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#avenida-de-escritos
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grungch
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ladycats-posts · 2 years
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Dejé las adicciones, pero ahora soy un@ depre adict@ al celular...
Hacer ejercicio y deporte me sacan del Inframundo, pero hoy me hundí en la cama... Creo q terminaré Orange is the new black...
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realidaddetess · 2 years
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Arruine tantas cosas maravillosas de mi vida, solo por estar tanto tiempo triste....
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iamintpromedio · 2 years
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Seguridad, una palabra con muchas definiciones, poéticas y casuales.
Comodidad, palabra que es dar todo pero a la vez nada.
Miedo, un pasillo negro lleno de almas oscuras.
Trauma, un hilo delgado cubierto de mantas naranjas.
Vergüenza, ¿Que es? ¿Que somos? ¿Quien eres?
Humillación, la mujer acusada.
Tantas definiciones para un sin mar de personas.
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ursocongelado · 7 months
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Balões
Eu era muito jovem e acreditava em anjos. Nesse tempo nutria o sonho de ter um livro publicado e reconhecimento. Andava com contos escritos à mão em cadernos de capa dura e parava em bares, praças e às vezes ligava para números aleatórios e perguntava "você deseja escutar um conto?" a loucura é um troço muito bonito e charmoso. Até hoje acho isso. Todo mendigo é um livro não lido. Um quadro violento de Goya ou surrealista de Salvador Dali. Lá pelos anos de 1999 um sujeito resolveu me escutar num banco da praça do congresso. Ele parecia bem mais iludido e ingênuo do que eu. Segurava balões de gás hélio e bebia cachaça disfarçada numa garrafa de agua mineral. Já tinha visto o cara algumas vezes pela praça. Gostava de olhá-lo de longe. Admirava o desleixo. O desinteresse. Seu olhar vazio diante da avenida. A imagem dele era poesia para mim. Cinema. Sentei minha bunda no banco quente da praça e li um conto e escutei uma das coisas mais fortes que já escutei na vida: "Não entendi muita coisa da tua história, garoto. Só sei que a vida da gente é que nem balões. Uma hora estamos cheios de gás, subimos, subimos, subimos no céu e depois caímos secos no chão". Quase ninguém me conhece. Talvez o personagem. O sujeito que njá fez um monte de merdas. O escritor fodido. Miserável. O alcoólatra e etc, mas tenho uma certeza: também sou um balão querendo voar. Meu gás hélio é a literatura. Chorei hoje quando acordei no albergue onde estou morando lá no bairro Morro da liberdade. Agradeci por ainda me sentir bem escrevendo contos e poesias. O resto é vaidade. Cemitério de balões secos.
Diego Moraes
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follame-apolo · 23 days
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Se me hizo algo extraño volver a ponerme en marcha una vez que me había asentado entre las avenidas de tu pueblo, y hasta me las había aprendido de memoria, pensando que serías mi hogar por una larga temporada. Pero doy gracias al cielo por haber estado tan equivocado en aquel entonces y de que no resultara totalmente imposible el poder continuar con mi camino de nuevo.
No puedo negar que en las semanas qué continuaron a nuestra despedida, yo permanecí aun sentado en aquella banca del parque que solíamos frecuentar los dos, como si realmente no hubiera pasado ese malentendido entre nosotros. Permanecí largo tiempo en pausa, detenido del tiempo y de la vida, como si fuese igual a una estatua de piedra, perenne, inmóvil, ausente.
Observé todo el rato la pantalla de mi celular apagada, esperando a que se encendiera, mostrándome un mensaje con tu nombre escrito en ella; algo de lo qué jamás sucedió.
Ha pasado el tiempo, y con el pasaron también las estaciones. Ha cambiado el paisaje que observo, y con el cambiaron también las prendas que visto, los abalorios que llevo, el tono de mi cabello y el brillo de mis ojos.
Sigo manteniendo el mismo nombre que ya conoces, pero ya no respondo cuando me llaman.
Sigo teniendo el mismo número de celular que ya tenias de antes, pero ya no respondo cuando me llaman.
Sigo paseando por las calles de tu pueblo, evitando obviamente el camino rural que me lleva directamente a tu apartamento, simplemente me detengo en el cruce que hay entre el polideportivo y tu casa, y únicamente observo.
Ya no respondo cuando me llamas.
Y aunque todavía no he escuchado tu voz pronunciando la melodía de mi nombre de nuevo, por si acaso sucede, es por lo que llevo siempre los auriculares puestos con la música a todo volumen.
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transcrevendomeucaos · 6 months
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Sobre prazeres tardios, desigualdades e ocupação de espaços negados.
Desde que me entendo por gente, sobrevivo, com o básico, e as vezes nem isso. O tema abordado aqui é particular apenas a partir da minha perspectiva, mas ao longo da minha trajetória, tenho aprendido que o subjetivo transcrito também gera identificação.
Cresci numa família de matriarcas provedoras, a sobrevivência de suas ninhadas sempre foi prioridade, e quando crescemos com referências tão potentes, entendemos desde cedo a separar o necessário do supérfluo.
Amadureci muito cedo, entendendo e respeitando os nãos que a vida nunca cansou de me dar. Todos os dias você aprende que até o direito a vida irão te negar.
A falta do básico me ensinou a temer o faltar, mas principalmente, a falta do básico foi primordial para que eu aprendesse a me privar, aceitar o que me davam e a esperar... Esperar o próximo mês, o próximo ano, a próxima oportunidade.
A primeira vez no cinema um pouco antes dos dezoito, a franquia famosa de fast food depois dos 19, ocupar espaços de cultura depois dos 20, passear na avenida mais importante de São Paulo aos domingos, transitar entre as classes sociais através dos Shoppings... São marcos de prazeres tardios que somente a necessidade do supérfluo me proporcionou.
Mas não engane, o acesso ao supérfluo também traz consigo a preocupação com o código de vestimenta, os olhares de desconforto com a sua presença, a solidão em ser na maioria das vezes o único preto do espaço, a falta de manejo para se alinhar com as outras realidades e o desconforto de se sentar a mesa com a desigualdade e perceber o que ela não proporcionou a você.
Hoje, entre uma conversa e outra entre amigos - que partilham de vivências como as minhas, me proporcionaram o acesso ao deleite de consumir naquela franquia famosa de sorvetes. Entre o desconforto de ocupar um espaço que não espera que eu o frequente, e a importância de aproveitar companhias tão queridas, tentei não olhar para a desigualdade que caminhava em cada pessoa que por ali passava, onde me identificava com quem estava ali para servir, vivenciei mais um prazer tardio.
Retorno para casa entendendo a importância de corpos como o meu ocuparem espaços como esses de forma corriqueira e comum assim como é para os demais. Talvez esse escrito seja um pouco mais além do que se propõe.
A privação do acesso a equidade torna o simples extraordinário, e gostaria de encerrar mencionando uma fala que parte de um diálogo que surgiu durante um processo seletivo:
"Não é sobre se tornar rico, mas sobre ter acesso ao básico para uma sobrevivência digna."
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shiromya · 11 months
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Fui demasiado sincera con mi psiquiatra tengo suerte de no estar internada :)
Es que me dio un bajon horrible y pues la verdad tenía que expresarme, al parecer necesito unas vacaciones de mi vida, alejarme un tiempo. Lastima ahorita no puedo.
Han pasado cosas buenas, pero igual me quiero matar. He bloqueado gente que me lastimó, lastima me se cosas de memoria de tanto que lo hizo pero bueno en algún momento se me olvidará. Lo que más recuerdo es que le hice enojar xd pa que me bloqueara, sus 70 llamadas cada 5 min y algunos mensajes violentos. No neccesito decir quien es, esto siempre será anonimo y bais. También recuerdo cosas lindas pero eso es cosa mía, esa persona ya se murió ya no existe solo son recuerdos y recuerdos se quedarán uvu.
He pensado mucho acerca de si esto es un castigo por todo el daño que le hice a las personas que más amé y a la que más amo, así que acepto el castigo, y demostraré que ese castigo me la pela (? Lo aguantaré, lo acepto, pero también acepto que merezco que mi vida mejore. Sufriré lo que tenga que sufrir, pero con limitaciones, porque aquí no se complace a nadie (?
Todos tienen su castigo en algún momento.
Espero que las demás personas que me hayan dañado a mi, lo tengan. Pero espero les vaya bien después de eso. Excepto a dos personas que me cagan a esas si les deseo lo peor :))))
He pensado mucho, muuuucho, y sigo pensando.
No he escrito nada por la misma razón, tuve una recaída muy fuerte, se podría decir que subí 5 escalones y luego me resbalé y caí en una avenida con picos y camiones en movimiento a más de 120km/hra (?
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burakrevista · 1 year
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Mi polis seductora. César Mundaca (segunda parte)
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MI POLIS SEDUCTORA
(Segunda parte)
Por César Mundaca
 Las calzadas y las aceras de Buenos Aires son, por lo general, muy anchas. Como ancha fue la hospitalidad que me brindó la poeta Paloma Raskovsky, la cuentista Paula Ruggeri (quien tuvo el generoso gesto de obsequiarme dos títulos de su autoría), el periodista Cristian Vázquez, el productor Alexis Leiva y el novelista Enzo Maqueira, con el cual mantuve una buenísima charla en Radio Provincia.
Pero no pude saldar toda la cuenta. Faltaron los encuentros con Eugenia Coiro, Tatiana Goransky, Fernanda Volpi, Natalia Orrego, Dana Babic, Gabriela Mayer, Bibiana Ricciardi y Luciana Strauss. Confío en el advenimiento de una nueva oportunidad para departir con cada una de ellas. Sea alrededor de unas medialunas, facturas, alfajores, tostadas de campo, bifes, asados, dulces de leche, panchos, bondiolas, mates, birritas o vinos mendocinos.
En la Avenida De Mayo, visité más de una librería de viejo. Impregné la mirada en los lomos de las publicaciones de Ovidio, Beatriz Guido, Borges, lienzos cortazarianos, recuadros de Gardel y textos sociológicos ochenteros. En la pila de estos últimos, descubrí un compendio titulado El modo de vida socialista, escrito por un conjunto de académicos pertenecientes a la República Democrática Alemana, Hungría, la ex Checoslovaquia, Polonia, Mongolia y Rumanía. Atrapé el compendio como si se tratara de una esmeralda al pie de un yacimiento bahiano.  
La avenida Corrientes es una arrolladora marea artística. Por sus largas cuadras, caminé estirando mis piernas, me detuve ante sus venerables teatros, ante sus cobijantes librerías como Losada, Hernández, Sudeste, Dickens, Galerna, Cúspide y tantas otras. Almorcé de cara al Obelisco, de cara a la magnánima avenida 9 de julio, dejándome llevar por la frescura de sus vientos, oxigenándome con la vibrante argentinidad al palo. Abandoné Corrientes con un texto parteaguas camuflado en mi morral, El 45, del historiador Félix Luna.
Tras pasear enamorado por la parisina calle Arroyo, la Estación Retiro-Mitre y la plaza Fuerza Aérea Argentina, enrumbé hacia Eterna Cadencia, nutrida morada cultural ubicada en el barrio de Palermo. Ni bien cerré la puerta, me deslumbró sus torres librescas de ficción y no ficción; sus mesas plagadas de narraciones impresas traducidas al castellano, la rizada muchacha de ojos azules que me atendió en caja, las intensas tertulias de sus comensales. Saqué los pesos y pagué por Hija de revolucionarios, de Laurence Debray; Los niños perdidos, de Valeria Luiselli; Los pichiciegos, novela ambientada en la guerra de Malvinas y escrita por Rodolfo Fogwill; Estertores de una década. Nueva York 78, de Manuel Puig y Rebeldes, soñadores y fugitivos; del marplatense Osvaldo Soriano.
De vuelta al microcentro, hurgué en las estanterías de La librería de Ávila, la más antigua de Buenos Aires. Muy señorial. Encontré desde los duros volúmenes de literatura griega hasta lo último de Caparrós. Miraba, ojeaba, decía sí, luego dudaba, para volver a decir sí, tal vez, puede ser, no o después me lo llevo. Qué lector más estresante, ¿verdad?, pues, así parece.
La Casa Rosada no me fue indiferente. Planté la mirada frente a su puerta central, frente a su entrada lateral izquierda, frente a sus balcones, frente a sus cortinas, frente a los avatares de la historia. Cuando escudriñé al icónico Cabildo, rememoré aquella mañana primaveral que alumbró el retorno a la democracia en 1983.
El postre Balcarce fue el apoteósico concierto ofrecido por la Orquesta Estable del Teatro Colón. Prístino espectáculo que difícilmente olvidaré. San Telmo me regaló un buen tango en la Plaza Dorrego, la serenidad del extenso Parque Lezama y un cartel metálico donde Mafalda decreta esto: “No permitiré que nadie camine por mi mente con los pies sucios”. Otro indicio de su restallante lucidez.
También deambulé por la avenida Rivadavia. Arteria movida que algunos citadinos la catalogan como la más larga del mundo. En el trayecto, aproveché para tomar fotografías a los impetuosos afiches políticos del momento. Luego, descansé en una banqueta de Caballito por poco más de tres cuartos de hora.
Plaza de Mayo y tu memoria vivificante/Parque Rivadavia y tu feria sexagenaria/Núñez y tu predilecto hijo multicampeón, River/Palermo y tu simpático Ecoparque/Recoleta y tu conmovedora esencia francesa/Puerto Madero y tu encanto colosal/Buenos Aires, buenas lindas, buenas bellas, ¿cómo no querés que te quiera?
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César Mundaca 
Youtube
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Foto: Lucía Montenegro
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paseodementiras · 1 year
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Psicópata americano
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INOCENTES
ABANDONAD TODA ESPERANZA AL ENTRAR AQUÍ está garabateado con letras rojo sangre en la fachada del Chemical Bank cerca de la esquina de la calle Once con la Primera Avenida y está escrito con caracteres lo bastante grandes como para que se vea desde el asiento trasero del taxi mientras avanza a trompicones entre el tráfico que sale de Wall Street y justo cuando Timothy Price se fija en las palabras se detiene un autobús, con el anuncio de Les Miserábles en el costado tapándole la vista, pero a Price, que trabaja en Pierce & Pierce y tiene veintiséis años, no parece importarle porque le dice al taxista que le dará cinco dólares si sube el volumen de la radio, «Be My Baby» suena en la WYNN, y el taxista, negro, no norteamericano, así lo hace.
-Bret Easton Ellis
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analisedesemiotica · 1 year
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Japan House - A Arte do Ramen
Para nossa análise semioticista, foi escolhida a casa de exposições “Japan House - São Paulo”, localizada na Avenida Paulista, próxima ao metrô Brigadeiro. Fala-se casa de exposições pois se fosse um museu, seria estático. Entretanto, as exposições da Japan House sempre estão em movimento, de meses em meses os temas vão se modificando, construindo sempre novos espaços sobre conteúdos referentes à cultura Japonesa.
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Apresenta, entre os dias 18 de outubro de 2022 e 5 de fevereiro de 2023, uma exposição dedicada às tigelas de ramen donburi, e busca, com detalhes técnicos e artísticos, da montagem até a finalização, trazer para o público as razões de seu sucesso apetitoso. Além das exposições temáticas, dentro da estrutura existe também uma área de leitura, com milhares de livros sobre a cultura, culinária e hábitos japoneses; uma vendinha com doces e salgados; e um restaurante no último andar.
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Ao adentrar o espaço, logo percebe-se a predominância de cores brancas e vermelhas, uma referência clara às cores da bandeira japonesa. O ambiente apresenta também murais contendo ilustrações da arte oriental moderna que tanto servem para ocupar as paredes e divisórias, de outro modo, vazias, quanto para informar os visitantes a respeito das tendências artísticas presentes no Japão na atualidade, visto que são menos conhecidas em comparação ao tradicionalismo da arte japonesa tão renomada mundialmente.
A escolha também contou com motivações artísticas devido ao olhar debruçado nas composições cromáticas, no design das tigelas, o qual envolve convenções ritualísticas plenamente simbólicas, na recriação e adaptação a partir das inspirações culturais de décadas, mescladas com contextos modernos de produção e, por fim, na capacidade expressiva da linguagem do Ramen.
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Acompanhar seu trajeto o torna mais do que um prato: uma obra de arte a ser contemplada e percebida nas dimensões físicas e intelectuais de sua existência; também contou com motivações técnicas, quando acompanhado seu esquema de ordenação significativa, arquitetado vertical e horizontalmente, com direcionamentos de cima para baixo, da esquerda para a direita.
Em relação ao Valor da Informação, podemos analisar essas estruturas com um olhar semiótico da seguinte maneira: começando da esquerda para a direita, são acrescidas informações novas, andando em zig-zag seguindo a numeração dos painéis verticais. Suas intruções “ideais” de como realizar cada etapa de uma tigela de ramen perfeita segue-se de cima à baixo, e de fato em baixo das instruções verticais, encontra-se o real, o material, a forma física da idealização do escrito.
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Nesta seção, é possível verificar na disposição dos elementos uma organização semelhante às encontradas em oficinas de culinária, onde são transmitidas instruções aos aprendizes para que se capacitem para o cozimento de um prato - o ramen, neste caso; em ordem numérica, são apresentadas as etapas na seguinte colocação: primeiro os ingredientes, seguidos da textura, forma e tamanho, como demonstrando o processo de preparo para o espectador; por último vem a parte do empratamento, onde se explica a estrutura, material e armazenamento das tigelas.
Ressalva-se aqui a ordem verossímil em que são expostas as etapas, tal qual numa cozinha: os ingredientes – macarrão, dashi, tarê, cobertura e gordura – são dispostos sobre planos brancos que evidenciam suas formas e tons, o cozimento, a louça, o empratamento e a apresentação.
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De modo a separar os ambientes, eleva-se uma porta semelhante a de restaurantes tipicamente japoneses, o que leva o visitante a inferir o que o espera na próxima sala: tal qual um salão para banquetes, estende-se no recinto uma longa mesa onde se veem expostos os mais variados tipos de tigelas em ambos os lados da bancada, quase convidando o visitante para sentar-se e apreciar a refeição que vinha estudando até então.
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Quanto ao Framming, pode-se dizer que estes painéis são uma espécie de moldura que faz o papel de divisória de informações. A estética é extremamente organizada e com um visual limpo, claro e fácil de seguir. Destaca-se também que, entre ditas placas informativas, o leitor pode deparar-se com outros visitantes, o que não deixa de ser um convite para a interação com demais espectadores. Outro exemplo de Framming é visto na parte onde se apresenta a cerâmica da região do Mino. Em uma pirâmide de base quadrangular (a moldura, neste caso), estão dispostos vários itens confeccionados a partir do material em questão e, no nível superior, está localizado o material bruto da cerâmica. Curiosa instalação, já que é costume, em qualquer sequência piramidal, colocar a matéria prima na base da estrutura ao invés do topo. Sendo assim, é possível inferir que o propósito dessa disposição de elementos é prestar homenagem à cerâmica, como uma ode.
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Quando Van Leeuwen conceitua a modalidade como a aproximação da semiótica social em relação às questões de verdade e de representação, podemos fazer uma relação de real versus artificial observando às exposições gráficas dos ramens que confundem o seu cérebro fazendo você acreditar que aqueles alimentos são reais e não artificiais.
Sendo assim, diante de todas essas observações, a demonstração do “hit” viralizado em São Paulo dispõe de estruturas organizadas numa ordem que transporta o espectador do início até o fim do processo. Dessa maneira, os materiais utilizados na confecção dos objetos representativos tornam-se detalhadamente progressivos e, combinados com os protótipos dos aromas, temperos e finalizações decorativas, estruturam o Ramen. A informatização é sobre/anteposta em relação à demonstração material para que o olhar do espectador seja guiado através da descrição inicialmente e, então, possa apresentar breve e sujeito entendimento a ser confirmado pela imaginação; esta passagem, de um estado ideal para outro concretizado, é quase imperceptível pelos mecanismos automáticos de associação cognitiva dos signos, mas pode ser definida quando analisada em etapas, como fora feito.
A palavra “estruturar” caí bem como coordenadora desta “linha de montagem”, pois a mostra se empenha em enfatizar cada “peça” essencial e sob medida para que o resultado tão almejado seja alcançado; é a arte de fazer Ramen que norteia seus cozinheiros em várias partes do mundo, com diferentes leituras e adaptações, mas que se baseiam no essencial. Todas as placas, legendas e artefatos são posicionados de maneira a arquitetar uma sequência, deixando-nos cercados por seus esquemas. Esta reunião de nacionalidades interpretantes de um mesmo objeto condiz exatamente com um dos pontos essenciais da Semiótica: os valores das informações variam de acordo com seus sentidos contextuais sócio-históricos; a apropriação de manifestações culturais por outras culturas permite releituras e pode veicular centenas de outros interesses próprios de seus autores, assim como fora feito na releitura de um prato tradicionalmente chinês, mas que, culturalmente falando, pode afastar-se parcialmente de sua origem. Alguns exemplos disso foram observados em cada um dos Designs a seguir, pois refletem experiências de vida pessoais e gastronômicas únicas, cada qual com seu sentido e sua significação.
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ig: yaeldavila
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ladycats-posts · 2 years
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Creo q tumbler funciona como un refugio confortable...
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realidaddetess · 2 years
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Una vez que olvido, supero y sano, ya no vuelvo... Por eso insisto tanto en seguir, por que se que si te dejo ir... No volveré a buscarte.
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l0natti · 1 year
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Saí às 18h50 do trabalho, caminhei em meio a chuva para entrar no carro, a rua com iluminação amarela e as árvores balançando trouxera um clima favorável para deixar que os pensamentos fluísse para lugares inesperados.
Ao começar a dirigir foi possível perceber que passagem ficara impedida devido a chuva extremamente forte, peguei o celular e vi a notificação de que várias ruas estavam alagadas, estacionei o carro já imaginando que ele pudesse sair flutuando a avenida abaixo. Liguei o rádio, as gotas batiam forte nos vidros, suas sombras dançavam ao som da música um tanto melancólica que escolhi e se misturavam com o barulho da chuva, que até mesmo com os trovões que seguiam seus raios, era confortável.
Vinte minutos depois a água nas ruas diminuíram, liguei o carro e segui meu trajeto de volta para casa. As ruas molhadas brilhavam iluminadas pelos postes e faróis assim como as gotas que caíam quando encontravam algum sinal de luz, algumas árvores da avenida estavam tombadas e o número de carros era menor que o de costume.
Ao virar para a rua principal um bairro que dá acesso ao meu, todas as luzes se apagaram, o breu estranhamente iluminou o céu, a chuva seguia seu ritmo forte e inabalável, os carros pouco a pouco foram saindo da rota principal e seguindo para seus destinos deixando-me com a rua deserta.
Me concentrei no caminho, evitando dirigir demasiadamente devagar ou rápido demais, estranhei meus pensamentos estavam apáticos naquela noite atípica, como se estivessem evitando aparecer especialmente naquele momento. Chegando em casa, guardo o carro na garagem e observo pelos portões minha rua totalmente sem luz.
Liguei a lanterna do celular que mal tinha bateria e peguei algumas velas coloridas para iluminar um pouco o local. Troquei minha roupa molhada, sentei para pegar um pouco de café. A fumaça que saía da caneca me distraía enquanto eu ainda procurava meus pensamentos e desistindo de achá-los apaguei as chamas fracas e fui para a cama.
Assim que deitei senti o celular vibrar, recebi uma mensagem. Meu coração acelerou levemente, meus pensamentos voltaram e estavam fervilhando, só poderia ser uma pessoa. Havia escrito sobre seus sentimentos, me falava sobre seus pensamentos, respondi e conversamos a noite inteira, como antes era de costume. Adormeci.
Acordei num pulo às 05h00 e peguei o celular, que estava carregado, a luz voltara durante a madrugada. Abri a conversa para reler o que havia acontecido. Nada, absolutamente nada.
Minha mente confusa então me fez questão de relembrar que tudo aquilo não passara de um sonho, fruto dos meus pensamentos.
Deitei novamente, a chuva ainda caía fina e a luz cinza passava por minha janela e minha mente estava fervilhando.
(esboço)
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lidia-vasconcelos · 2 years
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“ESQUECERAM MEU FINAL FELIZ”
Certa vez, enquanto dirigia numa avenida movimentada aqui em Maceió, li num adesivo dum carro à minha frente esta inscrição: “Esqueceram meu final feliz”.
Aproximei-me um pouco mais do veículo para saber do que se tratava, para ver o contexto ou alguma referência a algum movimento, mas era apenas isso mesmo, só tinha essa frase.
A primeira pergunta que me veio à mente foi: por que alguém colaria um adesivo desse no seu próprio carro?
Mil ideias saltitaram como resposta, mas talvez nenhuma delas correspondesse à realidade daquele condutor.
Fiquei pensando e terminei concluindo que algumas vezes também já senti que esqueceram meu final feliz...
A gente vê isso nos livros, nos filmes, nas novelas, na vida dos outros, então nada mais natural do que esperar que aconteça com a gente também, não é?
Mas peraí... O sujeito desta frase “Esqueceram meu final feliz” está na 3ª pessoa do plural; é, portanto, INDETERMINADO.
Oxe! Se a história é minha, como é que eu posso estar esperando que meu final feliz seja escrito por um sujeito indeterminado?
Quanta irresponsabilidade! Não posso delegar a ninguém a tarefa de escrever a minha própria história.
Então é isto: meu final feliz ainda não aconteceu, porque estava nas mãos do "sujeito" errado!
Retomando as rédeas da minha vida em 3... 2... 1!
Lídia Vasconcelos
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