Tumgik
#Giovanni Papini
fidjiefidjie · 5 months
Text
Tumblr media
“Les amis ne sont rien d'autre que les ennemis avec lesquels nous avons conclu un armistice, qui n'est pas toujours honnêtement observé.” 🕊🫐🌿
Giovanni Papini
37 notes · View notes
somehow---here · 1 year
Text
Ci son di quelli che non dicon nulla ma lo dicono bene – ce n'è altri che dicono molto ma lo dicon male. I peggio son quelli che non dicono nulla e lo dicon male.
Giovanni Papini, da "Schegge", 1971
48 notes · View notes
venusunruhu · 5 months
Text
Tumblr media
“Yaşadığına inanıyor musun? Gerçekten, derinlemesine, yoğun yaşadığına?”
Giovanni Papini
10 notes · View notes
kitaptiryakisi · 9 months
Photo
Tumblr media
Herkesin sadece yemek yemek ve para kazanmakla, eğlenmek ve emir vermekle ilgilendiği bir dünyada ara sıra birisinin çıkıp şeylerin görünümünü tazelemesi, olağan şeylerin olağanüstülüğünü, banallikteki gizemi, çöpteki güzelliği hissettirmesi gerekir. Fikir ve gelenek kölelerinden, asalak ve yapmacık ukalalardan, eski efsaneleri anlatan vaazcılardan, ahlaki ve mistik hapishanelerin tutsaklarından, tüm eski sosyal normların ve tüm ortak noktaların inatçı papağanlarından oluşan çok geniş ve çok güçlü bir katmanın ortasında, bir gece uyandırıcısına, bir saf zekâ gardiyanına, kaslı bir kazmacıya; meydan ışıklarına, yeniden kazanılmış özgürlük ağaçlarına, gelecekteki yapılara yer açmak adına yakan ve yıkan iyi niyetli bir yangıncıya gerek duyulur.
İtalya'da benim tükenmiş, güçten düşmüş, bitik bir adam olduğum söylentileri dolaşıyor, öyle mi? Gerçekten de benim bir saman alevi olduğumu ve son küllerimin de bahar esintisiyle uçup gittiğini mi söylüyorlar?
Yavaş olun, çocuklar! Durun biraz, rica ederim. Bitmek de neymiş! Daha başlamadım bile. Yapmış olduğum ne zaman! her şeyi bir ön söz, bir giriş, erkene alınmış bir kaynakça, bir duyuru, bir ilan ve hatta isterseniz, içindekinin daha iyi bir şekilde olgunlaşmasını sağlayacak bir şıra ve köpük taşması olarak hayal edin. En iyisi şimdi başlıyor: Ben daha bugün doğuyorum.
Saman alevi sevinç ateşiydi, yapay bir ateşti, kızların rüzgâr gülüydü, gülünecek, eğlendirici şeylerdi ama bugün kendimi hiçbir zaman söndürülemeyecek ve dünyayı ateşe verecek bir yangını başlatıyormuş gibi hissediyorum!
15 notes · View notes
ahmetcumhur-blog · 2 years
Text
Tumblr media Tumblr media
37 notes · View notes
yeryuzugokyuzu · 1 year
Text
“ Ben öğrenmek isteyen bir cahilim. ”
...
Giovanni Papini
27 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 4 months
Text
Tumblr media
«El denominador común al cual se pueden reducir todas las innumerables formas de la vida humana, es este: “la búsqueda de instrumentos para obrar'', en otras palabras, "la búsqueda del poder".
Por "acción" entiendo cualquier "cambio" en el que el hombre, entra como causa voluntaria en todo cambio, precedido de nuestras creencias y de nuestros deseos. Por acciones no entiendo solamente el "aumentar" y el "conquistar'' sino también: el “rechazar” y el "suprimir'', y no sólo, el cambiar sino también la reacción a los cambios, la cual constituye una clase particular de cambios.
Todo lo que el hombre ha producido, inventado, creado, se puede considerar como el conjunto de los instrumentos imaginables para aumentar su poder de conquistar las cosas y a sí mismo.»
Giovanni Papini: El crepúsculo de los filósofos. Editorial Tor, pág. 191. Buenos Aires, 1936.
TGO
@bocadosdefilosofia
3 notes · View notes
huzursuzlugun-blogu · 2 years
Text
“Yaşadığına inanıyor musun? Gerçekten, derinlemesine, yoğun yaşadığına? Bu hayatın sana, gençliğin ateşli gecelerinde hayalini kurduğun kadar güzel ve büyük görünüyor mu?”
33 notes · View notes
dusleraleminde · 1 year
Text
Tumblr media Tumblr media
📜Her insanın hayatı hep aynı, birkaç kelimeyle anlatılabilir: doğdu, acı çekti, umdu, öldü...✨
~Giovanni Papini, Düşsel Konçerto
19 notes · View notes
naadienadanuncaa · 1 year
Text
No quiero más ser el que soy
Tan sólo hace diez horas que me he dado cuenta de mi horrible condición. Hasta entonces no sabía aún lo espantoso que puede ser el mundo. Desde hace unos años creía ser un graduado en terribilidad. Había experimentado, pensado, imaginado, soñado todo lo que hay, lo que habrá, lo que podría haber en él de más terrorífico, de más tormentoso, de más horripilante, de más monstruoso y desatinadamente angustioso. Conocía la ansiedad de las esperas nocturnas; las desesperaciones de los últimos besos, los temblores de las apariciones silenciosas, los delirios de las pesadillas, los estremecimientos de los relojes invisibles que marcan en las noches las horas eternas, los espasmos de suplicios imposibles, los gemidos exasperados de las almas sin asilo, la fiebre errante de los coloquios demoníacos. Pero no conocía todavía la más terrible cosa que puede existir en el mundo; no conocía el suplicio último, el suplicio supremo. Hace diez horas solamente que he tenido la revelación y ya me parece que muchas dinastías pasaron sobre la tierra y muchos solitarios dejaron el cielo.
Me esforzare por conservar la calma. Trataré de ser claro. Elegiré la fórmula más neta, más simple, más natural: Me he dado cuenta de que no puedo ser yo mismo. Me he dado cuenta de que no podré nunca —nunca, ¿comprenden?—, de que no podré nunca cesar de ser yo mismo.
Quizás no me haya explicado bastante. Veamos: yo quisiera, pues, cambiar. Pero cambiar seriamente —¿comprenden?—; cambiar completamente, enteramente, radicalmente. Ser otro, en síntesis. Ser otro que no tuviese ninguna relación conmigo, que no tuviera el mínimo punto de contacto, que ni siquiera me conociese, que nunca me hubiera conocido.
¡Los cambios y renovaciones insustanciales los conozco desde hace tanto! Se trata de plumerazos, de mudanzas, de encaladuras. Se cambia el papel de Francia pero la habitación es siempre la misma; se cambia el color del sobretodo pero el cuerpo que recubre es el mismo; se cambian de lugar los muebles, se cuelga con pequeños clavos un nuevo cuadro, se agrega un estante de libros, un sillón más cómodo, una mesa más ancha, pero el cuarto es el mismo; siempre, siempre, inexorablemente, implacablemente el mismo. Tiene el mismo aspecto, la misma fisonomía, el mismo clima espiritual Se muda la fachada y la casa, adentro, tiene las mismas escaleras y las mismas habitaciones; se cambia la cubierta, se reemplaza el título, se modifican los adornos del frontispicio, los caracteres del texto, las iniciales de los capítulos, pero el libro cuenta siempre la misma historia —siempre, siempre, inexorable, implacablemente la misma, vieja, fastidiosa, lamentable historia.
Estoy cansado ya de esta clase de cambios y renovaciones. ¡Cuántas veces yo mismo he cepillado mi pobre alma! ¡Cuántas veces le he dado un nuevo barniz a mi cerebro! ¡Cuántas he vuelto a poner orden en la confusión de mi corazón! Me hice trajes nuevos, viajé por nuevos países, viví en ciudades nuevas pero siempre sentí, en lo más profundo de mí mismo, algo que permanece, que siempre permanece, que soy yo, siempre yo mismo, que cambia de rostro, de voz, de andar, pero que permanece eternamente como un guardián incansable e inflexible. A su alrededor las cosas desaparecen pero él no guarda recuerdo de ellas; en tomo suyo las cosas aparecen y él no retrocede… Ahora estoy cansado de vivir conmigo mismo, siempre.
Hace veinticuatro años que vivo en compañía de mí mismo. Ya basta: estoy definitivamente hastiado. ¿Solamente hastiado? ¡Mucho más todavía! Digan más bien que estoy disgustado, repugnado, nauseado de este yo con el cual he vivido veinticuatro años seguidos.
Creo, finalmente, tener el derecho de dejarlo. Cuando una casa ya no nos gusta podemos mudamos; cuando un instrumento no nos sirve más lo arrojamos al agua. ¿Y mi cuerpo no es acaso una casa, ya sea una cabaña o un templo? ¿Mi alma no es acaso un instrumento, ya sea una hoz o una lira?
Sin embargo, no puedo desalojarme de mi cuerpo ni puedo arrojar en un mar cualquiera mi alma. Cada vez que me aproximo a un espejo vuelvo a ver mi pálido y delgado rostro, con la boca semiabierta como sedienta de viento o hambrienta de presas, con los cabellos enmarañados y volubles como los de un salvaje, con los ojos color castaño crepuscular, en cuyo centro se abren las grandes pupilas negras como madrigueras de serpientes.
Y cada vez que paso revista a mi espíritu encuentro los queridos pero habituales conocidos: rostros que ríen burlonamente con desesperada ternura, rostros que lloran con algo de vergüenza, rostros misteriosos ocultos por mechones de cabellos muy negros, y a lo lejos ecos de estribillos rossinianos y de argucias de Diderot, de sinfonías beethovenianas y de versos de Lapo Gianni, de arias de Scarlatti y de apotegmas de Berkeley, cadencias de flautas que acompañan la danza de frívolas mujeres blancas, estruendos de órganos bajo grandes mosaicos de oro y violeta, y procesiones de patricios con vestiduras moradas a través de grandes salas, vacías y poco iluminadas.
Y muchas otras cosas encuentro y vuelvo a hallar en el alma que me fue tan querida, y que nutría con tanta abundancia y adornaba con tanto fasto. Pero es siempre mi alma: algo de lo que fue habita todavía en ella y nadie podrá afirmar que no haya estado allí nunca.
¿Quién me enseñará, pues, entre estos hombres amantes de los hogares y de las flores secas, a liberarme de mi cuerpo y de mi alma? ¿Quién podrá hacer de modo que yo no sea más yo, que me trasmute en otro, que ni siquiera pueda recordar al que soy ahora? ¿Quién puede, hombre o demonio, darme lo que pido con toda la desesperación de mi alma furiosa contra sí misma?
Un viejo demonio, hace poco, me sugirió brincando un viejo método: matarme. Pero no tengo ninguna fe en ese demonio. Lo conozco desde hace poco y tengo motivo para creer que está de acuerdo con sepultureros y grabadores con epitafios, ya que lo he visto muchas veces merodear en tomo de los cementerios. Y por otra parte, ¿de qué serviría? No tengo ninguna gana de aniquilarme, de cesar de vivir. Yo quiero ser, pero ser otra cosa; quiero vivir todavía, pero vivir otra vida. No tengo ninguna simpatía por el suicidio. Nunca quise demasiado a ese pobre diablo de Werther, que se mató por no haber encontrado una segunda muñeca rubia, y de ningún modo estimo a sus imitadores, que en general son todavía más deprimentes que aquel desgraciado sentimental de provincia alemana. Las pistolas, con sus caños relucientes que se adelantan estúpidamente en el aire, me parecen inútiles como instrumentos de laboratorio: el veneno me aburre, incluso en las novelas inglesas de intriga italiana, y en cuanto a la horca, la creo apenas digna del más harapiento de mis enemigos.
No tengo, pues, ninguna gana de no ser, pero sí una desesperada y prepotente voluntad de ser de otro modo, de ser otro. Y tengo también un desesperado deseo de no ser lo que soy, porque soy de tal manera que quiero lo que no podré tener nunca. Yo quiero no ser yo, porque sé que no podré nunca no ser yo.
He aquí que he llegado al absurdo. He aquí que he llegado al momento en que ninguno puede saber lo que yo digo y lo que quiero. Ninguno sabrá jamás lo que está en mí, en estos terribles momentos. Ninguno, justamente ninguno: ni siquiera el más fino, el más psicólogo, el más stendhaliano de mis demonios familiares.
Él está aquí, a mi lado. Su cara está más roja, más hinchada que de costumbre y bajo su gorro de piel de lobo sus ojos entrecerrados y astutísimos me miran con una calma embarazosa. Ha visto lo que escribo y ha sonreído muchas veces con satisfacción indescriptible. Y ahora, en este momento, me dice con voz sarcásticamente acariciante: “Acuérdate, amigo, de aquel médico que buscaba a la mula mientras la cabalgaba. Esta noche te pareces a él. Anhelas ser otro. Pero quien tiene un deseo que nadie ha tenido, se encuentra ya, frente a los demás hombres, en el mejor camino para no ser lo que es. Y tú estás en este caso, miedoso y excelente amigo. Te hallas en el umbral de tu alma y quizás —¿quién lo sabe?—, quizás salgas de ella si no tienes demasiado temor de la oscuridad que hay afuera.” Y una vez pronunciadas estas palabras se fue a paso rápido, dejando en mi cuarto como un vago olor a incienso.
2 notes · View notes
goodbearblind · 2 years
Text
Tumblr media
"Un uomo verrà certamente, fra molti anni, in una calma sera d'estate, a chiedermi come si può vivere una vita straordinaria. Ed io gli risponderò certamente con queste parole: Rendendo abituali le azioni e le sensazioni straordinarie e facendo rare le sensazioni e le azioni ordinarie."
(Giovanni Papini)
16 notes · View notes
baldwininmaskesi · 2 years
Text
Sayısız notlar almış, yanlış yollara sapmış, tecrübe etmeye başlamış, bulduğunu sanmış; yanılmış, vazgeçmiş, yeniden başlamıştım.
11 notes · View notes
somehow---here · 11 months
Text
Tumblr media
Giovanni Papini, da "Schegge"
16 notes · View notes
zaaflardaolurmus · 2 years
Text
Ben -belki de bana inanmayacağınız için bunu söylemek istiyorum- ben bir rüya figüründen başka bir şey değilim. William Shakespeare'in bir tasviri bana tam anlamıyla ve trajik olarak uygun düştü: Ben rüyalarınızın yapıldığı maddedenim! Varım, çünkü birisi beni rüyasında görüyor; uyuyan ve rüya gören, harekete geçtiğimi, yaşadığımı ve hareket ettiğimi gören birisi var ve şu anda benim bun­ları söylediğimi görüyor rüyasında. Bu birisi beni rüyasında görmeye başladığı zaman varolmaya başladım; uyandığı zaman varolmayı ke­seceğim
3 notes · View notes
villings · 2 years
Text
En todos los grandes hombres de ciencia existe el soplo de la fantasía.
Giovanni Papini
5 notes · View notes
miskeit · 1 month
Text
Wielki Boże! Kimże ja się stałem? Jakie macie prawo, wy tam, zaśmiecać moje życie, kraść mój czas, szperać w zakamarkach mojej duszy, wysysać moje myśli, traktować mnie jak kompana, powiernika i informatora? Za kogo wy mnie macie? Czy jestem komediantem na etacie, od którego wymaga się, by codziennie odgrywał intelektualną farsę na waszych durnych oczach? Czy może niewolnikiem zakupionym na targowisku, bym na brzuchu czołgał się przed wami — nierobami i składał u waszych stóp wszystko, co zrobię, i wszystko, co wiem? Czyż jestem panienką z lupanaru, której każe się unosić spódnicę albo zdejmować bieliznę jak na licytacji, na skinienie pierwszego lepszego faceta, którego stać na garnitur od krawca? Jestem człowiekiem, który chciałby wieść życie heroiczne i uczynić świat znośniejszym — przynajmniej we własnych oczach. Jeżeli w chwilach słabości, rozleniwienia, potrzeby daję upust gniewowi — rozpalony do czerwoności wybucham wściekłością ostudzoną, bo ujętą w słowa, w jakimś namiętnym śnie opakowanym w poetyckie obrazy — zaakceptujcie to albo nie… ale dajcie mi spokój! Jestem człowiekiem wolnym i ta wolność jest mi potrzebna. Muszę być sam. Czuję potrzebę analizowania swego wstydu i rozpaczy w osamotnieniu; potrzeba mi słońca i brukowych ulicznych kamieni — bez towarzyszy, bez rozmów; muszę stać twarzą w twarz ze sobą, mając za towarzystwo jedynie muzykę własnego serca. Czego ode mnie chcecie? Kiedy mam coś do powiedzenia, publikuję to. Kiedy mam coś do ofiarowania, ofiarowuję to. Mdli mnie od waszej wścibskiej ciekawości! Wasze komplementy są upokarzające! Wasze herbatki — trujące! Nikomu nic nie jestem winien. Odpowiadał będę jedynie przed samym Bogiem — jeśli on istnieje!
— Giovanni Papini
0 notes