Vacío químico, piloto automático.
Cuando estoy con los antidepresivos encima, el vacio se expande tanto que no puedo sentirlo. Es como si se convirtiera en un agujero negro que se lleva esas penas y emociones intensas para dejarme despojada de cualquier inestabilidad que amenace con la paz de mi existencia.
Es interesante porque te entumece, pero cuando la ola de aquello que se ha llevado te golpea con todo su poder, logra arrastrarte hasta los confines de ese vacío.
Y cuando intento conectar con esas emociones, solo hay rabia y frustración, así que termino en piloto automático. Es la única manera en la que sobrevivo, la única manera en la que no pierdo la cabeza.
Es tan agotador, se vuelve una tarea titánica levantarte cada mañana y fingir que te importa. Fingir que queda algo dentro de ti que no sean los químicos que te impulsan a seguir.
Extraño llorar, aunque lo odie, lo extraño. Por lo menos el sosiego llegaba y podía seguir. Pero ahora... no tengo nada. Estoy tan dopada que no puedo soltarlo. Es como si tuviera un muro en la mitad que me protegiera y a la vez me bloqueara cualquier intento por entender lo que me pasa.
Lo único que puedo entender es que estar en piloto automático es lo que sigue arrastrándome hacia adelante. Sé que terminaré estrellada, hecha pedazos.
Pero no sé qué otra cosa hacer. No sé vivir, no sé tener esperanza, no sé encontrar otros motivos para encender la chispa. Todo lo que sé hacer es fingir.
Aunque esté cansada de pretender que me importa una mierda y que estoy bien cuando todo lo que tengo son ganas de gritar y de matarme.
Porque si, morir sigue siendo un plan. Uno que he planeado y que quiero ejecutar. No sé cuando, tal vez mas temprano que tarde. A lo mejor mañana o dentro de un año.
Solo sé que fingir gracias a los quimicos externos y mantener el piloto automatico encendido es de las cosas mas dificiles que he tenido que hacer
Y estoy harta de fingir.
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Quisiera dormir y no despertar nunca más.
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Que si las cosas van mal, que si las cosas van peor; ya no importa. Realmente ya no importa nada. Yo estoy muerta desde hace 20 meses y ya no hay nada qué hacer.
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Me pierdo en la oscuridad
Ahora estoy solo
Que felicidad
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Llegue a ese punto de la noche donde sueltas el celular, y miras hacia el techo y te pones a pensar que pasara contigo, con tu futuro, si algún día lograrás todas tus metas y ahi justo en ese momento llega la depresión y la inseguridad no muy saludable
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¿Qué esperaba?
Definitivamente nunca se aprende.
Nunca aprendo de mis errores. Espero tanto de personas que no pueden dar el mínimo porque son... basicas.
No, ni siquiera básicas. Creen que son demasiado por su apariencia, pero todo se queda en eso, en una belleza pasajera que no tiene validez más allá de su propio ego.
Y lo peor, es que siempre trato de rescatar lo que no existe.
No, no es rescatar. Implanto deseos en personas que no valen la pena.
Implanto deseos tan arraigados en rostros bellos que cuando se muestran tal y como son, me sorprende y me molesta. ¿Por qué? Siempre han sido así. Es mi culpa tratar de tomar lo que no existe.
Me entristece tanto no darme cuenta que las expectativas siempre serán una falsedad. No importa cuanto intente mantenerlo en la escala mas baja, siempre encuentro la manera de estrellarme contra la misma pared una y otra vez.
Espero un poco mas de lo minimo, proyectando elementos que no pertenecen al sujeto. Espero tanto de un mundo superficial y lamentable que, sin importar cuantas veces me estrelle contra el mismo muro, no aprendo de mis heridas.
Aunque mi mente traidora intente regalarme imagenes consoladora tratando de hacerme sentir bien al darme una ilusion corrupta. Intentaré ignorarlas hasta que entienda la diferencia entre la realidad y la ficción. Y que esta realidad es una mierda.
No quiero volver a alzar la mirada a esta realidad, prefiero seguir viviendo la ficción eterna hasta que pueda viajar a ella.
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