Que mis actitudes,
mi insistencia,
mi baja autoestima,
mi caos interno,
mi pesimismo,
mi poco esfuerzo,
mi constantes indiferencias,
mi desequilibrio mental,
mis ruinas emocionales,
mis guerras, mi infierno,
mi impaciencia, mi vacío,
mis incertidumbres sobre el amor,
mis míseras ganas de dar cariño,
mis inseguridades y mis miedos
no sean motivos
por los cuales te vayas.
Te lo digo en serio:
estoy dando todo de mí
para no arruinar esto tan hermoso
que tenemos juntos
y que te has encargado de hacerlo funcionar,
mientras yo sólo he retrocedido.
Gran parte de tus supuestos amigos te dirán que estarán para ti cuando los necesites, pero solo por conveniencia y estos se ofenderan si les haces saber eso. Aprende a identificar a los hipócritas.
Es indiferente la forma de autodestrucción que elijamos. Unos se entierran en una biblioteca, otros en una taberna. El resultado es el mismo. El modo de autodestrucción sólo prueba algo en cuanto al carácter de un hombre. Dime cómo quieres destruirte y te diré quién eres. Es decir, dime cómo llenas tu soledad: con libros, mujeres, ambiciones. En todos los casos el punto de partida es el aburrimiento y el de llegada, la destrucción. Que uno quiera abismarse en el infinito y otro ser pasto de gusanos, ¿qué prueba en cuanto a la maldición de la trayectoria humana? ¿El símbolo de nuestra suerte? Un cielo cuajado de gusanos.
1216- A menudo se echa en cara ante la juventud el creer que el mundo comienza con ella. Cierto. Pero la vejez cree aún más a menudo que el mundo acaba con ella. ¿Que es peor?
”Esta vida tan vacía, sumida en la monotonía de la rutina, mirando alrededor llena superficialidades, y materialismos innecesarios, en los que nos envuelve la sociedad, cubriendo nuestros ojos de la realidad.”
“Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.”
Jaume Perich Escala “El Perich” (1941-1995) Dibujante, escritor y humorista español.
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Debo morderme la boca hasta sangrar ¿Aguantar la hipocresía o explotar en un minuto de revelación?, Debo escupir esa sangre, por contar las palabras, con las que mido tus caricias. ¿Debo pensar la tecla que imprime mis creencias sádicas sobre el mundo?, Debo hacer una estrategia para morir por una creencia estúpida. Debo morderme la boca, hasta callarla, por algo en lo que no creo, por una desilusión,
Me la pela el sexo, me sobra el sexo. No quiero sexo, sexo hay en todas partes. No es la gran cosa, lo que realmente es escaso es el cariño y la ternura.
Hoy es uno de esos dias donde simplemente me rindo y dejo que los pensamientos mas catastrifcos y negativos me consuman. Por unas horas me siento a llorar mientras un sin fin de ideas autodestructivas y crueles fluyen por mi mente, y a veces hasta por mi boca.
Se que esto no es algo bueno, incluso roza lo masoquitas, pero es el unico momento donde yo misma me escucho y trato de entender el origen de todas esas ideas pesimistas y dolorosas.
¿Saben lo que descubri la ultima vez que estuve asi? Que no me conosco, pero nada de nada. Se hacer muchas cosas pero no se cuales me gustan y cuales aprendi por necesidad. Descubri que nunca me senti realmente escuchada y que tengo una imagen mia un tanto decadente. Algunos de mis amigos mas cercanos los siento como personas pocas empaticas, aunque no estoy segura si esto es asi o consecuencias de mi mentalidad tan pesimista, que solo tiende a repetirme de que ellos solo estarian conmigo mientras yo le sirva y este bien.
No me conosco, no se que quiero, ni quien soy, solo se que me siento sola y me cuesta aceptar la realidad en la que estoy. Soy conciente que todo esto tiene solucion, lleva tiempo y requiere de mucho por parte mia, requiere de accion, asi que este es mi consejo si estas pasando por lo mismo que yo en este momento:
"No pienses mucho mas cosas, escuchate a ti misma/o y conoce que te molesta y luego muevete, busca cambiar aquello que te aqueja... y si es algo que se escapa de tu control, entonces cambia tu mentalidad, porque algo que no tiene solucion deja de ser un problema y por ende no vale la pena que dediques tu tiempo siquiera a sufrir por eso"
«El concepto de un pesimismo americano es un oxímoron. En una cultura que prospera a partir del emprendeurismo, la farmacología y la autoayuda, “pesimismo” no es más que una forma elegante de referirse al mal humor. Es una cultura que premia la actitud proactiva y el espíritu emprendedor, ser pesimista no es más que resultar quejoso; si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Vivir en una cultura así es estar perpetuamente a la sombra de un optimismo obligatorio, un nuevo tipo de coerción que es patologizada a temprana edad por la educación infantil mediante la apreciación “No le gusta jugar con otros”».
Eugene Thacker: Tentáculos más largos que la noche. El horror de la filosofía vol.3. Materia Oscura Editorial, pág. 151. Segovia, 2019