Tumgik
#96flaws
96flaws · 2 years
Text
Hace unos días me siguió en instagram un ex saliente.
No sé durante cuantos minutos, yo calculé que por una tarde.
Luego dejó de seguirme.
Supongo que le dolió en el orgullo que no le devuelva inmediatamente el follow.
Me sigo preguntando qué esperaba que hiciera.
Los finales parecen no ser finales.
Al menos aquellos que yo quiero cerrar.
Es como si no pudiera controlar nada en mi propia vida.
O nadie me respeta: yo me despido y el otro me hostiga.
Hasta que cedo. Cedía. Ya no más. Espero.
0 notes
96flaws · 2 years
Text
Me hice cuentas nuevas para depurar todo sentimiento negativo de mi imagen virtual, pero vuelvo a mis viejas cuentas para abrazar mis heridas.
Durante mucho tiempo estuve trabajando mi persona, sanando por dentro, yendo a terapia, enmendando relaciones, sin embargo todo es en vano.
Ayer un familiar me pegó con su puño, eso me ha hecho desbordarme de pensamientos que llevo algunas semanas reprimiendo.
No quiero culpar a nadie más que a mí.
Ay solo me quiero morir.
He intentado todo lo que he podido: cambiar mi actitud, ser más simpática, amable, y todas esas otras cualidades que tanto me ha dicho mi madre que perdí mientras crecía. Ya soy una adulta. Una adulta inútil y horrible.
Esa es otra de las cosas que trabajaba: cambiar mi discurso interno, incrementar mi amor propio. Durante algunos meses lo logré pero ya me resulta insostenible.
Soy un fracaso.
Estoy aguantando el llanto lo que me está produciendo dolor de cabeza así que hasta acá dejo el texto. Quizás mañana esto sea una tontera.
0 notes
96flaws · 2 years
Text
Sigo recordándote con melancolía en cada publicación de mi insta, mas ya nos volvimos tóxicos no hay remedio para nosotros.
Que no somos el uno para el otro se me olvida, no estamos destinados durar, diferimos en lo esencial.
La fantasía que me había creado pulula mi mente, es inútil porque negociar con vos no se puede.
Tengo que pellizcarme para devolverme a la realidad y distraerme cada vez que te quiero hablar.
0 notes
96flaws · 2 years
Text
Te estuve extrañando, al menos la versión idealizada que tenía de vos. Aún me duele recordarte y saber que nos hemos perdido.
Me tengo que obligar a tener en mente todos tus errores a ver si puedo olvidarte más rápido.
0 notes
96flaws · 2 years
Text
Después de todo lo que he sentido, no vale la pena seguir insistiendo.
Cuando las cosas no dan más, cuando los deseos son opuestos y ninguno de los dos piensa ceder a las necesidades del otro: Lo mejor es que se termine.
2 notes · View notes
96flaws · 3 years
Text
Entiendo que estas triste, amigo, pero debes afrontarlo. No podes obligar a las personas a que te amen.
10 notes · View notes
96flaws · 2 years
Text
Érase una vez, una joven que aspiraba a cumplir sus sueños, se inscribió en una carrera universitaria mientras cursaba una capacitación laboral que la había llenado de expectativas e ilusión. Al fin podría tener un trabajo que disfrutara y la hiciera explotar su naturaleza creativa a la vez que estudiaba la carrera que llevaba soñando toda su vida.
Su semana era cursar desde primera hora de la mañana, hasta la última de la noche, y sus findes a penas podía aprovecharlos porque ya estaba tan exhausta que lo único que podía hacer era dormir y poco a poco eso se reflejaría en su desempeño académico, especialmente porque había decidido que ese año sería sociable y había estado gastando sus energías (y su dinero) entre clases para establecer nuevas amistades con sus compañeros. Cosa que pronto descubrió que no había sido buena idea ya que la mayoría de ellos no eran exactamente material para tener de compañeros en una carrera. Bastante despreocupados y con sus prioridades ordenadas de manera que la carrera no era una de las primeras, fue añadiéndole peso extra a la joven, ya que debido a su cercanía se sintió presionada a formar grupo con ellos en los trabajos y por supuesto se llevó la mayor parte del trabajo con el objetivo de asegurarse que no reprobaría debido a la falta de compromiso por parte de ellos.
Después de todo hacer amistad en sus cursos no había salido exactamente como se esperaría, terminó haciendo el trabajo de otros y con menos tiempo para descansar y usar como le apeteciera. Terminó abandonando la carrera antes de si quiera terminar el primer semestre, y lo retomaría al año siguiente con resultados bastante similares.
 Al fin había terminado de cursar la capacitación laboral y el nuevo año parecía prometer mejores cosas, excepto que no era así. Una pandemia afectaría en tantos aspectos que desestabilizó cualquier plan en la vida de todos. Hubo unas dos semanas en la que todo estuvo paralizado, el miedo recorría las calles, cada persona en cada rincón del planeta se encerró en casa aterrados. Dado el panorama planteado, se buscaron alternativas. Lo que nos incumbe en esta historia es la virtualización de la mayoría de las cosas. Con el año lectivo recién empezado, se habrían perdido las primeras semanas de clase, y las próximas serían bastante caóticas, tratando de alcanzar el programa a la vez que cada uno se adaptaba a la nueva modalidad. Para cada quien esto tuvo cierta dificultad. Excepto para esta protagonista que fue de gran alivio la nueva vida que debía llevar. Si bien se vio afectada por el miedo, la desinformación y la sobrexposición a noticias, llevándola a un estado de aislamiento tanto físico como mental de toda la situación, evitando todo lo posible cualquier interacción social que no fuera estrictamente necesaria para evitar a toda costa conversaciones sobre el nuevo monotema, la vida cibernética le vino perfectamente acomodada. El aula virtual era ideal, ella era mucho más organizada en cuanto a pixeles que en cuanto a cuadernos y papeles. Mientras que en la presencialidad siempre se olvidaba algo importante por más que su mochila estuviera a reventar de cosas y le produjera dolores de espalda, de manera virtual tenía todo al alcance de un clic. Igualmente las interacciones con sus compañeros o profesores era tan sencillo como presionar unas cuantas teclas seguidas del enter, y no todo el ritual mental que debía hacer para armarse de valor y llamar la atención de cualquier manera de la persona de su interés con el fin de consultar algo referido a la materia del momento. Ese año ella pudo acabarlo al fin, con más o con menos éxito que otros, había finalizado el año de alguna manera, ambos semestres. Sería suficiente para ella que había abandonado ya dos años consecutivos la carrera a sólo unos meses de empezado el primer semestre. Era suficiente para sentirse contenta y por sobre todo, satisfecha de lo que había logrado. Años anteriores ella había sido una chica retraída, de pocos amigos, con menos ganas aún de interactuar pero obligándose igualmente para así llevar una vida lo más normalmente posible, o al menos haciendo lo que se esperara de una chica de su edad, a excepción de un año sabático en su adolescencia en el que no interactuó con nadie que no fuera su familia, no salió de casa y por supuesto se alejó de todas sus amistades perdiéndolas casi repentinamente.
Lo rescatable del 2020 fue que no perdió sus amistades y fue productivo para su vida ya que por lo menos estaba continuando fervientemente una carrera (o al menos tan fervientemente como sus altibajos emocionales se lo permitían). Lo importante es que estaba aprendiendo y avanzando en la carrera que tanto había imaginado que haría durante toda su infancia y con menos frecuencia durante su adolescencia.
El año 2021 fue decepcionante para su plan de vida. Debió recursar unas materias que por el nivel de práctica que requerían, no habría podido obtener boleta. Eso o más bien no había querido ya que no se sentía nada competente al aprobar una materia en la que sólo habría aprendido la teoría necesaria pero nada por la parte práctica, cuando en la vida real era tan importante saber cómo operar ciertos instrumentos como los conocimientos sobre qué eran y para qué. Sin embargo, aunque se liberaron ciertas restricciones y podrían llevarse a cabo las clases prácticas, su desempeño no fue el esperado. No se adaptó en absoluto a la presencialidad, especialmente a la sociabilidad. Su resentimiento por las experiencias previas era tan grande que no pudo separarlo de su necesidad por aprender, y comenzó a aislarse hasta que fue presionada a interactuar y no encontró mejor solución que no asistir a la universidad. Tras varias semanas de luchar contra su deseo de estudiar y su repulsión a la sociabilidad que le suponía poder hacerlo, llegó a la conclusión de que iba a dejar de engañarse, y que lo más sensato era abandonar definitivamente la carrera. Ya no soportaba el sentimiento de estar perdiendo el tiempo haciendo a medias algo que si bien quería hacerlo y disfrutaba dentro de su soledad, no podía sacarle todo el provecho debido a la interacción social que exigía dicho cometido. Después de todo ya no estaba rindiendo exámenes de ningún tipo e iba acumulando materias libres mientras la culpa y la sensacn de fracaso incrementaban inmensurablemente. Si alguien esperaba que esa decisión fuera bien tomada y con ella su estado anímico se resolviera significativamente, se equivocaron, porque nada le pudo generar más tristeza ese año que haber abandonado sus planes. Pasó semanas hundida en la miseria, llorando y navegando en un cúmulo de pensamientos negativos y desesperanza. Poco a poco fue dejando el llanto de lado, quizás se le habían terminado las lágrimas, pero la parálisis continuó y se sentía completamente perdida, a pesar de todas las cosas buenas que su psicóloga le seguía repitiendo y pidiendo que recordara, ella no veía nada. Ningún futuro le parecía reconfortante, en cualquiera de ellos debía haber personas, y para este momento ella ya no quiere saber nada con ninguna persona, lo ve como una pérdida de tiempo, un desgaste mental y emocional completamente innecesarios, y aunque imagina pudiendo continuar cualquier camino que desee, haciendo interacciones estrictamente necesarias, con relaciones más que nada superficiales y frívolas, muy en el fondo sabe que eso no es posible, porque ellas no se sienten cómodas alrededor de una persona que no tiene ni quiere tener amigos, desconfían naturalmente. Como ella no quiere fingir ser algo que no es o querer algo que no quiere, ve imposible que lo pueda lograr. Así no logra visualizar ningún futuro. Su futuro es ahora, repetidos una y otra vez infinitamente. Absurdo. Después de todo, lo que le habían dicho no había sido otra cosa que una mentira, ella no podía ser lo que quisiera ser, menos podría ser todo lo que había soñado. Especialmente porque no podía ni quería socializar o mucho menos fingir hacerlo.
4 notes · View notes
96flaws · 3 years
Text
Es alarmante lo mucho que te pienso, lo mucho que te extraño después de tanto tiempo.
1 note · View note
96flaws · 2 years
Text
Errores Repetidos
 Mierda, vivo en un loop.
 Resulta que desde hace años estoy enamorada de un chico, un hombre ahora, muy guapo, alto, fachero. Coincidimos en muchos gustos y pasatiempos, por más que le haya negado muchos de ellos. Fuimos juntos al cine a ver Shang-Chi: La leyenda de los diez anillos. Le dije que no me había gustado nada que era más de lo mismo, pero que me gustaba la dinámica de los personajes y que nos reflejaba en ellos.  Sé que él no me veía como amiga, y yo a él lo podía ver así, aunque ya no más. Teníamos algo de esos personajes en nosotros, cierta complicidad, y de alguna manera algo de compañerismo.
 Pero me gustaba. Su cara, su mirada, sus cachetes sonrosados, su postura. Me atraía.
 Me ha contado cómo es con sus novias. Porque éramos amigos. Es un dulce, se la re juega por ellas, es un romántico, me da envidia no ser ellas. Pero también las cosas no tan buenas. Y esas siempre me hicieron mantener la línea de amistad bien marcada.  ¿Habré hecho bien?
 Resulta que... no sé qué ocurrió. Simplemente quise ser ella. La chica por la que él da todo, quería que me bese, que me toque, que me ame, que me cuide. Quería ser la chica que lo amara, que cumpliera sus caprichos y sus fantasías.
 Pero acá empezó todo. Repetir error tras error, que ya cometí en el pasado con otros, y sin embargo no pude remediar.  Es complicado. Sé que va a pasar incluso antes de hacerlo. Hago lo que puedo por evitarlo y al final termina ocurriendo. Es como una profecía autocumplida quizás. Mientras más evito repetir errores. Más los hago y más difícil es remediarlos.
 Salimos. Todo fue incómodo. Me puse nerviosa y no pude ser yo, ser la de siempre, la que puede charlar con él fluidamente, caminar a su lado y bromear. No pude ser normal.  Lo empujé para alejarlo reiteradas veces. lo pellizqué más fuerte de lo que quería hacer (mis músculos estaban duros, no podía controlar mis movimientos), lo mordí, no pude devolverle ningún abrazo y cuando me besó casi no le respondí y me alejé.
 Tuvimos dos salidas más. En cada una me comporté mejor que en la anterior. En todas fui tímida y torpe. En todas me costó abrazarlo, besarlo, no morderlo ni pellizcarlo, pero con cada vez menos intensidad, menos nervios, menos pavor. Digamos que me fui sintiendo cada vez más cómoda haciendo esas cosas que no acostumbro hacer desde hace por lo menos dos años, si no es que más.
 No conté esto antes pero creo que es muy importante que lo diga ahora:  Yo le dije que no quería salir con él, que no podía ser su novia, que sólo le podía dar mi amistad y que si quería que probemos con algo más, algo entre medio de eso. Lo peleé cuando dijo que no, que él me quería bien y para todo, luego aceptó tenerme a medias. En ese momento yo no.. no me sentía cómoda con esa decisión tampoco. Pero me parecía mucho pasar de ser amigos a ser novios, yo pensaba en esas cosas malas que él mismo me contó que hizo con sus ex cuando nuestra relación se basaba en hablarnos de exs. Era agradable, él me hacía notar que no era para tanto y que no debía darle muchas vueltas al asunto, mientras que yo le decía que era muy tonto al dejarse rebajar tanto por unas pelotudas que no se daban cuenta de lo que se perdían. Sin saber que yo pronto sería una de esas pelotudas que se perdían al chico más dulce que pueda existir. Me parecía mucho. Me parecía muy rápido. Yo quería tener mi salida romántica, sentir mariposas en la panza, esperar un beso que se hacía esperar y que mi estómago se hiciera un nudo mientras esperaba algo que ya no podía esperar: que me dijera que sea su novia. No sé por qué quería eso. Quizás porque sabía que sólo con él podía tener todo eso.  Quería un amor adolescente, incluyendo ese agobiante momento de incertidumbre a pesar de que sabía que quería ser su novia y él mi novio.
 En cada salida él me hablaba a futuro. Eso me confundió muchísimo porque habíamos quedado en que éramos algo así como amigos con derechos, aunque los besos eran escasos y yo aún no podía tener sexo con él, por cómo soy (insegura, desconfiada, temerosa), y sí, quería esas cosas que él me decía.  No era el único que visualizaba un futuro juntos, yo también lo hacía aunque prefería reservármelo. Soy muy reservada con mis sentimientos y mis fantasías porque son mías, y si bien lo involucraban, no quería que se burle de mí o que se apresurara a nada, no por el momento.  Es, era, es, era muy fácil para mí vernos juntos. Compartiendo casa, hobbies. una vida.
 Me imaginé en la universidad, estudiando entre clases sentada en el pasto bajo una sombra con él al lado mío el día que tuviera libre del trabajo. Soy esa chica solitaria que no se relaciona con muchas personas así que estaría sola estudiando y que él me visite para mí sería la gloria. Luego él se iría a donde se fuera y yo volvería a clase. Y los fines de semana estaríamos juntos, yo estudiaría con su compañía mientras él me distrae con sus besos, yo prepararía algo rico para comer, y él me ayudaría lavando las cosas, me salpicaría con agua y yo lo abrazaría para que también se moje. Imaginé estando cada uno en nuestras computadoras uno al lado del otro, concentrados en lo nuestro pero juntos. Y veríamos juntos todos los lanzamientos de Marvel y de DC. Iríamos a vivir juntos en una casa escasamente amoblada, a la que poco a poco decoraríamos con muebles negros o de madera oscura y cuadros de personajes de películas de terror que nosotros mismos dibujaríamos, pintaríamos y haríamos enmarcar. Tendríamos salero y pimentero con forma de fantasmitas enamorados. Nos vestiríamos como nuestros OTPs favoritos para fiestas o sólo porque sí.
 Pero nada de eso va a pasar.
 Tuvimos dos salidas luego. Pero la última es la peor.
 Fui a su casa después de plantarlo dos días seguidos. Me había invitado a su casa en la noche y a mi me cuesta mucho salir de noche, soy bastante agorafóbica, introvertida, tímida, ermitaña, y si bien me encanta la noche, no tanto me gusta estar lejos de casa durante ésta. El primer día me quedé sin batería en mi smartphone y de ninguna manera iría a ningún lado sin mi celular cargado. En cuanto lo pude encender era muy tarde para salir. Se enojó. El segundo día me sentí mal, estuve con dolor de cabeza y dormí casi todo el día, cuando vi mi celular era de nuevo tarde y tenía mensajes de él y una llamada perdida. Si bien le había dicho temprano que no me sentía bien y que dormiría un rato, no tomó bien que lo deje plantado de nuevo. Así que ese día él no confiaba en que iría. Me arreglé para ir, le estuve diciendo cada movimiento mío y terminó pasándome a buscar. Llegamos a su casa y mi miedo subió tan repentinamente que no lo vi venir. Había alguien cerca de la entrada, quizás su hermana, quizás su madre. Yo me paralicé y no pude entrar. Así que nos sentamos frente a su casa y fue muy parecido al primer día que nos vimos en plan “salientes”. Yo torpe, nerviosa, sólo lo alejaba y manteniento mi brazo estirado y firme cada vez que se acercaba a mí, o colocaba mi mochila entre nosotros. Una parte de mí quería abrazarlo y besarlo. Pero la otra se mantenía firme en que no iba a hacerlo. Me sentía observada, juzgada por ojos invisibles. Quería conocer a su familia, pero no quería que me conozcan a mí, ya que no soy buena socializando y naturalmente doy muy mala primera impresión.  De todas formas una mala primera impresión fue lo que acabé dando.  Fui invitada a cenar esa noche, era sábado. Y todo lo que mi mente decía era corre, vete. Pero quería irme con él. ¿A dónde?. No quise que me llevara a casa. Quería irme sola. Quería que me acompañe pero también quería estar sola. Quería que me pida de nuevo que me quede, quería que me bese. Quería estar en casa.
Ya en la parada del colectivo, éstabamos juntos esperándolo, no quería irme y dejé pasar uno. Pero no me hablaba. Peleé con él. Me puse los auriculares. Quería caminar y llorar mientras me iba sola escuchando mi música. Me intenté despedir. Él no sé, se burló de la situación creo o de mí, pero besó mi frente, me abrazó, besó mi nariz, no me soltó. Nos besamos. Nos besamos varias veces. Me invitó a su casa de nuevo, yo quería ir pero dije no. No sé por qué de mi boca salía decir que no, pero se lo dije todas las veces que me repitió la invitación. Así que llegó mi colectivo, me despedí con un beso y me fui.
 El dejó de creer en mí por mi forma de alejarlo. Por mi forma de ser. No creo que pueda entender alguna vez mis motivos, mi forma de ser. Aunque se lo explique creo que ya es muy tarde para remediarlo.
 ¿Debería jugármela, buscarlo, disculparme y pedirle otra oportunidad? Siento que es ese momento de las películas en que todos decimos qué estúpido fue ese personaje, rogamos por ese momento y nos alegramos de que vaya en busca de su amor y cuando éste le da la segunda oportunidad.
El problema es que no sé si ésta sería mi segunda oportunidad. Otras veces traté de estar con él y en el mismo chat me eché atrás por no sentirme cómoda con esa proximidad emocional. Soy esto. Un gatito arisco que huye de las interacciones, que es capaz de ser domesticado y amar como nunca a su amo, pero el proceso de confianza es largo y tedioso.
Yo a él lo quiero. Pero tengo mis complicaciones. Si bien ya sé que es malo que esté “jugando” a esto de hoy te demuestro que te quiero mañana no tanto (no es ningún juego para mí, simplemente soy temerosa de amar y que se acabe, de expresar mis sentimientos y que no sean correspondidos), lo sigo haciendo.
Yo sé que estoy mal. Trabajo en ello pero a veces repito mis errores por menos que quiera hacerlo.
0 notes
96flaws · 3 years
Text
Te extraño. No me dolió dejarte porque tuve mis razones, pero a menudo recuerdo lo bien que me hacías sentir, lo mucho que disfrutaba tu compañía, las risas, sonrisas, carcajadas y miradas cómplices que nos dedicábamos, extraño mucho expresarle mi amor a quien am(o), y que me molestaras con tu forma de expresarme tu cariño. Extraño que me molestes, que me corras el maquillaje para fastidiarme, que me hagas pasar vergüenza y extraño yo hacerte pasar vergüenza a vos. Extraño nuestros juegos, nuestras charlas, los paseos, las películas, las caminatas, engordar juntos, extraño tantas cosas...
Pero no quiero volver con vos. Por las mismas razones que te dejé y por muchas más. Pero cómo me gustaría poder volver a sentir algo otra vez. Carajo, cómo me gustaría poder sentir algo otra vez.
0 notes
96flaws · 7 years
Text
Me gustaría que me disculparas, mi amor, fui y soy una tonta. Me alejé de vos aún amándote, aún vos amándome a mí (te dejé ir). Hoy todavía te amo, dudo tanto poder cambiar los sentimientos que tengo hacia vos.
Cada texto que leo en internet, de amor o desamor, me lleva a pensar en vos.
Discúlpame por ser tan goma. Hace dos años, cuando todo empezó, creyendo que no iba a pasar nada, ¡Incluso pensando que no iba a pasar nada! (Sin que supieras) te escribí muchos textos y compartí otros tantos dedicándotelos a vos. Yo ya estaba perdidamente enamorada. Incluso cuando pasaban los meses y no tenía ni oportunidad de hablarte, ni agallas para hacerlo.
Perdóname por usar frases tan clichés como ésta, pero creo que lo nuestro fue verdadera química.
Me voy por la tangente, perdón (otra vez).
Lo que quiero decir es que si con una conversación, aquella noche del 20 de junio de 2015, lograste moverme el piso y hacerme caer a tus pies. No esperes que después de lo que pasó entre nosotros estos últimos meses no me tengan aún más enganchada de lo que lograste en sólo un par de horas.
Aunque nunca más pueda llamarte mi amor (esto me rompe en mil pedazos por dentro), quieras o no quieras aceptarlo: vas a ser el amor de mi vida. Incluso si me vuelvo a enamorar porque sé que voy a comparar a todo el mundo con vos.
Y no es que seas perfecto. Tienes muchas cosas que me molestan, pero si te lo preguntas: no, nada que me moleste demasiado como para no querer volver con vos. (Si algún día -pronto o en muchos años-, me preguntas, la respuesta va a ser que sí, voy a querer ser tu novia de nuevo).
No te idealizo en absoluto. (Así que no lo pienses)
Tus defectos son tantos como los míos (quizá yo tengo bastantes más).
Pero te hacen ser vos. y eso me encanta.
Y en comparación con tus virtudes ¡Son tan irrelevantes! Tus defectos no tienen peso o importancia, sos una persona de oro,
(Y yo la persona más pobre y estúpida por alejarme de vos)
Mis amigos me preguntan “¿Qué vas a hacer si no vuelve?”, yo les respondo “seguir mi vida como antes de conocerlo pero no pienso volver a ser la que era antes de él, ni pienso olvidarlo, con él aprendí demasiadas cosas que me convierten en una mejor persona, y me gusta el cambio que él supuso para mí. Ahora me gusto”. 
Y voy a hacerlo. Todas esas actitudes que tuve toda la vida, esas de las que se quejaban mis amigos y familia y por las que yo les contestaba “no me importa agradarte, soy así, aceptame o andate”, las estoy cambiando.
Las estoy cambiando. Poco a poco.
Con vos hice algo que no hice con nadie más. Involucrarme en tus gustos. Investigué tus bandas favoritas, me aprendí canciones que te gustan (o la mayoría de estribillos), leí libros que te interesan y miré tus películas favoritas.
(Y eso no le hizo mal a nadie más que a mí, porque ahora todo eso lo relaciono con vos)
Esta carta era para disculparme. Y voy a hacerlo. Perdón por todo eso. Por mis arranques de celos, mis discusiones sin sentido, por no ser mejor mujer (o humana) y buscar un trabajo o una carrera universitaria (vos mejor que nadie entendes mi frustración respecto a mi rendimiento académico y la importancia que le doy a eso en mi vida, pero aún no me curo de mi depresión -no es culpa tuya, por favor deja de pensar.. eso que estas pensando.- sin embargo estoy tratando de probarte que puedo con todo, trato de esforzarme a partir de tus críticas -constructivas- que básicamente también eran motivo de discusiones). Perdón por pensarte 24/7 (perdón porque eso no ha cambiado a pesar de que ya no somos novios). Perdón por no saber expresarme de forma correcta en el momento oportuno, por estallar y saltar a conclusiones.
Y perdón por pedir perdón. Porque sé que no te gusta esa palabra, ni lo que implica según vos: una disculpa vacía.
Pero te lo digo con mi insomnio, con mi cuerpo cansado, mi mente aturdida, mis sentimientos alterados y mi corazón latiendo todavía al ritmo del tuyo.
Perdón, yo te amo.
1 note · View note
96flaws · 3 years
Text
hay personas que duele perderlas y otras que es un alivio que se vayan
1 note · View note
96flaws · 3 years
Text
UGH quiero EXILIARME a SATURNO. *por qué Saturno, te preguntarás, si hay planetas más lejanos? Pues porque tiene un anillo, lo cual lo hace superior a los demás es como una coronita que tiene el planeta. Por supuesto yo tendría mi propia coronita con rocas lunares y estrellas.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
0 notes