LOS ESPACIOS PARA EL DEBATE GEOPOLITICO Y ECONOMICO-SOCIAL EN SUDAMERICA
“Even if we are spared destruction by war, our lives will have to change if we want to save life from self-destruction. We cannot avoid revising the fundamental definitions of human life and human society. Is it true that man is above everything? Is there no Superior Spirit above him? Is it right that man's life and society's activities have to be determined by material expansion in the first place? Is it permissible to promote such expansion to the detriment of our spiritual integrity?" Alexandr Solzhenitzyn
En el presente artículo quiero retomar la última idea desarrollada en mi anterior escrito1, para darle continuidad y tratar de indagar más en profundidad las implicancias de un planteo estratégico donde el debate se dirige progresivamente a la condición más humana de las personas agrupadas en comunidad y organizadas en la sociedad política denominada Estado-nación. El objetivo es el desarrollo de una reflexión realista, de carácter ontológico y axiológico, sobre estos procesos, que posibilite consensos básicos aglutinantes de pensamientos y acciones en la realización histórica del colectivo humano de las naciones de Sudamérica.
A tal fin, voy a copiar los últimos párrafos de dicho escrito para tomar ciertos aspectos como punto de partida de la tesis que pretendo desarrollar en el presente, es decir: El debate político actual, de carácter predominantemente cultural estratégico, es de tal carácter que ante la emergencia de la globalización y su crisis actual, develada gracias a la pandemia del COVID-19, implica un regreso radical al espacio territorial de cada nación como ámbito para llegar a una respuesta acorde al interés de los pueblos que están en la base de todos estos procesos.
“Volviendo al postulado inicial de este escrito, el interés es el comportamiento humano y la relevancia de lograr consensos entre los actores socio-políticos, la sociedad civil y el individuo para que el comando político dirija el todo hacia patrones de bienestar y crecimiento personal en sociedad. Toda transformación en tal sentido vendría de un poder político fuerte, con capacidad de integrar y articular las aspiraciones sociales y darles una respuesta institucional acorde. Ello sólo sería posible de lograrse una ecuación cultural estratégica sobre la que construir consensos, lo que de por sí plantea diversas alternativas organizacionales2. Para ir concluyendo me detendré en dos aspectos o condiciones para el logro de dicho cometido.”
“El primer punto se relaciona con la urgencia político-cultural de retornar al secularismo, como garantía de pluralismo y convivencia ordenada, base de la unidad en el seno de la naciones y de ordenada diversidad en la comunidad internacional. Las fuerzas que atentan contra esta sana demanda social no son, como en otros momentos históricos, las religiones, como sí las ideologías de grupos minoritarios que terminan imponiendo agendas a las mayorías, todo ello con fuerte financiamiento de grandes corporaciones y organizaciones internacionales, así como apoyo mediático destacado.”
Por otro lado, (…) “Visiones pseudo-científicas y por ende teñidas de subjetivismo raramente podrían generar respuestas que sean coherentes con la búsqueda social de bienestar y realización del individuo. Más bien dan lugar a divisiones y profundas grietas, como ya se vio en este blog3. Justamente, se observa un proceso contrario y reaccionario ante esta avanzada antisecular en países como Rusia y Turquía, donde se dan casos de resurgimiento religioso, lo que los académicos se detienen a estudiar por su influencia unitiva y pluralizadora, más allá de su eventual utilización política4. “
Al igual que países como Rusia y Turquía están buscando salidas propias que respondan al ethos e identidad social que está en el substrato de sus dinámicas como naciones-Estado, las naciones de Sudamérica están llamadas a dar un salto histórico en el que el debate sobre su proyección e integración en el concierto de las naciones responda por fin a la idiosincracia, aspiraciones y demandas de los pueblos que reconocen un común origen, lengua, cultura, religión y pobrezas y debilidades propias de procesos de desarrollos históricamente truncos e imperfectos.
Voy a contextualizar la situación con algunas citas tomadas de intervenciones del Secretario General de la ONU, D. Antonio Guterres, quien lanzó un Plan de Acción para los Derechos Humanos semanas previas que la pandemia fuera declarada. Al cumplirse un año de dicho evento, desde dicho organismo internacional se alerta que la mayor crisis internacional en generaciones ha expuesto inequidades y discriminación, con mujeres, minorías, personas de la tercera edad, personas con discapacidades, entre los más desproporcionadamente afectados. Al mismo tiempo, derechos y sistemas de protección han sido probados, debilitados y hasta aniquilados, y medidas de emergencia durante la pandemia han sido usadas como pretexto para aplastar disidentes o criminalizar libertades básicas5. En dicho marco y citando la misma fuente, Guterres expresa: “En construir hacia adelante juntos, tenemos una oportunidad única e histórica para fraguar un mundo donde a cada persona se le permite dignidad; donde cada sociedad puede resistir crisis donde el futuro de todos está construido sobre el fundamento de derechos inalienables.”
Sobre todo esto hemos venido escribiendo en este blog, alertando sobre las posibilidades históricas que se presentan detrás de este hecho disruptivo que se ha presentado a través de una pandemia internacional6. Asimismo, hemos llamado la atención sobre el contexto propicio para reformular acuerdos básicos al seno de las sociedades para readecuar los criterios de representatividad política7 , para dar lugar así lugar a respuestas desde el centro de comando político más acordes a las demandas sociales, como único modo de evitar que las grietas ya presentes entre sectores sociales, económicos, políticos se ahonden y terminen por condenar al fracaso histórico a sociedades enteras8.
Similar tipo de debates se plantean en casi todas las sociedades del mundo, aunque en aquellas con mayores necesidades o derechos básicos desatendidos el planteo de estos temas y su resolución es más acuciante, so pena de producir efectos desestabilizadores de carácter doméstico y hasta casi regional. Necesidades sociales irresueltas que se postergan indefinidamente tienen el potencial de producir conflictos y enfrentamientos más o menos espontáneos tal como se vio en diversos países latinoamericanos escaso tiempo atrás. Es ante estas situaciones que grupos ideologizados, algunos constituidos en grupos armados irregulares, tienen la posibilidad de propagar el conflicto social hacia países vecinos, contando para tal fin con fuentes de financiamiento ilegales la mayoría de las veces. La presencia de tales grupos en América Latina es aún una amenaza real, que más se siente en Sudámerica, principalmente en algunos países con problemas de control territorial irresueltos, y que no pocas veces cuentan con apoyo de regímenes políticos de extrema izquierda ubicados en terceros países.
Las poblaciones de esta región, al igual que las de cualquier parte del mundo, aspiran a contar con condiciones para su crecimiento y desarrollo en dignidad, que es de lo que habla Guterres en la cita antes expuesta. En el punto de inflexión histórico actual resuenan diversas voces que hablan de la necesidad de un nuevo pacto social para atender tantas demandas que a lo largo del tiempo no encuentran una respuesta satisfactoria en el sistema político establecido, sobre lo que también hemos hablado en este blog9. Sobre esto también se refirió Guterres semanas pasadas en la Reunión Especial del Consejo Económico Social de la ONU (ECOSOC) para investigar las vinculaciones entre racismo, inequidad y desarrollo sostenible, con el foco en la respuesta a la pandemia10:
“La crisis global representa una acusación condenatoria de los prejuicios y discriminación sistemáticos”, con tasas de mortalidad de COVID 19 creciendo hasta tres veces más alto para los grupos marginalizados. “ En cuanto nos esforzamos por recuperarnos de la pandemia y construir un mundo mejor, necesitamos forjar un nuevo contratro social basado en la inclusividad y la sustentabilidad (…). Todos los grupos necesitan ver que sus identidades individuales son respetadas, mientras sienten que pertenecen como miembros valiosos de la sociedad como un todo.”
Es así, como llegados a este punto, vuelvo a referirme a la demanda presente en las sociedades de América Latina tendiente a definir un nuevo contrato social, toda vez que la organicidad connatural a una comunidad organizada en sociedad política se ha perdido por la influencia de ideas de otras latitudes que han soplado desde la génesis misma de estas naciones. Como se dijo en anteriores escritos dicha nueva realidad se combinaría con políticas fuertes que abran las puertas a a las facilidades tecnológicas propias de la Era Digital11 con un efecto actualizador y disparador de las múltiples potencias inutilizadas en esta región. A propósito de esto, también una reciente publicación de The Economist se refirió a este tema: “Latin America needs a new social contract”12, en el que se destacan los siguientes postulados:
“(…) the pandemic has exposed long-standing fragilities. The region’s health-care and social-protection schemes are fragmented and unequal. Its economies have stagnated for the past six years, largely because of low productivity. Political systems are discredited. Citizens are angry. People sense that Latin American democracies cannot carry on like this. The question is how much and how quickly can they change. “
“For some on the left, a new social contract offers a mirage of turning Latin America into Scandinavia with a snap of an international bureaucrat’s fingers. Others think of a new constitution. In Chile an assembly to write one will be elected in April; it is likely to mandate more state social provision. The left in Peru also wants a new constitution, to give a bigger economic role to the state. Some people on the right fear a slide towards socialism. “
“The pandemic has highlighted the problem of informality, with workers violating lockdowns to gain their daily subsistence. Reformers argue that all Latin Americans, whatever their status in the labour market, should be eligible for taxpayer-financed unemployment insurance and basic retirement and disability pensions. That would mean reserving contributory financing for top-up insurance and pension schemes. “
“ Money will be especially tight for the next couple of years, and there are many pressing needs. These include, immediately, rolling out vaccination programmes and getting schools going again. Many countries need to spend more on transport infrastructure and on education. Governments are piling up debts they will have to service. Reformers propose a plan whereby new social-protection measures and taxes and other reforms take effect in, say, three years. “
“There will be resistance. Take Colombia. “The upper-middle class is saying ‘enough’,” says Sergio Clavijo, a Colombian economist. He notes that the top income-tax rate has gone up steadily (to 39%) and that well-off Colombians pay a wealth tax. He argues for closing loopholes through which the rich avoid taxes and expanding the tax base (only 1m Colombians pay income tax). Both steps will take time. “
“With legislatures and political parties in disrepute in many countries, a broader public debate is needed to set priorities, bringing together politicians, business people, trade unions and other social and civic groups. One such exercise will start soon in Panama. “If we don’t get people together to discuss the way forward, the alternative is very chaotic, probably with a lot of discontent,” says Mr López-Calva. “This is not easy. But it’s the best way to weather the storm.”
La radiografía del problema coincide en mayor o menor grado con lo escrito por numerosos analistas y con lo que se ha venido publicando en este blog. Tal como se mencionó en la última cita de The Economist, la cuestión pasa por un debate amplio al seno de las sociedades. Dicho debate permitiría generar el ambiente para revisar las raíces de los problemas que acucian estas sociedades, evaluar caminos y cursos de acción e indagar sobre las aspiraciones más recónditas pendientes de respuesta por parte del poder establecido. Un debate tal devolvería a estas sociedades la oportunidad de ver hacia su realidad en el aquí y ahora, es decir, un enfoque territorial sobre el proceso globalizante; un acercamiento a las necesidades concretas por sobre las creadas por las corrientes ideológicas de turno; una aproximación fundacional y claramente nacional y/o regional por sobre ideas de izquierda, derecha o liberales. Es posible que en el actual contexto América Latina tenga su oportunidad histórica de volver a ver por sí misma lo que más conviene a sus orígenes, necesidades y metas de realización como una gran nación unida por diversos elementos que la hacen una espcio único con elementos telúricos y cultuales claramente unitivos de una diversidad rica en contrastes, recursos, potenciales y manifestaciones humanas.
Un concepto y accionar de tal tipo devolvería a esta región la posibilidad de tener una agenda para las mayorías, donde las minorías tendrían su integración en un mosaico abarcador de todas las posibilidades de realización social. El criterio unitivo pasaría por más humanismo, más realismo, más vinculación con la naturaleza común del ser humano, ser social, político y religioso. Por eso, el espacio para el debate que estas sociedades se deben, tema que titula el presente escrito, es la tierra que se ocupa, el espacio geopolítico y económico en que esta sociedades tienden a su desarrollo. Tal espacio se define concretamente en la función que cada individuo tiene en estas sociedades, que es lo más inmediato y real que debe salvar, proteger, promover y hacer crecer para su propio bien y el bien común.
Al respecto, a lo que me estoy refiriendo es a un concepto geopolítico latinoamericano o sudamericano si se quiere, un continentalismo de estas tierras13, que clama desde nuestros héroes de la Patria Grande por una manifestación institucional. Dicha posibilidad histórica podrían ser los proyectos integracionistas, que desde décadas vienen gestándose y dando diversos resultados. Podría ser tal la expresión de dicho continentalismo, pero las ideologías de turno sumadas a las penurias económicas, siguen dejando trunca la expresión institucional que hermane a estas naciones en sus realidades históricas y sistémicas. Dicho fenómeno es tal porque aún no hay un ámbito para el intercambio serio de ideas que tiendan a una mayor y más efectiva coordinación de estrategias comunes.
En tal sentido, la salida de este estancamiento se manifiesta como civilizacional y, como venimos analizando, se producirá cuando desde el interior de las sociedades se produzca tal corriente de opinión que será imposible para el poder establecido ignorar o no atender, una tal corriente que por su cariz e intensidad será tan vinculante como una institución consagrada por el poder político. Mientras antes se orquesten los medios para una participación ciudadana vinculante que permita incorporar en el orden actual tales demandas sociales, más rápido y menos traumático será este proceso.
Ya se observa en la comunidad internacional como se da una lucha de dominación entre los Estados por un lugar en el futuro orden. Puesto de otro modo, los Estados luchan por una elección estratégica: en qué activos invertir recursos en orden a recibir dividendos a futuro. Hay países que eligen poder militar (Turquía) o tecnología (Alemania) y otros en ambos (Estados Unidos, China y Rusia) como el activo clave14.
Y América Latina o Sudamérica, para limitar más el espacio geopolítico, qué activo elige? Hacia dónde orienta sus fuerzas? Es el debate que se deben estos pueblos como región, no como países aislado, que la masa crítica es poca ante la escala de los cambios y desafíos actuales. De producirse tal debate y en función de lo que vengo tratando en este blog, vaticino que los recursos claves donde esta civilización sudamericana está llamada a “poner la inversión” son, por un lado, el trabajo, que demanda para su cuidado y promoción un enfoque estratégico cultural humanista para su formación integral. En segundo lugar, el otro foco de inversión es el recuso natural como reservorio estratégico de un mundo con crecientes necesidades de tales activos. Ambos puntos son los activos claves de esta región joven, pujante, de fuertes potenciales a aprovechar y proyectar con sentido estratégico e integrador.
El mundo se estaría acercando a un punto de inflexión histórico, en el que los sistemas de balance de poder se están deteriorando progresivamente, sin que las instituciones internacionales creadas en la segunda post-guerra hayan sido capaces de cumplir acabadamente los objetivos para las que fueron creadas. La agudización de estas cuestiones por la actual pandemia ha potenciado la baja legitimidad que implica tal estado de cosas, lo que se suma al rápido avance tecnológico para que la emergencia de respuestas concretas y reales a los problemas actuales sea posible. En esta contexto las naciones sudamericanas están llamadas a actuar en conjunto, con una agenda civilizacional común, metas y propuestas que respondan a los intereses de estos pueblos.
RAPATRIGNANI
28 FEBRERO 2021.
1https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2021/01/comportamiento-humano-e-identidad.html
2https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2020/09/hacia-un-modelo-politico-de.html
3https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2020/11/desde-la-argentina-al-mundo-cruzando-la.html
4https://publicorthodoxy.org/2020/07/22/death-of-secularism/
5https://news.un.org/en/story/2021/02/1085562
6https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2020/10/consideraciones-sobre-el-punto-de.html
7https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2020/12/la-representacion-politica-en-tiempos.html
8https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2020/11/desde-la-argentina-al-mundo-cruzando-la.html
9https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2020/12/la-representacion-politica-en-tiempos.html
10https://news.un.org/en/story/2021/02/1085052
11https://votontam.tumblr.com/post/634144527369781248/cruzando-la-frontera-para-cerrar-la-grieta
12https://www.economist.com/the-americas/2021/02/06/latin-america-needs-a-new-social-contract
13Dugin, Aleksandr. Geopolítica existencial: conferencias en Argentina. Nomos, 2018.
14https://valdaiclub.com/a/highlights/international-challenges-2021-geopolitics/
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Juramento eterno de sal
Entre sueños te muestras como ilusión mágica, perfecta y luminosa cual océano, Tu piel intocable pero con aroma a frescura y sal. Cierro los ojos y oigo tu risa, una nace desde el fondo de mi garganta.
Sonrío y me miras como si fuera una cascada de agua dulce entre la sequedad; Te imagino bailando, sonriéndome tan bonito como lo haces siempre. Me dices que no tengo remedio, porque amé a aquella niña que tiene más sueños que realidades.
En mi imaginación te veo arrugando la nariz y lo único que se me ocurre es abrazarte muy fuerte; porque mi barbilla encaja a la perfección con tu clavícula, y tu piel estrellada se ve más bonita con mis flores. Siento tu mano cálida contra la mía, y mi mirada baja por instinto a esos dedos que un día se hicieron juramentos eternos de sal en una de esas playas que parecen infinitas.
Me abrazas y ya no hay miedo, no hay dolor, hay esperanza, una promesa de ser felices, una promesa de ser uno en este sentimiento que viene de lo eterno. Porque a tu lado me siento capaz de recorrer el mundo a pesar de que mis piernas no puedan sostenerme mucho. Soñé muchas noches con tener tu oído tan cerca de mi boca, para recitarte todos aquellos versos que no quise mandarte y deshacerme de la pena que me cosía la boca.
Cariño, que nada te dé pena, pues siendo esos versos recitados, suenan cuáles melodías que calman mis ansiedades, e imagino que me acaricias cuando no estas;
Quiero tus versos, quiero tus besos,
Quiero que nos acerquemos tanto, que mi ropa huela a ti, y haya huellas de tu amor y existencia en mi espalda. Quiero bailar contigo hasta que las baldosas de Lisboa se acuerden de nuestros pasos y siempre suene nuestra canción,
Esa canción que nos recuerda los momentos más felices de nuestra existencia, Que el mundo se haga infinito en tus manos.
Quiero que recorramos el mundo sin prisa y con alegría, París, Italia, Japón y si quieres, nuestro cuarto, para viajar más allá del deseo humano;
Te quiero, y donde sea que esté, solo quiero estar contigo. El mundo seguirá girando, pero espero que siempre te quedes a mi lado.
-María I
-Angel Garibay.
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