Libero todas mis piezas, exploto las posiciones, lanzo ataques, provoco horror en mis oponentes, me atrinchero en defensa, pierdo, gano, pero siempre lo intento de nuevo, en el ajedrez como en la vida. ♟️
Llené mi corazón de ilusiones, que se fueron en un mar de olas llenas de desamor, navegué y no te encontré, luche y pelee la gran batalla por ti y como perdí y me quede sin ti, de qué me sirve mover a un rey en el tablero, sin una reina que lo apoye, para qué seguir así. Si no hay un lugar en tu corazón para este pobre gladiador lleno de fuerza y amor, pero sin amor.
La vida no es un juego de ajedrez pero el ajedrez puede ser un ejemplo, porque lo importante es la consistencia en el tablero y en la vida aún si estás bien preparado, pero sin un plan de acción y respeto por los momentos adecuados, el riesgo de perder es alto.