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#madre xilonen
tikaestudio · 3 years
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Comer Elotes es una experiencia Religiosa
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atheist-corner · 3 years
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EL FRAUDE DE GUADALUPE...
Desenmascarar el mito de la Virgen de Guadalupe es fácil, porque al igual que como sucede con el mito del cristiano, ningún historiador de esa época habla sobre los hechos milagrosos que debieron de ser de suma importancia.
El propio Fray Juan de Zumárraga, principal y supuesto testigo presencial no escribe sobre éste acontecimiento. Entre los cronistas más importantes se encuentran Bernal Díaz del Castillo, Diego de Durán, Bernandino de Sahagún, Jerónimo de Mendieta y el propio Fray Toribio de Benavente mejor conocido como Motolinía, considerado como el cronista más relevante durante la conquista de México.
Motolinía legó un compendio de crónicas que se conocen como “Historias de los Indios de la Nueva España”, obra muy valiosa porque en sus escritos documenta, con amplio detalle, los acontecimientos coloniales en esos años.
Su crónica narra la vida de los indígenas, tradiciones, ritos, organización política y social. De cómo la jerarquía católica, mediante la brutalidad perseverante y sin medida, erradicaron los cultos indígenas. Sin embargo, no menciona una sola palabra sobre Juan Diego ni de la Virgen a pesar de que vivió en el Valle de México entre 1524 y 1569, tiempo que abarca la fecha en que supuestamente sucedió la aparición, el 12 de diciembre de 1531. Motolinía tuvo 38 años para enterarse del milagro que sucedió donde él vivía y la gente con quien trabajaba, pero misteriosamente nunca escuchó sobre la virgen.
Es bueno remarcar también que Fray Juan de Zumárraga ni siquiera estaba en México durante el tiempo de la presuntas apariciones. Fue llamado para que regresara a Europa por el Rey de España Carlos V a mediados de 1531, donde permaneció y no regresó hasta 1534. Y no solo eso, Zumárraga no fue declarado obispo de México hasta 1532, es decir, no pudo haber sido testigo presencial de los hechos.
Ahora prosigamos con los estudios antropológicos e históricos. La diosa Cihuacóatl, llamada también Coatlicue y Tonantzin, que quiere decir “nuestra madrecita”, era la deidad femenina más importante venerada por los aztecas. Tenían sus altares en la cúspide del cerro de Tepeyac y el día de la fiesta era justo el día 12 de diciembre.
Bernardino de Sahagún narra en sus crónicas que los indígenas venían desde muchas partes y de muy lejos al Valle de México para rendirle culto. La fiesta iniciaba con varios días de danzas y al octavo día se trasladaban bailando al son del teponaztli. Los ministros de los ídolos llevaban a una mujer elegida veinte días antes, conocida con el nombre de Xilonen, símbolo del maíz y del poder de fecundación, quien estaba destinada a ser sacrificada en las fiestas.
Durante la evangelización con el fin de sustituir esta deidad y parar los sacrificios humanos pero sobre todo imponer a su dios blanco, los frailes buscaron que Tonantzin tuviera semejanzas con diferentes Vírgenes como la de la Natividad, María y Concepción. Agregaron vestimentas y rasgos indígenas, como el tono de piel. Derribaron sus Teocallis y en su lugar construyeron una pequeña ermita con la imagen de una virgen pintada por el indio Marcos Cipac de Aquino. En síntesis, el culto a la virgen de Guadalupe es el resultado sincrético entre dos deidades de diferentes religiones y lugares geográficos, una europea y otra azteca.
Éste culto estuvo abandonado y no fue hasta que en 1648, 117 años después de su supuesta aparición milagrosa, fue revivido por el sacerdote franciscano español Miguel Sánchez con el objetivo de atraer creyentes a la capital que era la meca del culto. Y por supuesto, todo el dinero ingresaba en los templos de la virgen de Zapopan y de San Juan de los Lagos, ubicados en la Nueva Galicia, actualmente Jalisco.
Lo demás es historia. Hoy día la virgen de Guadalupe sigue atrayendo miles de peregrinos que siguen creyendo ciegamente en la supuesta veracidad de sus apariciones. Para quienes sabemos la verdad histórica es otro mito que sirve para mantener engañado al pueblo con fines y propósitos que van, desde lo monetario, hasta la manipulación socio-política.
Así que, la próxima vez que le reces a la virgen de Guadalupe, en vez de decir Señora de Guadalupe Patrona de México y Emperatriz de las Américas, Madre Santísima de Jesús, deberías decir:
Tonanzin madre de la tierra que riges la muerte desde tu teocalli del Tepeyacatl.
¡¡Lo increíble es que aún en pleno siglo 21 se sigan arrastrando como gusanos y adorando un fraude!!
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vikokokoro · 4 years
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Soy hija de Xochiquetzal, hermana de Chalchiuhtlicue, con ellas recorro el mar y las nubes, me baño con Coyolxauhqui y su conejo que brilla para mi velo, tomo el alimento de Xilonen quién me bendice con maíz del dulce, y me muero junto a Coatlicue quién ya carga mi sepelio. Todas somos hijas, madres, hermanas, compañeras, mis diosas y mis guerreras. Por mi sangre corre el cantar del quetzal, la mañana de la sierra y el poder del maizal.
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