Tumgik
#la última cena
thatsbutterbaby · 1 year
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José de Mora (Baza, Granada, bautizado el 1 de marzo de 1642 - Granada, enterrado el 25 de octubre de 1724) - La última cena, s/f.   
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jukeboxofjellycat · 18 days
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Owner/artist on Instagram: cheems__
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tresmancias · 1 month
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arte
Cada uno de los apóstoles en La última cena de Da Vinci representa un signo astrológico.
Un artículo de Astrología Singular en medium.com menciona cómo lo expresan los gestos, rasgos y posiciones de cada una de las figuras a lo largo de la mesa.
Un artículo muy accesible, en portugués, que además une a los signos en unidades por polaridad (Aries & Libra, Tauro & Escorpio, etc.).
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gbhbl · 2 years
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Horror Short Review: The Last Supper (AKA La Última Cena) (2020)
It’s a different kind of horror short, one that doesn’t go for cliched jump scares and one that leaves you feeling just a little unsettled.
Directed by León Landázuri who also wrote the story alongside Isaac Basulto, The Last Supper (La Última Cena) is a horror short that leaves you hungry for more. Where you want to not just see what happens next but to delve deeper into the lore of its horror. A Mexican horror short set in a Spanish-speaking Convent, young Tania (Azul Vargas) spies on a young nun (Sandra Zellweger) praying at an…
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aperint · 3 months
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Ni el arte se salva
Ni el arte se salva #aperturaintelectual #vmrfaintelectual @victormanrf @Victor M. Reyes Ferriz @vicmanrf @victormrferriz Víctor Manuel Reyes Ferriz
06 DE FEBRERO DE 2024 Ni el arte se salva POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ Hace un par de semanas, de hecho el pasado domingo 28 de enero, nuevamente se presentó un acto de reclamo, que en realidad debemos nombrarlo como es, vandalismo, ante una de las pinturas más icónicas de nuestra historia, “La Gioconda” de Leonardo Da Vinci que se exhibe en el museo de Louvre en París y en esta ocasión…
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cmatain · 1 year
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«Jueves Santo», de Julio Mariscal Montes
Copiaré hoy, Jueves Santo, este emotivo soneto de Julio Mariscal Montes (Arcos de la Frontera, Cádiz, 1922-1977), que evoca el momento de la institución de la Eucaristía por Jesús, durante la Última Cena con sus discípulos. La mano del Señor se reposabasobre el desnudo candeal dorado[1],y rompía la noche su cercadoy el alba, clara y niña, la inundaba. Alzó Jesús la mano: le temblabade Amor el…
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vit4lass · 2 years
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                              algunas canciones imprescindibles para vitala ⭐⭐⭐⭐
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girlcaravaggio-a · 2 years
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It's criminal that we have no good quality res of Los Sobrevivientes that movie is Something
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crowlhoard · 27 days
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So, apparently Glitch is having fun with today's episode name.
Because in Spanish it's called La Última Cena (The Last Supper) and in Russian it's Судный День (Judgment Day). Which leads me to believe in eng version Mass actually refers to liturgical service and not the amount of destruction we await. Though it does make a great pun. Also can easily mean both.
I just love all the little details Glitch puts into it's work, it just tickles my brain in the best way.
Anyway, that's the languages I know and I'd appreciate it if someone adds more episode's names and it's translations in other languages.
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junmsli · 1 month
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afterglow
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. angst, fluff, diferencia de edad no especificada, enzo tarda pero se comunica, pronombres femeninos
word count. 2.3k+
observabas a enzo reír en medio de una conversación con esteban, el característico brillo de sus ojos avivado por la chispa de la charla. estabas sentada en un sillón con un vaso de limonada, habiendo bailado solo unos minutos antes con tu novio. cansada, decidiste tomarte un breve descanso.
juani aparece en tu campo visual, eclipsando al otro par de hombres. "¿todo bien?" pregunta, pronunciando tu nombre con una ligera sonrisa amigable.
"con hambre nomás. espero que la cena llegue prontito", respondiste, devolviendo la sonrisa. el oji celeste te ofreció un bocado de su snack, el cual aceptaste gustosa. "gracias. por cierto, aún estoy un poco enojada contigo por la recomendación de 'robot dreams'. yo no olvido ni perdono", bromearon juntos, mientras él te miraba con diversión. la película había provocado un remolino de pensamientos en tu cabeza durante al menos veinte minutos.
"¿me vas a negar que es alta peli?"
"alta peli para ver en plena crisis existencial y encontrar otra razón para contemplar el suicidio como opción", respondiste, provocando una risa en juani.
"quizás, solo quizás, tengas un poquito de razón", admitió, juguetón.
alzaste la palma en señal de que se detuviera y negaste con la cabeza. después de beber un sorbo de tu limonada, añadiste: "nunca más tomaré una recomendación tuya en el futuro, rata", apuntándole con el dedo en un gesto fingido de enojo, mientras juani llevaba ambas manos al pecho, simulando estar herido.
“sos una llorona, vos me hiciste lo mismo con esa peli del chico del internado.”
“¡sí pero yo te advertí!” dices y tomas la última gota de tu limonada mientras te encoges de hombros.
enzo, quien estaba al tanto de tu diálogo con caruso en la lejanía, dirigió su mirada hacia tu figura en el sillón una vez más. un atisbo de inquietud cruzó sus ojos al notar la conexión entre tú y el oji celeste. alzó una ceja luchando contra la incertidumbre de qué es lo que te tenía tan cautivada en la conversación con juani. tras un breve pero intenso instante de contemplación, decidió acabar con su duda y se disculpó con esteban para empezar a caminar hacia tu dirección.
se acercó al lado de juani y colocó una de sus manos en su hombro con más firmeza de lo habitual, sin que este realmente lo note, tu sonrisa creció ante la imagen de tu pareja. pronunciaste "amor" con ternura, acompañado de un saludo de mano, antes de continuar con la conversación con el argentino.
"dejemos tu llanto de lado. decime qué es lo que te gustó más de la peli.”
enzo los escuchó por un par de minutos más, tratando de comprender de qué se trataba. rápidamente entendió que se referían a una película que habías visto recientemente, pero él no, a veces hablabas sobre temas que realmente él no podía seguir por su escaso conocimiento al respecto. a pesar de su esfuerzo por disimularlo un sentimiento de incomodidad lo estaba empezando a molestar, se quedó en silencio observando desde la periferia.
todo tipo de pensamientos llenaban la mente de enzo, sobre la brecha generacional existente entre tú y él. "es normal que entables una conversación tan fluida sobre un gusto en común con alguien cercano a tu edad," pensó con un deje de pesar. le dolía imaginar que la diferencia de edad podría alejarte de él, aunque solo fuera en aspectos insignificantes. anhelaba comprender tu mente, el amor y la devoción por ti lo colocaban en esta situación incómoda. ¿su edad poco a poco te alejaría de él?
cuando los chicos avisaron que la cena había llegado, todos se dirigieron al grupo para disfrutar de la comida y de una conversación interminable durante la siguiente hora. sin embargo, enzo se quedó sumido en esa preocupante idea, que daba vueltas y más vueltas en su cabeza. podía responder con simpatía a las conversaciones en el grupo pero era claro que su actitud cambió, y no se podía encontrar aquella chispa en sus ojos.
al notar esto, la preocupación se apoderó de tu cuerpo, como una sombra que se cernía sobre ti. enzo esquivaba tu mirada, sus ojos evitando encontrarse con los tuyos, manchando tu corazón de azul con cada segundo de silencio.
bajaste la mirada a tu plato, sintiendo una sensación de malestar formándose en tu estómago. te sentías perdida, sin saber cómo abordar la situación. llevaste tu mano a su pierna con un leve apretón seguido de lentas caricias, buscando desesperadamente algún indicio de respuesta en él.
probaste un bocado de tu plato, intentando mantener la compostura, consciente de que no querías que el ambiente en la reunión decaiga. los chicos notarían si algo andaba mal, y eso era lo último que querías. sin embargo, tu mano seguía moviéndose en enzo, sin lograr generar reacción alguna en el uruguayo.
¿habías hecho algo mal? ¿qué dijiste o hiciste para causar su indiferencia? te hallabas remando entre todas las posibles opciones, sintiendo cómo la incertidumbre te envolvía en un mar de dudas.
pronto la reunión llegó a su fin; despedirse del grupo se convirtió en una tarea que les llevó más de un par de minutos, prolongándose en un tenso adiós. finalmente, se encaminaron hacia el auto de emanuel, que se ofreció a llevarlos al hogar del actor. te acomodaste, con la mirada fija en la ventana, mientras movías los dedos de tu mano en un tic nervioso, anticipando la charla que te esperaba en casa con tu novio.
enzo empezó una conversación con emanuel y su pareja, y tú te excusaste con una vaga explicación sobre el cansancio que sentías. sin embargo, bajo esa fachada de tranquilidad, la incertidumbre se apoderaba de ti.
unos quince minutos después, llegaron al apartamento. fuiste directamente a dejar tu bolso en el mueble, y finalmente, decidiste romper el silencio que se había vuelto más opresivo con cada paso que daban.
"¿qué está pasando?", preguntaste, buscando desesperadamente el contacto visual con enzo, anhelando que sus ojos te buscaran con la misma intensidad que tú a él. cruzaste los brazos, una barrera improvisada para protegerte y reunir fuerzas para lo que podría ser tu primera discusión real con enzo. "todo iba bien. te dejé hablando con kuku y de repente comenzaste a actuar extraño. ¿estás enojado conmigo?", dijiste, enfrentando el problema directamente, aunque te costara un gran esfuerzo.
"no lo sé, lo siento. no quería arruinarte la noche", se disculpó enzo, con la mirada gacha y la voz cargada de pesar.
negaste con la cabeza, sintiendo cómo se desvanecían tus ánimos al mirar al suelo. "debes saberlo. me has ignorado toda la noche. algo debe haber pasado, algo debo haber hecho", insististe, el nudo en tu garganta haciéndose más apretado con cada palabra.
"vos no has hecho nada, te lo juro", respondió enzo, pero su voz sonaba distante, como si estuviera luchando contra algo más que una simple discusión.
"¿por qué te está costando tanto?” la pregunta salió de tus labios mientras esperabas desesperadamente una respuesta que nunca llegaba. “¿estás celoso de juani, es eso?”
enzo negó rápidamente con la cabeza. podría estar consumido por sus inseguridades, pero no jugaría contigo ni con la confianza que habían establecido en su relación. entonces, ¿por qué no podía enfrentarse al elefante en la habitación y discutirlo contigo? "yo confío en vos. no tiene nada que ver con juani", respondió, aunque sabías que había más detrás de sus palabras de lo que estaba dispuesto a admitir.
"si confías en mí, ¿por qué no me dices qué está pasando? somos adultos, en. podemos arreglarlo", insististe, tratando de mantener la calma.
"somos adultos", enzo repitió tus palabras, finalmente respondiendo a tu mirada. “lo siento. aquí el único problema soy yo."
sacudiste la cabeza y te acercaste a él. "no, en. pero tenemos que hablar. siempre lo hacemos. no somos nada sin hablar", afirmaste con determinación.
enzo asintió y tomó tu rostro con ambas manos, suspirando con amor y tristeza al mismo tiempo. una mezcla de emociones se reflejaba en sus ojos al ver tu esfuerzo por sonreír, aunque aún cargabas con la ansiedad.
"tenés razón. no somos nada sin hablar. he sido un boludo ¿no?", admitió enzo, mientras tú asentías con una sonrisa, las lágrimas amenazando con escapar de tus ojos. "no llores, amor. realmente no has hecho nada", dijo, buscando sonar lo más sincero posible, porque realmente lo estaba intentando.
"pero dime", insististe, anhelando entender qué estaba pasando en su mente.
"siento que mi edad me está alejando de vos", confesó finalmente enzo, revelando el tormento que había estado inundando su mente durante gran parte de la noche.
la sorpresa te embargó por unos segundos, y moviste la cabeza en negación una vez más. "eso no va a pasar, enzo. yo te amo", afirmaste con firmeza.
"yo también te amo, mi amor. pero me está poniendo de los nervios no poder compartir algunas cosas contigo, no poder involucrarme. estar ahí no es suficiente. necesito hacerte saber que sos escuchada y que cada palabra que decís me interesa e importa", confesó enzo, abriéndose de una manera que te hizo sentir aún más cerca de él. “¿y sí encuentras a alguien que sí comprenda hasta las cosas pequeñas que yo no?”
muchas personas afirman que enzo es alguien serio, que mantiene constantemente sus sentimientos bajo control. puede que no estén completamente equivocadas al decir que tiende a mantener un perfil bajo, pero es una mentira para aquellos que realmente lo conocen, que en realidad, él comparte cómo se siente y demuestra constantemente cuánto ama, cuida a las personas que le importan. es desgarrador darse cuenta de que había estado sintiéndose así, y que no habías podido hacer nada para calmar su preocupación. es válido que una inseguridad lo embargue.
respiras profundamente, y una lágrima resbala por tu mejilla. "me siento escuchada y amada por ti cada vez que te digo literalmente cualquier cosa, y tú estás siguiendo la conversación. o incluso si no lo haces, porque es algo que desconoces. nunca podría pensar en dejarte, ¿te das cuenta cuan feliz me haces? he dicho cada palabra con cada gramo de honestidad en mi cuerpo. no te culpo por haberte sentido así, puede que ambos lidiamos con pensamientos parecidos pero estamos para resolverlas juntos, ¿no?"
enzo asiente con una sonrisa ligera, dejando escapar algunas lágrimas que rápidamente limpiaste. el uruguayo observa tus movimientos con ternura, sus ojos reflejando un torbellino de emociones. luego, tomó tus manos con las suyas y las acercó a sus labios, besando delicadamente tus nudillos.
“sos demasiado increíble.” dice con una sonrisa que refleja todo el cariño que siente por ti, deposita un beso en tu mejilla y termina con la tarea de limpiar tus lágrimas. “te debo una disculpa amor, de cualquier manera no debí de ignorarte como lo hice, no te mereces ese trato nunca, por más triste que esté o lo que sea. saqué todo de proporción y lo siento, jamás quiero ser la razón de tu tristeza.” expresa honestamente.
“está bien, gracias por decirme, siempre estoy.” replicas y rodeas su cintura con tus brazos, enzo inmediatamente responde al abrazo y apoya su cabeza en tu hombro. “te amo.” a veces parecía que un abrazo podía decir más cosas que un beso o cualquier otro tipo de caricia, ¿no?
“yo también te amo, mucho.” las sonrisas en los rostros de ambos crecen significativamente,
“¿qué te parece si vemos una peli? la que vos quieras.” enzo propone y asientes. caminan hacia el mueble donde se ponen cómodos, apoyas tu cabeza a su hombro mientras piensas
“qué tal… ¿’flipped’?” enzo pronuncia rápido y entusiastamente un sí, tomas el control de la tele para reproducirla.
“¿es nueva?” pregunta, curioso por descubrir más sobre la película que habías elegido.
“para nada, es del 2010 y transcurre en los 50.” le respondes y antes de dar play comentas; “ahora que pienso, mis películas favoritas transcurren en el siglo pasado ¿tendrá un mensaje oculto?” él sonrió, acostumbrado a tus análisis profundos sobre prácticamente todo lo que te rodeaba, especialmente cuando se trataba de encontrar coincidencias y significados.
“¿qué sos una amante del siglo xx? con razón estás conmigo.” bromeó el mayor, provocando una suave risa en ambos mientras él recibía un golpe suave en la pierna por tu parte.
“sí, pero además de eso.” respondiste, con un destello de complicidad en tus ojos.
“los escenarios son muy lindos, te doy un punto por tu buen gusto.” enzo elogia, evocando en su memoria todas las películas situadas en aquella época.
“¿cuántos llevo?” cuestionas juguetonamente.
“331 y contando.” responde enzo con una sonrisa cómplice.
“vamos por más.” presionas finalmente play y te recuestas una vez más junto a él, listos para sumergirse en la historia que les esperaba en la pantalla.
enzo te observa con palpable cariño cuando realizas una acotación sobre alguna escena que llama tu atención, adora tu habilidad para transformar un momento tenso en el largometraje en uno lleno de risas, la manera de compartir todo lo que piensas, sin reservas, tu autenticidad inundando la habitación y su corazón.
para el final de la película, ya pasada la medianoche, culpando al cansancio acumulado y al calor reconfortante del cuerpo de enzo, te quedas dormida a pocos minutos del desenlace. el castaño nota tu suave respiración y la tranquilidad que ha invadido tu rostro mientras duermes, y decide seguir el mismo rumbo. con cuidado, apaga la televisión y se recuesta a tu lado, atrayéndote hacia él en un abrazo protector y cálido.
una sonrisa tierna se dibuja en sus labios mientras acaricia suavemente tu cabello. es un momento de paz y conexión, una imagen de serenidad y amor, donde el simple acto de estar juntos es suficiente para llenar sus corazones.
con un suspiro de satisfacción, enzo cierra los ojos y se deja llevar por el dulce abrazo del sueño, sabiendo que no hay lugar en el mundo donde prefiera estar más que junto a ti.
w/n: gracias a quien me mandó la request 🤍 aunque siento que en el camino me desvié, el resultado me ha gustado mucho :D pueden mandarme más ideas, aprovechen mis semanas de vacaciones 🫡
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inest6ables · 15 days
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La despedida.
Recuerdo la última vez que nos vimos y la vivo como si fuera en el presente, todo era tan perfecto, ni siquiera podía imaginar que esa sería la última vez, que eso no era más que una despedida.
Es que, ¿cómo imaginar que sería el final entre tantos besos y abrazos de por medio? entre ese último mensaje después de irnos, entre ese abrazo y caminata abrazados, entre el último beso que nos dimos.
Quizás fue idea mía, quizás para vos no era nada
Y juro que intenté entenderlo, entender cómo podías cambiar de parecer, quisé entender cada una de tus palabras y de tus actos, quisé entender por qué fue así sí yo no te busqué, si yo no aceptaba nada de tu parte porque, inconscientemente, sabía que esto podía suceder.
Quisé lamentarme por haberte dejado entrar en mí vida y que todo se convierta en caos al cuestionarme cada cosa desde el momento en el que apareciste, ¿por qué si no fuí yo quién apareció primero, fuí la que terminó hecha un caos?
No pude entender, pero me resigné a la idea de esperar a que cumplas con tus palabras, de volver a repetir, de volver a vernos, de esperar esa cena que ni siquiera yo planeaba pero vos lo dijiste, de que aparezcas de la nada en dónde trabajo y me busqués, ya no sé si quiero seguir encontrandote y fingir que no nos conocemos.
Ya no quiero vivir la vida esperando, y ya no puedo volver atrás para evitar todo lo que quisé evitar desde el primer momento.
Me quedo en ese recuerdo, en esa última vez, y seguiré con mí vida pretendiendo que nada pasó, que nunca permití dejarte entrar.
— v.
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viejospellejos · 3 months
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Así se protegió La Última Cena de Leonardo da Vinci durante la Segunda Guerra Mundial, 1940.
Cubierta por una pared de sacos de arena y andamios arriostrados para estabilizar y fortalecer la estructura en general, así como para impedir el desplazamiento del entramado metálico.
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likealarryqueen · 2 years
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Beg for It - Larry Stylinson Oneshot
Descrição: Harry queria realizar um kink, mas os outros dons do local onde frequentava não queriam. Então resolveu pedir a Louis, seu melhor amigo e dono do local. Só ele faria Harry ser um buraco de foder.
Tags:
Ltops/hbottom
BDSM
Bondage
Gloryhole
Spanking
Degradation
Dracryphilia
Fingering
Narratophilia
Friends to lovers
"Caso alguma dessas tags acima não for do seu agrado, sugiro não prosseguir com a leitura!" ❤️
Harry estava subindo pelas escadas em uma velocidade não recomendada. Ele sentia seu coração batendo forte contra o seu peito, mas ele não ia desistir agora.
Estava quase chegando na sala que ele sabia que Louis estaria e tinha se decidido em conversar com ele. Eram melhores amigos a muito tempo, já tinham passado por tanta coisa juntos. Uma cena não faria diferença.
Ou faria?
Ao chegar no final do corredor, ele vê 3 pessoas saindo da sala do Dom Tommo - como muitos o chamavam -, e todos o cumprimentaram.
Todos que frequentavam o The Griffin conheciam ele. Era o Sub mais desejado do lugar e ainda protegido de Louis, o dono daquele espaço.
Ele abre a porta e encontra Louis sentado no divã no meio da sala. Ele parecia um pouco aéreo ainda, provavelmente fazia pouco tempo que fez sua última cena.
- O que devo a honra do meu melhor amigo nessa bela sexta a noite? - Ele chama o mais novo com um gesto e dá algumas batidas em suas coxas. - Achei que não viria hoje, Brendon não confirmou presença hoje. Está procurando outro Dom, hum?
Harry se aconchega em seu colo e entrelaça seus braços em volta do pescoço do mais velho.
- Talvez, ele não quis fazer uma cena comigo. - fez um biquinho nos lábios vermelhos que brilhavam por causa do seu gloss de cereja.
- Diga- me então. Você sabe que pode me pedir qualquer coisa. Talvez eu encontre alguém para fazê-la com você, sabe que eu conheço os melhores daqui.
Louis encara os belos olhos verdes na sua frente e faz leves movimentos com os dedos por cima da calça escura que o mais novo usava.
- Quero que você faça uma cena comigo.
É nessa hora que o seu coração só faltou pular pela boca.
- O-o quê?
- Lou, eu sei que nunca fizemos algo juntos dessa forma. Mas eu já conversei com tantos doms e nenhum deles quis realizar o meu desejo... Por isso que eu pensei em você.
Harry não podia se fingir de bobo. Sabia que o amigo era muito desejado e ele tinha olhos para ver isso. Sabia da sua grande fama de deixar os subs do lugar de pernas bambas, ele era perfeito pra realizar o que ele estava sonhando há um mês.
Começou a fazer carinho pelo pescoço do mais velho e viu sua pele se arrepiar. Conhecia Louis a tanto tempo que sabia como poderia persuadi-lo de uma forma mais rápida.
- O que essa sua cabecinha tem em mente? Sabe que se realmente concordar com isso não vou pegar leve com você, certo?
- Claro que eu sei, por isso que a única pessoa que poderia encenar um glory hole comigo é somente... - Ele se enclina para frente no colo de Louis e encosta seus lábios na sua orelha esquerda. - você.
Louis arfou em deleite. Harry era conhecido por ser um furacão. Ele sempre conseguia o que queria. Eles nunca tinham se relacionado dessa forma antes, tinham concordado em praticar somente com outras pessoas, mas a partir desse dia, o tratado mudou.
- Vou deixar a minha lista com você e amanhã você vai levá-la inteira preenchida para conversarmos no meu apartamento. Esteja pronto às 19h. Não quero atrasos.
- Tudo bem, Dom. Amanhã terminamos de resolver isso. - Ele se desvencilha dos braços de Louis e põe-se em pé. - Preciso terminar de organizar algumas fantasias. Tenho uma apresentação do 3° ano amanhã a tarde. Eles vão me deixar de cabelo em pé.
- Eu sei, minha mãe pediu para eu ir e filmar o Ernest e a Doris. Ela vai estar de plantão.
- Então eu te vejo lá, Lou. Boa noite. - Ele se abaixa um pouco e deixa um beijo na bochecha do mais velho e vai em direção a saída. - Ah, vê se não amarela, hein.
- Abaixe o seu ego, Styles.
...
- Ok, nada de paralisação total, bloqueio de sons ou tato, sem golden shower e... sem CNC? Harry, você está diferente.
- Que bela imagem você tem do seu amigo, Lou. Deixe isso para o Halloween, fica mais emocionante. - Harry revira os olhos.
Já era de noite e os dois estavam discutindo suas preferências. Harry havia levado uma bela grazing box - que ele mesmo montou - para desfrutarem e Louis abriu um de seus melhores vinhos.
- Você sabe que eu te conheço, Love. - Experimentou um dos queijos que estavam expostos. - Hum, faça isso mais vezes. Está maravilhoso essa combinação de brie com damasco.
- Vou anotar. - Harry endireitou a coluna e cruzou as pernas.
Os dois estavam com roupas mais leves e tinham espalhado várias almofadas por cima do grande tapete da sala de visitas de Louis.
Depois de terminarem de decidir tudo que fariam nessa cena e com várias taças de vinho no organismo. Eles não se encontravam no mais belo juízo.
Harry estava excitado de tanto imaginar as mãos do mais velho passando por todo o seu corpo e marcando-o. E Louis não ajudava sua situação, pois tinha se aproximado e fazia leves carinhos por suas coxas que estavam desnudas por usar um shorts de linho razoavelmente curto.
Havia uma vitróla reproduzindo Michael Bublé ao fundo, a lareira à gás deixava o clima mais agradável e a luz do fogo era alaranjada.
- Você poderia ter escolhido qualquer outra pessoa para realizar o seu desejo, Love. - Deu um leve beijo atrás da sua orelha e puxou lentamente seu lóbulo. - Por que eu?
- Não me faça essa pergunta, Louis! Sabe que eu confio em você... Fora que, digamos que... q-que você está me deixando muito excitado ultimamente. - Sua voz estava falhando. Ele só não sabia se era por vergonha de admitir isso ou pelos carinhos que Louis continuava a fazer.
- Eu te excito, é? - Louis sobe sua mão esquerda por baixo da camisa de Harry e começa a beliscar seus mamilos. - E você está gostando disso?
O de olhos esverdeados joga a sua cabeça para trás e solta um longo gemido em deleite. Suas mãos puxam Louis para perto e ele sente uma imensa vontade de beijá-lo.
- M-muito. Ah, Lou, me beija agora, por favor-oh.
Eles juntam os lábios com pressa. Tanto tempo que os dois queriam isso. As línguas travavam um grande batalha por poder, mas Louis conseguiu vantagem.
Começou a deitar o corpo do maior e se colocou no meio de suas pernas. Arrumou as coxas grossas em seu quadril e flexionou seus músculos para se encaixar naquela posição.
- Você não sabe o quanto eu quero me enterrar no seu cuzinho, Love. - Começou a fazer movimentos contra o quadril do outro. - Ah, sentir você tão apertadinho em volta do meu pau deve ser tão bom.
- Imagina ter você de quatro pra mim enquanto estiver no glory hole, vou deixar a sua bunda toda vermelha primeiro e depois de foder tão forte que você não vai conseguir se mexer sem se lembrar que fui eu quem fez isso.
- Faça isso agora, Louis. Eu preciso. Eu preciso de você. - Harry não conseguia parar de gemer. Sentir o pau grosso e longo do mais velho tocando sua virilha e a voz dele rouca no seu ouvido estava deixando-o entorpecido. - Senhor, eu lhe imploro.
- Pare de ser um garoto guloso, Love. - Se afastou do aperto das pernas de Harry e o virou de bruços. - Eu vou acabar com você, mas não vai ser agora. Quero sentir o seu corpo todo na minha língua, mas você e eu temos que estar sóbrios para isso.
- Mostre me que está ansioso para sentir o meu pau. Geme bem gostoso pra mim, vou fazer você gozar agora. - Abaixou o shorts e a boxer e Harry remexeu seu quadril contra a maciez do tapete. - Rebola essa bunda na minha língua que eu vou te chupar, mas antes implore por mim.
- L-lou, oh, por favor, me faz gozar. Me fode com a sua língua.
Louis desceu seu rosto até a entrada rosada de Harry que já estava latejando de tesão. Molhou seus dedos com saliva e fez movimentos circulares para provocá-lo mais.
Os gemidos do mais novo estavam cada vez mais altos, ele movia seus dedos devagar para deixá-lo no limite.
- Implora.
O estalo da sua mão pôde ser ouvido pelo cômodo. Harry estava arfando. Ele não conseguia falar. Muito menos raciocinar. Eles não estavam nem submersos em uma cena e ele já estava fora de si.
- Anda logo, porra. Mostre-me a vadia gulosa que você é. - Deu mais outro tapa.
- Senhor, me lambuza. Me deixa bem molhadinho pra você. E-eu estou latejando tanto, sente como eu estou louco para você me fazer gozar.
Sem vergonha alguma, ele empina ainda mais o seu quadril e rebola na cara de Louis.
Tomlinson não perde mais nenhum segundo e cai de boca. Ele não se importa o quão obsceno ele estava sendo em deixar tudo mais barulhento e babado possível. Ele só se importava em dar a melhor experiência para Harry.
Ele parecia um anjo.
Um anjo pecaminoso que parecia cantar em seus ouvidos com os mais belos suspiros e sons dengosos.
- Você gosta que eu foda a sua bunda assim? Então goza pra mim, vadia. Obedeça o seu mestre agora.
Louis molhou seu dedo indicador e enfiou de uma voz na entrada do mais novo.
- E-eu preciso de mais.
- Como sempre uma vagabunda muito gulosa. Mas hoje você só vai ter isso, Love. - Forçou o dedo mais fundo e fez movimentos rápidos até encontrar a próstata. - Goze pra mim.
Harry nunca tinha sentido tanto com tão pouco, seu corpo estava entrando em combustão. Sentia um calafrio no seu estômago. Seu pau pingava de tesão.
Com mais duas enterradas do dedo de Louis dentro dele, ele veio em fortes jatos no tapete.
Seu corpo caiu para frente, mas Louis o segurou para acomodá-lo melhor nas almofadas.
- Está se sentindo bem, Haz?
Louis passou a mão por seus cabelos ensopados de suor e se encaixou atrás dele.
- S-sim, só preciso do meu fôlego de volta.
- Descanse um pouco, babe. Vou precisar de uma ajudinha depois. - Ele puxa o quadril do mais novo para perto.
- Com prazer, senhor.
...
Alguns dias haviam se passado. Harry e Louis não conseguiram se encontrar durante a maior parte da semana. O mais novo estava muito atarefado com a semana de provas, pois era professor de artes do todas as turmas do ciclo 1 do ensino fundamental.
Louis ficou a semana inteira pensando em como surpreender Harry. Fez algumas alterações no funcionamento do seu estabelecimento para que tivesse um espaço reservado para desfrutarem sem serem interrompidos. E, felizmente, na sexta feira tudo já estava resolvido.
Às 17h da tarde ele iria na porta da escola buscar o professor, já era algo natural deles fazerem isso, então nem precisou avisá-lo.
Se arrumou com o seu melhor terno, caprichou no perfume e com 10 minutos de antecedência já se encontrava fora do carro em frente a escola infantil.
Viu vários pais esperando seus filhos, alguns com cachorros na coleira e outros com carrinhos de bebê. Louis nunca tinha cogitado ser pai, não havia encontrado um parceiro que tivesse despertado esse sentimento.
Mas quando viu Harry chegando perto do portão com várias crianças que não tinham mais do que 7 anos, seu coração amoleceu na hora.
O professor esperou que todos os pais ou monitores aparecessem e foi em direção ao carro de Louis. Ele possuía um genuíno sorriso no rosto. Seus olhos estavam radiantes e sua pele era banhada pelos últimos raios solares do dia.
- Oi, Lou. - deu um grande abraço no mais velho. - Estou cheio de tinta seca, bem diferente do seu terno.
- Você sabe que pode estar vestido com uma fantasia de Pierrot e ainda continuará sendo lindo, Love. - Louis abriu a porta do passageiro e foi em direção ao lugar do motorista.
- Vou te levar para tomar um banho e se arrumar. Comprei seus acessórios de hoje, tudo bem pra você?
- Usarei com o maior prazer, meu Dom.
Louis sentiu seu pau se animar no meio de suas pernas, mas se distraiu desse detalhe.
A noite seria emocionante.
Quando chegaram no prédio onde moram, Harry foi direto para o banho e Louis buscou os acessórios que o amigo usaria. Os deixou em cima da cama do moreno e foi esperá-lo na sacada.
Enquanto isso, Styles tomou um banho quente com seu sabonete de pêssego.
Saiu de seu banheiro privativo e percebeu uma caixa em preto fosco em cima de sua cama. Abriu-a com cuidado e se deparou com uma bermuda de cintura alta em couro, uma meia calça, um mocassim de couro branco e detalhes em preto de Salvatore Ferragamo e por último, uma coleira com a fivela média em couro preto com um arco prateado ao meio.
Após tirar todos os objetos presentes na caixa, Harry arfou com o último. Nunca pensou que Louis lhe entregaria uma coleira dessa forma.
Percebeu que havia um pequeno bilhete no fundo da caixa e pegou em suas mãos.
"Use-a somente se você se sentir a vontade."
Era uma grande responsabilidade, sabia que coleiras só eram entregues com muita confiança entre um Dom e um sub. Resolveu deixá-la por último e se vestiu.
Foi a passos lentos até encontrar Louis na sacada. O mais novo segurava o precioso objeto em suas mãos trêmulas.
Louis se virou quando ouviu os passos cada vez mais próximos e admirou-o de cima a baixo.
- Você está perfeito, Haz.
- Por que me deu a coleira? Sabe que essa é a nossa primeira vez juntos.
- Você sabe o significado. Se aceitar, você será meu único sub. Você sempre foi o único na minha vida, love. Sabe que eu faria qualquer coisa por você.
- Caralho, Louis. Você é muito emocionado. - Fala meio risonho.
- Você acha que eu ia deixar você dando sopa pra sempre? Não sou louco a esse ponto.
Harry o encarou por alguns segundos e respirou bem fundo. Apertou a coleira e levou até perto da visão de Tomlinson.
- Coloque a coleira no seu mais novo sub, senhor. Por favor.
Louis a pegou e Harry se virou de costas. O mais velho passou delicadamente o acessório pelo pescoço do outro e virou para frente novamente.
- Você é a pessoa mais linda que eu já conheci. - Passou a mão pelo rosto angelical de Harry.
- E você é a melhor pessoa que eu poderia ter em minha vida.
Os dois se aproximam como imãs e se beijão devagar.
- Vamos para o The Griffin.
...
O caminho até o local não foi longo. Louis foi dirigindo e Harry ficou no banco do passageiro mudando as músicas. O clima estava perfeito e os dois estavam em sintonia.
Quando Louis estacionou o carro em frente ao The Griffin, o manobrista apareceu ao lado da porta do motorista e levou o carro até o estacionamento do fundo.
- Harry, então vamos começar de verdade agora, sim? - O mais novo assentiu. - Vou te apresentar como o meu mais novo sub a todos. Fique de quatro quando chegarmos na pré-sala e me siga, Love.
Os funcionários da recepção possuíam os olhos arregalados, mas ninguém disse nada. Quando chegaram na grande porta feita de carvalho, Louis susurrou algo para o cerimonialista que logo assentiu e entrou no salão principal.
Harry se colocou na posição que antes foi instruído e Louis puxou uma corrente prateada de seu bolso e conectou com a coleira.
- Se comporte, Love. - Arrumou sua postura.
- Senhoras e Senhores, é com muito prazer que apresento-lhes o Senhor Louis, o dono desse magnífico lugar, e seu mais novo sub, Harry Styles.
As portas se abrem e todos os presentes no salão encaram os dois na entrada.
Harry observa que todos estão em trajes mais sociais nesse dia. Havia um silêncio por todos os cantos e muitos os encaravam incrédulos.
Ninguém esperava pelo dia que finalmente Louis se uniria a um sub.
Louis deu o primeiro passo e foi cumprimentar alguns amigos próximos e todos os parabenizavam.
Depois de fazerem sala por alguns minutos - quase 1h. Os dois foram para o local que Louis tinha reservado.
Era um quarto grande, tinha uma Kingsize perto da entrada, a direita possuía um glory hole, um armário bem grande que tinha vários acessórios para usá-los, uma poltrona grande de couro e várias suportes no teto para suspensão.
- Pode se levantar agora, Harry. - Tirou o paletó e deixou em cima da cama que tinha lençóis de cetim vermelho. - Pena que não vamos usar a cama hoje, Love.
- Temos outras prioridades. - Deu de ombros.
- A minha prioridade é deixar sua bunda toda vermelha nos próximos minutos.
- Faça o que quiser comigo, Dom. - deu uma piscada.
- Vá até a poltrona e se ajoelhe de costas para mim, não se vire sem minhas ordens.
Harry fez o que Louis mandou e esperou calmamente no lugar. Não conseguia ter visão do espaço ou algum barulho. Somente sua respiração era ouvida.
Enquanto isso, Tomlinson escolhia a dedo um de seus chicotes para começar. Pegou um de corda - seu favorito - e se aproximou do maior.
- Você viu como todos estavam babando por você, Love? - passou as cordas pela coluna. - Tantos olhares desejosos pelo que é meu...tsc, tsc.- Parou o chicote rente ao começo da bermuda. - Tire isso.
Styles se lavantou, mas continuou de costas, abriu o ziper e abaixou a peça lentamente por suas coxas grossas. Sentiu sua pele queimar pela grande atenção que recebia. Seu corpo foi empurrado para frente até que ficasse debruçado sobre a poltrona com a bunda empinada.
- Que obra de arte. - Louis passou as mãos por cima da meia calça. - Vamos ver em que tom de vermelho consigo deixar a sua pele até que você esteja gritando por mim, Love. Conte.
Louis deu o primeiro golpe. O corpo a sua frente solavancou e as pernas tremeram. Ouviu Harry falar e continuou com as chicotadas.
A cada acerto, Styles gemia cada vez mais alto. Sua pele estava esquentando e doía, mas seu pau já estava começando a endurecer e seu corpo correspondia a cada toque.
- Minha putinha gosta de apanhar, né? Olha como você rebola bem gostoso pra mim. - Deu um tapa forte, apertou a carne já vermelha pelas cordas e o grito de Harry veio mais alto. - Isso, babe, assim todos vão ouvir como eu acabo com você tão bem. Gosta de saber que todos podem ouvir a vadia que você é?
- Oh, sim, senhor. Q-quero que todos saibam que eu sou a sua putinha de agora em diante.
- Muito bem, Love. - Louis apoiou a perna direita ao lado do corpo do mais novo e se abaixou para rasgar a parte de trás da meia calça.
A entrada do submisso ficou totalmente exposta, Louis passou os dígitos levemente pelo local e Harry arfou.
- Quer que eu te toque aqui, babe?
- S-sim. - Recebeu um tapa certeiro perto de seus testículos. - Ah!
- Não se esqueça que eu sou seu mestre, vadia.
- Sim, senhor! Me abre todinho. Eu quero tanto sentir você dentro de mim, por favor.
- Não se mexa.
Louis buscou um lubrificante e um plug de diamante no armário e voltou-se até Harry. Passou uma quantidade generosa nas mãos e levou-os até a entrada pulsante do maior. Massageou levemente antes de enfiar o primeiro dedo, sentio as paredes espremendo-o e imaginou como seria o seu pau alargando aquele buraco.
Sentia o seu pau começando a vazar em sua cueca boxer, ver Harry naquela pose tão submissa estava enchendo-o de tesão, então começou com os movimentos de vai e bem e logo aumentou para dois dedos para começar a tesourá-lo.
- Você está engolindo os meus dedos tão bem, Haz, hum. Você é tão apertadinho, quero me enterrar logo nesse meu buraquinho de foder. - Aumentou a velocidade que fodia o mais novo. - Você vai ser bom pra mim? Vai me deixar acabar com o seu cuzinho hoje? Porque eu quero acabar com você até que esteja chorando de prazer e tendo a minha porra dentro de você.
- Oh, senhor. - Harry forçava seu quadril contra os dedos de Louis. - Me faz do seu brinquedinho logo, por favor. Eu quero gozar com você me fodendo.
- Então você, como a boa putinha que você é, vai deixar o meu pau bem babado para eu me enterrar no seu cuzinho, babe. - Puxou o plug do bolso e colocou-o em Styles.
Louis abriu rapidamente sua calça social e abaixou a cueca boxer. Seu pau vazava pré-gozo e estava completamente duro, as veias bem marcadas e a glande avermelhada estava toda lubrificada.
- Me mama bem gostoso agora, me mostra a boquinha maravilhosa que todos dizem que você tem.
Harry caiu de joelhos na sua frente, agarrou a base do pau a e bombeou algumas vezes até Louis jogar a cabeça para trás. Deixou um rastro de saliva desde as bolas que estavam inchadas por conta do tesão acumulado e foi subindo até a ponta. Chupou com delicadeza a glande e deixou um beijinho antes de encarar Louis que tinha voltado a encará-lo, deu um sorrisinho e voltou a chupa-lo até conseguir encostar no fim.
Continuou chupando-o até deixá-lo todo babado. Sua saliva escorria pela lateral da sua boca. A cada sucção ele conseguia chegar mais fundo, até conseguir recebê-lo completamente em sua garganta.
- Você engole o meu pau tão bem. - Puxou os cabelos do sub. - Eu poderia gozar agora para ver você engolindo tudo como uma boa vadia por pau que você é. - Começou a movimentar o quadril para frente até estar fodendo a boca de Harry. - Ia ser tão lindo ver a minha porra escorrendo pelo seu rosto todo.
Harry estava em êxtase, o pau de Louis era grosso e grande, sentia-o bem fundo em sua garganta e estava morrendo de tesão com as palavras que o mais velho dizia. Ele precisava tanto gozar, mas sabia que não poderia se tocar agora.
Tomlinson afrouxou o aperto e observou Harry destruído a sua frente, ele puxava o ar com dificuldades, as pernas um pouco relaxadas, o rosto jogado para trás e seu pau bem ereto ainda estava preso pela meia calça.
- Senhor, eu imploro, me fode agora. Eu p-preciso tanto de você, do seu pau. Eu preciso gozar com você dentro de mim. - O mais novo tinha os olhos avermelhados por conta do esforço que acabara de fazer e pediu tudo em um só fôlego.
- Entre na cabine que irei te arrumar. - Louis ajudou-o a levantar e foram até o gloryhole.
Harry preferiu se deitar de costas e as pernas suspensas. Da cintura para cima Louis não tinha muito acesso - ele conseguia só avançar um pouco com os braços para tocar até os mamilos de Harry -, e da cintura para baixo ele ficava exposto pelo buraco.
- Agora vou poder usar o meu buraquinho de foder como eu quiser. - Apalpou o pau do moreno por cima da parte da meia calça que ainda não estava rasgada. - Minha putinha que gosta de ser usada.
- Eu gosto muito, senhor. - Era uma experiência totalmente diferente do que já tinha experimentado. - Me usa para você sentir prazer, oh. - Louis tirou o plug que tinha posto e pincelou seu pau pelo lugar. - Isso é t-tão bom.
Louis passou lubrificante por todo o comprimento de seu pau para ser mais fácil de deslizar pela entrada do maior e começou a forçá-lo a entrar.
- Babe, mesmo eu te preparando você continua tão apertado. - Foi deslizando bem devagar, a pressão da entrada de Styles deixou seus pelos arrepiados.
Depois de alguns movimentos, tinha todo o seu pau dentro do mais novo. Não perdeu tempo e começou com um ritmo forte. Segurou nas coxas grossas que estavam suspensas e ouvia Harry gemer alto de dentro da cabine.
O corpo de Harry solavancava a todo momento com a força que era fodido. Ele se segurava nas laterais para ter algum apoio. Sentia seu estômago se revirar todas as vezes que Louis encontrava a sua próstata.
- Tá gostando de ser usado dessa forma, Harry? Era isso que você queria? Ter suas pernas abertas que nem uma vadia só pra mim te deixa com tesão? Responda! - Louis aumentou o ritmo e ouviu Harry gritar um "Sim" do outro lado. - Poderia ser qualquer um desse lado aqui, mas nenhum iria te fazer gritar como eu estou fazendo.
Continuou com o ritmo rápido e fundo, sentia seus dedos do pé se encolhendo com o esforço, mas estava com o corpo dormente de tesão. Apoiou sua mão direita na barriga clarinha de Harry e sentiu quando seu pau atingiu a região e estufou o local.
- Olhe, babe, sinta como eu vou bem fundo em você.
Harry estava no céu. Se ele morresse ali mesmo, ele nem ligaria. Percebeu todas as vezes que Louis forçou seu pau mais fundo e aumentou um volume em sua barriga.
Eram tantas sensações que seu corpo não aguentou e ele começou a chorar. Chorar de tanto tesão que ele estava sentindo e que logo ele iria gozar.
- Lou, me faz g-gozar. Eu preciso tanto. - Louis conseguiu ouvir a voz embargada do mais novo. Era como música para seus ouvidos.
- Então goza pra mim, Love. Vem bem forte agora que eu vou continuar te fodendo até encher o seu cuzinho guloso.
Louis começou a masturbá-lo por cima da meia calça e Harry não aguentou mais. Seu corpo finalmente cedeu ao prazer extremo e sentiu seu pau soltar vários jatos de gozo e molhando todo o seu abdômen. Enquanto isso Louis continuava a maltratar o seu buraco - que agora estava mais apertado por conta do orgasmo.
- Eu poderia te foder pra sempre, Haz. Você acolhe o meu pau tão bem. Eu vou te lambuzar inteiro, babe. - Depois de mais algumas estocadas, Louis veio em chatos longos dentro do maior. - Oh, baby, você foi tão bom pra mim.
Os dois ficaram alguns minutos recuperando a respiração e Louis saiu de dentro de Harry. Viu sua porra escorrer pela entrada vermelha e sorriu orgulhoso do estrago que fez.
- Tão belo. - Empurrou dois dedos mais algumas vezes e Harry gemeu afetado. Colocou o plug novamente e deixou- o fundo. - Guarde a minha porra por enquanto.
Desamarrou as pernas suspensas com delicadeza e ajudou Harry a sair do gloryhole. Segurou o corpo do maior e foram em direção da cama.
- O que achou, babe? - Cheirou a lateral do seu pescoço que tinha a coleira.
- Você foi incrível, Lou. Obrigado. - Deu um selinho rápido e se aninhou ao corpo do parceiro.
- Você sabe que sempre poderá me pedir o que quiser.
- A única coisa que eu preciso agora é de um bom banho e dormir com você.
- Bom, para a sua sorte isso eu consigo resolver agora.
Os dois foram devagar até o banheiro do quarto e tomaram um bom banho de banheiro com a água bem quente para relaxar os músculos. Tiveram vários momentos de carícias íntimas e muitos beijos ardentes - pois não tiveram oportunidades para isso na cena.
- De agora em diante, Lou, eu não quero mais ficar longe de você. - Harry encostou suas testas.
- E você não vai, amor.
Se você chegou até aqui, não esqueça de deixar um coraçãozinho e compartilhar para me ajudar a chegar em mais pessoas, beijinho.🌟
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Hace más de 6 meses y un año, tomaste tus cosas y decidiste dejarme, las flores que me diste siguen marchitas, y los platos de la última cena que te preparé con amor siguen intactos, estuve tanto tiempo esperando que ni me di cuenta que mucho antes ya todo estaba echado a perder, pensé que incluso las memorias en los cuadros seguían intactas, pero estaban estrellados de tanto aferró que les tuve, hace poco también salí de ahí, abandone todo, como tú lo hiciste, pero deje el piso limpio y la casa recogida para el siguiente que fuese capaz de sostenerme.
チェ- Aly
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Matando a saudade
N/a: simplesmente um hot gigantesco para vocês! Hahaha bommm espero muito que vocês gostem tanto quanto eu! Quero muito saber sua opinião! Caso encontrem algum erro, eu escrevi e editei tudo pelo celular, o que deixa muito fácil de perder os erros, mas logo arrumo isso!
Avisos: conteúdo sexual explícito, linguagem de baixo calão, +18
Diálogos: Você tem noção do quão linda é? É realmente uma distração / Acho que fui feito para te amar / Por anos ansiei por você em segredo e silêncio / Toque-se olhando para mim / Você achou que eu tinha terminado? Oh não, baby, hoje é sobre você. E eu vou te fazer gozar de novo.
Masterlist
Lista de diálogos
Contagem de palavra: 3,609
Finalmente estiquei meus músculos após apertar o botão de "enviar" do último relatório. Havia passado uma semana infernal, fazendo todo o possível para terminar todos os documentos que estavam à espera. Harry finalmente estava de volta depois de longas semanas longe por conta da reta final da turnê. E eu queria passar cada segundo do final de semana o mais próxima possível do meu namorado.
Fechei a tela do notebook antes de colocá-lo na maleta. Conferi uma última vez a lista de tarefas, tudo feito. Me despedi de Linda, minha secretária, desejando um bom final de semana e saí.
Para a minha surpresa, ao lado de fora do escritório, estava Harry. Com as costas apoiadas no jeep enorme, vestido de forma despojada e com um sorriso gigante que se abriu no instante em que passei pela porta giratória.
Por um momento, esqueci que era uma mulher adulta saindo de seu emprego e corri. Corri para os braços do meu amor, jogando meu corpo contra o seu e sendo recebida em um abraço apertado, repleto de saudade.
— Meu deus, como senti sua falta. — Resmunguei, inalando seu cheiro depois de tanto tempo.
— Eu estava ficando louco sem você, babe. — Murmurou, me apertando ainda mais contra si.
— Achei que nos encontraríamos amanhã. — Falei me soltando um pouco do aperto, mas ainda em seus braços. Havíamos combinado de nos encontrar na manhã de sábado para aproveitar todo o dia e depois o domingo.
— Não iria aguentar mais um dia sem te ver. — Um sorriso tímido se abriu nos lábios rosados. — Então, vim sequestrar você.
— Sequestrar?
— Isso mesmo, senhorita. Vai ter que passar o final de semana inteiro grudada em mim. — Projetou os lábios para o lado, em uma expressão no mínimo fofa.
— Você diz isso como se fosse um sacrifício. — Provoquei.
— Ah, mas será. Você vai querer fugir no final. — Os lábios de Harry se juntaram em uma linha fina, ele tentava segurar um sorriso. Meu namorado sabia muito bem que eu adorava e ansiava por passar aqueles momentos com ele.
— Posso saber o por que?
— Porque...— Curvou um pouco as costas, aproximando o rosto do meu pescoço. Pude ouvir Harry puxar uma respiração funda, sentindo meu cheiro assim como eu havia feito com ele. — não vou tirar as minhas mãos de você tão cedo... nem a minha boca. — A voz rouca e sussurrada soou próxima ao meu ouvido, arrepiando cada pelo em meu corpo.
— Pode começar agora, se quiser. — Ofeguei.
Não precisei dizer mais uma vez. Harry juntou com cabelos da minha nuca em uma das mãos antes de grudar sua boca na minha com rapidez. Precisei segurar a maleta com força para não deixá-la cair. Aquilo era saudade, na sua forma mais crua.
Era loucura fazer uma cena daquelas em plena rua. Um cantor renomado e uma advogada em frente ao seu escritório de trabalho. Com certeza em alguns minutos fotos estariam pipocando pela internet de todos os ângulos. Mas, por breves minutos deixamos de ser Harry Styles e S/N/C. Éramos um casal, com saudade. Uma saudade insuportável e dolorida.
Harry empurrou a língua contra a minha, invadindo minha boca com o gosto mentolado de seu hálito. Perdi a conta de quantas vezes já nos beijamos. Mas a sensação de flutuar para fora de órbita era sempre a mesma. Com a mão livre, amassei o tecido de seu moletom, puxando-o ainda mais para mim.
O beijo se partiu entre selinhos demorados. Por mais que fosse arrebatador, não matava nem 1% da falta que eu sentia. Encarando meus olhos com as íris verdes, Harry deixou um último selinho antes de se afastar e abrir a porta do passageiro.
Harry dirigia com calma, uma das mãos no volante e a outra pousando em minha coxa, fazendo círculos com o polegar por cima da saia social. Eu falava sobre um caso de divórcio que estava cuidando, uma situação complicada. Ele sempre demonstrou interesse na minha área de trabalho, ouvindo com atenção e me apoiando quando precisava tomar decisões difíceis.
— O que foi? — Perguntei ao notar que ele me encarava durante um sinal vermelho.
— Você tem noção do quão linda é? — Suspirou. — É realmente uma distração. — Acelerou mais uma vez, me fazendo corar como uma adolescente. Harry sempre teve esse tipo de efeito em mim, até mesmo antes de namorarmos.
Cerca de cinco anos atrás, eu havia iniciado um estágio juntamente da assessoria jurídica de Harry. Foi como nos conhecemos. Por mais de quatro anos nutri sentimentos em segredo por ele. Harry se demonstrou desde o primeiro segundo muito diferente da imagem de celebridade que eu imaginava. Ele era sempre tão educado, gentil com quem quer que fosse. Era engraçado, galanteador, respeitoso. Um verdadeiro cavalheiro.
Quando meu estágio chegou ao final, após um ano se seu inicio, efetivei na empresa, por onde fiquei por mais três anos. A oportunidade de abrir meu próprio escritório juntamente de uma colega querida da faculdade veio. E, Harry, que já era meu amigo na época, me deu total apoio. Mesmo deixando claro que sentiria minha falta nas reuniões.
Ele sempre me apoiou, independente do que fosse ou o tempo que nos conhecíamos. Todos o acharam louco por mandar adicionar uma advogada recém formada e saída de um estágio em sua assessoria jurídica, mas Harry não ligou. Com os meses, nossos encontros deixaram de ser apenas em reuniões de trabalho. Passamos a almoçar juntos sempre que possível, o mundo a nossa volta parecia não existir quando conversávamos por horas a fio.
Eu sabia que estava perdida. Completamente apaixonada por ele. A Love on Tour chegou, trazendo uma saudade tão grande, mas que como amiga eu não deveria sentir. Então, quatro meses atrás, Harry me convidou para assistir um show seu. Em seu camarim, ainda em êxtase com sua performance, e sem conseguir segurar todos os elogios que tinha para tecer, fui surpreendida por um beijo arrebatador.
Não demorou muito para que o namoro começasse, fazendo com que eu me sentisse dentro de um livro de romance. Harry parecia um "homem escrito por uma mulher". Sempre perfeito. Fazendo com que cada vez eu caísse mais no penhasco que era o amor.
— Você preparou tudo mesmo. — Falei ao adentrar em sua cozinha. Estava tudo tão lindo. Havia um jantar digno de filme posto na mesa enorme, acompanhado de taças de vinho e velas aromáticas.
— Tudo para o meu amor. — Ele sorriu, puxando o tecido do meu casaco pelos meus ombros.
— Isso parece uma delicia. — Falei observando o prato. Harry puxou a cadeira para que eu me sentasse, se posicionando em seu lugar logo a minha frente. Soltei um suspiro de satisfação quando o gosto maravilhoso atingiu meu paladar. — As vezes me pergunto o que fiz para merecer isso tudo. — Admiti.
— Você merece bem mais que um jantar á luz de velas. — Ele disse erguendo uma sobrancelha antes de levar uma porção de sua comida á boca.
— Eu falo de tudo. — Dei de ombros. — Você parece ter saído diretamente dos meus romances favoritos. — Harry sorriu, estendendo uma das mãos para segurar a minha em cima da mesa. — Não sabia que era possível ser tão feliz assim. Eu amo você. — Proferi as temidas "três palavras" pela primeira vez. Meu coração batia tão forte contra o peito que achei que talvez ele pudesse ouvir. A expressão no rosto de Harry era de pura surpresa. Eu não precisava que ele respondesse de pronto, mas a necessidade de dizer aquilo era tão forte quanto a saudade que me abateu por tantas semanas. Abri a boca para tranquilizá-lo, mas Harry apertou minha mão, fazendo com que eu encarasse seus olhos, marejados.
— Acho que fui feito para te amar, S/N. — Declarou, fazendo o ar sumir dos meus pulmões por alguns segundos. — Por anos ansiei por você em segredo e silêncio. Desde que apareceu em minha frente pela primeira vez, eu sabia que estava acabado. Não quero mais esconder isso. Eu te amo. Como nunca na vida amei alguém. — Sorri entre as lágrimas que começaram a brotar.
— Não posso acreditar que você também me amou em segredo. — Sussurrei.
— Também? — Assenti. Finalmente podia admitir o amor que martelava em meu peito a cada batida do meu coração desde que encarei aqueles olhos verdes pela primeira vez.
— Sou sua desde que te vi pela primeira vez. Acho que também fui feita para amar você, Harry. — O sorriso que se abriu em seu rosto iluminou todo o ambiente. As covinhas se afundaram em seus bochechas e ele secou uma lágrima que escorreu com a mão livre.
O jantar transcorreu mais perfeito ainda. Harry ria enquanto contava das peripécias de suas fãs durante os shows, dos cartazes engraçados que ele lia. Era lindo ver a relação de amor e carinho que ele desenvolveu com o público ao longo dos anos de carreira. Por mais que não pudesse conhecer cada um pessoalmente, Harry os amava profundamente, dedicando todos seus esforços para que a experiência em seus shows fossem a melhor possível.
— Assistiu meu clipe novo? — Murmurou quando deitamos no longo sofá da sala. Neguei com a cabeça.
— Queria ver com você. — Depois de um longo selinho, Harry colocou o vídeo. Cantarolando baixinho junto de sua própria imagem na tela. — Você está parecendo um príncipe. — Falei quando a cena onde ele cavalgava apareceu.
— Como os dos seus livros? — Passou um um braço em volta da minha cintura.
— Muito melhor. Você é real. — Recebi mais um beijo entusiasmado com minha fala.
Por mais que o beijo estivesse delicioso, precisei quebrar quando meu pescoço doeu. A tensão da última semana estava se manifestando na hora e lugar errado. Movi a cabeça para os lados, tentando algum alívio os músculos duros, sem muito sucesso.
— Me faz uma massagem? — Pedi, fazendo um beicinho que o fez rir. Harry se ergueu e me estendeu uma das mãos.
Caminhamos com calma até seu quarto. Avisando que iria pegar um hidratante, meu namorado sumiu dentro do banheiro. Desabotoei a camisa social, deixando á mostra o sutiã clarinho.
— Deita. — Harry proferiu, despejando um pouco do creme branco e cheiroso sobre as palmas. Obedeci, ficando de bruços e afastando o cabelo para o lado.
Soltei um suspiro baixinho quando as mãos geladas tocaram minha pele. Harry fazia uma pressão gostosa em meus músculos doloridos, massageando até que cada um desfizesse o "nó" que formava.
— Posso abrir? — Se referiu o fecho do sutiã. Apenas assenti em resposta, adorando a sensação de relaxamento que estava sentindo.
As mãos grandes passeavam pela minha pele, acariancando com certa força. Um gemido escapou quando Harry apertou o ponto certo, diminuindo a dor de antes até que eu quase não sentisse mais nada.
— Assim mesmo. — Resmunguei.
— Se continuar falando assim, não vou conseguir continuar. — Sua voz estava ainda mais rouca, me causando um arrepio que Harry com certeza notou. Abri um olho, erguendo levemente o pescoço para olhá-lo. As íris verdes estavam levemente acinzentadas, podia ver as veias que subiam por seus braços dilatadas e Harry puxava o ar pelos lábios entreabertos. — Não me olhe assim. — Avisou.
— Por que? — Sussurrei. A sensação de relaxamento deu lugar para um calor que se espalhava cada vez mais rápido.
— Vou ser obrigado a foder você, amor. — Mordeu o lábio inferior. — E isso não vai ajudar a sua dor.
— A dor já passou. — Falei rápido, fazendo-o soltar o ar pelo nariz enquanto sorria.
— É? E o que a senhorita gostaria de fazer agora? — Arrumou sua postura, ficando completamente ereto, me dando uma visão privilegiada do volume que se formava dentro da calça de moletom.
Sem responder sua provocação, virei o corpo no colchão, ficando com a barriga para cima. Me livrei do sutiã já aberto. Harry pareceu segurar o ar em seus pulmões com a visão dos meus seios descobertos. Por mais que já tivesse visto meu corpo muitas vezes desde nosso primeiro beijo, Harry me tratava com devoção. Dando tanta atenção para cada detalhe presente em meu corpo que me fazia sentir a única mulher no mundo.
— Porra, senti tanto a sua falta, linda. — Sorri com o xingamento sincero. Por mais que fosse um perfeito cavalheiro na maior parte do tempo, na cama Harry me tratava como uma puta, apenas para me mimar depois de orgasmos arrebatadores. Mais uma qualidade para o combo enorme que era Harry Styles.
— Então vem matar a sua saudade, amor. — Murmurei.
Contrariando meus pensamentos e meus planos, Harry se ergueu da cama. Levando suas mãos até minha saia, abrindo o zíper lateral e puxando-a para fora do meu corpo junto da meia-calça preta. Estava apenas com a calcinha clara, sentindo o olhar de cobiça que queimava cada centímetro de pele exposta.
Mordendo o lábio inferior, Harry quebrou o contato visual apenas para arrancar a camiseta pela cabeça, deixando o peito tatuado e malhado exposto. Brad fazia Harry treinar duro, e eu definitivamente precisava agradecê-lo por aquilo. O tecido antes confortável da calcinha estava grudado contra minha intimidade pela umidade, minha respiração já estava desregulada.
— Vai ficar só me olhando? — Resmunguei manhosa. Harry assentiu vagarosamente, parado em frente á cama. Todo o quarto parecia quente demais.
— Toque-se enquanto olha para mim. — Ordenou. Apenas sua voz já era o suficiente para me fazer gemer. Sem desgrudar meus olhos dos seus, arrastei o tecido para o lado, ofegando alto ao direcionar meus dedos até o ponto que gritava por atenção.
Nunca havia sido assim. Harry já havia visto eu me dar prazer, em uma chamada de vídeo quando a saudade e o tesão falaram mais alto. Mas nunca pessoalmente. Sua expressão era de fome, seus olhos devoravam cada movimento meu.
Rodeei o ponto inchado com a ponta dos dedos, gemendo ainda mais. Com a mão livre, segurei um dos meus seios sensíveis, apertando o mamilo da forma que eu sabia que era gostoso. Nunca fui o tipo de mulher que gostava de ser observada, na maioria das vezes me sentia exposta demais e envergonhada. Mas com Harry cada experiência se demonstrava nova. O tesão ardia, queimando minha pele. Abri ainda mais minhas pernas, lhe dando uma visão ainda maior.
Harry abaixou a calça de moletom junto da cueca, libertando a ereção monstruosa. Gemi seu nome, fazendo seu pau ter um espasmo e um gemido escapar de sua boca. Desci meus dedos pela carne molhada, penetrando dois de uma vez, o mais fundo que pude.
— Você é a visão do paraíso. — Harry proferiu com dificuldade, rodeando o pau com uma das mãos tatuadas, começando movimentos rápidos para cima e para baixo. A glande rosada escorria pré-semem, e ele suspirava sem tirar os olhos de mim. Era enlouquecedor demais. Não havia uma parte desse homem que não fosse perfeito. — Sabe... — Sussurrou, quebrando um pouco da nossa distância, engatinhando pela cama enorme enquanto se aproximava. — Eu preparei um pote bem grande de sorvete de chocolate para a sobremesa. — A mão quente segurou meu pulso, afastando da minha intimidade. — Mas, acho que quero outra coisa. — Puxei o ar com força quando Harry sugou os dedos que antes estavam dentro da minha boceta com força, se deliciando com o gosto. — O que acha? — Provocou.
— Você prometeu não tirar a boca de mim. — Sussurrei. Um sorriso sacana dançou por sua boca.
— Que boa memória, linda. — Me remexi na cama em expectativa, estava a ponto de explodir. Harry sabe disso, ele adora me provocar. Segurando os dois lados do único tecido que me cobria, Harry o rasgou, atirando longe antes de se abaixar.
Sem quebrar o contato visual, Harry colocou a língua longa para fora, deixando uma lambida por toda a extensão da minha boceta, me fazendo querer gritar. Poderia dizer que estava sensível demais pelas semanas de abstinência, mas era sempre assim. Esse homem me tinha rendida e pronta por ele só de me olhar.
— Você é a minha sobremesa favorita, amor. — Ele sussurrava contra a minha pele sensível. Com a língua habilidosa, Harry passeava pela minha boceta antes de sugar o clitóris com força. Meus pensamentos se esvaíam em uma nuvem de prazer e desejo. Virei uma bagunça de gemidos e suspiros. Meus seios pareciam pesar o dobro, os apertei com força quando um dedo longo me invadiu. — Sua boceta é uma delícia, babe. — Disse antes de lar mais uma longa lambida.
Mais um dedo se juntou, levando qualquer controle que eu podia achar que ainda tinha sobre meu corpo. A combinação dos movimentos de seus dedos com a boca que me sugava e mordia era simplesmente demais. O orgasmo me atingiu sem avisos, me fazendo gritar seu nome. Mas Harry não parou, tirando os dedos de mim, ele sugou cada gota do orgasmo, como um prêmio muito mais que merecido.
— Eu poderia te provar todos os dias que não me cansaria. — Falou subindo beijos por meu corpo, trilhando um caminho molhado por minhas coxas, barriga, seios e pescoço. Tentei mudar nossas posições, queria retribuir, mas Harry não deixou. — Você achou que eu tinha terminado? Oh não, baby, hoje é sobre você. E eu vou te fazer gozar de novo. — A obscenidade de suas palavras foi o suficiente para me fazer escorrer mais uma vez.
Harry colou a boca contra a minha com brutalidade, me fazendo sentir meu próprio gosto contra sua língua. Seus dedos apertam a carne das minhas coxas, meus mamilos muito sensíveis roçam contra a pele de seu peito, me fazendo suspirar enquanto sua boca me devora.
— Harry... — Sussurro seu nome. O calor é insuportável, queima.
— Me fala o que você quer, amor. — Sussurrou, migrando a boca até meu pescoço, lambendo minha pele.
— Quero você. — Puxei seu cabelo entre meus dedos, fazendo-o me olhar. — Me fode. — Não foi um pedido. Sempre fui o tipo que fica com vergonha de falar durante o sexo, me mantendo sempre entre gemidos e suspiros. Mas Harry arranca de mim uma S/N que nunca conheci antes. Uma que gosta de sussurrar putaria contra seu ouvido e adora mais ainda quando ele realiza. Harry me obedece, me invadindo com tanta vontade que meu corpo balança para cima, me fazendo soltar um grito de prazer.
— Gostosa do caralho. — Xingou, arrematando cada vez mais rápido. Atrás de algum fio de consciência, enfio as unhas curtas contra a pele se suas costas, o que parece fazer Harry entrar e sair ainda mais. — Porra. ­— Ele resmunga, saindo de uma vez. Harry respira fundo por alguns segundos, sei que está se segurando para não gozar, assim como eu.
Em um movimento bruto, meu namorado segura minha cintura como se não pesasse nada, me colocando de quatro á sua frente. Um tapa estalado e ardido é dado contra minha banda direita, me obrigando a gemer e empinar ainda mais a bunda em sua direção.
— Você fica ainda mais linda quando está necessitada do meu pau, amor. — Harry provocou, esfregando a glande gorda contra mim, descendo da entrada até o clitóris, me fazendo xingar.
— Não me tortura. — Implorei, mas ele ignorou, esfregando meu ponto sensível mais uma vez. — Haz... — Supliquei.
Harry empurrou minha cabeça contra os travesseiros, juntando meus cabelos em sua mão e puxando antes de entrar com tanta força que o barulho do choque das nossas peles reverberou por todo o quarto. Estou completamente encharcada, facilitando ainda mais suas entradas. Sinto sua bolas baterem contra minha pele, gemidos escorrem pela minha boca, sinto lágrimas de puro tesão escorrerem pelos meus olhos.
— Você me come tão bem, Styles. — Ronronei. A menção do sobrenome me faz receber mais um tapa. Empurro meu corpo contra o de Harry, estou enlouquecendo, a ponto de colapsar novamente, sei disso.
— Porra, essa sua boceta está estrangulando o meu pau, linda. — Harry diz com dificuldade. — Está louca para sentir a minha porra aqui, não está?
— Sim. — Admito, sem vergonha alguma. Em gemido alto escapa de seus lábios. O suor escorre de nossos corpos, o cheiro do nosso sexo se infiltra em minha narinas, a sinfonia de gemidos e das batidas certeiras do corpo de Harry contra o meu deixa tudo ainda mais pornográfico. A mão grande de Harry aperta minha bunda com força, me deixando do jeito que ele quer, para fazer o que quiser comigo. Sinto um dedo acariciar minha segunda entrada, mas meu corpo não se tenciona como sempre fez. Estou louca demais para ter qualquer ressentimento. A entrada intocada é sensível, fazendo meu corpo ter espasmos com o carinho. — Ainda vou te foder aqui, e você vai adorar. — A promessa é a minha ruína.
O orgasmo me atinge mais uma vez, me fazendo gritar tão alto que tenho certeza de que a cidade toda sabe que Harry está me fodendo. Como se meu ápice fosse tudo que faltava, Harry enfiou mais uma vez, gemendo tão alto quanto eu, me preenchendo com seu gozo como havia prometido antes.
Meu corpo inteiro ainda treme quando meu namorado joga o corpo enorme e suado ao meu lado. Puxamos o ar com força, tentando nos recuperar do que possivelmente foi nossa melhor foda até hoje.
— Vamos tomar um banho? — Harry me convida quando os ânimos se acalmam um pouco.
— Vamos. — Sorri, tentando me levantar, mas meu homem me puxa, deixando um longo beijo em meus lábios.
— Fica aqui, vou preparar a banheira. — Avisou, distribuindo mais beijos em minha boca.
— Banho de banheira? Que tratamento de princesa. — Brinquei enquanto ele ia até a porta do banheiro. Harry parou no meio do caminho, virando o rosto para mim, com um sorriso lindo em sua boca.
— Só o melhor para a minha mulher.
Pela milésima vez, meu coração salta no peito. Harry já me chamou de sua antes, durante o sexo. A sensação é inexplicável. Ele não reivindica posse, pois sabe que é verdade. Eu sou sua, assim como ele é meu. E a certeza de que seremos um do outro para o resto da vida é cada vez mais real.
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sunshyni · 27 days
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Antes q eu durma e me esqueça da ideia, já vou deixá-la registrada aq KKKKKKKK pessoas lindas, eu tava pensando num bag com o Haechan, no qual ele e a prota trabalham na mesma empresa, os dois são meio workaholic, o Hyuck é mais do tipo que adora trabalhar com o público pq ele tem a lábia e é bem persuasivo, enquanto a prota evita a todo custo interação com clientes mas é muito boa no quesito trazer inovações nos produtos da empresa, por exemplo. Enfim, eles têm habilidades diferentes mas que se completam, e vai rolar um evento lá de um cliente em potencial da empresa que leva mto a sério tradições, tipo uma família bem estruturada, SÓ QUE o casal de funcionários que iria pra esse evento representar a empresa e conseguir o selo de aprovação do cliente, eles entram em pé de guerra nos 45 minutos do segundo tempo, E QUEM PRECISA ENTRAR EM CENA??? Isso msm, senhor Lee e prota, os nossos queridos workaholics que precisam encenar um relacionamento de última hora hihi 🤭🤭🤭
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