Tumgik
#María Ignacia Dafonte Mas
nashlancrew · 3 years
Text
Sola
Te acostumbraste demasiado a estar sola, yo no quiero que vuelvas a estarlo. Quiero que te acostumbres al calor de una persona que te abraza y te ama a diario.
Aprendiste a hacer canciones, a escribir y a jugar al solitario porque nadie quiso acompañarte. Ahora yo estoy aquí, déjame estar a tu lado hasta que tengas que dormir.
Escribías cosas en tu libreta, que jamás convertiste en historia, porque te adormecías en vez de vivir. Voy a enseñarte que está bien apuntar sentimientos, pero es mejor ser capaz de mostrarlos.
De un día para otro, hiciste tus historias en párrafos más cortos; 5 líneas como máximo. Eso no te hace menos escritora, menos narradora, menos humana... menos poeta.
La soledad no te aterra, pero te da frío y te congela, prefieres el calor. No te preocupes, yo prenderé una fogata para las dos, para que te abrigues mientras tienes húmedo y frío el corazón. Y mientras la fogata esté prendida, cantaremos canciones de Siddhartha y contaremos las nubes que verás pasar mientras jugamos a las cartas.
Te prestaré mis audífonos cuando el mundo se te haga demasiado grande y tú te sientas demasiado pequeña, te cogeré de las manos y abriré la baraja porque una vez me dijiste: <<Escapemos jugando un rato, no quiero regresar a mi soledad todavía.>>
Me gustaría prometerte que no estarás sola nunca más, pero como eso es algo que yo desconozco, prefiero prometerte el calor de las fogatas que encendí y seguiré encendiendo en tu corazón cuando te sientas sola.
Si en algún momento sientes que volviste a perder el rumbo, grita mi nombre y aprieta nuestro triskel. Confía en nuestra brújula, te juro que sigo ahí, que estás yendo por buen camino, confía en nosotras.
Pequeña, ábrete a los demás, muéstrales todo lo hermoso que tienes. Muéstrales que tu color favorito depende del día y que tienes una mente brillante escondida tras el fulgor de una lámpara.
Lo vamos a conseguir, no te preocupes, sé paciente. Cuando sientas que no puedes, ven a mí, descansemos y continuemos. Entre las dos haremos de la soledad algo tan finito como nosotras.
Sigue avanzando cariño, no te preocupes, que ya casi llegamos. Te ves tan emocionada y tan feliz ahora, que para echarse a atrás no es momento. Tú puedes, confía en ti.
— María I.
141 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Quote
Te busqué toda una vida sin saber qué estaba buscando. Y llegaste como si nada, deseándome buenos días por las tardes. Nunca pensé que jugaría a buscarte en los cielos sin nubes, y en los jardines con flores. Pero resulta que cada cosa hermosa que existe en el planeta, se siente como una extensión más de ti.
María I.
93 notes · View notes
Text
Y lo odio, odio a todo aquel que trate de hacer daño a una persona a la que amo tanto como te amo a ti.
¿Pero sabes? En este cuento entre guerreros y brujas, me odio la primera, porque soy impotente. Soy un estorbo, no puedo protegerte, y me jode
- María I
78 notes · View notes
Text
Cuando el silencio me desvela...
En noches oscuras, en las que no encuentro salida alguna y solo me pongo a pensar en los errores que he cometido, las personas que se han ido y sobre todo en cómo mi vida ha cambiado en estos años. Pienso en tantas cosas que quise decir pero que callé por miedo, en las mil y una veces que quise comerme el mundo pero había mil y un peros. Al final solo, siempre me quedé solo, pero amé la soledad como el refugio que genera el silencio a aquellos que hablan poco. Otras veces, el silencio se volvió muy ruidoso, ese silencio me acompañó durante mucho tiempo. Solo quería huir... Huir de mí, de mi pasado, del presente, de mis pensamientos y de todo el mundo. Huir en estos casos de cobarde no es, pues no deseo vivir en un mundo de personas de papel. Interés aquí, interés allá ¡¿Hace cuánto que no se ve auténtica sinceridad?! Recuerdo los besos con las lágrimas, los abrazos a la hora de marchar, esa gente que lucha por el mundo que merece y me duele pensar que todo de queda igual. En fin, nos quedamos en robots que obtienen energía de los quizás y del interés aquí o allá.
María I (Finis Filia) & Einsamkeit
37 notes · View notes
va-cios · 4 years
Text
Contigo ya no me dan ganas de decir: 
“Que paren el mundo, que aquí me bajo”
- María I
45 notes · View notes
recordarnos · 3 years
Text
instagram
¿Te gusta la idea de perdernos los viernes? Escondernos en los edificios de Matadero, caminar por el Retiro, ir a tomar un helado por Malasaña, y robarnos besos en las sesiones de V.O. en la cúpula de la Cibeles mientras que nadie nos ve.
1 note · View note
nashlancrew · 3 years
Text
Anatomía de las historias de amor y sus estaciones
Juro que no me había sentido tan bien desde aquella vez que mamá dijo que las cicatrices en ojos de la persona correcta, son arte.
— Manuel Ignacio
Resulta, que la anatomía de un amor siempre será igual, solo que con distintos comienzos. Das vueltas y vueltas con personas distintas, países distintos, horas y minutos diferentes. Los terremotos pasan, los estómagos se revuelven, tenemos los nervios de manera constante a flor de piel. Porque al final es eso, el amor comienza como una conversación que al principio parecía no llegar a ningún lado. Ocurre por derramar un café, por tropezar en las puertas del tren, por contestar una pregunta anónima o por leer un comentario en un video de YouTube que subieron LosPetitFellas.
Y es que las historias de amor comienzan así. Comienzan con un “Hola, ¿qué tal estás? Me gusta ver como bailas en la barra”, “Oye, ¿cómo te llamas? Me parece que nos conocimos en otro lugar, en una clase de filosofía hace 2000 años, en Pompeia quizá”. Empiezan por eso, porque uno de los dos decide perder la pena y dar el primer paso. Siempre será esa dinámica “Alguien conoce a Otro, Otro sonríe, a Alguien se le detienen los planetas cuando Otro sonríe. A Alguien se le eriza la piel cuando lo siente respirar”. Al final las historias de amor son como cualquier otra: tienen su planteamiento, su nudo y desenlace. Alguien se perderá por la calle A, para que el destino le haga cruzarse con Otro en la calle B.
Una vez se crucen, a Otro se le pasará por la cabeza: “Me gusta su manera de hablar, me divierte, me interesa” y es entonces cuando comienza la magia porque en la cabeza de Alguien ocurre lo mismo. Cierra los ojos, y allí se encuentra Otro con su risa invitando, con sus pasos: a la vida, a la felicidad, a la existencia, al sencillo hecho de respirar.
Y entonces es el principio del paso de las estaciones, el amor lo sigue igual que la Tierra, solo que depende de las personas y de las sensaciones en lo más hondo del corazón. Depende de las ganas, de las memorias, de los lastres, de las risas, de las sensaciones causadas con lo más mínimo y ridículo. El orden es igual, no se altera. Primero será otoño, conociéndose y aún esquivos, quizás acercándose un poco. Le seguirá un invierno gélido, cómo los de la Europa profunda, ganarán los miedos y se quedarán con los pies pegados al suelo de esa puta sala como si les acabara de dar un calambre como los de la toma de corriente. Tras haber pasado fríos y nevadas, encerrados en casa y enfrentándose solos a sus miedos y quimeras llegará la primavera. Con la primavera llegará el calor, las flores nacerán bajo el sol y allá por donde mires, estará todo lleno de flores de colores; convirtiendo tu corazón, tu vida y tu existencia en un locus amoenus. Después de la primavera, siempre llega el verano. Rayos de sol en cada esquina, calor, ganas del olor a playa, a salitre. El calor de haber llegado a la cumbre del querer se mezcló con el aumento de temperatura general. De repente, el amor hacía que se sintiera calor en el pecho, en las mejillas, la nuca, las manos; pero sin embargo no era calor del molesto, sino del agradable. Y entonces regresarían al otoño, ya sin ser tan desconocidos, para pasar al invierno, pero ya no tan exhaustos, no tan distintos. Esta vez no tan inseguros, no tan inquietos ni tan vulnerables, pero siempre existía la posibilidad de un escalofrío gélido bajando desde el nacimiento del cabello hasta la punta de los dedos.
Alguien escribía poesía, Otro dibujaba, sin darse cuenta se convirtieron en la inspiración ajena. Se cruzaron un día, así porque sí, tras un montón de letras y papeles. Allí comenzó el otoño, donde solo eran dos personas que comenzaban a conocerse, con la creencia inocente de que un par de versos y frases sin sentido no llevan a ningún lado. Eran la versión contraria de cada uno: Otro con tanto silencio, y sin embargo Alguien con tanto sonido. Alguien con tanto color mientras que Otro no era más que un blanco y negro constante, Otro tocaba la guitarra para acompañar al piano de Alguien. Al final, sin quererlo se complementaban en muchas cosas y fue lo que despertó la curiosidad del otoño. Otro se preguntaba como se vería el caminar junto a Alguien, como sería el escuchar su risa, ver su sonrisa y saber que ambas cosas que le generaban tanto bien al mundo eran a causa de otro. Todo porque Alguien, no miró su vida como un cajón de-sastre No lo vio como eso a pesar de ser un desorden de letras, personas, notas, sucesos y lugares que parecían no tener una conexión entre ellos. Alguien observó con curiosidad, pensando tras sus pupilas, tras todos esos huesos y vasos sanguíneos; que también tenía un cajón como el de Otro, que al final no eran tan distintos. Quizás, podían ser inescrutables juntos.
Tras el otoño y ese torpe (re)conocerse, apareció el invierno, con su frío, sus nieves y ventiscas. Junto al hielo que hacía a las aceras resbaladizas, llegó el que dejaba inútiles las cerraduras. El que dejaba inútiles las cerraduras del coche, las de la puerta del piso, pero, sobre todo, el que hacía inútil las cerraduras del corazón. A ambos se le enfrió el corazón a base de inseguridades: Otro aprendió a vivir sin compañía y no quiso volver a ilusionarse, desconocía el beneficio de enamorarse de alguien que podía dejarlo peor a como se habían conocido, pues al final los trozos pueden romperse hasta materializarse en polvo. No quería darle su vida a otra persona. Alguien en cambio, agarró la costumbre de preocuparse primero por lo ajeno y después por lo suyo. Prefería llevar el primer puesto en los destrozos, quería ser aquella persona que estuviera al pie del cañón para todo el mundo a pesar de que eso a veces pudiera resultar imposible. No reconocía sus manos, su rostro, pues se estaba quebrando poco a poco y no quería hablar para no resultar molesta. Alguien odiaba ser vulnerable porque sentía la necesidad de ser constantemente fuerte por los demás, ser eternamente Atlas, sin tener quién pudiera ser el suyo. Ambos pensaban: “¿Me dolerá? ¿Moriré? ¿Me dañará? ¿Me querrá, así como me encuentro, a pesar de no estar en mi mejor estado?”. El invierno poco a poco se fue terminando con el paso de los días, para dar paso a la primavera. Decidieron darse una oportunidad, porque se demostraron que valía la pena dejar que llegara una nueva estación.
Comenzó la primavera y de repente, todos los esquemas se rompieron. El mundo de Otro ya no era tan monocromático y Alguien creó unos colores más suaves gracias a los blancos de ese constante mundo de película muda. Se dieron todo lo que tenían. Jamás se dieron lo que les sobraba, porque tenían tanto amor, que era ridículo en demasía entregárselo a alguien más. Se enseñaron, que hay sueños de los cuales, sí se vive, y que la persona correcta siempre va a ver arte en cada parte de tu anatomía. Verá arte en tu cabello, en tus kilos de más que no te dejan mirarte feliz al espejo, en tus dedos callosos, en tus ojos cansados pintados con ojeras, pero siempre brillantes. Eso para la persona correcta siempre será arte. Se conocieron, se gustaron, se quisieron, se desearon y junto a eso, se amaron. Se veía en los poemas de Alguien, en los dibujos de Otro. Aprendieron a quererse con la cabeza, con la punta de los dedos y con lo más importante también, con el corazón. Algunas flores comenzaban a desaparecer para dejarle entrar al verano sin saber que para esa estación se habrían desnudado el corazón y el alma sin ninguna clase de reparos.
El verano fue marcado por ese primer “te amo” y ese primer “deseo una vida a tu lado”. Los veranos están marcados por el deseo de pasar siempre una vida con esa persona, es una calma satisfactoria y adictiva. Porque al final, durante el verano se alegraron la vida, pensando en su posible casa, sus viajes, sus gatos… Tenían miedo a regresar al otoño y convertirse en dos desconocidos que sabían mucho el uno del otro. Tenían miedo a olvidarse de lo que vivieron. Hay algunas zonas del mundo donde no existe el otoño, ni el invierno; sino que solamente existe un “verano primaveral” y un “verano caluroso”. A pesar de tantos miedos, de tantas dudas, Alguien y Otro alcanzaron eso. Alcanzaron el eterno primavera-verano. Su desenlace fue un eterno estado de calidez. Muchas historias no terminan como empiezan, ni todas empiezan como terminan. No todas son tragedias, sino que algunas son comedias, eternas noches de verano.
Mi prototipo de gran amor siempre será un eterno primavera-verano.
— María Ignacia Dafonte Mas
80 notes · View notes
nashlancrew · 3 years
Text
Consuelo sonámbulo
Siempre te ves triste. Es como que tus ojos siempre son una mecha mojada, por mucho que trates de usarla, jamás prenderá fuego. Ellos nunca brillan, al menos no desde hace mucho.
Te digo que levantes la cabeza, que me mires y continúas sin sonreír. Te cuento un chiste y no te ríes. Hace mucho que no te oigo reír. Te hablo de tu banda favorita, de tus libros o tus pelis; y nada, parece que tu gesto jamás cambiará.
Me dan ganas de preguntarte que es lo que te tiene tan triste, quiero saber por qué ya no hablas con nadie, por qué ya no cantas por los pasillos o sueltas frases de canciones que no conozco. ¿Dónde estás?
Te pasas el día entre libros, con tus auriculares y tu móvil. No quieres hablar con nadie. Achinas los ojos cuando das las gracias, pero no haces mucho más. Aún no entiendo por qué te cuesta tanto sonreír como antes.
Hace unos días, te oí llorando. Estabas sentada en el césped del parque al que solemos ir a pasear, y lágrimas corrían por tus mejillas mientras que te agarrabas las piernas. ¿Qué es eso que no le quieres contar a nadie?
Me acerqué a tu lado y no levantaste la vista aún. Tenías el pelo revuelto, la camisa mojada, los dedos blancos. No pude evitarlo y traté de estrecharte entre mis brazos. Me viste y rompiste a llorar más fuerte.
"Estoy tan cansada de todo", comenzaste a decir. "Estoy tan cansada de no sentirme bien, de sentirme tan culpable. No quiero llorar más por esto pero no puedo. Solo quiero volver a ser yo, no sé que es esto, no sé quién es este ser tan triste en el que me he convertido y que solo sabe extrañar. Quiero volver a ser la de antes María, eso quiero, quiero volver a escribir, pero mi tristeza se lo llevó todo y no sé como hacerla parar".
Te veías tan triste, tan rota que no sabía como ayudarte. No sabía como volver a pegar tus piezas e hice mi mejor intento abrazándote cada vez más fuerte como si eso fuera a hacer que te recompusieras y no te fueras a separar de nuevo.
"Lo siento" comencé a susurrar entre lágrimas yo también. "Lo siento por no haber estado cuando me has necesitado, pero te juro que con el tiempo las cosas mejorarán Nash. Con el paso de los días dejarás de sentirte tan triste, volverás a escribir, volverás a cantar y tus lágrimas serán menos. Date tiempo, las cosas mejorarán, te lo prometo."
Una vez dicho esto, volviste a mirarme y entre los ojos nublados me dedicaste una gran, gran sonrisa. "No te preocupes, este dolor que sientes ahora, no será para siempre. La soledad no será por siempre, recuerda que yo te quiero".
Te volví a abrazar y me desperté. Creo que para volver a ser yo, necesitaba consolarme en sueños.
- María I
41 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Text
Mentiría al decir que puedo vivir sin ti, porque como el aire, te has vuelto necesaria para mi existir. Cuando contemplé tus ojos por primera vez, pude notar que algo en mí entraba para hacerme vivir. No comprendo cómo, pero siento que estaba toda mi vida esperando por ti. Mis manos sudaban, mi corazón latía sin cesar, te acercabas y no encontraba palabras para decirte que te estaba buscando, todo este tiempo, y no era porque te conocía de hoy, sino porque siento que te conocía de siempre. 
En algún recuerdo pasajero, te vi conmigo, caminando y sonriendo en regiones donde no había sino solo naturaleza; estabas conmigo, juro que eras tú, porque te vi de nuevo y causaste lo que solo alguien que amé desde la eternidad puede hacer. Para mí eras el significado de amor, amor sin mencionar lo físico, sin mencionar lo terrenal, una esencia pura, una vista de lo eterno, inmarcesible sentimiento, eras esa esencia, dulce estrella.
¿Cómo le explico al universo que hay cosquilleos y temblores que perduran por siglos y décadas? ¿Cómo demuestro que hay almas que se pierden, pero siempre se encuentran? Siempre existirán esos amores atemporales, existen tanto como aquellos que nunca serán. Te amo más allá de todo. Te amo más allá del miedo, más allá de la incertidumbre, más allá de todo lo negativo que pueda aparecer cerca de nosotros. Cierro los ojos, y me pregunto, el porqué eres capaz de hacerme temblar sin tener que mirarme a los ojos. 
Me pregunto, como hiciste que perdiera la compostura con tan solo dos horas escuchándote cómo jamás te escuché. Aún recuerdo tu voz en mis oídos y me recorre un escalofrío desde la base de mi cuello hasta la parte más baja de mi espalda. Es uno placentero, de esos que jamás he sentido, me gusta esta clase de primeras veces contigo. A veces pienso, en como será enroscar mis dedos en tu pelo, enredar mis piernas con las tuyas, en sentir tu calor en vez de ser presa de una imaginación de madrugada. Aún estando tan lejos, te sentí tan cerca, que quise perderme entre mis sábanas un momento más.
Escuchar entre sábanas / Ángel Garibay, María I
95 notes · View notes
nashlancrew · 3 years
Text
Juntos por Atocha - Puerto Vallarta x Madrid
Adora esos viernes en donde las palabras sobran y todo se convierte en fotogramas creados por la memoria. Adora ver los dibujos que forma tu rostro cuando la miras, ¿así te ves cuando piensas en ella?
Te encuentra en cada canción que escucha, y ahora no está siendo la excepción. Te lee, te canta, te imagina, te piensa, te versa, te conoce, te ama, acá a su lado te quiere. Cierra los ojos y estás, escucha una canción y estás cantando para ella, huele algo y resulta tan agradable su olor que considera que también proviene de ti.
No comprende como le das tanta calma, contigo puede dormir sin preocuparse del mundo ni de lo que mañana pudiera pasar. Fue encontrarte a su lado en esa estación imaginaria del barrio de Atocha y puede jurar que el tiempo en seco se le paró.
Quiere enseñarte todo lo que pueda, que no es mucho, pero sin embargo, es desde lo más hondo de su humilde corazón. Quiere demostrarte todos y cada uno de los motivos por los cuales eres arte y por qué quiere visitar contigo todas y cada una de las calles.
Eres eso que nunca se explicó, eres ese deseo de lágrimas de San Lorenzo acumuladas, y de los dientes de león encontrados por la calle. Eres los pétalos de sus margaritas en esos “¿Me quiere o no me quiere?”. **Cariño, te adelanto que esta chica no te quiere, esta chica te ama y tú también la amas. **
A ambos siempre os han dicho que a una persona se la enamora día tras día. El amor no entiende de idiomas, ni de unidades de medida. No entiende de guerras mundiales, ni de pandemias globales. No entiende nada sobre los océanos o planetas. ¿Qué pega le va a poner algo inmaterial a un tren, barco, coche o avión?
Porque el amor existe más allá de los besos, de los abrazos, de los pies torpes enredados. El amor es una explosión que llena con calor procedente de la ternura hasta el último rincón de tus vasos sanguíneos. El amor será cada vez que ella se derrita por escucharte cantar canciones de León Larregui y de Ed Maverick. Siempre va a ser ese arreglo, porque no te gustaban las cámaras azules: “Pero aquí de frente y verte enfrente con tus ojos cristal”.
A todos les resultaba curioso, porque es esa clase de amor que sorprende a uno. Es esa clase de amor que te toca la puerta y te dice que no desaproveches la oportunidad porque es una persona que te mostrará todo el mundo sin necesidad de irse a ningún lado.
Tú hacías la habitación de ella tan grande como el universo. Un lugar de secretos, de amor, de cariño, confianza, cosquillas infinitas donde no se conocían los límites de las dudas, al menos la mayor parte de los días. Tras las puertas de su dormitorio, se mostraban toda clase de planetas, desde los que eran secretos tras las conexiones de lunares y los que se escondían tras de los libros de ella sin abrir.
Sin verse, sin tocarse, sin poder besarse, se declararon un amor tan puro que ya a sus corazones no les era ajeno las ganas de mirarse más allá de esa pantalla infernal, que tanto los ayudaba y limitaba simultáneamente. Con el paso de los días, sus cuerpos conocieron sin ayuda de las manos, y de las inseguridades se fueron deshaciendo minuto tras minuto.
Perdona, pero no te creas eso de “amor de lejos, amor de pendejos”, porque al final no te sirve de nada tener a alguien cerca si no te desordena los planetas y te anima a ser mejor. ¿De qué te sirve enamorarte de un cuerpo, a los ojos de la gente, si la belleza física se marchita y luego se queda como un recuerdo cualquiera?
Vosotros os enamorasteis con las almas por delante, y los cuerpos por detrás, no como los demás. Todo comenzó, por un mensaje accidental, para terminar soñando que camináis juntos por Atocha, los amores a distancia también son de verdad.
- María I
79 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Quote
Cuando voy tú ya has regresado, es como si me conocieras mejor de lo que yo me conozco a mi misma. Es como si me completaras, una vez tras otra y entre los dos hiciéramos puentes entre los universos, entre todos nuestros planetas. Tú, que me rompes los esquemas y me dejas la vida como nueva. Joder, es que eras tú, siempre fuiste tú pero no lo quisimos ver. Pase lo que pase, quédate en mi vida, porque me haces mejor persona, porque siempre fuiste tú.
Tú, tú y tú / María I
94 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Quote
Quisiera saber por dónde vas, si andas cerca de casa, si piensas en mi o en las flores de mi ventana. Quiera saber por dónde vas, para encontrarnos, robarte un beso, pasarme a saludar. Solo quiero saber si ya vas a llegar.
Saber por donde vas / María I
58 notes · View notes
nashlancrew · 3 years
Text
Te recordé cuando vi llover
No supe actuar como, de repente ya no estabas. No sabía disimular tu nombre, que estaba escrito en cada recodo y esquina de mis recuerdos.
A veces no comprendo como pasaste de ser un sueño agradable a una de mis peores pesadillas. Hace unos meses habría hecho lo imposible para que te quedaras, para que fuera mi nombre el cual tuvieras en la mente cada segundo de cada hora. Pero ahora te quiero todo lo lejos que puedas estar. Te quiero tan lejos que olvide tus muecas, tus gestos, tus canciones favoritas y tus miedos.
Van pasando los días y poco a poco voy desdibujando tus pasos y coloreando por encima los de alguien más. Tu rostro se va desenfocando hasta que me doy cuenta de que ya no te recuerdo, que no te conozco. Quizás eso es lo mejor para los dos, porque de todas formas: ¿Qué cambias y que cambio yo a un barco que ya hace mucho que ha naufragado?
Hice bien en no aprender a recordarte con la luz del sol, con el comienzo de la primavera o con mi vestido preferido. Cometí el error de asociarte con las mejores canciones de mi repertorio, pero creo que es un error tan humano como cualquier otro. Espero que ya no regreses, y que si piensas en mí te alegres, porque de verdad te di todo lo que tenía.
Creo que por eso cuando veo llover pienso en ti, porque idealizo la lluvia, pero no me termina de gustar. Por eso él es el sol tras todas mis tormentas y aguaceros. Él es el hijo del verano, no solo porque su cumpleaños sea el 9 de junio, sino porque trae luz y llena de color cualquier sitio al que va. La gente, las plantas, las calles y los amores de primavera agradecen su luz. Siempre va a ser su lado más agradable que el tuyo, pero también te dije siempre que no pasaba nada por equivocarse y así crecer.
Al final la historia solo se puede escribir a base de tropiezos y errores. Nunca negaré el estar agradecida porque hayas sido el mejor de mis errores.
Así que no te preocupes, no es un "Por favor, ojalá no haberte conocido", es más un "Gracias por haber estado pero más aún, por haberte marchado para no volver"
- María I.
34 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Quote
Puede que tengas razón, puede que sí haya pasado. Sí es posible, que te haya imaginado sin vergüenza, sin miedos y queriendo callar las ganas en la boca y escribir más allá de tu móvil y de los folios. ¿Y qué sí ha pasado? Te quiero auténtico, vivo, disfrutando, conmigo, pero libre. Siempre siendo libre y que me escojas cada noche porque me lo merezca. Porque quiero fallecer donde se crucen nuestras ideas y esos mil y un "No joder, ella es mía, ella es mi mujer hermosa y única. La quiero conmigo, no quiero que existan más llaves de la mía". Porque nos quiero así, muy tuya, muy mío pero sobre todo muy nuestros.
Muy nuestros / María I
44 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Quote
¿No te pasa que ya no sabes qué contarme por qué tienes la sensación de que ya lo sabes todo? Eso me pasa contigo. Me montas un terremoto bajo los pies y sonríes como si eso no fuera cierto, eso lo magnifica y yo solo quiero saber si vendrás a agarrarme de las manos para temblar juntos
Terremotos a sabiendas / María I
44 notes · View notes
galaxia-de-escritos · 3 years
Quote
Donde quiera que estés, sigo deseándote bien, aunque ya no quieras saber nada de mi, y yo tampoco de ti. Solo vine a decirte que convertí las heridas que me hiciste en arte.
Convertir / María I
52 notes · View notes