invitación a no repetir eslóganes y a pensar las cosas) que la derecha que hoy gobierna la Argentina es una derecha democrática.
           Porque el significado de esta expresión es sin duda múltiple y plural, porque la propia palabra “democracia” no tiene un significado único ni que esté a salvo de todo tipo de debates. En efecto, la idea de democracia ha sido utilizada en la Argentina, a lo largo de los últimos cuarenta años, de cinco modos diferentes. Los militares golpistas de 1976 la pensaron como el nombre de un orden, de un orden deseable y bueno, que ellos oponían, en sus discursos, a tres enemigos a los que había que combatir para defenderla: el desorden, la corrupción y el populismo. Después de la dictadura, durante el ciclo de lo que se llamó la “transición”, la democracia fue pensada más bien (segunda acepción) como el nombre de una utopía que había que alcanzar, hacia la que había que caminar, que “transitar”, y que estaba presidida por el signo de la libertad, en el sentido de la libertad negativa o liberal a la que me refería recién. Más tarde, durante la última década del siglo pasado, la democracia se pensó (tercero) como el nombre de una rutina institucional, asociada a la idea de las libertades, más que de los ciudadanos, de las fuerzas del mercado. Cuando todo eso estalló por el aire, la democracia pudo ser pensada bajo la forma de un espasmo participativo, intenso pero breve, bajo el signo de la libertad positiva o, como decíamos hace un momento, de la libertad-“para”: para participar, para gobernarnos más acá, por así decir, de nuestros representantes. El kirchnerismo, finalmente, nos invitó a pensar la democratización como un proceso: como un proceso de ampliación y profundización de libertades y derechos. Cuando uno se pregunta de cuál de estos sentidos en los que se usaron últimamente las ideas de democracia y de libertad en la Argentina es tributaria la derecha actualmente gobernante en el país, está claro, por lo menos, que esa derecha que hoy gobierna la Argentina no hereda ni la idea de democracia como utopía, ni la idea de la democracia como apuesta a la participación popular ni la idea de democracia como profundización de la libertad y los derechos. Si es una derecha democrática lo es en algún otro sentido, que, si esa palabra quiere decir alguna otra cosa además de que se trata de un gobierno elegido por el voto popular, habría que poder precisar mejor.
 –¿Cómo ves actualmente el ejercicio del derecho a la comunicación, el acceso a la palabra pública y la libertad de expresión?
–Lo veo severamente amenazado. Tomo, para seguir un poco en la línea de lo que veníamos conversando, las dos palabritas que usás en tu pregunta: la palabrita “libertad” y la palabrita “derecho”. La primera corresponde a los modos más clásicos (si querés decirlo así: más “liberales”) de pensarse el problema de la comunicación o de la “expresión” de los sujetos, al paradigma preocupado porque todo el mundo tuviera la posibilidad, sin tener que temer ninguna forma de censura, de expresarse libremente en el espacio de las discusiones colectivas. La otra palabra, “derecho”, que es una palabra que estuvo muy presente en la retórica política de los procesos que caracterizaron a toda la región durante los tres primeros lustros de este siglo, y que ciertamente es una palabra que no hay que abandonar, dice la necesidad de garantizar la posibilidad de realización efectiva de un conjunto de posibilidades (la posibilidad de educarse, de tener una vivienda digna, de gozar de buena salud, de comunicarse) a través del despliegue de políticas públicas activas tendientes a sostenerla. Y además dice otra cosa: dice que los sujetos de esas posibilidades que nombramos como derechos (es decir: que decimos que tienen que poder ser ciertas y efectivas para todo el mundo) son tanto los individuos, los ciudadanos, digamos, considerados individualmente, como el pueblo entendido como un sujeto colectivo. Tanto los individuos como el pueblo, en efecto, tienen, tienen que tener, la posibilidad de acceder a una información amplia, diversa, variada y de la más alta calidad, y eso sólo se garantiza si se desarrollan políticas antimonopólicas efectivas, porque, como es obvio, la diversidad y pluralidad de voces, componente fundamental del derecho a la comunicación, no se ve garantizada cuando un actor o un puñado de actores del mundo de la comunicación tiene una voz tan dominante que acalla o neutraliza al resto, ni cuando todo lo que la ciudadanía tiene para oír proviene de un mismo lugar. Es evidente que las políticas oficiales en esta materia van en el sentido exactamente opuesto a éste, y eso hace peligrar seriamente el derecho a la comunicación y la libertad de expresión en la Argentina actual. 
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revistalamancha · 6 years
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Cada mancha popular teje la trama
Después de un camino sinuoso (como todo camino de la comunicación popular) le pedimos a una amiga y compañera como Cecilia Ceraso si nos ayudaba a mirar hacia atrás y evaluar el trabajo realizado. Acá una análisis implacable sobre de qué hablamos cuando hablamos de comunicación popular. 
Por Cecilia Ceraso
Dice Eduardo Galeano “Un sistema de desvínculo: El buey solo bien se lame. El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar. El sistema que no da de comer tampoco da de amar: A muchos condena al hambre de pan y a muchos más al hambre de abrazos” (El Hambre/2)
 Ya hablamos anteriormente sobre la comunicación popular como  lugar fecundo para construir nuevos sentidos.
No hay duda de que la Revista La Mancha, que se define para su creación como una publicación de comunicación popular, es un cauce que en este momento de transición - entre un modelo implotado y  la creación de otro modo de estar en el mundo –  contribuye a visibilizar muchas acciones creativas que aparecen sobre todo en la cultura y que son los modos de resistir y recrearse que tienen los pueblos.
En un momento de avance de las corporaciones dentro de este capitalismo insaciable en manos de unos pocos, agravado por la reacción autoritaria del modelo hegemónico que está dispuesto a secuestrar palabras y hechos para encerrar en el silencio a la realidad, este cauce reafirma su importancia y se fortalece.
Durante gran parte de 2016 y entero el 2017 La Mancha, que cree que las cosas cambian primero en las prácticas sociales, nos viene acercando profundas reflexiones, experiencias, miradas y perspectivas que protagonizan las transformaciones dando especial valor a la acción colectiva.
Con una potente impronta estética en su diagramación y contenido que también construye su identidad, acompañando la expresión de diversas experiencias culturales siempre atravesadas por la dimensión política que todas las prácticas conllevan, y tomando a la estética como la sabiduría que connota como filosofía de la vida cotidiana, La Mancha se abre camino por las redes no como una acción formativa sino en una acción performativa que nos va mostrando lo que está ocurriendo en movimiento y en el presente.
En este contexto la comunicación popular tiene un rol protagónico que va más allá de la información, es la capacidad dialógica de producir sentidos y de disparar procesos de reflexión y multiplicación de otros discursos que  pongan en tensión los discursos hegemónicos y la posibilidad creativa de producir nuevos valores y modos de vivir en sociedad sin repetir las viejas creencias que nos convierten en pasivos rebaños que reaccionan violentamente frente a la amenaza de cualquier transformación.
A la vez nos acerca la alegría de saber que no estamos en soledad, que hay mucha gente con pensamiento crítico que trabaja por la inclusión y la igualdad de oportunidades, porque sea justa la justicia y realmente democrática la democracia.
 En este presente avasallante y crítico, donde es muy difícil ver con claridad, La Mancha sabe que no hay proyecto de comunicación popular ni de libertad de expresión separado de transformación social. Confronta porque prefigura otro ordenamiento. El eje de esta perspectiva no parte de los medios sino del territorio de la cultura donde lo comunicativo es clave.
También encuentro en los relatos que manchan la capacidad de sentipensar rompiendo con el racionalismo que reina estático, mostrando a lo real en constante movimiento, aprovechando al máximo los recursos que nos dan los diferentes lenguajes, entrando y saliendo, abriendo y cerrando, multiplicando y expandiendo.
Describir las voluntades que la identifican y que se ven plasmadas en su rica producción nos dan una idea clara de cómo La Mancha nos acompaña generando un mensaje de comunicación transformadora:
Su carácter contra-hegemónico/ su configuración de otro modelo/ su anclaje en la cultura y en las prácticas sociales.
Su lucha por defender la multiplicidad de voces y su vocación por multiplicarlas.
Su empeño por visibilizar lo que está mandado al silencio.
Su entrega al movimiento de construir una comunicación diferente, un camino de comunicación propia.
Una estética mixtura gráfica en movimiento urbana/conurbana
Un predominio de experiencias creativas, des-aprendizajes y aprendizajes nuevos.
La importancia de considerar a la estética como filosofía de la vida cotidiana y a la identidad, la memoria,  la cultura y el amor como eje estructural de este proceso emancipatorio.
 Estas voluntades imprimen en La Mancha  el importante rol que tienen los cauces de comunicación popular, proponiendo la auto-creación social/colectiva y personal y la capacidad de visibilizar el conocimiento que surge de las prácticas sociales y que nos emancipa del conocimiento regulado, envejecido dominante y hegemónico para darnos nuevas pistas de transformación.
 En este presente violento y cerrado, donde una vez más intentan imponernos el repetido modelo que nos ahoga y nos excluye de la toma de decisiones, donde predominan minorías que piensan que la tierra no es un hábitat de diversidad sino un lugar donde se hacen negocios; La Mancha nos impregna con el reflejo de la cultura, el proyecto político y el movimiento de la comunicación de muchos colectivos que resisten creativamente y buscan sin cansarse las grietas del sistema alejándonos de la brutalidad.
 Cecilia Ceraso es doctoranda en Comunicación y Cultura (FPyCS-UNLP), magister y directora de la Maestría en Planificación y Gestión de Procesos Comunicacionales (UNLP), directora del Centro de Investigación en Comunicación y Políticas Públicas (UNLP), licenciada en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Asesora en Comunicación, territorio y políticas públicas en América Latina.
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revistalamancha · 6 years
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Cambiemos horas de clase por trabajo precarizado
Silvia Vázquez escribe sobre el proyecto de reforma laboral que modifica las normas que llevaron en los últimos 15 años a expandir los derechos laborales. Ante la pregunta ¿quién se beneficiaría con esta reforma?, la respuesta no alude justamente a los trabajadores/as.  
Por Silvia Vázquez 
El proyecto de reforma laboral ya ha entrado al Congreso de la Nación. Como expresaron algunos de los pocos periodistas de los medios masivos de comunicación que aún conservan  autonomía y conciencia crítica, no está muy claro por qué habría que modificar las normas que llevaron en los últimos 15 años a expandir los derechos laborales y ante la pregunta ¿quién se beneficiaría con esta reforma?, la respuesta no alude justamente a los trabajadores.
Desde un primer momento se hizo público que el capítulo referido a la formación laboral y las pasantías (hoy devenidas por acción del lenguaje de la posverdad en “prácticas formativas”) era uno de los temas donde el gobierno y la cúpula de la CGT habían llegado a un acuerdo. Desde nuestra mirada de educadores y en virtud de un contexto que no auguraba propuestas basadas en las mejores tradiciones de la relación entre educación y trabajo, sentimos la necesidad de analizar los capítulos del proyecto que desarrollan la formación laboral y las prácticas formativas.
El Sistema de Prácticas Formativas del Proyecto de Reforma Laboral presentado por el Poder Ejecutivo, a diferencia de la Ley de Pasantías vigente, cuyo eje es educativo, traslada la responsabilidad del Ministerio de Educación al de Trabajo. Deroga dicha Ley 26.427 de Creación del Sistema de Pasantías Educativas en el marco del sistema educativo nacional, limita a un corto plazo la vigencia del Decreto que regula estas prácticas (Decreto 1374/2011 Régimen General de Pasantías para todo el ámbito del Nivel de Educación Secundaria del Sistema Educativo Nacional). Al mismo tiempo deroga también la competencia de la Ley de Educación Técnico Profesional 26.058, en lo que se refiere a Practicas Profesionalizantes (Art 31).  De esta manera destruye una modalidad de inserción de estudiantes en el mundo del trabajo que con mucho esfuerzo se fue construyendo durante la última década a fin de fortalecer el carácter formativo y proteger a los estudiantes de los abusos en los que incurrían las empresas, a instancias de la ley 25.165, sancionada en 1999.  
Veamos algunos de los puntos que nos preocupan:
-           El enunciado del artículo 60 que deja atado el derecho laboral al cumplimiento de la escolaridad obligatoria, resulta anticonstitucional: “los derechos laborales establecidos por los artículos 14 y 14 bis de la CONSTITUCIÓN NACIONAL requieren para su plena efectividad asegurar desde el Estado Nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y los municipios, el cumplimiento del ciclo formal de la educación, y una transición entre dicho ciclo y el trabajo”
-           En el mismo artículo se promueve la “progresiva instalación de la educación dual” que se define en el Art 62. El sistema dual es un modo de concebir la educación secundaria por la cual los estudiantes pueden alternar horas de estudio con prácticas laborales. El sistema dual proviene de Alemania y en nuestro país fue Introducido a durante la última dictadura militar posibilitando que empresas privadas se hicieran cargo de tramos de la educación técnica y de la formación laboral que antes tenía al Estado por garante y responsable. Fundamentada en mejorar la articulación entre educación y trabajo, tuvo por objetivo el recorte del gasto público y por consecuencia la ruptura de la tradición igualitarista de la escuela Argentina. Cuando este tipo de reforma se aplica - como hoy se anuncia en la CABA - sólo para estudiantes de la escuela pública y no de privada, o para la educación técnica y no para los bachilleratos, tiende a reforzar la tradicional división propia de la escuela capitalista entre una secundaria para los que van a trabajar y otra para los que aspiren a seguir estudios superiores.
-           La incorporación de graduados a las Prácticas da cuenta de que dicho Sistema constituye una modalidad de acceso a un trabajo precarizado ya que los graduados han concluido su trayecto formativo. Además en el Art 64 se incorpora un párrafo que visibiliza el carácter selectivo, no universal de la propuesta y contrario a la idea del derecho a la educación: “El PODER EJECUTIVO NACIONAL al reglamentar esta disposición podrá establecer un sistema en el cual la prioridad para estas prácticas las tengan los alumnos o nóveles graduados con las mejores calificaciones académicas, Capítulo II Sistema de Prácticas Formativas.”
-           Las condiciones generales para el desarrollo de las prácticas formativas se establecen bajo regulación de los Convenios Colectivos de Trabajo sin ningún control ni acompañamiento de institución educativa alguna, lo que refuerza la idea de que esta práctica se trata de una experiencia de trabajo precarizada que de un trayecto formativo. Uno de los ejemplos donde se aprecia cómo queda desdibujada la condición de estudiante es en el Art 67 en el cual se avala la posibilidad de trabajar hasta 40 hs. semanales aún en los tiempos de receso educativo. La Ley vigente 26.427 establece que la duración estará determinada por el convenio que se firme entre la Institución educativa y la empresa, con un plazo límite de hasta 20 hs semanales. Hay que aclarar también que la Ley vigente excluye a los estudiantes secundarios, mientras que el Proyecto del PEN, los incluye.
-           Con la creación de INSTITUTO NACIONAL DE FORMACION LABORAL (Art 72) como órgano desconcentrado del MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL, conformado por un directorio (Art 74) nombrado por decreto por el PEN y con representación de sector estatal, laboral y empresarial bajo la dependencia del Ministerio de Trabajo se fractura definitivamente la educación técnica y se yuxtaponen y desvirtúan funciones y atribuciones que hasta ahora estaban bajo jurisdicción del Ministerio de Educación y se regían por la ley de Educación Técnica Nº 26058 cuya vigencia se limita expresamente (Art 76). Además, en tanto organismo desconcentrado contará con recursos propios para monitorear instituciones de acuerdo con supuestos “estándares de calidad” y estaría habilitado a promover acciones de formación profesional acordadas arbitrariamente por el directorio por fuera de toda supervisión pedagógica.
 El desprecio de la gestiones educativas de Cambiemos hacia las políticas que en los últimos años han fortalecido la democratización del acceso al conocimiento y al trabajo se hace evidente en los enunciados de este proyecto de reforma. Lo que aquí se propone es el reemplazo de una experiencia de aprendizaje conducida por docentes por un tiempo de trabajo precarizado a disposición de una empresa. Sin embargo es probable que la desinformación y la ausencia de espacios para reflexionar sobre sus implicancias contribuya a presentarla como una propuesta interesante.
Quienes estamos comprometidos con una educación cuya calidad se mide por la capacidad de formar ciudadanos plenos, intelectualmente autónomos, capaces de apropiarse de los conocimientos que producen trabajando debemos abrir el diálogo con quienes pueden prestar ingenuamente consenso a los engañosos circuitos educativos que prometen garantizar empleos. O incluso con quienes creen que sólo algunos tienen por horizonte de futuro la producción científica y cultural, mientras que otros apenas pueden aspirar a un destino de explotación laboral.
La tarea no parece sencilla, pero es impostergable porque hay derechos que están en riesgo.
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Una nueva mayoría contra la restauración
Martín Sabbatella fundamenta la caracterización del gobierno macrista como una restauración conservadora. El retroceso económico, social y democrático vuelve indispensable la organización de las distintas expresiones del campo nacional y popular para reconstruir una nueva mayoría.
Por Martín Sabbatella
La foto del segundo semestre de 2016 es una evidencia cabal del modelo político, económico y cultural que vino a ejecutar el Gobierno del millonario contratista del Estado Mauricio Macri. Los datos muestran un deterioro severo de la situación social, con una baja preocupante de la actividad industrial, la construcción y el consumo, la multiplicación acelerada de despidos y suspensiones, a la par del aumento de la pobreza y la indigencia, por la caída del poder adquisitivo de salarios, jubilaciones y asignaciones, o directamente por la pérdida del empleo. Es difícil encontrar antecedentes de un contraste tan drástico en la situación del país en solo 9 meses (amén de que cada etapa histórica es distinta a las anteriores). Lo que hace muy sorprendente y terrible este presente es que no hubo un desvío del rumbo que venía transitando Argentina, sino un vuelco absoluto y un retroceso franco y dramático hacia un proyecto de ajuste fiscal, enfriamiento económico, primarización de la economía, concentración de la riqueza, dependencia financiera internacional y disciplinamiento social. Un proyecto supuestamente innovador que encuentra huellas en el pasado medianamente cercano de nuestro país (sobre todo, en la dictadura cívico militar y el menemismo), pero que además se imprime con similares características en diversas naciones de la región y del mundo, donde sembró las mismas políticas y cosechó el mismo saldo de desigualdad y exclusión. Pero tal vez lo más distintivo y alarmante de este rápido proceso de restauración conservadora es que el golpe de timón de 180 grados producido por Macri en materia económica no encuentra fundamento sólido en el estado del país a fines del mandato de nuestra compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Inventaron una crisis para justificar la que ellos generaron. ¿Había cuentas pendientes? Claro. Seguir mejorando el poder adquisitivo de los ingresos de trabajadores y trabajadoras formales, reducir hasta su extinción el trabajo en negro, saldar las deudas previsionales, frenar el proceso inflacionario generado sobre todo por el aumento del consumo, controlar aún más el déficit fiscal (cuyo índice no era en absoluto alarmante), aumentar la inversión privada, alcanzar la soberanía energética sin reducir el consumo hogareño y potenciando el desarrollo industrial, mejorar la federalización de los recursos públicos, entre otras. Todas las metas a alcanzar se encontraban en proceso de ejecución y eran perfectamente realizables sin salirse del rumbo de desarrollo con equidad iniciado por Néstor Kirchner y continuado por Cristina. La Argentina que soñamos estaba adelante, en el camino que transitábamos; no atrás, en la dirección asumida por la actual gestión corporativa. Es más. A principios de este año, fue el propio Gobierno de Macri el que, mientras fronteras adentro justificaba sus políticas por la supuesta pesada herencia, al norte del Río Grande buscaba inversores con cartillas en las que enumeraba la verdadera herencia. Bajo el título de “Argentina, tierra de oportunidades”, el folleto repartido en febrero por el macrismo en Estados Unidos reconocía que en el país hay un “98 por ciento de alfabetismo y 110 mil graduados de educación universitaria por año”, que “el país está primero en los índices de desarrollo humano y educación”, que tenemos “el coeficiente Gini más bajo de la región”, que existe “una economía robusta” que “es la tercera más grande de la región después de Brasil y México”, que contamos con “el mayor PBI per cápita en la región después de Chile” y que tenemos (teníamos) “menos del 6 por ciento de desocupación”. Además, en ese documento Macri le informaba a los potenciales inversores que Argentina tiene un “sólido esquema institucional”, con “más de treinta años de gobiernos democráticos estables”, que las leyes y los marcos regulatorios están “inspirados en los mercados desarrollados” y que disponemos de una “infraestructura bien desarrollada”, con “43 puertos, 54 aeropuertos y más de 35 mil kilómetros de rutas y vías de trenes”. Mientras el staff de CEOs y empresarios offshore que gobierna trataba de convencer a argentinos y argentinas de que el país era un desastre fruto de los 12 años y medio de gobiernos populistas, los macristas confesaban afuera -en documentos que se filtraron a la prensa- que en nuestro país existen “caminos y vías de tren bien desarrolladas”, que se cuenta con condiciones geográficas naturales con un “53 por ciento de tierra arable, recursos de agua ampliamente disponibles, ocho prolíficas zonas petroleras (cinco convencionales, tres no convencionales y potencial offshore)”. Hasta se llegaba a destacar en esa cartilla “la baja relación deuda/PBI, del 13 por ciento”; es decir, el desendeudamiento que tanto fustigó Macri y su elenco corporativo adentro de Argentina para justificar desembolsos millonarios a los fondos buitres. Pero esos índices y datos concretos del país heredado de parte del kirchnerismo no son fruto de ningún descuido ni error en la estrategia comunicacional: en el reciente show de negocios promovido como “Mini Davos” –previamente organizado en Ruanda, Egipto, Congo y Gabón–, el Gobierno volvió a repartir entre los potenciales inversores extranjeros un documento con las mismas variables positivas que había informado en el último invierno estadounidense. Es decir, excepto para las corporaciones que encarna Macri, el país no tenía ni tiene ninguna necesidad de esta vuelta de campana, menos aún los argentinos y argentinas que durante los últimos doce años y medio atravesaron crisis internacionales severas, con esfuerzo y dignidad, pero sin dramatismo. Mientras otros países del mundo eran arrasados por esas tormentas económicas, Argentina mantuvo el rumbo y se distinguió por su fortaleza. Hubo en estos años algunas dificultades fruto del lobby descomunal de los especuladores financieros internacionales, del boicot destituyente de los agroexportadores, de la presión de devaluacionistas que fogoneaban corridas, de la gula de los formadores de precios, de los cortes de energía (fruto de que las inversiones no alcanzaron el acelerado consumo popular e industrial), de la puja distributiva entre salarios e inflación… todos ellos problemas que fueron agigantados por Magnetto en el comando de operaciones mediáticas. Pero no hubo, en los 12 años y medio de gobierno popular, ninguna situación de zozobra ni de crisis social como las que atravesó el país durante el largo imperio del pensamiento único neoliberal, al que Macri pretende reconducirnos. Por el contrario, en nuestra gestión aumentó la producción, la construcción y el consumo popular, bajó la pobreza y el desempleo, se redujo la mortalidad infantil y mejoraron su calidad de vida todos los trabajadores y trabajadoras activos y jubilados. Las condiciones de la inmensa mayoría de argentinos y argentinas –incluidos los sectores medio y medioalto– eran, hace uno, tres o siete años, mejores que en la actualidad; y mucho mejores que lo que serán en los próximos meses si continúa el plan de redistribución regresiva de la riqueza que puso en marcha el ingeniero multimillonario. Por eso, el Gobierno de ricos para ricos desplegó una enorme maquinaria propagandística, financiada desde el propio Estado o desde las empresas beneficiarias de sus políticas, mediante pautas publicitarias formales, prebendas a periodistas y ampliación de negocios a empresarios de medios. Las corporaciones que habitan la Casa Rosada cuentan con el plan, los ejecutores y los aliados para llevar adelante una transferencia de ingresos aún más brutal que la que consiguieron en estos primeros 300 días. Les faltan excusas que les permitan seguir avanzando a campo traviesa sobre Argentina. Usaron la legitimidad inicial que otorga una elección democrática, más el repiqueteo manipulador de los medios oficialistas y el show distractivo y persecutorio del partido judicial, para imponer, entre otras, tres medidas redistributivas severas: la devaluación de la moneda, la quita de retenciones al agro y la minería y el pago a los fondos buitres bajo las condiciones impuestas por Singer. Junto a ellas, el despido de estatales, el freno a la obra pública, la reducción de programas sociales y el desaliento de las negociaciones paritarias, quitaron ingresos a los sectores trabajadores, ya castigados por la inflación y los tarifazos de gas, luz, transporte, celulares, prepagas, educación, etcétera. Les sobran intenciones y proyectos para liquidar bienes patrimoniales del Estado, privatizar empresas públicas o saquear la caja previsional; pero aún deben sortear un escollo para nada menor: la conciencia creciente de un Pueblo que fue empoderado de derechos, que reconquistó durante los gobiernos de Néstor y Cristina la dignidad que le fuera saqueada y que demuestra cada día una mayor capacidad de organización y movilización para enfrentar el ajuste. La imponente Marcha Federal que recorrió el país, la unidad en la acción del movimiento obrero, las multisectoriales contra el tarifazo, la creciente militancia social, estudiantil, política y gremial que se reproduce en lugares de trabajo, universidades, barrios y espacios públicos, así como las masivas concentraciones kirchneristas que despidieron a Cristina en Plaza de Mayo, que la recibieron en Aeroparque, que la acompañaron a Comodoro Py o que la abrazaron en Ensenada o Villa 31, son algunas de las muchas muestras de lo que Macri tiene enfrente. La campaña persecutoria desplegada por las corporaciones económicas, judiciales y mediáticas contra CFK, la dirigencia y la militancia del Proyecto Nacional y Popular, no logran hacer mella en la memoria positiva de gran parte del Pueblo argentino, en especial de los trabajadores y trabajadoras, que añoran el pasado reciente en el que tenían garantizados sus derechos y contaban con un contexto favorable para seguir creciendo con dignidad. La consecuencia de esa feroz campaña difamatoria impulsada por Macri con la complicidad del partido judicial y el partido mediático no ha sido el deterioro de la popularidad de Cristina, ni la ruptura del fuerte lazo que la une a millones de argentinos y argentinas, sino la profundización de un peligroso clima de violencia política contra kirchneristas, que ha derivado en ataque con armas de fuego a militantes o el incendio de locales partidarios, entre otras barbaridades. Por todo esto, el desafío es, junto a otros y a otras, aportar a la construcción de una nueva mayoría que no solo resista las políticas de ajuste, los tarizafos, los recortes de la inversión pública, la inflación y la pérdida de derechos políticos, sociales, económicos y culturales; sino que permita ganar en el 2017 y volver mejores en el 2019. Una nueva mayoría para recuperar el rumbo de construcción de una matriz productiva y distributiva más justa, basada en el trabajo, la producción, el consumo, como círculo virtuoso en el camino del crecimiento con inclusión. El kirchnerismo es, a nuestro entender, la identidad más gravitante del pensamiento nacional, popular y democrático en esta etapa de la historia argentina, y cuenta con el liderazgo más potente del campo popular, lo cual no nos convierte en el único espacio. Por lo tanto, sin creernos los únicos, sin mezquindad, sin sectarismos, los kirchneristas debemos abocarnos con compromiso a la construcción de esa nueva mayoría.
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revistalamancha · 6 years
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El FICE: un entramado audiovisual de temáticas corpóreas
El Festival Internacional Corporalidad Expandida / FICE es un espacio de encuentro bienal e itinerante, organizado y gestionado por Proyecto Corporalidad Expandida / PCE. Cuando el cuerpo es un territorio de libertad y expresión. 
Quienes integramos el equipo Proyecto Corporalidad Expandida alentamos la producción de mensajes propios comprendiendo la cultura como una construcción de sentidos, el cuerpo y las corporalidades como una territorialidad que se habita en las relaciones de quietud-movimiento-bordes y la cámara en la producción audiovisual a través de lenguajes híbridos, la/el videodanza, artes liminales y performáticas.
PCE se expande mas allá de su festival, puesto que no sólo gestionamos espacios de encuentro para la difusión de expresiones audiovisuales diversas, también producimos nuestros propios contenidos. Se trata de una propuesta integral que aborda la producción, la difusión de contenidos audiovisuales, la investigación y la curaduría.
En el área de Producción, realizamos Talleres de Videodanza Social (espacios de creación y producción colectiva que proponen la exploración del cuerpo mediado por la cámara), la filmación de la Serie Web ”Relatos Video-Coreográficos” y la elaboración de textos académicos relacionados. En Difusión, producción y gestión del festival (FICE) y sus muestras itinerantes. En investigación, trabajamos junto al Instituto de Artes del Espectáculo-Área Liminales (Facultad de Filosofía y Letras - UBA), en proyectos de Videodanza Social y Curaduría Colectiva, y a través de espacios de formación y sistematización de las prácticas y experiencias en cruce con la Defensoría del Público, Mujeres Audiovisuales (MUA), Máquinas de Mirar y Tantosha. En Curaduría, reflexionamos sobre categorías que se expanden y transforman, abriendo lugar a expresiones de diversos géneros, soportes y posibilidades del representación.
 Ideamos y organizamos el FICE para difundir nuevas expresiones audiovisuales en torno al cuerpo mediado por la cámara, abriendo lugar a la reflexión sobre la libertad de expresión y la democratización de contenidos artísticos, estéticas, discursos y enfoques.
La primera edición del festival / FICE 2016 tuvo como lema lo SOCIAL, y los cortometrajes se enmarcaron en cuatro categorías temáticas: Experimental, Entorno, Derechos Humanos e Identitario. Llegaron 300 producciones de 29 países. 87 producciones fueron seleccionadas.
https://www.youtube.com/watch?v=eGQYD-qUjM0
La segunda edición FICE será del 6 al 8 de Septiembre de 2018 y tendrá como lema la MEMORIA.
 La programación del FICE combina instancias de proyección,  formación e investigación, conversatorios de debate comunitario y fortalecimiento federal, muestras, presentación de libros, talleres, ponencias, performance, instalaciones multimedia.
Las actividades se proponen en centros culturales y espacios públicos, abiertos y gratuitos, con la intención de ampliar el acceso de las comunidades a nuevos formatos de producción de mensajes,  difundir  nuevas reflexiones y expresiones sobre las representaciones audiovisuales y multiplicar prácticas y experiencias en torno al cuerpo mediado por la cámara.
 El FICE y PCE en su expresión integral, proponen una participación y producción inclusiva. Tienden puentes que facilitan el acceso a bienes culturales comunes. Expanden y democratizan contenidos, multiplican relatos muchas veces invisibles, tejen redes desde lo singular y colectivo, ponen a disposición espacios y experiencias para intercambios y entre-aprendizajes.
  Equipo PCE / FICE
https://www.facebook.com/corporalidadexpandida/
www.proyectoce.com.ar
 Avales y alianzas que acompañarán el FICE 2018: Instituto de Artes del Espectáculo/Área Liminales/Facultad de Filosofía y Letras - UBA (Arg); Fundación Kine, Cultural y Educativa (Arg); Red Festivales Argentinos (RAFMA) (Arg); Movimiento Nuevas Tendencias, Jujuy (Arg); La RED, Comunicación y Cultura (Arg); Colectivo de Comunicaciones Montes de María Línea 21 (Colombia); Centro de Investigación en Comunicación y Políticas Públicas (CICOPP) - Facultad de Periodismo y Comunicación Social/Universidad Nacional de La Plata (Arg); Red Festivales Iberoamericanos de Videodanza (REVID) (Iberoamérica); Jornadas de Reflexión sobre el cuerpo y las corporalidades (Costa Rica); Residencia Performática de Videodanza, Asociación Flor Menudita (Italia); Mujeres Audiovisuales (MUA) (Arg); Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) (Arg); Defensoría del Público (Arg); Máquinas de Mirar - (Arg); Bardo Visual (Arg); Alver Verás (Arg); Tantosha, Centro Integral de Formación Humanística (Arg).
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revistalamancha · 6 years
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“Si no hay amor”, un programa de radio y la voz del Frente Popular 25 de febrero
“Si la batalla la dan en los medios, entonces tenemos que estar en los medios”, ese fue uno de los mayores convencimientos construidos por el Frente Popular 25 de Febrero, Frente surgido antes del ballotage que llevaría a Mauricio Macri a la presidencia. Por ello, lo primero que nos propusimos fue hacer en nuestra localidad, Sierra de la Ventana, un programa de radio.
Empezamos eligiendo el nombre del programa y convencidos que el amor es lo que nos mueve, lo llamamos “SI NO HAY AMOR” y El Tesoro de los Inocentes, del Indio Solari se convirtió en el tema del programa. Un tiempo después, gracias a Anabela Gilardone, tuvimos nuestro logo del programa con una foto suya. Había que elegir la radio. Existe desde los 90, una Fm en Sierra de la Ventana –FM Reflejos 103.7-, de un periodista –Arnaldo Botto-; que nació dando respuesta a la necesidad de un espacio comunicacional que pudiera contener las necesidades de interacción de la comunidad. La radio albergo programas periodísticos, de jazz, deportivos, musicales, y principalmente el programa central de interés general “Un Mate y un Café” que transcurre durante la mañana y que se destaca por su audición y por la pluralidad de voces.   Fue entonces que en esa radio y en ese programa, comenzamos los lunes a las 10:00 hs con nuestro “Si no hay Amor” o “el programa del amor” como lo identifican los oyentes o participantes de la radio. Queríamos contarle a la gente las consecuencias del neoliberalismo, queríamos compartirles palabras dichas por nuestros poetas, y música latinoamericana, queríamos entrevistas en las que pudiéramos preguntar lo que la gente se pregunta, queríamos contar lo que estábamos haciendo como Frente pero también lo que estaban haciendo otros para construir una Patria más libre, justa y soberana; queríamos frases de grandes personalidades del mundo, queríamos, queríamos y no dejábamos de querer. Y todo eso, en un programa de una hora parecía una misión imposible. Así que decidimos comenzar con una poesía o escrito de algún poeta de nuestro pueblo y una música latinoamericana que la acompañe, decidimos entrevistar a muchísimos grandes y generosos amigxs. Arrancamos con Hernan Brienza, pero también estuvieron Hebe de Bonafini, Jorge Taiana, Alicia Castro, Leopoldo Moreau, Monica Macha, Emilce Moler, el Juez Luis Arias, el Dr. Cholvis, Carlos Vilas, Bruno Napoli, Roberto Feletti, Fernando Espinoza, Walter Abarca, Malvina Tosco, el cura De la Serna, Claudia Vernazza, Aracelli Bellota, Adrian Moyano, Adriana Puiggros, Roberto Salvarezza, Adrian Stoppelman, Liliana Herrero,  Daniel Manoukian, y tanto compañeros de nuestra zona. Luego  nos decidimos a reírnos de los que nos pasa y para eso aun nos ayudan Adrian Stoppelman, El Cadete y Pesky, Randall Lopez, Capussotto, la Murga Metele que son pasteles, la Murga Esa te la debo y muchos otros. Le contamos a la gente lo que estábamos haciendo, nuestra manifestación contra el tarifazo, contra el 2 por uno, el reclamo de aparición con vida de Santiago Maldonado, una charla sobre cooperativismo y un reconocimiento a los cooperativistas de nuestra comunidad,  los reclamos de Ni una Menos, el cine debate con Anka Liwen, poetas que regalaron su arte en la Feria del Libro local, y tantas cosas; pero también los eventos de la comunidad, y los problemas de ella. Conflictos en la Papelera de Tornquist, despidos y suspensiones en la empresa Dass de Coronel Suarez, las dificultades y logros de Textiles Pigue, conflictos de los trabajadores municipales y tantas realidades que provocó y provoca el neoliberalismo en nuestra región y en nuestra Patria. Y compartimos al final nuestra editorial con música de protesta a veces, como la de Daniel Devita, para cerrar con una frase de alguien que pudiera poner luz en la oscuridad de las realidades vividas. El programa, que comenzó en Sierra de la Ventana, se empezó a transmitir en radios de Tornquist, de Bahía Blanca, de Coronel Suarez y varias localidades del sudoeste bonaerense. “Si no hay Amor” nació para ser una gota diferente en la catarata comunicacional que representa los intereses de los sectores privilegiados del poder, y con esa gota logramos lo que queríamos que era mostrar que si no hay amor mejor que no haya nada y que el slogan la Patria es el otro es una tarea cotidiana y una posición contracultural. El trabajo vale la pena y lo hemos comprobado día a día sobre todo en como vamos aumentando las radios que lo retransmiten y en el aumento constante de las reproducciones en las redes sociales.   El Frente crece, crece Si no hay Amor,  pero lo que queremos que crezca es un proyecto de país basado en el amor y no en el odio y la muerte. Por todo esto te invitamos a encontrarte en la APP Fm Reflejos (Su logo es un sol con auriculares), en [email protected], o en nuestra pagina de face: Si No Hay Amor 2502, todos los lunes a las 10 hs. Si no hay Amor, que no haya nada…
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revistalamancha · 6 years
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Resistir y Transformar en tiempos de Macri
En un principio, cuando pensamos en hacer esta nota, tuvimos la idea de que fuera un balance del año en temas de género pero es tan grande el deterioro de las políticas públicas que afectan la calidad de vida de las mujeres que decidimos mostrar la construcción colectiva de las mujeres. Un análisis del Frente de Mujeres de Prov. de Bs. As. de Nuevo Encuentro. 
“Si robaran el mapa del país de los sueños
Siempre queda el camino que te late por dentro.
Si te caes te levantas, si te arrimas te espero
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo”.
                                                                                                                                                                      Rosana - Llegaremos a Tiempo.
  ¿Por dónde y cómo empezar?
 En un principio, cuando pensamos en hacer esta nota, tuvimos la idea de encararla a modo de balance de año, pudiendo dar cuenta del retroceso de políticas de género durante la actual gestión del presidente Mauricio Macri. Y la verdad es que cuando comenzamos a despuntar estas líneas fue una catarata de enunciados entorno al deterioro de las políticas públicas que afectan la calidad de vida de las mujeres, como  hechos gravísimos que han expresado de manera absoluta el deterioro del Estado de derecho y las formas más crueles de disciplinamiento social, que decidimos parar y repensar de qué manera podríamos contar todo lo sucedido sin caer en la amargura infinita sino por el contrario mostrar la otra cara de la moneda... la que realmente queremos que se lleven y quizá para nosotras la más importante, que es la construcción colectiva de las mujeres que demuestra de lo que somos capaces cuando estamos juntas, de esa magia que emerge de nuestrxs cuerpxs para resistir y transformar.
 Hacer un puente.
 El Primer Paro internacional de Mujeres fue el 8 de marzo de este año en conmemoración al “Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras”.
Bajo el lema “Si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras”, se generaron asambleas feministas antes de esa fecha en distintos países del mundo para unirnos en un grito común de lucha que contemplara la diversidad cultural, con el claro objetivo de visibilizar y desentrañar las violencias que sufrimos las mujeres  a lo largo de la historia.
En nuestro país frente a la avanzada de la derecha, en conjunto con cientos de mujeres de distintas organizaciones sociales, sindicales, políticas, barriales e independientes generamos un documento explicandole al mundo por qué paramos nosotras las argentinas:
“PARAMOS porque somos parte de una historia colectiva e internacional ; PARAMOS porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista ;PARAMOS porque exigimos el acceso al aborto legal, seguro y gratuito ; PARAMOS para defender nuestras disidencias sexuales y de género; PARAMOS para decir basta a las violencias; PARAMOS para denunciar que el Estado es responsable; PARAMOS porque exigimos un Estado laico; PARAMOS y construimos el movimiento de mujeres como sujeto político”.
 Luego de este paro y movilización con el antecedente de las manifestaciones anteriores, logramos poner en agenda aquellos temas que no te cuentan los medios masivos hegemónicos de comunicación, y que te niega el gobierno; que son aquellos que realmente nos preocupan y que nos urge resolver .
Es así como juntas y enredadas , fruto de la organización feminista , este año tuvimos la alegría inmensa de lograr la “Libertad a Higui”, presa por defenderse de una violación por parte de un grupo de varones que buscaban adoctrinarla por ser lesbiana; y la Libertad y absolución para Belén, mujer presa a causa de un aborto espontáneo en Tucumán.
 Las luchas que continuan.
 Por el acceso REAL a la Justicia.
Fiscalias especializadas en violencia de género.
 Una medida clara sobre cómo avanzar hacia el acceso a una justicia con perspectiva de género es la “Creación  de Fiscalias Especializadas en Violencia de Género”, una política que para cualquier ser humano con apenas sensibilidad social, debería ser una medida urgente en un territorio donde el número de denuncias crecen y el número de femicidios también. Claro, es cierto que dijimos con un “mínimo de sensibilidad” y esto parece no estar presente en el Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand ,un actor que se ha resistido a esta medida fuertemente.
No somos ingenuas y sabemos que lejos de hablar sobre sentimientos para un funcionario de Estado lo que le exigimos es garantía y respeto a nuestros derechos fundamentales, algo que tampoco cumple la senadora de la provincia de Buenos Aires del Bloque Cambiemos - Nidia Moirano- Pta de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos- quien dejó “durmiendo” largamente el proyecto, hasta que se viera obligada a desempolvarlo tras la lluvia de solicitudes y pedidos de diferentes organizaciones sociales, de derechos humanos y  feministas. Sin embargo al ser consultado -Julio Conte Grand- volvió a mostrar la negativa hacia este proyecto coherente con su tradición anti derechos.
Lejos de sentir una batalla perdida somos cada día más quienes se suman a realizar acciones y visibilizar la necesidad de que éste proyecto se debata y convierta en Ley.
Cabe destacar que muchas de estas acciones se tradujeron en debates en los Concejos Deliberantes en diferentes Municipios de la provincia.
En las calles, en las instituciones y donde nos encontremos seguiremos construyendo redes para que las mujeres tengamos un verdadero acceso a la Justicia que garantice plenamente  nuestros derechos.
 La libertad de Milagro Sala es la libertad de todas.
 Este 6 y 9 de diciembre se llevará adelante un encuentro de mujeres en Jujuy, “Jallala Mujeres” con el fin de exigir la libertad de Milagro Sala y de todxs lxs presxs políticos.
Desde que asumió al poder como gobernador, Gerardo Morales, se ha ensañado brutalmente con la organización barrial más grande del país la “Túpac Amarú”, que ha logrado hacer visible y concretar las demandas y sueños de  lxs que hasta ese entonces eran invisibilizados: lxs más humildes.
Milagro Sala como mujer generadora de promesas cumplidas, ha sido la heroína en esta historia, generando a través de las cooperativas; trabajo digno; viviendas ; escuelas; comedores; y piletas de natación para los jujeñxs que hasta ese momento habían sido excluidos del sistema.
Luego del fin del mandato de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, comenzó la persecución política y quien cayó en primera instancia como cuasi un trofeo para Morales fue la dirigente de la Túpac: Milagro Sala - por su condición de mujer, negra, originaria, pobre y organizada-  como clara intención de disciplinamiento a todas las mujeres a través del cuerpo de Milagro.
Durante el transcurso de este año las violencias hacia Milagro se han recrudecido, con el fin de desmoronarla. Hace unos meses se le había otorgado la prisión domiciliaria , por la fuerte presión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que había concedido la medida cautelar solicitada por Amnistía, el CELS y ANDHES, ordenando que Milagro quedara en libertad o bajo prisión domiciliaria, ya que en la cárcel de “Alto Comedero” corría riesgo su vida y su integridad física.
Como otra clara demostración de hostigamiento-la casa de La Ciénaga- donde iba a pasar sus días estaba totalmente destruida e inhabitable: sin gas, sin agua, sin electricidad.
Luego de que Milagro pudiera establecerse  junto a su  esposo en ese lugar (arreglada por sus compañeros/as).  A mediados del mes de octubre, a Milagro se la llevan de la vivienda: descalza en pijama y sin notificación previa, vulnerando todos sus derechos.
De nuevo aparecen la tortura y la humillación.
Jallala Mujeres  surge entonces como una demostración de apoyo y sororidad.
Milagro y lxs presxs políticxs no están solos/as. Acá estamos nosotras las mujeres codo a codo exigiendo JUSTICIA Y LIBERTAD.
 Pasos Ganados.
Construyendo más y más feminismos.
 El presente año ha sido sin duda aquel que expresó dos hechos que serán recordados en el calendario feminista en los días por venir.
Como antecedente a la Ley Nacional de Paridad de Género #UnaYUno, sancionada apenas hace uno días, hemos celebrado en el año 2016, la Ley de Paridad en la Provincia de Buenos Aires, con la certeza de que ya no habría retorno de semejante avanzada en términos de derechos políticos para las mujeres. Si bien salieron a la luz falsos debates vigentes, nada pudo detener la fuerza de las mujeres en unidad. Ni las teorías meritocráticas y arcaicas que algunos sacaron a relucir alcanzó para frenar esta iniciativa que va a garantizar un "piso” de equidad para que se cumpla finalmente tanto el derecho de elegir a nuestrxs representantes, como también poder ser elegidas.
Al calor de debates como este nos vamos transformando y esta metamorfosis colectiva nos lleva a cuestionar nuestros propios espacios de pertenencia política , porque es en definitiva nuestra herramienta para transformar la realidad social y el camino no puede ser de una naturaleza distinta al objetivo.
Por esta razón nos permitimos poner luz donde se quiera ocultar cualquier práctica machista y convocamos a todos y todas a denunciar cualquier práctica misógina dentro de nuestras filas partidaria con el mismo énfasis con que denunciamos cualquier vulneración de derechos.
Somos mujeres políticas y victorias como éstas, nos demuestran que nuestra fuerza está en la alianza con nuestras congéneres, y con todo aquel que cuestione sus privilegios y que sienta que no es posible pensar en justicia social sin equidad de género.
Creamos complicidades sororas, redes que sostienen y puentes entre la diversidad.
Porque ya no tenemos dudas…  “Juntas Somos Invencibles”.
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revistalamancha · 6 years
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Diez fotografías del  14º Encuentro Feminista | América Latina y el Caribe
Revista La Mancha viajó hasta Montevideo para cubrir el 14º Encuentro latinoamericano de mujeres. Uno de los principales temas que se discutieron fue sobre cómo seguir construyendo una nueva etapa del feminismo en este contexto de avance de los sectores de derecha en toda la región. 
En el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en 1981 en Bogotá, se declaró a este día como el Día Internacional de Lucha Contra la Violencia hacia la Mujer. La fecha se eligió en honor a las hermanas Mirabal, torturadas y asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la dictadura del General Trujillo en República Dominicana.
En Uruguay, Mujeres De Negro realiza todos los años una marcha con performance. Como somos diversas pero no estamos dispersas, este año uniremos las dos marchas en 18 de Julio y Ejido, donde nos esperarán los tambores de la comparsa de mujeres La Melaza y y leerá un mensaje Minou Tavarez Mirabal, hija y sobrina de las hermanas Mirabal.
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revistalamancha · 6 years
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#Reseña - La Síntesis O'Konor, de Él Mató Un Policía Motorizado
El último disco de Él Mató Un Policía Motorizado funciona como una pequeña retrospectiva de su obra, un recorrido a través de una sensibilidad de coyuntura.
Por Isaías Brizuela
1
A comienzos del siglo XXI, Argentina atravesó una crisis económica cuya potencia definió a cada expresión del arte. Ana Amado, en “La imagen justa”, reflexiona acerca de su impacto en la “pérdida de certezas”, el “extravío de los lazos de relación entre presente y pasado y, al mismo tiempo, la necesidad imprescindible de su recuperación”. En su análisis, Amado registra producciones que “condensaron visualmente materiales extraídos de un paisaje en ruinas y se construyeron sin una dirección precisa entre novedad y tradición, entre la evidencia de las pérdidas y el optimismo del sobreviviente”. Por entonces, Él Mató a Un Policía Motorizado componía sus primeras canciones, “Sábado”, “Guitarra comunista”, son algunas de ellas. Cuatro adolescentes, asentados en la ciudad de La Plata, hacían lo mismo que cualquier otro, formar una banda, salir a tocar, sobrevivir a la crisis.
Aquel primer disco homónimo, además de registrar estas canciones, lo tenía a Santiago Barrionuevo (bajista, cantante y compositor de Él Mató) convertido en un poeta autobiográfico. Esa característica, presente en ese disco del 2004, parece desvanecerse en una discografía atravesada por otras imágenes, los paisajes oníricos, frases cortas repitiéndose como mantras, las referencias a las ruinas que menciona Amado, y que a Barrionuevo le remiten al cine Clase B y a un optimismo melancólico.
De regreso al año 2017, Él Mató, a través de sus letras, recupera la narrativa autobiográfica del primer disco, en La Síntesis O'Konor. A excepción del imaginario apocalíptico de “Las luces” y algunos fragmentos más, hay una historia de vida, la cual protagonizaría quien la enuncia. Bien podría imaginárselo viviendo esas decepciones amorosas, o celebrando algunas victorias nocturnas, e incluso percibiendo la diferencia generacional de “Un mundo extraño” (“No sé que pasa en este lugar / Todo el mundo es más joven que yo”). Sin embargo, después de una discografía, que incluye una trilogía dedicada al nacimiento, la vida y la muerte, La Síntesis O'Konor debe considerarse algo más que biografía. Quién es Barrionuevo en este disco, a quién personifica esta vez, son preguntas, flechas, que atraviesan al disco. Actor, protagonista inevitable, reconstruye la sensibilidad de una generación online.
Ahora imagino que Están bebiendo en el bosque Ahora imagino que Sos tan feliz, tan feliz
Ahora imagino que Un amigo me está traicionando Ahora imagino que Extrañas sombras siguen mis pasos
Quiero enfrentarme a todos No me importa Cuán salvaje es la pelea No, no me importa
(Extracto de “Ahora imagino cosas”)
2
image Herederos del sonido indie, o lo que en la actualidad podría definirse como “la vieja escuela del indie”, accidentalmente creada por bandas como Yo La Tengo, Pixies, Pavement o Sonic Youth, Él Mató depositó su fe en las guitarras distorsionadas, la melodía y el ruido. Además del origen indie, hay influencias laterales, el krautrock (aquel sonido nacido en Alemania a finales de los 60), el punk de Los Ramones, y un profundo conocimiento del cancionero del rock argentino, clásico y contemporáneo. Aunque no esté en la superficie, hay una sensibilidad compartida con otras eras. Fans de Los Auténticos Decadentes, Peligrosos Gorriones o 107 Faunos, Él Mató parece reconocerse en ese mix de generaciones y sensibilidades, pero interpretado desde su propia versión del ruido y la repetición, hasta alcanzar una melodía, el resultado de un recorrido, esa es su conquista.
El apocalipsis, las ruinas, esas imágenes que Amado mencionaba al referirse al comienzo de siglo XXI, metáforas características en el universo de Él Mató, al igual que las relaciones fallidas o los amores no correspondidos, no precisan de las guitarras distorsionadas, ni del ruido. La construcción del fin puede erigirse con una guitarra acústica, una voz y una frase, como sucede con “Excalibur” (“¿Por qué tuviste que decirme eso? / ¿Por qué?”). La Síntesis O'Konor descansa en la complejidad de su composición y sus arreglos, hasta alcanzar la sutileza, esta vez, esa es su conquista.
3
image Hay una mitología alrededor de Él Mató a Un Policía Motorizado. Lo visual, diseñado por Santiago Barrionuevo, artista plástico, también construye el imaginario alrededor de los discos. La Dinastia Scorpio (2012), por ejemplo, inauguró la etapa de los trofeos y los deportistas, ganadores y perdedores anónimos, los forcejeos del partido, una paleta determinada de colores, todo, creó un pequeño universo cinematográfico.
image La Síntesis O'Konor, en cambio, instala el contraste cromático. Dos personajes, en apariencia, guerreras cósmicas, interrumpen su viaje por el espacio y el tiempo para dar una batalla, una batalla a punto de empezar.
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revistalamancha · 6 years
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Díez fotos de diez #CrónicasVisuales de La Mancha
A lo largo de los distintos números de La Mancha hemos conocido el trabajo visual de distintos fotógrafos/as. Acá un resumen en diez imágenes que es también el resumen de los territorios populares que hemos explorado en casi veinte números.   
Para ver todas las crónicas podés hacer click acá: http://revistalamancha.tumblr.com/tagged/cronica-visual
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revistalamancha · 6 years
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Retratos del conurbano: Partido de la Costa
¿Qué sucede cuando vamos a la costa atlántica? En este preciso retrato Andrés Aloy escribe sobre la experiencia popular de visitar las playas argentinas en verano y, por sobre todo, fuera de temporada. 
Por Andrés Aloy
La costa atlántica bonaerense posee a lo largo de sus arenas, muchísimas playas. Las hay boscosas y selectas, las hay inmensas y solitarias, también reducidas y plagadas de aguas vivas. Todas tienen su particularidad pero sólo un conjunto de balnearios se encuentran más cercanas al Río de la Plata y su confluencia con el mar. Sólo este grupo de ciudades balnearias condensan el imaginario popular de la inmigración italiana, la mitología marítima y el descanso veraniego de la clase trabajadora suburbana: el Partido de la Costa.
San Clemente, Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Costa del Este, Aguas Verdes, La Lucila, San Bernardo, Mar de Ajó y Nueva Atlantis son las localidades que integran “La Costa”. Ciudades de gran afluencia en la temporada alta y otras que poseen una población estable numerosa. En casi todas predomina una fisonomía similar, de dúplex apiñados, edificios bajos de estética setentosa (en todas sus variantes) y locales y hoteles de nombres combinados, en los que la terminación “mar” es la constante: por ejemplo, “Costamar”, “Marimar”, etc. La mayoría de los dueños de viviendas son de origen italiano, inmigrantes e hijos que con un “restito” de sus ingresos construyeron casas de veraneo, pequeños complejos o aprovecharon al máximo el espacio para abigarrar departamentos y alquilarlos durante el verano. El cemento es parte fundamental del paisaje, como también las casas con largos patios en el frente, caracoles pegados en las paredes y algún baldío con pasto y escombros esperando a ser habitado por una construcción.
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Las playas durante enero y febrero son visitadas por familias y grupos de jóvenes que están por culminar su adolescencia. Los más mayores juegan al tejo y los vendedores trafican churros y berlinesas, entre los alimentos de meriendas y desayunos más codiciados. Las sombrillas clavadas en la arena montevideo se mimetizan con los iglúes y las carpas de los balnearios. La vegetación es más profusa en San Bernardo, La Lucila y Costa del Este (la playa más selecta de La Costa) pero en las demás, sólo algunos arbustos y en algunas como Santa Teresita, playas de dimensiones reducidas. Esas en las que sube la marea y están todos los veraneantes amontonados cerca de la avenida balnearia.
Durante las noches, los restaurantes de mariscos, minutas, parrillas y pastas son las vedettes, las que juntan filas de comensales en la puerta. Para el entretenimiento nocturno, los pequeños teatros, bingos, casas de video juegos y los boliches bailables. Especialmente, San Bernardo es la más discotequera de todo el Partido. Si establecemos un ranking, las más familiares serían San Clemente y Mar del Tuyú, la más distinguida y arbolada, Costa del Este y la más antigua, Mar de Ajó. Un dato para Las Toninas: por esta localidad ingresa desde el mar uno de los caños con cables para conectar Internet. Es decir, una obra de ingeniería monumental que atraviesa el océano de continente a continente, entra a la Argentina desde esta localidad veraniega.
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Toda ciudad de La Costa tiene su marca local de alfajores y sus tiendas de recuerdos, en las que te podés llevar un angelito destapador, un barquito que adivina el tiempo, caracoles y tazas, remeras de “Yo amo Mar del Tuyú”,  entre otros suvenires. “Lo soez y lo zoológico” como tan bien narra el documental Balnearios, convive en la mercadería costera.
Personalmente, de niño iba con mi familia a San Clemente o Mar del Tuyú, donde una amiga de mi madre nos prestaba generosamente su departamento. Ya de adulto viajé de vacaciones y viajo asiduamente por trabajo.  Tengo entre mi balneario preferido a Mar de Ajó. Su estirpe de antaño, sus bares y bowlings de mucha madera, me seducen y me obligan tomar un refrigerio al lado de una estatua de Neptuno o Tritón. Hay balnearios de otros partidos y más alejados que me encantan, como Villa Gesell, pero si me pregunto por lo pintoresco y por los detalles para observar, la Costa es la Costa. Ninguna la iguala.
*Balnearios
https://www.youtube.com/watch?v=h5i5R0WYb2c
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revistalamancha · 6 years
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La organización política de las mujeres
Un editorial de Mónica Macha sobre la organización de las mujeres, los recorridos sociales y la necesidad de estar juntas para llegar más lejos en la lucha por la igualdad de género. La transformación necesita de todos y todas. 
Por Mónica Macha
Desde que nacemos hay roles asignados a hombres y mujeres. Están desde siempre y se ven en las canciones, en los cuentos infantiles, en las primeras experiencias que cada uno tiene en el jardín de infantes y dentro de las instituciones escolares. Cada una de estas prácticas moldean desigualdades que luego se traducen en dominación y violencia. En este tiempo con las compañeras de diferentes ámbitos sociales fuimos logrando darle a esta lucha por la igualdad de género un marco distinto y empezar a plantearlo incluso dentro de nuestros espacios partidarios. 
Es fundamental que las mujeres tomen la palabra en espacios históricamente compuestos, pensados y reglados en función de las necesidades de los varones como son, por ejemplo, las estructuras partidarias. Esta construcción de espacios feministas posibilita tener una mirada política y nos permite organizarnos. Estas distintas experiencias de organización nos plantearon la posibilidad de cuidarnos entre nosotras. Porque ahí también empezaron a aparecer muchas situaciones relacionadas a cómo pensar la violencia de género en la pareja, en el ámbito laboral, en la calle. Empezamos a desarmar situaciones muy complejas y a trabajar juntas. 
Estamos dando muestras de organización, incluso con un rasgo latinoamericano. La experiencia de Ni Una Menos, por ejemplo, tiene que ver con avanzar en la organización de las mujeres. Esta idea de no ser indiferentes frente a situaciones que van sucediendo y que implicaron la salida casi espontánea a las plazas y a las calles tiene que ver con un límite, con saber qué está pasando y qué no queremos aceptar como sociedad. No es novedoso, pero nos impacta desde otro lugar. 
No es lo mismo para un hombre que para una mujer caminar por un lugar a la noche. Te fijás si está oscuro, si escuchás un auto que te empieza a seguir. Vas por lugares que tengan más luz. Yo no sé si la luz es más segura, pero en el imaginario hay algo de eso. Vas a contramano de los autos, tomás medidas de seguridad que entre nosotras sabemos. Cuando lo charlamos con nuestros compañeros les parece insólito, pero todo eso es parte de nuestras realidades. Y si tenemos hijas mujeres, además, estamos todo el tiempo pensando en estas cosas que les pueden llegar a pasar.
Tenemos el desafío de seguir organizándonos, seguir reflexionando sobre estos temas, pensar cómo dejamos de reproducir estos modelos estereotipados, que tal vez tienen más que ver con lo que nos han enseñado como pudieron nuestras madres y nuestros padres si es que son familias de esas características. El desafío de, en esa instancia y en este momento de la historia, pensar seria y esperanzadoramente en poder criar hijas, nietas, compañeras que no permitan ser violentadas e hijos, nietos, compañeros que no se permitan ser violentos. Ahí hay una posibilidad de construcción distinta. Por la línea de la organización, por la línea de poder repensar el cuidado como una preocupación que no es solamente un terreno de las mujeres sino que tiene que ser un territorio posible de habitar por los compañeros, así iríamos construyendo una cultura y una sociedad que permita que las mujeres podamos vivir en la calle sin miedo.
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revistalamancha · 6 years
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La revolución será feminista
Podría decirse que el Encuentro de Mujeres es la excusa de esta nota para expandir ideas sobre la lucha de las mujeres, sobre las posibilidades de construir juntas y sobre cómo el feminismo es una forma de libertad y expresión. 
El viernes 13 de octubre mujeres de todo el país partieron hacia la ciudad de Resistencia, Chaco, para llegar lo más temprano posible a la apertura del Encuentro Nacional de Mujeres que este año celebró su 32° edición, bajo el lema “El encuentro somos todas”.
En los Encuentros, es posible ver a tantas mujeres juntas como alcanzan a mirar los ojos, lo cual es inédito e impresionante en un mundo donde estamos acostumbradas a ver al hombre organizado, no así a la mujer. Tantas mujeres en toda su diversidad –de género, estética, política, generacional, sexual, corporal, espiritual, y la lista sigue– “copando” las calles provoca reacciones muy diversas. Entre las negativas encontramos el miedo, el enojo, la burla, el acoso, la violencia…
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Resistencia es una ciudad donde hay infinidad de motos circulando por doquier, lo que les da a los hombres locales la posibilidad de acosar callejeramente a las mujeres con una rápida velocidad de movimiento, algo que hicieron casi sistemáticamente desde que pusimos pie en la ciudad. Las compañeras contaban cómo no les paraba el colectivo, que iba semi vacío; cómo las perseguían los hombres –acosándolas e insultándolas, principalmente –; cómo durante el recorrido de la marcha recibieron amenazas de automovilistas que insistían en pasar por “encima” de las compañeras; cómo el lunes posterior a la marcha, agredieron con palos y piedras a las mujeres que esperaban el transporte para volver a sus hogares luego de participar del Encuentro.
Afortunadamente, la contrapartida de las reacciones negativas son más cercanas al acompañamiento, la solidaridad y la curiosidad. Caminando por la ciudad, entre taller y taller, los vecinos y vecinas hacían muchas preguntas: “¿De qué se trata el Encuentro?”; “¿hace cuántos años que se hace?”; “¿y qué es lo que hacen en esos talleres?”; “¿qué es lo que reclaman?”; “un poco sabía porque me contó mi hija, pero no sabía que se discutían esos temas”. Todo aquello que suele no mencionarse en los infames y masivos debates televisivos, en los talleres de los Encuentros –setenta y uno en total– se discute y está diciendo “¡presente!” a los gritos. Y eso puede generar muchas cosas menos indiferencia: el aborto legal, seguro y gratuito; el combate contra la trata, el pedido de justicia por Johana Ramallo –desaparecida hace más de 3 meses–; el reclamo por la libertad de Milagro Sala –presa y hostigada ilegítimamente hace más de 650 días por ser lideresa mujer de su Pueblo–; la medicina complementaria y la lucha anticapitalista contra multinacionales venenosas… Todos estos debates constituyen la agenda política contra la indiferencia asesina del mundo patriarcal, mercantilizado, blanco y heteronormativo.
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Terminada la instancia de los talleres vino el día de la marcha. Vino el día de la visibilidad, de los reclamos, de las canciones, de los bailes, de todos –todxs – los colores, del abrazo, del cuidado, de la caminata a través de la ciudad. Y en ese día, aunque tímidamente, también se acercaron mujeres de (la resistencia feminista de) Resistencia –permítaseme la redundancia poética–. Pequeñas de la mano de sus parientas, abuelas de las manos de sus nietas, adolescentes explosivas, mujeres adultas… todas con carteles, con cámaras de fotos, acompañando canciones, sonrientes muchas y bañadas en llanto algunas, pero presentes, en una serpentina de abrazo femenino. Una que tardó 19 años en volver a Chaco, pero que ahí estaba, sosteniendo las banderas de lo personal como político.
Se tienen muchas expectativas sobre el movimiento feminista y sobre el Encuentro. Se nos reclama nuestra falta de decoro para luchar, por un lado, algo que nunca se le exige a los hombres. Por otro, nos exigen una mayor organización política. Parece que el patriarcado quiere decirnos cuál es la forma apropiada de ser feminista y luchar contra su desolladero cotidiano hacia mujeres, trans, lesbianas y travas.  
A mí no me quedan dudas de que las mujeres deben seguir organizándose y luchando de manera cada vez más estratégica y reflexiva. Y mi certeza se fundamenta en una imagen. Cada vez que voy al Encuentro viene a mí a través de la mirada de alguna nena, joven, mujer o anciana. Y esos ojos son los que me dicen: “No estoy sola. Aunque me maten, no estoy sola. Aunque quieran decirme cómo ser y cómo vivir, no estoy sola. Aunque quieran quemar mis huellas, no estoy sola. Tengo todo lo que necesito para ser amada. Tengo derecho a amar a quien me plazca. Mi cuerpo es mío. Mis hermanas están conmigo. Tengo todo lo que necesito para ser libre. La revolución será feminista”.    
Texto: Florencia Paltrinieri 
Fotografías: Valeria Ricartes 
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revistalamancha · 6 years
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Si el viento amontona macrismo, la Diversidad abrazará resistencias
Diego Bocchio hace un repaso sobre la pérdida de derechos y políticas de cuidado que implica el gobierno macrista tanto a nivel nacional como provincial local. En esta nota nos cuenta la batalla que da el colectivo LGBTIQ por sus derechos. 
  Por Diego Bocchio, comunicador social y activista. Coordinador de Conurbanos por la Diversidad /Regional Oeste.
Desde su asunción hasta los días presentes, con convicción y consistencia, el macrismo  ha amenazado con retrocesos en derechos LGBTIQ ya consagrados, incumplido leyes clave y desmantelado políticas públicas emblemáticas en materia de diversidad.  Así se ha corroborado tanto con el presidente empresario, detrás de la sonrisa pos verdad de Vidal como a nivel de los Estados locales.
La regresión, cada vez más, apenas puede ser disimulada por las políticas de “lavado de imagen”: el marketing, como el maquillaje, puede mejorar momentáneamente algunos rostros, pero la realidad se empeña en desnudar su naturaleza.
En el contexto de este clima de época, la peor parte, otra vez, se la llevan travestis y y trans: en un marco de incremento generalizado de la violencia hacia el colectivo LGBTIQ, semana tras semana debemos denunciar otro travesticidio, una nueva muerte, ante el ominoso silencio oficial.
¿Y por casa cómo andamos? Cenizas del paraíso…
Morón,  otrora emblema en materia de Derechos Humanos, Género y Diversidad Sexual, cuna del primer centro de detención clandestina recuperado para la memoria colectiva y la vida del pueblo,  territorio en el que año a año las mujeres patearon las calles forjando conciencia y lazos de solidaridad, sensibilizaron y transformaron biografías individuales en fuerza colectiva, sede del primer dispositivo de salud pública con perspectiva de diversidad del conurbano oeste y experiencia modelo en el país, hoy es ejemplo paradigmático del retroceso propiciado por el macrismo.
La gestión municipal de Ramiro Tagliaferro mostró desde su inicio un profundo desprecio por la población LGBTIQ. Ejemplos precisos: el vaciamiento del Consultorio Inclusivo del Hospital de Morón;  el incumplimiento de las ordenanzas aprobadas por unanimidad en el Concejo Deliberante que establecen el 7 de marzo como "Día de la Visibilidad Lésbica y lucha contra la lesbofobia" y el 17 de mayo como "Día del respeto a la diversidad sexual e identidad de género”; el abandono de la línea trans del programa de apoyo a iniciativas productivas autogestivas.
El desprecio lo redondean los más de 450 días que el intendente Tagliaferro lleva dándole la espalda al cupo laboral travesti-trans “Diana Sacayán”, aprobado por unanimidad en el HCD (Sí: el bloque macrista también lo votó) el 5 de agosto de 2016.
Pese a sus esfuerzos, el jefe comunal moronense no le llega ni a los talones a la gobernadora bonaerense: “Mariu” lleva más de 650 días incumpliendo la Ley Sacayán en la Provincia.
Gobernadora infringe la ley. Total normalidad.
En nuestro distrito, sólo en el primer semestre de este año, se registraron tres casos consecutivos de discriminación por orientación sexual, una triste seguidilla inédita en más de 15 años. Con el agravante de que el primero de esos casos involucró violencia institucional y fue protagonizado por las mismas fuerzas de seguridad que debieran protegernos. En ese sentido, el terrible episodio de violencia policial ocurrido el 2 de octubre contra un matrimonio de mujeres en Constitución es primo hermano de la represión a una pareja de chicas lesbianas en la Plaza Alsina de Villa Sarmiento el pasado 19 de abril.  ¿La Policía de Rodríguez Larreta tomará los mismos cursos que los agentes de Tagliaferro y Vidal?
El precitado “lavado de imagen” (Pinkwashing, en términos LGBTIQ -y anglosajones-), tiene su versión local: en marzo de este año, la gestión Tagliaferro rebautizó el área de Género como “Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual”.  Un avance, una decisión encomiable, sino fuera porque la forma no va acompañada por el contenido y la fachada sólo procura ocultar la barbarie: desde el vaciamiento de las políticas hasta la represión desatada sobre nuestros cuerpos, deseos e identidades. Una violencia que no es -ni debe ser entendida- diferente de la que arremete contra migrantes, piqueteros, trabajadoras ambulantes o el pibe con gorra y pantalón deportivo que camina el barrio o viaja en el Sarmiento. Es el odio que se va haciendo política de Estado.
Sembrar, cosechar, volver a sembrar: de resistencias y horizontes
Frente al paradigma político que invita sistemáticamente al retroceso, quienes seguimos abrazando el sueño de un futuro inclusivo no nos quedamos de brazos cruzados. No podemos darnos ese lujo.
En Morón, continuamos reclamando el cumplimiento urgente de la ordenanza municipal de adhesión a la ley de cupo laboral “Diana Sacayán”. Asimismo, proponemos la institucionalización de los dispositivos de salud inclusivos con perspectiva de diversidad sexual, para evitarle a la comunidad que asiste al Hospital trastornos como los que trajo aparejados el cambio de autoridades municipales desde fines de 2015, así como el fomento de las iniciativas productivas autogestivas por parte de personas travestis y trans, todavía hoy, por lejos, el colectivo más vulnerado.
¿Abandonar? ¿Qué es eso? Semanas atrás, luego de un trabajo conjunto del bloque de concejales de Unidad Ciudadana y Conurbanos por la Diversidad, sumamos otra conquista: logramos que el HCD de Morón instituya por unanimidad el 11 de octubre de cada año como “Día municipal de lucha contra la transfobia y defensa de los derechos de las personas travestis y trans”. Puede parecer un día más en el calendario anual ganado para sensibilizar y luchar contra la discriminación en la sociedad, pero resulta una fecha especialmente significativa, pues nos interpela fuerte a todxs: nos recuerda la jornada oscura del travesticidio de la compañera Diana Sacayán, pero también nos recuerda sus luchas; sus conquistas y lo que quedó trunco.
El futuro es colectivo y lo construimos hoy, ya: desde Conurbanos por la Diversidad y el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación estamos desarrollando desde septiembre la Escuela de Formación Política LGBTIQ del Conurbano Bonaerense, con inscripción récord y más de 70 participantes en sus distintas subsedes, futuros líderes y lideresas de nuestras luchas por un mundo más justo.
Fortaleza, militancia, unidad
Quienes militamos de este lado de la vida, tenemos una convicción profunda, transversal a todos los campos y áreas de discusión, y es que no hay sociedad justa si en ella no cabemos todos y todas.
El arco iris se compone por una amplia gama de colores.
Y si el viento sopla en contra, como señala y pronostica este tiempo ignominioso, tendremos que redoblar esfuerzos, necesitaremos más brazos, buscaremos articular más y tender otros lazos de solidaridad, haremos diferencias secundarias a un lado para priorizar la unidad, pero no dejaremos de remar hacia una sociedad a la altura de nuestros mejores sueños.
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revistalamancha · 6 years
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Trabajo Social y Políticas Sociales: nuevas y viejas formas de nombrar
Andrea Echeverria es la columnista invitada de noviembre y nos trae una nota para pensar las políticas sociales en una época de ajuste y retrocesos sociales. Cuando las formas de nombrar hacen a la vida social. 
Por Andrea Echevarría
El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso.
Eduardo Galeano
 El Trabajo Social como disciplina tiene una historia de más de 100 años, en la que fue construyendo su objeto alrededor de la cuestión social y la acción del Estado para enfrentarla. Sus intervenciones apuntan a constituir y restituir derechos vulnerados: educación, salud, vivienda, consumos problemáticos, violencia, trabajo, discapacidad, son algunas de las áreas en las que se desenvuelve. Sus intervenciones suelen tener un contenido material, pero también un determinado sentido que todos los actores involucrados le dan a esa acción. Sentido que se define por cómo se comprende la intervención, quiénes pueden acceder a ella, a través de qué dispositivos, sustentados en qué conceptos…
Hoy asistimos con preocupación al (re) surgimiento de viejos discursos “remozados” sobre quién debería acceder a respuestas por parte del Estado (y quién no). Por ejemplo, se ha estigmatizado a quienes accedieron a una pensión por discapacidad, o a quienes integran una organización social que gestione algún recurso del Estado. Se invierten importantes esfuerzos en asegurar que quien accede a una política social acredite una situación de necesidad. Términos como “certificado de pobreza”, “personas carenciadas” o “ayuda” vuelven a aparecer en los discursos oficiales (pueden revisarse las páginas web oficiales del gobierno de la provincia de Buenos Aires o municipios, al respecto).
En este sentido, tal como plantea un documento de la Fundación Germán Abdala, el ser destinatario de las acciones del Estado a través de las políticas sociales aparece mucho más cuestionado que el beneficiarse del mismo Estado a través de otras políticas. Sugerentemente, los autores se (y nos) preguntan: “¿Por qué genera más rechazo explicar el crecimiento económico (moderado) o la salida de la pobreza, a partir de una política de subsidios que explicar el crecimiento económico (exagerado) a partir de la eliminación de las retenciones o el blanqueo de capitales fugados ilegalmente?”[i].
Comenzar a develar esta cuestión nos acercará a comprender cómo y por qué ciertos niveles de desigualdad pueden convertirse en “tolerables” para una sociedad. En este punto, un concepto clave, que acompaña fuertemente la concepción de las políticas sociales en estos tiempos es el del “mérito”.Concepto difuso, del cual tenemos pocas definiciones, el mismo está asociado a un orden moral: el mérito como virtud, como empeño sostenido. Señala Carmen Lera que “el mérito constituye la piedra angular del espíritu del capitalismo, sustentado en la convicción de que el mercado recompensa el esfuerzo y el ingenio depositado en él.”[ii]
De este modo, se extiende socialmente la idea de que las desigualdades sociales (o, al menos, las más visibles) son producto de esfuerzos y elecciones individuales diferenciados y, por lo tanto, aparecen incluso como “razonables”.[iii]
En el campo de las políticas sociales, la idea de meritocraciaimplica, por un lado, la exigencia de un esfuerzo sostenido demostrable por el beneficiario y, por otro, la confirmación de que está realmente incapacitado para resolver su necesidad en el ámbito del mercado. Es decir, acreditar una situación de carencia.[iv] Aquí es importante lo que el concepto omite (más que lo que dice): supone un punto de partida homogéneo, “igual para todos”, como si todos atravesáramos los mismos obstáculos,  escondiendo los diversos procesos históricos, sociales, culturales, económicos, por los cuales las desigualdades se conforman en una sociedad.
Por otro lado, abundan los discursos que destacan alemprendedurismo, enfoque fuertemente impulsado por el Banco Mundial a través de sus documentos y recomendaciones, desde el año 2014. El concepto es traído del campo de la gestión empresarial, valora la innovación y el riesgo. Desde esta perspectiva, los logros se visualizan como resultado de una decisión y acción individual (el ánimo de “emprender” e “innovar”), desvinculándolo de las condiciones concretas del contexto que podrían facilitar o dificultar el éxito de aquello que “emprendemos”.
En los dos casos, se trata de: 1) un ocultamiento de las desigualdades de origen de las que partimos; y 2) una exaltación de la búsqueda de salidas y soluciones individuales antes que una propuesta de resolución colectiva. Pensemos que, al mismo tiempo, se ha impulsado un profundo cuestionamiento a las formas organizativas populares, particularmente a aquellas experiencias vinculadas a la gestión de políticas y proyectos. (Por ejemplo, se cerraron centros del programa FINES, se paralizó la entrega de fondos para microcréditos a través de organizaciones sociales, se considera a los cooperativistas del programa Argentina Trabaja como beneficiarios individuales, se persigue a los integrantes de la organización Tupac Amaru…).
Como trabajadores sociales necesitamos problematizar estas cuestiones que son más que un “telón de fondo”. Constituyen límites concretos para los alcances de las intervenciones. No somos espectadores pasivos de un cambio que no quisimos, tampoco los protagonistas exclusivos de los procesos sociales de resistencia que se despliegan. Siguiendo a Freire, somos hombres y mujeres con el mundo. Condicionados por el mundo, pero conscientes de nuestro aporte a su construcción o de-construcción. En este sentido, sabemos cómo se juega la construcción de sentidos (por ejemplo, de derechos o “beneficios”, de emprendedurismo individual o trabajo colectivo) en cada discusión societaria, pero también en cada intervención concreta.
Hago extensiva esta necesidad de reflexión a todos aquellos que, sin ser trabajadores sociales, interactúan con las políticas públicas: militantes políticos, referentes de organizaciones sociales, los propios destinatarios de las intervenciones…
Más que nunca, tenemos que seguir preguntándonos: ¿Cómo pensamos esa idea de derechos? ¿Cómo nos es presentada? ¿Cómo logro personal, basado únicamente en el mérito y el esfuerzo propio? ¿O como conquista colectiva, de una sociedad que en determinado momento de su historia decide reconocerlo y consagrarlo? Y también: ¿qué sucede cuando se pierde de vista esta idea de que los derechos adquiridos requieren de un Estado que los regule, los garantice y los profundice?
Sólo en la medida que avancemos en este debate y este ejercicio permanente de la conciencia crítica, lograremos aportar a la construcción de un proyecto político nacional y popular, profundamente comprometido con la felicidad de nuestro Pueblo.
 [i] Arias, Bisaro, Gómez (2016) Apuntes para leer las Políticas Sociales de Cambiemos, Fundación Germán Abdala.
[ii] Lera, Carmen (2017) Mérito y Desigualdad. Algunas cuestiones para pensar las intervenciones profesionales en el neoliberalismo contemporáneo. Revista Debate Público.
[iii] Idea que se ve especialmente reforzada en el marco de proyectos políticos neoliberales, en los que la lógica del mercado y de la competencia se extiende a muchísimos ámbitos de la vida social e, inclusive, de nuestras conductas y nuestras subjetividades.
[iv] Esta situación no es nueva para los trabajadores sociales: ya en los ’90, la focalización de las políticas planteó el problema de la selección indicadores que permitieran identificar a las poblaciones (y territorios) meta de las distintas intervenciones. En los hechos, esto significa que se deje fuera a población de sectores medios y medios bajos, o incluso a población en situación de clara vulnerabilidad por no quedar comprendidos en los parámetros definidos y un enorme esfuerzo invertido en discriminar entre pobres “merecedores” y “no merecedores” de la intervención del estado (Lo Vuolo y otros, 1.999).
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revistalamancha · 6 years
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Retratos del conurbano: Remedios de Escalada
Una nueva entrega de los retratos del conurbano que realiza Andrés Aloy. En esta ocasión recorre Remedios de Escalada para refutar aquella canción que dice que en Escalada no hay nada. Barrios populares e historias de la periferia. 
Por Andrés Aloy
Habría que refutar aquella canción que dice que en Escalada no hay nada. Cualquier residente de la localidad podría contradecirlo pero también para el visitante ocasional, como quien escribe, Escalada no es aquello que dice la pieza musical apócrifa.
En la columna anterior escribí sobre Temperley y la cualidad de centro quedado en el tiempo se asemejaba a Escalada, y así lo es. Las tres cuadras por la calle Garay o Beltrán, desde la Avenida Hipólito Yrigoyen hasta el boulevard Rosales, constituyen el centro, un centro de negocios alimenticios, farmacias, bares (y bastantes para el tamaño reducido de la zona comercial, un punto muy positivo) y casas de ropa. Me detendría en las tiendas textiles, locales al estilo Landers pero más antiguos, de iluminación lúgubre y en donde no hay lugar para hipsters o posmodernidades.
Dos puntos importantes de Escalada: el club y los talleres ferroviarios. Curiosamente, ambos comparten nombre. El primero, Talleres de Escalada, ha pasado a la celebridad hace poco con la excelente película El 5 de Talleres protagonizada por Esteban Lamothe y Julieta Zylberberg. Historia que cuenta el derrotero de los últimos días de actividad de un futbolista del ascenso y sus planes para trabajar en algo luego del final. Más allá del film, el club es fuerte en la localidad y tiene algún que otro jugador célebre, como el goleador Germán Denis. Por el lado de los talleres ferroviarios, toda la belleza industrial está concentrada en ellos, se pueden ver desde la vía del tren y, mejor, desde el puente que une Pavón con la Avenida Alsina. Fotografía color sepia de tiempos pretéritos, los talleres ilustran más que bien el imaginario decimonónico del progreso.
Probablemente, y en relación con los talleres, podemos poner a la UNLA, la Universidad Nacional de Lanus, de instalaciones dignas de elogio, un campus gigante y los detalles ferroviarios en sus instalaciones. La institución cuenta con estudios de grabación y microcine estación INCAA.
Para finalizar, la tranquilidad y el espíritu de barrio o de “lugar de viejos” pinta a Escalada. Sus empedrados, su aire de reducto de tranquilidad anticipa lo que viene a continuación, Lanús, la cabecera del partido, un pulpo comercial y fabril que indudablemente fagocita a su localidad vecina. Pero también quizás, este contraste, hace a la personalidad de Escalada, a su calma.
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