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#fragmentos de libros
sinfonia-relativa · 5 months
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El poder que tienen las palabras siempre me ha fascinado. Una palabra puede soldar o destruir, invocar el odio o el amor, regalar alegría o tristeza. De hecho, pienso que faltan expresiones más concretas para ciertas cosas. - Grace
Libro: El Mapa de los Ahnelos-Alice kellen
| Sea & Sun
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caostalgia · 1 year
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Estoy rota y yo no soy capaz de unirme
-ayuda
| Alba Gonzáles
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lucerodelmar · 2 years
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"A veces uno amanece con ganas de extinguirse... Como si fuéramos velitas sobre un pastel de alguien inapetente. A veces nos arden terriblemente los labios y los ojos y nuestras narices se hinchan y somos horribles y lloramos y queremos extinguirnos... Así es la vida, un constante querer apagarse y encenderse".
- Julio Cortázar, Rayuela.
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un-girasol-caotico · 1 year
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Que empiece el caos...
Todo lo que me queda por contar | Alba Gonzáles
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“Es curioso cómo puedes olvidarlo todo excepto que la gente te quiera. Quizá por eso a los humanos les cuesta tanto superar las relaciones amorosas. No es el dolor lo que están superando, es el amor.”
—En el camino de Jellicoe, Melina Marchetta
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shiningland · 11 months
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Relato 30 de mayo; día mundial de la EM
—Elliott
Elliott se giró; giró su cabeza, su torso, su mirada y su mente, pero no su corazón. El frío viento soplaba con fuerza, en aquella noche de diciembre, en algún lugar en medio del imponente atlántico norte, arrastrando consigo la larga cabellera de Bell, junto con las esperanzas y las lágrimas de Arlene. La escena era iluminada por decenas de farolillos, emanando éstos una cálida y tenue luz a través de la interminable cubierta del Neptunios, mientras los carillones de viento repartidos y colgados desde ambos de los enormes mástiles centrales de la nave no cesaban en sus intentos por llamar la atención.
—Estoy enferma. — Y los ojos de Arlene, de repente comenzaron a aguarse; varias lágrimas con tonalidades de rabia y algún que otro matiz a resignación los humedecieron, dejando al descubierto aquello que tanto la atormentaba.
Elliot no dijo nada, no pronunció palabra alguna. Los instantes transcurrieron, lentamente, desplomándose sobre Arlene junto con el peso de un pasado que jamás regresaría. Y ella alzó su mirada, para seguidamente volver a bajarla, y para cuándo los ojos de Bell hubieran acariciado los suyos, éstos ya se habrían vuelto a cerrar. Más instantes transcurrieron. Ambos se miraron a los ojos, de nuevo.
—Es... es extraño; decían que lo único que necesitaba era tiempo, tiempo para... — Arlene alzó de nuevo la mirada, pero para volver a mirar el frío suelo después de haberla fijado por unos breves segundos sobre los labios de Elliott. Elliott se había percatado de ello; había girado su rostro, su corazón pertenecía a otra persona. Arlene, entre lágrimas y una voz entrecortada, prosiguió;
—Y ahora el tiempo es lo que corre en mí contra.
Una fuerte ráfaga de viento, repentinamente se hizo notar entre las velas del navío, obligándolo a aumentar su velocidad; algunos de los farolillos se apagaron, dejando cubierta oscurecida. Oscurecida, cómo el corazón de Arlene. Y muchos de los carillones de viento comenzaron a sonar de manera brusca; el sonido fuere momentáneamente ensordecedor, como en aquellos momentos los pensamientos de la joven.
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rinconliterario · 10 months
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"Él no sólo me regala su ausencia sino también promesas incumplidas." "He not only gifts me with his absence but also unfulfilled promises."
Michelle Buletti 
(click aquí para conocer mis redes)
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scrarie · 1 month
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La cita perfecta, el amante más generoso. El libro.
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angel-callado · 1 year
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"Quería abrazarlo y que él la abrazara, formando una unidad perfecta, como un baile lento. Quería aferrarse a él, aspirar su aroma, descubrir su cuerpo, sujetar su rostro como él había tomado el de ella, con ternura...
Con amor."
— Hija de humo y hueso.
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minimaeclectica · 1 year
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"Porque luego comprendí que no existe ninguna diferencia entre yo y un insecto, entre un insecto y un río, entre un río y el grito que lo cruza. Todo funciona de una manera vacua e irracional, por la fuerza de una interdependencia y de una oscilación salvaje y atemporal, y sólo nuestra imaginación, y no nuestros sentidos condenados eternamente al fracaso, nos incitan a creer en todo momento que podemos liberarnos de las zanjas de la miseria."
László Krasznahorkai - Tango Satánico (1985)
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sinfonia-relativa · 4 months
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"Siempre que dejas a alguien entrar en tu vida, corres el riesgo de que se marche y te haga daño". -Maia
Libro | Hasta que nos quedemos sin estrellas - Inma Rubiales
| Sea & Sun
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caostalgia · 10 months
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Nunca juzgues un libro por su portada porque terminaras desechando una edición única que no tiene copia...
| Sea & Sun
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lucerodelmar · 11 months
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Me trasportas a un mundo completamente nuevo, un mundo al que quiero pertenecer. Cuando te miro, siento que valgo mucho más de lo que creo. Me haces sentir que puedo lograr lo que sea, si tan solo tengo un poco de paciencia y soy valiente. El mundo que me ofreces es muy hermoso. No, no es perfecto, sé que algunas veces sufriré porque es parte de la vida, pero en ese mundo vos nunca serás la causa.
En cambio, cuando miro a Darien, siento que ese mundo es tan alcanzable como el cielo. Él me muestra que de donde vengo y adonde voy, no es algo extraordinario. Que soy tan chiquita como una hormiga nadando en un océano. Soy una estrella al lado de otras millones iguales a mí, no destaco y no soy un planeta. Y estas tan lejos de mí y él tan cerca. Al que quiero encontrar sos vos, pero él se presenta frente a mí y la oscuridad carcome mi cuerpo. El suelo funde mis pies y las alas que creí que nacían de mi espalda son como el arcoíris. Desaparecen, todo desaparece.
Si algún día recuerdo que el sol también es una estrella, sabré que logré brillar tanto como él... o no, mejor dicho, que logré brillar tanto como mí misma. Porque yo soy una luz, una luz azul, ¿recuerdas? Estoy en todas las cosas que brillan, porque yo les doy vida.
Aunque ahora me encuentro en un mundo en el que no puedo encenderme, ni dar vida a nada, me aferraré a esas pequeñas cosas y personas que me hacen feliz.
Estoy mirando el cielo.
Viajero...
La luna es hermosa.
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un-girasol-caotico · 2 months
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Joana Márcus | Luces de Febrero
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lachicadeallado · 9 months
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A quienes no existimos, nadie tiene nada que decirnos.
💔@lachicadealladosworld 💔
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shiningland · 1 year
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Tormenta de Invierno - Preludio (versión alternativa)
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El ambiente se percibía tenso. Las gotas de la fría lluvia de aquél 12 de diciembre de 1942 golpeaban con fuerza contra los cristales empañados del cuartel general del grupo de ejércitos Don, a las afueras de Berlín. Mia posaba sus pálidos dedos sobre las hojas del semanario, para seguidamente acariciarlas con un suave movimiento; la relajaba el tacto rasposo del papel. Observaba sus páginas, las imágenes, las cabeceras de página, impactantes, al igual que la masiva campaña propagandística del régimen. Con su mirada melancólica atravesaba las historias de la revista, una y otra vez, página tras página, alzando sus ojos y mirando hacia el exterior con tristeza, finalizando así y cada vez el viaje de la historia humana. El silencio regía esos instantes, mientras la lluvia, momentáneamente más intensa golpeaba contra las ventanas como si de torpedos enemigos se tratara, barriendo la situación y rellenando los pozos del olvido. De repente, una irritante melodía se adueñó de aquél lúgubre comedor; el teléfono sonaba, y los dedos de la joven se detuvieron en seco.
—Hallo
—¡¡Ich glaub mein Schwein pfeift!! ¿¡Pero cómo diablos ha podido ocurrir!?
El pulso de Mia comenzó a temblar. Bajó su mirada, clavándola en el suelo, mientras la discusión entre su padre y aquella misteriosa voz que se hallaba al otro lado del teléfono proseguiría sin intenciones de aminorar su tono.  
—Nein, ¡¡Nein!! ¿¡Acaso no me ha oído teniente Hoth!?
—¡¡Ich glaub’ ich spinne!!, es usted un inútil teniente Hoth, ¡¡es usted un maldito inútil, un maldito bastardo hijo de cerdo!!
Se levantó de manera violenta, sosteniendo el teléfono con una de sus manos, mientras en su otra mano un mapa era estrujado con rabia, a la vez que el pulso de Mia temblaba sin control y la lluvia caía con más y más fuerza. Cuando de repente... «¡¡PUMM!!» un duro golpe contra la mesa hizo saltar todas las alarmas de la joven, mientras simultáneamente un fuerte temblor invadía todo su cuerpo, acompañado por un involuntario pero contenido gemido repleto de ansiedad.  
—Pienso comunicárselo a Führer, ¿¡me oye teniente Hoth!? Está usted acabado, ¡¡Fix und fertig sein!!
Colgó el teléfono entre un arrebato de rabia e impotencia, y abriendo la mano dentro de la cual el mapa yacía ya por aquél entonces destrozado, volvió a sentarse, inquieto. Mia seguía con la mirada fijada en el suelo, sin atreverse a alzarla así evitando contacto visual alguno con su padre; no era el momento idóneo, por su propio bien. Pero esa voz agresiva y grave que tanto la hacía temblar en tales situaciones, en esos momentos parecía que fuera a por ella...
—Y bien meine tochter, ¿no vas a decir nada al respecto?
Mia, aún con su mirada clavada en el frío suelo y sin ninguna intención de otra cosa con ella, mantuvo su silencio, aumentando el nerviosismo ya presente en su padre.  
—¡¡Maldita sea, responde!!— De nuevo, su padre asestó otro golpe contra la mesa, y de nuevo, otro escalofrío recorrió el cuerpo entero de la joven.  
—Sí, padre— Con una voz bajita, cortada, casi susurrando respondió a su padre. Su mirada seguía baja, observando el suelo y escabulléndose de la realidad, mientras el ruido de la lluvia impactando contra los cristales de las deterioradas ventanas iba en aumento, y una de las goteras procedentes del techo de aquella lúgubre habitación comenzó a emanar pequeñas gotas de agua, cayendo éstas, estrellándose al llegar al final de su viaje y produciendo un hipnótico, pero a la vez angustioso sonido que rompía con los momentos de tenso silencio entre gritos y reproches.  
—Deberías casarte, y formar una familia; el país necesita hombres fuertes y sanos para defender a la nación. Esos malditos soviéticos no se saldrán con la suya, y Alemania volverá a erguirse con toda su grandeza para dominar Europa, el territorio soviético, y tal vez al mun...
—Erich, cariño, pero ¿qué ocurre? — Sus delirantes declaraciones fueron interrumpidas, de repente, por Anne.  
—Hoth, Hermann Hoth... ese maldito hijo de cerdo ha rendido al cuarto y al sexto ejército Panzer. ¡¡Desobedeciendo a Führer!! Desobedeciéndome a mí, ¡¡y traicionando a Alemania!!
Anne le servía el caliente plato de caldo de pollo, junto con el pan, mientras escuchaba con una palpable preocupación las palabras de su marido. Él, se levantó de nuevo, impetuosamente, para seguidamente dirigirse hacia la esquina contraria de la mesa y coger de manera ansiosa la media botella de Jägermeister que su desgastado hígado y su enfermiza mente aún no se habían bebido, y dando unos tres pasos apresurados, permaneció de pie tras el cristal empañado, observando el paso del tiempo y el desgaste de la guerra.  
—Hoth ha fracasado en capturar Moscú, maldito inútil…  
Anne siguió con sus quehaceres del hogar, haciendo como si nada ocurriera, a la vez que Mia intentaba controlar su pulso, y sus deliberados temblores debido a la situación; se intuía ciertas cosas, y no estaba para perder otro enfrentamiento visual con su padre.  
—Leningrado y Sebastopol continúan resistiendo el cerco, nada está saliendo como se había planeado, ¡¡maldición!!— Los inminentes gritos de Erich las sobresaltaron; se mantenían en silencio, procurando evitar hacer nada que pudiera irritarle aún más. Incluso un pequeño ruido como el sonido de los cubiertos impactar contra el plato de cerámica, o una respiración demasiado profunda podían hacerle explotar, de nuevo. Erich prosiguió;
—Los soviéticos están planeando una gran contraofensiva desde la capital, y el alto mando ha pactado la no agresión con Tokio. Georgi Zhúkov no deja de desplegar sus malditas reservas, incluidas las divisiones siberianas de Manchuko, ¡¡mientras la Wehrmacht no deja de perder hombres, malgastar munición… — Dando unos fuertes golpes contra el marco de la ventana marcó el final de aquel ataque de histerismo, entre tanto el pulso de Mia perdía definitivamente el control, y la respiración de Anne se hacía cada vez más y más densa.
— …y agotar todas las malditas reservas de combustible!!
Y un forzado silencio invadió la tétrica estancia. Las gotas de agua que osaban colarse entre tantísima tensión a través de las goteras en el techo del edificio y los marcos podridos de las ventanas eran pisoteadas una y otra vez por las botas repletas de barro seco de Erich, y cuándo parecía que el regreso de la calma se hallaba cerca…
—Y yo, con una hija que aún no conoce marido ni hijos, mientras en el frente hay falta de hombres… que tan ingente desgracia para un padre…
Los ojos de Mia se llenaron de rabia; su mirada era tan desafiante que podía penetrar el casco de acero de un Panzer. Anne poso una de sus manos sobre los hombros de la joven, conteniéndola, en un intento por evitar males mayores, pero ya era demasiado tarde…
—Nadie quiere la guerra. — Y un susurro escapó de entre los labios cortados de Mia, destrozando por dentro a su padre, y despilfarrando todo su orgullo. Se giró de golpe, asfixiando los ojos de su hija con la mirada;
—¡¡No vuelvas a hablarme así!! No te atrevas a hablar sobre lo que nunca serás capaz de comprender. La guerra es cosa de hombres…
—Erich, por favor, es sólo una niña… — Anne dio un paso al frente, rebasando la fina línea entre el amor y la insensatez en un intento por calmar los humos de su marido y proteger a su pequeña, cuándo de la nada…
«Toc, toc, toc»  
—¡¿Quién es?!— Erich respondió histérico; alguien llamaba a la puerta. Una voz entrecortada le respondía desde detrás de ésta.
—Mariscal Von Manstein, Führer le espera; los preparativos para su reunión están listos.  
Erich cogió apresuradamente la chaqueta del perchero de madera, para seguidamente peinarse con una vieja púa frente al reflejo de la cristalera, y cuándo llegó el momento de salir de la estancia y cruzarse la mirada, de nuevo con la de Mia, pronunció las palabras que podrían a ésta los pelos de punta;
—La guerra es necesaria, ¡¡el pueblo quiere la guerra!!
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