Pensando en geografías
Joyce escribió el Ulises en Trieste, ciudad costera del Adriático NE, capital del Friuli Venecia, frente a la desembocadura del Po. Ese lugar es nada más y nada menos que el Argos.
Muy cerca está Lošinj. Esa isla croata —que según Google Maps es una Isla arbolada con playas de piedra, coloridas aldeas venecianas de pescadores y rutas de ciclismo y caminata— es la mítica Circe. Nombre de la isla sepulcral y de la hechicera que la habitaba, la divina entre las diosas.
«Y llegamos a la isla de Eea, donde habita Circe, la de lindas
trenzas, la terrible diosa dotada de voz, hermana carnal del
sagaz Eetes: ambos habían nacido de Helios, el que lleva la
luz a los mortales, y de Perses, la hija de Océano» Homero. Odisea Canto X
Alrededor de la medianoche de ese único día, Stephen y Lynch toman el tren hacia la zona roja: Nighttown. Bloom los sigue. Van al burdel de Bella Cohen. Rompen una lámpara. Discuten con dos soldados ingleses, se agarran a trompadas. Estas son las peripecias narradas del capítulo XV, el capítulo en el que todo cobra vida y a la vez se evanece en la irrealidad.
Psicodrama cómico, delirio, exageración.
Cuidado, ahí vienen las lámparas parlantes y te dicen cuánto te sale el boleto del tren que en realidad es un dragón con plumas del que emerge el misionero judicial de la Sociedad de Protectora de Sacerdotes Reformados. Cuidado, mejor ni entres al capítulo más áspero y alucinado, mejor guardate cuando nadie duerme, la medianoche de ese único día, la hora de la bruja, la hora de Circe.
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Capítulo 13
Por un momento, nadie se movió. Entonces, la cara de Yoongi se contorsionó en una expresión mitad aterrada, mitad llena da enojo. Antes de que pudiera avanzar, Namjoon chasqueó sus dedos de nuevo.
Yoongi se congeló.
Todo se congeló, en realidad. Las llamas de la chimenea, el goteo del agua en la ventana, incluso el movimiento de las sábanas con las que Jungkook se cubría avergonzado.
Namjoon chasqueó sus dedos de nuevo, y ahora los dos estaban en otro lugar. Un lugar diferente.
Un prado, una arbolada. Hierba en un campo.
El lugar del sueño de Jungkook.
—Eso fue perfecto —dijo Namjoon, aplaudiendo nuevamente. —. Te dije que haría que sucediera, ¿no? Jimin actúo espectacularmente.
La boca de Jungkook se abría y cerraba. Estaba vestido ahora. Namjoon lo miraba de forma peculiar.
—Jimin era mi agente —Namjoon le dijo para ayudarlo —. También me gustaría decir, perdón por traerte a este mundo. Pero eras el candidato perfecto.
—¿Namjoon? —repitió Jungkook roncamente —¿Qué estás haciendo aquí?
—Oh, simplemente salté a este universo. —el investigador le sonrió mostrando sus hoyuelos.
—¿No estoy en el pasado? —preguntó Jungkook. Nada se sentía real.
—¡Lo estás! Quiero decir, están en un pasado. No el pasado que conoces —Namjoon extendió una palma —. Mira este lugar, Jungkook. ¿Te parece que la antigua Italia tendría personas llamas Jimin haciendo augurios? Y los magistrados son Romanos, no asiáticos o Etruscos, la cual es la cultura en la que casi todo está basado. Te enseñé mejor que eso.
Débilmente, Jungkook preguntó, —¿Entonces qué es este lugar? ¿Dónde estoy?
—Es el mundo de donde soy originalmente —dijo Namjoon —. Hay miles de dimensiones y he estado buscando en estos espacios para su candidato ideal. Fuiste mi mejor opción, por supuesto.
—¿Su?
—Para Yoongi —reveló Namjoon como si no fuera nada —. Puedo saltar en el pasado y futuro en el tiempo. Examiné toda tu vida y personalidad y me inserté como un arqueólogo durante tus años de universidad para evaluar la compatibilidad.
El Jungkook de corazón golpeaba su pecho en vez de latir, como un tambor pesado.
—Fuiste perfecto para él —continuó Namjoon. El cerebro de Jungkook como que se rompió. —. Asha y yo hemos estado peleando por...miles de años, en realidad. Tuvo suerte de conseguir a alguien tan dedicado como Magistrado.
—Eres...eres...
Namjoon levantó una ceja. —¿No lo has descubierto aún? Hay una razón por la cual te elegí para que te unieras a la excavación con nosotros.
—Nerein —dijo finalmente Jungkook, con la sangre helada. —. Eres un Dios.
Riéndose, Namjoon juntó sus manos, complacido.
—De hecho, lo soy. Me alegra que lo descubrieras, chico. Fue un dolor esconderme en tus sueños, sabes.
El hombre que le había enseñado, quien lo había ayudado a entrar a su trabajo de tiempo completo y lo ayudó con su éxito personal, la figura más influyente en su vida, aparte de su familia y Taehyung. Namjoon, cuyo nombre real aparentemente era Nerein.
—Me mentiste. Me usaste.
—Lo hice —respondió Namjoon —. ¿Y quién eres ti, un simple mortal, para juzgarme?
La actitud normal e inteligente se desmoronó y de pronto Jungkook entendió el significado de la palabra Dios. Poder inundó el espacio construido falsamente en olas y las rodillas de Jungkook se sintieron abruptamente débiles.
La comprensión fluyó como una presa rota, furiosamente. —Esto simplemente fue un juego para ti y Asha.
Ante eso, Namjoon se miró un poco arrepentido. —Fuiste un peón en medio de nuestra disputa. Aposté que tentarías a su Magistrado para que se alejara de sus deberes, para probar que un individuo de mi elección podría tambalear su imperio.
—Y tenías razón —dijo Jungkook. —. Maldito bastardo.
Oh, pobre Yoongi. El corazón de Jungkook se apretó.
Namjoon posó una mano contra el tronco del árbol. Comenzó a crecer rápidamente y de pronto comenzó a florecer. Las ramas los refugiaban en las sombras. —¿No estás sorprendido por esto?
—Por supuesto que los estoy —respondió Jungkook, mirando al árbol con recelo —. No puedo creer que algo de este sea real. ¿Dioses? ¿Dimensiones alternativas? Es ridículo.
—Quizás —concordó Nmajoon. —. Mezclarme en los últimos años con ustedes, los mortales, ha puesto las cosas en perspectiva. Por ejemplo, lo pequeño...que eres.
Jungkook retrocedió un notable paso, poniendo un poco de distancia entre ellos.
—¿Ahora qué?
—¿Disculpa?
—¿Qué va a pasar ahora?
Namjoon levantó la mirada del árbol que examinaba para mirar a Jungkook y frunció el ceño. —Uh. Bueno, ciertamente te aprecio. Supongo que puedo devolverte a la Tierra.
Alivio se esparció por sus venas, hasta que Jungkook se dio cuenta de que Namjoon no dijo nada acerca de Yoongi.
—Y Yoongi, ¿qué hay sobre él? —preguntó Jungkook, con temor formándose en su estómago.
—Oh, está acabado. —Namjoon movió su mano en un gesto de despectivo. —. Asha no perdona, es una diosa de la guerra.
Jungkook lamió su labio nerviosamente. —¿A qué te refieres con "está acabado"?
—Probablemente lo matará.
Silencio absoluto.
—¿Hablas en serio? —la voz de Jungkook se quebró. —¿Solo porque durmió conmigo?
Namjoon sacudió su cabeza. —No porque durmió contigo, porque reconoció sus sentimientos hacia a ti. Eso es tanto un lapsus en sus deberes como una confesión.
—¡Pero sigue siendo leal a ella!
Eso era evidente. Yoongi había dedicado su vida a Asha.
—¿No te lo dijo? —preguntó Namjoon, frunciendo sus labios. —Otros Magistrados pueden casarse o clamar Hasta-val, pero no los Magistrados de Asha. No tienen permitido ese lujo. Es tradición.
—No sabía eso.
—Bueno, ahora lo sabes.
Después de una incómoda pausa, Jungkook dijo. —Tengo que salvarlo, de alguna manera. No puedo simplemente dejarlo morir. No por mí.
No, ciertamente no por Jungkook. Pero la cara de Namjoon era dura y simpática.
—No puedes hacer nada.
—No, no puedo —dijo Jungkook, y miró a Namjoon directamente a los ojos. Eran amigos y tenía que creer eso. —Pero tú puedes.
El tiempo se desvaneció de galaxias a eones y de eones a segundos. El cerebro de Jungkook, desafortunadamente, estaba como pasta.
Jungook parpadeó para aclarar su vista y despertó en el templo donde fue encontrado por primera vez por Jimin, con la enorme estatua de Asha mirándolo. Namjoon debió haberlo dejado aquí.
—Hola —dijo Jimin, sonriendo. Y, wow, Jungkook estaba teniendo un serio sentimiento de deja vu.
—Jimin —dijo Jungkook, con las emociones todavía tumultuosas. La última vez que había visto a Jimin fue cuando Jimin intentó matarlo, después de todo.
—Sabes la verdad ahora.
Jungkook se inclinó, frotando su frente. La manera en que Namjoon viajaba era un tanto dolorosa.
—Nunca fuiste un agente de Asha —frunció el ceño Jungkook —eras un agente de Nerein.
—Te equivocas. Soy un agente de los dos —le corrigió Jimin —. Es mi creencia personal que uno no puede seguir solamente un dios en nuestro panteón. Puedo adorar el amor y la guerra, mientras también adoro la paz y la tranquilidad. Sin embargo, esto va en contra de la tradición de Asha.
Jimin le ofreció una mano a Jungkook y lo tiró. Se puso de pie.
—O sea, ese día que intentaste "sacrificarme" ...
—Era una farsa. Nerein quería empujar a Yoongi a la acción, y, por lo tanto, forzarlo a admitir sus sentimientos por ti.
Así que a eso se refería Namjoon en el sueño, cuando le dijo a Jungkook que "haría que sucediera". También explicaba la serena e inquietante calidad de la presencia de Jimin desde el principio; como es que sabía que Jungkook iba a estar en el templo en primer lugar y, posteriormente había hecho todo dentro de su habilidad para hacer que los otros confiaran en Jungkook. Todo estuvo planeado por Namjoon, ese hombre inteligente. Jungkook apena podía creerlo. Namjoon era un puto dios de otro mundo.
—Todo esto —dijo Jungkook —estuvo precipitado por un estúpido juego. Y ni siquiera era el de Asha.
—¿De verdad pensaste... —enunció Jimin —que Asha le daría un amante como regalo a Yoongi? Es la diosa de la guerra, no de la felicidad.
—¡Pero es la diosa del amor!
—Pasional, fantasioso. El tipo de amor corto —Jimin sacudió su cabeza —No una fundación para una relación estable. La estabilidad es de Nerein.
—Así que Namjoon- Nerein, cual sea su verdadero nombre —Jungkook estaba bastante resentido —, quería darle a Yoongi una relación estable y amorosa.
Demándenlo. Estaba incrédulo.
—Es la antítesis de lo que Asha representa. Y, por lo tanto, había motivaciones personales también.
—¿Motivaciones personales?
Jimin sonrió de nuevo, de manera suave y misteriosa. Puso una mano contra la frente de Jungkook. Sin quererlo, la cabeza de Jungkook comenzó a sentirse esponjoso y aturdida.
—No es nada para preocuparse —declaró Jimin, su voz haciendo eco más y más lejos en el cráneo de Jungkook, hasta que todo comenzó a desvanecerse. —Duerme.
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