Todo lo que te digo, puedes usarlo en mi contra. Tal vez conoces dónde puedes tocar y hacerme llorar.
Eres quien escuchó las cosas que dije y nadie prestó atención, eres quien me abraza cuando el silencio parece muy grande, contigo está seguro lo que alguna vez guardé en un cajón.
Contigo paró la lluvia de mis ojos que no paraba de caer. Escuchaste y me abrazaste el alma.
Sin palabras, me has hecho sentir que siempre ahí estarás.
Abracemos con cariño, respeto y amabilidad a lo que somos ahorita, necesitamos de nosotros mismos para sanar, estar en calma y con el alma en paz.
Si son difíciles estos momentos, abrazate. Si la tormenta nos empapa y amenaza con desestabilizar nuestra mente, abrazate. Si te atacan, juzgan y amenazan, abrazate y aléjate de lo que te hace daño. Si los días son de llanto, tristeza y dolor; abrazate. Si tu corazón lo destrozaron, quebraron o mancillaron, abrazate. Si no encuentras la armonía, si los sueños te abandonaron y la sonrisa se ha esfumado; abrazate. Abrazate siempre porque es necesario, porque tú amor propio siempre cura, porque mereces estar bien.