Espero algún día me recuerdes en aquella conversación vacía, que no digas “ella estaba loca”, por el contrario espero que digas “sabes ella me soporto cosas que nunca nadie me podrá soportar, me perdono cosas imperdonables, me amó como no se puede amar tanto hasta que sus fuerzas agoto solo por darme lo mejor de ella”. Espero algún día recuerdes lo mucho que me dañaste y digas al fin esas disculpas que nunca llegaron porque prometo que donde esté yo ya te habré perdonado; fuiste mi historia de amor más bonita pero fuiste la que más daño me causó. Espero algún día volverte a ver y al fin haber olvidado todo el daño que amarte me provocó, mientras tanto cuídate y sé feliz; eres una pésima persona pero también eres una de las mejores si te lo propones, mereces una buena vida llena de alegrías y la tendrás pero no con las personas que esperas así que cuídate mucho de las nuevas personas que lleguen porque no siempre querrán protegerte al contrario solo querrán dañar un buen corazón o lo poco que de él queda. Algún día tendré el valor de publicar esto y solo entonces sabrás que el olvido llegó y aunque es una excusa para esconder recuerdos que duelen, esta si es la definitiva y los recuerdos ya no estarán escondidos.. habrán dicho adiós cuídate y ten un final mejor.
Si te fijabas con atención, podías notar las mil cicatrices que su piel tenía, ella se acomplejaba mucho por su cuerpo y las marcas que en el tenía.
Pero ahora ella no se critica a sí misma, ahora ella se ama tal y como es, aunque parezca imposible, ella está logrando amar lo que ve en el reflejo de aquel espejo.
Porque aprende día a día que ella es perfecta y aunque el pasado la haya hecho sentir basura, ella ahora entiende que siempre fue perfecta y que no necesitaba que nadie la amara porque si se amaba a si misma con eso era suficiente.
Había algo especial en su interior y no sé que fue exactamente lo que me atrapó, solo recuerdo que me volví prisionera de su amor, aunque este muy falso resultó.
Era ese alguien que llegó de la peor manera a mi vida, pero es que en medio de ese maldito tormento, fue él quien me calmó, quien arreglo mis días grises, fue el que por mucho evitó que apareciera aquella ansiedad.
Cómo fue cuando se fue?
Horrible, las crisis empezaron a aparecer una a una, no me dejaban en paz, no pude ser yo nuevamente. Pero me supe controlar, ya no lloraba, ya no era débil de ninguna manera, batallo cada guerra sola, aprendí a calmarme a mi misma sin que él estuviera.
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Quisiera poder decírtelo, quisiera poder enviarte esto, pero sabes, no lo mereces porque sabes que eres el detonante de todo el dolor que en algún momento experimenté, fuiste mi calma, fuiste mi ancla, pero también eres la granada que estalló todo lo que trataste de curar.