Tumgik
#pasé mil horas en esto y se que a nadie le va a importar pero bueno gente una hace lo que se le da la gana
linaxart · 3 years
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El Conejo Malo x Paper mag
⟨click para mejor resolucion. no repostear. se agradecen rb 💞⟩
[ID: Un dibujo digital de un busto de Bad Bunny de perfil en la sesión de fotos de la revista Paper. El estilo es colores chatos con sombras y luces simples. Benito está usando un blazer fucsia y una camisa amarilla estampada junto con mucha joyería. Tiene una mano abierta y la otra agarrando la palma mostrando muchos anillos de oro. Tiene lentes naranjas con muchos brillos y una cadena con eslabones circulares adornados al rededor de la cabeza. Su manicura es amarillo pálido y en punta. El fondo es negro y contrasta con los destellos de la joyería. Las otras tres fotos son recortes de detalles. /Fin ID]
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calmasobrelapiel · 4 years
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9 de julio, feriado. Estuve todo el día trabajando. Trabajando en algo que elegí porque puedo, bah, porque no me quedó otra que decir que sí para tener una excusa de decir que hice algo productivo un día como hoy. Todos comen locro y festejan. Me harto de la virtualidad y de ver tanto espamento. Siento que en verdad nadie está disfrutando en serio. Me suena el timbre a las dos de la tarde, atiendo. Más regalos. Regalos que nunca voy a disfrutar. Pero quizás pretendo que sí, como todo el espamento que veo a diario. Saco fotos de todo el chocolate que nunca voy a comer. Presa del orgullo y de la pretensión, hago como si estuviera haciendo mil cosas, y siendo feliz. Bueno, ya sabemos que no, quienes necesito que lo sepan saben que, no. Capaz alejo a todos cada vez más, pero a veces me gusta creer que lo entienden. Perdón vale, capaz nunca leas esto (ojalá que no) pero espero encontrarte de nuevo en algún futuro y que coincidamos. Mientras tanto sigo trabajando. Animo unas placas para un tutorial. Qué pelotuda que es la gente, pienso a veces. Todo hay que explicarles. Pero sí, por suerte o por desgracia, hay que explicar las cosas. Escuché casí 20 horas ininterrumpidas de música. A nadie le interesa mucho cómo estoy, creo. Pero me gusta pensar que sí. Ahora son la una de la mañana y moqueo frente a la computadora, con el 70% del trabajo que todavía no puedo terminar pendiente, pensando en que extraño muchas cosas. Pongo la alarma para las tres pastillas, y para procurar no olvidarme ninguna, y las alarmas para comer también. Tengo en total siete alarmas en el día. “Vos siempre fuiste una persona muy solitaria, siempre aceptamos eso, es tu esencia, vos sos así, tarde o temprano, siempre es lo que elegís” Pienso en solitude is bliss, pero no la pongo, porque es como muy arriba para este momento. Pero me representa. No sé si amo u odio estar sola. No sé si amo u odio elegirlo. No sé si amo u odio priorizarme. No sé. Encuentro algo reconfortante en tanta tranquilidad, pero finalmente me aturde. Igual, estuve todo el día entero sin quebrarme, y es muchísimo para mí. Me quedan cuatro días más por delante sin rutina. Me descoloca. Sigo extrañando algunas cosas. Seguramente, dentro de poco, las deje de pensar tanto. Se me mueve la pierna un montón y pienso en todos diciéndome, “dejá esa pierna quieta!”. Como siempre, no me puedo dormir. No voy a poder dormir dentro de mucho tiempo más. Aunque estos últimos días, a decir verdad, pude dormir un poco más de lo habitual. Tengo esperanzas. Como también tengo esperanzas de dejar de comerme las uñas y tenerlas lindas de una vez. No sé que toqué que ahora todo el texto es chiquito pero no me voy a poner a arreglarlo ahora. Me frené un segundo a mirar todo el panorama que estoy viviendo en este momento, y me río. Me río de la desgracia y de lo ridículo que se ve todo. Un té sin terminar en la mesa, la botella de agua, el termo, el chucker, las pastillas desparramadas, una vincha, mi libreta de la facultad abierta en la última página donde tengo un nueve en el último final que rendí ahí recordándome que me quedan aún DOS más y la tesis para que todo este despelote se termine. La caja de alfajores que nunca voy a comer. Una galletita a medio terminar. Unas pilas abiertas desparramadas, también, que iba a poner en las lucecitas de la ventana que ya se están muriendo. Como yo, como todo esto. Compré un aromatizante difusor con unos palitos con olor a sandia pero sospecho que lo estoy usando mal. Tengo la tele prendida hace cinco horas con últimos cartuchos sonando de fondo. Bloqueo y desbloqueo el celular, como esperando que algo pasé, y no. Nada va a pasar porque yo tampoco hago que las cosas pasen. No quiero que las cosas pasen, no estoy preparada para hacer que las cosas pasen. Vuelvo al modo avión, me tiro en la cama, pero tengo los pies helados. Los pongo abajo de la canela, porque me da muchísima fiaca ir a cargar la bolsa de agua caliente. Sé que no voy a conciliar el sueño. Me levanto. Y estoy de nuevo en frente de la computadora. Me espera una noche larga, larguísima. “¿Te acordás de la última vez que fuiste, no sé si completamente feliz, pero, que realmente te sentiste a gusto y deseaste frenar el tiempo?” Me preguntó Mario la última vez que lo ví. Lo pensé, en mi cabeza, pero no se lo dije. No quería tocar el tema. Pero pensé en ese momento. Quise frenar el tiempo ese día de enero tirada en la arena del río de Nono, descostillandome de la risa, al borde del hipo (que es lo que siempre me pasa cuando me río mucho) con la cabeza entre sus rodillas, viendo y analizando un panorama lleno de gente haciendo el ridículo. Saqué una foto de una nena sacudiendo un toallón, muy contenta, como para nunca olvidarme de ese momento. Yo sabía que iba a ser efímero, me agarró una nostalgia futura. Hace mucho que no estaba en la cúspide de la felicidad como ahí, en ese instante, siete de la tarde viendo como el cielo se ponía rosita. “Montaña o playa?” Me preguntaba. A Mario le mentí, claramente. Y creo que se dió cuenta. No importa. Siempre ignorando lo que me resuena, pensé en ese momento, pero capaz que si hago de cuenta de que no me importa en un tiempo efectivamente me deja de importar. Capaz lo logro. Quién sabe. Me pregunto si funcionará. Me tomo la última pastilla del día y apago la alarma policia. Vuelo a mirar el panorama, y suena true love waits de fondo. Inviable. Pero ahí viene la cane, a cabecearme un poco y ronronearme en la cara. Uf, larga vida a todos los michis de este universo. Larga vida.
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elanacronista · 5 years
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JUSTIFICANDO LA MEDIOCRIDAD
Todos estos años me la pasé pensando, ¿Por qué la gente le encanta justificar la mediocridad?, ¿Por qué en lugar de hacer las cosas, buscan excusas y culpables externos?, en vez de detenerse a pensar si posponer las cosas tiene alguna utilidad real.
Cuando las personas en general tienen que hacer algo, prefieren posponerlo, o tomar el camino más fácil posible, el más sencillo y rápido, sin importar las consecuencias ya que, en la mayoría de las ocasiones los resultados son desastrosos, y no vale la pena entrar en detalles.
Pero, ¿es esto cierto?, ¿es acaso algo tan arraigado a nuestra propia idiosincrasia?, la verdad es que no lo sé, y tampoco me interesa profundizar en este aspecto.
Pero lo que sí sé, es que a la mínima oportunidad tendemos a priorizar gilipolleses, en lugar de hacer nuestras obligaciones, por ejemplo, supongamos que estamos en el instituto y adivinemos que por azares del destino el profesor, o profesora ¿por qué no?, deja un trabajo para la siguiente clase, a lo mejor un ensayo de dos mil palabras con normas APA, sobre la segunda revolución industrial de finales del siglo diecinueve.
Claro está que el ensayo no se escribirá por sí solo, y como buenos seres humanos que somos, tenemos cosas más importantes que hacer, como ver esa última película de superhéroes con chistes baratos, actuaciones lamentables y con un CGI medio regular, o talvez llegar al nivel ochocientos treinta y dos del Candy Crush porque nunca es suficiente del mismo maldito juego.
O quizá salir a hacer el retrasado en la farmacia procurando que nadie te vea, mientras vas a la caja con unos condones ultra delgados, un tarro de vaselina y un par de aspirinas para después, porque en la tarde tienes faena, esto te podría llegar a pasar, no lo sé.
Pero para pagar hay una fila muy larga y en la caja una anciana sexagenaria pagando un tinte para el cabello color borgoña con monedas de a peso, y mientras tanto, tu estas preocupado mirando con el rabillo del ojo que nadie de allí te reconozca, porque se armaría un buen quilombo donde tus padres entren y te vean con esas cosas en la mano, o a lo mejor una vecina chismosa que le cuente a toda la cuadra que eres un degenerado, o «degenerada», ya saben mejores cosas que hacer en cambio del inútil y estúpido ensayo.
Entonces llega el día, el día de entregar el famoso ensayo, pero también por azares del destino, no has hecho absolutamente nada, lógicamente tenemos un gran dilema, por un lado tendremos que entregar el ensayo o vamos a suspender, y por el otro somos jóvenes y tenemos que disfrutar de la vida porque cada segundo cuenta, así que llenos de valor y con dos Red Bulls en el sistema, nos disponemos a escribir como si no hubiese un mañana, sobre la dichosa revolución industrial, a comprimir el conocimiento que olvidaremos al día siguiente, y que probablemente nunca, pero nunca necesitemos en nuestra vida diaria, y a redactar lo que salga, sin revisión alguna, ya que a duras penas podremos terminarlo.
En el momento de la entrega miras a tu alrededor, y te das cuenta que no eres el único, hay algunos que sinceramente no lo hicieron, también hay otros que están en tu misma situación, con un amasijo de palabras en un papel sin pies ni cabeza, y algunos que por casualidad lo olvidaron en casa, «por casualidad», entonces llega la maestra, o maestro, y recoge con desdén los trabajos, para su posterior revisión.
Y ahora algo completamente diferente, el profesor llega a la sala de maestros, con más o menos treinta ensayos de la segunda revolución industrial, algunos con carpetas otros sin ella, unos cuantos escritos en hojas de una libreta y finamente unidos con un clip, marcados en la esquina superior izquierda con una letra ininteligible y con tachones en toda la hoja.
Entonces los mira y piensa, ¿acaso yo tengo que leer todo esto?, porque claro tiene que calificar los trabajos, pero además debe calificar los exámenes de otros dos salones, y tiene clase en dos horas, y también debe pagar la factura del gas que se vence hoy, así que nuestro buen docente, lo deja para más tarde, como buen ser humano que es.
Así un día antes de la entrega de calificaciones, nuestro querido licenciado mira por encima los trabajos y en lugar de leer los ensayos de sus alumnos con detenimiento, que es su trabajo después de todo, se pone a contar las páginas como todo un campeón, ya que según Word deben ser más o menos unas cuatro o cinco, y los valora según su cantidad de información y no el contenido del ensayo, ni tampoco si cumplieron las dichosas normas APA y así hasta que termina cansado, agobiado y muy mal trajeado, pero justo a tiempo para ver su telenovela turca favorita que empieza a la diez y que no se pierde por nada del mundo porque esta semana descubren quien mato a Cemile.
Demostrando así que todos formamos parte de un gran circulo vicioso, un circulo llamado mediocridad.
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k-vetka · 4 years
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última carta de este tipo
hasta el día de hoy sigo escuchando cada tanto el eco de cómo se rompía mi corazón cada jueves, se me sigue escapando una lágrima cada vez que me acuerdo como fingía que te creía, como lloraba desesperada, como te rogaba a los gritos que dejes de lastimarme, mientras vos me abrazabas y me prometías que no ibas a volver a hacerlo, sabiendo que era todo mentira.
sigo sin entender muchas cosas, pero sobretodo sigo sin entender como te daba la cara,
para mirarme a los ojos y decirme que me amabas, para acariciarme el pelo y chistarme al oído, y decirme que todo iba a estar bien mientras estés conmigo, me da bronca porque yo no decía nada, cerraba la boca y te decía “bueno”.
como si fuera bueno.
sigo sin entender porqué no me iba, porqué no me alejaba, porqué no te dejaba, porqué seguía llorando en agonía,
si sabía, sabía todo, siempre sabía todo,
si no te creía, si al último ya ni te quería,
era como si creyera que toda esa relación de mierda era lo único que me merecía.
siempre justifiqué todo diciendo que te quería tanto que había dejado de quererme a mi, pero llegó un punto que ya ni te quería, es más, me reía y me emborrachaba, te decía “está bien, miamor, hablamos mañana” cuando me decías que te ibas a dormir y yo sabía que en realidad te ibas a hacer de las tuyas,
hasta que llegó un día que yo también empecé a hacer de las mías,
rompía todos mis principios y todas nuestras promesas como vos las habías roto antes, y volvía a cualquier hora a mi casa, y lloraba hasta que se hacía de día escuchando música triste, rompiéndome sola porque sí, porque pintaba.
no sé porqué lloraba, si ya ni me dolía, ya no me dolías, ya no sentía nada, y cuando digo nada, es absolutamente nada.
hasta el día de hoy no sé si cuenta como infidelidad o no, porque a mí me decías que seguíamos juntos, pero a todos les decías que ya ni hablábamos, que me habías dejado hace rato, que vos podías hacer lo que querías (pero aparentemente yo no).
no sé la verdad, a esta altura del partido tampoco me saca el sueño. claramente la pasábamos mejor que entre nosotros, y eso es lo que importa. si la pasabas bien, está todo bien. que seas feliz siempre fue mi regla número uno. el problema es que me olvidé que las relaciones son de a dos, y que yo también entraba en la ecuación. pero bueno, te felicito, porque parecía que competíamos a ver quién era más inseguro, y de la nada vos saliste de esa partida, y me dejaste jugando sola, rondas y rondas tirando las cartas sin que nadie me corresponda. y hay que sacar algo bueno de todo, por eso ahora con el tiempo me pongo contenta que te hayas animado a despegarte de mi, porque antes era como si fuera la única tumba sobre la que caer muerto. ojalá te hubiera copiado la jugada mucho antes, ojalá hubiera sido más inteligente, ojalá me hubiera dado cuenta antes que no se puede jugar al truco de a uno. y ojalá entendiera ahora que sigo sin saber jugar al truco.
pero bueno, igual me da bronca. no te guardo ningún rencor, ojo, de hecho nunca pensé que alguien que quería tanto podía ser tan irrelevante ahora. pero me da bronca, porque era tan chica y tan tonta, tan débil y atormentada, porque te aprovechaste de mi estupidez miles de veces, y yo como boluda seguía poniendo fichas en una persona que claramente no iba a cambiar. aunque ahora de más grande me doy cuenta que tampoco tenías por qué cambiar, ¿por qué querría que cambies? sos así y punto, y seguramente alguien te vaya a querer así, pero a mi no me gustaba y ya fue, qué tanta vuelta. ahora de más grande te hubiera mandado a cagar y listo, ¿para qué perder tanto el tiempo? ni que nos sobrara.
me saca pensar en todas las idas y vueltas, el hacerme sentir que si no eras vos no era nadie, el ir y volver y volver e ir y volver e ir otra vez. por meses. por años. me da bronca que me manipulabas con tus problemas como si yo no hubiera tenido los míos, me conmovías en lo más profundo, me hacías sentir culpable de todas tus inseguridades, me alejabas de cualquier persona que se me acercara y me mostrara un poquito de afecto, no vaya a ser que me daba cuenta que las cosas no eran como vos decías y me hartara de aguantarte. me echabas la culpa de todo, que yo no te veía, que hacías lo que hacías para llamar mi atención, me mentías compulsivamente, y ¿para qué? ¿para qué me querías? ¿qué ganabas? si yo no soy nadie. y a vos claramente te sobraba la gente.
obvio que no te echo la culpa de todo, yo tampoco era precisamente el ejemplo perfecto. no me victimizo, es más, era más viva en ese momento que ahora. te lastimé mil veces, y yo me metí en el quilombo solita. pero estaba tan falta de afecto, tan vacía, literal y metafóricamente, ni siquiera comía y lo sabías, y aún así acepté declarate una guerra que sabía que iba a perder, y vos la aceptaste sabiendo que ibas a ganar. porque tenías todas las de ganar, y yo siempre tuve, tengo y voy a tener, todas las de perder. pero en parte, esa era la gracia, lamentablemente. es esa adicción que tengo a reventarme contra las paredes solo por gusto, porque durante mucho tiempo fue la única forma de sentir algo. y pasan los años y yo sigo coronada de tonta, y me da risa, me da risa porque solté todo hace rato, te perdoné hace rato, pero haga lo que haga, no logro perdonarme a mi. porque yo ya pasé la edad que tenías vos cuando empezó todo, y ahora tengo ahora la edad que tenías vos ya entrando en la historia pero todavía cerca del principio, y yo no lo haría. y me cuesta tanto entender las cosas que yo no haría.
sobretodo me da bronca que me hayas hecho mutar hasta desconocerme a mi misma. hasta terminar llorando toda la madrugada cuándo tenía que levantarme temprano, e iba al cole con los ojos rojos e hinchados, yo desayunaba queriendo matarme y vos seguías de after. me hiciste desconfiar tanto y sentirme tan insufienciente que iba siempre al choque, que prefería pelear antes que seguir siendo una tonta un sólo segundo más, todo para que si me cagabas por lo menos sea peleados y no tolerándolo, ¿entendés el extremo de locura?
me siento madura y todo parece un sueño. y es bastante irónico porque ahora con 19 me siento mucho más chica y menos lista de lo que me sentía a los 15. capaz es que ahora elijo la paz y tengo ganas de estar viva, y en ese momento todo parecía una carrera autodestructiva. no sé, es raro. siento que en algún momento sin darme cuenta me morí y volví a nacer. la verdad que el amor de adolescente es una pérdida de tiempo y un pasaje sin escalas a la inestabilidad emocional y a los cientos de traumas que van a tardar años en sanar.
el problema es ese. la verdad que desde que dejé de quererte ese septiembre que me corté el pelo, nunca más me volviste a importar. y te superé tan rápido que hasta me dio risa. lo que no me da tanta risa es que nunca más superé todo lo que me hiciste. y peor, todo lo que yo me hice. nunca más volví a confiar. nunca más volví a probar. no sé si se supone que después de que te rompen el corazón en algún momento se vuelve a arreglar. por lo menos el mío quedó así, destruido, reventado en el piso y desde ahí nunca más ni se movió. y vino una seguidilla de pelotudos que se creyeron que los quería y que me enganchaba, cuando la realidad es que, hasta el día de hoy, nunca más volví a sentir de esa forma de verdad. solo son ficciones vacías mías para mantenerme distraída. porque de alguna forma necesito mantenerme entetenida. parece que me gusta sufrir. por lo menos siempre encuentro una excusa random para desvelarme y fingir que estoy sintiendo algo, por muy negativo que sea.
en fin, las cosas serían tan diferentes si hiciéramos todo eso ahora. siento que estoy describiendo un fantasma, porque todo parece tan lejano, tan canción comercialmente triste, tan best seller de john green (y va como insulto). crecí tanto que hasta me parecen cosas que pasaron en otra vida, porque me cuesta creer que yo haya sido tan idiota, siendo que ahora no permitiría nunca que alguien me maltrate así. sobretodo, que ese alguien sea yo.
ahora gasto tinta y tiempo en inmortalizar esto. la tinta se vuelve roja y parece sangre, y se me nublan las ideas con dudas. y entre las cientas de cosas que quedaron sin respuesta y que quedarán en el misterio para siempre, cada vez que nos escribo me surgen nuevas preguntas mientras miro escéptica cómo la gente se quiere.
¿se quieren? ¿o son como vos y yo?
¿voy a querer algún día? ¿quiero querer?
¿cómo se vuelve a querer después de quererte? ¿te quise? ¿eso era querer? ¿cómo se aprende a querer bien después de haberme dejado querer tan mal? ¿me querías?
¿cómo se vuelve a escribir después de la historia tragicómica que escribimos nosotros? o bueno, drama emotivo. ¿película de terror? no se en qué género nos podría netflix.
lo más probable es que nunca leas esto, y si lo leés lo más probable es que te vas a llenar la boca hablando giladas como siempre hiciste, pero la verdad sólo me da pena. me da pena que fingiste siempre haberte olvidado de todo, como si sentir te hiciera inferior, me trataste siempre de tonta, como si haberme tomado mi tiempo por muy eterno que haya sido no me hiciera un poco más sabia. me da pena que seguro esta sea la última vez que alguien escriba sobre vos (espero que no), o por lo menos, que lo haga yo (espero que si). me da pena que hayamos perdido tanto tiempo tratando de hacer que funcione. me da pena que todo lo malo haya tapado todo lo bueno, y por más que te recuerde con cariño siempre me queda el gustito amargo al último. me da pena que no lo hayamos cortado por lo sano cuando tuvimos la oportunidad.
la verdad que en este vómito de palabras de mierda que cada día expreso más para el culo,
se me escapa una risita un poco cínica cuando por fin, después de un año de arrancarte de raíz y de verdad de mi vida, me voy dando cuenta:
(lento pero seguro)
miamor, que juego retorcido el tuyo.
hiciste muchas cosas lindas, sí, pero
sinceramente,
lo mejor que hiciste por mi
fue irte.
y ahora, por fin,
se van con vos todas esas cosas que seguían doliendo.
fj - 29.04.20, un año limpia. y no me ensucio nunca más.
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sergiorueja · 6 years
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Junio
Estamos transitando la mitad de año, el cual a decir verdad fué bastante agradable desde que comenzó y pasaron mil y unas cosas para no quejarme al respecto. Lo que si, hay algo que me inquieta y me tiene muy muy incómodo.
Desde aproximadamente el comienzo del mes, me empece a sentir DEMASIADO raro a comparación de los otros meses. No se, toda esa alegria que venia cargando desapareció de la nada y me empece a venir abajo en todo sentido.
Para comenzar, volvieron los dias en los que solo queria dormir durante más horas de las habituales, después mi apetito se volvió a descontrolar como hace años y comia un monton de cosas sin importar la hora. Las ganas de provocarme el vomito en cualquier momento (no por el hecho de comer) estaban presentes durante todo el día. Pasé de fumar 2 cigarrillos diarios a 4-5. Volvieron los días en los que me aislaba completamente de todos, en los que sentia una tristeza y angustia enorme sin motivo alguno. También siento como que todo el mundo me está haciendo de lado y al mismo tiempo soy consciente de que eso no esta sucediendo por que NADIE me da motivos para sentirme así.
Estos dias tuvimos muchos parciales y en 2 de ellos, quizas los más importantes, no le he dedicado NINGUN TIEMPO para estudiar. Es decir, solo hice un resumen de mierda para esas materias y me dediqué a ver mis series, o a jugar. No queria saber nada del estudio. Y me irritaba muchisimo que en los grupos de wpp muchos estaban demasiado preocupados por el tema cuando no era algo tan grande como lo pintaban por lo cual me he mostrado ausente en esos temas por que sino iba a decir cosas que quizas incomodaban a muchos. Afortunadamente me he presentado en esos parciales, en uno de ellos estaba decidido a no rendirlo y pasar al recuperatorio directamente, pero un amigo, Ramiro, logró convencerme de quedame. Estoy agradecido por eso, por que si no le hubiera hecho caso, hoy estaria libre en Fundamentos de Administración.
Por otro lado, lo que me inquieta más es que decidí faltar 2 semanas a terapia, cosa que jamas hice. Y hoy cuando decidi asistir a la sesión, despues de una larga espera, me dicen que mi psicologa no iba a atender hoy y que habia un problema con el tema de horarios asi que durante la semana me iban a avisar como se iba a solucionar el tema y demás, la cosa es que volviendo a mi casa, mirando al piso como habia dejado de hacerlo hace mucho, sentia una tristeza gigante por todo. Un lado mio me decia que vaya a clases asi me despejo, pero el otro lado no tenia ganas de fingir esa falsa sonrisa en mi cara como diciendo que todo está bien (y q por cierto, hacer ese papel me sale a la perfección, nunca nadie se da cuenta de que estoy mal).
Ya en casa, recibo un mensaje en el cual me avisan que aprobé el parcial de Derecho el cual yo estaba convencido de que habia desaprobado y por lo tanto quedaba libre. En realidad tenia recuperacion, pero era oral y yo no la iba a hacer asi que iba a quedar libre por decisión propia. ¿Saben que fué lo raro que me paso con ese mensaje? No sentí absolutamente nada cuando lei “aprobaste con un 6″... Ni me alegré, ni me entristecí, ni nada. Lo correcto hubiera sido estar super feliz por haber aprobado los 5 parciales que tuvimos durante este primer cuatrimestre pero mi reaccion fue completamente vacía, y hasta ahora no me genera en absoluto nada. Y para ser sinceros, siempre me pongo super feliz que mi grupo de amigos apruebe, pero esta vez fue una minima  alegria pero nada mas (ellos también aprobaron todo).
Como punto final puedo decir que estoy sintiendo bastante miedo por caer a lo que era antes. Si bien logro mantener un control bastante bueno con mi estabilidad emocional, el miedo está en que me termine tirando más para el lado perjudicial que para el lado que me hace bien. Al mismo tiempo, una parte de mi me tranquiliza diciendome que no voy a optar ir por el lado “malo” por que sabe que no la pasé nada bien, como asi tambien me dice que esto que estoy pasando desde principios de mes, se terminará en estos dias cuando vaya al cine con amigos, participe del cumpleaños de mi mejor amiga y vuelva a ver y relacionarme con gente que hace tiempo no lo hacia. O por lo menos, espero que asi sea. De todas maneras de lo que si estoy completamente seguro es que antes del 9 de Julio de este año, morirá de forma completa una parte de mi que de verdad no la quiero más en mi vida y creo que al matar a mi alter ego que esta en stand by, ayudará a que me dedique enteramente a mi, y vuelva a sentirme como lo hice durante los meses anteriores a este. Y ahora si, finalmente creo que una más de las razones por las que me siento muy raro es que quizas me este empezando a sentir atraido por alguien, y de verdad no estoy preparado para eso, intento controlarlo pero de a ratos se me va de las manos.
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