Tumgik
#la mujer sin cabeza
nostransports · 2 years
Photo
Tumblr media
miroir
(d’après La mujer sin cabeza de Lucretia Martel)
5 notes · View notes
kansassire · 2 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
La mujer sin cabeza, 2008, Lucrecia Martel
2 notes · View notes
facesofcinema · 1 year
Photo
Tumblr media
La mujer sin cabeza (2008)
1 note · View note
junmsli · 2 months
Text
so it goes
pairing. enzo vogrincic x virgin!reader
cw/tw. smut, praise, oral sex (reader y enzo reciben), enzo un poco posesivo, virgin!reader, piv sex, established relationship, unprotected sex, edades no especificadas, afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 4.4k+
rating. +18
Tumblr media
no es un secreto para nadie que la virginidad es solo un constructo inventado desde el machismo. las mujeres no sufren de ningún tipo de cambio después de tener relaciones sexuales por primera vez. a pesar de saber que el concepto de la virgnidad no tiene ni pies ni cabeza, siempre pensaste que tu primera vez sería con alguien que de verdad significase algo para ti.
con un novio como enzo, sabías que la comodidad y el respeto son cosas con las que puedes contar, ya sea en este tema en específico o en cualquier otro aspecto, el peli negro encaja en tu definición de confianza.
enzo va a ser paciente y amable contigo, te dices a ti misma y sacudes tu cabeza buscando desaparecer de tu mente todo lo que piensas podría salir mal, ¿por qué llenar tu mente de todos los posibles escenarios negativos? todo irá bien y tendrás otro recuerdo precioso con tu novio que llevarás contigo con mucho cariño.
prefieres no darle más vueltas al asunto y buscas en tu armario un outfit para la cita de hoy. el plan era ir al nuevo restaurante frente a la playa, irían un poquito antes de las 7pm para apreciar la puesta del sol en la arena, la ida al restaurante y la cena, por último, volverían hacia el departamento del mayor.
habían hablado del tema la tercera noche que habías pasado en su departamento, discutiendo todo lo que pasaba por tu mente sobre tu falta de experiencia.
“¿te molesta esperar?”
“¿por qué me molestaría esperar?” enzo te había contestado, haciendo latir más rápido tu corazón. ambos acostados en la cama de él, viendo hacia el techo y tomándose de la mano después de una sesión de besos más que intensa.
luego de lo que parecieron horas, decidiste ponerte tu vestido favorito, de color negro, bastante cómodo y ligero. escuchaste la puerta ser tocada y miraste hacia tu reloj, notando que el mayor había llegado un minuto antes de lo acordado.
 “ya voy” dices en voz alta y te pones en marcha para abrirle, encarando al pelinegro, que como tu, tenía una cálida sonrisa en su rostro “hola, linda” dice enzo, elimina la distancia entre ambos y pone sus manos tu cintura, miradas encontrándose y diciendo en aquel lenguaje único cuanto se extrañaron y cuánto aman estar en la presencia del otro. 
“¿soy linda?” tú dices con una sonrisa llena de diversión.
“tan linda que sos lo único en lo que puedo pensar, sos muy preciosa” contesta, lo que hace calentar tus mejillas. se aleja de ti solo para tomar una de tus manos con una de la suyas. caminan de la mano hacia la salida del edificio, en busca de un taxi.
después de algunos minutos se suben al auto que los conducirá hasta la playa, apoyas tu cabeza en el hombro de enzo, sin soltar su mano en ningún momento, cierras los ojos y hueles el perfume de enzo con una pequeña sonrisa. dos cuerpos apoyados en los asientos del taxi, calentándose y latiendo el uno por el otro.
el tiempo parece volar y pronto llegan a su destino. enzo se aparta de tu lado con gentileza para abrirte la puerta, ocuparse del pago y agradecer al conductor. puedes decir que no está dispuesto a tener las manos lejos de ti por mucho tiempo, ya que te ofrece una vez más su mano, rápidamente volviendo a tener contacto contigo.
caminan hacia la playa mientras tarareas tu canción favorita. “son las 6:40, tiempo perfecto para ver la puesta del sol si me lo preguntas.” dices y jalas de su mano para avanzar más rápido con él hacía la arena. ambos sueltan un pequeño suspiro una vez que están ahí, contemplando la hermosa vista, escuchando las voces de las personas a su alrededor, el mar y las olas contra la arena.
comparten minutos llenos de silencio, llenos de tranquilidad hasta que enzo decide romper el vacío de diálogo;
"viviría feliz en montevideo contigo, en pequeños y grandes roles. sería el hombre más afortunado por toda mi vida", dice, dejando escapar sus pensamientos con la misma franqueza de siempre, sin filtro ni reservas.
"¿qué? ¿estás bromeando?" respondes con evidente confusión, arqueando una ceja mientras lo observas en busca de alguna señal que aclare sus palabras.
"no estoy de joda con vos, nunca lo estoy", responde él, encogiéndose de hombros con sinceridad.
"no te lo permitiría", piensas en cruzar los brazos para reforzar tu punto, pero decides mantener el contacto físico con tu novio, prefiriendo esa conexión.
"¿por qué no?" enzo finge sorpresa, consciente de que esa sería tu reacción.
"¿qué clase de novia sería si te dijera 'sí, enzo, quédate aquí conmigo, no te aventures fuera del país para explorar tu potencial. podríamos ser felices, pero siempre viviríamos con la incertidumbre de lo que podría haber sido'?"
"esperaba ese comentario de vos", responde enzo con calma.
"gracias por esperar lo mínimo de mí. me reconforta saberlo", dices con sarcasmo pero con una sonrisa cómplice. estás en un breve silencio, contemplando el atardecer antes de volver la mirada hacia enzo. "no deberías esperar que sea egoísta contigo y todo lo que puedes lograr. ya te ha ido bien más de una vez, y eso me llevó a conocerte en primer lugar", añades con una tranquilidad reflexiva. "y, aunque me hagas sentir... dios, no sé cómo explicarlo, este sentimiento de ser amada por ti, tú debes ser siempre tu primera prioridad. si estás dispuesto a esperarme, yo también lo estaré", admites, evocando el recuerdo de esa noche y la conversación que marcó un punto de inflexión en su relación.
"son dos cosas distintas", comenta enzo, también recordando claramente aquel diálogo
“¿mi primera vez y tu carrera de actuación? la verdad sí, no es el mejor ejemplo pero se entiende.” ahora es tu turno para encogerte de hombros.
se quitan los zapatos y deciden sentarse en la arena, tú con las piernas estiradas, quizás no fue tu mejor elección el vestido para esta ocasión, pero no importa cuando estás con él.
el silencio los envuelve por unos minutos mientras contemplan la puesta del sol, como si el tiempo se detuviera para permitirles disfrutar de ese momento juntos. enzo acaricia tu mano con delicadeza, voltea para encontrarse con tu rostro y procede a dar inicio a la reunión de sus labios, un beso lleno de ternura y pasión. toma tus mejillas con suavidad, intensificando el contacto, y se sumerge en la profundidad del beso, compartiendo un instante de intimidad que les pertenece solo a ustedes. duran unos preciosos minutos disfrutando del ya no tan delicado roce entre sus bocas, perdidos en el éxtasis del amor compartido.
"me haces muy feliz, siempre", él murmura al romper el toque entre sus labios, su voz cargada de sinceridad y emoción. "más de lo que te podes imaginar."
sus palabras llenan el aire con un sentimiento cálido y reconfortante, confirmando lo que ya sabías en lo más profundo de tu corazón: que este amor es real y todo tuyo. las olas continúan su danza rítmica, chocando contra la arena, mientras la oscuridad de la noche se adueña del entorno, acompañada del inconfundible aroma marino. reposas tu cabeza en el hombro de enzo una vez más, dejando escapar un suave suspiro. 
“gracias por amarme tanto.” expresas con gratitud.
“no tenés que agradecer ser amada, gorda, nunca.” responde enzo, manteniendo su mirada en ti. mientras tú sonríes con serenidad, él muestra una sonrisa que refleja comodidad y un toque de diversión, creando un momento impregnado de afecto y complicidad en la brisa nocturna.
"sé que no es necesario, pero aún así, gracias", respondes con una suave risa. tus pies juguetean en la arena, moviendo los dedos mientras te zambulles completamente en el momento. observas cómo los pies de enzo también comienzan a moverse y ríes bajito.
hubo momentos en los que creíste que ser amada era una tarea ardua, que lo mejor de ti se veía eclipsado por tus propias inseguridades. pero entonces, el peli negro irrumpió en tu vida, haciendo que amarte pareciera tan fácil. 
se ponen de pie, sacudiendo la arena en su ropa, continúan poniéndose de vuelta el calzado y caminan hacia el restaurante, en pocos minutos están sentados en la mesa, deliberando sobre qué elegir para la cena. decides optar por el mismo plato vegano que el de enzo.
“¿qué querés ver hoy en casa, amor?” pregunta él en el momento en el que el mesero recoge sus pedidos.
“¿ver?” dices, parecía que ya tenías una idea muy clara sobre cómo ibas a pasar la noche con enzo y eso no incluía ver tele. “lo hablamos mientras vamos para allá.” 
“dale, igual tengo un par de ideas si no tenés nada pendiente por ver.” asientes ante lo que menciona y no le das mucha importancia por ahora. “hay varias cosas que tengo apuntadas, de hecho.”
los platos de ambos llegan, le dan las gracias al mesero y la cena entre pequeños diálogos da inicio.
“tuve un lindo día en el trabajo, los niños son fenomenales… hicimos algo que vi en internet sobre escribir una reseña de una película al estilo de letterboxd. primero aprendieron sobre las partes de una reseña, sus funciones y bastante de cine, había impreso unas plantillas con el logo de la app. vimos elementos, yo tampoco la había visto así que también escribí mi propia reseña.” hay mucha alegría en tu rostro mientras le cuentas a tu novio tus recuerdos de unas horas antes de ese mismo día. “fue una interesante didáctica, bastante desarrollo de pensamiento analítico y crítico, a parte que se la pasaron muy bien mientras veíamos la película y cuando compartieron sus reseñas con toda la clase. dibujaron y todo para explicar sus puntos.” comentas muy amenamente y das otro bocado a tu plato.
“sos la mejor.” dice enzo, bastante fascinado por tu amor por lo que haces. “ahora yo también quiero conocer las partes de una reseña.”
asientes y con una sonrisa divertida le dices. “aprendes muy rápido, yo te enseño sin problema.”
durante la cena, en medio de una atmósfera serena, comparten entre sí los detalles de lo que hicieron durante el tiempo en que estuvieron separados. enzo relata con entusiasmo las sesiones fotográficas que llevó a cabo antes de la próxima rueda de prensa de su nueva película, mientras que tú detallas cada día como profesora, siempre con una nueva anécdota que contar. 
al terminar los platos, pagan la cuenta y emprenden el camino de regreso a casa.mientras caminan en busca del transporte que los lleve a casa tu cabeza está inundada de distintos pensamientos, más que nada sobre lo que pueda suceder en el departamento con tu pareja. 
al llegar a la casa del actor, te diriges a la cocina en busca de un vaso. “gracias por la cita, en, la pasé más que bien.” le dedicas una dulce mirada y luego procedes a servirte un poco de agua.
“no sé qué sería de mí si no es así.” dice él, devolviéndote la mirada con mucho cariño. aunque estás enfocada en tu agua. "sobre la peli… ¿vos pensaste en algo o preferís que decida yo?", pregunta, buscando captar tu atención. 
giras en su dirección y respondes con voz apenas audible, consciente de que es hora de abordar el tema pero indecisa sobre cómo hacerlo. "um, más o menos." tratando de encontrar la manera correcta de decirlo, pero tu respuesta sólo logra confundir al morocho.
"¿estás bien, gorda?", preguntó él, preocupado por tu actitud. 
“¿por qué no lo estaría?” llevas una vez más el vaso a tu boca, tu mente maquina como decírselo, no quieres darle tanta vuelta al asunto que se resumía en algo tan simple como tener sexo.
“conozco esa cara tuya de ‘mi mente está yendo a mil por hora’, amor.” expresa enzo y te observa fijamente.
tomas toda el agua restante en el vaso, lo lavas y lo dejas en su lugar. suspiras, sabes que no hay manera de decirlo con mucho tacto, por lo que terminas soltando “quiero… quiero que tengamos sexo.” dice lo último de manera apresurada, si el uruguayo no estuviera acostumbrado a tu rápido hablar aseguraría que no te hubiera entendido.
enzo no muestra sorpresa en su rostro; en cambio, sólo se percibe preocupación por ti y tu inesperada solicitud. "¿estás segura? amor, ya te dije que no tengo problema con esperar. no tenés que hacerlo si sentís presión", expresa mientras apoya sus manos en uno de los muebles de la cocina.
"lo sé, sé que no te importa, pero realmente es lo que quiero", respondes. enzo simplemente asiente con una sonrisa leve; si estabas segura de tu elección, él está más que encantado. 
te diriges hacia él, tomas su mano y lo conduces hacia el sillón. una vez allí, lo haces sentar y luego te acomodas en su regazo, tus piernas chocando suavemente contra los cojines. "considero que tengo experiencia en el juego previo", comentas, gozando de molestarlo y entrando en calor.
“¿quién te enseñó? debería darle las gracias.” enzo acaricia tus piernas, moviendo su atención a tus muslos ya descubiertos por tu vestido algo subido debido a la posición en la que te encontrabas.
“lo conoces muy bien, es un gran tipo, el mejor de todos.”
“¿ah, sí? su novia debe ser muy afortunada.” él respondió, esbozando otra sonrisa, pero esta vez llena de picardía.
asientes con la cabeza, luciendo una sonrisa ingeniosa. "lo es.” el roce de tus manos se desliza suavemente hacia las mejillas de enzo, sosteniéndolas con una delicadeza que parece sostener el tiempo. sus ojos se encuentran, creando un vínculo intenso que se prolonga durante varios segundos, como si el universo entero se detuviera para dar espacio a ese momento. y entonces, en ese instante cargado de anticipación, comienza el encuentro entre sus labios, sellando un pacto silencioso de amor que trasciende las palabras.
el beso inicialmente inocente, se torna en uno completamente intenso. desesperados por sentirse el uno contra el otro. sus boca se mueven con frenesí, enzo no duda en introducir su lengua dentro de tu boca, empezando a jugar con la tuya, sin ninguna preocupación por lo que pueda estar pasando a su alrededor pues ahora todo lo que les importa se reduce a ustedes dos.
rompes el beso recibiendo una mirada juzgadora de enzo, hasta lo que sabe, ya se la está pasando muy bien. te ríes y dices “quiero hacer algo.” te bajas de su regazo, poniéndote de rodillas en el piso frente al sillón y acercándote a las cinturas de su bermuda beige, para empezar a bajarlo ante su intensa mirada, enzo sacude su cabeza intentando volver en sí.
“amor, esta noche se trata de vos.” con suma delicadeza, enzo toma tu mentón con una de sus manos, sosteniéndolo con ternura. en la cara de enzo, se refleja un cálido torrente de cariño y aprecio. un silencioso intercambio de emociones se despliega entre sus miradas.
“pero de verdad quiero hacerlo.” haces un pequeño puchero con la intención, otra vez, de molestarlo.
enzo resopla y culmina cediendo con una pequeña sonrisa cómplice “dale.” sonríes al lograr tu cometido, no es que te haya costado mucho. terminas de sacarle la bermuda, acaricias juguetona y lentamente sus muslos con la yema de tus dedos por un par de segundos, hasta que tus manos llegan a su bóxer, bajándolo de una vez para contar con toda su parte inferior desnuda y a tu disposición. prácticamente babeas al verlo en todo su esplendor y a su pene ya bastante duro, lo único que pasa por tu mente es tenerlo dentro de tu boca.
“estoy empezando a creer que vos tenías todo esto calculado.” dice enzo inquisitivamente, lleva una mano a tu cabello y lo jala sin mucha fuerza “empezá ya que me estás matando, princesa.” 
le das una mirada divertida antes de introducir la cabeza de su polla en tu boca. das lamidas pausadas y lentas, sintiendo cada rasgo de su deliciosa punta y disfrutando de su líquido preseminal que comienza a formarse.  “vamos amor, no estoy para jodas.” enzo musita y jala una vez más de tu cabello. “vos podés más que eso.” sus ojos ahora te ruegan que dejes los juegos. das una larga lamida en toda su prolongación y esta vez puedes sentir cada vena en su miembro, lo que sólo logra excitarte y mojarte más, tratas de apretar tus muslos en busca de algún tipo de alivio. enzo se da cuenta y ríe con un poco de malicia. 
no lo molestas más e introduces su polla en tu boca, o al menos todo lo que esta alcanza abarcar, tus manos van a los centímetros restantes que acaricias gentilmente. con tus labios y lenguas y empiezas el vaivén de su polla dentro de ti, aguantando el reflejo nauseoso y poniendo todas tus habilidades en acción. “sí mi amor, así me gusta, sos tan buena, la mejor, mierda.”
el solo verlo así logra causar un mar entre tus piernas, alcanzas a crear una rica fricción entre tus muslos y jadeas aún con su polla en tu garganta. te separas unos segundos para poder respirar. “dale princesa, sé que podes.” dice enzo que sonríe mientras te observa. suelta lindos jadeos a los que le siguen gemidos de tu nombre en voz alta. “así, carajo, sigue así.”
chupas su polla de manera impaciente, mientras una de tus manos baja a tu coño, al que tocas melosamente encima de tus bragas, gimes en su miembro causando que las vibraciones lo vuelvan loco, trabajando en él de manera profesional. enzo sabe que no durará mucho contigo chupando su pene de ese modo, trata de ordenar sus pensamientos teniendo claro que hoy sólo debe correrse en lo profundo de tu coño. “princesa…”
“qui-quiero que te corras en mi boca.” alcanzas a pronunciar. enzo puede ver tus labios algo hinchados, tu pelo desordenado y tu mano debajo de tu vestido, al ver tu imagen tan descompuesta casi lo hace soltar un jadeo.
“mañana, mañana temprano… hoy quiero venir dentro de ti, ¿sí?” asientes algo decepcionada, te dedica una dulce sonrisa mientras separa su miembro de ti, contempla el hilo de saliva entre tu boca y su duro miembro. y carajo, como deseo hundirse y follarte la boca en ese segundo, le costó toda su voluntad poder pararse, te ayuda en la misma tarea y van a su habitación procede a acostarte en su cama. 
comienza quitándote los zapatos los que tira al piso sin mucha importancia, conserva su atención en tu rostro y te preguntas a ti misma cómo es que hace que algo tan simple como quitarte los zapatos se vea lujurioso. 
sube la falda de tu vestido hasta la altura de tu pecho, acaricia y deja suaves besos en tus muslos, sus dedos forman círculos y más figuras no identificables en ellos. “¿me permitis tocarte, amor?” pregunta con dulzura. 
“sí, en por fa, tócame.” musitas y mueves tu parte inferior buscando su toque.
él asiente “como ordene mi princesa.” empieza a jugar con tu montículo cubierto, sus ojos se abren con un poco de diversión y sorpresa al sentir tu gran humedad. “estás mojadita, ¿tanto te calentó chuparme la pija en el sillón?” susurra para ti y no pasa mucho tiempo hasta que te baja las bragas lentamente “te haré sentir bien.”
“siempre lo haces.” dices de forma perezosa, en este momento dirías lo que fuese para que el peli negro calme tu excitación.
enzo ingresa dolorosamente lento dos de sus dedos en ti, los mete y saca una y otra vez. vuelves a soltar grandes gemidos con el nombre del uruguayo. retira sus dígitos empapados para pasearlos por el contorno de tu clítoris, cierras los ojos rendida ante el placer, no puedes formular ningún tipo de oración, agarras la sábana a tus costados con tus manos, cerrando tus puños contra la tela. 
las ansias por finalmente saborearte son demasiadas, no puede soportar ni un minuto más, por lo que acaba deslizando su larga y cálida lengua en tu coño. “deliciosa, mierda… toda hecha para mí.” extensas lamidas son depositadas en ti. conserva los movimientos de sus dedos jugando en tu clítoris. 
“tan exquisita y solo mía para probar.” tus ojos se abren para encontrarte con la hermosa vista de enzo comiéndote como si se tratase de su última cena. busca darte el subidón de placer más satisfactorio que jamás hayas tenido y pone en uso todo lo que ha aprendido que sabe te vuelve masilla en sus manos. 
gritas su nombre al percibir su cambio de planes ya que sus largos dedos se introducen nuevamente y perfectamente dentro de ti. ahora son tres de sus dígitos en lo profundo de ti, moviéndose a la par de su boca chupando tu clítoris con la gran destreza que lo caracteriza. “sos mi dulce virgen, ¿mmh?”
asientes tontamente, estás tan cerca y el peli negro lo sabe de inmediato, sonríe con picardía y agiliza todos sus esfuerzos por hacerte llegar. “en, estoy tan cerca…” consigues decir.
“lo sé, princesa, déjame saborearte.” envuelves tus muslos con fuerza alrededor de enzo, como si lo instaras a no ir a ninguna parte, como si le suplicaras, por favor, sigue comiéndome hasta que muramos. 
es cuestión de segundos para que finalmente te corras gentilmente en sus dedos, los cuales enzo procede a probar. “la más deliciosa.” finaliza ingresando el tercero de sus dedos mojados en tu boca.
por tu mente pasa que si esta no era la noche en la que dejabas de ser virgen, juras que podrías morir.
el uruguayo finalmente te desnuda completamente, pasa el vestido por tus brazos, lo arroja al piso y nota que no llevabas sostén, sonríe hacia sus adentros, confirmando su teoría de que tenías todo planeado pero a quién le importa si luces tan bien toda desnuda debajo suyo. “sos preciosa, la más linda de todas.”
sus labios ahora bajan a tus pechos, los cuales llena de húmedos besos, comienza a chupar y lamer tu pezón izquierdo, se mueve al otro para darle el mismo trato, juega otros pocos minutos en tus muy erectos pezones. “en...”
“decime qué querés y es tuyo.” levanta su cabeza de entre tus pechos para mirarte y espera tu respuesta.
“sabes que quiero” pronuncias, enzo está a punto de llevarse tu virginidad y el solo pensamiento de aquello te da una sensación similar a tu reciente orgasmo.
“esa no es una respuesta, linda, tenés que usar tus palabras.” vuelve a tomar uno de tus senos en su boca. no puedes esperar más, lo necesitas dentro tuyo, tu coño palpita en necesidad 
“quiero que me folles.” sueltas de una vez por todas.
él asiente “sos tan hermosa, ¿cómo me podría negar cuándo me lo pedís así?” lleva sus labios a los tuyos, compartiendo un beso lujurioso y muy cargado de amor a la vez, como solo él sabe hacer.
“si duele, decimelo” decide mantener el contacto visual contigo en todo momento, en alerta por si halla cualquier indicio de incomodidad en tu rostro. "pellízcame si es demasiado, ¿entendido?" se hace un recordatorio mental para más tarde sobre acordar una palabra segura. murmuras un rápido sí y enzo deja un beso en tu cuello mientras bombea lentamente dentro de ti, sus piernas sobre el colchón, las tuyas alrededor de sus caderas.
sueltas un suave jadeo ante la nueva sensación, que duele ligeramente. “tan linda y toda para mí, no sabés cuánto deseaba tenerte así.” los recuerdos de las noches en las que enzo usó su mano, pensando que era tu coño lo que lo apretaba, llegaron esporádicamente a su mente.
primero mantiene un ritmo lento, buscando que te adaptes a la nueva sensación, sí bien ya has tenido sus dedos en ti en varias ocasiones, era completamente distinto tener toda su polla hundida en ti. pone sus manos alrededor de tu cintura y sientes pequeños besos en tu cuello mientras tus ojos se cierran con fuerza, el calor del cuerpo de enzo contra el tuyo.
“puedes moverte, en, más rápido.” pides, él asiente ante tus palabras y agarra tu cintura, tu cabeza se echa hacia atrás sobre la almohada, formando un delicioso arco. dejas atrás ese leve ardor y gimes con fuerza, temes que los vecinos de enzo escuchen claramente los ruidos causados por ti y la cama. "por favor, por favor, en" suplicas, él sigue follándote con las rodillas en la cama. cuando mira hacia abajo y ve su polla entrando y saliendo tu coño, brillando con tu humedad, no puede evitar gemir, elevándote al puto espacio mientras muele su polla contra tu entrada.
luces tan hermosa siendo follada contra el colchón y más sudorosa de lo que jamás la haya visto. el sonido del chasquido de tu coño es música literal para los oídos de enzo, vuelve a mirar hacia abajo para ver su polla entrando y saliendo, entrando y saliendo de ti. “carajo, sos tan divina, nadie más te podrá tener así,” dice, más como una afirmación que un simple comentario. “esta vista me pertenece solo a mí.” dice, su lado más posesivo saliendo a la luz.
“m-más, en.” roza su polla entre los labios de tu coño, mojándola con tus jugos. se introduce una vez más en tu profundidad, con un ritmo más duro y rápido.
“sos toda mía.” asientes contra la almohada mientras él repite tu nombre incontables veces. “mierda, te sentis tan bien” tus caderas moviéndose en busca del choque entre ambos cuerpos. “vení conmigo, mi princesa.” bajo una de sus manos que se encontraban en tus caderas hacia tu clítoris, sus dedos se mueven rápidamente en él, busca tu liberación y está a punto por lograrlo. te preguntas sí así es como se siente estar en el cielo.
menos de un minuto después te corres y enzo no necesita de mucho más tiempo para seguir el mismo camino. se viene dentro de ti, pensando que eso ya será una preocupación para mañana. se retira gentilmente y observa tu pecho agitado, todo en tu cara grita que acaban de darte duro.
“¿estás bien, mi amor? enzo arranca con las preguntas para cerciorarse de tu bienestar. solo asientes, tomándote tu tiempo para ordenar tus pensamientos y procesar todo lo que acaba de suceder.
“debimos hacerlo hace mucho.” dices, enzo niega con una sonrisa floreciendo en su rostro. 
“todo a su tiempo.” dice con diversión y acaricia tus piernas. “sos la mejor, tenés que saberlo.” tapas tu rostro con tus manos con las mejillas calientes. “¿ahora te hacés la tímida?” te molesta y planta un corto beso en tus labios. “que tal si vamos a darte un baño, hablamos de cómo te sentís y nos acostamos juntitos.”
“suena como un plan que me gustaría.”
-
w/n. soy un asco para los finales
casi una semana sin subir nada y me moría por alimentarlas, espero que haya valido la pena la espera 😭 gracias a la hermosa anon que mandó la request, perdón por la demora, realmente espero que te guste 🤍
818 notes · View notes
ricvettel · 2 months
Note
Victoria, lo primero, amo TODO lo que has escrito, mi Dios eres muy talentosa, de verdad lo digo. Segundo, si es que tienes tiempo, no sé si es que puedes escribir esta idea que me encanta, es básicamente el clásico "te enamoras del mejor amigo de tu hermano", enzo me da esa vibra tan sensible, no sé, siento que le queda perfecto ese concepto 🥹 obvio que el también se enamora de ti ajaja sino no funciona 🤣
𓏲ּ. night changes.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
ᝰ.ᐟ pairing: enzo vogrincic x fem!r ᝰ.ᐟ warnings: fluff, bbf!enzo. friends to lovers ᝰ.ᐟ a/n: headcanons, espero les guste!
Tumblr media
♡ enzo ha formado parte de tu vida desde que tienes memoria, siempre ha sido una parte fundamental de ti, y no te imaginas en un mundo donde él no esté presente.
♡ para enzo la situación era igual, todavía recuerda el día que te vio por primera vez, el padre de su mejor amigo sostenía un bulto de cobijas amarillas en sus brazos, mientras caminaba por la habitación.
la curiosidad se apoderó tanto de él que se olvidó de que habían entrado al casa para beber agua, y se había quedado en el marco de la puerta, viendo como el papá de su amigo le hablaba delicadamente a la bebé que dormía en sus brazos, pero pronto la voz del mayor lo sacó de su trance.
"enzito, la querés conocer?" dijo tu padre mientras se sentaba, dejando ver finalmente a la pequeña que cargaba en sus brazos. enzo no pensó dos veces antes de asentir mientras se acercaba rápidamente a él. se sentó lentamente al lado del mayor, sus ojos puestos en vos, una sonrisa pintó su rostro por lo tierna que eras.
"querés cárgala? es fácil," esta vez fue la voz de tu hermano quien interrumpió sus pensamientos, el ahora hermano mayor estaba igual de mesmerizado por vos. enzo asintió ansiosamente, su amigo le mostró la manera adecuada de poner los brazos y luego fuiste puesta sobre ellos, tu hermano manteniendo soporte sobre tu cabeza, enzo sonrió aún más grande cuando tu pequeña mano se cerró alrededor de su meñique, y un pequeño "clic" lo hizo ver hacia el frente, tú papá ya sacudiendo la polaroid para revelar uno de sus recuerdos más nítidos.
♡ desde ese momento enzo empez�� a formar parte de tu vida, y mediante crecías, su presencia se hacía más importante para vos.
♡ a pesar de que él solía pasar casi todo su tiempo libre con tu hermano, nunca fallaba en hacerte sentir vista; siguiéndote la corriente cuando entrabas a la habitación de tu hermano sin avisar, interrumpiendo la partida de mario kart para mostrarle tu muñeca nueva, o tus peluches nuevos, o cualquier cosa, él siempre estaba ahí para escucharte.
♡ al entrar a la adolescencia fue cuando todo cambió, empezaste a notar que enzo ya no era el niño que pasaba horas jugando nintendo en el cuarto de su hermano, no, se había convertido en alguien más serio, más centrado, aún respetuoso y humilde, y aunque ahora pasaba menos tiempo en tu casa, podías notar que a sus 18 años ya era un caballero.
♡ años después, enzo, quien ahora concurría poco la casa de su mejor amigo, tampoco había podido evitar notar tu cambio, las pocas veces que te veía trataba de pasar más tiempo solo con tu hermano para evitar dejar en evidencia que estaba embelesado con vos, a sus ojos eras la mujer más linda que había, amable, respetuosa, inteligente, pero se sentía mal, había crecido con vos, con la diferencia de edad entre ustedes no podía evitar sentirse culpable por verte de esa manera.
♡ poco sabía que el sentimiento era recíproco, o que por mucho que ambos trataran de ocultar sus sentimientos, tu hermano, tus padres y sus padres ya habían notado que entre ustedes había algo más que una amistad de años, y no podían esperar a ver quién de ustedes daría el primer paso.
♡ por lo que no pudieron evitar sentirse enormemente felices cuando a tus 19 años, un enzo de 24 tuvo la valentía de invitarte a salir, una cita, en tu lugar favorito, te llegó a buscar con un pequeño ramo de tulipanes rosas y reíste cuando te las entregó con claro nerviosismo.
♡ la tarde que pasaron juntos fue perfecta, te demostró que en un mundo lleno de chicos, él era un caballero, totalmente, haciéndote sentir querida, escuchada y respetada durante cada momento.
y querías eso siempre.
enzo igual, a pesar de la diferencia de edad, no pudo evitar notar lo centrada que eras, tu humor similar al suyo, como si el destino les estuviese diciendo que eran el uno para el otro.
♡ no pudiste evitar las ligeras lágrimas de felicidad y ternura que llenaron tus ojos cuando él castaño te mostró la fotografía que cargaba en su billetera, la polaroid que tu padre había tomado, ahora un poco pálida por el pasar del tiempo, pero manteniendo la misma cantidad de aprecio que tuvo el día que fue tomada.
♡ y no pudiste evitar acercarte a él para dejar un suave beso sobre sus labios ante la pregunta que te hizo, sugiriendo más tiempo a su lado, no cómo la hermana de su amigo, pero como su novia, para continuar creciendo juntos y donde pudieran continuar siendo solo ustedes por mucho más tiempo.
Tumblr media
345 notes · View notes
stuckwthem · 2 months
Note
HOLAA para lo de las canciones con los chicos del cast: gold rush de taylor swift con enzo 😭😭 siento q es muy accurate.
gold rush | enzo vogrincic
summary: tu lucha contra sus sentimientos de celos y la creciente atención hacia su amigo, temiendo perderlo en medio de la fama y las chicas. friends to not yet lovers. 3k.
tw: inseguridad, angst, consumo de alcohol
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
cuando enzo se hizo famoso, no fue una gran sorpresa. siempre había sido talentoso, determinado y esforzado en todo lo que se proponía. además, cumplía todos los requisitos para convertirse en la nueva estrella de la pantalla: guapo, culto, carismático y gracioso. 
así que cuando volvió al teatro, estrenando otra obra brillante, era de esperar que se abarrotasen todas las secciones. y se llenaron, con gente y más gente, todos tras otro pedacito de enzo. mujeres, hombres, jóvenes y mayores, todos estaban deseando por más. 
para enzo no había cambiado gran cosa, aparte del leve acoso, seguía sintiéndose igual, actuando igual, teniendo los mismos mejores amigos y tomando el café en la misma cafetería sencilla, pero ahora era reconocido en la calle y tenía más seguidores de los que podía registrar en instagram. eso era diferente, sin duda, tener la atención de todo el mundo después de tanto tiempo rogándola. pero a pesar de eso, era reconfortante pensar que por fin lo había conseguido. 
a ti te parecía asfixiante. era extraño ver cómo el chico con el que habías pasado los últimos años se convertía en una estrella de la noche a la mañana. para muchos era enzo vogrincic, un actor en una película nominada al oscar. para ti, sólo era enzo, tu mejor amigo. y tu antiguo amor. así que aunque admirabas la creciente fama de tu amigo, las cosas podían ser un poco confusas a veces. la fama atraía todo lo bueno que podías desearle como actor, pero también traía todo lo que te asustaba a muerte: chicas. 
todas guapas, con magníficas sonrisas, actitud y presencia magnética, podían tener fácilmente una oportunidad con enzo. fácilmente cualquiera menos tú. eso era lo que pensabas. 
era difícil reprimir tus celos, un sentimiento idiota que intentabas ignorar a toda costa. controlar tus propios sentimientos era una tarea ardua y agotadora. no te gustaba cómo se te calentaba la cara cuando él estaba cerca, ni cómo te sentías cuando alguna chica se acercaba demasiado. y te sentías fatal por eso. estabas siendo infantil y celosa, pero tú estabas allí primero, ¿no? 
no era una carrera, pero pensabas que ya te habías asegurado el primer puesto. eras el confidente de enzo, su compañera en casi todo momento y la persona más cercana a él. aun así, era como correr por el oro. y no te gustaba nada tener que competir.
cuando enzo te invitó a la fiesta posterior al estreno de su nueva obra, pensaste en declinar la invitación. por supuesto, verías toda la sesión, te volverías a enamorar durante hora y media, felicitarías a tu mejor amigo y volverías a casa, acompañada de una botella de vino y penas que ahogar.  pero el actor no aceptó un no por respuesta, de hecho, enzo estaba aún más confuso, ya que en las últimas semanas parecías muy distante. no respondías a sus mensajes, no contestabas a sus llamadas. por un momento se culpó a sí mismo, pensando que tal vez te estaba dejando de lado con su apretada agenda, pero en realidad, tú sólo estabas actuando como una cobarde.
sabías que era cobardía. contigo mismo, con enzo. estabas siendo una idiota. pero no tenías la valentía de abrirte y contarle tus sentimientos, especialmente con todos los focos girando ahora en su dirección. así que empezó a alejarse, pensando que no le afectaría con sus celos repentinos o sus sentimientos contradictorios. sus palabras sonarían superfluas al lado de toda la atención que él estaba recibiendo ahora. ni siquiera le importaría, otra razón más que se dijo a sí misma para sabotearse. probablemente arruinaría nuestra amistad. ¿y si piensa que intento aprovecharme? pensamientos que pasaban por tu cabeza por la noche.
"¡enzo, este es tu momento, tu obra acaba de estrenarse y tu película va estupendamente!", le dijiste a tu mejor amigo, con un tono de resignación poco convincente. "¡tendrás gente a tu lado toda la noche!".
estabas en el camerino después de la obra, mientras enzo se cambiaba la ropa de su personaje. la habitación olía a perfume fresco, a madera vieja y a una pizca del sudor del chico. con los brazos cruzados, mirabas fijamente el tabique donde enzo se cambiaba, sentada en el viejo sofá.
cuando salió de detrás de la barrera de madera, enzo te miró como si estuvieras bromeando, con los ojos muy abiertos, las cejas levantadas, y luego sacudió la cabeza, abrochándose los últimos botones de su camiseta negra.
"¿y qué tiene eso que ver con el hecho de que quiera a mi mejor amiga conmigo en una noche importante?", preguntó, como si lo que estabas diciendo fuera una tontería, y luego se detuvo frente al espejo, limpiándose el maquillaje.
te pusiste a su lado y cogiste uno de sus pañuelos, limpiándote suavemente el maquillaje blanco del cuello, incapaz de mirarle mientras enzo te observaba en el reflejo. mordiéndote el interior de la mejilla, te sorprendiste a ti misma con un torbellino creciendo en tu pecho.
"no quiero estorbarte" tu confesión salió en un susurro, a lo que enzo respondió con una risa suave y despectiva. "en serio, me quedaría ahí como una idiota, ¡ni siquiera me echarás de menos!".
enzo te sujetó la muñeca con calma, mientras tú te concentrabas demasiado en limpiarlo, pero hacía tiempo que el maquillaje había desaparecido. se giró para mirarte, con los ojos fijos en toda tu expresión ceñuda, que llevaba una insistente preocupación en el pliegue de las cejas, que le pareció adorable.
"deja de decir tonterías, sabes que te necesito siempre a mi lado. ¿o qué sería de mí?", declaró el moreno, con una voz tan firme y dulce como la sonrisa que se deslizaba por sus labios cuando le miraba. 
y así era imposible rebatirlo, simplemente era demasiado difícil resistirse a él y al sentimiento que la consumía por dentro, que la traía a este momento, en el salón de un piso grande y desconocido, lleno de actores y gente importante, críticos de teatro y alguna que otra gente insignificante. reconoció algunas caras, amigos comunes, compañeros de trabajo y, por supuesto, fans y admiradores de enzo. el ambiente es un zumbido de carcajadas, conversaciones animadas y copas que se alzan en señal de celebración. la gente aplaudió cuando enzo entró en el piso, llevando su mano, que pronto soltaron para que pudiera saludar a los demás. me parece justo. pensó, aunque el hormigueo entre los dedos causado por la ausencia de enzo empezaba a molestarle.
él irradiaba confianza, saludando con la cabeza a quienes le saludaban y respondiendo a cada cumplido con una modesta sonrisa.
intentaste mantener una expresión neutra y comprensiva, apreciando el esfuerzo de enzo por incluirte en su nuevo mundo. sin embargo, la sensación en el fondo de tu mente persistía. todo el mundo quería saber cómo era tocarlo, cómo era amarlo, y usted no tenía ningún privilegio en ser experta en esto. poco a poco, cuando el actor entabló conversaciones, usted se dispersó en un minuto, fue a por una copa de vino y pronto se vio fuera de lugar, enzo cada vez más rodeado en un pequeño círculo alejado de usted, y una hermosa chica riendo a su lado, intentando llamar su atención. 
a la cuarta copa, después de observarle desde lejos, estabas algo intoxicada por el alcohol y decidida. le daría espacio, tanta distancia como necesitara, para que pudiera disfrutar de su noche sin obstáculos. sobre todo, no quería ser su sombra ni sentir que le molestaba, aunque enzo no diera señales de aquello. 
el enorme balcón del enorme piso, ocupado apenas por unos pocos fumadores, tenía una escalera de incendios en la esquina y a través de ella descubriste la terraza, vacía y tranquila, con una vista increíble de las luces de la ciudad. te pareció una buena forma de alejarte de todo, un escondite perfecto para ti y todas esas sensaciones. 
mientras te alejabas por la terraza, enzo notó tu ausencia. alguien acababa de soltar un chiste estúpido y él se giró para intercambiar una mirada cómplice, dispuesto a ver tu sonrisa en su rostro, pero todo lo que obtuvo fueron rasgos desconocidos y sintió una inmediata incomodidad. enzo puso fin a la conversación bruscamente, disculpándose con los demás invitados, y empezó a buscarte entre el montón de gente en que se había convertido el salón. cruzó el piso, saludando rápidamente a quien se cruzaba en su camino, la preocupación en su rostro se hacía cada vez más visible al no haber rastro de ti.
¿te habías ido sin despedirte? ¿por qué estabas tan... diferente? enzo podía dejar que cambiaran muchas cosas, no todo lo que podía controlar, pero cambiar lo que existía entre ustedes no podía tolerarlo, y eso lo aterrorizaba. incluso después de todo, tú eras la persona que él quería a su lado. como amiga, como algo más. como cualquier cosa que te mantuviera cerca. a tus brazos corría cuando el mundo parecía tragárselo, cuando todo le abrumaba, cuando tenía noticias felices o tristes, cuando tenía planes o necesitaba un momento de paz escuchando tu voz. la vida de enzo, a pesar de todo, giraba en torno a tu órbita. podía sentir que te le escapabas de las manos, y no podía permitir que eso ocurriera. 
sus ojos vislumbraron entonces la puerta abierta del balcón y la atravesó, encontrándose con la misma escalera por la que habíais subido minutos antes. se conocían lo suficiente como para que enzo estuviera seguro de que iba en la dirección correcta cuando subió a la terraza. la brisa helada le golpeó en cuanto subió el último escalón, y sintió que se le formaba un nudo en el estómago.
la vista panorámica de la ciudad se fue revelando a medida que avanzaba por la terraza, pero lo que captó su atención fue usted, de pie en el borde de la misma, mirando al horizonte con expresión pensativa, con un vaso vacío en las manos. al actor le dio un vuelco el corazón, respiró hondo y se rascó la garganta.
"¿estás bien?" la voz de enzo cortó el silencio como una suave melodía, sobreponiéndose a la música apagada del piso justo debajo de sus pies, sorprendiéndole mientras contemplaba la ciudad desde arriba, absorbida por sus pensamientos. era una voz profunda y cálida, con una nota de preocupación delicadamente entretejida. 
no esperabas que llegara tan rápido. te giras hacia él e intentas sonreír, pero el gesto no llega a tus ojos.
"estoy bien, enzo. sólo necesitaba un poco de aire fresco". intentaste sonar despreocupada, pero había una notable tensión en el ambiente. 
realmente te sentías sofocada, un poco acalorada, atascada por el vino y la ansiedad.
el actor asintió, sus ojos buscaban los suyos, en busca de respuestas que usted no estaba dispuesta a dar. se acercó a ti lentamente, metiendo las manos en los bolsillos, dando un paso cada vez, como si temiera que cualquier movimiento brusco pudiera alterar el delicado equilibrio entre vosotros.
enzo no sabía cómo empezar a desentrañar las preguntas de su cabeza, y tú no sabías cómo retener las palabras dentro de tu mente cargada y ebria.
"las cosas están un poco raras", dijisteis los dos a la vez, generando un ligero estado de shock con la revelación al unísono. estabais en la mente del otro todo el tiempo.
intercambiasteis miradas divertidas, repentinamente tímidas, y enzo se rió, balanceando el cuerpo, sin saber muy bien cómo acercarse.
"empiezo a pensar que tenemos que repasar nuestras habilidades telepáticas", bromea él, tratando de aliviar la tensión del ambiente. 
su sonrisa era genuina, pero sus ojos seguían buscando algo más en los tuyos. la brisa nocturna jugaba con el pelo de enzo mientras se acercaba, creando una atmósfera de vulnerabilidad compartida.
dejas escapar una suave carcajada, disfrutando del ligero toque de humor. sin embargo, esa extraña electricidad entre vosotros no desapareció del todo. enzo parecía querer entender lo que estaba pasando, mientras que tú luchabas por expresar sentimientos confusos bajo la influencia de más vino del que deberías tener en tu organismo. 
"sí, podría ser una buena idea invertir en un curso de comunicación mental", respondiste, tratando de mantener un tono ligero, pero esa expresión algo desesperada seguía delatando lo que ocurría en tu interior.
enzo asintió, de pie a tu lado en el borde de la terraza, ambos contemplando la ciudad iluminada ante vosotros. había algo mágico en la noche, pero también algo incierto en la forma en que os mirabais.
"entonces, ¿qué está pasando?" enzo finalmente rompió el silencio una vez más, sus ojos te miraban con una intensidad que hizo que tu corazón se acelerase. sus orbes marrones invitan a sumergirse en ellos. estabas atrapada, sin ningún lugar al que huir. su mirada te recorrió como si fueras transparente, incapaz de ocultar nada a su atención.
dudaste un momento, mordiéndote el labio inferior antes de encontrar el valor para hablar. "es que... me he sentido un poco perdida. con todo lo que ha estado pasando, los cambios, tú haciéndote famoso, y yo... no sé dónde encajo". apartaste la mirada, sintiendo un nudo en la garganta. "no sé si podré soportarlo, en".
una sensación punzante pareció atravesar el pecho del chico, que sinceramente se esperaba muchas cosas, pero no esto. no su mirada huyendo de él a cada momento y la forma en que su cuerpo parecía repudiar la manera en que se apartaba inconscientemente. enzo perdió el aliento ante el golpe, y tardó unos segundos en procesar tu honestidad directa.
"¿no puedes lidiar... conmigo?", preguntó, con la voz baja, dolida. tu había bebido demasiado, se notaba. enzo no sabía si se sentía ofendido o preocupado. sus manos se tensaron en los bolsillos del pantalón, ansiosas por encontrar las suyas. de tocarte, de romper esa barrera.
"i... no sé si podré soportar la idea de perderte" la afirmación le salió, cortándole la garganta. dios, qué tonta y ridícula se sentía. toda una fiesta para él allí abajo y él perdiendo el tiempo con su drama.
la mirada de enzo pasó gradualmente del perplejidad a la comprensión, y a algo más profundo, más vulnerable. la noche que había parecido tan prometedora se teñía ahora de una nube de incertidumbre.
"¿perder...?" enzo repitió la palabra, como si tratara de comprender plenamente el significado que encerraba. sus ojos oscuros se clavaron en los tuyos, una mezcla de confusión y de inquietud pintada en su expresión.
tragas saliva, incapaz de responder inmediatamente. las emociones bullían en tu interior, y era difícil discernir qué era miedo, celos o simplemente inseguridad.
"sí, perder". bajaste la cabeza, tus dedos rodeando el borde de la taza en una huida nerviosa. riéndote para ti misma, cerraste los ojos, sintiendo el ligero mareo y la falta de control en la forma en que tu mente maquinaba las siguientes palabras, transformada por el alcohol. "y tambien estan los celos, esta cosa amarga que me esta carcomiendo. de adentro hacia afuera, parece volverme loca cada maldita vez que una chica se acerca... y nunca he sido posesiva, pero es tan difícil cuando se trata de ti, enzo. es como competir por el oro".
durante un rato no pasa nada. enzo permanece en silencio, inmóvil, observándola con expresión seria y atónita. la oye resoplar y, de repente, sus ojos se enrojecen, ardiendo por contener las lágrimas. 
" ¿tienes celos?" pregunta finalmente enzo tras una pausa que parece durar una eternidad, como si no pudiera creer lo que acaba de salir de su boca. su voz es baja y tranquila, como si intentara no asustar a una criatura frágil. su mirada permaneció fija en ti, tratando de comprender cada giro de la situación.
asentiste como una niña pequeña contrariada, sintiendo que se te quitaba un peso de encima al compartir algo que habías estado ocultando durante tanto tiempo. "sí, y lo odio. sé que es irracional e infantil, pero es más fuerte que yo".
una sonrisa crece en los labios de enzo, como si la situación le divirtiera. levantas la mirada, sintiéndote traicionada, cuando él empieza a reír. tu mano busca el pecho del actor, dándole un torpe puñetazo y el moreno asiente, sin importarle la repentina agresión.
te atrae en un espontáneo abrazo, colocando su barbilla sobre tu cabeza cuando no te resistes a aceptar su tacto, a pesar de sentirte insultada. toda la tensión se disipó de enzo cuando se dio cuenta de todo lo que estaba pasando. y de lo inconsciente que eras de sus sentimientos. pero eso no lo revelaría ahora, no cuando parpadeabas lentamente y visiblemente alterada por el vino. enzo quería que lo supieras, que lo recordaras.
enzo te abrazó un poco más fuerte, en un intento de transmitir consuelo. su pecho descendía y ascendía con calma, ayudando a que sus propios latidos se calmaran. 
"no necesitas ponerte celosa, y definitivamente no necesitas competir por nada, especialmente no por mí", susurró, sus ojos oscuros fijos en algún punto de la terraza mientras su mano acariciaba tu espalda. "siempre has sido la persona más importante para mí, desde el principio. nada de eso cambia por un poco de fama y atención. y menos por chicas que no eres tú".
las palabras de enzo eran suaves, y la sinceridad en ellas era innegable. quería que supieras que, a pesar de todos los cambios, seguías siendo la constante de su vida. y la única para la que tenía ojos. pero tú no lo asimilaste enseguida, sino que retrocediste un poco y lo miraste con ojos pesados y labios apretados, recelosa. 
enzo notó, con una mezcla de ternura y diversión, una sombra roja que denunciaba el contacto con la copa de vino en la comisura de tus labios. un destello de encanto apareció en su mirada, y un suspiro involuntario escapó de los labios del actor. 
"venga, vamos", te llamó, extendiendo la mano entre los dos. su mirada se detuvo en tus dedos abiertos y, tras evaluarlos unos segundos, los entrelazó con los suyos.
"¿adónde?", tartamudeaste, frunciendo el ceño. la sensación de su cálida mano contra la tuya era reconfortante y segura.
"fuera. necesito una noche a solas con mi chica, por los viejos tiempos" enzo se encogió de hombros, sin dudar en tirar de ti a través de la terraza para marcharse.
te detuviste bruscamente, confusa e incapaz de entender por qué estaba dispuesto a dejar todo aquello atrás tan fácilmente.
"pero... enzo, la fiesta y tus amigos..." insististe, y enzo asintió.
"tengo prioridades esta noche, asuntos más importantes que tratar hoy que perder el tiempo con aduladores. todos ellos sólo sobre ti"
━━━━━━━ ✦ ━━━━━━━━
what must it be like to grow up that beautiful, mr. vogrincic?
hola!!! dios, como me quede obsesionada a esta ask. simplesmente, es la cancion que traduce los sentimientos de todas nosotras!!! muuuuy accurate muchas gracias!!!
espero haber conseguido transmitir la vibra de la canción 😭
391 notes · View notes
miskhalie · 1 month
Text
Una tarde tranquila - Enzo Vogrincic x Reader
Pairing: Enzo Vogrincic Advertencias: ¿insinuaciones? Solo fluff
Era un miércoles por la tarde. El sol brillaba aun a estas horas de la tarde, era verano y los días se habían alargado por lo que el sol no llegaba a irse del todo. Además hacia un calor que calentaba las zonas áridas, por lo que tu novio, Enzo, y tú habías decidido quedar en el parque, donde regaban el césped y había una fuente donde los niños se bañaban.
Os sentasteis sobre el césped aún seco y empezasteis a hablar sobre la nueva película que había empezado a rodar. Un drama sobre un avión siniestrado en los Andes. Su personaje se moría por lo que no podías dejar de burlarte, pensando que solo sería otro cameo de los suyos. Otro extra que moría de fondo, pensabas. Pero esta vez te equivocabas. De hecho te lo explicaba mientras tu desplegabas la manta para sentaros.
Este tiene mucho recorrido, seguramente hasta el final de la película. - sonrió altivo.
Quizás no te echan porque les da pena decírtelo. - una vez estirada os sentabais sobre ella y sacabais lo que habías traído para merendar, organizando un pequeño picnic.
Muy graciosa - dijo riendo sarcásticamente.
Decidiste hacer fresas con chocolate para que cubrir los antojos de tu novio desnutrido. No podía comerlo, pero no tenían porque saberlo, además, Enzo nunca te decía que no, ya que te veía preocupada. él había traído coco cortado y frutos secos. Pero, a última hora, compró dulces porque sabía que te encantaban las gominolas. Tú también decidiste traer algo más cuando lo viste en la panadería, unas galletas caseras con frutos secos.
Enzo cogió una galleta y se la llevó a la boca. Su flequillo le cubrió la frente y tú se lo colocaste detrás de su oreja.
Estas precioso hoy, espero que no te hayan agobiado mucho las mujeres por el camino. - cogiste una fresa y la rodeaste con tus labios. Enzo cogió aire al verlo. El jugo te caía por los labios y el chocolate cubría tu boca como un delicioso pintalabios. Era un hombre después de todo, no podía resistirse a tus encantos.
Te besó suavemente, saboreando el gusto de tu boca. Fresa, chocolate y tú. No era mala combinación.
Y algunos hombres. - admitió avergonzado. Aún no había triunfado con su film y ya se echaban sobre él. Tú reíste, apoyándote en tus codos para tumbarte al igual que hacía él.
Aunque no daba mucho el sol donde os habíais tumbado, se te podía ver el pecho saliendo de las copas de tu sostén por debajo de la blusa blanca transparentosa. Traviesa, habías decidido llevar un sostén rosa pastel para que Enzo se muriera al verte. Pero esta vez, aun que lo había notado, te miraba melancólico a los ojos y besaba tus labios sin una pizca de lujuria, sino que con cariño. No era inusual, ya que la debilidad de su cuerpo en ayuno lo ponía más cursi de lo normal. Así que lo disfrutabas en silencio, como si fuera un cervatillo y en cualquier momento pudiera asustarse.
Te quiero - simplemente dijiste.
Yo también te amo. - dijo él con los ojos cerrados a la vez que acariciabas su mejilla.
Ayer te había mandado un mensaje de lo mucho que te quería y de lo importante que eras en su vida. Le había parecido necesario debido a que una de las escenas de la película lo había puesto sensible. La escena donde Liliana Methol moría.
Y justo cuando os ibais a dar un beso, se conectaron los aspersores y os mojaron enteros. Por suerte, tu falda vaquera no dejo ver nada, pensaste mirándola. Levantaste la cabeza y viste a tu novio mojado, con sus músculos rígidos bajo su remera blanca y su pelo semi-largo mojado sobre su frente. Tragaste saliva. Tu tampoco eras inmune a la belleza de ese hombre.
Te dieron ganas de llevártelo a casa y hacerle suplicar por ti. Pero te acordaste de que hoy era un día tranquilo para él.
¿Podemos ir a casa? - se mordió el labio. Quizás al final no estaba tan tranquilo.
160 notes · View notes
dreaming-star20 · 3 months
Text
Infidelidad
Una persona con el corazón roto es capaz de cualquier cosa por despecho. Cuando Antonio se enteró de que su esposa le había sido infiel, se volvió loco. 20 años de matrimonio se fueron directamente a la basura. Aparentaba estar tranquilo ante todos, incluso firmó los papeles de divorcio sin ninguna protesta. Pero de lo que nadie se había percatado era que Antonio cocinaba su venganza desde las sombras. Hasta donde él sabía, su esposa estaba por fugarse de la ciudad con su amante, varios años más joven que Antonio. Las piezas estaban en el lugar ideal para la venganza.
- Veo tu cara en el espejo, y por más que lo intento, no comprendo lo que vio ella en ti. 
Tumblr media
Germán, el joven hombre de 29 años, se dijo a sí mismo en el espejo, mientras con sus manos, acariciaba su musculoso cuerpo lampiño. Bueno, algo así. Si bien ese era el cuerpo de Germán, era Antonio quien lo utilizaba. El hombre había robado el cuerpo de este joven como parte de su plan.
- Quiero decir, eres guapo, bastante, a decir verdad. Y tienes un cuerpo bastante sexy. Pero yo también tengo lo mío. Para empezar, gano más dinero que tú. En lo que respecta a la apariencia, es verdad que no hago tanto ejercicio como tú, pero nunca he descuidado mi cuerpo.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
- ¡Vaya muchacho! Puedes sacarle el ojo a alguien con esta cosa. Pero el mío es mucho más grueso.
Una sonrisa arrogante se dibujó en el rostro de Germán, una que el verdadero nunca haría. Antonio continuó con su monólogo frente al espejo, odiaba admitirlo, pero toda esta experiencia lo excitaba demasiado.
- Bueno, no importa lo sexy que seas, ahora todo esto me pertenece. Yo soy tu, al menos por ahora. No me malinterpretes amigo, esto tiene poco o nada que ver contigo. Tu no tenías idea de que te estabas metiendo con una mujer casada. Simplemente estuviste en las circunstancias incorrectas. Pero, en fin, eres justo lo que necesito para vengarme de ella.
Antonio terminó de quitarse la ropa que llevaba puesta, dejando al aire libre la hombría de Germán, además de su redondo y suave trasero. La figura redondeada del par de melones que ahora poseía fue irresistible para Antonio. Se dio una fuerte nalgada que hizo a sus glúteos temblar como dos gelatinas.
- La idea original era grabarme teniendo sexo con varias de las amigas más íntimas de mi ex, pero tengo una mejor idea. Llevo semanas con una inquietud en la cabeza, pero no me atrevo a intentar en mi propio cuerpo. Supongo que esta es mi oportunidad.
Antonio les dio un fuerte apretón a las suculentas nalgas de Germán. Estaba muy excitado por la emoción de estar en un nuevo cuerpo. Y más por el estar en uno tan sexy. Se dirigió a la mesa de noche junto a su cama, abrió el cajón, y de él sacó una bolsa negra. Dentro se encontraban un estimulador de próstata totalmente nuevo y una botella de lubricante. Solo Antonio sabía cuánto tiempo llevaban esos objetos guardados. Antonio sacó de su empaque el vibrador y se aseguró de cubrir meticulosamente todo lo largo del objeto de plástico con suficiente lubricante. Aún recordaba con recelo su último chequeo médico, cuando tuvo que consentir un tacto rectal. Salió del consultorio caminando como un cervatillo. Antonio se agachó casi hasta tocar sus pies, de tal manera que su trasero quedó expuesto al cielo.
Todo estaba listo, y con una mezcla entre emoción, duda y algo de miedo, Antonio acercó poco a poco el estimulador a su ano. Introdujo suavemente la punta en su culo virgen, y con toda la delicadeza que pudo, metió el objeto hasta el fondo. Antonio se incorporó y se vio de nuevo al espejo. Hasta el momento todo iba excelente, su rostro mostraba genuina emoción. Su pene incluso se había comenzado a poner erecto sin haberlo tocado. Antonio se recostó cómodamente en su cama y tomó el control del vibrador. La verdadera diversión estaba por empezar. Con mucha seguridad presionó el botón de encendido, haciendo así que un muy corto y rápido movimiento sacudiera el ano robado de Germán. Esto solo había sido el aviso de encendido, pero fue más que suficiente para que un gemido escapara de los labios de Antonio.
La mirada de Antonio se llenó de determinación. Configuró el aparato a una intensidad media y con vibración constante. Tan pronto cómo el estimulador comenzó a hacer su magia, Antonio comenzó a retorcerse de placer en la cama. Daba vueltas y vueltas por todos lados, intentando agarrarse de las sábanas. Las olas de placer recorrían su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse. Gemidos, bufidos e incluso gritos se hicieron audibles por toda la habitación. Antonio estaba volviéndose loco de placer. Gotas de líquido preseminal salían de la punta de su pene erecto, que se sacudía erráticamente al ritmo de sus caderas.
Su parte consciente se repetía a sí mismo una y otra vez que debía controlarse, pero poco a poco la lujuria y el placer fue todo lo que su mente obedeció entre el caos sensorial. Constantemente Antonio tapaba su boca, en un intento deliberado de no dejarse llevar tanto por sus instintos. “¿Por qué hago esto?” pensó a la vez que apartaba sus manos de su rostro y se dejaba llevar por la excitación. Respiró profundamente, recuperando un poco el aliento, y a partir de ese momento dejó que el cuerpo que tanto trabajo le había costado robar fuera dominado por sus instintos más salvajes. 
Los ruidos de placer se hicieron más intensos. Probablemente podían escucharse desde la calle, pero a Antonio no le importaba. Su cuerpo estaba empapado por el sudor. El olor que emanaba de él era exquisito. Con sus fuertes manos recorrió cada parte del cuerpo bien tonificado de Germán. Su pene se encontraba ya a reventar. Antonio quería llegar de una vez por todas al clímax, así que tomó la botella de lubricante, se untó las manos con él y comenzó a acariciar furiosamente su verga. No pasó mucho tiempo hasta que hilos de blanco y caliente semen salieron disparados en todas direcciones. El cuerpo de Germán terminó cubierto en sus propios fluidos. Varios chorros aterrizaron en su cara, uno incluso en su boca, permitiendo a Antonio probar por primera vez en su vida el jugo viril de otro hombre.
- No puedo esperar para que metan algo aún más grande por allí. Esto va a ser aún mejor de lo que había pensado. - Antonio apagó el vibrador y recobró su aliento. Tras unos minutos pudo ponerse de pie, tomó una toalla de su baño y se limpió un poco. Sabía que debería haberse duchado, pero le pareció más apropiado conservar su cuerpo cubierto por fluidos corporales. Se puso de nuevo sus Jens y se recostó de nuevo viendo hacia el espejo.
- Voy a matar dos pájaros de un tiro contigo. Tú no te preocupes amigo, descansa allí adentro. Cuando salga de ti no recordarás absolutamente nada de todo esto, y yo abre obtenido mi venganza contra esa perra que alguna vez llamé esposa.
Tumblr media
148 notes · View notes
castawaycherry · 15 days
Note
HolAA cómo estás, si enseñanos el maquillaje inspirado!!! Me da curiosidad como pueda ser, no se si cuando leas esto ya hayas hecho face reveal pero ojalá nos muestres el look!
Segundo quería decirte una fic idea, haz visto que a Felipe Otaño, le hacen edits con moños coquette siendo él lo más fifa? Imagínatelo con una novia coquette y el todo perdido en el tema pero acepta a tomarse fotos con moñitos el su bicep yasiiii, el más complaciente jaja
Todavía no lo he subido pero hago el face reveal al rato!!
se me ocurrió hacer algo de smut con este request, espero que no te moleste 🫣
(Pipe es el único fifa con derechos)
Fútbol y Moños- Pipe otaño
Tumblr media
Warnings: fluff y un poco de smut (es mi primera vez escribiendo smut no me juzguen mucho)
Pipe y tu tenían estilos muy diferentes, el suyo consistía de camisetas de fútbol y cosas holgadas y cómodas y el tuyo era más coquette y elegante, usabas muchos moños en la cabeza y en la cintura y pipe lo amaba.
Un día estabas aburrida viendo tiktoks cuando viste un trend llamado coquette boyfriend el cual era básicamente dejar que tu novio se pusiera un moño en el bicep, en el momento en el que viste ese trend sabías que lo necesitabas hacer con pipe.
Al día siguiente le enseñaste varios de esos videos a pipe, y aunque estaba extremadamente confundido de por qué a las mujeres les gustaba que sus novios hicieran eso, le encantaba verte feliz y no podía resistir tu cara de suplicar (y tenía que admitir que le prendía verte suplicarle).
Cuando accedió inmediatamente fuiste a tu cuarto a buscar tu colección de listones y encontraste el liston rosa perfecto y regresaste a donde estaba pipe y le ordenaste que estirara el brazo para que le pudieras hacer el moño perfecto, una vez que terminaste el moño le dijiste que flexionara el brazo para tomarle la foto
Después de tomarle unas cuantas fotos a su brazo flexionado sentiste tu cara poniéndose roja y tu ropa interior mojandose, eso te dio una idea y le dijiste que mantuviera el brazo doblado mientras tú le mordias el bicep lo suficiente como para que la mordida se le marcara a lado del moño, lo volteaste a ver y viste una lenta sonrisita llenar su boca mientras levanto un lado de su boca y sus ojos se oscurecieron intensamente, eso solamente hizo que te mojaras más y que tus muslos se cerraran involuntariamente.
Después de tomarle foto a la marca de tu mordida a el se le ocurrió una idea, se quitó el moño del bicep pasándolo a su muñeca, tu lo viste levantando la ceja y el rápidamente te acercó hacia el dándole la espalda. De repente solo sentiste como te ahorcaba suavemente y lo único que pudiste hacer fue poner una cara de placer y derretirte en su brazo, el noto tu cara y viste como agarro la cámara Polaroid que habías estado usando y te tomó una foto con su mano en tu cuello apretando un poco más lo cual te hizo soltar un gemido y sentiste como se empezó a poner duro lo cual solo te prendió más y te dio una idea.
Soltandote de su agarre hiciste que se sentara y agarraste el liston de su muñeca y agradeciendo que estaba usando shorts se lo amarraste a la pierna, el sabía perfectamente lo que querías hacer, sabía que te encantaban sus muslos y siempre te molestaba con eso usando shorts o pantalones ajustados.
Cuando terminaste de amarrarle el listón el no gastó más tiempo y te bajó la ropa interior que traías y te jaló de manera que estuvieras sentada encima de su muslo con las piernas abiertas y te agarró bruscamente de la cintura y te obligó a restregar tu coño mojado sobre su muslo lo cual te hizo soltar un gemido que el cayó rápidamente con sus labios besandote profundamente sin soltar tu cintura y cada vez moviéndote más rápido y empapando su muslo con tus fluidos. sin que lo esperarás te dio una nalgada marcando su mano en tu culo , con eso sintió como te acercabas a tu orgasmo y empezó a mover su pierna con movimientos verticales hasta que no pudiste más y te veniste sobre toda su pierna empapando donde estaba sentado.
Gracias por este request! se que mi smut no es nada bueno pero espero que les guste 🤍
63 notes · View notes
sparkylulu · 4 months
Text
Casi no dormí anoche. Sigo sin poder creer lo que pasó. Sigo sin tener las palabras para expresar todo lo que se me cruza por la cabeza.
No entiendo.
No entiendo cómo hay gente que puede ver la violencia que emanan y pregonan este tipo y su séquito y pensar que es la persona ideal para gobernarnos. Que se sienten representades.
Más de une me dirá (y con razón) que debí verme venir a quienes de pronto salieron a apoyarlo. No lo sé... Siento que nada podría haberme preparado para ver a mis padres eligiéndolo y defendiendo su postura porque "al menos te dice todo lo que piensa de frente y no se lo calla", "se puede consensuar con el que piensa distinto". Me preguntó cómo mi papá, que se salvó de la colimba de pura casualidad, que fue llevado preso por no llevar el DNI encima una noche (que la saco recontra barata en todos los sentidos), llega a esa conclusión. Me pregunto cómo mi mamá, profesora que siempre trabajo en la educación pública, judía que conoce de primera mano el antisemitismo, llega a esa conclusión. Me pregunto cómo mi tío, judío, transplantado gracias a la salud pública, médico, diabético, despliega ese nivel de violencia para defender a un tipo que lo primero que va a hacer es condenarlo a morir. Me pregunto cómo tres de mis amigues más cercanes y con quiénes más he compartido y hablado de estos temas, de pronto salen a festejar a la plaza el triunfo del fascismo por un billete que ni siquiera van a ver.
Me pregunto que cruza por la cabeza de la gente que justifica la pérdida de derechos, incluso de aquellos que gozan de primera mano, la opresión, la represión, la violencia, la discriminación, la mentira más absurda (porque no nos olvidemos que, menos de 24 h después de haber quedado en segundo lugar en las generales, este tipo salió a desdecir meses de campaña violenta para buscar el apoyo de otros partidos y dirigentes a les que defenestró completamente —que también salieron en su apoyo después de haber sido violentades, cosa de no creer—).
Lloré. Lloré por mi patria, por mí como mujer judía, queer, inquilina. Lloré por mi familia, aquella que conformamos con mi pareja (queer, NB, actualmente desempleadx) y mi gata (a quien nadie parece querer dar asilo porque "locataries" y "así son los contratos"). Lloré porque las personas que me criaron y me enseñaron muchos de los valores que tengo, de golpe se olvidaron de esos mismos valores. Lloré porque mi círculo de afectos (reducido de por sí), de pronto es aún más chico. Lloré porque la mayoría de las personas que aprecio pertenecen a más de un colectivo minoritario. Lloré por les millones de argentines que no conozco y que están en la misma que yo, que nosotres.
Hoy, a cuarenta años del retorno de la democracia, a cuarenta años de haber dicho Nunca Más, hay una parte del país que dijo que nada de eso importa. Y hay otra parte que resiste, que duele, que llora, que va a seguir resistiendo.
93 notes · View notes
Text
Regresar a casa cansada, pero con la dignidad de trabajar sin que nadie te diga nada, sin que te digan "Yo te mantengo" sin que tengas que agachar la cabeza por nadie, Así eres tú, puedes llevar la tristeza en los hombros, pero tu dignidad de mujer siempre inquebrantable.
Pura maldad ❄️
91 notes · View notes
saracrossing02 · 6 months
Text
❀Kinktober
+18 One-shot Cross Guild x FemReader: "La puta de Cross Guild"
☆Prompts: Blindfold, voyeurism, overstimulation, masturbation, anal sex, unprotected vaginal sex and fingering, oral sex (fem receiving), spanking, threesome and slightly foursome, dirty talk (and more)
★Language: Spanish
☆Words: 4909
Enjoy 🦅🐊🤡
Tumblr media
<————««»»————>
Sólo un loco se atrevería a hacer lo que estabas haciendo. Y efectivamente estabas loca, demasiado. En tu mundana isla no tenías entretenimiento alguno. Te aburría esta vida de persona común y corriente, pero también te aterraba la de un pirata, enfrentando cientos de peligros y rozando la muerte una y otra vez hasta hacerte con la victoria.
No querías ser una chica normal ni tampoco una criminal buscada por la Marina. Te encontrabas en un aprieto, indecisa. Entonces, un día viste las caras de tres piratas buscados en las paredes de la ciudad. Algo en sus caras gritaba que te alejases lo más posible y escondieras bajo la cama, sabiendo que destrozarían todo a su paso. Sin embargo, tú eras distinta. Eras una rarita. Y por ello te calentaste.
La idea de ser atrapada por esos poderosos criminales y sometida te encendía más de lo que ibas a admitir. Nadie más sabía este secreto tuyo y así sería por siempre.
Como una desquiciada buscando la muerte fuiste hacia donde dichos hombres aparentaban encontrarse. Lograste recopilar la máxima información acerca de ellos y su ubicación y cruzaste a escondidas gran parte de Grand Line en diversos barcos; varias veces estuviste por ser atrapada, mas por suerte no ocurrió.
Tras varios días de viaje hacia un destino incierto llegaste a un gran navío con apariencia de carpa de circo y te cuestionaste si estabas segura de lo que ibas a hacer ahora. «Claro que sí», te dijiste, determinada y entrando al lugar con la mayor calma del mundo.
Como debiste haber imaginado, la tripulación de piratas que estaba en aquel momento tomando alcohol y haciendo ruido en una esquina notaron la presencia de la única mujer del lugar. Llevabas un vestido apretado y vestías como recién salida de una fiesta; te habías traído tu mejor ropa para seducir a esos hombres peligrosos y tener la mejor noche de tu vida.
Entre el grupo de alcohólicos no fuiste capaz de encontrar a ninguno de esos tres individuos que viste en los carteles y te decepcionaste, ¿Acaso toda esta travesía fue en vano? Te negabas a aceptarlo. Mientras buscabas con la mirada y los alrededores, los piratas ebrios te recorrían con la mirada, confundidos de qué hacía alguien como tú en este territorio. Se notaba a leguas que eras una jovencita normal y corriente y eso te jugaría en contra.
Al mismo tiempo que observabas la carpa, oíste ruido procedente del interior, por lo que te aproximaste, esperando encontrar lo que buscabas allí dentro. A medida que te acercabas notabas tres figuras en una mesa de madera, pareciendo conversar entre sí de asuntos privados.
Tus ojos se abrieron de par en par al verlos y una sonrisa de idiota apareció en tus labios al reconocerlos, ¡Eran ellos! Habías llegado y tu objetivo al fin fue cumplido; ahora sólo te quedaba conseguir la última parte y, también, la más complicada.
Tu presencia no pasó por alto para el más distraído de los tres; el hombre de cabello peliazul con aspecto de payaso se giró con una expresión dramática exagerada al ver que tenían una visita inesperada. Buggy gesticuló entre risas, señalándote y no pudiste evitar retroceder por instinto al notar cómo los otros dos giraban los rostros en tu dirección, helándote los huesos. Sus miradas intensas te hacían sentir como la intrusa que eras y creíste haber firmado tu sentencia de muerte. 
Tragaste saliva al notar al payaso acercarse y admirarte con una expresión curiosa, aún con los ojos de los otros clavados en tí, sin moverse en lo más mínimo. Sonreíste confiada y te mantuviste quieta, permitiendo así que él te viese de pies a cabeza.
–¿De dónde saliste, muchacha bonita?.–Preguntó sonriente como un pervertido.
Su cara se acercó tanto a la tuya que por un momento podría haberte besado, mas no fue así, simplemente se dedicó a observarte con gran intriga.
–V-vine desde muy lejos para conocerles.–Dijiste evitando temblar mucho, aún con las hormonas locas y la emoción de haber llegado hasta aquí.–Es un placer.
Buggy se carcajeó y se sostuvo el estómago con ambas manos mientras reía de forma sonora, llenando del eco de su voz la carpa entera. Su risa podría ser la de un desquiciado, pero lo cierto es que te pareció lindo en cierta forma.
–¿Viniste para vernos? ¿A todos o a mí?.–Una sonrisa algo más atrevida se extendió por su rostro y tomó un mechón de tu cabello con la mano, sacándote un sonrojo que lo motivó a bajar la voz a casi un susurro.–No sabía que tenía una admiradora, pero no me sorprende, ¡Soy el gran Buggy después de todo!
Sus carcajadas volvieron a escucharse mientras sentía la textura de tu pelo contra sus dedos y aspiraba tu aroma; suerte que te echaste tu perfume favorito para hoy. Si todo salía como fantaseabas sería perfecto.
El momento subiendo de temperatura no pudo continuar debido a un carraspeo. El hombre y tú girásteis la cabeza, viendo los ojos cansados e intimidantes del que parecía el jefe del grupo, a juzgar por su gran tamaño y apariencia casi mafiosa. Sostenía un puro en su mano izquierda al mismo tiempo que admiraba tu figura y fumaba tranquilo, al menos antes de ponerse en pie y acercarse.
Por instinto Buggy se separó y en cuanto el otro hombre estuvo ante tí abriste la boca, sólo para ser callada por su dedo índice, que fue colocado contra tus labios.
–¿Quién eres?.–Su voz grave te hizo tragar saliva de nuevo, sintiendo los latidos de tu corazón aumentar y el calor subir como la espuma.
–S-soy una admiradora, un gusto conocerlos.–Respondiste feliz y tratando de no hacer evidente tus ansias de ser follada por los tres contra este mismo suelo.
Crocodile frunció el ceño y no pareció contento con esa respuesta, acariciando aún así tus labios con sus grandes dedos y forzándote a aceptarlos en tu boca cuando los comenzó a meter. Lo miraste a los ojos mientras realizaba dicha acción, avergonzada y confundida, recibiendo una mirada fija e intensa por su parte. Detrás de él se encontraba el tercer individuo del grupo, Dracule Mihawk, el cual se sentía desconcertado con toda esta situación, pero también entretenido y eso era algo positivo. Por fin podría divertirse viendo algo después de todo este aburrido rato.
Los dedos de Crocodile te sacaron de la ensoñación cuando salieron de tu boca, babeados por el contacto de tu lengua y te dió una peligrosa mirada antes de decidir qué hacer.
–Una admiradora...¿Y qué esperabas viniendo a nuestro territorio, niña?.–Inquirió dejándote ver su mano contraria, la cual se trataba de un garfio dorado, que brilló ante tus asustados ojos en el momento que lo viste acercarse y rozar tu garganta con este.–Odio los intrusos. Este lugar es privado para los adultos, ¿Comprendes?
Te habló como si de una mocosa te tratases a la vez que acariciaba tu cuello con el arma en lentos pero fuertes movimientos, sacándote gemidos suaves de miedo. A pesar del susto que te daba ser dañada en el proceso, te empezabas a calentar progresivamente, no sólo por estar siendo usada al antojo de un poderoso pirata, sino también por ser observada por el otro par. Te sentías a la merced de los tres y eso te generó una gran excitación.
–Si no te vas ahora, mis compañeros y yo tendremos que darte una lección.–Murmuró pasando el garfio por tu cuello y hasta el mentón, escuchando tus sonidos agudos y esbozando una sonrisa siniestra. Era tan obvio que querías esto que no hacía falta decirlo y humillarte; tenían un mejor plan.
–Oh, vamos, Croc, no seas así con la pobre chica.–Dijo Buggy, observando la situación a pocos metros de distancia y recibiendo una mirada agresiva de parte del jefe al escuchar cómo lo llamó.–Se ve como una buena y amable jovencita.
–¿Quién es el que manda aquí, payaso de mierda?.–Cuestionó bruscamente el pelinegro, tomando su puro y soltando el humo contra tu rostro antes de seguir amenazando con la mirada al bufón.
Tosiste por el humo y trataste de alejar este con una mano, siendo agarrada por la muñeca por el hombre de ojos de halcón, quien después de tanto admirar la escena decidió unirse en silencio.
Te sonrojaste por completo al sentir los labios del espadachín más fuerte del mundo besar por tu mano agarrada, pasando por cada dedo tuyo y dirigiéndose hacia el resto del brazo, acercándose cada vez más por tu espalda y sentiste tu corazón derretirse ante su contacto. Toda esta situación era demasiado caliente, justo lo que soñaste y querías más, muchísimo más.
Crocodile vió de reojo a su compañero y luego regresó a ver a Buggy, notando que los dos parecían estar lo suficientemente desesperados por contacto femenino como para dejarse llevar por sus bajos instintos.
–Antes de nada, ¿Podrías decirnos por qué estás aquí para empezar? ¿Cuál es tu objetivo?.–Preguntó de forma autoritaria el jefe, haciéndote temblar por sus ojos fríos clavados en los tuyos.
–S-sólo quiero ser usada por los tres, por favor.–Pediste ya demasiado cegada por la excitación como para ser racional y ante dicha respuesta los tres se quedaron sorprendidos. ¿"Usada"? ¿Como un juguete?
Crocodile soltó una carcajada, incrédulo de lo que acababa de escuchar; Mihawk por su parte alzó las cejas con su semblante serio y aún pegado a tí, analizando tu cuerpo con los ojos, y Buggy se puso totalmente rojo, sonriendo como un mocoso travieso. Oh no, qué acababas de hacer, habías dado rienda suelta a tres peligrosos piratas, ¿Era esto lo que querías?
–Qué locura acabas de decir, niña.–Dijo Crocodile entre risas. Aunque le parecía una locura en cierto modo le intrigaba ver qué tanto podrías aguantar y admitía que eras valiente.–Si eso deseas es posible que no salgas viva de aquí, ¿Sabes?
La frase te asustó y dudaste un segundo, no obstante, las manos del espadachín tomaron tus caderas y frotó el bulto de su pantalón contra tu trasero, haciéndote alejar esas dudas y abrazar el calor que comenzaba a hacerte perder la cordura. Al parecer esta imagen de tí moviendo las caderas contra Mihawk fue suficiente para terminar de encender la mecha en los otros dos. No querían quedarse sin su momento de diversión y ya que tan amable te ofreciste no iban tampoco a desaprovechar la compañía de una bella dama.
–¡Hey, quiero mi turno ahora!.–Exclamó Buggy, tomándote del frente de las caderas al igual que hizo el hombre de ojos de halcón momentos antes.  El payaso te sostuvo con fuerza en el sitio, con clara posesividad, llegando a hacerte un poco de daño la presión que sus dedos ejercían, pero antes de poder negarte te dió un suave y rápido beso.
Antes de ser capaz de corresponder o atinar a reaccionar siquiera, la firme mano de Mihawk te tomó del mentón para forzarte a girar la cabeza y besarte apasionadamente, metiendo la lengua en tu boca y tomándote como suya por unos momentos que parecieron eternos de lo bien que se sentía. Gemiste suave contra su boca, lamiendo su lengua y sintiendo sus manos ir a tu trasero, a la vez que las de Buggy seguían en tus caderas e iban en dirección a tu pecho.
Crocodile observó la escena con cierta fascinación y un brillo malicioso en los ojos, fumando de su puro todavía y sin apartar la vista de tu figura, la cual se movía y retorcía entre ambos hombres, invadida de placer.
–Ha pasado un tiempo desde que estuvimos con una mujer, ¿Sabes?.–Dijo el hombre de negocios sin interrumpir a sus aliados, entrecerrando los ojos.–No creo que podamos resistirnos a una como tú.
Dichas palabras te hicieron soltar un suspiro que quedó ahogado por el beso, sintiendo la lengua y dientes de Mihawk marcarte como su propiedad en este instante antes de soltarte y dejar que tomes aire, aún él tan serio como de costumbre.
–Es cierto.–Dijo el espadachín.–No podemos rechazar la presencia de una bella mujer.
Te sonrojaste entera y las manos de Buggy acariciaron tus mejillas, haciéndote mirar su rostro sonriente y admirando tu belleza.
–No, no podemos. Serás nuestra por hoy, ¿Verdad?
–No sólo por hoy.–Interrumpió Crocodile con autoridad.–Si colabora en este acuerdo se quedará aquí con nosotros, como nuestra mascota quizás.
–Sí, por favor. Eso es lo que quiero.–Dijiste con los ojos brillando de emoción y toda roja, tragando saliva y siendo feliz de estar recibiendo tanta atención de los hombres que te hacían sentir tanto calor.–Seré de ustedes hagan lo que quieran conmigo, por favor.
Tan peligrosas palabras soltaste que los tres no pudieron evitar sonreír de forma traviesa, maliciosa, sabiendo lo mucho que harían contigo de ahora en adelante. Sin embargo, algo que tal vez pasaste por alto era que se trataban de personas peligrosas por una razón de peso, una razón que desconocías y que ibas a conocer a las malas; porque ser el juguete o mascota de Cross Guild no era para ser tomado a la ligera.
–Vayamos a mi despacho entonces.–Dijo firme Crocodile, aún sonriendo de esa forma que sólo podía significar que habías cavado tu propia tumba.
Los tres individuos te llevaron a dicho lugar sin esperar tu respuesta, pues al fin y al cabo ya habías aceptado ser de su propiedad. Tu corazón latía a toda velocidad y la mano del espadachín aferrada a tu brazo para impedir que escapases, si es que te atrevías, te provocaba a desmayarte del ardor en tu alma. Por qué tenían que ser tan atractivos, era ridículo.
Una vez llegados al despacho, el cual era de un tamaño aceptable (suficiente para los cuatro), oíste la puerta cerrarse y te colocaron en una de las sillas giratorias de invitados. Los tres se detuvieron a verte y el jefe de negocios buscó algo en un cajón del escritorio antes de sacar una venda negra, sonriendo aún más y colocándotela sin esperar tu respuesta o si estabas de acuerdo o no.
–Qué bien nos lo vamos a pasar contigo, putita.–Dijo Crocodile con su misma sonrisa, la cual ya no veías debido a la venda. Ahora estabas realmente a la merced de estos hombres.
–¿Quién empieza? ¿Puedo ser yo?.–Oíste a Buggy pedir con entusiasmo y riendo a continuación.
–No, payaso estúpido, estaba pensando que actuemos todos a la vez.–Dijo Crocodile, notándose en su voz su sonrisa. Se moría por hacerte lo que tenía planeado.
–Me pregunto si podrá soportarlo.–Murmuró Mihawk, pensativo mientras te analizaba con la mirada.–¿Crees que podrás con los tres, hermosa?
Asentiste con la cabeza muchas veces, haciendo reír emocionado al payaso, mientras los otros dos pensaban acerca de lo que estaba por suceder en unos momentos. Eran afortunados por tener una muchacha tan dispuesta a todo ante ellos; de verdad podían hacer lo que quisieran contigo. Este sería un día largo, algo te lo decía.
En cuanto les diste permiso de iniciar, el hombre de negocios que daba caladas a su puro de vez en cuando se acercó a tí y sin mediar palabras te acorraló contra el respaldo del asiento. Mientras te alejabas, él se pegó hasta rozar su nariz con la tuya, sonriendo de esa forma tenebrosa suya; a continuación, bajó su mano con el garfio y acarició tus piernas y el interior de los muslos con lentitud, enviando escalofríos por tu cuerpo y sacándote suaves suspiros.
–¡Quiero mi turno ahora, Croc!.–Exclamó Buggy algo más impaciente que antes y la respuesta del cocodrilo fue girarse y agredir de forma violenta al payaso.
No viste nada así que no te asustaste, pero sí te causó un sobresalto el oír un cuerpo colapsando contra el suelo a escasa distancia. Mihawk observó la escena sin sorpresa, más bien molestia, decidiendo ser quien se encargase de tí mientras los otros dos peleaban (o más bien Buggy era destrozado por el garfio).
–Relájate.–Murmuró el espadachín contra tu oído, con su aliento cálido chocando contra tu rostro y acarició tu mejilla con una mano.–Veamos que hay por aquí, ¿Sí?
Su susurro fue como un veneno que comenzaba a hipnotizarte debido al calor; pasó las manos por tu cuerpo, sintiendo desde tu cuello, pasando por el pecho y en dirección a tu zona íntima. Por instinto juntaste las piernas y gemiste suave al notar su mano meterse bajo el vestido y bajar tu ropa interior hasta exponerte, pudiendo así rozar tus labios inferiores.
–Qué sorpresa. Estás bastante mojada, ¿No te parece?.–Comentó seductoramente contra tu oreja.
Te mordiste el labio y suspiraste a medida que la punta de sus dedos acariciaba la entrada de tu vagina con suma suavidad y calma, enviando escalofríos y electricidad a todo tu ser. Fue moviendo estos y deleitándose con tus sonidos de placer que pese a ser casi inaudibles, él, al estar pegado a tí, podía escuchar cada uno de ellos. Los movimientos se detuvieron cuando introdujo dos de los dedos en tu interior, sacándote un gemido fuerte que no pasó desapercibido para el otro par.
–No vas a esperar, ¿Eh, Mihawk?.–Preguntó con cierta molestia Crocodile, el cual sostenía ahora la cabeza desprendida del payaso en su garfio.
–¡Eh, deja algo para mí también!.–Exclamó frustrado Buggy, siendo ahora un trozo patético de sí mismo. Aún así, todavía podía hacer mucho contigo, pese a ser una simple cabeza.
–Si vais a uniros que sea ahora.–Dijo Mihawk con indiferencia a sus quejas, moviendo sus dedos dentro de tí hasta donde fuese el límite, haciéndote retorcerte y gemir por dicha acción. Por dios, se sentía tan bien, no querías que parara.–Está muy mojada.
Oír esa verdad saliendo de la boca del Shichibukai te llenó las mejillas de ardor; asimismo, los ojos tanto de Buggy como de Crocodile brillaron con lujuria. Se morían por ver qué tan cierto era eso.
De pronto la situación se hizo algo caótica. La mano del espadachín salió de tu interior y entre él y Mr 0 te intentaron colocar mejor en el escritorio de jefe. Una vez allí, sacaron tu vestido y pudieron verte desnuda, ya que viniste sin apenas cubrirte. Esto era lo que querías después de todo. Sentiste los ojos de los tres recorrerte entera y el garfio de Crocodile acercó la cabeza del payaso hasta colocarla justamente entre tus piernas. Temblaste siendo aún incapaz de ver nada por la venda y el hombre peliazul se relamió con una sonrisa de pura perversión por las vistas. 
–Que sea este estúpido bufón el primero. Así no será un obstáculo luego.–Dijo Crocodile, dedicándose a observar mientras fumaba. De igual modo, Mihawk se puso a mirar fijo tus reacciones, apoyado en la pared, probablemente ansioso por encargarse de tí.
–¡Tengo unas increíbles vistas aquí abajo!.–Expresó Buggy, riendo y acercándose como podía al ser una simple cabeza hacia tu sexo.
Tomaste aire varias veces y no pudiste evitar abrir más las piernas en cuanto sentiste la lengua del hombre pasar por tu húmeda vagina. Gemidos escaparon de tus labios y te volviste a morder el inferior, moviendo tus caderas para expresar que siguiera. Y así hizo, pasando la lengua y frotando los labios de forma que no le incomodase por su gran nariz roja.
–Realmente está mojado aquí, bonita.–Murmuró con cierta ternura, mirándote de reojo y comenzando a lamer más profundo, introduciendo poco a poco su lengua dentro de tí.
La sensación fue demasiado para tí y echaste la cabeza a atrás, nerviosa y excitada a partes iguales. Tus manos se movieron y empujaste a Buggy por el cabello hacia tu entrepierna con ganas, moviendo las caderas para que continuara. Tu desesperación llenó de hambre a los dos hombres mirando y ahogó de placer al que tenías devorando tu intimidad. No sabías que el payaso era ahora una simple cabeza, así que desconocías que en este momento pareciera que te estabas masturbando con él más que estar recibiendo un oral. Era gracioso para Crocodile pensar eso, soltando una risita de las suyas entre caladas al puro.
Moviste las caderas a adelante lo mejor que podías, gimiendo y suspirando, ahogando gritos cuando a veces retrocedía la cabeza y mordía tus labios inferiores con sumo cuidado, volviendo a chupar tus jugos vaginales. Después de unos segundos no pudiste soportar y te corriste, llenándolo de tu esencia y respirando agitada y confundida.
–Parece que es nuestro turno.–Dijo Mihawk y se movió tranquilo, tomándote en brazos para colocarte de pie contra la pared donde previamente estuvo apoyado.
Buggy aún estaba embobado por lo de recién y sonriendo como estúpido en la mesa, relamiéndose y balbuceando lo tan deliciosa que sabías, riendo para sí mismo. El hombre del garfio amplió su sonrisa sabiendo que era su turno y el de su aliado y viendo tu estado de idez actual caerías fácil en sus encantos.
–Sé una buena puta y haz lo que te decimos, ¿Bien?.–Dijo con firmeza, tomando tu cabeza y forzándote a estar contra el espadachín, quien se dedicaba a acariciar tu cuello con algo de fuerza sin apartar los ojos de tí.
–Iré por delante.–Murmuró Mihawk sin cambiar tampoco su expresión facial y admirándote con intensidad.
–Entonces yo por atrás. Me pregunto si podrá con ambos.–Musitó Crocodile, con su sonrisa lujuriosa plasmada y acariciando por tu espalda con su garfio, sintiendo tu piel ponerse de gallina por el contacto.
–A-¿Atrás?.–Preguntaste algo asustada, pues nunca lo habías hecho por ahí y aunque se iba a sentir increíble te incomodaba.–P-por favor, sea gentil.
Crocodile soltó una carcajada maliciosa, soltando el humo sobre tu espalda baja al agacharse y tocar con suavidad tu ano con un dedo. Diste un respingo y por instinto te aferraste a Mihawk, temblando entera y tragando saliva, insegura.
–Seré como me dé la gana, preciosa.–Contestó el jefe con regocijo, dándote un sonoro azote en el trasero, haciéndote gemir más avergonzada.–Eres nuestra puta ahora, ¿Recuerdas?
Temblaste más roja por su forma de hablarte y asentiste nerviosa. Su dedo de nuevo se presionó y abrió tu ano, analizando si estaba limpio y sí, lo estaba, así que ahora parecía calcular qué tanto podría meter su pene sin romperte en dos.
–T-tengo miedo.–Susurraste, gimiendo suave por el tacto pero asustada a fin de cuentas.
Mihawk sonrió encontrando tu voz temblorosa tierna y acarició tu cabello con gentileza antes de forzarte a alzar la cabeza y besarte con ganas. Tus sonidos de incomodidad quedaron ahogados y su lengua presionada con la tuya, junto a sus manos acariciando por tus mechones y luego senos te hizo sentir mejor. Sin embargo su amable tacto pasó por alto en cuanto sentiste el dedo de Crocodile meterse en tu parte trasera, sacándote un grito que si bien no llegó a salir por el beso, sí te hizo tensarte en los brazos del espadachín.
–¿Qué tal ahí atrás?.–Quiso saber Mihawk, intrigado por tus reacciones, preguntando al otro hombre entre besos que te daba para distraerte.
–Está muy apretado.–Dijo entre risas, dándote otro azote en cuanto te quejaste de la sensación.–Callada, putita.
–Tal vez deberíamos ser más pacientes.
–¿Tengo pinta de querer ser paciente, Mihawk?.–Comentó con sarcasmo el hombre de gran tamaño y continuó metiendo su dedo en tu ano, siendo algo raro e incómodo, difícil de describir, pero poco a poco comenzaba a sentirse bien de algún modo.
El espadachín de ojos de halcón se encogió de hombros y te admiró, notando tu expresión de placer por los movimientos de Crocodile y esbozó una sonrisa traviesa.
–Creo que empieza a gustarle.
Crocodile se carcajeó y te observó con, ¿Orgullo? Algo así. Después de todas tus quejas por fin demostrabas ser fuerte, eso era cuanto menos admirable a su parecer.
–Buena chica, no está tan mal, ¿Verdad?.–Dijo con clara sorna el hombre de negocios, moviendo su dedo algo más rápido para de alguna forma acostumbrarte a lo que estaba por venir.–Vas a tomarnos dentro como una buena puta, ¿Verdad?
Asentiste varias veces, poseída por el placer y gimiendo contra el pecho de Mihawk, quien acariciaba tu ahora revuelto cabello y besaba tu mentón y labios como intento de aliviar tu tensión.
–¡Hey, quiero mirar también!.–Exclamó atrás Buggy, siendo aún una cabeza de espaldas a vosotros sobre el escritorio.
Crocodile ahogó un gruñido de furia por la interrupción de ese molesto payaso, pero tuvo piedad, milagrosamente. Te dejó recuperar el aliento cuando sacó de atrás su dedo y  sacó un rollo de papel que tenía en un cajón para limpiarse. ¿Por qué tenía eso? A saber.
Mr 0 lanzó la cabeza del peliazul contra el cuerpo del mismo que yacía hecho pedazos en el suelo. De inmediato Buggy recompuso sus partes y sonrió feliz, sentándose en la silla de jefe para ver de cerca lo que estaba ocurriendo. Hizo un gesto de cerrar la cremallera de su boca para no perturbar el silencio y se fue bajando su pantalón hasta exponer su erecto miembro.
Antes de poder cuestionar qué ocurría ahora, ya que al no ver te sentías perdida y abrumada, sentiste las manos de Mihawk tomarte de las caderas con firmeza y empujar su propio pene contra tu vagina, haciendo fácil el meterse por lo mojado que estaba, tanto por tu excitación como el haberte corrido poco antes. Un gemido fuerte abandonó tus labios y él de inmediato se comenzó a mover más rápido y profundo, forzándote a rebotar y seguirle el ritmo.
A medida que empujaba dentro, sentiste un ardor procedente de tu trasero, no teniendo que preguntarte de qué se trataba, pues obviamente era Crocodile. Su pene era más ancho que el de Mihawk, por lo que, al estar en una zona tan pequeña como era tu ano, dolió, dolió demasiado.
Gemiste y te quejaste entre sonidos de esfuerzo y dolor a partes iguales, recibiendo sus risas en respuesta. El hombre de ojos de halcón te tomó brusco del cabello para obligarte a alzar la cabeza y besarte apasionadamente, metiendo su lengua y frotándola con la tuya, mordiendo tu labio inferior también. Los sonidos húmedos que hacía al meter y sacar su pene de tu vagina te llenaban de vergüenza pura, era tan evidente que disfrutabas de esto.
La distracción de Mihawk parecía hacer efecto, pudiendo dejar de pensar tanto en los movimientos que Crocodile estaba haciendo detrás. Su miembro apenas podía caber en tu interior, pero al menos una parte fue capaz y eso bastó para él, comenzando a moverse y frotar su garfio con tu cuello, presionando contra la garganta; su mano libre mientras tomó uno de tus senos y lo amasó con algo de fuerza, cabiendo entero bajo su gran mano.
Las sensaciones fueron más de lo que podías soportar por lo que pronto los gemidos y jadeos fueron escapando sin contenerte, pese al ardor en tu parte trasera y las descargas de escalofríos que sufrías sin pausa. Tu cuerpo se contoneaba y retorcía entre ambos hombres y éstos emitieron una serie de gemidos y gruñidos guturales contra tí, apretando cada parte de tí con fuerza, reclamándote como la propiedad que eras ahora. La puta de Cross Guild.
Mientras esto ocurría y la fuerza y movimientos eran cada vez mayores y más profundos, llevándote a la locura y sacando la lengua ida por completo cuando los dientes del espadachín mordieron tu cuello, llenándolo de marcas y chupetones, el payaso se encontraba observando con una sonrisa de estúpido, masturbándose y relamiéndose por los sonidos que dejabas salir y algún que otro quejido. Pronto se corrió y se miró su propio semen en la mano, soltando una carcajada pervertida. Cuánto hacía desde la última vez que se divirtió tanto.
Las embestidas duraron un poco más antes de alcanzar el orgasmo. Crocodile fue el primero, inundando tu ano de blanco y saliendo poco después, notando lo roja que estaba la zona debido al acto, pero lejos de sentirse mal o preocuparse sonrió de forma maliciosa y te dió un par de azotes. Segundos más tarde se corrió Mihawk y gruñó contra tu oído, aliviado de inundarte de su esencia, acabando al poco tú e inundando tu vagina ahora de semen y flujos vaginales.
Tu respiración estaba agitada y tus músculos se sentían cansados de tanta acción, por lo que te dejaste caer contra el pecho del espadachín, quien besó por tu cabeza, acariciando tu espalda y recorriendo con la mirada las marcas que te había dejado en la piel. Eras una belleza, una obra de arte recién acabada.
–Y pensar que una mocosa como tú es tan sucia como para atender a tres piratas como nosotros.–Dijo Crocodile, presionando su mano contra tu nuca y susurrando a tu oído desde atrás.
–No sé si estoy satisfecho todavía.–Murmuró Mihawk, sonriendo después de todo este tiempo, con sus ojos brillando con lujuria otra vez, cosa que compartieron los tres y sus dedos quitaron la venda de tus ojos.–Siempre que tengamos hambre nos vas a obedecer.
–Sin excepción.–Añadió Crocodile, agarrando tu trasero con fuerza y mordiendo tu oreja sobre la que echaba su aliento.
–Eres nuestra, ricura.–Murmuró Buggy acercándose con el pantalón subido y jugando con tus labios con un dedo suyo.
Tenían razón. Ahora esta sería tu vida, siendo la puta de Cross Guild y, a decir verdad, no podías estar más feliz con semejante destino. Era justo lo que siempre quisiste.
<————««»»————>
76 notes · View notes
catarsis96 · 5 months
Text
Hice este fanfic drabble para este día 31, nunca había escrito yandere así que no sé si hice un buen trabajo.
Tumblr media
Advertencias: Yandere Alucard Tepes x Reader femenino. No acepto o consiento cualquier comportamiento dañino, obsesivo y/o posesivo cualquier otro. Esto es sólo una ficción.
Sinópsis: Después de acabar con su padre, Alucard se había quedado solo, Trevor y Sypha tomaron sus caminos, quedando él solo en su frío castillo, hasta que decidió salir al pueblo más cercano y te vio.
La mujer que se volvería su más dulce compañía.
.
.
“Por favor, Alucard, déjame ir”
Alucard no había pensado que amar a alguien más podía cambiarlo, era como un poder más fuerte que todo lo que existiera. El sentimiento de amor era más que solo palabras bonitas.
Él esperaba hacer de su castillo su tumba, la vida parecía quitarle todo lo que se le atravesaba, ya no sonreía, no había colores y brillo, no había vida en sus ojos, era solo un cuerpo vacío. Como un fantasma. Se había quedado solo, Trevor y Sypha tomaron sus caminos. Él debía de hacer una nueva vida, pero no se sentía con la energía para hacer algo, no tenía a nada y nadie. No tenía compañía.
Pero fue cuando salió del castillo y decidió ir al pueblo cercano en busca de provisiones y también para alejarse, aunque fuera un rato, de las sombras que lo volvían loco, cuando te conoció por primera vez. 
Tu entusiasmo y forma de ver la vida, a pesar de que había sido amenazada por Drácula, le llamó la atención, le hizo recordar a su madre. Fue extraño para él, pero quería volver a verte, decidió que tomaría como excusa ir al pueblo por comida, a pesar de que su alacena estaba llena, él solo quería verte.
Te habías quedado sorprendida cuando lo conociste, no pensaste que algún día conocerías a un Damphir, al hijo de Drácula. Alucard te atrajo con su belleza, su rubio cabello, esos ojos brillantes y su calidez. Pero nunca pensaste que lograrías enamorarlo, que serías la obsesión de alguien sobrenatural como él.
Quería tenerte para él solo, llevarte a su castillo y mimarte y cuidarte de todo lo que te lastimara, quería tu amor solo para él. Y por las noches, quería tenerte debajo de él.
“Te traje algo delicioso” Ignoró tu súplica anterior, puso la charola de plata sobre la mesa de noche de esa habitación que se volvió tu prisión. 
Miraste la comida que te había preparado, sonreíste sin ánimos, por el olor de la carne y la fruta picada supiste que estaba muy bien cocinada, después de todo, Alucard sabía cocinar.
" Quiero ir a casa, Alucard" 
"Adrian" Te corrigió él, desde que te había llevado a su castillo te había pedido que lo comenzaras a llamar por su nombre real.
"... Adrian, llévame a casa." Volviste a decir, esta vez con su nombre.
"Estás en casa, mi amor." Él sonrió con extremado amor.
Te estremeciste ante su mirada de amor extremo y desmedido. Comprendiste que él había perdido a su madre por la ignorancia de la iglesia, que su papá había perdido la cabeza en cuanto su esposa murió, lo comprendiste al pie de la letra y te compadeciste de él, era un joven que perdió a su familia y que estaba solo, quisiste darle tu amistad, solo eso querías, no que llegara al punto de llevarte a su castillo para nunca dejarte salir y pedirte que le amaras como él lo hacía.
"¡¿Qué haces?!" Exclamaste sorprendida, Alucard te había besado.
"Dejaste de hablar y quería saber si estabas bien." Alucard se rió por tu sobresalto. Se lamió los labios, como si hubiera probado la más dulce miel.
"... Y ahora quiero otro beso más."
Sus ojos brillaron, y fue ahí donde te diste cuenta que nunca te dejaría ir de su lado.
Que te volverías su más dulce compañía. 
86 notes · View notes
hobidess · 19 days
Text
El cambio de Tallulah
Todo era silencio en aquel lugar, no se escuchaba ni un solo sonido, era como si el tiempo se hubiera detenido. Pero no era así, el tiempo seguía corriendo, pero todos parecían haber entrado en un sueño profundo, tan profundo que ni una bomba nuclear los despertará. 
Por supuesto, exceptuando dos niños, dos huevos de dragón que no podían simplemente dormir en ese momento. Era como si algo los estuviera esperando o ellos estuvieran esperando algo, no podían explicarlo, simplemente así era. 
— Hermanita… deberíamos ir a casa - murmuró el niño con su máscara de calaca 
— No puedo dormir, lo sabes - respondió observando hacia la nada, Chayanne no entendía qué hacía Tallulah - Ellos están muy inquietos, siguen hablando y no me dejan dormir. ¿Por qué no vas tú? 
— No te voy a dejar aquí sola - negó preocupado - No me perdonaría si algo te llega a pasar 
— He salido de casa sola, muchas veces y no me ha pasado nada, no necesito una niñera - respondió de manera ruda, dándose cuenta al instante - lo siento, no quería…
— Lo sé, no ha sido tu intención - negó antes de que pudiera terminar - Solo me preocupo por ti ¿qué haría sin ti? 
— Vivir con tus padres - suspiró 
— Ellos también son tus padres - llamó su atención, le molestaba que Tallulah no se considerará hija tanto de Philza como de Missa 
— Me adoptaron por lástima, por ser la niña que nadie quiere, por eso mi papá se fue y el sr. Quackity me rechazo - chistó molesta, las voces de sus hermanos que habían muerto se hacían cada vez más fuertes 
— Eso no es así, ellos no… 
— Ya, quiero estar sola, no me sigas - pidió de manera seria mientras se levantaba del lugar donde estaban sentados 
— No vayas muy lejos - suplicó Chayanne sin poder detenerla por más tiempo 
Tallulah simplemente caminó un poco más, últimamente todo dentro de su cabeza y corazón no coincidían. Es que simplemente quería creer que era querida pero ¿cómo hacerlo? Su padre había desaparecido, no lo habían visto desde que escaparon de la prisión y luego, pensó que estaba bien, porque Missa había dicho que ella era su hija también. 
Se sintió feliz al tener la confirmación del mismo Missa, realmente le había hecho falta alguien como él, alguien en quién confiar, pero ¿podía realmente hacerlo? Missa no había vuelto a hablar con ella tampoco y eso, le aterraba. 
Luego estaban sus hermanos, no dejaban de hablar, estaban algo tristes, lloraban de vez en cuando y no entendía lo que significaba. Quería hablarles, pero al mismo tiempo tenía miedo de intentarlo, porque eso significaba estar más cerca de la muerte y ella temía a la muerte, estaba aterrada. 
— Oh ¿yo te causó miedo? - cuestionó una hermosa mujer con largo cabello negro y mascará de calavera, le recordaba mucho a la de Chayanne - Mm… no, no yo. Tú temes dejar solos a quienes quieres ¿verdad? eso es lo que más te da miedo, hacer lo que te han hecho a ti 
— ¿Cómo…? - intentó preguntar pero ¿preguntar qué? No tenía idea de qué era lo que quería saber, tenía tantas preguntas corriendo por su cabeza 
— ¿Conoces a mi pequeño? - cuestionó emocionada, los ojos morados destellaban dentro de la máscara y una hermosa sonrisa sobresalía también - No lo he visto desde hace mucho tiempo, pero sé que se ha estado divirtiendo, ¿me puedes guiar hasta donde está? 
— Eh… él está dormido… - respondió apenas - ¿Hablas de pa Missa?
— ¿Pa? ¿Es tu papá? ¿Eres su hija? Por supuesto, una niña tan bonita tenía que tener mis genes - asintió encantada mientras saltaba de un lado a otro - Llévame, quiero verlo aunque esté dormido 
Ambas caminaron a lo largo del campo de flores, en cualquier momento Tallulah habría estado encantada con cada flor que florece al estar en contacto con la mujer, pero en ese momento estaba demasiado en shock como para prestarle atención. 
Al llegar a la cabaña, caminaron hacia donde estaban las camas, Chayanne estaba completamente dormido y a su lado estaba Missa, completamente dormido. Ninguno de los dos parecía darse cuenta de que había dos personas observándolos, pero estaba bien, porque no eran una amenaza. 
— Son pocas las veces que puedo venir a verlo y este niño no despierta - chistó molesta pero aún así acarició el cabello de Missa 
— Entonces ¿usted es la madre de pa Missa? - verificó Tallulah, aun confundida 
— Es un placer, soy la santa Muerte, madre de Missa - se presentó con una sonrisa encantadora - Venía con un mensaje para él, pero no podré dárselo porque está dormido 
— ¿Cuál era el mensaje? - preguntó curiosa 
— Su hermano, está bien - sonrió con cariño - Él había estado muy preocupado desde que supo su muerte y me preguntó si sabía algo, aparentemente el muchacho está vivo en otro lugar muy lejos de aquí 
— ¿Entonces escapó de aquí? - cuestionó sorprendida
— Técnicamente no - negó - Pero eso no te lo puedo responder, tengo unas reglas que debo cumplir 
— Entiendo - asintió, quería preguntar sobre su padre, pero al mismo tiempo tenía miedo de saber la respuesta y su ¿abuela? simplemente la observó con curiosidad hasta que sonrió 
— ¿Quieres ir conmigo a un paseo? Tengo tiempo y mientras esté aquí, nadie podrá despertar - sonrió con emoción - Quiero ver como es todo aquí 
— Claro - asintió 
Tallulah camino junto a la mujer, la mujer era encantadora y hablaba hasta por los codos, le contaba miles de cosas para después terminar en un “pero no le cuentes a nadie, debe ser secreto” y claro, Tallulah no revelaría ningún secreto, jamás. 
Visitaron todo lo que pudieron, observaron a los residentes completamente dormidos y en ningún momento la federación las vió, ni siquiera Cucurucho salió a verlas. Todo era muy raro pero al mismo tiempo estaba bien, era como si todo fuera paz en ese momento. Incluso sus hermanos se habían callado, ya no hablaban ni lloraban, era como si también estuvieran dormidos. 
Llegaron hasta un lugar hermoso, lleno de árboles de jacarandá y las flores de cempasúchil también florecían a su alrededor. Tenían el atardecer en frente y hermosas flores a su alrededor. 
— Sé lo que quieres saber - comenzó la muerte con una pequeña sonrisa - Y solo puedo confirmar tu teoría 
— Entonces mi padre está muerto - murmuró con tristeza, lo había sabido desde el principio pero se negaba a creerlo 
— Sí - asintió - Los detalles no puedo dartelos, pero no podrás volverlo a ver, ni siquiera en otras vidas 
— ¿Por…?
— No puedo decirte las razones, solo puedo explicarte que en este mundo hay muchos universos, todos distintos pero con algo en común, porque las personas existen en cada uno de ellos con una versión distinta de ellos mismos. Es demasiado complejo y no podrías entenderlo del todo - intentó explicar - Pero no quiero que te culpes a ti misma, porque no es tu culpa, no hiciste nada malo, eres una buena niña y mereces ser feliz
— ¿Cómo ser feliz si lo perdí? - cuestionó con dolor 
— ¿De verdad piensas que estás sola? - preguntó devuelta 
— Yo… - intentó negar pero al mismo tiempo recordó a sus padres, a sus tíos, a sus hermanos y, por supuesto, a Chayanne - No - negó con la mirada baja 
— La muerte no es tan mala como lo hacen creer, cuando alguien muere, tal vez no puedas volver a verlo pero ¿es necesario? ¿No basta con tenerlo solo en el recuerdo? - cuestionó con un suspiró - Incluso tus hermanos, ellos están felices mientras los sigan recordando y así seguirán porque ellos lo saben, saben que fueron amados y eso es lo mejor 
— Pero mi padre…
— Lulah, tu mundo no acaba porque alguien como él ya no está, creeme es hasta mejor - murmuró con voz baja - Pero aquí estás, viva y con tu familia. ¿No es suficiente? Es bueno ser codiciosa, pero no hagas que eso te defina como persona. Sé feliz y disfruta 
— ¿Cómo? Ahora ni siquiera sé dónde está papá Philza - susurro a punto de llorar - Él me trato mal, me golpeo y juró que me mataría 
— ¿Realmente fue él? - preguntó acercándose a la pequeña para acariciar su cabeza 
— Mm… no lo sé, tía Bagi dijo que era raro y que no creía que papá fuera así - explicó 
— Bueno, ahí esta tu respuesta, tal vez solo tu papá está escondido muy dentro - sonrió con cariño - Aún así te daré un pequeño regalo para que puedas estar tranquila 
Antes de que Talullah pudiera decir algo más, sintió unos labios fríos en su frente e inmediatamente sintió algo muy raro dentro de sí. No entendía muy bien que había sido, pero justo al igual que el atardecer, la santa Muerte se había esfumado. 
Sintió algo sobre sus hombros y al observar se dio cuenta que era cabello, no su usual cabello castaño, esta vez era cabello negro tan negro como el cabello de Missa y como el de la santa Muerte. 
Se acercó a la orilla del  lago y se dio cuenta que sus ojos brillaban, esta vez eran ojos morados, brillaban como los de aquella mujer. Regresó lo más rápido que pudo hacia su casa y ahí estaba Chayanne despierto, cocinando algo para que ella pudiera comer y automáticamente la observó aturdido. 
— ¡¿Qué te pasó?! - cuestionó exaltado 
— No lo sé - negó de manera inmediata 
— Pero ¿estás bien? ¿Te sientes mal? ¿Te duele algo? 
— No, no me duele nada, estoy… perfecta - respondió sorprendida 
— Tengo que ir a buscar a papá, él tiene que ver esto y podrá encontrar una solución - soltó impactado e inmediatamente buscando sus cosas para salir de viaje 
— No es necesario - negó intentando calmarlo 
— ¿Cómo no? Tu amas tu cabello, no es que no sea bonito ahora, pero dijiste que eso te recordaba a…
— Está bien, en serio, no necesito que sea arreglado, me gusta así - explicó con calma y una gran sonrisa se extendió por su rostro - Sí, de hecho quiero quedarme así - asintió con emoción 
Chayanne quiso discutir, pero por primera vez en meses veía a su hermanita tan feliz, no quería quitarle esa sonrisa del rostro y si ese cambio de imagen le había ayudado, entonces aceptaría ese pequeño cambio. 
De cualquier manera, Lulah seguía siendo Lulah, su linda hermanita.
Hola, pues aquí paso a dejar una idea que surgió gracias a un tweet de una teoría que tenían, dejo a continuación dicho tweet.
Tumblr media
Así que leí eso, vi el nuevo diseño de Tallulah y simplemente vino a mí. Quería como que darle una razón a la muerte de W, para nada más darle un cierre y esto es nada más para Tallulah porque pues la historia del QSMP es muy aparte de la vida real, así que simplemente demosle ese final y ya. Al menos hasta que hagan o digan algo canon, o tal vez no digan nada y sigamos con esta teoría, quién sabe. De cualquier manera espero les haya gustado <3
41 notes · View notes
junmsli · 19 days
Text
heated
pairing. felipe otaño x reader
cw/tw. smut, oral sex (pipe recibe), unprotected sex, pipe!celoso, relación establecida, afab!reader/pronombres femeninos, otra vez siento que me olvido de algo
word count. 1.8k+
rating. +18
Tumblr media
"¡no podes estar tan cerca de fran y pretender que no me joda!" pipe suelta con furia, ambos de pie en la sala de su apartamento frente a los muebles, tú con un semblante exasperado y él manteniendo un rostro enojado, sus rasgos están tensos y su mirada es fulminante.
“fran es solo un amigo cercano, feli, ¿no es eso obvio?” tratas de razonar pero pipe no busca entender la situación, quiere dejarte en claro que la sola idea de verte cerca de otro hombre le causa repulsión.
“me importa una mierda si es amigo nuestro o no, no puede ser tan pegajoso y cariñoso con mi mujer.”
"feli, entiende que esa es su manera de expresar cariño. por favor, bájale dos líneas a tus celos", exclamas con un suspiro, exhausta de la situación. felipe simplemente rueda los ojos, incapaz de comprender.
no puedes negar que fran ha permanecido cerca de ti durante gran parte de la noche, pero comprendes que sus intenciones no son coquetear contigo ni interferir en la relación con felipe. para él, el contacto físico es su forma natural de mostrar afecto, pero eso no lo convierte en alguien que busca seducir o romper relaciones, eso lo sabes con certeza.
aún así, pipe está furioso, cegado por los celos al imaginar que estás con alguien que no es él. “seré tan celoso como quiera si se trata de vos” te mantienes en silencio por unos segundos, evaluando la situación.
“feli, soy tuya, ¿entiendes?” dices mientras rodeas su cuello con tus manos. él baja la mirada hacia tus brazos que lo envuelven, incapaz de resistir el contacto, coloca sus manos en tu cintura y la acaricia lentamente. su expresión enfadada titubea por un momento, exhala un suspiro y asiente.
“lo sé, bebé, pero me pone mal verte con cualquiera.”
suspiras suavemente y ríes, encontrando cierta diversión en su actitud, que a su vez te excita un poco. “fran no es cualquiera,” afirmas, notando cómo felipe aprieta la mandíbula una vez más, cansado de tus intentos por defenderlo. “sabes a lo que me refiero. es tu amigo, mi amigo, y nunca intentaría nada.”
él niega con la cabeza y retira sus manos de tu cuerpo. “¿podes dejar de mencionarlo, por favor?”
“¿tanto te molesta?” comienzas a molestarlo, retirando tus manos de su cuello y colocando las suyas de nuevo en tu cintura, para luego volver a posarlas en su cuello. llevas tus labios a su mejilla izquierda, la que lames por un par de segundos y depositas un dulce besito, jugando a la inocente.”dale, qué tal si se te pasa tu mal humor y vamos a la cama.”
la furia en su rostro titubea una vez más “¿te calenta verme todo celoso, no?”
“feli…” dices y acercas tus labios a los de él. “dale, vamos a la cama.” felipe toma tu mentón y aprieta ligeramente, sin lastimarte. 
“no respondiste mi pregunta.” dice tu nombre y te mira fijamente en espera de tu respuesta.
“sí amor, me gusta cuando estás todo celoso conmigo, me gusta mucho.” dices, sus ojos conectados a los tuyos, saben lo que está por venir, este juego del gato y el ratón que les encanta es solo parte de su juego previo.
“¿te gusta o te calienta?” felipe cuestiona.
“¿no es lo mismo?” dices y acercas finalmente tus labios a los suyos, el mero pensamiento de sentir su boca contra la tuya te enloquece, pero pipe tiene otros planes y voltea su cara evitando lo que tanto esperabas. “¿feli?”
“seguís sin contestarme, no le doy besos a atrevidas.” pipe suelta y tú cara se transforma en una de sorpresa por unos segundos.
“te odio.” musitas y pipe alza una ceja.
“¿ah sí? ¿posta vos no sos la misma que me rogaba que me la garche hace menos de un minuto?”  ahora es su turno para que sus manos vayan a parar a tus mejillas.
“feli… me calienta tanto cuando te pones celoso conmigo, solo puedo imaginarte así de enojado mientras me coges duro” sueltas finalmente. pipe une sus labios en un acalorado y totalmente sucio beso, su lengua se convierte en una intrusa dentro de tu boca, ambas sucumbiendose ante el deseo de sentirse.
sin separarse, empiezan el recorrido hacia su habitación, pipe mantiene una de sus manos en tu cintura, usa la otra para mover la manilla y abrirles paso en su cuarto, aún con la pasión del momento, te sienta en la cama mientras se mantiene de pie. comienza la labor de quitarse su ropa y tú lo sigues quitando la blusa de tu cuerpo, dejándote en brasier, las bragas y tu falda. pues antes de poder continuar, un pipe desnudo niega con la cabeza y suelta en voz alta; “primero me tendrás en esa dulce boca tuya.” 
asientes y salivas ante el pensamiento de tenerlo dentro de tu cavidad bucal, el deseo por sentirlo y poder saborear su sabor salado humedece tu centro. “bien, follame la boca, por favor.”
“ya que me lo pedís tan dulcemente, te haré mierda.” felipe expresa sin vergüenza, te bajas de la cama y te arrodillas lo más rápido posible, abres la boca, en posición y lista para recibirlo. pipe lucha para no soltar un gemido ante la vista tan obscena. no extiende tu espera por él por más tiempo y tomando su pene en una de sus manos, lo lleva a tu cavidad bucal, tu lengua pasea de arriba hacia abajo por aquella vena marcada en su miembro, sientes tu vagina mojarse aún más ante la sola idea de tu accionar en el momento acalorado.
 “sí, chupame la pija como solo vos sabes.” no lo decepcionas, lo llevas en tu boca como una campeona, pipe toma tu cabello en un moño mal hecho y apresurado, lo jala y empuja su longitud en tu garganta. “la única pija que vas a tener.”
nunca has sido la mejor cuando se trata de los reflejos nauseosos, así que aunque son pocos los segundos que pipe tiene en tu boca, empiezas a lagrimear. 
felipe lo sabe y sonríe con malicia ante tu imagen algo destruida a causa de únicamente él, en caso no quieras seguir siempre puedes decir la palabra segura y no dudaría en detenerse y verificar tu bienestar, pero acostumbrado a tu imagen desecha al llevarlo en tu boca, solo se divierte con ella. “¿te gusta chupármela, no mi amor?”
entra y sale de tu cavidad bucal, hace y deshace. “¿te pensás que podes estar con otro toda la noche y que no me va a joder? ¿tengo que recordarte que el único que te puede tener así soy yo?”
no puedes soltar palabra con él follándote así la garganta, “pues sí tengo que hacerlo, lo haré, pendeja malcriada.” de insultarte a decirte sus apodos cursis designados solo para ti, este momento lo tiene de acá para allá. “esta boquita es solo mía.” dice y tú sólo asientes torpemente, te mueves queriendo perseguir el ritmo que pipe mantiene dentro de tu boca.
hasta que el oji celeste se aleja con lentitud, consiguiendo una mirada un poco desconcertada de tu parte. señala con su cabeza la cama. “dale, en cuatro.” sin querer darle la contra, le haces caso y te acomodas quedando según su orden. procede a ponerse de rodillas en la cama y su miembro queda a la altura de tu mojada entrada. su cuerpo está encima del tuyo, tu rostro y el suyo a la misma altura, pero sin permitirte que lo veas. se presiona contra ti y antes de introducirse en tu intimidad, lleva un dedo a tu clítoris, haciendo movimientos circulares, formando dulces ochos que hacen que la atmósfera se vuelva el doble de pesada para ti y empieces a soltar grandes gemidos. 
“feli… sí sí.” palabras sucias abandonan tu boca. “estoy lista feli, por fa.” le ruegas ganando una sonrisa maliciosa del castaño. 
“¿sí?” dice y acelera los movimientos en tu clítoris, inserta un dedo en tu coño empapado sin detener los dulces toques en tu clítoris. “¿de quién sos?” ruedas los ojos en medio de tu fascinación por la estimulación de parte de pipe, pero decides darle lo que quiere si es lo que necesita para penetrarte.
“tuya feli, toda tuya.” gemidos no dejan de salir de tu boca, felipe lleva su pene hacia tu entrada con el apoyo de una de sus manos, en menos de un par de segundos se introduce en ti sin mucha delicadeza dejando salir un gran jadeo de alivio al sentir tu interior de una vez por todas. “sí sí sí feli, m-más más.” dejas salir, los que para felipe, son los gimoteos más dulces que ha escuchado en toda su vida. 
“sos mía, cada centímetro.” continúa con un delicioso ritmo dentro de ti, saliendo y entrando, lleva ambas manos hacia tus caderas para arremeter con más rapidez y fuerza. su pene felipe cierra los ojos en contra de sus deseos de ver tu figura desmoronándose, toca ese dulce punto en tu interior dónde se mueve con destreza. la habitación se llena del sonido obsceno que causa el choque de ambos cuerpos, embiste tu interior con determinación. “mía, sos solo mía.”
“si feli, por favor, por favor.” tus gemidos no se detienen mientras apoyas tu cabeza contra la sábana, el placer nubla tu mente haciéndote pronunciar las palabras más sucias para incentivar a pipe a seguir con su continuo vaivén en lo profundo de tu coño. “soy tuya.” 
felipe sostiene un rostro sumido en la satisfacción, su mirada fija en tu cabeza inclinada contra el colchón “feli, más.” ruegas sin un atisbo de vergüenza, tus manos se convierten en puños, tu boca abierta soltando todo tipo de incoherencias.
“nadie más te hará sentir así, solo yo ¿entendés?” asientes con dificultad, logrando que pipe niegue,  “respondé usando esa boquita” sus manos se deslizan lentamente a tu cintura donde deja suaves caricias, en contradicción a sus duros y rápidos bombeos en tu interior. 
“s-sí feli, solo tú, te lo juro.” el castaño toma tu palabra, la manera en la que te lleva no es como ninguna otra anterior, te folla como si su vida dependiera de ello y no hace falta más para que sientas tu orgasmo llegar a cada parte de tu ser. felipe no tarda en notarlo, gracias a tu característico aspecto consumido por el reciente orgasmo, que por cierto, siempre disfruta registrar en su memoria. 
disminuye la rapidez de sus movimientos penetrándote de forma pausada en búsqueda de su propio clímax. “correte en mí, por fa.” suplicas, jadeos de cansancio y satisfacción acompañan tu pedido. 
“te dejaré toda llena, ¿querés?” accedes de manera casi automática y después de sólo unos pocos segundos derrama toda su carga en tu interior. permanece dentro de ti unos minutos más, permitiendo que ambos se recompongan.
“¿ya no estás enojado?” rompes el silencio que lejos de ser incómodo, les trae calma a ambos, volteas para afrontar la deliciosa vista de un felipe recién follado.
quien solo rueda los ojos y con una sonrisa juguetona replica “sos una conchuda.”
-
wn: llevo bastante sin subir un os pero les juro que no tenía nd de inspiración. espero les haya gustado <3 tengo algunas requests que seguro tomen tiempo pero espero darles T - T 
235 notes · View notes
analisword · 4 days
Text
high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
Tumblr media
Capítulo 18.
Alana se movió incómoda en su asiento una vez más, a pesar del aire acondicionado del restaurante y que su espalda estuviera completamente descubierta debido al vestido que había elegido, sentía un calor abrasador recorrerle a lo largo de toda la espina dorsal, ¿cuáles eran las probabilidades de encontrarse a la ex novia de Enzo precisamente en ese lugar? Por lo que tenía entendido, la mujer, al igual que él, era uruguaya, ¿qué hacía en esa playa tan escondida de España?
Por su parte, Enzo se limitó a darle otro sorbo a su copa de vino,  era como si se encontrara fingiendo demencia, Alana sabía a ciencia cierta que Samara y él habían terminado en buenos términos, habían tenido una relación bastante duradera y sana, terminaron simplemente decidieron que sus planes a futuro no eran los mismos, Alana no se sentía insegura o celosa, claro que Samara era una mujer bastante hermosa, sabía que era inteligente y divertida, sabía que si Enzo había estado tanto tiempo con ella y hablaba con tanto cariño era porque Samara era verdaderamente una buena persona, sin embargo, no podía evitar sentirse incómoda por obvias razones.
—¿Querés volver a la habitación? Ya estoy comenzando a marearme—carraspeó su novio, se le notaba algo nervioso y su cara estaba más roja de lo normal, Alana no podía decidir si era por el vino o la presencia de su ex amor. 
—No me molesta si quieres ir a saludar, sé lo mucho que significó para ti—declaró Alana estirando su brazo para tomar la mano de Enzo—. Sé que siguen siendo amigos—le regaló una sonrisa sincera. 
—Ehh—vaciló—. Ella parece estar bastante en su rollo y yo en el mío en estos momentos, ¿para qué molestar?—dijo él levantando los hombros, quitándole importancia al asunto. 
—¿Alguna vez viniste aquí con ella?—preguntó, cuando recién llegaron al hotel, sintió que era un lugar mágico y nuevo para ambos, pero ahora existía la posibilidad de que esa no fuera la primera vez de Enzo en el lugar. 
—¿Qué?—frunció el ceño—. Por supuesto que no—dijo ofendido. 
—No lo digo con mala intención, simplemente me pareció una coincidencia muy grande que esté precisamente aquí, pensé que tal vez ambos ya conocían el lugar, eso es todo. 
—Escogí este lugar porque era el único hotel cerca que nos aceptaba con todo y Zola, Samara no tiene nada que ver aquí, ni siquiera sabía que estaba en España—habló rápidamente, más que enojo, su tono de voz mostraba cierto grado de frustración que Alana no lograba comprender, pues en ningún momento le había reclamado nada. 
—Vale—dijo ella—. Simplemente preguntaba. 
Enzo apartó su mano y se apretó el puente de la nariz, Alana tragó saliva en seco, todo el día había sido más que maravilloso, no esperaba discutir con Enzo, mucho menos por algo tan superficial. 
—Ya no tengo hambre—dijo Alana, no le apetecía seguir estando en el restaurante, de pronto el alcohol se había acentuado más en su sistema, las luces se sentían muy brillantes y las conversaciones del resto de personas sonaban invasivas. 
—Sí, yo tampoco—coincidió su novio.
—Voy al baño rápido—dijo Alana quitándose la servilleta de su regazo para después abandonar la mesa.
Sintió su cuerpo relajarse cuando el agua helada del grifo tocó sus manos, las lavó meticulosamente, las secó y miró su reflejo en el espejo.
Ella y Samara eran como polos opuestos, ella tenía el cabello oscuro, Samara era casi rubia, sus ojos eran cafés, los de Samara eran azules grisáceos, la había visto sentada, pero aún así lucía significativamente más alta que ella. 
Era hasta chistoso hacer la comparativa, Sebastián y Enzo también eran polos opuestos físicamente.
Alana sacudió la cabeza ante sus ideas, no estaba llegando a nada conciso, no había sentido en comparar. 
El sonido de la puerta la sacó de su trance, Samara entró como si gobernara el baño y le puso candado a la puerta, tal como lo había pensado, la chica era significativamente más alta que ella, Alana no pudo evitar sentirse pequeña, tanto física como metafóricamente. 
—Hola—dijo Samara alegremente—. No quiero parecer loca, pero quería conversar con vos, por eso le eché candado y toda la cosa—dijo riendo.
—Hola—dijo extrañada.
—Soy Samara, un gusto—dijo extendiendo su mano, Alana la inspeccionó por varios segundos y la tomó, tenía sus dedos delgados y largos, además de un precioso esmaltado, cuando Alana apartó su mano cruzó los brazos escondiendo sus propias manos, sus uñas estaban mordidas y con callos en las yemas debido al constante contacto con las teclas al escribir durante todos esos años. 
—Alana—dijo ella asintiendo. 
—Sé quién sos—dijo ella—. Soy gran fanática tuya, desde mucho tiempo atrás—exclamó llevándose sus perfectas manos al pecho.
Alana recordó como Enzo le había contado meses atrás que Samara había sido la que le mostró sus libros, sin ella, Enzo nunca hubiera tenido idea de quién era Alana Lomelí. 
—Yo también sé quién eres—respondió Alana, tal vez era el cambio tan repentino de escenario, pero sentía que todo el alcohol que había ingerido se había esfumado por completo.
—Quise acercarme pero no quería verme invasiva, Enzo y tú se veían bastante divertidos y con copitas encima—dijo ella sonriendo, ¿qué nunca se cansaba de sonreír?—. Es un mundo muy pequeño, vine acá con mi novio porque es pianista y lleva un par de semanas trabajando aquí, en el lobby del hotel—informó, Alana recordó haberlo escuchado tocar cuando llegó. 
—Oh, genial, es grandioso.
—Sí, le gusta mucho lo que hace—dijo Samara llevándose uno de sus rizos detrás de su oreja. 
—Qué bien. 
—Umm, Enzo y yo llevamos mucho tiempo de conocernos, somos…bueno, fuimos, no sé, grandes amigos—dijo Samara comportándose nerviosa por primera vez desde que la intercedió. 
—Sé que fueron novios—dijo Alana inclinando la cabeza—. Descuida, no me molesta o algo así, te tiene un gran aprecio. 
—Lo conozco bien—dijo Samara agachándose para quitarse sus sandalias de tacón, aún así seguía siendo bastante alta—. Probablemente no se acercó a saludarme porque no quería incomodarte, no me molesta, sos muy especial para él.
Alana abrió la boca para responder pero no logró emitir ni un sólo sonido, no sabía que responder a ello, Samara pareció notarlo de inmediato, porque siguió hablando con su dulce y melodiosa voz. 
—No he estado muy pendiente de las noticias—carraspeó—. Entre el teatro, el trabajo de Martín, mi novio y otras cosas, pero sí algo sé es que Enzo siempre ha sido una persona bastante reservada y compuesta, escuché ciertas cosas, su relación no ha sido precisamente la más discreta…
—No sé a qué viene todo esto—la interrumpió, Samara levantó la mano, pidiéndole a Alana que la dejara continuar, ella lo hizo. 
—Si Enzo se ha metido en todo ese torbellino es porque en verdad te quiere, ¿sabes? Martín y yo estábamos acá mucho antes de que ustedes llegaran al restaurante—informó, Alana abrió los ojos en sorpresa ante la revelación, Enzo y ella habían estado horas ahí y no se habían percatado de la pareja hasta hace unos minutos. 
—No tenía idea—murmuró. 
—Porque cuando están juntos, están en su propio mundo—dijo Samara sonriéndole con ternura—. Te mira como si vos fueras la única persona en una habitación llena de gente, y vos lo mirás igual. Para no hacer el cuento tan largo, sólo quería decirte que estoy muy feliz por ustedes, sobre todo por Enzo, merece una buena persona a su lado y vos claramente lo sos. Gracias por cuidar de él. 
—Gracias por tus palabras, en verdad las aprecio viniendo de alguien que Enzo considera importante en su vida—dijo sinceramente, no había esperado esa interacción, siempre le habían parecido mágicas las conversaciones que se podían tener con mujeres desconocidas en los baños y esta no había sido la excepción.
—Bueno, ya no te robo más que aquél hombre seguramente debe estar buscándote por todos lados. 
—Sí—asintió riendo.
Alana salió del restaurante sintiéndose completamente diferente, Samara en verdad le había agradado, podía ver por qué Enzo la seguía apreciando hasta el día del hoy, por culpa de su turbulenta relación con Sebastián, había olvidado que existen personas que terminan en buenos términos. 
—Te veo muy pensativo—dijo Alana cuando finalmente llegó hasta Enzo, contrario a lo que Samara había dicho, él no se había estado buscándola y en realidad se encontraba frente al mar, viendo el océano y con los zapatos en la mano, estaba algo oscuro, las tenues luces del restaurante a unos cuantos metros alumbraban el lugar, al igual que el reflejo de la luna sobre las olas. 
—Perdóname por como te hablé hace un rato—dijo Enzo rápidamente—. No fue la mejor manera de hacerlo, estaba nervioso. 
—¿Por Samara?—preguntó Alana sútilmente, Enzo se giró hacia ella y la tomó del rostro. 
—No, no sé, no quería que te incomodaras por su presencia, resulta que yo fui el que lo terminó haciendo más incómodo, te pido una disculpa por ello. 
—Enzo, entiendo que ustedes sigan siendo amigos, no porque Sebastián y yo hayamos terminado mal significa que todo el mundo termina así, además, es una chica bastante agradable, demasiado a decir verdad—dijo bajando la mirada sin querer. 
—Hey, ¿qué pasa?—preguntó Enzo levantando su mentón. 
Alana apretó los labios.
—Podés decirme—la impulsó. 
—Hablé con ella en el baño…es lindísima, por fuera y por dentro.
—¿Estás celosa?—preguntó Enzo con una pizca de diversión en su mirada.
—¡No puedo evitarlo! Es tan amable, además sonríe todo el tiempo, ¿cómo no se le cansa la cara?—preguntó con curiosidad, Enzo soltó una carcajada echando la cabeza hacia atrás, por un instante Alana se olvidó de toda la situación—. Y sé que la relación entre ustedes fue tan sana y tranquila, en cambio conmigo…Pues, siento que te he arrastrado a tantos problemas con los que no tienes que lidiar. 
—Alana, para mí no hay mujer más hermosa que vos, ¿me escuchás?—dijo viéndola fijamente—. Vos sos divertida, amable, inteligente, bella y la lista sigue y sigue. Samara fue alguien muy importante para mí y aún la aprecio, pero hasta ahí, desde que te conozco no ha existido nadie más para mí, no quiero que haya alguien más, sos vos o es nadie. 
Alana sintió que su estómago giraba y brincaba de felicidad, a pesar de todos esos meses, su novio seguía poniéndola nerviosa.
—Estás borracho—dijo ella empujándolo con el hombro, sólo porque se encontraba demasiado sonrojada cómo para decir o hacer otra cosa. 
—Sí—admitió—. Un poquito, pero sigo pensando igual. Y Lana, en verdad te quiero, te quiero tanto que no me importa lidiar con la gente aburrida que escribe cosas sobre nosotros, que nos critica como si nos conociera, te quiero tanto, y ni ellos, ni Samara, ni Sebastián, ni nadie cambiará eso. Te lo prometo. 
—Te quiero—dijo Alana rodeándole el cuello con sus brazos. 
—Te quiero—repitió,  tomó una pausa de unos segundos y volvió a hablar—. Y estoy completamente y profundamente enamorado de vos. 
27 notes · View notes