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#pordiosero
senderodeversos · 7 months
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Los mensajes que callé: Pordiosero.
Siento hambre
de una caricia,
unas miguitas,
escondiéndose
de la penumbra del día,
vagabundo
sin destino,
hambre de refugio,
de tu abrigo.
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zsvpersticion · 1 year
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youtube
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latinotiktok · 6 months
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Propaganda: si no votan por Mexico los carteles los van a amenazar, los whitexicans les van a decir pordioseros y Lopez Obrador los va a declarar un complot conservador
DIA 1 DEL POLL: FUNNY MEMES
DIA 2: DISCOURSE SOBRE INMIGRACIÓN
DIA 3: AMENAZA CON LOS CARTELES
Latinoamerica core 💞
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jartitameteneis · 7 months
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Poderoso caballero es don Dinero
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Es Galán y es como un oro,
tiene quebrado el color;
persona de gran valor
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
pues que en las venas de Oriente
todas las sangres son reales.
Y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.
¿Más a quién no maravilla
ver en su gloria, sin tasa,
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos
en las casas de los viejos
gatos lo guardan de gatos;
y, pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.
Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos
no pierde su autoridad.
Porque pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y, pues les hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra
(mirad si es harto sagaz)
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Francisco de Quevedo
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chaotic-yz · 1 year
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Omgg adoro tu estiloo es re cutee 😻
Ainsssssss gracias, me halagas 💖💖
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Este humilde pordiosero agradece su halago, que de verdad siempre es grato saber que les gusta el contenido y la estética del mismo
👉🏻👈🏻💖💖💖💖💖
Muchas gracias por el ask ✨✨
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la-semillera · 1 month
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ELENA DEL RIVERO & CRISTINA RIVERA GARZA
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VII
el gesto de la verdadera adicta
A veces el Mar del Norte se transformaba en manto y había que verlo como algo ajeno.
A veces se lo podía uno colocar sobre los hombros como cosa muy usada o querida, y sentir, dependiendo de incógnitos elementos, su calor o su extravío.
A veces era posible sentarse en su orilla, sosegadamente. Y volverse escultura súbita o nube desmemoriada. O arena con filos.
Todo podía pasar ahí en realidad. A veces había que sobrevolarlo como a un desastre. O alejarse como de la epidemia. O resignarse como ante la enfermedad.
En más de una ocasión vimos la manera inesperada y no por ello menos natural en que emergió del agua la cabeza de Concha Urquiza.
—Pero si usted está muerta —le recordábamos de inmediato.
Y ella, sin ponernos atención, interrumpía cualquier comentario para pedirnos, con ese gesto desesperado del verdadero adicto, un cigarrillo. Por el amor de dios. Por lo que más quieran. Ya que había dado la primera chupada —honda, con placer, toda ella en otro lugar— y ya que había dejado desaparecer en el aire la bocanada gris, el humo de artificio, entonces nos pedía una toalla.
—No saben la clase de frío que hace ahí —nos aseguraba sin atreverse a volver la vista atrás. Cuando constataba la sorpresa en nuestros rostros no era capaz de aguantar la risa.
—¿Qué? ¿Ustedes son de las que creen que Los Sumergidos nunca tenemos frío?
Éramos de ésas, ciertamente. Y, por serlo, guardábamos un silencio inconfesable y vergonzoso mientras bajábamos la vista.
—Por lo menos —murmuraba luego en son de paz— podrían ofrecerme algo de vino.
Entonces, sin que se lo pidiéramos, sin que lo esperáramos siquiera, La Sumergida alzaba su copa y brindaba y chupaba ávidamente de su cigarrillo, todo a la vez, todo como si ya no tuviera tiempo o como si se le estuviera acabando el tiempo, mientras se quedaba como nosotras, sentada sosegadamente sobre la orilla de arena del Mar del Norte, resignada ante la enfermedad del agua y sobrevolando el desastre con la Mirada Oblicua de la que ha muerto más de una vez, de la que todavía no acaba de morir o de la que, muriendo, reincide como una verdadera adicta, con ese gesto de pordiosero y de mártir cruel y de princesa degollada.
_ ¿Ha estado usted alguna vez en el Mar del Norte?, fragmento del libro Feliz como con mujer, Cristina Rivera-Garza.
_ Elena del Rivero, Photocollage #43, 2014-2018. Collaged selenium toned silver gelatin prints with thread and vintage postcard of Curro Romero. 11” x 18”
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luz-incarnata · 1 year
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Implacable
Y te di el olor
de todas mis dalias y nardos en flor.
Y te di el tesoro,
de las hondas minas de mis sueños de oro.
Y te di la miel,
del panal moreno que finge mi piel.
¡Y todo te di!
Y como una fuente generosa y viva para tu alma fui.
¡Y tú, dios de piedra
entre cuyas manos ni la yedra medra;
y tú, dios de hierro,
ante cuyas plantas velé como un perro,
desdeñaste el oro, la miel y el olor.
¡ Y ahora retornas, mendigo de amor,
a buscar las dalias, a implorar el oro,
a pedir de nuevo todo aquel tesoro!
Oye, pordiosero:
ahora que tú quieres es que yo no quiero.
Si el rosal florece,
es ya para otro que en capullos crece.
Vete, dios de piedra,
sin fuentes, sin dalias, sin mieles, sin yedra,
igual que una estatua,
a quien Dios bajara del plinto, por fatua.
¡Vete, dios de hierro,
que junto a otras plantas se ha tendido el perro!
Juana de Ibarbourou
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final-credits · 1 year
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Admiro la gente que siempre se viste bonito y con estilo, porque yo siempre parezco un vagabundo pordiosero.
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dicelsilencio · 5 months
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Mi imperfecta creación
Parte 1
1,999,999 creaciones he tenido a lo largo de mi corta vida. Han pasado por mis manos reyes, pordioseros, prostitutas, maestras, santos, políticos, enfermeras, viciosos, herejes, traidores, asesinos, artistas, negros, rojos, amarillos, embaucadores, sanadores, místicos, madres, doncellas, doctoras, generales, amantes…y toda clase de seres que componen eso que llaman humanidad.
Mi creación número dos millones no tendrá nada excepcional. Pienso que nacerá en un país miserable, de esos donde nadie desearía nacer. Un país cualquiera, sin historia digna que contar, sin mayores proezas o logros que lo hagan destacar.
Y ahí está. Ya veo a la madre, una profesora de colegio. Despechada. Se encuentra en una reunión social. Hay tantos buenos partidos, pero que aburrimiento de vida. Esto no es un cuento de hadas. Veo un señor mayor que ella, banquero él. Casado y con tres hijos. Es un infame. Pero los pondré a charlar, a que se cuenten sus penas, amores y desamores. El día es especial. Debes olvidarte de ese que te tiene roto el corazón, profesora de colegio. Debes sumar una conquista más a tu larga lista, señor banquero. Unos tragos más, y ya está. Se ha engendrado mi nueva creación.
Llegaste al mundo bajo el nombre de David, como el rey, al que también creé. Y así como tantos niños en ese país donde naciste, no deseado por la profesora de colegio y el banquero. Eso les he hecho creer. Pero el destino si es deseado y lo escribo yo. Así que te regalé una madre amorosa y un padre que ni apellido te dio -Morirá solo y sintiendo el desprecio de sus…tantos hijos deseados y otros no tanto-. Esa es la vida, tanto la que he escrito como la que hacen otros.
...continuará...
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a-lonelysala-mandra · 8 months
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Hasta la tumba
Mis sentimientos enterrados están,
Mi alma muerta está,
Ya no hay nada en este mundo terrenal.
Que me queda de alguien como yo en este infierno,
Ya me queda poco aliento para vivir,
Para comprender,
Para sentir,
Para interpretar,
Para expresar.
Hasta la tumba están mis sentimientos,
Hasta la tumba está mi alma,
Hasta la tumba está mi recuerdo,
Hasta la tumba está mi cuerpo.
Mi cuerpo ahora da vida a alguien más,
A todo lo que está a mi alrededor,
A la profundidad de la tierra,
La piel se me cae a pedazos,
Mi cabello enredado y lleno de larvas está.
Las uñas parecen seguir creciendo,
Mi cuerpo es ahora comida para los gusanos y pordioseros de este nuevo sendero.
Reiremos de nuevo,
Bailaremos de nuevo bajo la luz de la Luna,
Podría matar para estar contigo,
Me gustaría tenerte en mis brazos otra vez,
Me gustaría tomar tu mano.
Ya no tengo tanto tiempo para estar contigo,
Me queda muy poco,para seguir viendo el brillo de tus ojos.
Deja que mi alma se quede a tu lado,
Deja que mi recuerdo este siempre presente,
Deja que mi aroma siga inundando tu nariz.
No pares de mencionar mi nombre,
No pares de llorar cuando me recuerdes,
Cariño,entiende que sigues viva y tienes el mejor que yo te pude dejar.
Estaré muerto,pero sigo siendo tu primer amor,
El que siempre fue cuando te vi en aquel funeral,
Te veías tan bien,vestida de negro,
Tus lágrimas parecían diamantes en tu rostro.
No sabía si ver el féretro o verte a ti,
Robabas la atención de todos los presentes,
El olor de la tierra mojada y las flores me volvían loco,
Sólo mirarte me provocaba lanzarme para besarte.
Las ganas no me dejan en paz,
Tú eres quien puede controlarme,
Eres la razón por la cual agradezco haber vivido,
Agradezco de ser parte de tu vida.
Abraza fuerte mi fotografía,
Embriagate con mi lícor favorito,
Rocía mi loción favorita,
Viste mi traje favorito.
Te digo adiós en este mundo terrenal,
Pero te doy la bienvenida al mundo de los muertos,
Seguiremos bailando y riendo,
Como lo hacíamos en el mundo terrenal,
Cariño...te amo demasiado que sin ti es una tortura,
No dejes de pensar en mí.
Abrázame fuerte,
Llorá fuerte,
Grita fuerte mi nombre,
Disfruta tu vida.
No dejes de visitarme...
Aún cuando esté hasta la tumba.
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perenne33 · 11 months
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"PAYASO"
"Absurdo payaso
Que ruega por amor,
El peor de los fracasos,
Ilusión que se vuelve dolor.
Crónicas de un pordiosero
Que carga el golpe de la desilusión,
Portando en sus manos pedazos de corazón
Cuando creyó haber tenido el mundo entero.
Solo así pudo entender
Que el golpe más fuerte se recibe al caer,
En brazos de mujer que dibujaba un falso querer,
Ya cuando los abrazos y besos eran su menester.
Pobre payaso,
Fingiendo sonrisas cuando se ahoga en llanto en su interior,
Sin dejar salir una lágrima al exterior
Para que nadie sepa de su estrepitoso quebranto por un falso amor.
Lava tu cara,
Payaso perdedor,
Que nada más te queda
Bajar la carpa del circo por honor."
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siahtizroz · 10 months
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POEMAS DE MONTSERRAT ÁLVAREZ PARA NO PERDER.
Los relojes se han roto
En estos días de paro armado y carestía,
días de microbuses atropellados y de comensales
engullidos,
cuando hay tanta cerveza por beber,
en estos días, digo, en estos días,
la sangre y la cerveza derramadas
se suben a la frente con más sed.
En estos días en los que la muerte
es un adorno más para la vida,
las horas del futuro se han venido al presente;
los relojes se han roto, o se los han robado.
Ars poética
La poesía debe ser como el amor,
asunto raro de bichos raros de largos dedos
sensitivos
La poesía debe ser como el amor,
refinada y violenta
y que haga daño y muerda
sin llegar a romperse
ni a romper
Pero a veces la poesía debe llegar más lejos
que el amor
y más lejos que todo
Y romper cosas
En Lima
En Lima no existen los perros anónimos
Todos sabemos sus nombres, sus caras y sus sonrisas
Los locos son nuestros camaradas en las calles de Lima
Caminan a nuestro lado, y hombro con hombro, y diente con diente
En Lima hay un callado policía en cada esquina
y nadie sabe lo que alberga en su negro corazón secreto
En Lima muchos sabemos que las cosas también se
mueren,
que se extingue humildemente su pobre vida servil de cosas
En Lima todos sabemos que otros van a morirse mucho antes que nosotros,
y que con sus ojos en los nuestros dirán:
“Hasta nunca”
En Lima los gallos cantan demasiado temprano, y bajo las veredas hay ocultas
sábanas heladas como la noche de los hermosos cuerpos solitarios
y las nubes son cúpulas de mármol en el horizonte
de los días de invierno
En Lima todos sabemos del sonido preciso del rechinar de dientes, y hemos nacido cobardes hasta la médula de los huesos
En Lima los microbuses llegan siempre cuando ya es tarde y traen historia de fracasos en cada letra de su recorrido
y nosotros nos sentamos para olvidar los paraderos y meditamos en silencio y sin mirarnos a la cara, porque en Lima
cada uno es poeta, y baila con su sombra como
única pareja, y prepara en secreto su voz de medianoche.
Anacreóntica
El dulce licor que duerme en las cavas,
antes de convertirse en palabras sagradas
o en juegos de amor perversos,
de intolerable voluptuosidad,
antes de convertirse en electricidad en la garganta
del rey o el pordiosero,
sueña con grandes deleites y misterios,
con banquetes y desenfrenadas poesías,
con mares, con crepúsculos, con dientes y con lenguas
En el secreto abismo subterráneo acaricia su sexo
de fluida e insondable perfección
como un silente océano de fuego
El dulce licor que duerme en las cavas
alberga las palabras de un diablo cruel y alegre,
y por eso, en el hombre que lo beba,
hará nacer un ansia de intrépidos placeres
Del antiguo demonio que lo puebla
florecerá la risa depravada en el vientre
del más pobre y cobarde bebedor,
llenando hasta los bordes su trémula consciencia
como canto nocturno que se alce en las entrañas
de la tierra, o maldita y prohibida ceremonia
llena de blasfemias bellas y terribles
Y a nadie negará el dulce licor albergue
en su sombrío palacio: iguales ante él serán
buenos y malos, míseros y ricos, necios y sabios
–pues, como la Muerte, a nadie desdeña–
El dulce licor que duerme en las cavas
y sueña con carcajadas, con máscaras y con guerras,
conocerá glorias y desdichas, llantos, triunfos y risas
A muchos míseros regalará el don de quemar sus vidas
tan insensiblemente, de tan veloz manera,
que un día en su corazón confundirán
su última copa con aquella primera
que tomaran tanto tiempo ha
Nacerá el dulce licor imbuido de negra potencia
Erguido emergerá de su honda caverna,
desplegando sus alas hacia la implorante avidez de la tierra
Al mundo entregará en cándidos chorros
el prodigio recóndito del alma
que le insuflara ángel o demonio
para hacer
oro del estiércol y estiércol del oro
Le buscará aquel que nada teme, y también el cobarde
recurrirá a su magia revestida
por jaula de cristal, y al último,
al leproso,
al idiota, al ruin, al loco, al peor
de todos, a aquel de quien no se cuidan
ni los cielos ni la tierra, y sólo a él,
al que nada posea, ni siquiera
la mirada de otro mortal, ni pueda
ya caer,
obsequiará el más raro y secreto de los cielos
–ese horrible misterio que unge al triste mendigo
con la invisible gloria del abismo
Compañeras
La amenaza del amanecer
nos persigue, a mí y a esta mujer
Pende como una espada de Damocles
sobre nuestros pescuezos
Huimos de un bar a otro, de una sombra a otra
Esta mujer –no sé si ya lo dije–
está ebria,
completamente ebria,
y yo también
Tiene la borrachera de la locura metida en sus venas negras,
y me la ha contagiado,
aunque no siempre lo lamento
–luz subterránea–
Ríe, llora, folla
Abre su vagina a cuanta verga
pasa ante sus narices
Yo sé de su tristeza
De ella dicen: la Noche,
la Noche eterna
Cuidado
Afuera el canto del gallo enciende la madrugada
como un río de sangre de neón encabritado
Afuera la oscura atmósfera se sobresalta se agita
hendida por el silbido simultáneo de las fábricas
rasgado agudamente su tejido / por los primeros ómnibus del día
convulso su silencio trasnochado / por los potentes gritos de las aves
Afuera los perrosparias enderezan su osamenta mirando los muladares
siendo pateados sus huesos por matronas putrefactas que a toda costa defienden
su kioskito, sus mesitas, su espeso hedor perezoso
de pescado corrupto refrito en grasa rancia,
alegre desayuno de estómagos paupérrimos
También yo he despertado para siempre,
después de un sueño revelador, señores míos,
con los ojos tan abiertos que ya nunca podré cerrarlos
con los cabellos tan erizados como el lomo de un gato enfurecido
con los senos erguidísimos como cúpulas-estandartes
con la hipertensión necesaria para enfrentar 70 inviernos juntos
Aspiro la verdad que ha horadado mi frente la bebo a grandes tragos
Huid de mí los que vivís en el engaño
de las paredes protectoras cubiertas con bellos cuadros
de las palabras rimbombantes sin consecuencias peligrosas
Cuidado
ahora me revuelvo contra todos vosotros
contra el oprobio y la vergüenza de ser como vosotros
con los dientes famélicos del perro muerdo la gruesa pierna que lo ultraja
Cuidado
ahora me levanto, apartando las sábanas;
con mi cuerpo blanquísimo y desnudo
rompiendo la penumbra de mi cuarto cerrado con tres llaves,
Voy a abrir las ventanas y las puertas
Voy a abrir las ventanas y las puertas
El profesor Bernheim
Había un profesor llamado Bernheim
Le gustaba mostrar a sus alumnos
─entre ellos se sentaba el joven Freud─
un raro experimento:
hipnotizaba a un hombre
para que hiciera algo sin sentido
media hora después
La clase continuaba
y al llegar el momento
el hombre obedecía
la orden del profesor
pero justificándose
mediante alguna excusa racional
Podía tratarse de una excusa tonta
Lo importante es que fuese racional
Para ti la razón es sólo eso
Nunca irás más allá
Funcionas racionalmente y te crees cuerdo
Imaginas que ves cosas reales
porque las ves con los ojos abiertos
y a cada paso tuerces el destino
cumpliendo las palabras sin sentido
de tu profesor Bernheim
Era un experimento fascinante
pero dejaba a todos una extraña inquietud
y el mismo profesor sentía un breve espanto
que los aplausos pronto
lograban disipar
Para ti la razón es sólo esto
Soñar que estás despierto
Vivir fotocopiando gestos huecos
como un hipnotizado
y abrir los ojos el tiempo de un suspiro
tu suspiro final
Escucha
Escucha, pues es conveniente,
lógico y de sentido común
que en nada consideres mis poemas
ni mis transidas horas
Un poeta es la sombra de una sombra
Nada es excepto un sueño
A veces se arrastra por los edificios de oficinas
como corrector de textos, lustrabotas o portero
Las musas le visitan a horas inadecuadas,
haciéndole perder más de un empleo
Tropieza en las aceras, derrama las salsas, se mancha
de vino y de café, mastica
con la boca abierta, es monstruosamente necio
e indeciblemente perverso
Fuma y bebe en exceso
¡Es exageradamente torpe, amigo mío!
Nada tiene para darte, excepto
ciertos paganos esplendores de edades más luminosas, tal vez,
de cuando la luz de los astros
atravesaba los vitrales del Medievo
o de cuando en los bosques de Grecia
aún resonaba la lira de Orfeo
y, por supuesto,
más de un problema, y nada de dinero
Fórmula de la felicidad
«Vivere, Galio frater, omnes beate volunt».
Séneca.
Será preciso no poseer mirada
Será preciso callar cuanto se pueda
Ciertas palabras desembocan siempre
en lo que la palabra no domina
Os mantendréis derechos en la ruta
Evitaréis mirar a los costados
La disciplina os será necesaria
sólo hasta ser moldeados por el hábito
Haréis uso de voces astringentes
Comprenderéis que nada es importante
Os deberéis mover a vuestras anchas
como en estado de apacible alerta
Seréis inteligentes como nadie
a fin de no ceder ilusamente
a los engañabobos y promesas
de cuanto ofrezca mucha intensidad
La mucha intensidad en el placer,
igual que en el dolor, es enemiga
de la felicidad inteligente
Falsas son las ofertas de su terrible dicha
Si la Vida os dirige una mirada
demasiado directa y penetrante,
desviaréis los ojos cortésmente
diciendo «Señorita, estoy casado»
Y si en la calle os interpelara
alguien a quien quisierais llamar prójimo,
desconfiad enseguida: es vuestro corazón,
no ese hombre ni el mundo, quien flaquea
Después todo os será fácil e inevitable
Cuanto os resultase arduo en un comienzo
os hará sonreír condescendientes
ante el tonto que fuisteis, y que ya no seréis
Será preciso creer lo que convenga
y desterrar lo contraproducente
Método y seriedad en esta práctica
harán del ser feliz algo automático
Si las ideas poco convenientes
intentan seduciros con sus mañas,
considerad que lo único sensato
es usar las ideas, no servirlas
Los engranajes de la maquinaria
de la felicidad mecanizada,
cuando correctamente programados,
borran del operario lo falible
Será preciso no albergar espíritu
Será preciso no alimentar un alma
Dormiréis mucho más de ocho horas diarias
De hecho, será preciso, a todos los efectos,
que no volváis a despertar jamás
Poema nostálgico para N. B.
Llegabas con el rostro agrio y desagradable
de quien juzga y condena al rebaño –¡nosotros!–
de ignorantes henchidos de indigesto saber
(quizá era exasperante, en realidad:
tanta ciencia, y tan poca)
«Extraño personaje», según me dije a veces
por aquel tiempo, en medio
de las categorías y los diálogos,
para entretener mis fatídicos ocios
La atmósfera era gris en el rumiar de los minutos
y dabas manotazos de ahogado en el tedio:
«¿Qué opinan de esto? ¿Qué piensan de aquello?»
Digo mal: en verdad, no te aburrías
¡Tanto desdén y, sin embargo, tanta fe!
Esto era de lo más curioso
Y así pasaste, como pasa el tiempo
–el pequeño, prodigioso enigma
de otra vida humana–, por mi vida
Contemplé este fugaz tránsito tuyo
con indiferencia en su momento
y sin embargo
Y, sin embargo, ahora he recordado
He recordado, por feliz asociación de ideas,
lo que posiblemente no recordarás nunca:
tantas insólitas posibilidades
¿Y si hubiera hecho esto?
¿Y si hubiera dicho aquello?
¿Y si te hubiera confiado…?
¿Y si…? ¿Y si…?
–ved cuán singular es la existencia humana,
cuán rica en potencia y cuán pobre en acto–
Llegabas en un tosco blue-jean, siempre fumando
Un rostro desdeñoso, agrio, severo
Era imposible en él una sonrisa
En una tarde gris me preguntaste
–el pasillo bullía de alumnos liberados–
cuál era mi opinión sobre Aristóteles
Debes recordar esto
«Prefiero a su maestro», respondí
Y entonces sucedió algo extraño y perfecto
Dijiste: «Yo también», y sonreías
Y, ¿cómo te diré esto que te digo?
Nos separamos al llegar a la escalera
–la timidez, el hábito, el orgullo–
He recordado esa tarde gris de otoño
–(me molesta el banal encanto de esta frase)–
no tanto con nostalgia de esa tarde para sí (ríe
de mi jerga hegeliana, si quieres)
cuanto de lo que ella era en sí
antes de separarnos por distintos caminos al alcanzar la escalera
–tú al salón de profesores y yo a la hemeroteca–
Nos separamos –como lo hacen todos
permanentemente, en medio de las breves
horas de la vida–
al llegar a la escalera
Y antes del azar o de la volición de aquellos pasos,
esa tarde era en sí, y ya no es
–pues las circunstancias, al cambiar, destruyen
no tan sólo el ser en acto, sino también la potencia–,
otras tardes parecidas, o distintas
Era una tarde gris que ahora recuerdo
no tanto con nostalgia de lo que ella fue
cuanto de esas otras tardes que tú ignoras
porque sólo pudieron haber sido
Hago de ella un símbolo
de la extravagante condición humana,
que en cada realización de lo posible
genera lo imposible, aniquilando infinitos,
por siempre incógnitos mundos,
enterrando en el pasado inconquistables futuros
Tomates
¡Tomates! ¡Tomates! Hijos de la sangre
Grandes nabos, blancas
fibras de la luna
Espléndidos apios, locos de remate
Amo vuestra dulce vocación canora
de llenar de bocas más de mil y una
en la oscuridad de las altas horas
De verdes anhelos está llena mi alma
–de jugo de berros, de sangre de palta–
De los entremeses, los engañabobos,
la cola del pato, la boca del lobo,
el huevo del dodo y el del avestruz,
la vaca sagrada que hunde su testuz
en la fuente ansiada –la transustanciada
sangre de Jesús–
Abrid vuestras bocas hambrientas, hermanos,
al maná que blanco tiembla en vuestras manos
al maná de ciegos y de comedores,
al maná de cojos y devoradores
Abrid vuestras bocas hacia este futuro,
extended a él vuestros brazos duros,
que a nuestros estómagos enormes y magros
llegarán celestes, oleosos milagros
Tregua
En una tregua de la Eterna Lucha,
Satanás conversaba con un ángel
Servían de pretexto mil y una nimiedades
habituales entre seres que sostienen
una relación cordial, mas no demasiado estrecha
Ambas potencias se hallaban distraídas
en aquel momento de reposo,
por lo cual su mirada, de ordinario más atenta,
no advirtió la presencia de quien, por accidente,
pudo presenciar tan singular encuentro
(y que había sido hasta ahí llevado
merced a los grandes poderes del sueño)
–Era el tamaño del testigo humano,
dicho sea de paso y en descargo
del descuido de ambos interlocutores,
en relación al de éstos
igual que el de una pulga es al de un perro–
Decayó el diálogo en cierto momento
El Maligno se sumió en algún complejo enigma
Guardó el ángel discreto silencio
«No sé qué me sucede últimamente»,
confesó al fin Satán
Su acento reclamaba mayor intimidad
«De un tiempo a esta parte –prosiguió–,
la comisión del pecado me produce
cierta incomodidad inexplicable»
El ángel no parecía sorprendido
«Es natural –replicó–:
estás volviéndote viejo
Tu conciencia te pide el descanso
al que tiene derecho,
pues, débil ya, se ha vuelto
vulnerable a los remordimientos»
Interrogóle entonces Lucifer:
«¿Me vuelve menos malo la vejez?
¿Debe ser entonces, según tu concepto,
bueno envejecer?»
Y sonreía su terrible rostro
«No lo es», suspiró el ángel, «no lo es
Envejecer no es bueno para nadie
Ni para ustedes
Ni para nosotros»
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acromatopsia · 10 months
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Usted no sabe nada de la vida
y peor soy yo,
yo pordiosero,
yo mortal,
yo cristalino,
yo con la carpanta indomable
de nuevas prosas literarias.
Yo inmerso
Yo ficticio
Yo literario
Yo con mi pulso lento y mal
pasado.
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jartitameteneis · 1 year
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"Pregonaba el pregonero"
Con su trompeta de avisar que se habían dado el te quiero la hija de don Blas y el hijo de un pordiosero que se quisieron enamorar.
Que bueno era el niño bueno por demás no se merecía a esa niña aunque tuviera capital.
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chaotic-yz · 2 years
Text
El pinshe artblock
Ya estoy harta de no poder dibujar ni mergas q-q. No me sale algo que termine de gustarme sin antes estar cantándole "deformes estás y eres muy feo" nonono
Porfavor, algún consejo para este pobre pordiosero 😣
29 notes · View notes
arllc · 2 years
Text
do you even know you’re falling?
marco temporal: sábado dos de julio, durante la misión #012 lugar: west garfield park tw: lenguaje obsceno, mención de drogas, violencia física, abuso implícito.
no tiene tiempo para sorprenderse. o quizás — no puede sorprenderse, porque se ha pasado toda la noche huyendo del peso de atención indeseada, enfocándose en el juego y la supuesta protección que el logo de aplicación implica, aún cuando presentimiento en la boca del estómago advierte contra optimismo. 
jo y su gente jamás han seguido una regla que no fuera dictada por sus propios intereses.
cada pequeño sonido le sobresalta, así se trate de cucaracha haciendo su camino por vecindario o la risa lejana de un par de pandilleros que le rastrean con la mirada, a pesar del espacio que les separa. jamás se ha considerado ansioso, mucho menos supersticioso, pero la energía de esa noche le asegura que desastre se avecina. hace trece meses no pisa las calles asquerosas de west garfield park, así que, por supuesto, todo sus negocios sin terminar vuelven para morderle el trasero.
cuando le acorralan es en uno de los tantos callejones baldíos del barrio, justo mientras busca a mars y el auto, a blythe, a cualquier otro miembro de histo o incluso un rostro amigable, quien fuera, con tal de calmar la ansiedad que serpentea por espina dorsal y no le deja quieto. 
a pesar del terror que le congela en su sitio, no deja de encontrar el humor en el hecho de que, por todos sus esfuerzos, está terriblemente solo cuando le encuentran, a merced del reducido grupo de hombres que le halan del cuello de camiseta como a un perro, arrojado contra el suelo del callejón sin más advertencia que la de carcajada.
—bueno, bueno… pensé que no volvería a verte por aquí.
escucha primero su voz, porque en realidad es lo primero que se materializa desde tinieblas, y es suficiente para que la sensación de arcadas se aloje en su garganta, tentando con hacerle regurgitar una cena que no ha ingerido. jo sale de entre las sombras que forman sus hombres cual escena de una mala película, en lo que arlo se pone de pie, la mano apoyada contra el ladrillo pordiosero a sus espaldas víctima de un temblor que ora porque el otro hombre pase desapercibido.
—solo estoy de paseo —responde, incapaz de detener la sonrisa de suficiencia que se dibuja en sus labios. no se puede permitir un segundo de debilidad, o siquiera demostrarle lo mucho que le afecta su presencia allí. que ha estado huyendo de la promesa de su sombra toda la noche y, ahora que le tiene cerca, reza por la aparición milagrosa de cualquiera que pudiera salvarlo de aquel encuentro.
la luz amarillenta de la única lámpara cercana baña el cuerpo del hombre cuando profiere los pasos que le sacan de su escondite, la expresión en su rostro tan familiar que le obliga a apartar la vista. traga en seco, aspira una vez, y cuando vuelve a mirarlo le tiene justo en frente, robándole de la tenue seguridad que distancia otorgaba.
—¿paseo…? ¿de verdad? —a medida que habla se inclina hacia su rostro, tan cerca que puede sentir su aliento contra la piel. no le queda más remedio que buscar refugio al retroceder un paso, por mucho que la acción sea fútil; no tiene hacía donde huir—. ¿no será que me extrañabas? no puede ser coincidencia que sea la primera vez que te vea aquí en meses.
debe soportar el asco que resurge en su piel, enmascararlo y empujarlo a lo más profundo de estomago cuando alza la vista parar encararle, con una ceja enarcada.
—la ciudad es libre.
aquello provoca una risotada en el hombre. es gutural, utilizando todo el poder de su garganta, y absolutamente escalofriante. 
—¿de eso se trata, entonces? ¿libertad? escuché que intentas cortar lazos con roman.
—¿y qué te hace pensar que te buscaría a ti si----
terminar la frase es imposible, pues recibe derechazo al estómago tan pronto como la imponente figura sospecha el rumbo irrespetuoso de su respuesta. le conoce desde que no era más que un mocoso intentando vender la peor variedad de marihuana en las esquinas más inoportunas de la ciudad. por supuesto que podría adivinar hacia dónde iba. lo que tampoco deja de ser familiar es la fuerza que esconde, golpe capaz de robarle el aliento, así como el récord de casi cuatro semanas sin recibir escarmiento físico.
—no me obligues a ser cruel, [______]. sabes que te prefiero dócil.
la voz del hombre es un susurro contra la piel expuesta de su cuello, pues aprovecha la forma en que su cuerpo se encorva contra el dolor para hablarle de cerca, con la intimidad que parece creer que comparten. intenta respirar a través del dolor que florece en su abdomen, y la bilis en garganta amenaza con desparramarse tan pronto como le escucha. dermis se eriza, su mente impactada por variopinta cantidad de imágenes borrosas que no puede detener, delatando así el efecto que, aún sobrio y en público, aquel tipo tiene sobre subconsciente. 
—es una lástima, jo —comienza, puño cerrado apoyado contra el pecho del más alto. cuando empuja, es apenas suficiente para recuperar centímetros entre ambos, pero sirve al menos para permitirle respirar, fingir una seguridad que en realidad no siente—. que tengas todas las piezas y no logres formar un solo puto pensamiento por tu cuenta. si te contaron que ya no trabajo para roman, debiste imaginar que es porque ya no lo necesito. no lo necesito a él, ni a ti, ni a ninguno de los jodidos lacayos que les comen la mierda.
está clavando su propia tumba, y lo sabe, pero ya no hay forma de detener la adrenalina que le tiene hablando, sonriendo con el filo agresivo de un animal acuartelado en la mirada. necesita que lo caguen a golpes, porque así le dejarían tranquilo y podría terminar la noche de vuelta con el equipo, en el apartamento o en un mcdonald’s de mala muerte. 
lo que sea, menos allí, sintiéndose de nuevo como el chiquillo que no supo encontrar más alternativa que recurrir a los delincuentes de la ciudad para sobrevivir.
jo permanece en silencio, pero el músculo de su quijada se remueve, lo que le anima a seguir hablando. 
—no tienen poder sobre mí. se acabó, jo. ¿no tienes nada mejor que hacer con tu noche o es que no logras conseguir a nadie que te chupe la polla sin dinero o drogas de por medio?
latidos van en ritmo descontrolado, golpeando contra sienes como si todo su cuerpo fuera un órgano gigante, expuesto ante la amenaza que es la figura del hombre frente a sus narices. la cara de jo es seria, sin trazos del humor con que había iniciado encuentro, y la presencia del par de hombres que le acompañan solo hacen del momento aún más incómodo. 
espera por retaliación. se prepara, incluso. sus músculos están tensos, listo para dar algo de batalla antes de sucumbir a la paliza, pero lo único que sucede es el agarre contra rostro que ejerce jo, firme, pero por el momento indoloro. 
allí sabe que algo no va bien.
—¿no me necesitas? —repite, y ni siquiera luce enojado. parece más bien intrigado, otorgándole a su rostro una mirada inquisitiva, como si realmente sintiera curiosidad al respecto—. consigues un par de trabajos de porquería, desaparecer por un año y piensas que puedes huir de todo esto. ¿es eso? ¿crees que eres libre, porque tienes un poco de dinero?
no, quiere decir. soy libre porque estoy harto, quiere decir. soy libre porque ahora puedo tomar a eli y desaparecer sin que ninguno me encuentre, quiere decir. pero el agarre contra su rostro ahora sí aprieta, fuerte, y es incapaz de expresar nada más que mueca de dolor. si sus latidos corrían antes por la adrenalina, es miedo lo que ahora les motiva. 
—no me hagas reír. jamás vas a ser libre, [______]. eres tan esclavo de esto como tu amiguito a la cocaína. ¿o piensas que él es el único adicto? piensas que eres mejor que él, que todos nosotros, porque tú lo haces por necesidad y el resto por gusto —la mano de jo le libera, pero es apenas un segundo; de inmediato va a sostenerle del cuello, ahorcando, a medida que le empuja contra el ladrillo de la pared a sus espaldas—. tú eres el peor. una rata que se arrastra por cualquier migaja bajo la excusa de no encontrar otra salida. pudiste haber acudido a cualquier otra solución, [______], pero preferiste convertirte en la perra de cualquiera que te pagara un par de billetes, porque era lo fácil. porque es para lo único que tienes talento —sus manos ya se han alzado para arañar contra la ajena, allí donde oxigeno se dificulta. jo es una estatua inamovible; se le acerca aún más, lo suficiente para sisear justo sobre su rostro, dejar su mensaje en claro—. no me hables de libertad. el único que necesita del otro aquí eres tú. si yo te follo, es porque quiero. si tú te dejas, es porque lo necesitas. 
con la mano que aún mantiene libre, jo chasquea los dedos, y por encima de su hombro arlo puede ver a sus acompañantes moverse, rebuscar entre mochilas y producir jeringa llena de líquido cristalino. ya estaba aterrado, pero ahora es cuando siente el pánico apoderarse de cada músculo.
se remueve contra el hombre, buscando la forma de patearle o golpearle antes de que lograra asfixiarlo, pero su análisis de la situación es demasiado tardío. la diversión ha regresado al rostro de jo, esa que él reconoce perfectamente bien, y aunque intenta mascullar su nombre a través de cuerdas vocales comprimidas, no logra más que ganarse un arrullo y un dedo acariciando contra mejilla. cuando deja de acariciarlo es para tomar entre dedos la jeringa que secuaces han preparado.
—tranquilo. no te estreses. te voy a recordar qué tanto disfrutas la jaula para la que has nacido.
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