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#malasangre
xuanca · 2 months
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MALASANGRE INFIERNO
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malasangregambaro · 10 days
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Elementos literarios e impacto en la época
Lo que convierte a La malasangre en una obra tan importante en la producción de la autora y la tradición dramática argentina es todo el simbolismo que impregna la obra y que apunta a la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Tal y como ha sido mencionado anteriormente, los principales vehículos de este simbolismo son el uso del color y los nombres parlantes.
            El uso del color se centra en el rojo. El rojo, como color de la sangre, está presente desde el título de la obra. Todos los personajes están vestidos de rojo, un color que evoca violencia. El hecho de que todos los personajes lo lleven indica que todos están implicados en ese clima de tensión que envuelve la obra, aunque tengan diferentes papeles en él. En la primera didascalia de la obra se nos presenta un escenario totalmente rojo: “Un salón hacia 1840, las paredes tapizadas de rojo granate. La vestimenta de los personajes varía también en distintas tonalidades de rojo. […] El padre, que viste de rojo muy oscuro, casi negro” (Gambaro 1999: 57). Dentro de ese abanico de tonalidades de rojo, Benigno tiene el tono más oscuro: es el villano de la obra, tiene el control de la situación y representa el peligro.
            La relación entre el color rojo y la sangre se trata explícitamente dentro de la obra. Lo hace Rafael, cuando está hablando con Dolores de la vida que les gustaría tener cuando escapasen: “Y no tendremos nada rojo. Nada que huela a sangre” (1999: 114). También se comenta en las notas a pie de página de la edición utilizada: “el rojo se asocia a la sangre vertida por razones políticas, al sometimiento a un emblema, y por extensión, a la muerte” (1999: 57). Aunque esta explicación se refiere al título de la obra, Glickman también expone su visión acerca de este: la sangre que se menciona, la “mala sangre”, es la que Dolores hereda de sus padres y rechaza al final de la obra, decidiendo que no tiene nada que ver con ellos y que su camino será distinto del que ellos desean para su hija (2002: 437).
            Los nombres de los personajes son algo que la crítica no ha pasado por alto. Todos parecen tener una razón de ser, algo que se relacione con su personaje de manera clara o irónica. Benigno es el personaje más cruel de la obra, de modo que la elección de su nombre tiene un sentido irónico. También la del nombre de la madre, “Candelaria, que connota ‘luz’, cuando es el personaje más ciego con respecto a lo que la rodea” (Gambaro 1999: 58). El nombre de Rafael, además de aludir al patrón de enfermos y mutilados y relacionarse de esa manera con su joroba, también señala a su defecto físico de otra forma irónica: su nombre está “ligado a lo pictórico y a lo estético; es, por su defecto físico, la imagen de lo opuesto. La belleza, en todo caso, no es visible, sino que responde a su moral y a su alma” (Gambaro 1999: 58).
            Los nombres de los personajes más secundarios también tienen cierta importancia. Fermín, el criado de la casa, es “firme, recio” (Burgos 2016: 26): es un personaje que no se deja conmover, su lealtad está con Benigno y es cómplice de su crueldad. Por otra parte, el pretendiente de Dolores elegido por Benigno también tiene un nombre que se relaciona con su trama: “Su nombre, figurativo como el de gran número de los personajes de la obra, apunta a su virtud fundamental: la riqueza. Se llama Juan Pedro de los Campos Dorados. Clara alusión a una de las fuentes de riqueza de la economía argentina” (Featherson 2014: 85).
            La malasangre es prácticamente inseparable de su contexto real espaciotemporal. La mayoría de recursos literarios y artísticos que utiliza Gambaro tienen la intención de evidenciar la realidad que hay detrás de la historia: la dictadura rosista. Uno de estos elementos es el carro que suele pasar anunciando “melones”, una alusión directa a la represión política: “El pasaje del carro y el grito de ‘melones’ alude a la actividad de la policía secreta de Rosas, conocida como La Mazorca. Los ‘melones’ sería un eufemismo referido a las cabezas cortadas de los opositores al régimen, que eran dejadas en las esquinas de las calles” (Gambaro 1999: 71). Este juego macabro de palabras es algo que Featherston estudia en más profundidad:
Son los signos de la mano ensangrentada que retira [Fermín] lo que no nos permite dudar sobre la verdadera naturaleza de ese carro y los melones que transporta. Presagian algo mucho peor que la inofensiva compra de mercado. Se entabla una red semántica que pasa del efecto sonoro: el paso del carro a la idea asociada de “melones”, que, a su vez, se relaciona con el sema: “cabeza cortada” y “sangre”, y todo ello remite a Benigno. (2014: 87)
La última escena de la obra también incluye un par de imágenes literarias que merece la pena comentar. Una de ellas es la metáfora del algodón: “Dolores emplea una metáfora que sugiere que la madre es un muñeco sin cerebro (‘Qué algodón tenés adentro’, 106), y por demás ‘qué algodón sucio’: un títere corrupto e inmundo” (Glickman 2002: 437). El algodón es blanco, puro como parece ser la cándida Candelaria, pero ese algodón está sucio porque no es tan puro, ya que ha provocado una muerte. Dolores retoma esta metáfora unas páginas más adelante, cuando Benigno intenta golpearla y Candelaria se interpone: “¡Gracias, mamá! ¡A buena hora! ¡El algodón sucio sirve!” (Gambaro 1999: 122). Aunque su madre haya decidido por fin defenderla de su padre, ella ya no es capaz de verla de otra manera.
            La otra imagen que merece ser estudiada es la que proporciona Dolores en su última intervención: “¡El silencio grita! ¡Yo me callo, pero el silencio grita!”. La nota a pie de página, una vez más, desarrolla las implicaciones de ese grito: “el crimen no será acallado por el silencio, sino todo lo contrario. Esta es la tesis realista que propone el texto: que la resistencia ante el poder aún se puede hacer en silencio. Ella es el Sujeto de la acción y proporciona la mirada final de la pieza” (Gambaro 1999: 123). Dolores ha sido vencida, pero no se rinde: reivindica la resistencia a la tiranía de sus padres a través de un silencio que los incomodará.
            Al final de la obra, lo que queda es un cuadro de una familia acomodada en la época rosista argentina que tiene sus propios problemas. Los diferentes miembros de la casa representan entidades mucho mayores, bandos en un conflicto político real que los espectadores identifican fácilmente gracias al código simbólico que crea Gambaro. La autora escribe una historia en una casa concreta, tomando una familia concreta: un escenario y unos personajes limitados para aludir a algo más grande e importante, una época de represión y violencia de todo un país.
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novalizinpeace · 3 months
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Ok— now I no longer feel embarrassed a bit by having called Callem caramel cuz of Nell accidentally calling him that when explaining a plan is so adorable. Now I can't stop thinking of Callem possibly calling Nell "honey" due to what he said in the second bit to give Nell another nickname (if he has one or two already) since that happened. Honestly tempted to draw that happening rn and stuff— buuut besides that stuff.
I kinda want to see the list of nicknames Alba has now that that has been mentioned 👀
allow me
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Remember when i said that Dogday in the cartoon have a obvious crush that every critter but craftycorn can see? Let say Nell share more with his cartoon contrapart that he would like to admit.
Samina have the time of her life with this gay idiots
About the nicknames list, is long, and like a good bilingual, Alba have a lot of nicknames for everybody both in spanish and english, some are sweet like Bluey for Charlie and Sweety for Amara, and some are used when she's mad like doghead for Nell and malasangre (''mean'') for Samina.
Callem act like a typical lil' brother as he's used to parrot said nicknames (and other things) from Alba, something that anybody care, but it can give Nell a heartattack from time to time.
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agerlotti · 11 months
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Mi modesto mensaje
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Mienten.
Mandatarios mezquinos manipulan mentes maleables.
Mitificado mesías magnetizó masas. Monumental mojón.
Moldeables milicianos mansos mendigan mensuales manutenciones. Miopes mosquitas muertas.
Militares maquiavélicos maltratan. Machacan molestosos marchantes. Malandros mercenarios muestran músculo motorizado. Manual marcial manda meter miedo. Miserables manías marxistas… Mutean movilizaciones —motivan merecidas medallas—.
Misántropos menosprecian macilentos maestros matemáticos.
Macerados manifestantes moran mazmorras. Mortificados mártires mastican mordazas; mandato ministerial.
Merced.
Mañosos ministros manejan, misteriosamente, mucho dinero (malhabido). Mecánico manoteo. Manejan múltiples maletines; muchas monedas. Mantienen maravillosas mansiones.
Mandémosles molotovs, muchachos.
Médicos malabaristas, mágicamente, maniobran milagros.
Mordido mercado metalúrgico merma.
Melancólicos migrantes (muchísimos) moldan mejores momentos.
Mercurio minero mancha mi mapa. Mella medioambiente. Modifica mi mundo.
Muchedumbre militante menea mirada, matiza mafiosa malversación. Mediocres malolientes maquinan maquillar malestares.
Multitudinario mitin mastica manido manuscrito mientras mediadores moderan mesas. Menudo montaje metavérsico. 
Moraleja: maldito Maduro.
Me mantendré memorando, mentando madres, mientras Miss Mujerzuela musicaliza mi malasangre.
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Accede aquí a anteriores aliteraciones alfabéticas: A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L
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guanateando · 2 months
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diariodeclamp · 2 years
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¡Tierra a la vista!
Día 29 (día 8 en barco)
A mediodía
Ya no estamos en nuestro barco. Nos han secuestrado unos piratas y no tenemos ni idea de a dónde nos llevan.
Al poco tiempo de levantarnos, mientras practicaba a disparar, vimos un barco a lo lejos. Sus velas eran rojas y triangulares, así que Cris empezó a decir que era la Perla Roja ya contarnos la leyenda. No sé cómo, pero al final Levine y Casil acabaron rapeando sobre ello. Y en ello estaban cuando fui a avisar a Natalia, y menos mal, porque el barco venía hacia nosotras portando una bandera negra con dos huesos cruzados en llamas. En ese momento, nos pusimos a planear cómo librarnos de ellos, ya que aún les sacábamos cierta ventaja. En lo que Cris lanzaba una ilusión sobre la bandera, que ahora es de un ratón con sombrero, parche y espada, los demás nos pusimos a buscar ropa para hacernos pasar por piratas. Y sé que la piratería está mal, pero a Nat le queda genial vestirse así, ron en mano.
Cris quería usar los cañones, pero al final ha ido Grazivert. Bueno Cris no, ahora se llama El Mono. Yo soy Jim y Natalia, Amelia Malasangre. Así que El Mono decidió lanzar una ilusión de rocas para complicarles el avance, pero ya sabíamos que iban darnos alcance tarde o temprano. Menos mal que al final Cris no ha disparado los cañones…
Cuando estaban más cerca, pudimos ver a la gente en la borda. Al primero que vimos fue a un hombre calvo quitando una coleta, con un parche en el ojo. En ese momento supimos que el barco se llamaba El Aurora y que son, efectivamente, piratas. Justo lo que mejor nos venía ahora.
Fueron otras dos personas las que abordaron pacíficamente el barco con una pasarela: unna genasi de piel gris negruzca, con grietas por las que sale un brillo rojo, ojos naranja brillantes, pelo de lava fluyendo hacia sus hombros. Viste una camisa gris, bombachos y porta una lanza de bronce para nada amigable. (Ya sé yo en quién se va a fijar Cris…). Le seguía un hombre alto, con dos pequeños cuernos blancos, pelo corto y barba, piel morena, nariz angulosa y con cara de no haber tenido una buena noche de sueño en mucho tiempo. Tiene bastantes cicatrices que se dejaban entrever bajo la camisa roja con flores. Después supimos que se llamaban Ourania de Taranz y Han El Guapo.
De primeras parecía que íbamos a poder negociar algo con ellos, porque parecieron creerse que se nos había volado la bandera (la ilusión ya se había pasado). Pero cuando rechazaron el caldo de pulpo de Cris (¿¿a quién se le ocurre??), supe que no lo conseguiríamos. Ah, después ya sí nos dijeron que les diésemos todo lo que teníamos.
Eso sí, aunque nos hayan secuestrado (pequeñísimo detalle), nos dieron unos consejos: no salir al mar sin tener ni idea (eso no le va a sentar bien a Nat) y llamarte pirata, que la piratería es un negocio y que tiene que está regulado. Según Ourania, es un equilibrio delicado que se puede ir al traste, como la política (me ha dicho que tengo pinta de noble, mal voy) pero que te hunden en el mar si sale mal. Mucha información en poco tiempo.
No nos quedaba otra, así que accedemos a ir con ella a Mitilene, una isla perdida en mitad del océano que para nada nos acerca a Dolis. Tendremos que reubicarnos desde allí cuando nos libremos de Ourania. En un intento de no darles todo lo que tenemos, le subimos la poción de curación mala, una linterna rota, algunas monedas de cobre y oro, las novelas cuestionables de Cris, jabón, alguna naranja y una daga. Pero no la convencemos, así que al final se ha quedado con mi armadura y nuestras armas… Hasta ha quemado la rosa que Levine le ha dado.
Y a bordo de su barco, nos topamos con el resto de la tripulación: el hombre de la coleta que vimos al principio, llamado Ogura, y un hombre con pelo negro despeinado, media melena, barba y tez oscura. Tiene aún más cara de cansado que Han El Guapo. Por llevar, lleva hasta una bata puesta. Se le conoce como Mush. Y de camino a los “aposentos” (unas cuantas hamacas y ya), nos cruzamos con Abigail, de pelo corto azul clarito, que bajaba de la cofia.
Y aquí estamos, en nuestro nuevo hogar por el momento. Cris quiere que echemos un vistazo, así que iré con ella, por si acaso tenemos algún encontronazo.
Por la noche
Hemos estado investigando en el barco, a ver qué podemos sacar en claro de esta tripulación.
Bajo nuestros aposentos están el resto de habitaciones del barco y un espacio abierto que hace el papel de almacén, donde también están los cañones. Los laterales del pasillo tienen un par de puertas cada uno, así que fuimos de cabeza y abrimos una de ellas. Era un un camarote con una sola ventana, una cama simple, un baúl y una mesa repleta de de libros, papeles e instrumentos de marinero. Los libros son de navegación, de astronomía y está todo cubierto de papeles con borradores de investigaciones a medio escribir.
Entre tantos trastos también había un mapa de trabajo con líneas que nos ha servido para saber mejor dónde estamos. Navegamos por el mar más al oeste del mapa. La costa oeste, por tanto, es la de Aureon. Algo recuerdo haber estudiado en clase de Comercio (zZzZ). En el pasado fue una colonia comercial de Dolis, pero lleva siglos siendo independiente y se ha forjado un puesto como importante socio científico y tecnológico de la ciudad. Abunda la investigación y hay numerosas universidades, toda una cuna del saber. Mi teoría es que es la habitación de Ougura.
La segunda puerta que abrimos nos mostró un cuarto con la misma disposición. La mesa estaba más limpia, eso sí, con una pila de papeles ordenados al lado. También había una caja de pinturas y un caballete en el que se encontraba un cuadro de un atardecer precioso. En el baúl de este cuarto había dos juegos de túnicas grises ordenadas, mudas, camisetas y una bolsita con monedas de oro que mejor dejar ahí. Suposición: va a ser de Abigail.
La primera a la izquierda estaba cerrada, así que aproveché para mirar la siguiente en lo que Cris intentaba abrirla. Para sorpresa de todas, era muy parecida a las anteriores. En la mesa solo había cuatro botellas de ron y un cenicero. Su dueño debe de ser minimalista. Bajo la cama había una cajita redonda con polvillo rojo que Cris me comentó luego que le recuerda a la chispa, una droga sedante y alucinógena.
Cuando salí, Cris ya había pasado a la siguiente y como ya no nos quedaba mucho tiempo antes de que reparasen en nuestra ausencia, me contó lo que había dentro. La mesa tenía un espejito y un joyero con ganchos para colgar collares. También había un libro de romance como los que le gustan a Cris (Amor de colmillo) y algunas novelas de aventuras. Bajo la cama encontró una cajita y al forzarla, vio que dentro había una baraja de cartas, un retrato y un librito. El retrato era un dibujo de Abigail de pequeña junto a un chico más alto. Puede que me equivocara al asignarla la habitación del artista. El cuaderno era un diario, menciona a un Alan que hace un par de años, casi se rompe la pierna. ¿Será el chico del retrato?
Ya fuera del barco, en la cubierta, hemos podido comer algo y saber más sobre lo que va a ser de nosotras: parece que nos quieren vender como esclavas en Mitilene con una tal Calomila como intermediaria, como nos ha dicho Ougura. Así a ojo, nos ha calculado que Cris vale 50 o 100 monedas de oro, lo cual me parece poquísimo para tratarse de ella.
También supimos más sobre él, y es que de pequeño estaba siempre con un pie en un barco, además de encartare pintar: ya tenemos a nuestro artista. También nos ha hablado de que conoció a un pirata que pagaba salarios, lo cual me sorprende. No que paguen, sino que no lo hagan de normal. Me gustaría conocerlo.
En el timón estaba Mush, que nos dijo que estaba cansado por quedarse hasta tarde planificando rutas.: ya tenemos al dueño del cuarto desordenado. Por lo visto antes de ser pirata era investigador. Navegaba desde la universidad de Flavia Renata hacia Aureon, donde debía presentar unos resultados, hasta que Ourania atracó su barco. Como la capitana necesitaba un nuevo oficial de derrota, aquí se quedó. Por lo visto conocía a Ulrich, nuestro amigo al rector. Jugaban juntos a un extraño juego del sur llamado “rol” y nos ha confirmado nuestras sospechas: ¡a Ulrich le gustaba Ana, la bibliotecaria! Espero que algún día se lo confiesen, sería muy bonito. También me ha dicho que si he ido a alguna universidad, que tengo aspecto distinguido. Me sorprende, a lo mejor es porque no llevo mi armadura.
Ah, por cierto. Cris ha tenido la buena idea de preguntarle sobre el ocaso, si ha visto algo extraño. ¡Y resulta que sí! En su opinión, debe ser algo mágico, porque dice que los cuerpos celestes no son tan caóticos en sus trayectorias. Sospecha que pueda deberse a un ritual relacionado con la luna. De hecho, hoy también tarda un poco más de lo normal.
Hablar con la tripulación nos ha servido de mucho, así que menos mal que he ido tomando notas a lo largo de la tarde o ya me habría olvidado de todo. Nos han contado que Ourania es una de las ocho capitanas que forma la Asamblea de Mitilene. También nos han dado más consejos para no acabar como esclavas: demostrar que valemos, hacernos con el barco o caerle bien a la elfa Safo de Mitilene, porque por lo visto, los piratas son muy supersticiosos y confían mucho en ella. En lo que apuntaba cosas, Cris se ha subido por el mástil a ver a Abigail, pero yo no me subo, que luego me caigo.
Ya cerca de la hora de la cena, fuimos a ver a las capitanas. A ver si podíamos sacar algo más en claro sobre nuestra situación y valorar si hacernos con el barco o esperar. El camarote de Ourania resultó ser un cuarto ricamente decorado, adornado con cristaleras y una mesa de caoba enorme frente a la que estaba sentada, haciendo papeles. Intentamos negociar con ella pero no ha habido forma de hacerla cambiar de opinión. Al final solo nos ha dicho que esperemos al juicio de la asamblea o que demostremos que valemos más que para esclavas. O que si estamos locas, que luchemos contra ella.
Lo de que es mala idea enfrentarse ahora mismo a ella Cris no lo ha debido captar, porque con magia le ha puesto un cuchillo en el cuello a la capitana. Eso o está intentando ligar con ella de una forma un poco rara. El caso es que me ha venido bien para echar un ojo y ver que nuestras armas y mi armadura están en la mitad del camarote opuesta a la de la cama. Apuntado queda.
Llevamos un largo rato debatiendo qué deberíamos hacer, pero no llegamos a ninguna conclusión. En nuestro barco (el de Nat) no queda nadie, tan solo Han al timón. Espero que lo recuperemos.
(He cogido prestados unos pocos materiales de la habitación de Ougura que mañana mismo devolveré, pero necesitaba pintar algo para distraerme)
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Día 30 (día 9 en barco)
A mediodía
Estamos a punto de llegar a Mitilene, que estaba más cerca de lo que me esperaba.Pero esta mañana ha pasado algo raro con Cris. Mientras yo me hinchaba a tortitas, Cris estaba como mareada y le he pasado alguna para ver si eso la animaba. Bueno, pues en lo que estábamos esperando para atracar, vi que tenía dos pinchazos en el cuello. Obviamente, lo primero en lo que he pensado es en La Condesa. Pero es imposible que haya llegado hasta aquí, ¿¿no?? Estamos rodeadas de mar y he hecho sol estos días. Lo único que se me ocurre es que haya sido durante algún rato más nublado, porque alguna vez vi a La Condesa salir así al exterior. Aún así no sé cómo ha podido pasar y estoy preocupada. No le he dicho nada. He ido a preguntar a Mush y a Abigail a ver si saben algo del tema, pero nada.
Más tarde, tras atracar
Mitilene tiene una costa con muchísima vegetación y un gran puerto de madera que se sustenta sobre restos de columnas y edificios hundidos fabricados con piedras muy blancas.
Al final hemos conseguido escaquearnos del barco un rato con la excusa de ir a ver al resto de nuestra tripulación al Chipirón Errante. Levine parece estar muy animada con todo esto de acabar como esclava, pero Nat nos dice que se uniría a un motín sin dudarlo. Admiro mucho su valentía. (Apunte: tampoco vio nada sospechoso anoche). Han nos ha dejado acercarnos a la isla, pero quiere que saludemos a un tal Gorgo en la taberna de paso. Si pasamos por la taberna, claro… Cosa que no hemos hecho.
En cambio, nos hemos ido hacia una zona más montañosa de la isla, donde nos han dicho que podríamos encontrar a Safo. Al final después de andar un largo rato, hemos llegado a un teatro construido en la misma piedra blanca que las ruinas del puerto. Junto a él había un edificio igual de claro, con una lira a su entrada. Según fuimos entrando, llegamos a un jardín mágico, por el que circulaba un arroyo con agua transparente. Y ahí, en un pequeño banco, se hallaba Safo. Su aura y su belleza eran toda la presentación necesaria. Llevaba un antifaz con forma de mariposa de encaje cubriendo parte de su rostro, mientras que joyas blancas y plateadas caían por su pelo y cuello.
Nada más llegar, nos dijo que veía dentro de nosotras. Que confía en nuestra palabra pero que pediría un don a cambio de su ayuda. Tan solo usando hilos blancos, nos mostró un palacio, un relámpago y una ola enorme por encima de todo ello. Nos contó que más allá del bosque, al noreste, hay criaturas que rompen la armonía del lugar desde hace tiempos inmemoriales. Ella tiene poder, pero no puede liberar a la isla de ellos porque su alma no es el de una guerrera. Que vayamos hacia allí y busquemos un pozo, que allí está la entrada a unos pasajes subterráneos, la guarida de una bestia de otro tiempo.
La verdad es que todas las indicaciones son un poco místicas, pero al menos sabemos hacia dónde tenemos que ir y es una oportunidad de recuperar nuestra libertad. Como ayuda le ha dado en préstamo a Cris un carcaj con flechas de punta de bronce. Nos ha dicho que la bestia podría tener estirpe divina y podría ser resistente a armas que no estén imbuidas con poder arcano o divinas. Por lo que he podido aprender sobre mi nueva espada, seguramente me sirva.
Antes de marcharnos, ha sacado una madeja de hilo dorado y nos ha dicho que un hilo conecta nuestros destinos. ¿Qué significa ésto? No tengo ni idea.
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mulaplateada · 7 months
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para bajarle un poco a la malasangre quisiera reflexionar, somos los unicos raritos que shipeamos politicos de forma cotidiana, onda en las elecciones se pone peor pero ships iconicas como cristina/putin estuvieron y estan presentes desde las primeras reuniones del brics mas o menos
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norteenlinea · 10 months
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Girish And The Chronicles y Malasangre en Madrid
http://dlvr.it/SqxqW3
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big-mawi · 11 months
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Malasangre
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malasangregambaro · 10 days
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La importancia de "La malasangre"
Griselda Gambaro vivió casi desde su nacimiento la década infame argentina, “década de entrega del país y de miseria de las clases media y proletaria, que se prolonga hasta el acceso del peronismo en 1943” (Dragún 1980: 13) y que da paso al nacimiento de teatros independientes. Gambaro comienza a publicar su literatura más adelante, hacia la década de los 60, y va cobrando fuerza poco a poco. En los 80, cuando publica La malasangre, su nombre ya resuena entre la nueva generación de dramaturgos argentinos: “la generación de autores que surge en ese momento, Pavlovsky, Adellach, Griselda Gambaro, Ricardo Monti, Guillermo Gentile, etc., vuelven con sus obras a quebrar la ilusión de que es posible, sobre un escenario, reflejar coherentemente la realidad” (Dragún 1980: 15).
            Esa intención de reflejar la realidad apunta al realismo crítico, el movimiento que caracteriza la segunda etapa de producción literaria de Gambaro. Esta tendencia vuelve a unir a la autora a sus antecedentes argentinos, tras unos primeros años de trayectoria donde sus influencias eran extranjeras:
Desde sus inicios, lo que ha caracterizado al teatro argentino ha sido su realismo crítico. Este realismo no es una estructura formal, sino la disposición crítica que el autor adopta ante su realidad. Y esta posición crítica, este compromiso más allá de lo estético, ha señalado profundamente a los autores del teatro argentino. Hasta hoy, cuando la sociedad argentina ha presentado a sus autores un cierto aspecto de equilibrio, de coherencia interna, de aparente totalidad, la línea formal dominante ha sido la de la obra realista. (Dragún 1980: 12)
            Es innegable el posicionamiento crítico de Gambaro en esta obra. La alegoría de la dictadura es evidente para el espectador argentino y el mensaje es claro. Los personajes que representan la dictadura (Benigno, Fermín) son caracterizados como los antagonistas, y los que sufren su represión y tratan de rebelarse (Dolores y Rafael) son los héroes de la historia. A pesar de su final trágico, la muerte de Rafael lo convierte casi en un mártir y la actitud de Dolores en la última escena termina de configurar la personalidad de su personaje: aunque empieza sin tener muy claras sus ideas, quejándose a veces de su padre y dejándose otras veces mimar por él, su rebeldía tras haber perdido la batalla que ella ha empezado permite ver su crecimiento. Dolores se resigna a seguir viviendo con sus padres tras haber sido traicionada por ellos, pero nunca estará de su parte.
            La malasangre es importante dentro del realismo crítico porque, esquivando la censura, consiguió hacer llegar al público el mensaje deseado: “Gambaro, entrenada por su producción novelística y por su participación en los grupos de Teatro Abierto, recurre a un manejo sutil del arte de escribir desafiando a las censuras” (Featherston 2014: 107). Para ello, se sirve de técnicas como los saltos temporales, elipsis y ausencia de explicaciones que pueden parecer importantes. Pero es interesante recalcar que se trata de una obra que necesita ser representada para transmitir ese mensaje correctamente:
La malasangre pertenece a un período compositivo de la producción de Griselda Gambaro en el que el subtexto se reviste de fuerte y sostenida significación. […] Uno podría afirmar que el contrato espectacular de La malasangre deberá tener en cuenta el llamado subtexto, sin el cual corre el riesgo de fracasar. […] En una performance dramática el espectador recibe múltiples imágenes audiovisuales en simultáneo de modo que la imagen en el escenario y/o en la pantalla contiene una enorme cantidad de ítems, de información variada. (Featherston 2014: 83)
            La obra necesita ser representada para que su mensaje se transmita en su totalidad por los matices que aporta la representación teatral. Entre estos matices, Featherston resalta los siguientes:
1. Relacionados con el actor: entonación de la voz, expresiones faciales, gestos, movimientos en el escenario, maquillaje, vestuario. 2. Relacionados con el espacio: escenografía, iluminación, accesorios (properties). 3. Signos acústicos no verbales: ruidos, efectos sonoros, música. (2014: 84)
Al tratarse, además, de una obra alegórica donde el contexto histórico es fundamental, recae en manos del reparto una parte de responsabilidad para transmitir el mensaje deseado por la autora. Los actores y actrices deben estar al tanto de la realidad a la que hace referencia la historia para que su actuación remita a esa realidad:
El buen actor teatral deberá estar atento a las circunstancias externas, al contexto en el cual la pieza se actualiza. Evidentemente, no asistimos a la representación de La malasangre hoy como lo hicieron los ciudadanos que acababan de perder una guerra y asistían, esperanzados a la vez que atemorizados, a la convocatoria a elecciones realizada por el general Bignone. (Featherston 2014: 84-85)
            Dentro de la trayectoria de Gambaro, La malasangre marca un antes y un después: “Si los anteriores personajes de Gambaro aceptaban sumisamente las violencias y arbitrariedades que sobre ellos se cernían, Dolores al final del drama se libera” (Featherston 2014: 89). Esta es la principal diferencia entre las dos etapas de producción de Gambaro: sin dejar de poner el foco en las relaciones entre víctima y victimario, la dependencia que tiñe las relaciones de la primera etapa se sustituye por la rebeldía.
Sin duda, Dolores es un claro ejemplo de esa rebeldía. Su carácter fuerte la lleva a darse cuenta de que ha cometido un error al tratar a Rafael como su padre espera que lo haga. Se enamora de él, juntos trazan un plan de huida para ser libres e, incluso después de fracasar, su espíritu rebelde no se rinde, sino que explota contra sus padres.
El recorrido de Dolores y Rafael es una historia de amor prohibido coronado con un final trágico. Pero no se puede ignorar el subtexto que resuena en cada página detrás de ese amor: el de la oposición al régimen rosista, con su dificultad, sus represalias y el profundo dolor que acompaña a los supervivientes de las pérdidas a causa de la represión. Así pues, Gambaro escribe una historia doble:
Es posible leer La malasangre solo desde lo sentimental o relegarlo a una crítica al ya lejano —aunque siempre polémico— tiempo de Rosas. Pero también es posible —y más que posible, deseable— reincorporar el drama en su mundanidad, en el horizonte de expectativas de su tiempo para aprehender las claras alusiones a su contexto histórico. (Featherston 2014: 108)
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chloeprice17 · 1 year
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Preferencias.
Prioridades.
Hay que dejar en claro eso.
No darle más a alguien, a la persona incorrecta.
Da lo justo y necesario.
Ser una persona neutra en todo, dar por igual, sea hombre o mujer.
El sexo no importa.
Seré justo.
Me da igual lo que seas.
Te trataré como me trates.
Puedo dar todo y nada.
No creo lazos con cualquiera.
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luminescentwind · 2 years
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685.
Siento que con el pasar de los años me van calentando menos las mismas cosas, pero aún así me irrito por boludeces. Bah, ya ni sé si me irrito, pero es como que siempre hay cosas en algún rincón de mi cabeza que parecerían estar chirriando cada tanto, sin mayor explicación.
Creo que se vuelve más fácil aceptar las acciones ajenas, aquello que podría llegar a molestarnos, cuando entendemos que nosotros tenemos un poder de decisión que afecta esas otras acciones. Yendo a un ejemplo concreto, siempre me molestó un poco que la gente saliera y no me invitara. Hoy por hoy, me alegro cuando sé de algunas personas que se juntan, porque no me siento excluida al no ir. Quizás porque me invitaron y yo ya había decidido no ir, o bien porque no me afecta que ellos se junten. Esto no significa que no me gustaría participar, sino más bien que estoy bien de ambas formas.
Pero en otros casos, casi que lo que me molesta es que la gente tenga una vida en la cual yo no cumplo ningún papel. Esa actitud mía siempre termina en resentimiento. Pero después me pregunto, ¿qué hago haciéndome malasangre por gente para la cual no significo nada, para quienes no soy más que un personaje secundario o terciario? Ahí con esa caída de ficha es que me enojo y bloqueo o elimino a las personas. Al pedo, total ellos ni se enteran de por qué me enojé. Muy escorpiano todo.
Pero bueno. Es parte de mi forma de ser. En general he cambiado para bien en muchísimos aspectos y he crecido mucho como persona, pero con estas cosas siempre me falta un centavo para el peso. Supongo que debo seguir intentando ser menos resentida. Quizás enfocarme más en lo mío sea un buen primer paso.
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mutedscale · 2 years
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Dejá de hacerte malasangre, y ocupa tu mente en algo más fructífero, te quiero. No hay nada que yo necesite leer, o decirte. Sé que sos como yo y volvés dónde alguna vez sentiste un recuerdo lleno de vida, porque la actualidad no está tan colorida entre las penas individuales de cada uno y te entiendo. A veces no respondo las cosas que siento que me dedicás, porque trato de evitar que cierta estabilidad en un lado profundo de vos dependan de estas cosas, porque a veces siento que todavía te hacen falta, y entiendo tus sentimientos. Pero aunque trate de desconectar, que sepas que aún así te adoro mucho, que te tengo en un lugar separado de la tinta con la que dudo yo en mi vida, que sé que sos alguien que me desea el bien y no el mal en esta tierra, y eso significa muchísimo para mí.
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2isa-bell-6 · 2 years
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Pero yo no soy culpable de tus males, así que no esperes compasión de mi. Te aseguro que tus vivencias jamás van a justificar tu mal comportamiento.
Suerte en el infierno hipócrita...
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poetajoereyes · 4 years
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