Tumgik
#muñeca de sangre
nievz · 1 year
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"current obsessions of an obsessive lady"
"obsesiones actuales de una joven obsesiva"
cats mood pictures <33 — fotos de gatitos animicamente iguales a mí <33
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gore porcelein dolls <33 — muñecas de porcelana sangrientas <33
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the hell this beautiful shits are <33— lo que cazzo sean estas cosas hermosas <33
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Chishiya <33 (Alice in Borderland)
(+Kuina and [y] Ann)
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bitacoradeunadialover · 4 months
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Headcanons random sobre los Diaboys
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Headcanons personales que son basura pero que de todos modos me encantan y están atorados en mi cabeza lol
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• Ayato no tiene idea de cómo usar un microondas o cualquier cosa relacionada con la cocina. Una vez había ordenado comida rápida. Como ésta llegó fría, quiso calentarla en el microondas. ¿Error? Lo dejó en el mismo recipiente de plástico en el que lo había recibido. Poco después la cocina estaba en llamas.
De más está decir que Reiji casi pierde la cabeza, y que cierto pelirrojo se quedó sin su mesada por largo tiempo.
• Laito quedaría impresionado por una chica que no le teme a los insectos. Por ejemplo, si puedes matar una araña o una cucaracha sin miedo, automáticamente comentará algo como "Cásate conmigo, Bitch-chan", sin dudarlo.
Esto no significa que él te ame ni mucho menos, pero seguro que está un poco muy impresionado por tu trasero valiente.
• Shu es completo ignorante sobre todo lo tecnológico, únicamente se limita a saber lo básico: cómo comprar en línea, cómo enviar mensajes y hacer llamadas con un teléfono celular y un par de cosas más.
¿Ese feo y viejo mp3? Lo usa porque dice que es más "práctico" que las aplicaciones que tienen los smartphones.
A menudo se queja en voz alta como el anciano que es sobre cómo los dispositivos electrónicos, a pesar de ser considerados “inteligentes”, resultan innecesariamente complicados de usar.
• Subaru suele escaparse de la mansión para ayudar en un refugio de animales cercano como voluntario. Nadie lo sabe y espera que así continúe.
• Reiji es un imbécil competitivo cuando se trata de la escuela. Incluso si es un vampiro Sangre Pura con más de doscientos años encima, no puede evitar desear tener las mejores calificaciones de la academia.
En una ocasión su calificación fue de 90 sobre 100 y casi se desmaya de la vergüenza.
Quemó ese maldito examen para que nadie lo supiera.
• Subaru fue detenido varias veces por destrucción de propiedad pública y privada (y por disturbios y peleas callejeras).
• A Kanato le gusta ir a jugueterías para ver peluches y muñecas lindas. Puede literalmente gastar toda su mesada en cosas de Sylvanian families.
• Alguna que otra vez Shu se plantea qué nombre le pondría a sus hijos si es que decide tenerlos (y sí, siempre se refiere al asunto en plural, como si pretendiera tener más de uno). Se ha puesto de acuerdo consigo mismo en que elegiría los nombres de sus compositores de música clásica o pintores y escritores favoritos.
• Shin mataría a cualquier imbécil que siquiera pretenda lastimar a un perro, ya fuera callejero o que tenga un dueño irresponsable o maltratador. Ni hablar de alguien que pretenda cazar a un lobo a uno de sus familiares.
• Por su parte, Subaru mataría a cualquiera que pretendiera dañar a un animal. ¿Hay un grupo de niños queriendo lastimar a un pajarito con una resortera? Les aseguro que los asustará tanto que jamás se les cruzará la idea de nuevo.
Y es que Subaru, incluso si es demasiado tsundere como para admitirlo en voz alta, siente que los animales son los seres más puros sobre esta tierra y realmente se siente querido por ellos. Como si fueran los únicos seres capaces de ver algo bueno en él. Bebé lo amo.
• Entre los 90's y los 2000 Ayato quiso ser un cantante de rock pop. Después decidió que no era lo suyo, que quería ser basquetbolista profesional. Sus hermanos suelen burlarse de eso cuando Ayato se vuelve muy molesto y Laito tiene fotos de su look en ese momento sólo para fastidiarlo.
• Los 50's fueron los años y la época favorita de Laito.
Esto es todo por ahora, bye bye
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caostalgia · 1 year
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A la luz de la luna un poeta bohemio escribe versos de cristal, tan frágiles que se rompen en cada palpitar de este corazón taquicardico. Fragmentados y desordenados como un rompecabezas trata de que sus pedazos puedan encajar, sin saber que habían piezas faltantes que nunca más volverán a estar. Ensangrentado y con trozos de vidrio en sus muñecas dejó que el tiempo corra sin parar, sin saber que estás heridas podrían infectar. El no sanar ha vuelto de sus versos un veneno letal, que algún día podrían liquidarlo sin que esté poeta vuelva siquiera a tocar aquel instrumento que lo inspiro a amar. Esa pluma dorada que se alimentaba de su sangre infectada, y que ahora vive para anhelar tan siquiera una mirada, de ese astro de luz. Si, esa luna tan adorada.
~Goner
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leearen · 2 months
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Ha golpeado en la cabeza a un humano que carga una biblia, de todas las cosas, pero no duda que deben haber más cerca. "No hagas ruido." es lo que susurra al divisar a otro vástago en su camino, antes de aferrar la muñeca del contrarie, y caminar por la orilla de un edificio en llamas. El humo es sofocante, por lo que a duras penas encuentra un camino hacia la oscuridad del bosque rondante. "¿Estás heride? ...no puedo creer que tengamos que hacernos cargo de los desastres ajenos..." masculla, muchas manos del clan se habían unido para controlar el fuego, ¿Y encima cazadores? lo único que faltaba. "Pregunto porque puedo ayudarte con eso." señala, sin dar muchas más pistas de que se refería a los dones de la senda de la sangre.
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46snowfox · 16 days
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Diabolik Lovers Daylight Rejet Shop/Skit Dolce Tokuten: 「Lección Irrazonable♪」 [Ayato Sakamaki]
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Título original: 「理不尽レッスン♪」
//Traducción pedida en Ko-fi//
*suena la campana de la escuela* *están entrenando basquetbol en el gimnasio*
Ayato: ¡Así no! ¡Abre más las piernas! ¿Ves? Puedes hacerlo si lo intentas. Ahora baja tu cintura. ¿Por qué te distraes? ¿No escuchaste las órdenes de tu majestad? Si me escuchaste, entonces obedece. Rayos, me estoy tomando el tiempo de enseñarte porque eres extremadamente tonta y tomas esa actitud.
Ayato (1:02): Je, ¿de verdad? No parece que lo estés haciendo en serio. Eres muy poco sofisticada. Pff… Ay rayos, lo volví a recordar, cómo te veías al lanzar la pelota… Jajaja. ¡Claro que sí! ¡Todos en la clase se estaban aguantando la risa! Te veías tan tonta que el resto solo intentó no reírse. Sabía que eras mala en esto, pero jamás imaginé que pudieras ser tan torpe. ¿Cómo eres tan torpe si ni siquiera tienes pechos? De hecho, por eso mismo tu cuerpo debería ser ligero. Jaja, si te frustra, entonces intenta demostrarme lo contrario. Bien, adopta la pose que te dije antes e inténtalo.
Ayato (2:02): Abre tus piernas y baja tu cadera. Intenta lanzar la pelota en esa pose. No pongas fuerza de más, solo arroja la pelota. *la lanzas* ¿Qué fue eso? Ni siquiera alcanzó la canasta… Eres un caso perdido. ¡Cállate! ¡No me contradigas! Inténtalo de nuevo. ¿Acaso sostienes mal la pelota? Tu posición está bien. Vamos, en posición. Ah, ya veo, no estás colocando bien los brazos. Tienes que levantarlos más *mueve tus brazos*.
Ayato (3:01): Te estoy ayudando de esta forma porque no me entiendes con palabras, vamos, céntrate, céntrate. Esto no es la gran cosa… Cállate y déjame moverte como a una muñeca de trapo. ¿Te da cosquillas? Pues aguántate. Solo eres una pecho plano y te crees con derecho de quejarte por todo, engreída. ¿Y qué quieres que haga? Oh, ya sé, tengo una idea. Cambiemos de método. Jeje, enseñarte de forma normal es aburrido. Lanza la pelota como te dije, te observaré… Y por cada vez que falles succionaré tu sangre, ¿qué te parece? ¡Tonta! ¿Por qué pones esa cara de tonta? Lo mejor es darte una condición que te provoque nervios y motive a hacerlo bien.
Ayato (4:07): Es por eso que nunca lo haces bien, te falta motivación. ¡Soy un genio! De esta forma aprenderás a lanzar y yo me divertiré, ambos ganamos.  Me he tomado varias molestias ayudándote, es lo mínimo que me merezco. Acepta y déjame succionar en paz y si no quieres eso, entonces lanza bien una o dos veces. ¡Deja de quejarte! Vamos, lanza. Te ves más decidida que antes, debiste haberlo estado desde un inicio… Bien, ¡lanza! *lanzas y anotas*
Ayato (5:03): ¿Eh…? ¿Qué pasó? Antes no entraba… ¿Por qué ahora sí anotas? ¡Eso fue pura suerte! Es imposible que alguien que ni siquiera alcanzaba la canasta pueda encestar. Lánzala otra vez. *lanzas y anotas* Imposible… ¡Maldita sea! Esto no es divertido. ¡Otra vez pecho plano! ¡De nuevo! ¿Ah? ¡No fastidies! ¡Mi clase aún no acaba! ¡Que no se te suban los humos a la cabeza solo porque encestaste un par de veces! ¡De nuevo! ¡Lánzala otra vez! *encestas* Tch, que aburrido… ¿Por qué no falla…?
Ayato (6:03): Ya entendí, estás haciendo trampa, ¿no? ¡No mientas! Es imposible que puedas anotar tantas veces seguidas sin hacer trampa. Silencio, tú eres la loca. ¿Sabes qué le pasa a los tramposos?  Tú eres la que siempre dice que no hay que hacer trampa, que es algo malo. Cuando haces eso en un deporte se toma como un incumplimiento de  las reglas y recibes una penalización. *retrocedes* Jajaja, no escapes. Es tu culpa, así que no puedes negarte. Vamos ven aquí. *te atrae hacia él* Jajaja, ¿desde dónde debería succionar? No voy a detenerme, además, aunque te niegues tu cara… me dice que estás ansiosa.
Ayato (7:09): ¿Segura? Haré que te sientas bien… Maldita sea, cierra el pico, ¿qué importa si nos ven? *sonidos de pasos* Tch… Justo cuando estaba en la mejor parte… ¿Por qué te relajas? Nunca dije que no ibas a ser penalizada, solo digo que no te la daré aquí, pero cuando volvamos a casa te daré un duro castigo para compensar lo que no te hice aquí. De nada te servirá intentar huir, succionaré mucha de tu sangre, así que prepárate.
¿Te gustan mis traducciones? Puedes apoyarme en ko-fi nwn
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Menos mal que no morí todas las veces que quise morir –que no salté del puente ni llené las muñecas de sangre, ni me eché a la vía, allá lejos–. Menos mal que no até la cuerda a la viga del techo, ni compré en la farmacia, con receta falsa, una dosis de sueño eterno. Menos mal que tuve miedo: de los cuchillos, de las alturas, mas sobre todo de no morir completamente y quedarme ahí –aún más perdida que antes mirando sin ver–. Menos mal que el techo fue siempre demasiado alto y yo ridículamente pequeña para la muerte. Si hubiese muerto una de esas veces, no oiría ahora tu voz llamándome en tanto escribo este poema, que puede no parecer –pero es– un poema de amor.
Maria Do Rosário Pedreira
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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Capítulo 9:
Alana se separó  abruptamente de Enzo en cuanto le comenzó a faltar el aire, al igual que ella, Enzo se encontraba agitado, haciendo lo posible para obtener la mayor cantidad de oxígeno posible. 
—No te vayas—susurró Enzo con sus manos sobre las mejillas de Alana—. Por favor, no te vayas como el otro día. 
Alana acarició las muñecas del hombre, si se supone que lo que acababan de hacer estaba mal, ¿por qué se sentía tan bien?
—No me iré—respondió en un murmuro.
A los pocos segundos los labios de Enzo estaban sobre los de ella nuevamente, una oleada de calor la invadió por completo, los labios de él eran suaves y se movían contra los de ella con suma delicadeza, mientras que sus manos no permitían que el rostro de Alana se alejara, era como si él temiera que ella fuera a huír como aquella noche y que esta ocasión haría lo que fuera para mantener a Alana lo más cerca a él  posible. 
Alana subió las manos desde los hombros de Enzo hasta su cabello, entrelazando algunos  mechones entre sus dedos, él soltó un jadeo que se quedó atrapado en su garganta como respuesta, ella sintió que sus piernas le fallarían en cualquier momento. 
Sólo se estaban besando y ella ya estaba sintiendo más de lo que lo había hecho en toda su vida, todo su cuerpo se encontraba temblando y respondiendo automáticamente al toque de él, como si estuviera diseñado para él. 
Enzo hizo que ella retrocediera unos cuantos centímetros, por lo cual ahora la espalda de Alana se encontraba firme contra la pared, el beso ya no era tan suave como al principio, ahora era un beso desesperado, las manos de Alana tirando cada vez más el cabello del chico, él bajó las suyas por todo su tronco y las colocó sobre sus caderas, hizo un ligero apretón que provocó que ella gimiera sobre sus labios.
Alana soltó un sonido de protesta cuando los labios de Enzo se despegaron de los suyos, pero inmediatamente sintió ese húmedo tacto en su mandíbula que comenzó a bajar por su cuello con pequeños besos, Enzo le besaba el cuello como si su vida dependiera de ello. 
—Enzo—murmuró, no porque quisiera que parara, al contrario, su voz delataba imploración, él pareció entenderlo, porque profundizó sus movimientos. 
Alana se mordió el labio inferior tan fuerte que saboreó su propia sangre, estaba apunto de meter sus manos por debajo de la camisa de él cuando un carraspeo provocó que se separaran de golpe. 
—Mierda—maldijo Enzo, su pecho subía y bajaba rápidamente, sus mejillas se encontraban sonrojadas, Alana sintió que la sangre se le iba a los pies.
Lucía estaba ahí con los brazos cruzados. 
—Tenés suerte de que haya sido yo la que los haya visto en esa posición tan comprometedora—se dirigió a Enzo, ni siquiera se molestó en mirar a Alana. 
—Lucy…
—No diré nada, obvio, además no es como que tenga pruebas—dijo—. No me importa ella, pero la finta  de alguien que participa en una infidelidad no te pinta para nada bien, no sos esa clase de persona. 
Alana se abrazó a sí misma, se sentía tan avergonzada, su relación con Sebastián había sido turbulenta en los últimos meses, pero no merecía eso. 
Tampoco Enzo. 
—El estudio está apunto de cerrar, salgan antes de que alguien más los vea—les ordenó—. Nos vemos mañana—se despidió de Enzo y desapareció del radar. 
Alana se pasó los dedos por los labios sin importarle que Enzo siguiera ahí, que la estuviera observando tan detalladamente, se notaba que su cabeza estaba hecha un lío. 
—Lucy es de confianza—informó—. La conozco desde hace un montón, es mi 
amiga. 
Alana asintió, claro que que la rubia y ella no habían iniciado de la mejor manera, pero si algo le había demostrado, es que en verdad se preocupa por Enzo.
—Decíme algo, por favor—murmuró Enzo. 
—No mereces esto—dijo simplemente—. Lucía tiene razón, no eres esta clase de persona. 
—Yo quiero esto—replicó Enzo—. Sos todo en lo que puedo pensar.
—Tengo novio—le recordó y para su mala fortuna, también se lo recordó a ella misma. 
—Y es un boludo, no entiendo por qué seguís con él—dijo  él, por primera vez cuestionándola desde que se conocían. 
—No es tan fácil como eso.
—Lo es, es una mierda, lo dejas y ya está. 
—Vivo con él, toda mi vida la tengo aquí. 
—¡Es una vida que no te gusta! Vos lo sabés bien. Sos miserable a su lado. 
Alana levantó ambas cejas ante la acusación, se sintió como una patada en el abdomen, principalmente porque sabía que era verdad. 
—Perdóname—se limitó a responder. 
Enzo suspiró y bajó los hombros como dándose por vencido, la conocía tan bien, sabía que se iría, que huiría como la otra vez. 
—Ya te pido el taxi—dijo él sacando su celular. 
—Enzo—su voz se entrecortó, ¿en qué lío se había metido? 
—Toma, es una copia de la llave del departamento—dijo él sacando una llave de su bolsillo—.  Mi casa sigue estando abierta para vos, espero que al menos sepas eso. Andáte con el pelotudo ese, pero al menos no pares de hacer lo que más te gusta.  
Sintió como sus ojos picaron y como su garganta comenzó a cerrarse, tomó la llave de la mano de Enzo, sintiendo aquella característica corriente eléctrica que le recorría los sentidos cada que lo tocaba y caminó hacia la salida, se giró por última vez para ver a Enzo, encontrándolo con las manos en los bolsillos y la mirada perdida. 
—Buenas noches—la saludó el taxista.
—Buenas noches—respondió ella como pudo, se apartó el cabello de la cara y se recargó contra la ventana del auto. 
—Pero qué lugar tan mono es este—exclamó el hombre tomando el volante e inclinando la cabeza para tener una última visión del estudio de grabación—. ¿Sois actriz?
—No—respondió ella.
El taxista continuó entablando conversación el resto del camino, Alana se limitó a hacer aportaciones con monosílabos.
Por un lado, no podía dejar de pensar en la manera que Enzo la había besado y tomado, en los pequeños sonidos que hacía sin temor alguno, en sus expresiones suaves y sus gestos delicados, por otro lado, no podía borrarse la imagen de Enzo diciendo que ella era miserable con Sebastián. 
Sabía que terminar la relación con su novio, no sólo lo había engañado, hace mucho había dejado de ser feliz a su lado, pero sentía tanto miedo, ¿dónde se iría a vivir? ¿en verdad dejaría a Sebastián solo en un momento tan importante como la escritura de su primera novela?
¿Y qué sucedería con Enzo? ¿La quería de verdad o era pura atracción lo que sentía por ella?
Alana negó con la cabeza, lo suyo era imposible, él eventualmente se iría de España. 
Odiaba tanto saber que las únicas dos personas que tenía en el país, la hacían un completo desastre. 
¿O era ella la que hacía un desastre de ellos?
                                                  ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
Alana gruñó cuando sonó la alarma de su despertador, había olvidado cancelarla la noche anterior, había llegado tan cansada y triste del set de grabación que se había echado a la cama apenas llegó, en la madrugada sintió como los brazos de Sebastián le habían rodeado el cuerpo, ella se los había quitado de encima y se había dormido de vuelta. 
Era 29 de Abril y Alana oficialmente era un año más vieja. 
Era su cumpleaños, por lo cual no tenía planeado escribir ese día, cuando vivía en México, su cumpleaños era una gran cosa, su familia y amigos le organizaban fiestas y Sebastián la llenaba de regalos, una vez que se mudó a España los festejos masivos habían terminado, pero ella y Sebastián habían mantenido la costumbre de salir a comer y tomar algo para después cenar pastel.
Se bañó y preparó para comenzar su día, las cosas habían estado tensas con Sebastián por lo cual ni siquiera habían tenido tiempo de planear algo para su cumpleaños, claramente Alana no esperaba que hicieran algo novedoso, pero pensó que al menos comer algo de pastel con él sería agradable. 
Después de bañarse y vestirse se dirigió al comedor, esperó encontrarse a Sebastián ahí como de costumbre, pero en cambio encontró sólo una llave y una nota en la mesa. 
''Me comporté como un loco ayer. Aquí está tu llave, estaré afuera un buen rato, hay comida en el refri, te amo''.
Alana suspiró y tomó la llave para guardarla en su habitación, ahora tenía dos llaves para el departamento de Enzo, las cuales no tenía intención de utilizar en los próximos días hasta que las cosas estuvieran más relajadas entre ellos.
De igual manera esperaba que Sebastián no estuviera por ahí preparándole una sorpresa por su cumpleaños, eso la haría sentir muy culpable. 
Se limitó a responder los mensajes y llamadas de familiares y amigos, contestó algunas felicitaciones que lectores le habían dejado online y vio tres de sus películas favoritas seguidas, no era como se había imaginado pasar su cumpleaños, pero no podía quejarse.
Después de su maratón de películas se dedicó a limpiar el departamento entero, lustró los platos de la cocina y los pisos, acomodó el librero de la sala al menos unas dos veces, aspiró los sillones y la alfombra, finalmente entró al estudio de Sebastián, no recordaba la última vez que había estado ahí con la intención de leer, sobre todo desde la última conversación que habían tenido, en la que establecieron no volverse a leer el uno al otro, sin embargo, la curiosidad y aburrimiento la poseyeron, tomó el manuscrito del escritorio y comenzó a hojearlo lentamente. 
Leyó durante horas enteras,  Sebastián había avanzado un montón a la historia desde la última vez que lo había leído, Alana tenía su espalda estaba recargada en la cómoda silla y sus piernas estaban extendidas cuidadosamente sobre el escritorio de Sebastián, se encontraba pensando al mil por hora, acababa de encontrar un agujero en la historia que definitivamente tenía que ser llenado, buscó un marcador en el escritorio, sabía que se había dicho a sí misma que no volvería a editar para Sebastián, pero le causaba conflicto dejarlo pasar, estaba husmeando en uno de los cajones cuando su celular vibró. 
''No puedo dejar de pensar en vos y en lo que pasó ayer, por favor llámame o vení cuando te sientas lista, quiero darte tu espacio, pero tenemos que hablar sobre lo que ocurrió, en fin, feliz cumpleaños, espero que la vida te conceda un montón de vueltas al sol más y que te la pases maravilloso hoy. Sos una persona única, te aprecio mucho y cada día le agradezco al cielo por haber aceptado ir a esa premier y encontrarme con vos, te quiero, Enzo''.
Alana leyó y releyó el mensaje varias veces, ¿cómo podía Enzo ser tan buena persona?
Se encontraba escribiendo la respuesta al mensaje cuando escuchó la puerta de la sala cerrarse, salió del estudio rápidamente. 
—Hola—dijo Sebastián en cuanto la vio.
—Hola.
Alana miró por la ventana, se le había pasado el día entero y oficialmente era de noche. 
—Te devolví la llave. 
—Sí, sí la vi—respondió ella. 
Sebastián asintió levemente, Alana se rascó la nuca incómodamente, claro que no esperaba la gran fiesta, ni siquiera esperaba un regalo o gesto emotivo, pero al menos un feliz cumpleaños.
—¿Qué hiciste hoy?—preguntó Sebastián quitándose los zapatos, llevaba ropa deportiva, ¿se la había pasado todo el día en el gimnasio acaso?
—Umh, vi unas películas y limpié el depa. 
—Cool, ¿no escribiste hoy?—preguntó con curiosidad, Alana inclinó la cabeza al escucharlo, él sabía que Alana tenía la boba tradición de no escribir durante su cumpleaños, lo sabía desde años atrás.
—Eh…pues no—dijo. 
—¿Y eso?—preguntó él dándole un sorbo a la botella de agua que llevaba en las manos. 
—Bueno, ya sabes, que día es hoy y eso—dijo ella soltando una risa incómoda. 
—¿Sábado?—respondió Sebastián con genuina confusión. 
Alana quedó estupefacta, Sebastián había olvidado su jodido cumpleaños. 
—Como sea—dijo él al notar que ella no respondía—. Me ducho rápido y me voy a escribir, se me fue el rato en el gimnasio, cargo lo doble que antes en pierna, ¿no es genial?—preguntó él emocionado. 
—Mucho—carraspeó Alana. 
—Vale, buenas noches—dejó un beso en su mejilla y se fue al baño. 
Alana se quedó plantada en la sala por varios minutos sin saber qué pensar o hacer, sintió la nostalgia invadirla, las lágrimas acumulándose y su labio temblando. 
No quería estar ahí, quería estar en casa.
Tomó la llave que Sebastián le había devuelto y sin molestarse en limpiar sus lágrimas, salió del departamento.
Tenía que ver a Enzo.
Necesitaba verlo.
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zoeyazmin · 2 years
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Menos mal que no morí todas las veces que quise morir –que no salté del puente ni llené las muñecas de sangre, ni me eché a la vía, allá lejos–. Menos mal que no até la cuerda a la viga del techo, ni compré en la farmacia, con receta falsa, una dosis de sueño eterno. Menos mal que tuve miedo: de los cuchillos, de las alturas, mas sobre todo de no morir completamente y quedarme ahí –aún más perdida que antes mirando sin ver–. Menos mal que el techo fue siempre demasiado alto y yo ridículamente pequeña para la muerte. Si hubiese muerto una de esas veces, no oiría ahora tu voz llamándome en tanto escribo este poema, que puede no parecer –pero es– un poema de amor.
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Como invitada especial en la carne de mis muslos me haces sentir el anfitrión más especial.
Tienes carta blanca en la totalidad de mi cuerpo y lo sabes, te creces, te excitas, te apoderas de mí….
No te hace falta guía en los recovecos de mi anatomía, tú eliges por dónde empezar, como atacar, qué saborear….
Al tenerme boca abajo tumbado en tu cama y con las muñecas atadas con las sedosas medias que hace breves instantes llevabas puestas, te hacen sentir la leona que tiene ante sí un festín de la más lujuriosa carne…
Tus pupilas se dilatan, te relames ansiosa, noto en mis nalgas como emana calor de tu sexo….
No me queda otro remedio, estoy capturado por tus encantos y tus mordiscos, no puedo escapar a tu lujuria, tampoco quiero!!
A cada roce de tus labios, a cada mordisco, a cada frase obscena que susurras mientras muerdes el lóbulo de mi oreja, mi sangre hierve…
Y en santa procesión de dirige a un solo punto.
Empiezo a estar incomodo con semejante tensión en mi polla pero esta sensación desparece de un plumazo cuando de un salto te levantas de mis muslos y te haces sitio para trabajar con comodidad mis nalgas. Noto que eres una aventurera osada y que manejas muy bien la lengua en territorios inhóspitos pero llenos de mucho placer.
Te eriges en el Moisés de mis nalgas, te abres paso con tu húmedo apéndice mientras estrujas mi carne tensa, mis primeros gemidos se hacen audibles en tu habitación, empiezo a mojar tus sabanas de transparente humedad…
Tu osadía no tiene límites y te adentras en el averno de mis perversiones, placer de unos y tabú de otros, tu dedo experto en ortografía busca ese punto con apellido de consonante.
La verdad es que me da igual como se llame, solo quiero me lleves al delirio del placer….
Y tú sabes muy bien cómo hacerlo…
Tú tocas, yo jadeo…
Tú estimulas, yo gimo…
Tú provocas, yo me derrito…
Conoces muy bien las señales de mi cuerpo, sabes controlar mis tiempos.
Te mueves, y ya sé que es lo que buscas….
Colaboro…
Me doy la vuelta, el sudor se hace presente en mi torso desnudo, mi erección se libera de la prisión en la que estaba enmudecida y atorada.
Tu gula no tiene límites, te lanzas a devorarme….
Mordiscos, lamidas, besos; las marcas y rojeces que dejas a tu paso se hacen presentes en mi blanca piel.
Mi torso parece el campo de batalla de una guerra que no sabemos cuándo tendrá fin...
Casi por sorpresa te apoderas de mi sexo y sus dos fieles acompañantes.
En ese momento comienza la placentera tortura de tu erecto prisionero…
Eres una experta en hacer hablar a los soldados erguidos capturados por ti, son pocos los que se resisten a tales argucias, en breves instantes me rendiré a ti y de mi glande brotará verborreica y blanca información íntima y personal.
Sé que eso te satisface y te hace sentir poderosa.
Muy perversa, muy hembra...
©Navegandoportumente
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knottedskein · 6 months
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El Paso.
My parents lovingly doted on me in Spanish. I unknowingly babbled nonsense aligned to no particular world. My boundless coos came from the safety of my nest. Maybe it was too soon to tell which way I would sway. I was just a baby. Una bebesita. Were my cries in English? ¿Soñaba en español? Did I want to play with a ball or ¿jugar con una pelota? Was my favorite color rosa mexicano or did I ask to surround myself with Barbie pink? Did I go by Débbie or Debbie? Did mami and papi anticipate that I would lose my way? And did they know I would find my own path?
Miami.
Here la historia begins. My thoughts became tangible and solidified. My sentences brincando between dos mundos. I want leche. I want a muñeca. ¡Quiero candy! Dos padres very confundidos by my melange of Spanglish. They tried to make sentido of my words. There was no order to a lenguaje unconstrained by reglas. Mama y papa tried to teach me how to contar. So I counted to mis papas: one, dos, three, four, cinco, seis, seven.....
San Antonio.
¡En esta casa hablamos español! I learned to navigate the awkward Spanish words with the twist of my rigid tongue. Mi pobre boca felt thick with palabras and ideas that had no release. My fragmented Spanish no longer glittered the floor in broken shards. Instead, it was precariously pieced together—held tightly with anglicized thoughts. I tried to make the palabras come out, but it only chipped away at something that was already broken. My parents would come to lament the choice I had made. In this house, I spoke English.
Puebla.
Mi vocabulario se alimento con cultura. Estuve intoxicada con los colores y sonidos. Mis palabras se volvieron miel. Sacarina. Dorada y viscosa. Vivía en un paraíso mexicano mientras conservé mi inglés con solo mis pensamientos. La miel atrapó mis pensamientos como ámbar y preservó mi ingenuidad. Mi inglés se mantuvo inmaculado con mi juventud. Mientras, mi español pudo madurar y explorar este nuevo terreno. Pero este néctar empalagoso no logró saciar las gargantas de los demás. Les ofrecí miel, cuando nada más quisieron la pureza del agua. I wanted nothing more than to offer the very nectar that had sanded the callouses off my tongue. Yet, their fangs drained the sweetness from my fragile veins. Their forked tongues stabbed sibilant snarls into my sensitive ears. Their talons tore at my paper-thin skin while I stretched my arms out in surrender. I begged for mercy, but I was met with their vitriol. Their venom spat across my face and the acid was left to blister my delicate flesh. My Spanish offended them. So, they left me branded with gleaming rosa scars. La gringa.
Farmington.
Chillicothe.
Selma.
I clenched my hands around mis palabras like the flawless diamantes I chiseled from mi tierra sagrada. No puedo dejar que escuchen mi español. They wouldn’t hear my Spanish. Pero los diamantes dug their resentment into my flesh with their sharp points. I held a precious hidden treasure in my palms that I feared would be ripped from my clutches by overzealous thieves. I wanted nothing more than to wash off the sangre that dripped from my pierced fingers. I wanted to thrash and scream— ¡Mira! ¡Mira como brillan! ¡Mira que preciosos y radiantes son! But when I finally spread my fingers out wide for the world to see, they only saw the blackest coal glistening with the redness of my fear. They snatched black diamonds and set my mundo ablaze. From the glowing embers, they branded my skin anew. The wetback.
San Antonio. Again.
Again. There were others like me, but were they like me? Were the manuals to their lives written in English or ¿escrito en español? Do they prefer flour tortillas or ¿prefieren tortillas de maiz? Did they have to climb up to the stage and prove to the world, that like, ¡No, en serio! ¡Te lo juro! Soy Mexicana! ¿O les arrancaban el micrófono de las manos a pesar de gritar, “No, I swear! I’m American!”? I was no longer alone. We were alone together. Our existence and identities became a performance; a dance for no one that particularly cared. "Watch the amazing acrobatics! See how we jump between two worlds!" Uno que nos rechazó por haber nacido en el mundo equivocado and one that unwelcomed us for being born with a different language caged behind our teeth. They tried to mark us out in the open, but our skins held no more room for new scars. Instead, they abandon like the waste they deemed us. We were left ignored and unworthy of recognition. We became expendable. Unseemly. Incongruous. Nothing. Nada.
Here and now.
My skin is no longer tattooed with scars with which I was branded. It has thickened and matured. It’s the leather of an ancient tome that was bestowed secret knowledge of two powerful realms. It’s the bark of a wizened gnarled oak that straddles the old and new worlds. I am steady in my journey and I am sure of my path. Tengo mi voz y mis susurros will tear down brick walls erected by the deplorable. Tengo mi voz y mis gritos will demand for all dreamers to have their dreams realized. Tengo mi voz y anunciaré al mundo que I know who I am and am not. I am too white. I am not dark enough. I am not white enough. Soy descolorida. I am nothing. Soy nada. I am a wetback. Soy una gringa. I am something. Soy todo. I am the longing for Spanish to kiss me with their honeyed lips. Soy la boca que fue moldeada con la fuerza y dureza de inglés. I am Latinx y soy latine. I am mexicana. Soy American. I am both. Soy dos almas encerradas en un cuerpo. I am the amalgamation of the ancient and modern. Soy las tradiciones pasadas por mis papás and I am the resister of their outdated ways. Soy Mexican-American. I am mexicana-americana. I’m me. Soy yo. Me.
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lunadorada · 19 days
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ECOS DE SOMBRA Sola, navegando en la inmensidad de mi propio mundo, sin voz con la que compartir mis sueños o mis pesadillas. Ella logró el sueño de toda mi vida, con una valentía que yo nunca tuve, una ironía marcada por el día en que la vida se celebra y, sin embargo, ella se desvaneció.
¿Por qué las lágrimas, querida? ¿Por qué la sangre, querida? ¿Qué mal puede tocarte si llevas la belleza por escudo? Muda ante las preguntas sin respuestas, sombra de una guerra familiar que quizás nunca tuvo vencedores.
Llorar se ha convertido en mi compañero nocturno, y la muerte, en una fantasía recurrente. Aun así, algo me empuja a continuar, esperando un beso tardío, anhelando una visita nunca recibida.
¿Es este sufrimiento un castigo? ¿O acaso una prueba? La resistencia se me escapa, y la muñeca de porcelana, nunca más será la misma
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or1anasblog · 5 months
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Cuna de Lobos
Los grilletes mordían la piel de tus muñecas y tobillos,el que tenias en tu cuello estaba demasiado apretado para tu gusto dejando una molesta presión sobre tu tráquea cada vez que los nervios te hacían tragar saliva. Fuiste vendido como esclavo a un viejo mercader que se beneficiaba con la compra y venta de huérfanos para los clanes poderosos que solicitaran mano de obra o servicios de servidumbre. Tus padres habían sido asesinados luego de haber sido interceptados por hombres vestidos de negro durante una caminata los cuales habían estado siguiendo sus pasos, tal parece, razonaste ahora, que se trataban de ninjas extremistas obsesionados con purgar cualquier influencia de todo lo que provenga de occidente siendo tu la única sobreviviente al haber huido cuando tu madre te lo dijo.
Presa del miedo, vagaste por unos días hasta llegar a un pequeño pueblo débil y cansada. Los lugareños apenas se percataban de tu existencia y sobrevivías gracias a las sobras que te daban, el recelo hacia ti por tu apariencia era notorio pero no te importaba en tu estado famélico. Luego te atrapó este mercader y ,aprovechando tu apariencia a tu favor, mentiste sobre tu edad para evitar ser vendida a los distritos de placer de los clanes que recurrían a tu dueño por carne fresca. Ahora te encontrabas caminando rumbo a no sabias dónde, lo único que sabias era que el lugar estaba extremadamente alejado del asentamiento mas cercano y que el clima iba empeorando, las ráfagas heladas entumecían tus extremidades haciendo difícil seguir un paso constante. Sin embargo, el miedo a recibir una paliza te hacia concéntrate para no atrasar la fila india que compartiste con los otros niños ,ya habías tenido una cuando quisiste ayudar a otro niño que se había atrasado y el recuerdo del ardor de los latigazos aun persistía en tu espalda y piernas. Al cabo de unas horas, cuando el sol ya estaba escondiéndose y la escarcha comenzaba a caer, vislumbraste luces tenues en la punta de la montaña y si bien el frio ya había entumecido tus manos y pies hiciste lo mejor para llegar rápido.
Al llegar a la entrada te diste cuenta rápidamente que esto era una base o mas específicamente, un clan. Los guardias se alzaban desde cada esquina de la enorme fortaleza helada, la construcción hecha de piedra de granito y grava le daba una apariencia milenaria dando un indicio de la antigüedad de este clan, sospechaste que la sensación de ser observada desde que comenzaste a subir el empinado camino con tu grupo se debía a la presencia de mas guardias escondidos entre el paisaje blanco. El frio se estaba volviendo insoportable y tus harapos no servían en absoluto para guardar algo de tu calor corporal pero, al parecer, tu llegada fue esperada ya que, rápidamente, luego de un breve intercambio de palabras entre tu captor y los guardias, las puertas se abrieron.
No esperabas ser recibido por la vista de un pueblo hecho de hielo, el paisaje helado se complementaba con la arquitectura china tradicional de una forma exquisita, las estatuas mitológicas y la magnificencia de los edificios hablaban del gran estatus y poder que ostentaba este clan. Fuiste separados por géneros y llevada a un pequeño edificio escondido de aspecto modesto, una mujer de mediana edad con un aspecto tosco se encontraba en el centro. Rápidamente fuiste obligada a ponerte en fila con las demás chicas y bajo la pesada mirada de la señora comenzó a revisar y analizar el cuerpo de cada una, al llegar a ti resopló y preguntó “Qué hace una occidental por aquí? No creo que seas muy útil” su mirada de desdén habló por sí sola, “Puede ser que no sea la gran cosa pero estoy seguro que haría un buen trabajo sirviendo en las tareas de limpieza, es muy buen,a lavando y cosiendo” argumentó el mercader “ Y por su apariencia no se preocupe, ningún guerrero de este honorable clan miraría a una occidental, no mancharían su sangre así” agregó. Sentiste una punzada en el pecho ante sus palabras, el enojo y la humillación que surgían dentro de ti por como se expresaban te hizo clavar los ojos en el suelo. Zi Yuan, como supiste que se llamaba la mujer, asintió “Cómo se llama?”, “Bueno-“, “Me llamo-“ una fuerte bofetada impactó contra tu mejilla, sentiste un el gusto a cobre llenar tu lengua y aguantaste las lagrimas que asomaron tus ojos, “No vuelvas a hablar sin permiso. Está claro?” susurró la mujer con veneno, asentiste lentamente y volviste a bajar la mirada. Mientras oías a esas dos personas sellar tu futuro miraste por la ventana a la nieve caer en la oscuridad de la noche, una profunda angustia se instaló en lo profundo de tu estómago al caer en la cuenta de que esta seria tu vida a partir de ahora.
Fue difícil acostumbrarte a esta nueva vida, ninguna de las otras chicas encontraba agradable tú compañía y las pocas que se molestaban en hablarte era solo para insultarte. Sin embargo, con el paso de los meses, aprendiste tu lugar y aceptaste que la única persona que cuidaría de ti eras tu misma.
Hoy era un día especial para el clan Lin Kuei ,como supiste que se llamaba, se daría inicio al ritual de iniciación de los nuevos guerreros del clan mediante una ceremonia exclusiva a la que solo asistirían los miembros de los diferentes clanes aliados. La ceremonia consistía en una muestra de las capacidades de cada guerrero y a qué puesto aspirarían, contando también con un momento de combate entre cada niño para hacerlos adentrarse de a poco en el estudio del enemigo. No tenias muchas ganas de ir pero habías oído que un niño extranjero se postularía y la curiosidad sobre cómo era y cómo había logrado llegar tan lejos te llevaron a la situación en la que te encontrabas ahora. Te habías escabullido de los precarios cuartos donde vivían las sirvientas, te colocaste una manta para cubrirte del frio que mordía tu piel y saliste lo más silenciosamente posible. Al llegar al centro del pueblo te diste cuenta de que no había forma de usar la entrada al dojo principal sin que fueras descubierta y el miedo a las represalias si eso sucediera te provocaba un sudor frio. Así que decidiste escabullirte entre las sombras e ir por el costado del edificio, la luz de las farolas no era lo suficientemente fuerte como para llegar hasta allí así que aprovechaste esto a tu favor y buscaste la forma de subir al techo. Había un árbol en la esquina trasera del edificio cuya rama daba al techo, sin dudarlo mucho pero con extremado cuidado subiste por el viejo árbol.
Una vez allí, te acomodaste en una parte que daba hacia un oscuro pasillo que te ayudaría a pasar desapercibida. Afortunadamente, el edificio contaba con un pozo de cielo que daba al centro del dojo y te daba una vista esplendida del lugar y de quienes estaban allí. Como anfitrión del evento, el Gran Maestro tenía una vista privilegiada al estar sentado en el shinza sobre una delicada almohada, vestía un Hanfu azul con un cinturón negro decorado con jade. Sin embargo, no pudiste evitar desviar tu mirada a las damas presentes allí, cada una lucia más bella que la otra ataviadas en kimonos de seda de diferentes colores, con sus cabellos negro azabache pulcramente recogidos en delicados peinados decorados con horquillas que agraciaban aún más su presencia y le daban un aspecto grácil y delicado, sin obviar sus delicadas figuras acompañadas de delicados rostros pintados de blanco con labios rojos. Un suspiro entrecortado salió de ti, desearías poder ser como ellas, haber tenido un destino diferente, ser aceptada y elogiada por tu aspecto sin tener que cargar con la culpa de portar rasgos que solo te excluían. Con un movimiento de cabeza, sacudiste esos pensamientos angustiantes y dirigiste tu mirada al Gran Maestro, te diste cuenta que había dos espacios vacíos a su lado y te preguntaste para quién serian.
Al cabo de un tiempo, una vez comenzada la ceremonia, se dio inicio a los combates y le tocó el turno al muchacho que habías oído. Descubriste que su nombre era Tomas y que aspiraba al título de Smoke. Y, a decir verdad, tenía sentido, a pesar de no tener sangre Lin Kuei parecía un digno representante del clan, sus movimientos eran tan rápidos y agiles que hacían que sus oponentes apenas pudieran seguirle el ritmo y, a juzgar por la orgullosa sonrisa del Gran Maestro, dirías que sería hijo suyo. Estabas tan metida en seguir la pelea que no te diste cuenta de que te movías para ver sus movimientos hasta que tu manta, que se había arrugado en tus piernas, te hizo perder el equilibrio y resbalar por el borde del techo. Te agarraste lo mejor que pudiste, pero la escarcha y los dedos entumecidos hizo imposible asegurar un mejor agarre y caíste directo al suelo. El aire fue expulsado de tus pulmones y tu cuerpo se puso rígido por el dolor, sin embargo, no tuviste mucho tiempo para recuperarte al escuchar un par de voces que se acercaban desde la oscuridad del camino. Rápidamente te levantaste, o arrastraste podría describirlo mejor, y te escondiste detrás de una de las estatuas de piedra con forma de león que adornaban el borde del camino.
 Las voces, que reconociste que pertenecían aunos muchachos, se fueron acercando poco a poco e hiciste lo mejor que pudiste para pasar desapercibido, si te descubrían que anduviste fisgoneando en un evento tan importante sin dudas recibirías la paliza de tu vida y ya sabias por experiencia de otras sirvientas que a Zi Yuen no le temblaba la mano para dar castigos brutales. Sin embargo, la suerte nunca pareció favorecerte, en tu intento de rodear la estatua para evitar ser vista pisaste una rama congelada que fue oida por los agudos oídos de los ninjas.
Un suspiro fastidiado salió de los labios de Bi Han, odiaba estas absurdas ceremonias entre clanes, tener que ir allí y luchar con débiles que no sabían siquiera seguir el ritmo de un combate normal mientras debías aparentar frente a todos los presentes para no faltar el respeto, agrio aun mas su estado de ánimo. Eso sumado a la insistencia y entusiasmo de Kuai Liang por ir a ver a Tomas presentarse como aspirante del titulo de Smoke.
“Deberíamos acelerar el paso, Tomas ya debe estar compitiendo” volvió a decir Kuai con impaciencia obteniendo como respuesta un simple “Hmm”. Sin dudas, el animo de su hermano lo estaba poniendo de los nervios pero no pudo evitar justificarlo, esta mañana había discutido con su padre por querer reusarse a presentarse en la ceremonia, lo que resultó en una acalorada discusión que terminó con un ultimátum de su padre diciéndole que seria relevado de los primeros cargos que se le asignaron en el clan como futuro Gran Maestro si no podía respetar sus propias costumbres lo que lo llevo a él mismo a interferir para que Bi Han no hiciera algo de lo que luego se arrepentiría. Admiraba mucho a su hermano, ambos cargaban con responsabilidades por ser los futuros herederos, pero sin dudas su hermano llevaba muchas mas obligaciones y compromisos al ser el primogénito y temía que esa presión terminara afectándolo.
 Acelerando, tomaron el camino más cercano y discreto al dojo. Ninguno estaba de ánimos para comenzar con los saludos diplomáticos si se cruzaban con integrantes de los otros clanes, no vaya a ser que la conducta de Bi Han desencadene una guerra al ofender a otro Gran Maestro. Mientras avanzaban se podía oír cada vez más cercano el murmullo de voces, vitoreo y golpes pero casi al llegar a la entrada se detuvieron abruptamente. Para alguien no diciplinado en el arte del sigilo habría ignorado el simple ruido de una ramita romperse, sin embargo, para personas como Bi han y Kuai Liang que fueron entrenados desde pequeños, era imposible no reconocerlo. Con cautela, se dirigieron una mirada y buscaron en las sombras. “Quién está ahí?” exclamo el futuro piromante. “Muéstrate” exigió Bi Han con voz imponente parándose frente a su hermano, completamente erguido, de frente a la fuente de donde provino el sonido. A simple vista parecía que no había nadie pero Bi Han era más listo, agudizó sus sentidos y con un rápido movimiento lanzó una daga congelada hacía donde había detectado que estaba el intruso.
Un grito ahogado salió de tus labios cuando sentiste al hielo cortar la carne de tu brazo. Por reflejo, tomaste tu brazo con la otra mano para evitar el sangrado, era un corte profundo y el dolor te hizo olvidar de la presencia de los dos hermanos.  Volviste a la realidad cuando una mano se agarró fuertemente alrededor de tu brazo  sano, te jaló hasta el centro del camino y con un empujón demasiado rudo para tu gusto, te hizo caer de bruces al suelo de piedra. Sentiste tus rodillas arder cuando los bordes de los adoquines rasparon tu piel, el miedo a lo que esta situación causaría te dejó momentáneamente inmóvil mientras mirabas a los ojos a tu agresor. “Quién demonios eres? ¿Y qué hacías escondida ahí, acaso estabas espiándonos? ¿Quién te envió? ¡Reapondé!” exclamó el nuevo Sub Zero mientras te sacudía como un muñeco de trapo. Tu voz salió más chillona que de costumbre, en un intento de patético de explicarte “Yo-Lo siento. Nadie me envió s-solamente quería ver los combates-“   juraste alzando las manos en un intento de hacerle ver que no tenias intenciones de pelear. “No mientas, por qué otra razón andaría una sirvienta por estos lados!” bramó apretando su agarre en tus brazos, haciéndote chillar cuando sus dedos se clavaron en tu herida aun sangrante. “Oye, hermano. Espera, la estas lastimando” dijo Kuai con urgencia, no entendía por qué su hermano se puso tan colérico contigo si a simple vista podía ver que no eras una amenaza, solamente una de las tantas doncellas que servían en el Lin Kuei. Rápidamente se movió para agarrar el antebrazo de su hermano en un gesto de hacer que te suelte “Déjala, no ves que la estas asustando? Mira, ya la has lastimado” habló con calma, aunque también se podía escuchar preocupación en su tono. Observó como la sangre se filtro en tu gastada camiseta gris, dándole un color casi negro a la tela y tu expresión de pánico y dolor solo hizo que su urgencia por hacer que su hermano te soltará aumentó. Apretando el agarre en el antebrazo de su hermano logró hacer que Bi Han te soltará, no sin antes ganarse una mirada de odio hacia él. “No podemos permitir estos actos de espionaje, sean o no pertenecientes a nuestro clan. Es una criada, más aún, una extrajera! Podría vendernos en cualquier momento, no entiendo como dejaron que siquiera sea parte de nosotros en vez de degollarla apenas cruzó nuestras puertas”  escupió Bi Han. Kuai Liang frunció el ceño, no entendía el desprecio de su hermano por los que no eran de como ellos, es verdad que la sangre era importante pero lo era aun mas los lazos de hermandad y camaradería que uno podía crear con otros más allá de su procedencia, eso fue algo que le enseñó su padre desde muy joven y que se reafirmó con la llegada de Tomas. Aunque él no tuviera sangre Lin Kuei en su cuerpo sin dudas demostró ser apto para competir por un título tan codiciado como lo era el de Smoke.  “No digas esas cosas, hermano. Tomas no compartirá nuestra sangre pero ha demostrado ser un guerrero digno y se ha ganado su lugar como nuestro hermano” exclamó con enojo “Además, no puedes juzgarla si es apta o no para el clan. Recuerda que aún no eres Gran Maestro y ella todavía no ha hecho su entrenamiento de guerrero” recordó Kuai. “No me hables de esa manera mucho menos frente a la criada, recuerda que soy tu hermano mayor y futuro Gran Maestro. Me debes respeto” escupió Bi Han con un tono amenazante mientras lo señalaba con un dedo. “Si tanto te preocupas por ella, hazte cargo tú y sácala de mi vista” dijo mientras pasaba por su lado chocando su hombro duramente, no sin antes patear un poco de tierra en tu dirección. “Le diré a nuestro padre que te retrasaras” murmuró con desdén. Kuai Liang miró irse a su hermano sacudiendo levemente la cabeza en resignación, definitivamente tendría que hablar con él después de esto.
Contemplaste toda la discusión desde el suelo, con una mano en tu brazo herido y los ojos llenos de lágrimas. Sus palabras fueron hirientes, cargadas con un veneno y desprecio total hacía ti que te hizo encogerte en tu lugar y tratar de desaparecer. Al menos agradecías a tu salvador que fue tan amable de apiadarse de ti y evitar que el criomante te rompiera el cuello. Perdida en tus pensamientos no reconociste la mano que Kuai había extendido hacía ti hasta que sentiste su otra mano tocar tu hombro. “Estas bien? Puedes pararte, verdad?” preguntó con un tono que no pudiste ubicar mientras miraba la herida que ocultabas con tu mano.  El calor llenó tus mejillas cuando sentiste la calidez inusual que irradiaba su toque en tu hombro, sumado a la cálida expresión en su mirada. “S-Sí, si puedo” murmuraste mientras tomabas su mano. “Está sangrando mucho, déjame ver” tomó tu brazo suavemente y levantó la gastada tela de tu remera “No es profunda, aunque la presión que ejerció Bi Han hizo que sangrara más de lo debido. Seguramente quedará cicatriz, lo siento” se disculpó mientras tomaba su cinturón de jade “Espera, ¿qué vas a hacer con eso? ¡Lo necesitas!” exclamaste. “Tranquila, tengo otros. Además, tu brazo es más importante que esto” tranquilizó con una suave sonrisa. Lo miraste asombrada mientras atendía tu brazo, estremeciéndote un poco mientras fijaba el cinturón alrededor de tu herida como una venda. Sus manos eran tan suaves, gentiles y cálidas  todo lo contrario a las de su hermano Bi Han, como descubriste que se llamaba, heladas, ásperas y antipáticas. “Ya está, cuando llegues a tu dormitorio deberías lavar la herida para evitar que se infecte” indicó Kuai Liang. Sin embargo, no pudo evitar sonrojarse cuando al levantar la mirada se encontró contigo mirándolo atentamente y sin poder evitar hacer lo mismo. Observó el color de tus ojos y lo grandes que eran, la fina humedad que aun persistía en ellos; la forma de tus cejas, el suave tono rosa que bordeaba tu nariz por el frio, la sutil curvatura de tu arco de cupido, todo lo que encontraban sus ojos era admirado detenidamente. Tu no estabas mucho mejor, la suave caricia de su cuidado y el cálido calor que emanaba de su cuerpo te dejó en un estado de ensoñación mientras estudiabas sus marcados rasgos varoniles que, a pesar de todavía poseer facciones infantiles, comenzaban a dar forma al hombre que sería en el futuro siendo su mirada la causante de provocarte un cosquilleo nervioso en el cuerpo. Sin embargo, ambos fueron sacados de su admiración por el otro cuando una fuerte ventisca sacudió tu cuerpo con un escalofrío.
Con una risa nerviosa, Kuai se alejó de ti haciéndote extrañar inmediatamente su extraña calidez cuando la dura presencia del frio se instaló en tu cuerpo. Entendiendo tu reacción, con rapidez se agachó para recuperar tu manta del suelo, que habías olvidado en tu altercado con Sub Zero, y la colocó suavemente en tus hombros. “Ven, déjame acompañarte hasta tu casa” “No creo que haga falta, ya has hecho demasiado por mí” respondiste, rezando para que no insistiera. “No te preocupes, fue mi obligación ayudarte en disculpa por la actitud de mi hermano. No debería haberte tratado así. Y no aceptaré un no por respuesta” exclamó sin sacarte los ojos de encima. “Bien” de mala gana aceptaste, los nervios enrollándose en la boca de tu estómago. Si madame Zi Yuen se enteraba que te escabulliste por la noche, te lastimaste y lo que era mucho peor, volvías al recinto en compañía de nada mas ni nada menos que el hijo del Gran Maestro, sin dudas lo ibas a pagar caro. El miedo debió ser obvio en tu rostro ya que Kuai Liang colocó una mano suavemente sobre tu hombro “Sucede algo? Te duele?” inquirió con preocupación. “Qué? Oh,no. De hecho no siento nada” trataste de ocultar tu preocupación con una sonrisa que salió a medias y con un gesto vacilante aceptó tu respuesta.
El viaje hasta los dormitorios de las doncellas fue tranquilo, hablaron de todo un poco pero más en especial sobre su entrenamiento para lograr el título de Scorpion y sobre lo cerca que estaba de lograrlo, de ahí dedujiste el por qué de su anormal temperatura cálida. También charlaron sobre lo cerca que estabas de comenzar tu propio entrenamiento, ya que a pesar de ser parte de la servidumbre todos los integrantes del clan debían pasar por un riguroso entrenamiento para poder servir al clan en caso de invasión o ataque. En tu caso, el entrenamiento comenzaba una vez cumplido los quince años y teniendo catorce, te faltaba menos de un año para comenzar, intentaste mentir sobre tu edad de nuevo pero Madame Zi Yuen no era tonta tal vez pudiste burlar al comerciante pero con ella era algo imposible y con la llegada de tu periodo quedaste sin escapatoria, teniendo que confesarle tu verdadera edad. A decir verdad, no te tenías tantas esperanzas. Habías visto a las demás doncellas que había pasado por ello y no creías ser lo suficientemente fuerte, más aun, sabiendo que el entrenamiento se realizaba de a uno o dos pupilos en un entorno muy lejano al Lin Kuei donde el maestro vería según tus aptitudes y habilidades a qué título serías más apto.
“Apuesto a que serás un gran guerrero” aseguró Kuai Liang con determinación, como si hubiera oído tus pensamientos. “En verdad lo crees?” preguntaste con genuina curiosidad y un destelló de esperanza “generalmente me dicen que no lograré superar el primer año. Ya sabes, por la sangre…” murmuraste, frunciendo el ceño con tristeza. “En verdad lo creo. No hagas caso a los que dicen que la sangre es importante sino mira a Tomas. Además, si hay algo de lo que me enorgullezco es mi habilidad para reconocer buenos aliados. Hasta el propio Gran Maestro me lo ha dicho, no su copia” aseguró el futuro criomante inflando el pecho con orgullo. Una pequeña sonrisa salió de ti haciendo que él también comenzara a reír, el calor cubriendo sus mejillas. Continuaron charlando y riendo durante todo el camino, tu hogar no estaba muy retirado del centro del pueblo, más sí ubicado en una zona bastante boscosa para evitar que haya fisgones a los alrededores y tener un mejor acceso al río al momento de ocuparse de la ropa sucia. Cuando estuviste lo suficientemente cerca del lugar, rápidamente te volviste hacia él “Fue un placer conocerte, hijo del Gran Maestro” dijiste con una sonrisa a falta de saber su nombre. Sin embargo, cuando te diste la vuelta para irte, Kuai tomó tu mano “Espera, no sé tu nombre..” dijo con un poco de vergüenza “hablamos tanto pero no tuve la delicadeza de saber tu nombre o decirte el mío” murmuró. Dudaste un poco pero finalmente se lo dijiste, divertida cuando intentó pronunciarlo a la primera y fallando terriblemente. “Y el tuyo?” preguntaste con divertida curiosidad sacándolo del mantra que había hecho tu nombre. “Kuai Liang” murmuró sonrojado, sintiendo un cosquilleo cuando te escuchó susurrarlo con canta delicadeza. Volvieron a compartir una tierna mirada pero el fuerte ruido de las puertas del recinto los sacó de sus pensamientos. Con apuro, lo despediste “¡Debo irme!”. “Espera, es mi deber acompañarte-“ exclamó. ”¡No! Si llegan a ver que me escapé no me dejarán volver a salir” susurraste exaltada. “Por favor, vete. No quiero que te castiguen a ti también” suplicaste. “Bien, pero prométeme que te veré de nuevo” “N-No puedo-“ “Entonces no me iré” desafió. Con un suspiro exasperado, asentiste y prometiste volver a juntarse, corriendo tan rápido como podías mientras tratabas de ser lo más silenciosa posible teniendo cuidado de no enganchar tu manta en algún arbusto.
Kuai te vio partir, vigilando tus pasos hasta que te perdiste de vista. No sabia qué fue lo que le hizo pedirte que se vieran de nuevo pero, sin dudas, lo hizo sentir extraño, por así decirlo. Anteriormente había sentido algo parecido cuando pasaba tiempo con Harumi pero eso sucedió luego de pasar y compartir bastante tiempo juntos. En cambio aquí, ahora, estos pocos minutos compartidos contigo lo dejaron mareado, nervioso y con un cosquilleo en la boca del estómago que sólo lo dejó confundido. Sacudiendo la cabeza, dio media vuelta y comenzó a ir hacia el dojo, sus hermanos lo estaban esperando.
Bueno, esta es mi primera vez escribiendo así que espero sean compresivos conmigo jaja. Espero que les guste y me cuenten lo que piensan. Aún no tengo claro cómo construir la relación entre el lector y Bi Han (ya saben, él es como los ogros y las cebollas, tiene capas). Así que, si tienen alguna sugerencia no dudes en decírmela.
PD: Si alguien esta interesado en ayudarme a traducirlo al inglés, bienvenido sea.
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caostalgia · 10 months
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Puntos
¿Ves aquel hilo desgastado, en color rosado, tirado en el rincón?
Aquella aguja oxidada que, fácilmente me podría matar por una infección.
Vamos, solo recogelos y coseme. Mínimo eso podrías hacer; coser lo que has roto tan bien.
No te preocupes por el dolor, sabes que ya me has causado uno peor, en esta vida y la anterior.
Lo sabes mejor que yo.
Desgarra la piel tostada que tanto asco te daba.
Atraviesa mi dermis con violencia, juro que no diré nada.
Es seguro que la sangre te hará querer vomitar, mi sangre y con ella su suciedad, el ADN de mi estupidez y soledad.
Cubre bien tus manos, no te querrás contagiar de todo eso, que en mí, está mal.
Tu pulso temblará, pero te aseguro que después del primer punto lo disfrutarás. Sí, porque siempre te produce placer hacerme daño, aunque no haya una razón real.
O, quizá sí que la hay, pero he perdido demasiado el contacto con la realidad que, no la logro encontrar. O, es que ya la hallé, pero la prefiero ignorar.
Vamos, solo empieza a remendar todo eso que rompiste en su totalidad.
La inocencia que parecía ser perpetua, sueños y el deseo infinito de ser amada y amar.
La personalidad risueña ya muerta.
Cierra cada herida sin importar que lo hagas mal, solo cierra lo que por mi cuenta he intentado olvidar y solo tú puedes sanar.
Cose hasta la más mínima llaga, sin importar lo mucho que me hagas llorar y gritar.
Vamos, solo empieza a remendar cada una de las partes que has usado de mí, no permitas que se desprendan y vuelvan a caer.
Te lo prometo, si lo haces, definitivamente te librarás de mí.
Lo único que necesito es que ser remendada cuál muñeca de trapo, lo único que de ahora en adelante puedo ser.
¿Ves aquel hilo desgastado, en color rosado, tirado en el rincón?
Aquella aguja putrefacta que me matará de una infección.
Son todos tuyos.
Hiereme tanto como sea posible, da las puntadas necesarias para que finalmente pueda ser libre.
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Coldissweet
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h0neysiba · 6 months
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¡Yan! ¡hombre rico! x lectora!
(TW: Menciones de sangre, secuestro, esclavitud, leve mención de desnudez, muerte y solo eso. Si olvido algo por favor dímelo!)
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¡Yandere! ¡Hombre rico! que te compra joyas caras semanalmente para demostrarte la gran devoción que tiene por ti
¡Yandere! ¡hombre rico! quien se enamora de ti en el momento en que te ve
¡Yandere! ¡hombre rico! que le encanta comprarte vestidos, sabiendo que es el único que te los puede quitar.
¡Yandere! ¡hombre rico! que le encanta ver como las cuerdas rojas que te ha puesto cuelgan de tus muñecas y tobillos cuando te secuestra
¡Yandere! ¡hombre rico! que se frustra al ver que no eres feliz en tu nuevo hogar. ¿Por qué no lo amarías? Instalo todo lo que necesitabas para que pudieras tener una vida plena con él.
¡Yandere! ¡hombre rico! que no dudarán en encerrarte en su habitación compartida si alguna vez intentas escapar.
¡Yandere! ¡hombre rico! que mata a uno de sus sirvientes porque intentó ayudarte a escapar de sus garras
¡Yandere! ¡hombre rico! que adora tu presencia y te trata como a una diosa, besando el suelo por donde caminas con devoción
¡Yandere! ¡Hombre rico! que te mima con todo lo que deseas. ¿Un cachorro? Ya lo estás comprando, ¿ joyas nuevas? No preguntes dos veces.
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Dios mío, esta es la primera vez que hago este T-T espero que les guste :O
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jartitameteneis · 3 months
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HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE
Un científico de Phoenix - Arizona quería probar esa teoría y necesitaba un voluntario que llegara a las últimas consecuencias. Logró uno en una penitenciaría, era un condenado a muerte que sería ejecutado en la penitenciaría de St Louis en el estado de Misuri donde existe la pena de muerte ejecutada en silla eléctrica. Le propuso lo siguiente: participaría en una experiencia científica en la que se haría un pequeño corte en su muñeca, lo suficiente para gotear su sangre hasta el final. Él tendría una oportunidad de sobrevivir si la sangre coagula y si eso pasara, sería liberado; de lo contrario, moriría por la pérdida de sangre, pero tendría una muerte sin sufrimiento y sin dolor.
El condenado aceptó, pues era preferible de esta forma que morir en la silla eléctrica. El condenado fue entonces colocado en una cama alta, de esas de hospital, teniendo su cuerpo inmovilizado. Le hicieron un corte pequeño en la muñeca y debajo de la muñeca se colocó una pequeña vasija de aluminio.
Le dijeron que él escucharía el goteo de su sangre en la vasija. El corte fue superficial y no alcanzó ninguna arteria o vena siendo suficiente para que sintiera que su muñeca se cortó. Sin que él supiera, debajo de la cama había un frasco de suero con una pequeña válvula, al cortar la muñeca abrieron la válvula del frasco para que creyera que el sonido del goteo era su sangre que estaba cayendo en la vasija de aluminio (cuando en verdad lo que goteaba era el suero del frasco).
Cada 10 minutos, el científico, sin que el condenado lo viera, cerraba un poco la válvula del frasco y el goteo disminuyó. El condenado creía que era su sangre la que estaba disminuyendo y con el paso del tiempo fue perdiendo el color y quedando cada vez más pálido.
Cuando el científico cerró por completo la válvula el condenado tuvo un paro cardíaco y falleció sin haber perdido siquiera una gota de sangre.
El científico ha logrado probar que la mente humana cumple, al pie de la letra, todo lo que se le envía y acepta por su huésped, ya sea algo positivo o negativo y que su acción involucra a todo el organismo tanto en la parte orgánica o psíquica.
′′ Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentarlo ".
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lesbianneopolitan · 20 days
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˜”*°•.˜”*°• Solo: Pure Imagination (ES) •°*”˜.•°*”˜
TW: Violencia; Tortura.
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Las luces de la habitación mal iluminada parpadeaban- el olor a sangre seca era notable para aquellos con un buen sentido del olfato, y el Pecador abría el ojo para despertarse -por desgracia- en esta sala de mala muerte.
Estaba atado a una silla, con fuertes cuerdas y unas sencillas pero eficaces esposas de plástico en las muñecas, por si acaso.
"No...¡no me jodas!" Sabía por qué estaba aquí. Hace un momento, (o tal vez horas) la asesina encontró el sitio en el que vivía, entró por la fuerza, y no tardó mucho en ponerlo a dormir para traerlo aquí.
No era la primera vez que hacía esto contra alguien, pero es que tampoco era la primera vez que este Pecador en concreto se intentaba escaquear de pagar lo que la muda y él acordaron.
Dejando su móvil encima de la única mesa que había, la ángel caída dejaría que una sola canción sonase de fondo para ellos dos, en bucle, no muy fuerte pero tampoco muy bajita.
◸Vaya, por fin despiertas.◿
Su mente invadía la del otro para poder comunicarse con esa voz que resonaba casi con eco, y por una razón u otra, eso solo consiguió que el pobre desgraciado dejase escapar un gritito.
Este no tardó en intensificarse cuando Neo caminó más cerca, pillando el cigarro que descansaba en sus labios, y sujetándolo entre índice y pulgar para presionar la punta encendida contra el hombro expuesto del Pecador.
"¡AAAAUGH! ¡Joder!-" La voz del demonio se rompió un poco con algo tan simple como eso, pero el sadismo en la cara de la ex-Exorcista solo se alimentaba, aparente en forma de sonrisa de medio lado.
"Joder...joder joder joder...¡lo siento! S-Se que voy tarde con el pago-" El Pecador respiraba fuerte a la que intentaba buscar una excusa, pero ya era la tercera vez, y eso significaba que la paciencia de la asesina había llegado a su límite.
Andando en círculos alrededor de la silla con el sonido de sus tacones resonando en la habitación, -casi como si de un depredador se tratase- Neo se paró una vez que estaba tras la silla, arrimándose un poco por detrás con una respiración calmada, y la sonrisa aun haciendo acto de presencia antes de que sujetase la redonda barbilla del demonio por detrás, con una de sus manos enguantadas.
◸Te di opciones para pagar la espera hace unos meses, pero necesito el dinero. Ya. No es nada personal, solo negocios. Y sabes bien cuáles eran las condiciones cuando decidiste contratarme. A la tercera va la vencida, cariño. Y una servidora también necesita sobrevivir.◿
Honestamente, a Neo no le gustaría estar en el lugar de todos estos desgraciados, sin poder, sin talento, y en este punto, sin familia o amigos.
◸Me ofreciste la vida de tus únicos amigos y la única familia que te quedaba. Vaya cabrón estás hecho. Todo por salvarte el culo a tí mismo, ¿y de qué ha servido eso al final?◿
Dejando la barbilla ir, la muda dio un paso hacia atrás para tener espacio, y luego le dio una patada a la silla para que esta cayese de cara, consiguiendo que el Pecador se diese de bruces con el duro y frío suelo, y que soltase otro sollozo de dolor.
Antes siquiera de que pudiese intentar moverse para caer de lado, la ex-Exorcista manifestó su arma Angelical en mano, y desenvainó la espada oculta de su parasol para hacer un rápido y limpio corte tras las rodillas del demonio.
"¡¡A-AAAAAAAAAAAAAH!!" Del dolor mismo, el Pecador se intentó mover como pudo, bien atado al asiento y finalmente moviéndose para ponerse de lado; lágrimas aparentes en su único ojo.
El olor a nueva sangre tenía a Neo sonriendo algo más, hasta el punto de enseñar algo de diente, e inevitablemente, la ángel caída dejó que su lengua pasase sobre sus labios.
◸Shhh...tsch, tsch, tsch...◿ Acercándose, la asesina se apoyó en una rodilla, apretando el puño alrededor del mango de su espada, y acercando el filo ensangrentado de esta a su propia boca para limpiarlo con su lengua.
Tras dejar que una pequeña risa escapase de su defectuosa garganta, la mujer dejó la punta de la espada descansar a pocos centímetros de la cara del Pecador.
◸Puedes sobrevivir siendo inválido si eres ingenioso, pero será tu elección. O me dices dónde guardas el dinero en ese cuchitril tuyo, o te mato aquí mismo.◿ Tras hacer una pequeña pausa, Neo no podía evitar el regocijarse en el miedo absoluto que podía leer en la cara del demonio, quien estaba teniendo dificultad para responder, por lo mucho que estaba llorando.
◸¿Y bien?◿ Ladeando la cabeza hacia un lado, la ex-Exorcista sonrió con falsa amabilidad. Siempre ayudaba que se presentase a los Pecadores con su apariencia más humanoide. Les ayudaba a recordar que era más cercana a ser una Exorcista que un demonio, o eso pensaba ella, pero era eficaz.
"El...el...el armario de mi habitación tiene doble fondo- por favor, te lo juro...¡te lo juro!...está todo el dinero que tengo, quédatelo todo- pero por favor...déjame vivir...¡te lo ruego!" Entre sollozo y sollozo, el Pecador cerró su ojo y evitó mirar directamente a la ajena, la cual dejó que su expresión se suavizase algo.
◸¿Ves? ¡Al final no era tan difícil!◿ Mientras comunicaba aquello, dejó que la mano libre diese unas palmaditas en la mejilla del desgraciado, y luego, Neo se levantó y se acercó a la mesa en la que se encontraba su móvil, cogiéndolo, y guardándolo en un bolsillo.
"¿N-No me vas a liberar? Por favor- te he dicho que no mentía-...p-por favor...no me dejes aquí-"
Mordiéndose el labio, y riéndose de nuevo, la asesina miró sobre su hombro y luego se dio la vuelta, escondiendo su espada de nuevo en la otra parte del parasol, y dejando que este descansase sobre su hombro.
◸Te puedes averiguar la manera de salir de aquí, pero no quiero que llegues muy lejos por si acaso me estás mintiendo. No te fíes ni de tu propia sombra en este sitio, ¿eh?◿
Sonreía de medio lado, de manera confiada. Daba asco, pero tampoco es que el demonio pudiese hacer mucho en esta situación.
Dándose la vuelta de nuevo, la muda dejó que los sonidos profundos que podía hacer con la garganta tarareasen un poco la canción que había tenido puesta, y luego, se puso en marcha para salir por la puerta principal.
En vez de comunicar nada por telepatía, miró hacia atrás por última vez, y se despidió con la mano libre antes de salir de allí, cerrando la puerta y dejando al Pecador en completo silencio. Solo en la oscuridad.
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