Tumgik
#preguntas curiosas
frances-limon07 · 1 year
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También soy de México apenas te segui, queria charlar contigo peroo no tienes chat abierto :(
Ah que bien! Somos paisanos pues…pues inbox está siempre abierto ☺️
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florinaranja · 2 months
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can i have this dance? ; juani caruso
pairing: juani caruso x fem!r
summary: puro friends to lovers la verdad, eres amiga de juani y los dos estáis descubriendo nuevos sentimientos y lo que eso conlleva! 1.9k.
warnings: none
n/a: vale este no me lo ha pedido literalmente NADIE pero i'm just a girl que se monta muchas películas así que estaba escuchando highschool musical y se me vino un escenario a la cabeza y dije o hago esto o no hago nada so here we are
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—juani no me puedo creer lo que acaba de salir de tu boca. retira tus palabras o me voy ahora mismo. 
el rubio soltó una carcajada y miró a su alrededor. —¿a dónde piensas irte? estamos en la sección de patatas fritas de un supermercado. 
la joven lo miró completamente seria. él se encogió de hombros. —esta vez has tenido suerte, pero a la próxima no me vuelves a ver. 
lara cogió una bolsa de campesinas y comenzó a caminar hacia la caja, siendo perseguida por su amigo. 
—vamos lai, eres una dramática. no puedes ponerte así solo porque te haya dicho que gabriella no me cae mal —ella lo miró de reojo, estaba con una sonrisa pintada en la cara. se estaba tomando a broma todo su numerito. grave error —. además, te escuchas todas las canciones que tiene… un poco hipócrita por tu parte, si me lo preguntas.
—genial, porque no te he preguntado nada. 
llegaron a la caja y callaron su discusión. la cajera los miró curiosa mientras pasaba las patatas. 
—son 2 euros, por favor. 
por primera vez, lara miró directamente a juani, haciéndole un gesto con la cabeza. 
—ah, ¿encima tengo que pagar yo?  
—yo pongo la casa, es lo mínimo que puedes hacer.
el joven bufó y le tendió el dinero a la mujer, quien lo aceptó observando la situación bizarra que esos dos jóvenes se traían. lara cogió la bolsa y ambos salieron del supermercado tras despedirse. 
juani la seguía de cerca. les quedaban unos quince minutos de camino hasta la casa de la chica, y no le hacía demasiada ilusión pasarlos en silencio. fue a entrelazar sus brazos cuando la chica se giró de repente hacia él, haciendo que abandonara su idea.
—es que no lo entiendo. ¿qué clase de fan de highschool musical eres si te gusta gabriella? estás fallando a un fandom entero. y a mí, sobre todo a mí. 
—si te digo que era una broma, ¿queda todo arreglado? —el chico le puso un puchero al que lara ya no pudo responder con su molestia fingida. 
—por supuesto que no, estaba dramatizando por dramatizar. no me importa que te caiga bien, pero tienes que admitir que es insoportable y tóxica. 
—bueno, un poco sí, pero lo compensa con los temazos que canta. 
la chica rio, en eso no podía llevarle la contraria. como si hubiera leído la mente de su amigo, entrelazó sus brazos. balanceaba la bolsa del mercado mientras tarareaba una melodía inventada, con el vaho acompañando la escena. era un invierno más frío de lo que estaban acostumbrados, de esos que te ponen las orejas rojas y hacen que te resfries en un suspiro. juani odiaba el frío, pero a lara le quedaba genial; las hojas secas combinaban con sus ojos y las noches invernales iluminaban su piel. 
el rubio admiró el perfil de su amiga, siendo lo más discreto que pudo. rebuscó en su riñonera y sacó la cámara digital que siempre le acompañaba y que había sido objeto de burla de lara por el color tan feo que tenía. con un poco de esfuerzo, juani consiguió fotografiar la belleza de su amiga.
la chica no tardó en darse cuenta y posó para una siguiente foto, mostrando toda su hilera de dientes en una gran sonrisa.
—deberíamos hacer un canal para subir blogs. nos haríamos muy famosos, estoy segura. 
—creo que nos verían solo por ti —juani dirigió su vista al suelo, a las hojas pisoteadas.
—¿por qué dices eso? somos un pack. además, tú eres el talentoso de los dos, además del gracioso, por supuesto. yo estoy de relleno para decir estupideces —la chica le dio un leve empujón, esperando una respuesta positiva, cosa que consiguió al ver que la seriedad se iba de la cara de su amigo.
—gracias. te aprecio mucho, lai.
lara le regaló un beso tierno en la mejilla. no era nada del otro mundo que se vieran tan cariñosos el uno con el otro, eran amigos desde los últimos años de instituto y con el pasar del tiempo el afecto que se tenían solo crecía. lara había estado en cada momento en el que juani se había sentido menos, uno más del montón, alguien que no podría cumplir nunca sus sueños; en todas las ocasiones siempre consiguió darle el apoyo para que siguiera intentando. y cada vez estaba más cerca de conseguirlo, ya que hacía pocos días se había presentado a un casting para una gran película. aún sí, de algún modo u otro, el pesimismo se le escapaba de vez en cuando, como en momentos como aquellos. y lara seguiría estando para él.
—¡eh, parejita! ¿os interesaría comprar una pulsera que os recuerde vuestro amor? 
ambos pararon en seco ante el puestecito de madera en el que una mujer les enseñaba pulseras de colores a lo lejos. juani abrió los ojos sorprendido, algo acalorado.
—no, nosotros no… —el chico fue interrumpido por lara, quien comenzó a tirar de él para acercarse al puesto.
—¡por supuesto! vamos juani.
lara comenzó a observar cada uno de los modelos que la mujer tenía para ofrecer. tenía desde pulseras de plata con iniciales grabadas hasta pulseras simples, de todos los colores posibles.
juani, por su parte, no sabía dónde meterse. solo pensar que podría tener una pulsera con una "l" tallada le removía un sentimiento que quería tener lo más oculto posible. 
—mira, es del mismo celeste que tus ojos —la joven llevó dicha pulsera a la altura de los ojos del otro, confirmando que eran iguales—. decidido. me llevo esta, por favor.
juani vio como pagaba por ella, ensimismado. bajó la vista de nuevo a las pulseras, encontrándose de frente con una que también combinaba con los ojos verdes de su amiga. no lo pensó dos veces y la cogió, bajo la atenta mirada de lara. 
se alejaron un poco del puesto, recibiendo la gracias de la mujer. lara miró su pulsera y después a juani, a sus ojos.
—¿puedes ponérmela? —juani asintió torpe, anudando con un lazo la pulsera a su muñeca. sentía que se le subía el corazón a la garganta. le mostró su pulsera verde y la chica repitió sus acciones. 
ambos se quedaron por unos momentos admirando sus respectivas muñecas: lara descubriendo nuevas emociones y juani rindiéndose ante las que había estado reprimiendo por un largo tiempo. después, conectaron sus miradas. el joven se sintió indefenso ante esos ojos verdes y su boca reseca luchaba por soltar todo lo que su corazón sentía. 
—nunca me había fijado en que aquí había un jardín —gracias a dios, la joven aligeró la tensión del momento —. ¿sabes a qué recuerda? —el joven negó— a la escena de highschool musical 3 en la que gabriella y troy bailan en la azotea.
la chica le sonrió, dedicándole una mirada cómplice que juani entendió al momento. se dirigieron corriendo hacia el jardín como dos niños y una vez allí, dejando las patatas de lado, lara carraspeó para preparar su voz y quedó en frente del joven. entonces, comenzó a cantar las primeras líneas de can i have this dance? al tiempo que le tendía la mano a juani, quien la aceptó sonriente. la mano fría de ella contrastó con el calor que irradiaba la de él, estremeciendo a ambos. 
comenzaron con su espectáculo, lo más parecido que pudieron al original. lara recorría el jardín, subiendo escalones seguida por el chico. daban vueltas juntos al ritmo de sus voces, dedicándose miradas que lejos estaban de parecer de simple amistad. llegó la parte en la que gabriella se paraba en un pequeño círculo y lara, deseosa de hacer lo mismo, subió a un escalón y trastabilló. 
—¡cuidado! 
juani llegó justo para sostenerla en el escalón. la chica estalló en risas mientras juani la miraba aún algo preocupado. 
—estoy bien, estoy bien. gracias, mi caballero. 
lara continuó la canción y juani con ella, haciendo que lara girara sobre ella, guiada por las manos firmes del chico en su cintura, tal como los protagonistas de la película. se acercaba el final de la canción, los jóvenes estaban jadeando, pero felices; confusos, pero expectantes. 
terminaron abrazados el uno al otro, cogiendo el aire helado de la tarde. lara suspiró ante la cercanía y la extrañeza de la situación. en algún punto de la tarde, sentía que algo había cambiado entre ellos dos.
cuando se encontró con sus ojos celestes, vio en ellos algo que la asustó. se separó de él como si quemara, dándole una sonrisa apenada en respuesta. 
—será mejor que lleguemos ya a mi casa, el frío se me está colando en los huesos. 
—dale. 
y así, retomaron el camino hacia la casa de la chica. lara tenía mucho que pensar en su cabeza y un remolino de sentimientos encontrados en el corazón, pero sobretodo se sentía una horrible persona por cortar de esa forma a juani. estaba claro que algo iba a pasar antes de que se separara de él. ¿una confesión? ¿un beso? pensar en cualquiera de las dos opciones hacía que le sudaran las manos de los nervios. 
llegaron a su casa con solo el viento como sonido de fondo. la casa de lara siempre había sido uno de sus lugares favoritos, principalmente porque podía estar con ella y le ayudaba a despejarse de sus propios problemas. y con solo pasar por el marco de la puerta, sentía que toda la tensión se desvanecía. 
—vamos, me he dejado todo preparado para vernos todas las pelis de una sentada. 
esa tarde habían quedado para ver la saga de los juegos del hambre, la favorita de ambos.
la habitación de la chica te recibía con un golpe de aire caliente y una luz tenue que provenía de la mesilla de noche. se desprendieron de sus abrigos y de sus zapatos y poco después se acomodaron en la cama uno junto al otro. 
—te quedas a dormir, ¿verdad? 
juani asintió en respuesta y la chica reprimió una sonrisa contenta. mientras ella se encargaba de poner la película, el joven se quedó observando la pulserita verde de su muñeca. estaba decidido a dar el paso que llevaba temiendo tanto tiempo y después de lo ocurrido, no se equivocaba al no intentarlo. puede que nunca pudiera estar con lara en la forma que él quería, pero cualquier cosa era mejor que llegar a perderla. 
—¡listo! a por la viciada. 
lara se acomodó en la cama, cogió una manta y los tapó a ambos mientras la peli comenzaba. 
después de ver la primera, el espacio que los separaba se había reducido. tras la segunda, sus hombros ya chocaban el uno con el otro. con la tercera, juani había recostado su cabeza en el cuello de la chica y esta había hecho lo mismo sobre los rizos del joven. cuando los créditos de la segunda parte de sinsajo ya estaban pasando, ambos chicos estaban profundamente dormidos: lara abrazaba el torso de juani y tenía su rostro sobre la barriga de este; juani se limitaba a arropar a la chica que tenía sobre él. 
puede que ese día en el jardín no fuera el momento en el que confesarían sus emociones, pero una cosa estaba clara: el amor que les unía nunca podría desvanecerse, sino solo unirlos más hasta que fuera irremediable que ambos dejaran el miedo atrás y se atrevieran a sentir.
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dabna · 5 months
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curiosa. a pesar de años en terreno nipón nunca se había sentido atraída por festividad, realmente. su mueve distraída, manos sosteniendo pequeño bolso que esconde accesorios y máscara en costado de su cabeza. se detiene a un costado del río, observando figuras que se pierden entre risas en los barcos. ' ¿si me subo con un humano a un bote y le dreno el cuello me cortarán la cabeza? ' pregunta con serenidad, mientras orbes se dedican a estudiar decoraciones a su alrededor. ' o podría dar vuelta el barco contigo dentro ' juguetea, aunque su expresión y vociferación se torna seria.
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baki-tiene-un-simp · 9 days
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Madre soltera.
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Palabras: 426
Jack no estaba acostumbrado a los bebés, nunca frecuenta lugares a los que el acceso de niños sea común y en caso de que haya alguno cerca, simplemente lo ignorara en favor de sus propios asuntos. No sabe qué decir cuando alguien le pregunta si le gustan o le desagradan los niños, es decir, ni siquiera piensa en ellos la mayor parte del tiempo; sabe que están ahí, pero no les presta atención.
Es una situación bastante normal, simplemente él jamás aprendió a tratar con estas pequeñas criaturitas que necesitan de otros para sobrevivir. Sin embargo, incluso él sabe que su reacción fue un poco exagerada cuando se congeló en su lugar al notar el cochecito para bebé que estaba cerca de una de las tantas máquinas para hacer ejercicio, el pequeño pasajero lo veía con ojos atentos y una calma inusual para alguien de su edad. Ambos intercambiaron miradas antes de que otra persona notara su pequeña y curiosa interacción.
“Es un hombre muy grande, ¿no es así, cariño?”, la melodiosa y cantarina voz de una mujer saco a Jack de su estado de confusión, él le prestó atención cuando ella se inclinó sobre el coche para bebés en el que estaba su hijo, “¿Por eso lo miras tanto?”
Jack tenía varias dudas en su cabeza, ¿por qué había un bebé en un gimnasio? ¿Eso estaba permitido? ¿Es seguro? ¿El ruido no podría molestar al bebé? Él no estaba llorando justo ahora, pero ¿los bebés no solían ser un poco más ruidosos? ¿Qué clase de bebé era ese?
“Traes a tu bebé al gimnasio”, solo estaba haciendo una observación motivada por su asombro, realmente no estaba cuestionando las decisiones de la mujer frente a él.
“Es lo que hago”, ella simplemente se rio al caminar tras el cochecito para poder empujarlo e irse con su bebé hacia otro lado, probablemente para continuar con su rutina de ejercicios.
Curiosa interacción. Definitivamente lo fue. Pero lo que era más curioso todavía fue la fascinación de Jack por la linda madre y su bebé, ella parecía tener una facilidad para dividir su atención entre su rutina de ejercicios y su bebé, y el bebé parecía encajar maravillosamente en un lugar seguro junto a la máquina que estaba usando su madre. Si no fuera llamativo el comportamiento del bebé, ni siquiera los notarias.
Así que, no, Jack no está acostumbrado a los bebés, pero siempre se toma unos segundos para seguir con la mirada el coche para bebé que se mueve en la lejanía al otro lado del gimnasio.
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Así que, al gimnasio al que voy siempre hay una mujer con su bebé y me encanta. Ella es siempre muy cuidadosa de no obstruir el paso o de que alguna máquina golpee a su bebé, todo mientras cumple su rutina.
Es super amable, incluso me deja pasear a su bebé entre repeticiones y me resulta gracioso porque el bebé siempre es muy tranquilo, se ríe a veces, pero eso es todo. Al principio, si me sorprendí, he de admitir.
Creo que es algo como una fiebre por los bebés que tengo últimamente.
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jamonartzzz · 1 year
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The Joy of creation (Welcome Home - fanfic)
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Capítulo/chapter 9.
Incluso si Wally estuvo ahí para secar sus lágrimas y ser una fuente de consuelo en momentos de desesperación, puso en tela de juicio ciertas decisiones suyas. Y si mostraba cuánto resentimiento poseía, iba a perder el estoicismo. Su único aliado en esta situación para no perder la cordura. Ella pasó por un largo camino para construir su vida, no era tan tonta para rendirse y no luchar por volver a su normalidad.
Cuando (Y/N) volvió a su cuarto, volvió a sujetar la frágil flor que Wally le había regalado. ¿Un símbolo de respeto, para comprar su afecto o solo por otros motivos ocultos? Balancea desde el tallo, recordando el momento donde el pintor fue cuidadoso. Tal vez él la veía como una amiga, y ella no sabía en qué posición ponerlo; porque algo platónico sería difícil si Wally sigue anteponiendo lo demás antes que sus necesidades humanas. Sus pensamientos se limitan al oír unos golpes en su puerta. Seguido, un trozo de papel se desliza bajo este. (Y/N) se acerca curiosa a leerlo. Era una carta de Wally... Gran parte en mayúsculas, de color rojo y con alguna que otra carita feliz.
Querida (Y/N) Te espero esta noche en la sala. Casa y yo tenemos algo especial que mostrarte. Por favor, acepta. Te queremos mucho, atte: WALLY :) y CASA
Vaya giro de acontecimientos.
La carta del emisor no era la más pulcra o estética, pero se notaba el esfuerzo. Con un suspiro leve, fue a su cama de nuevo. Aún seguía cansada después de este día movido. Y si bien, tenía conflictos internos con su autoproclamado amigo, necesitaba respuestas. Y es por eso que aceptará. Lentamente, sus párpados se cierran ante la melodía de los grillos de afuera. Su cuerpo pedía a gritos otra siesta...
Esta escena fue familiar para ella. Era el mismo vecindario, oscuro y con la luna brillando apenas. Sin embargo, ya era suficiente para que sus ojos humanos perciban algo. Caminó similar a un venado atrapado en la carretera. La diferencia de esta ocasión, es el coraje corriendo por sus venas. Y es ahí, donde ve otra vez las pisadas de Barnabay. Grandes y monstruosas. A su lado, había un par de pisadas más pequeñas con un diseño de corazón pequeño en las suelas.
La humana suspiró, se centró en su respiración e intentó dominar sus voces, su miedo interior y todo aquello que le impedía desplazarse a aquel bosque oscuro. Cuando su corazón latía asustado y su mente tenía convicción en avanzar, movió sus pies hacia el bosque. Donde anteriormente había corrido. Y fue ahí, donde (Y/N) volvió a oír unos alaridos ásperos. La tierra bajo sus pies temblaron un poco, dando anuncio de la venida de aquel Barnabay falso y totalmente adulterado por Wally.
El perro azul se veía muy aterrador. De vuelta, no podía distinguir si estaba decapitado o su cabeza entera estaba de un color negro, pero eso no importaba ahora. No cuando él vino corriendo con sus cuatro patas. Es ahí que (Y/N) sintió sus ojos picar, amenazando con llorar. No se permitió ese lujo, en cambio, alzó una mano y como reflejo empujó hacia un costado. Con fuerza. Justo cuando las garras del perro alzarse listas para matar.
No obstante, el impacto nunca llegó.
La pata del Barnabay adulterado estaba a unos centímetros de su rostro. Sorprendentemente, unas cuerdas trascendente y finos como un cristal agarraron a tiempo la pata del agresor.
La humana abrió uno de sus ojos y luego el otro. Sin entender qué acaba de ocurrir. Sus preguntas y respuestas nacen al mismo tiempo cuando ve que en la punta de sus dedos, nacían dichos hilos. Atados a la punta. Como la de un manejador, como un titiritero pero minimalista. Sale de su aturdimiento cuando nota que el perro lucha por zafarse, todo esfuerzo fue en vano pues esas cuerdas, tan frágiles como parecen, en realidad tenían un control de hierro.
"¿Qué es esto?" Extrañada intenta mover su mano, aunque eso solo alertó a Barnabay porque al instante cae como si fuese un cuerpo sin fuerza. Ella solo observa consternada.
Toc-Toc-Toc.
Abre sus ojos. Volviendo a su presente y alejándose del mundo de los sueños.
"La comida ya está lista, querida amiga. Te estaré esperando en el comedor. No tardes".
La voz de Wally se escucha detrás de la puerta. Extrañamente muy cantarín. Como si tuviera la mejor de las sorpresas. Finalmente, sus pasos se alejaron de la puerta cuando recibió la confirmación de la mujer.
"¿Qué demonios acabo de soñar?" Murmura abrumada de poder. La humana juró sentirse distinta cuando entró a este mundo, ahora se sentía el doble. Bajó su mirada a sus manos. Sin saber si era producto de demencia cuando sintió un extraño calor nacer de sus dedos.
¿Tal vez es por la falta de alimentación? Será eso, porque quiere creer que solo alucina.
(Y/N) arregla su apariencia antes de bajar, sin atreverse a mirarse en el espejo. Hizo lo posible para oler bien y estar presentable con la ropa nueva que Wally había conseguido hace poco. Justo a su gusto y medida. Este, conparado al anterior, era un poco más formal. Se preguntó seriamente por qué estaba siguiendo el juego de todo esto. Oh, ya recuerda, por las respuestas...
Ya lista, fue al comedor. En donde presencia al peli-azul sentado con una buena postura. Sus ojos oscuros y profundos, no se apartaron de la decoración de la mesa y la comida puesta en él. Como si fuese recién salido del horno. La humana dio créditos extra al elegante ente por portar una ropa de ocasión formal. Este era rojo. Una corbata azul rompió el esquema pero solo recordó uno de los colores más utilizados por el anfitrión.
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Por un momento, se sintió un poco fuera de lugar al no estar tan elegante como él.
"¿Wally?" Cuestionó sin entender qué sucedía. "¿Qué es todo esto?"
"¡Sorpresa!" El mismo hizo un elegante gesto con las manos. Casa aportó con el momento haciendo algunos juegos de luces en el comedor. "Queríamos hacerte una cena especial, vecina. Hemos notado tu desánimo y terminé planeando esta noche entre amigos, con Casa".
Cuando (Y/N) dudaba de las intenciones de Wally, él siempre tenía algo para hacerle creer lo contrario.
"Vaya, no se hubieran molesta--"
"Ja, Ja, Ja, no digas eso, vecina. Ven, siéntate aquí". Él interrumpe riendo abruptamente. Atrae una silla hacia su ser para que la humana se siente. Ella no tuvo de otra que corresponder, y como un caballero, el artista empuja la silla cerca de la mesa.
La humana no podía creer lo que sus ojos veían. ¿Era eso espaguetis?... ¿Y una tarta dulce para el postre? Por un momento, su boca se abrió de la sorpresa. Víctima del hambre.
"No hay una manera más divertida en pasar con amigos como esta. ¿Te gusta? Hice con mucho amor la comida". Sus ojos estaban bien abiertos, en ningún momento rompió el contacto visual. En todo caso, su sonrisa creció cuando la mujer asiente con la cabeza, perpleja.
"Está bien, Wally- agradezco que hayas hecho todo esto para mí-"
"Casa también ayudó". Murmuró tranquilo, con un tono manso.
"-También agradezco a casa por ser detallista. Pero tengo curiosidad, ¿todo esto es por lo de esta mañana?" Consultó con sospecha, sin apartar la mirada de Wally.
Sus ojos permanecen firmes en él, quien tenía las manos en la mesa y los dedos entrelazados. En ningún momento respondió a su pregunta, en todo caso, únicamente la miró silencioso.
"Está bien, ¿no quieres comer ya? Es hora de tu cena". Exclamó tranquilamente, alzando su sonrisa. Como si una pregunta sería no se ha puesto en la mesa anteriormente. Era muy bueno para fingir que nada malo o serio pasó.
"Bueno, vas a ignorar mi pregunta, entiendo". Resopló, sin darle más caso al asunto. En todo caso, se resigna con el trato atento que le daba. Como si estuviese hablando con una niña... Ella solo cerró sus labios para no echar a perder el ambiente.
También notó que Wally había puesto la flor que ella le regaló en su bolsillo de pecho. Bueno, encontró tierno esta decisión.
Ambos se sirvieron de una porción justa. La humana tardó más en terminar su plato, estaba tan ocupada disfrutando sin darse cuenta de Wally. Quien con unas miradas anchas y parpadeos ocasionales, devoró la comida de su plato. Cuando ella ya había terminado recientemente su platillo, alzó la vista. Notando el suspiro satisfecho del peli-azul. De vez en cuando, él narraba sus días con Julie, Frank y Barnabay -la humana solo conocía a los primeros dos por la serie, en cuanto al perro, deseó verlo de vuelta- con mucho entusiasmo.
El Sr. Darling, galante por naturaleza, daba sus risas tontas. Angelicales por fuera y peligrosas de fondo. (Y/N) halló cautivador sus intentos por hacerla reír. Parecía genuino... Incluso si horas atrás pasó lo contrario con el primer sueño que tuvo y con la escena en el bosque de esa mañana.
La humana encontraría atractivo aquello si no la tuviera tanto tiempo encerrada... Y si fuera más abierto con ella en cuanto a la historia detrás de este mundo.
"Julie y tú se llevarán muy bien, estoy ansioso de verlas juntas algún día".
(Y/N) no podía opinar tanto. Las marionetas de este mundo pueden ser más susceptibles a la presencia de un ser humano.
"Eso espero..." Murmuró, disfrutando de su tarta dulce de a poco. "Caso contrario, siempre te tengo a ti, ¿verdad?" La humana podría arrepentirse de decir aquello más tarde, era consciente del peso de sus palabras; era como un voto de fidelidad camuflada a los ojos de alguien tan sanguíneo/emotivo como Wally. Y como era de esperarse, el pintor suelta una risa casi robótica.
"Por supuesto, querida. Para eso están los amigos". Exclamó sin perder el tiempo. Él mismo entregó su corazón en aquella sentencia. Sea de muerte o de vida. En ningún momento, los ojos del dúo se alejó de la competencia de miradas.
Era irónico, Wally parecía ser el tipo de hombre que preguntaría caballeroso si puede besar tu palma; paralelo a su otra versión, que puede dominar todo su alrededor como si se tratase de un líder de culto. Mantener la cercanía y paz en el vecindario siempre fue sospechoso a los ojos de la humana, después de todo...
El que es amigo de todos, no es amigo de nadie, en realidad.
"¿Estás seguro?" Preguntó extrañamente tranquila. Queriendo explorar los horizontes.
Ante esto, Wally se levanta de su asiento para dirigirse hacia ella. En todo momento, observó los orbes de la humana. Con una intención oculta en su accionar.
"Con todo mi corazón". Extendió su mano, sin borrar aquella sonrisa. Era una invitación de baile, una correspondida por la humana. ¿Su motivación? La curiosidad mató al gato.
Es así, que el Sr. Darling le enseñó dónde deben ir las manos. No fue complicado para ella aprender, de hecho, agarró rápido la teoría. Aunque la praxis era otro asunto...
Wally se encargó de explicar todo, antes de que la verdadera magia comience. En todo momento, Casa jugaba con las luces. Mientras un hilo de la luz de la luna se cuela en la pista de baile improvisada.
Ella aún recuerda su pesadilla...
Y aquí estaba, aprendiendo a bailar con él.
Aún recuerda su agarre de hierro...
Y aquí estaba, siendo sostenida con cuidado.
Y por último, aún recuerda la mirada esotérica de Wally, vigilando sus movimientos en todo momento...
Y aquí estaba, perdiéndose en sus ojos anochecer.
__Fin del capítulo.
¡Espera a leer el siguiente! Prometo continuar la escena.
Recuerden que YN está a vuestra imaginación. Así sean los pronombres, la ropa, etc.
Ahora me gustaría agradecer a todos los lectores que apoyan mi historia. Así hablen en español, inglés, portugués, ruso, coreano, etc. Siempre son bienvenidos a mi perfil. Todos ustedes son importantes.
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jujuz299 · 7 months
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Mi reina (Fanrworld finn x lector) 4.
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Sinopsis: eres una chica de que por lo que crees que eres normal sin saber mucho de tu pasado y siendo una de los mejores amigos de Fiona y su gata cake y al salir de lo que parece ser la cabeza de un hombre Simón empiezan a tener aventuras extrañas de tu conocer tu ser, tus orígenes, quien crees que eres y en el camino enamorarte de un hombre con un pasado confuso y helado los dos enamorándose de su lado más oscuro y más bríllante como rey y reina.
capitulo 4
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-gracias a dios-dice simon feliz de ver algo que le guste con entusiasmo hasta que llegamos a la puerta nos movimos rápido por vandalismo de una persona sacando libros a loco.
-no me jodas, aquí incluso roban libros-dije sorprendida para después ver como agarraban los libros a una clase de foca y los quemaban -tal como MAD MAX mi pequeño tatto-max- dije con orgullo de broma hasta que ve que era un fogata para calentar a un cocodrilo gigante cocodrilo-no! Cocodrile!-dije  sintiendo lastima por el cocodrilo.
-oye, ¿para que es esto? ¿popcorn?-dijo cake solo para mirarla mal.
-que?-dijo notando mi mirada-
-atención, chusma. estamos a punto de empezar este funeral-dice una persona con la típica prenda apocalíptica con una cicatriz en el ojo derecho con un parque.
-parece un pirata…lo llamare tromo-dije con gracia.
-por qué?-pregunta fionna curiosa por lo que dije.
-no lo se-dije encendiéndome de hombros.
-asi que cállense y muestren respeto-dice tromo.
-respeto, mis huevos que no tengo-digo en susurro mientras escucho como fionna se aguanta de la risa por a verme escuchado mientras veíamos a varios acercase al lugar.
-presentamos al salvador de los páramos y vencedor del hombre de nieve ¡gran destino! -dice para mostrando a un hombre de espaldas como si pensara que eso es cool o impactante para agarrar el micrófono.
-hoy no se permite la tristeza-dice con una sonrisa egocéntrica-hoy festejamos por el cadáver de popcorn-
-¿el viejo popcorn al fin murió?-escucho decir a un enano que estaba allá arriba solo para recibir un golpe de la chica.
-popcorn fue un caudillo bomba, el ultimo de su tribu-dice gran destino.
-epa y como se llamaban los demás, cotufa y pochoclo? -dije susurrando viendo otra vez a fionna en el intento de no reírse-
-murió haciendo lo que amaba-
-haciendo sus cotufitas-dije susurrando.
-tratando de montar a caimán como caballo!-dice para después ver como lanzaban el cuerpo de popcorn al fuergo para después los de alrededor empezar a vitorear.
-epa, era suicida el popcorn-dije en susurro.
-popcorn parecía genial-dice fionna.
-si-dije solo para voltear la cabeza y ver como un chico salía de la biblioteca con un libro mientras lo guerdaba en un bolso.
-disfruta la arena del cielo. ¡lucha contra fantasmas y gana, popcorn!-dice gran destino mientras mi mirada se fijaba al chico  ver como se esconde a ver dónde esta gran destino y cuando dirigila a donde estaba mirando y mi rada se quedo en una chica que se veía con la misma edad del chico, era linda y ruda y cuando volvi a mirar al chico vi que estaba sonrojado.
-fin del funeral. Todo el territorio de popcorn pasa al clan del destino-volvi a ver a la chica como se lanzo a un tipo raro y lo dejo noqueado solo para ser jalada por una cuerda.
-¡el clan del destino manda!-dice la chica y en instante volví a ver al chico mas sonrojado.
-epa, chico enamorado-dije sonriendo con gracia.
-asi se hace, mi pequeña destino- dice el tipo
-ah, es su papa-dije un poco asombra al escuchar lo que dijo el tipo.
-sin discursos, solo golpes fuertes- le dice a la chica con orgullo.
-como dije perfil bajo-dice simon atrayendo mi atención.
-aburrido-dice cake.
-mira es como dije-dice fionna-debes golpear y empujar para conseguir lo que quieres-dice para agarrar a un anciano- hey tu, ¿Qué sabes de la corana mágica?.
-fionna no hagas eso, es un pobre anciano, déjalo en paz!-dije molesta para ver como suelta al anciano solo para voltear y ver al chico de antes ahora mirándonos a lo solamente salude con la mano y el se asombra pero no hace nada.
-oye tu!-dice fionna persiguiendo otra persona y los demás los persiguen pero solamente me quedo mirando un poco más al chico para después ir con los demás.
-fionna basta! -dije sintiéndome incomoda-lo que haces es llamar la atención!-
-que sabes de una corona mágica?-dice fionna
-por favor , solo soy un carnicero-
-tengo la corona mágica que buscas-dice un tipo  antes de que fionna golpeara a la persona.-pero mi precio es tan alto que te asustas.
-no le hagas caso es un estafador, siempre estafan en los lugares apocalípticos… como en tatooine-dije cruzándome de brazos seriamente, pero fionna no le hace caso y los demás tampoco-tks-
-bien, hombre raro. Di tu precio-dice fionna
-la corona no es mas que el tesoro mas raro-dice con misterio-presenta tu mercancía y la mediré al cabo-
-las rimas eran de mas-dije acercándome.
-deberíamos verificar si es la corona antes de…-dice simon pero fue interrumpida por fionna para darles una bolsa de papitas, una flauta, un vaso y un comic al vendedor pero saca su teléfono y lo pone en su boca.
-¿un dispositivo futurista? Me parece a la vista-dice
-bueno, aquí no me sirves de nada-le dice al teléfono que no tenía señal, menos mal que tengo el mío guardado en mi bolso.
-tiene el juego del gusano-dice cake
-trato hecho-dice fionna para ver como el vendedor guarda el teléfono en su sombrero y empieza a buscar la supuesta corona.
-toma querida- era una corona de papel
-esta es la corona mágica?-pregunta fionna.
-no, eso es basura-
-se los dije es un estafador-dije indiferente.
-devuélvelo-exige fionna
-no hay devoluciones, es lo justo-dice el vendedor.
-lo que dice es verdad fionna, al no verificar que era la carona que buscamos te estafaste tu misma-digo indiferente pero note que el vendedor saca un bate con otras armas en ella lo cual nos hizo retroceder.
-te quemaste y yo te ajusto-
-delincuente- dice cake para lanzar un puñetazo hacia en vendedor destruyendo su tienda.
-wow, mega puñetazo volador-dije a lo que cake sonríe.
-eso me gusta-dice sonriendo.
-cake!-dice fionna emocionada para después recuperar sus cosas.
-deberíamos salir de aquí-dice simon en nervios agarrando a cake para irse y ayude un poco y intentamos irnos como pudimos hasta que estuvimos en un callejón por el cansancio.
-cake, eres muy imprudente-dice simon.
-tranquilo, simon ella aun no sabe controlar sus poderes dale tiempo-dije para tranquilizarlo.
-nah, nadie vio eso- dice cake.
-gato mágico!- volteamos y cuando los vimos los puede reconocer, eran dos tipos que estaban con gran destino.
-como que alguien si lo vi cake-dije
-me comeré a ese gato-dice en enano-cuando tenga mi puño mágico, mi papa me hará líder del clan-
-te voy a decir algo enano a mi me importa un bledo que quieras el orgullo y atención de tu papi, pero si le tocas un pelo a cake, te degollare enano de mierda-dije sacando una de las dagas de mi bolso poniéndome al frente de los chicos.
-trauma jon-dice el enano.
-fionna-dice cake mientras yo pensaba como iba a actuar.
-nadie se come a cake!-dice queriendo golpear al tipo grande pero no le hace nada y es derribada fácilmente.
-ok,ok piensa, piensa-dije
-estúpida coneja-dice el enano-te cortaría la nariz, pero parece que se adelantaron o talvez te corte una oreja-dice sacando una navaja no termina por ser  pateado en el estómago por mi  lejos de fionna y se acerca enojado termino utilizando la daga para cortarle la mejilla mientras de reojo veo como arriba el chico de antes lanza un ladrillo la cual cae en la cabeza del tipo grande y se caiga inconsciente y cuando el enano se descuida el chico cae al suelo y le quita la daga.
-que tal tu nariz, maton?-
-mejor, su pie- dije mirándolo seriamente que tal parece que le di miedo por que empeso a temblar-
-no-dice el enano mientras el chico se la acercaba hasta que de un salto apareció la chica para quitarle  la daga al chico de en un segundo.
-atrás-dice la chica.
-pequeño destino-dijo el chico.
-chica emo-dije mirándola seriamente.
-estas muy lejos de casa, jay-dice pequeño destiny.
-el clan del destino te pateara…-dice el enano.
-recuerda tu lugar-dice littel destiny para darle una cachetada lo que me hizo sentir mal un poco y me di cuenta que el chico es solo un niño pero me quede en silencio.
-voy a crecer mucho y te hare pedazos PD- dice el enano.
-¿ que hago con….-no termina por terminar tosiendo y el tal jay se para-quieto!-dice mientras seguía tosiendo-no vuelvas aquí ¿entendiste?- espera, esta la chica sonrojada? Que yo sepa nadie toce y se sonroja, pero el chico tiene una expresión diferente una de preocupación- ¡ vete!
-despierta-dice el enano mientras salimos corriendo los chicos y yo-me comeré al gato!-
-¡jamas niño rata!-dije con molestia corriendo.
-quién eres?- dice fionna.
-aquí no-dice el tal jay mientras huíamos con el hasta que llegamos a unas alcantarillas la cual termino siendo un atajo para salir de la ciudad mientras nos presentábamos hasta salir de la acantarilla.
-igual de MAD MAX, fionna-dije con orgullo guardando mi daga en el bolso.
-cuando te oí hablar de la corona, me di cuenta que eran nuevos. A los lugareños no les gusta hablar de la magia-dice jay.
-a ti si?- pregunta simon
-es difícil no hacerlo-responde jay secamente- mi papa encontró la corona-dice secamente.
-que? Jay, tengo que conocer a tu papa-dice simon para agregarle el hombro a jay.
-¿adónde crees que vamos?-dice jay sonriendo.
-oíste eso, fionna?-dice simón sonriendo- debe ser la versión de este mundo de mi-
-vayan con cuidado-dice jay mientras caminábamos con redes de púas alrededor.
-oye jay-dije acercándome a el -te agradezco lo que hiciste fuer muy cool y heroico a cierto punto-dije sonriéndole amablemente.
-esta bien, igual también supe que no eran malas personas y gato-dijo mirándome con una sonrisa a la cual se la devolví.
-por cierto, alla también actuaste cool -dice.
-eh, gracias pero no lo creo-dije encogiéndome de hombros mientras acariciaba la cabeza de cake-no hice la gran cosa a diferencia de ti, prácticamente hiciste todo tu-
-hmm no lo creo-dice sonriéndome-tienes gran potencial-
-gracias chico-dije
 Mientras caminábamos en silencio después de un rato empecé a tararear una canción tranquilamente mientras pasábamos por el bosque haste llegar a una cabaña con un granjero alado con muchas reparaciones lo que me gusta teniendo un toque interesante a la casa, pero también sentía esa cabaña muy familiar pero no me acordaba de que lo cual me intereso mucho más la casa mientras más nos acercábamos a esta pero igualmente mi emoción me hacía caminar más lento que los demás con las manos un poco temblorosas y con los sentidos a todo poder para pensar que sucedería después y me ponía más alerta cuando escuche unos sonidos de unos hachazos, su padre estará cortando leña? No lo se pero sentía que debía estar en alerta pero también sentía una tranquilidad tan abrumadora que daba miedo mientras intentaba que mis manos no temblaran tanto y que los demás no se dieran cuenta pero eso fue en vano.
-oye _____, estas bien?-me pregunta fionna-te veo nerviosa-
-eh si estoy bien fionna-dije-
-enserio nena?, tus manos tiemblan mucho-pregunta cake mirándonos de reojo.
-si enserio, solo me siento nerviosa y no se por qué-dije para sentir como ponía su mano en mi hombro a lo que sonreí pero también sentía las miradas de preocupación de simon y una mirada de curiosidad pero parece no querer preguntar hasta que nos acercamos a la cabaña y jay caminaba hacia el la separación que estaba ente la cabaña y el granero.
-papa-dice jay con una sonrisa delante de nosotros.
mientras nos acercábamos hasta que el dejo de caminar y ver quién y saludar a sería su padre, solo podríamos verle la espalda grande y musculosa y notar que tenía un brazo prostético, pero sentía mas la abrumadora tranquilidad por alguna razón que hizo que mis manos dejaran de temblar un poco mientras jalaba un poco de la chaqueta de simon, pero el no reclamo mientras me lanzo una mirada y una pequeña sonrisa. Para cuando fui a mirar al padre de jay y verlo como se secaba el sudor por cortar leña y voltearse sentí como si el destino se riera de mi, es el hombre mas guapo que conocí y con solo mirarlo sentí que el tiempo se realentizo.
Y de pronto un dia de suerte se me hizo conocerte y te cruzaste en mi camino ahora dedico por siempre- ah no me acuerdo lo demás. Espérate es ese tipo de mi sueño ahora todo tiene sentido.
Pensé en mi cabeza mientras aun lo seguía mirando, pero pensé un momento que eso sería raro pero como los demás también lo miraban no seria raro pero siento como mi cara se  calienta un poco.
-vaya, el simon apocalíptico es rudo-
-no, ese es fin. Es tu apocalíptico-dice simon entusiasmado haciendo sorprender a fionna  pero sin darse cuenta que yo realmente me volví destrucción mental.
Me gusta una versión alterna de mi amiga, pero no me siento rara hace años me gustaba fionna pero ese fue un gusto del momento además que siempre bromeaba conmigo misma de que si no tenia algo con ella estaría bien terne algo con alguien parecido a ella solo para que ahora quiera darle una cachetada a mi yo de ese entonces.
-trajiste forasteros-dice en un tono de enojo.
-no te enojes-dice jay—se que no debo traer a nadie, pero estaban en problemas-dice sincerándose.
-son fionna, simon y _____ y esta es cake-dice presentándonos mientras cada una le saluda con una sonrisa pero yo con una mas nerviosa sintiendo mas su mirada en mi agarrándole la manga del brazo a simon con mas fuerza por instinto.
-hola, guapo-dice cake estirando su brazo para darle un apretón de manos mientras fin miraba a cake sin ninguna expresión guardando su hacha en su brazo prostético.
-gato mágico-dice asintiendo la cabeza como saludo y girar la cabeza poniéndose una gorra encima de la que ya tenia, dios! –no me gusta la magia, lo sabes-
-esta bien, papa. Peanut se la iba a comer-dice jay.-juro que lo haría-dice solo para recibir otro suspiro de su padre para acercarse y arrodillarse a su altura recostando su mano el en hombre del chico.
-no me guasta que te metas con el clan del destino-dice en un tono mas suave de una manera paternal-no es nuestro estilo-veo como el rostro de jay se contrae en cierta decepción, será por la chica creo que si.
-si, papa-termina aceptando con una expresión neutro pero en cierta manera mostrando su decepción y tristeza.
-matemático-dice para rescatar suavemente el gancho de su brazo protésico en el hombro de su hijo
Espera, ¿matemático? Je eso es gracioso. Finn se levanta para mirarnos, pero siendo que me mira más a mí que a los demás, pero solo decido ignorar eso y soltar el brazo de simon.
-pueden quedarse esta noche-dice tranquilamente, pero con su expresión neutral para guiarnos a la cabaña, pero noto a jay sin moverse a lo que me acerco a el y le toco el hombro con cuidado.
-oye jay, estas bien?-digo mirándolo.
-oh si estoy bien ______ gracias-dice sonriendo falsamente pero decido darle una sonrisa y dejarlo tranquilo y acercarme a los chicos.
-niños, pongan la mesa para tres mas-dice entrando a la cabaña a lo que fionna, simon y yo nos asomamos para ver a tres niños mas uno rubio parecido a jay pero mas pequeño con una banda en la cabeza jugando cartas con un niño moreno con pelo pelirrojo y ojos azules y una niña rubia acariciando a un perro amarillo, cuatro niños?! Y todos suyos. Eso me hace pensar muchas cosas.
-si, papa-dice el niño moreno para pararse y ordenar la mesa de ayuda de su otro hermano.
-tu también, Bonnie-le dice a la niña.
-pero rasco a jake-dice Bonnie.
-sin peros-
- está bien-dice parando y ayudar mientras veo a finn mezclar una sopa poniendo un chicle? no importa, y decidí con cuidado entrar mientras los demás aún estaban vacilando en la puerta y sentarme en el sofá que estaba cerca de la puerta de lo que creo que era el comedor por la mesa alado.
-no vacilen en la puerta. Siéntense-dice fin a lo que los demás empiezan a sentarse y cake sentarse alado mio cerca de fionna y simon en una silla alado de fionna los cuatro sonriendo amablemente.
-papa, hay un gato en la mesa-dice el niño moreno mirándonos, pero más a cake.
-también es un invitado-dice finn.solo para que los niños sigan haciendo la mesa para la cena.
-hola, gato-dice Bonnie.
-hola, linda-dice cake dándole una sonrisa.
-puede hablar-dice la Bonnie sonriendo-y tu pareces un búho!-dijo mirándome pero no pude responder por que no sabía como reaccionar.
-por eso los persiguió el gran destino-dice jay ayudando también con la mesa.
-vaya, ¿en serio? Eso es genial-dice el niño moreno asombrado.
-podre gatito-dice Bonnie-¿Qué hacemos si viene el clan del destino?-pregunta preocupada.
-los matare, si es necesario-dice fin cruelmente y noto a jay con una expresión no muy de acuerdo con ello.
-no veo la hora de tener edad para matar canallas-dice Bonnie con una sonrisa a lo sonrió por lo gracioso que se ve de una niña que se veía inocente.
-quien quiere sopa?-dice fin alzando la olla de con un brazo prostético para recibir la mano alzada de fionna, cake y yo con una sonrisa solo para escuchar mi estómago rugiendo fuertemente lo cual sorprende a todos y ver como los niños se ríen  incluidos fionna y cake mientras simon esboza una sonrisa y creí ver a finn con una leve sonrisa solo para volver a su expresión neutral.
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Gracias por leer 🦑✨
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romanticvampiric · 6 months
Note
holii, ¿qué es lo que más te gusta de ayato? 😚
Holaa❕ ♡⁠(⁠˃͈⁠ ⁠દ⁠ ⁠˂͈⁠  ⁠)
Está pregunta es bastante... curiosa. Me la han preguntado antes, y no he podido dejar de hablar, la verdad. Si pudiera generalizar mi respuesta, diría que todo, pero sí tengo que ser más específico con mi respuesta, diría que dos cosas❕ Primero, su diseño; y segundo, su personalidad. Como el héroe principal y el representante de la saga, considero que su diseño fue bastante acertado por lo increíblemente llamativo que es.
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Creo que él es la perfecta combinación entre ser adorable y atractivo. Los ojos verdes de devora me simulan mucho a los de un gatito❔ Y contrastan bastante bien con su cabello rojo 🩷 que, además, el que este tan desordenado, más ese piercing en la oreja... le dan esa impresión como de matón ❔ (⁠ ⁠╹⁠▽⁠╹⁠ ⁠) Como si fuese una especie de ‘príncipito berrinchudo’ ( en parte, siendo lo que Rejet quería lograr con él ).
Siento que es el único diaboy que realmente parece, piensa y actua de su edad. Es un personaje muy al estilo de ‘alivio cómico’, muy ‘jovencito’ si podemos llamarlo así.
Tiene un carisma y una forma de ver las cosas tan ingenuas ( algunas veces infantiles/inmaduras ), pero al mismo tiempo dulces❔ Es demasiado puro, de corazón bondadoso... no sólo con la heroína ( Yui ), si no que, también con otros personajes ( dentro y fuera de su ruta ) que es casi imposible odiarlo.
Pesé a que me tienden a gustar más los personajes con mucho desarrollo, siento que eso también tiene mucho que ver con el encanto de Ayato, pues no necesita ser un personaje debidamente complejo ( como Laito ) para darse a resaltar frente a los demás.
Sabemos todo sobre él a diferencia del resto, que es casi como si lo conociéramos de toda la vida, y debo decir que eso, es algo que llama mi atención también por la gran cantidad de contenido que tiene.
Son sólo algunas cosas, quise ser muy objetivo por alguna razón❔ Para evitar extenderme, siento que el amor que le tengo no puede ser explicado en palabras AAA. (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠) Muchísimas gracias por el ask.
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tetsu-posts-blog · 1 month
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Verán, la verdad es que les vengo a explicar la misma cosa que siempre les dicen sobre la madre de Luffy. Pero en mi caso, solo quiero añadir detalles que quizás no hayan notado pero mi esquizofrenia si lo notó.
Entonces, a este post lo llamaré...
✨ Lo que yo opino sobre la mencionada madre de Luffy ✨
Vengan acompánenme en esta aventura esquizofrénica si lo desean. Si no, solo ignoren, de todas formas One Piece es un anime que te enseña a ignorar lo que no te interesa.
Sin más preámbulo, empiezo. Primero vamos con esta viñeta que apareció en una hoja extra sobre la peli RED:
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Esta imagen hizo suponer a algunas personas que esta puede ser la posible madre de Luffy. Yo pienso, que solo es una "pista" que nos deja Oda hacia la verdadera persona que es la madre de Luffy.
Verán, esta mujer tiene un enorme parecido a Scarlett (sí, la mujer del arco de Dressrosa).
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Y con esto he llegado a imaginar que quizás, solo quizás, la familia de Rebecca puede guardar símiles con la familia de Luffy.
(Bueh, es que si mucha gente cree que el final de One Piece es otra guerra mundial como Marineford pero más grande y con más personajes, ¿por qué no pensar también en la posibilidad que otros arcos como el de Dressrosa podrían dar señales de cómo serán los arcos futuros?)
Mi planteamiento es el siguiente: si nos muestran la historia de la familia de Luffy, esta guardará similitudes con la historia de la familia Roldo de Dressrosa.
Parto del mismo hecho que hay personajes que se parecen mucho físicamente.
El rey Riku y Garp
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Kyros y Dragón
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Una doble coincidencia que por lo menos, me parece curiosa. Especialmente porque la relación que mantienen Kyros y Riku con Rebecca, se parece un poco a la que mantienen Dragon y Garp con Luffy.
Volvamos una vez más a la imagen del principio, ¿esto podría significar que la madre de Luffy se parece a Scarlett y tal como la madre de Rebecca, la madre de Luffy está muerta?
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Mi respuesta es un rotundo
NO
Porque a la vez que la apariencia o actitudes entre estos personajes es parecida, los miembros de la familia real de Dressrosa (Roldo) parecen una antítesis a la familia Monkey D:
Garp era (hasta donde se sabe) un hombre común que llegó a volverse respetado como héroe de la Marina. Riku era un rey amado en Dressrosa que terminó siendo odiado por su gente.
Kyros era un criminal que odiaba su vida de asesino pero fue perdonado y reconocido como héroe. Dragon en cambio renegó y renunció a estar en la Marina, rechazó un futuro donde las personas podrían llamarlo héroe, para ser considerado el peor criminal del mundo.
Kyros fue olvidado por el mundo y eso le permitió cuidar de su hija mientras no lo recordaran (la gente recordaba su figura real como un héroe de hace muchos siglos atrás). En cambio, Dragon se volvió el criminal más buscado del mundo. Su condición le impedía estar cerca de Luffy y cuidarlo.
Todas estas coincidencias me hacen pensar que si Scarlett murió, pues la antítesis es que la madre de Luffy debe estar viva.
¿Y cómo es que Crocodile entra en la ecuación? . Aquí voy al siguiente punto: ¿Cuál es la otra característica relevante de Scarlett aparte de su historia con Kyros y su muerte?
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Que tiene un parecido inigualable e inconfundible con su hija.
¿Y a quién se parece más Luffy entre todos los personajes que hemos conocido de One Piece? Exacto.
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No más preguntas, su señoría. He terminado.
Y como pequeños datos extra que no pude incluir:
1. Coincidentemente la diferencia de edad entre Scarlett y Kyros es la misma que la de Crocodile y Dragon: 9 años exactos.
2. Sospecho, que si esta pequeña locura mía fuera real, entonces Dadan podría representar el papel de Violet en esta historia. Y me encanta la idea de que Dadan puede ser alguna pariente de la madre de Luffy, ya que por posibilidades genéticas claramente, la madre biológica de Luffy podría ser una mujer robusta.
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mizho · 1 month
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ᝰ 004. mi personaje se encuentra al tuyo en la cafetería del museo tomando un descanso 𓂃 𝒘. @im0lly @khvis y @ncmra
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𝑚𝑏𝑎𝑏. le dolían los pies, los brazos — ¡podría jurar que hasta el pelo! se deja caer rendida sobre la primera silla que encuentra en la cafetería, frente a ella abandona su café recién pedido y una magdalena que ni siquiera le gustaba del todo. ' ¿qué tienes para comer? ' pregunta curiosa a tercere en escena, quizás podría hacer un intercambio. ' podría hacer el acto de la noche y compartirte de mi riquísimo muffin de chispas de chocolate, ¿qué dices? '
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magicdreamspoetry · 5 months
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DÍA MÍO
Recibo de vos desde la vestal quimérica que mis ojos no alcanzan a ver. Desde os escaparates de as tiendas Desde las ventanas curiosas un segmento de luz que hace infeliz mi mañana Desde mi abandono y mi habitual estado de vaguedad desde las horas que no tengo y desde aquellas que quiero alcanzar cuando el genio está dormido. Despertar al genio que habita en algún rincón de esta casa En los armarios parapetado acechando a su víctima. En los silencios que evoca algún silencio lejano En las flores inmóviles a mis ojos En los libros esperando que lo descubra. En los triángulos de color aguardando un punto en que he fijar mi mirada En el sol que se asoma en un vórtice del balcón ¿Genio dormido? ¿O ningún genio a cuál acunar en mi nido? Dulce resistencia de horas que pasan sin ser advertidas ¿Advertidas o subvertidas? ¿O es qué nada cambiará e orden establecido de las cosas? De las cosas que son porque tienen un destino prefijado o de las cosas que son porque quiero que sean ¿Miedo de descubrir al genio? ¿Miedo de no descubrir ninguno? ¿Y si el genio existiera, sería su esclava o dominaría al genio? Preguntas sin respuestas, el genio sigue dormido. Seguiré buscando en mis sueños en mi memoria olvidada En el murmullo de algunas rosas en la rebelión de miles de palabras en las tramas del revés en el crepitar de una vela en el rellano de una puerta o en la vastedad de un punto ciego. Día mío prisionero de estas pocas paredes y mi propio cielo
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Receipt from you from the chimeric vestal that my eyes cannot see. From the store windows From the curious windows a segment of light that makes my morning unhappy. From my abandonment and my usual state of vagueness from the hours that I don't have and from those that I want to reach when the genie is asleep. Awaken the genius that lives in some corner of this house. In the closets he sheltered, stalking his victim. In the silences that evoke some distant silence In the motionless flowers in my eyes In the books waiting for you to discover it. In the triangles of color waiting for a point on which to fix my gaze In the sun that appears in a vortex of the balcony Sleeping genius? Or no genie to cradle in my nest? Sweet resistance of hours that pass without being noticed. Warning or subverted? Or will nothing change in the established order of things? Of the things that are because they have a predetermined destiny or the things that are because I want them to be Afraid of discovering the genius? Afraid of not discovering any? And if the genius existed, would she be his slave or would she dominate the genius? Questions without answers, the genius is still asleep. I will continue searching in my dreams in my forgotten memory In the murmur of some roses in the rebellion of thousands of words in the reverse plots in the crackling of a candle on the landing of a door or in the vastness of a blind spot. My day a prisoner of these few walls and my own sky
CATERINA DE FRANCO = @magicdreamspoetry
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luiwritings · 5 months
Note
para auspicia: 3, 5, 8, 15 <3
3. How does their social personality differ from how they act when they’re alone?
Auspicia en público nunca es del todo auténtica, en cierta forma no tiene una personalidad marcada o definida. Siempre es cambiante dependiendo de lo que la situación demande. Puede ser pulcra y amable en un escenario social, más dulce y coqueta cuando quiere obtener algo. No lo hace conscientemente o con malicia, es algo natural que ha desarrollado como mecanismo de defensa y supervivencia.
Como aspecto negativo constante en su personalidad externa se puede destacar un aire de superioridad moral y una leve amargura general que proviene de su religión. Como aspecto positivo se puede destacar que es curiosa (lo cual puede ser gracioso) y que genuinamente se interesa por los demás/les preocupa su bienestar, y que en general tiene buenos modales (con la excepción de sus preguntas intrusivas).
En privado Auspicia es un poco loca, exagerada en el orden de su cuarto. Perdida en sus propios pensamientos y muy ausente de su mundo real. En privado tiene un aura más triste y nostálgica; no tiene nada que juzgar o que ocultar entonces se sume totalmente en su cabeza, que no es un lugar muy amable.
5. Do they have a “tell” for when they’re lying?
Ya que casi toda su vida es un acto, Auspicia es muy buena mentirosa. Quizá si se pone extra juzgona o a la defensiva es porque le algo le tocó una fibra. Es muy pronta a negar sus propios pecados y cuando los ve en los demás los condena fuerrrrte. No puede admitir que ella misma tiene esas fallas entonces les cae con toda su insoportable falsa autoridad moral.
En resumen, toda ella es una mentira el 98% de las veces, solo la gente que la conoce muy muy muy bien (Mirein probably) pueden decir: mírala, que falsa que es.
8. How much jewelry do they wear, and do they have a favorite or distinguishing piece?
Auspicia tiene un estilo antes de casarse y otro después.
Antes, seguramente usaba las mismas 3 piezas super antiguas, y una misma cruz de Aleria que Mirein le rompe en un tema en desarrollo (Polvo y espinas).
Después de casarse, ya no tiene su cruz distintiva, sino una nueva, mas elegante y más señorial que le regala su esposo (en el tema Lux Perpetua). Se convierte en su nueva pieza estrella.
cofcof simbolizando su paso de niñata a mujer a través de símbolos religiosos cofcof
15. Are their greatest flaw and their greatest strength related and in what way? (ie very caring and helpful but a doormat, or very observant and shrewd but often paranoid)
RE SÍ,
Auspicia es muy fanática, en todo aspecto y con todo en su vida.
Auspicia no tiene amistades, o amores, o relaciones normales. Ella se obsesiona fuertísimo con la gente que quiere. Al punto de ignorar sus fallas y perdonarles casi todo.
Eso hace que sea muy "leal", o que de todo de ella por la gente que quiere. Eso lleva a otra falla y es que una vez esa obsesión la patea, es una seguidora ciega.
Y si siente que algo o alguien la hace sentir mejor o la saca de sus desgracias. Adiós buen juicio, los sigue hasta el final.
También hay algo inexplorado de su envidia a Aleria y como, en el fondo, también solo quiere que la adoren y eso es muy egoísta. Pero esto es algo en desarrollo que solo se ve en el personaje en su etapa post-Alder.
preguntas oc
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nanancia · 4 months
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¡Hola! Este es un cómo reacciona Inumaki ante tus preguntas curiosas.
🌼 Toge y Tn son pareja.
¡Disfruten!
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magneticovitalblog · 10 months
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"Nos lavamos las manos"
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La Paradoja de la Inacción Activa: Reflexiones Sociológicas y Filosóficas sobre la Tendencia Humana a Lavar nuestras Manos
Resumen:
En la sociedad contemporánea, se observa una curiosa contradicción en la forma en que los individuos interactúan con los problemas sociales. A menudo, nos encontramos "lavándonos las manos", evitando implicarnos activamente en cuestiones importantes, pero, paradójicamente, somos los primeros en quejarnos y lamentarnos por el estado de la sociedad. Este artículo busca analizar las razones subyacentes a esta paradoja, explorando aspectos sociológicos y filosóficos que nos ayuden a comprender mejor este fenómeno.
Introducción:
El ser humano es un ser social que habita en una red interconectada de relaciones y dinámicas sociales. A pesar de esto, a menudo nos encontramos desinteresados o desmotivados para involucrarnos de manera activa en los problemas que afectan a nuestra sociedad. Sin embargo, es común que nos quejemos y expresemos nuestra insatisfacción con el estado de las cosas. Esta aparente contradicción plantea una pregunta fundamental: ¿por qué nos lavamos las manos y nos implicamos menos en ciertos problemas de la sociedad, pero somos los primeros en quejarnos continuamente de que todo está mal?
Razón 1: La comodidad de la inacción:
Uno de los motivos más evidentes es la comodidad inherente a la inacción. Implicarse en problemas sociales requiere tiempo, esfuerzo y, a veces, sacrificios personales. Es más fácil y cómodo permanecer en nuestra zona de confort, dejando que otros se ocupen de los asuntos problemáticos. Lavarnos las manos es una forma de evadir la responsabilidad y proteger nuestra tranquilidad personal.
Razón 2: La ilusión de impotencia:
Muchas veces, los individuos se sienten abrumados por la magnitud de los problemas sociales. La sensación de impotencia puede llevarnos a creer que cualquier acción que realicemos será insignificante frente a la complejidad de los desafíos existentes. En lugar de enfrentar esa realidad incómoda, nos refugiamos en la queja, ya que nos da la sensación de que al menos estamos expresando nuestra insatisfacción, aunque no hagamos nada concreto al respecto.
Razón 3: La alienación de la responsabilidad:
La sociedad contemporánea se caracteriza por la división del trabajo y la especialización. Como resultado, a menudo nos encontramos en situaciones donde se espera que otros se hagan cargo de los problemas sociales. Delegamos nuestra responsabilidad en líderes políticos, activistas o expertos, creyendo que ellos son los únicos capaces de encontrar soluciones. Sin embargo, al desentendernos de estos asuntos, perpetuamos un sistema que despoja a los individuos de su agencia y capacidad de acción.
Razón 4: El fenómeno de la desconexión moral:
La desconexión moral es un fenómeno que nos permite separar nuestras acciones de las consecuencias éticas y sociales de las mismas. Nos enfrentamos a una desconexión entre nuestras creencias y valores y nuestras acciones cotidianas. Esta desconexión continúa perpetuando nuestra inacción. Nos lavamos las manos al separar nuestra conciencia moral de la realidad social, permitiéndonos vivir en una especie de burbuja individualista.
Razón 5: La sobrecarga de información:
Vivimos en una era de sobreinformación, donde constantemente somos bombardeados con noticias, problemas y crisis de todo tipo. Esta sobrecarga de información puede generar una sensación de apatía y desensibilización. Nos acostumbramos a la constante presencia de problemas en los medios de comunicación y, en lugar de confrontarlos, optamos por ignorarlos o minimizar su importancia. Esta actitud pasiva contribuye a la paradoja de "lavar nuestras manos".
Razón 6: La influencia del entorno social:
Nuestro entorno social y cultural desempeña un papel fundamental en nuestra participación activa en los problemas sociales. Si vivimos en una sociedad donde la indiferencia y la apatía son la norma, es más probable que adoptemos esas actitudes. Además, el miedo al rechazo social o al ostracismo puede llevarnos a evitar involucrarnos por temor a las repercusiones negativas.
Reflexiones finales:
La paradoja de "lavarnos las manos" y quejarnos continuamente de la sociedad revela una serie de complejidades sociológicas y filosóficas que deben ser abordadas. Es importante reconocer que nuestra inacción tiene consecuencias y que la queja sin acción es una forma de perpetuar los problemas que tanto criticamos.
Para superar esta paradoja, debemos comenzar por tomar conciencia de nuestras propias contradicciones y examinar los motivos detrás de nuestra inacción. Es necesario cuestionar y desafiar nuestras propias barreras psicológicas y sociales que nos impiden involucrarnos activamente en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Además, es esencial promover una cultura de responsabilidad individual y colectiva, fomentando la participación ciudadana y el empoderamiento de las comunidades. La educación y la sensibilización son herramientas clave para generar un cambio de mentalidad y romper con la inercia de la queja pasiva.
En última instancia, debemos recordar que la verdadera transformación social requiere tanto la crítica como la acción. No basta con lamentarse de los problemas, sino que debemos comprometernos activamente en la búsqueda de soluciones. Solo a través de un esfuerzo consciente y colectivo podemos superar la paradoja de "lavarnos las manos" y trabajar hacia un futuro más prometedor para todos.
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baki-tiene-un-simp · 1 year
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Soldier, Poet, King Quiz (Versión Baki)
Cuando hice este test por mera curiosidad pensé rápidamente los resultados que podrían obtener los personajes de Baki, así que, les comparto mi idea. Ojala se anime a hacer el test y pasarme sus resultados, amo compartir y hacer este tipo de cosas xD
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Este test se ha popularizado muchísimo en internet, con el titulo “Soldier, Poet or King”, es un test de personalidad en donde tras unas 20 preguntas se dirá si tienes la personalidad/mentalidad de un soldado, un poeta o un rey. Este test se ha inspirado en la canción “Soldier, Poet, King” de la banda Oh Hellos.
youtube
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Headcanon de introducción:
Kozue vio un video de una chica hablando de este test, curiosa e interesada busco en su computadora para completarlo y saber su resultado. Probablemente un poco conmocionada por lo directas que son las preguntas se lo envió en un mensaje a Baki para que él igual intentara y le dijera sus resultados. El Hanma más joven estaba en el dojo del Shinshinkai, por lo que cuando se centró demasiado tiempo en su teléfono luego del mensaje que recibió los demás luchadores se acercaron curiosos.
Baki explicará vagamente lo que sabe y les pregunta si también quieren intentar solo para que dejen de ver sus respuestas, nadie ve nada malo y lo envían el link del test para que todos intenten.
°°°°
El soldado.
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Si el resultado indica que eres un soldado: los soldados lo hacen por la gloria. Suelen resaltar sus condiciones de fuerza física, siempre corren el riesgo de excederse en la búsqueda de sus objetivos.
El soldado es una persona regida por la moralidad y el deber. Son los protectores, incluso al dañar a los demás como efecto colateral menor en su misión principal. Pelearán cada batalla que se les ponga enfrente, darán lo mejor de sí mismo para derrotar a la adversidad que retrasa su marcha, incluso si eso significa autosacrificarse para conseguirlo.
Impulsivos, autodestructivos y violentos, no dudan para saltar frente al peligro por mucho que les supere a simple vista. La ira les pega fuerte y nubla su criterio de las cosas, abriéndose camino entre las plantas de espinas sin importarle las heridas porque el dolor físico no se compara al dolor del fracaso. Hicieron sus propias reglas y caerán muertos antes que ir contra ellas, siendo que la única regla existente es la de lucha contra todo pronóstico y todo adversario.
Baki Hanma, Jack Hanma, Yujiro Hanma, Dorian Kaioh, Hector Doyle, Gaia, Kaoru Hanayama, Katou Kiyosumi, Katsumi Orochi, Musashi Miyamoto, Oliva Biscuit, Pickle, Shiba Chiharu, Sikorsky, Spec y Atsushi Suedou.
El poeta.
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Si el resultado indica que eres un poeta: es todo lo contrario al rey. Eres un ser individualista y solitario, un sujeto artístico que tiene más poder del que realmente se puede dar cuenta.
El poeta es un individuo creativo bastante afín a los libros y a la inteligencia. Esperan la validación de terceros y basan su autoestima en lo que piensen los demás. Son diestros con las palabras y quieren quedar en la memoria de los que aman y de quienes los rodean.
No creen en su propio poder, les cuesta considerarse capaces al no creerse suficiente. Sin embargo, es mentira, son más poderosos de lo que creen ser. Entre canciones buscan encontrar la fe que han perdido, arrojando su corazón al mundo a pesar de todo con la esperanza de que viva. Enmascaran el dolor y la tristeza como arte, ¿autoengaño? Quizá, están cansados de tropezar por la vida y soñando con su lugar en el cual erguirse.
Kosho Shinogi, Kozue Matsumoto, Kureha Shinogi, Ryuukou Yanagi y Muhammad Alí Jr.
El rey.
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Si el resultado indica que eres rey: significa que eres un ser obligado por el deber y el honor, que tiene una carga de poder y responsabilidad sobre sus hombros y puede sobrellevarlo de gran manera.
El rey es un individuo que lucho por forjar una imagen limpiar que presentarle a los demás. Cargando grandes responsabilidades sobre su espalda, preocupándose mucho por quienes lo rodean y haciendo hasta lo imposible para sostenerlos sobre sus brazos mientras se desmoronan. Los reyes se mantienen en altos estándares y son pensadores tácticos.
Sin embargo, pecarán de complacientes, les dirán que hagan las cosas y las harán. El mundo se les puso en las manos para que lidien con ello, es su deber y por ello lo cumplirán. Están cansados de ser constantes, soñando con vivir más allá del deber.
Retsu Kaioh, Jun Guevaru, Kaku Kaioh, Mitsunari Tokugawa, Natsue Orochi y Doppo Orochi.
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Este es mi resultado, no es tan feliz como esperaria ✌����
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julian-azkhargen · 3 months
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Una cita en Passio
Es una radiante mañana en Passio, y a Lucilla le espera una emocionante cita con Emmet, el Jefe Metro del Metro Batalla de la región de Unova, al cual le insistió mucho debido a la apretada agenda del hombre de sonrisa radiante.
Exactamente son las diez y cuarenta y dos de la mañana, y Emmet no deja de mirar el reloj con preocupación, pero sin dejar de sonreír con paciencia e ilusión. ¡Por fin tendría una cita con Lucilla! Él lo ha querido desde hace mucho tiempo, pero como en Passio ha estado ejerciendo de mayordomo la mayor parte del tiempo, no ha podido juntarse con ella tanto como quisiera. Sin embargo, gracias a la insistencia de la chica que por fin pueden reunirse. A pesar de todo, ella debió haber llegado hace más de media hora, pero Emmet no desespera por mucho que no pueda despegar su mirada del reloj. Su Escavalier, a su lado, lucía igual de ilusionado.
“¡Emmeeeet, perdóoooon!” grita Lucilla a unos cuantos metros mientras trota hacia él.
Al joven bien vestido se le iluminan los ojos al verla y no puede evitar sonreír ampliamente mientras dice el nombre de la muchacha. Tras una breve pausa, la mira de arriba a abajo un par de veces y se ruboriza suavemente.
“Creo que ‘Señorita Lucilla’ suena bien para ti hoy,” dice Emmet con total franqueza. La entrenadora está vistiendo un elegante vestido rojo y negro, el cual hace juego con el del Oricorio de fuego que la acompaña.
La joven sonríe con confianza y le posa elegantemente mientras ondea su vestido, preguntándole si le gusta, a lo que hombre de permanente sonrisa le responde que le encanta, ya que le hace ver más preciosa de lo que ya es. La chica le dice agradecida que el hecho de que él también vaya elegante le hace ver más atractivo aún, puesto que ese traje de mayordomo le sienta de maravilla; pero para sus adentros piensa que le queda incluso mejor que su habitual uniforme de Jefe Metro.
Emmet ríe un poco nervioso y le confiesa que, aunque está complacido por ir a juego con su compañero pokémon, aún no se acostumbra del todo a su elegante traje, y que incluso se le cae el monóculo constantemente, pero que aun así le gusta mucho vestir de esa manera y que está encantado de que a ella también.
Lucilla le dice con una suave sonrisa burlona que ya se acostumbrará, a lo que Emmet asiente para luego preguntarle con una sonrisa curiosa del por qué se retrasó tanto, a lo que la elegante joven le responde muy orgullosa que se le fue la hora bañando a sus queridos pokémon, cosa que ella ama hacer.
El Oricorio que acompaña a Lucilla, se pone muy feliz ante esta declaración, provocando que su entrenadora sonría muy complacida, ya que era impensable que tanto ella misma como sus pokémon asistieran a una cita elegante sin estar previamente bañados y acicalados como corresponde. Emmet sonríe cálidamente y le asegura a Oricorio que también está muy guapo hoy, provocando que el pequeño pájaro rojizo grazne de felicidad y dé pequeños giros aéreos de la emoción. Lucilla le hace un cumplido similar al Escavalier de Emmet, y tras darle unas palmaditas en la cabeza al pokémon de tipo bicho, sonríe con mucha energía y asegura que está lista para afrontar los desafíos que le esperan durante la cita, por lo que le pregunta a su acompañante sobre el itinerario, a lo que él, como respuesta, saca un papel de su bolsillo y lo lee.
“Aquí dice que lo primero es dar un paseo por algunas tiendas y tener un par de combates pokémon antes de ir a almorzar,” le aconseja.
La chica, con una sonrisa juguetona, golpea con los dedos suavemente el costado del amigable hombre de cabello gris, diciéndole que sabe muy bien como complacerla; y acto seguido, imita su reconocida pose de Jefe Metro para decir bastante alto: ‘¡Todos a bordo!’, como si quisiera imitar al gemelo mayor de Emmet, Ingo, el cual también ha estado muy ocupado con sus labores de mayordomo últimamente. Emmet ríe ante esto y también hace su famosa postura para, a continuación, decir con su habitual y radiante sonrisa:
“¡Todos a bordo!”.
La primera parada en las numerosas tiendas de Passio es en una de accesorios para pokémon. Si bien ambos no son de los que hacen que sus equipos participen en concursos pokémon, es divertido imaginar cómo se verían sus compañeros con todo tipo de accesorios extravagantes al momento de combatir entre ellos. Emmet admite que le costaría imaginarse a sus pokémon usando decoraciones y que prefería ser él mismo quien los use, para que no les estorbaran durante la batalla, a lo que Lucilla le responde que hay una manera de hacer eso realidad en cierta medida, y es que le ordenara a Azuro, su Zoroark, que se transformara en él para luego ponerle accesorios y así ver cuales le quedaría mejor.
“A fin de cuentas, a Azuro le gustaría participar en algún curso a futuro, sin dejar que su naturaleza tímida y tipo siniestro le hagan hacer marcha atrás,” le comenta la joven.
Emmet sonríe un poco nervioso y se encoge de hombros, pensando que tal vez había hablado demasiado. “Admito que sería divertido de hacer, siempre y cuando a Azuro le parezca bien, y que no te importe ser la siguiente sujeto de pruebas para practicar con él.”
Ella ríe diciendo que estaría dispuesta a todo con tal de verlo a él con accesorios para pokémon.
Tras otra pequeña charla de unos pocos minutos, caminan hacia otra tienda, esta vez a una de maquetas de trenes, provocando que Emmet quede petrificado en la entrada con una inmensa sonrisa en el rostro. Lucilla le sonríe con dulzura mientras le dice que entre, pero el hombre responde que este día es para ella, por lo que debe acatar sus gustos y no los suyos propios, sugiriendo que sería mejor ir a una tienda que vaya más acorde con ella. Sin embargo, la hermosa muchacha quiere que ambos disfruten de la cita yendo a sitios que les gusten a los dos. Además, ella admite que también tiene mucha curiosidad por ver esas maquetas, alentando así al Jefe Metro; con lo cual, él sin ocultar su felicidad, entra entusiasmado.
Una vez dentro, los ojos del joven se enfocan en una maqueta tras otra, analizándolas instantáneamente como si fueran de verdad, cosa que no sorprende a Lucilla debido a que sabe perfectamente lo mucho que le gustan los trenes, tanto a él como a su gemelo mayor, al trabajar ambos con trenes día a día en el Metro batalla. El entusiasmo de Emmet se vuelve tan abrumador que no puede contener sus pensamientos y comienza a hablar como un fanático sobre cada modelo que hay en la tienda, compartiendo sus conocimientos y gustos con Escavalier y su chica, la cual, aunque no entiende nada de los tecnicismos y la razón por la que algunos trenes son mejores que otros, escucha atentamente con una encantadora sonrisa, al amar profundamente el poder oírle hablar de que algo que le fascina a su querido Jefe Metro.
Tras varios minutos de comentar todas y cada una de las maquetas en la tienda, ambos salen para tomar aire nuevamente. Lucilla le sugiere a Emmet que la próxima vez que visiten una tienda así, deberían invitar a Ingo también, puesto que ama tanto los trenes como el propio Emmet, o incluso más, a lo que el gemelo menor asiente con su típica gran sonrisa mientras trata de recomponerse para volver a verse lo más profesional posible de nuevo.
Tras dar unos pocos pasos, se encuentran con una pequeña tienda de cachivaches con forma de pokémon, provocando que la joven abra los ojos con cierta sorpresa y se disponga a entrar con mucho interés, a lo que el elegante mayordomo sonríe con curiosidad y entra justo después de ella. Apenas entran, ven que los escaparates están a punto de estallar de tantos diversos productos que albergan: vasos, tazas, lápices, cuadernos, libretas, botellas, gorras, mochilas, audífonos, marcapáginas, pulseras, sudaderas, camisas, calcetines, relojes, llaveros, y un sinfín de artículos más. Los ojos de ambos se maravillan ante tantas cosas, las cuales sorprendentemente caben en el reducido espacio del local por mucho que pareciera que ya no cabe ni un alfiler.
Lucilla camina despacio hacia un llavero de Togekiss y lo agarra suavemente para acariciarlo como si estuviera hecho de cristal. Oricorio emite un pequeño sonido de tristeza mientras agacha la mirada, mientras que Emmet sonríe con tristeza al presenciar esto, ya que sabe perfectamente por qué su cita reaccionó así.
Lucilla estaba pensando en su antigua compañera, su Togekiss de cuando era niña y cuyo fallecimiento aún le causaba pena y dolor. Tal traumático hecho, provocó que dejara de participar en los combates pokémon durante mucho tiempo, y si bien actualmente ella ya había vuelto a batallar con la pasión y fuerza de antaño, el dolor por haber perdido a su compañera a veces se manifestaba en momentos como este.
Emmet, preocupado, se le acerca cautelosamente y le sonríe con empatía. “Lucilla, ¿estás bien?”
La joven asiente con lentitud, pero sus manos comienzan a temblar un poco. Emmet saca un pañuelo inmaculado de su bolsillo y se lo ofrece.
Lucilla lo rechaza cortésmente y le sonríe tratando de recomponerse. “Gracias, pero estoy bien; es sólo que me vinieron muchos recuerdos a la mente, de los hermosos.”
El mayordomo sonríe aliviado mientras guarda el pañuelo, y le habla con calidez y empatía para tranquilizarla a pesar de todo, mientras que Lucilla, sintiéndose incluso mimada, le dice que le encantaría poder llevarse el llavero, a lo que Emmet le responde con cierta emoción que podría comprárselo sin ningún problema, principalmente al ambos haberse puesto de acuerdo de antemano que él pagaría por ella en la cita de hoy. Lucilla le sonríe con cariño mientras se lo agradece de corazón, y acto seguido, Emmet lleva el llavero donde el cajero y lo compra para entregárselo a su cita, la cual ama más de lo que le gusta admitir. La joven, encantada, lo guarda mientras Oricorio parece conmovido por esto.
Ambos salen de la abarrotada tienda unos minutos después y se disponen a entrar a unas cuantas más para pasar el rato antes de ir a por combates.
Tras haber visitado una buena cantidad de tiendas, Emmet le pregunta a Lucilla si ya está lista para que vayan a buscar entrenadores a quienes retar, a lo que la entusiasta chica responde con mucha energía que tiene ganas de sobra de combatir de una vez. Antes de que tuvieran tiempo de buscar un contrincante, se les acerca una cara conocida; se trata de Hilarino, un joven adulto fanfarrón cuyo único deseo actualmente es superar a Lucilla, su rival. El joven, al verla, le expresa con mucho entusiasmo que lleva bastante tiempo buscándola para retarla a una batalla pokémon, y que no aceptará un ‘no’ por respuesta en este momento.
La muchacha, un poco sorprendida, le responde: “Oh, vale, pero estamos en Passio, ¿recuerdas? Los combates son generalmente de tres contra tres.” Mira a Oricorio, a Escavalier y finalmente Emmet, y sonríe con confianza. “Aunque supongo que por esta vez podemos hacer un dos contra dos si encuentras quien te acompañe. ¿Qué me dices?”
Antes de que Hilarino responda, aparece otra cara conocida; es Umbra, la hermana menor de Lucilla.
“Vaya, menuda sorpresa encontrarte aquí, aunque debo admitir que tenía cierto presentimiento de que te vería de alguna manera hoy,” le dice. Su Frostmoth la acompaña también. “¿Estás buscando oponentes, ¿verdad? Dame la oportunidad de pelear contra ti para que veas cuánto he mejorado.”
Hilarino se emociona muchísimo ante esto “¡Ahora no tienes excusa alguna para no aceptar un combate pokémon de dos contra dos!”
Emmet sonríe muy seguro de sí mismo y les dice a sus contrincantes que dará todo de sí, pero que, sin importar el resultado, espera que todos se diviertan. Lucilla le responde con cierto sarcasmo que sí, que ojalá lo pasen bien, pero que evidentemente es mucho más divertido cuando uno gana. Al escucharla, Emmet responde con una frase muy típica suya:
“Yo soy Emmet, y lo que más me gusta de todo es ganar.”
Su Escavalier gruñe como si quisiera enfatizar las palabras de su entrenador, mostrando fieramente su predisposición para combatir. Emmet le sonríe con la misma impaciencia por empezar, y luego le pregunta tanto a su compañera como a sus contendientes si están listos, a lo que responden que sí, pero Lucilla agrega antes de comenzar mientras le sonríe con confianza y orgullo:
“Ah, por cierto…, a mí también me gusta ganar más que nada.”
Como una señal, ante esta declaración, todos sacan sus pokémon para combatir, donde Emmet y Lucilla pelearían, tal vez de no la manera más sincronizada pero sí con desbordante pasión y amor por los combates pokémon.
La batalla no dura demasiado y la pareja sale victoriosa con una cierta ventaja, por lo que Hilarino se frustra al no haber podido ganar nuevamente, pero le jura a Lucilla que seguirá entrenando arduamente para demostrar que puede ganar con su querido Metapod. Umbra, por su parte, si bien un poco decepcionada de sí misma, se alegra de haber podido dar todo de sí en el combate y felicita a su hermana por tan buen desempeño junto a su cita, mientras hace que su Frostmoth vuelva a su Poké Ball. Lucilla le responde que con un poco más de entrenamiento le pondrá las cosas difíciles a futuro, y la alienta a no desanimarse por esta derrota ya que Oricorio tenía ventaja de tipo contra su Frostmoth.
Hilarino, por su parte, se va a entrenar en el bosque de Passio mientras que Umbra se despide de ambos y continúa con lo suyo.
Emmet felicita a Lucilla por la entretenida y apasionante batalla que acaban de tener, y le dice que deberían continuar con los combates por un rato para que aprovechen el calor del momento. La joven responde que un solo combate no la dejaría satisfecha de momento, por lo que deberían buscar un tercer miembro para combatir antes de ir a almorzar. Así que, tras un rato de búsqueda, ambos se encuentran con Brock, amigo de la infancia de Lucilla, el cual, para sorpresa de nadie, estaba intentando ligar con una apuesta entrenadora.
Los combates del trío son de lo más emocionantes y logran hacerse con la victoria en todos los encuentros, y hubieran seguido peleando el día entero de no ser por cierta interrupción de Emmet.
“Lucilla, deberíamos irnos ya a almorzar, reservé una mesa en un buen restaurante y no quisiera que nos retrasáramos; podemos seguir combatiendo después si así lo quieres, aún tenemos el resto del día.”
Lucilla se sorprende ante esto y le pregunta si realmente tienen que partir ahora mismo, ya que tenía ganas de surcar los cielos con él en Merlina, su Corviknight, antes de almorzar, aprovechando el estupendo clima que hacía. Emmet, notoriamente incómodo, le sonríe diciendo que, a pesar de que sería mejor ir lo antes posible, podría satisfacerla permitiéndole volar diez minutos junto a ella, pero que, por favor, no fuera a gran altura. Sin perder un instante, Lucilla saca a Merlina de su pokébola, la cual se muestra tan noble como lo es su personalidad. La chica se sitúa sobre ella en un parpadeo y anima al incómodo galán a su lado a subirse, pero éste, casi tembloroso, sonríe forzadamente mientras trata de juntar valor para montarse. Lucilla le ayuda a subirse y él se aferra a ella intentando no ser demasiado invasivo, provocando que la entrenadora riera afirmando que aún están en tierra, y que le parece de lo más divertido que se ponga así. Ante esta declaración, Emmet se avergüenza y entierra levemente su cara en la espalda de su cita mientras se disculpa.
Acto seguido, Lucilla le da la orden a su compañero volador para que se eleven en el aire, causando una reacción de terror instantáneo en su cita, pero tratando de armarse de valor para despegarse de ella para así disfrutar el paisaje.
“¡Menudas vistas desde aquí, Emmet! ¡Enfrenta tu miedo y mira a tu alrededor!” le grita entusiasmada Lucilla, quien está sonriendo ampliamente mientras goza de la brisa que peina su cabello. Incluso Oricorio parece estar disfrutando del momento tanto como su entrenadora, quien, a pesar de poder volar, está bien sujeta a ella junto a Escavalier.
“Yo soy Emmet..., ¡Y debo enfrentar mis miedos!” se dice el mayordomo a sí mismo mientras trata con todas sus fuerzas de desenterrar su cara de la espalda de su compañera y abrir los ojos.
Tras unos segundos de alejar su rostro lentamente de Lucilla, se recompone y abre los ojos lo máximo que puede, pero el terror se apodera de él y se agarra con más fuerza todavía a ella, temblando como gelatina y exclamando lo alto que están volando. Lucilla carcajea ante esta declaración y le dice que en realidad no está tan alto, que es una exageración, y que no debería preocuparse por eso, sino en concentrarse en el exuberante paisaje de Passio. Pero aun así le pregunta si está bien, al saber de antemano el terror que su amigo le tiene a las alturas.
Emmet se tranquiliza instantáneamente afirmando que está bien a pesar de todo, al darse cuenta de la belleza de la isla artificial vista desde arriba, la cual nunca habría podido imaginar ni en sus sueños más locos.
“Wow..., qué increíble vista... ¡Es maravilloso!” exclama el joven sonriendo como un niño pequeño al que le llevaron al parque de atracciones que siempre quiso ir.
“¡Por supuesto! ¿Por qué crees que me gusta tanto volar si no? Estas vistas no se consiguen viajando en trenes, ¿sabes?” le responde Lucilla en cierto tono burlón.
“Uh, qué problema, ya no sé si decir que este paisaje es tan hermoso como tú... o si tú eres tan hermosa como este paisaje...” titubea el mayordomo con un sonrojo tan fuerte como las partes rojas del vestido de Lucilla.
La chica ríe agradecida ante semejante cumplido, y le afirma que piensa lo mismo de él y su elegante traje de mayordomo, avivando un mayor rubor en él, que lo obliga a enterrar su cabeza nuevamente en la espalda de su cita, pero esta vez haciendo un gran esfuerzo de mantener los ojos abiertos mientras mantiene su rostro girado hacia la derecha para no perderse de mucho.
Al cabo de unos pocos minutos, ambos vuelven a tierra y se dirigen al restaurante prometido, el cual es incluso más elegante de lo que Lucilla se había imaginado. Los dos se sientan frente a frente en la mesa designada, la cual está un poco alejada de las demás, para así tener mayor privacidad. La pareja comienza a ver el menú mientras charlan sobre la experiencia aérea que acaban de tener, donde Emmet afirma que, a pesar de haber tenido mucho miedo y que sigue prefiriendo la seguridad que ofrece la tierra firme, igual lo disfrutó. También pensó para sí mismo que no le importaría repetir si Lucilla le insistía en volar de nuevo, ya que él jamás trataría de otra cosa que no fuera satisfacerla, no sólo como el mayordomo que es mientras dure su estancia en Passio, sino que tambi��n por lo muy enamorado que está.
Lucilla mira el menú durante un buen rato tratando de decidirse; ¿sería buena idea pedir una sopa tibia de calabaza a pesar de tener la oportunidad de comer cosas más exóticas? Será su comida favorita, pero no sabe si decantarse por eso o arriesgarse a probar algo nuevo. Emmet le sonríe un tanto divertido al ver a su compañera tan confusa sobre qué ordenar, a lo que le responde que no debería hacerse problemas y que pida todo lo que ella quiera, ¡que nada le haría más feliz que complacerla tanto a ella como a su paladar! Sabiendo muy bien que es posible enamorar a alguien a través del estómago, Emmet está más que dispuesto a gastar todo lo necesario con tal de conseguirlo. Además, él, muy profesional como mayordomo, se dio el trabajo de estudiar cada comida del restaurante para así poder orientar mejor a su compañera durante la comida en la cita.
Lucilla, tras pensarlo bastante, decide que sí pedirá su amada sopa tibia de calabaza, pero que, debido a lo abundante del menú, no sabe qué más elegir.
“¡Es que todo parece tan delicioso! No hay estómago al que le quepa tanta comida, así que es difícil elegir entre tantas opciones.”
Su cita sonríe con mucha confianza y le hace unas cuantas recomendaciones, a lo cual ella acepta sin siquiera pensarlo, al saber que le gustará cualquier cosa que él le recomiende, por lo que piden su comida al amable y elegante camarero más cercano y se dedican a charlar de cosas mundanas mientras esperan sus platos.
El tiempo pasa volando mientras comen y conversan; todo es muy agradable, desde la comida hasta el ambiente y, claro está, la compañía del uno con el otro, lo cual, por encima de todo, es lo mejor del momento.
Tras haber terminado el postre, que sin duda alguna fue arroz con leche por parte de Lucilla, su favorito; se levantan para pasear por Passio para así bajar la comida y, por qué no, para tener más combates pokémon. Nunca se tienen suficientes en un día, sobre todo para dos amantes de las batallas como lo son ellos dos, así que durante el resto del día se dedicaron a luchar todo lo que pudieron hasta que estaba por darse la puesta de sol, donde Emmet le pidió a su chica que por favor la acompañara a un sitio muy especial.
“¿Cuál será el último destino del día de hoy?” le pregunta Lucilla, un poco confundida.
Él, visiblemente nervioso, no le responde con claridad. “Vamos a... un lugar encantador que sólo podemos ver nosotros,” le dice con algo de nerviosismo.
Lucilla, como la joven algo despistada que es, no se da cuenta que su elegante mayordomo le tiene preparada una sorpresa muy especial, algo que él pretende aprovechar, ya que así será mucho más grata dicha sorpresa. Emmet, un poco nervioso y ruborizado, le ofrece el brazo a su amada, quien acepta muy gustosa y orgullosa; ¿cómo no iba a estarlo? ¡Si su cita ha sido Emmet, el Jefe Metro!, el cual para ella es más atractivo que su gemelo mayor, Ingo, probablemente debido a su radiante sonrisa, tan hermosa y brillante que sería capaz de iluminar la habitación más oscura y de curar la más terrible de las enfermedades. Motivos de sobra hay para estar de lo más satisfecha ante la posibilidad de tener una cita con semejante hombre, sin duda.
Tras caminar un rato por un sendero que lleva al bosque, se encuentran con un claro bañado por las primeras luces del ocaso, que le da un toque mágico y onírico. En el centro del claro se encuentra una mesa decorada lo más elegante y refinada posible, junto con tazas y cubiertos a juego. Lucilla se maravilla ante esto y no puede evitar sonreírle un poco ruborizada a su cita, diciéndole que jamás se esperaría algo así de hermoso, y que lo felicitaba por semejante trabajo bien cuidado. Emmet, visiblemente nervioso, le sonríe un poco avergonzado y admite que no fue él quien preparó esto, sino que su hermano, y que de hecho fue él quien sugirió esta sorpresa para merendar al anochecer, ya que Ingo quería que esta ansiada cita tuviera un final memorable. Lucilla ríe cálidamente ante esto y no puede evitar decir que definitivamente es algo que Ingo haría, sobre todo por su querido gemelo.
Emmet, un poco más tranquilo, le dice que tiene todo tipo de cosas preparadas listas para ser servidas, excepto el té, evidentemente, por lo que le pregunta de qué tipo desea beber. La joven no se lo piensa mucho y le dice lo que quiere, así que el Jefe Metro, antes de comenzar a prepararlo, la sienta muy educadamente frente a la inmaculada y elegante mesa. Oricorio y Escavalier se ponen a deambular alrededor de ellos y mirando a su alrededor, pareciendo maravillados ante el mágico claro. El mayordomo, mientras, prepara el té, y a continuación sirve una generosa cantidad de postres variados para que su chica elija los que quiera, y para sus pokémon también, por supuesto.
Cuando el té está listo para ser bebido, Emmet se lo sirve a la joven con el mayor profesionalismo posible, recibiendo un cumplido muy sincero de ella, y animándolo a continuar con ese camino, ya que se le da tan bien como ser un Jefe Metro, por mucho que lo de ser mayordomo sea algo bastante reciente en realidad.
El elegante hombre le sonríe agradecido y le cuenta entusiasmado lo mucho que ama ser mayordomo en su estancia en Passio, y que, el día que deje de ser un Jefe Metro —si es que llega a suceder—, se dedicará plenamente a ser mayordomo, más precisamente su mayordomo personal, ya que, sin duda, a quien más disfruta servir es a ella. Lucilla ante esto, duda internamente acerca de qué es más dulce, si el pastel que se está comiendo o si las palabras de Emmet, provocándole un tierno sonrojo. Un largo suspiro de ella pilla desprevenido al mayordomo, poniéndolo nervioso y preguntándole si dijo algo que la incomodara. La elegante joven le niega con una sonrisa y le dice que el pastel está realmente delicioso, pero que le gustaría que él se uniera también; sin embargo, Emmet le responde que no puede comer con ella al estar sirviéndole, y que todo lo que hay disponible para comer es sólo para ella; pero, ¿quién en su sano juicio podría comer tantos dulces? Si bien la idea fue de Ingo, Emmet le pidió que trajera la mayor cantidad de dulces que pudiera, ya que siempre es mejor que algo sobre a que falte, aunque esto significara tener suficiente cantidad como para alimentar a un Snorlax, lo cual son palabras mayores. Lucilla, con picardía, le dice que, como el mayordomo que es él, debe acatar las órdenes de a quien sirve, y le ordena estrictamente que coma y beba el té con ella, o de lo contrario lo castigará con cosquillas, cosa que ama hacer para molestarlo. Emmet, un poco rendido, accede y se sirve un poco de té junto a un apetecible y típico pastel de vainilla con fresas, para comer estando sentado frente a ella.
“Esto ha sido increíble, Emmet, jamás olvidaré este día,” le dice Lucilla mientras le sonríe agradecida justo antes de darle un bocado a su pastel.
“Ni lo menciones, es lo menos que podía hacer para compensar el haberte hecho esperar tanto; llevabas semanas insistiendo en tener una cita,” le responde su compañero con una gran sonrisa.
“¿El itinerario lo hiciste tú o te ayudó Ingo?” pregunta la chica.
“Lo hice yo, aunque lo de volar en Merlina no estaba planeado.” La sonrisa del mayordomo se tuerce un poco al recordar la experiencia de horas anteriores.
“Sí, sí, mucho miedo al principio, pero admite que lo pasaste bien a pesar de todo, ¿verdad?” le sonríe burlonamente la joven.
“Uhmmm..., supongo que sí, ya que el clima ha sido estupendo y Passio ya de por sí es una isla hermosa, así que era evidente que verla desde arriba no iba a ser menos,” le responde Emmet un poco nervioso.
“¿Sería demasiado pedir que nos montáramos de nuevo en un ratito más? Me encantaría surcar el cielo nocturno de Passio contigo,” le coquetea sutilmente Lucilla.
“Uh, yo...” El mayordomo mira el pastel que se está comiendo y luego levanta la mirada hacia su cita, incómodo. “No creo que sea buena idea hacerlo justo después de comer tanto, podríamos marearnos...”
“No te preocupes por eso, iremos despacio. ¿Podrías hacer ese pequeño sacrificio por mí?” le pregunta Lucilla mientras le sonríe y mira con fingida inocencia.
“En ese caso, no habría ningún problema, me ha encantado volar contigo, y a pesar del miedo quisiera repetir la experiencia… pero cuando me haya recuperado” le responde mientras le sonríe con total sinceridad.
“¡¿En serio?! ¡Gracias!” le agradece ella con una sonrisa emocionada, acabando su pastel con un último bocado.
“Emm..., y... Lucilla, quisiera saber si...” titubea Emmet, pero en ese momento se le cae el monóculo por décima vez en el día. “¡Ah!”
“¿Es tan difícil de llevar?” le pregunta Lucilla con una sonrisa juguetona y bromista. “Si fueras cualquier otra persona, te habría dicho que te lo quitaras para evitar molestias; pero se te ve tan lindo a ti que no quiero que lo guardes, y es aún más lindo es cuando se te cae, je, je.”
“Ya me acostumbraré a llevarlo, te lo prometo,” responde el mayordomo riéndose de sí mismo. De un salto y haciendo gala de su rapidez innata, Escavalier baja de la mesa al suelo para recogerlo y se lo entrega. “¡Gracias, Escavalier!” le agradece Emmet mientras se lo ajusta. El pokémon bicho parece muy contento por ese agradecimiento y emite un adorable sonido de satisfacción.
Pasan los minutos y ambos continúan charlando mientras son bañados por los últimos cálidos rayos del sol. Aún quedan unos resquicios de luz cuando están terminando de comer, por lo que Lucilla se incorpora y camina un poco hacia la dirección de la puesta del sol, observándola con imperturbable tranquilidad. El mayordomo se levanta también y se coloca a su lado, casi pegado, para mirar también el ocaso. La chica, ante esto, se le apega mimosamente, apoyando parte de su peso en él. Emmet, ruborizado y nervioso, decide agarrarla sutilmente de la cintura, provocando una leve risita de ésta, a lo que él reacciona con aún más sonrojo y nerviosismo. La joven sonríe suavemente mientras le dice cuánto le gusta molestarlo de esta manera, ya que ama su modo de sonrojarse, haciéndole ver más lindo y adorable de lo que ya es naturalmente, pero Emmet le responde que, aunque ella piense eso, él afirma con toda seguridad que ella es aún más linda y adorable de lo que él nunca será, dando por resultado que sea Lucilla quien se ruborice esta vez, respondiéndole con unas gracias sinceras. Emmet suspira un poco aliviado ante la situación, y cuando pensó que podría relajarse más y disfrutar el momento, su cita le da un cálido y amoroso beso en la mejilla, provocando el mayor sonrojo de la historia en este Jefe Metro. Lucilla ríe con ganas ante esta expresión durante unos segundos, para luego mirarlo con infinito cariño y ternura.
“El mejor mayordomo merece el mejor premio. ¿O tal vez prefieras otra cosa?” le pregunta Lucilla.
Emmet niega rápidamente mientras trata de recomponerse, llevándose la mano izquierda hacia la mejilla recientemente besada por ella. “La única recompensa que quiero es que seas feliz,” le dice. “Pero ese beso fue la mejor recompensa que he recibido nunca,” admite finalmente, nervioso.
Antes de que Lucilla pueda articular palabra, Oricorio se sube rápidamente a los hombros de su entrenadora y le pide un beso, casi como si se hubiera puesto celoso. La orgullosa joven ríe divertida ante la situación y le da un amistoso beso en la frente a su compañero, quien queda de lo más satisfecho con eso. Emmet duda de si regresarle el beso o no, ya que, aunque ganas no le falten de eso y mucho más, no quiere comprometer la amistad que tienen. Los pensamientos del mayordomo son interrumpidos por un abrazo que le da su chica, y le dice que quiere que él la abrace también. Emmet titubea un momento debido al repentino momento íntimo, y antes de que pudiera moverse, Lucilla añade, entre risas, que es una orden, por lo que él no puede negarse. Un poco nervioso, él accede a la petición y la abraza con sumo cuidado justo antes de que el último rayo del ocaso se pierda en el horizonte. Ambos quedan en silencio unos momentos, y Emmet, aunque un poco indeciso, se atreve a acariciar tímidamente el cabello de Lucilla, quien reacciona con una sonrisa satisfecha.
“¿Sabes? Deberías tomar la iniciativa un poco más a menudo,” susurra Lucilla un poco coqueta.
Emmet se paraliza en el acto con una rígida sonrisa, y se pone a pensar en mil maneras de responder ante eso, pero termina viéndose igual que un Slowpoke que acaba de sufrir amnesia. Ella se vuelve a mirarlo.
“¿Podrías quitarte los guantes un momento? Por favor,” le pide amablemente. “Quiero sentir tu piel, aunque sea un poco.”
El joven de cabello gris sacude un poco el rostro en señal de haber espabilado y, aunque tembloroso, se saca ambos guantes.
“¿Qué debería hacer ahora?”
La chica lo mira a los ojos con una encantadora sonrisa y le pide amistosamente que le acaricie el rostro con suavidad, mimándola. El mayordomo sonríe nervioso y agradecido a la vez con un evidente rubor, y, con sus manos, ya no tan temblorosas, decide acariciarle las mejillas como si fuera el ser más delicado del mundo, pareciendo temer que se pudiera quebrar en cualquier instante como el cristal más fino. Lucilla agradece ese encantador toque y le sonríe con gran cariño mientras cierra los ojos disfrutando el momento, haciendo que Emmet se enternezca hasta puntos insospechados y tenga el incontenible impulso de querer besarla. Así que, en vez de contenerse como lo haría siempre, decide acceder ante la tentación y le clava un sutil y cálido beso en la frente, casi en señal de protección, pero que está cargado de amor hacia ella.
El tiempo parece detenerse durante los breves segundos que dura el beso, incluso Escavalier y Oricorio se les quedan mirando como si esperaran a que algo más sucediera, pero cuando Emmet rompe el beso, se le ve más colorado que un Throh y se queda estático, casi como si estuviera esperando a una inminente reprimenda. Lejos de eso, Lucilla está increíblemente satisfecha de haber recibido un tierno beso en la frente de parte de su querido Jefe Metro —aunque, interiormente, ligeramente decepcionada de que no haya sido en sus labios—, por lo que no puede evitar sonreír divertida y agradecida a la par, devolviéndoselo de un salto, lo cual toma a Emmet por sorpresa durante un instante.
“¡Ese es mi mayordomo Emmet! ¡Así me gusta! ¡Con ese tipo de iniciativa!” le felicita la joven con leve tono de burla.
“Yo soy Emmet, y quiero hacer que todos sonrían y se diviertan,” se responde a sí mismo el joven de sonrisa imperturbable con bastante orgullo y satisfacción, tratando de no mostrarse nervioso y ruborizado debido al beso recibido, mientras vuelve a colocarse los guantes.
Lucilla le comenta que, aunque le encanten los resultados de su esfuerzo para ser el mejor mayordomo y sea lo más profesional posible; aun así, le gusta que se salga del papel de vez en cuando, que no tiene que ser tan rígido con ella, ya que son cercanos y no les falta confianza mutua. Él le responde que seguirá tratando de mejorar en todos los aspectos posibles para que sus experiencias sean de lo más gratificantes.
Ahora que el sol se ocultó y las primeras luces de Passio se han estado encendiendo, Lucilla le dice a Emmet que se prepare para otro viaje sobre Merlina, pero asegurándole que volarán lento y a baja altura para que no se asuste. El Jefe Metro se prepara mentalmente, inspirando y suspirando lenta y profundamente mientras llena su cabeza de imágenes tranquilas para serenarse. Tras estar unos segundos así, le sonríe con cierta impaciencia y nerviosismo diciéndole que ya está listo —o más o menos—, para disfrutar del nocturno paisaje de la isla artificial. Sabe que un miedo no es tan fácil de controlar, pero no le faltan ganas de intentarlo. Al oír esto, Lucilla vuelve a sacar a su orgullosa Corviknight y, esta vez, Emmet le ayuda a subirse, para así poder mostrarse más confiado y profesional que antes del almuerzo, lo cual la muchacha agradece con grata sorpresa.
Apenas el mayordomo monta sobre Merlina, intenta con todas sus fuerzas no temblar, pero que de todas formas sus nervios lo traicionan y se evidencia lo asustado que está por mucho que trate de ocultarlo. Lucilla le observa y le sugiere que no tiene por qué esforzarse tanto y que pueden dirigirse hacia su destino andando, a lo que Emmet se niega empeñándose en intentarlo. Ante esto, la joven le dice que entonces solo le queda felicitarlo, no solo por su valor sino por haberse puesto delante en esta ocasión, ya que así es ella quien puede abrazarlo desde atrás esta vez, lo cual hace inmediatamente bastante a gusto. Emmet traga saliva nervioso y sonrojado, pero agradecido consigo mismo por haberse armado de valor de ser él quien vaya adelante, ya que precisamente buscaba que fuera su cita quien lo abrazara por la espalda y no al revés.
Antes de que el tren de pensamiento de Emmet llegara a su destino, Lucilla le da la orden a Merlina para que se eleven unos cuantos metros en el cielo, provocando un repentino grito del Jefe Metro.
“¡Ja, ja, ja, ja! ¡Perdón, perdón! Pensé que ya estabas preparado,” ríe Lucilla arrepentida del inesperado y rápido despegue.
Emmet, temblando más que un Ditto ebrio, gira su cabeza lentamente con una sonrisa torcida y le asegura que está mejor de lo que parece, sólo para no preocuparla, pero que es evidente que este susto lo recordará por mucho tiempo. La joven intenta tranquilizarlo acariciando su brazo, casi masajeándolo, para demostrarle que estará bien. El joven de cabello gris se relaja de a poco gracias a esto, da un gran suspiro, y le dice que, aunque sigue con miedo, realmente quiere disfrutar de la vista aérea nocturna de Passio y, por ende, le pide que le dé la orden a su Corviknight para que comience a reanudar su marcha. Lucilla, sorprendida y satisfecha ante la iniciativa nuevamente, le pide a Merlina que prosiga suavemente, quien obedece sin perder un segundo, dando comienzo así a un agradable viaje por el precioso cielo de la exuberante Passio.
Tras unos buenos minutos de agradable vuelo, la parejita baja a tierra, y Emmet, nervioso como era de esperar, casi cae al suelo debido al temblor de sus piernas, suspirando de alivio al volver a pisar tierra nuevamente. Lucilla, preocupada, le ayuda a no desmayarse ahí mismo, sujetándolo con firmeza y hablándole con calidez y serenidad, lo cual agradece su mayordomo y le sonríe enternecido.
Tras recomponerse, le pregunta si quiere que vayan a algún lugar más antes de acabar su itinerario. Tal declaración pilla por sorpresa a la entrenadora, ya que pensó que la merienda en el claro era la última parada prevista, pero su cita le dice que aún pueden disponer de un poco más de tiempo antes de llegar a su destino, así que le pregunta si antes quisiera ir a cenar a algún lado, donde ella quiera, si es que ha quedado con hambre.
Lucilla lo piensa unos momentos, y le responde con entusiasmo que, cuando pasearon esta mañana, notó un pequeño y humilde puesto de comida ambulante que le llamó la atención, por lo que, aunque el lugar sea poco glamuroso para el tipo de vestimenta que llevan ahora, le encantaría poder comer ahí. Emmet, con una sonrisa emocionada, le asegura que no tiene estrictamente que ser un sitio elegante, que estará encantado ir a donde sea que ella le diga, ya que desea complacerla como el buen mayordomo que es.
Así que comienzan a caminar tranquilamente hacia dicho puesto, donde el mayordomo caballerosamente le ofreció su brazo nuevamente a la elegante entrenadora, la cual aceptó gustosa otra vez y le volvió a felicitar por su iniciativa, resultando en una agradecida y algo nerviosa risilla de él.
Cuando llegan al sitio, ven que el puesto está vacío y que es atendido por un señor mayor. La comida huele increíble y hay buena variedad de cosas a pesar de ser un puesto pequeño y humilde. Ambos se sientan y comienzan a debatir sobre qué deberían elegir, mientras el anciano, sorprendido, les comenta muy sinceramente sobre lo hermosos y elegantes que son los trajes que llevan puestos.
La velada se hace muy amena entre los tres charlando, donde el señor comenta que él también fue entrenador en sus años mozos, y que, si bien no tiene un Oricorio o un Escavalier como compañero al que lleva a todos lados, sí que tiene un simpático Nincada, pero que no le acompaña esta vez debido a que prefirió quedarse en casa, pero que espera impaciente su regreso. Oricorio queda algo sorprendido al oír esto e intercambia unas miradas Escavalier y luego con su entrenadora, que parece no entenderlo bien en ese momento, a lo que Emmet le explica que cree que Oricorio no puede imaginarse un sólo día sin estar pegada a ella, razón por la que el pokémon se sorprendió al oír la declaración del entrenador de Nincada. Lucilla se enternece y acaricia a su adorable pokémon pájaro, quien emite un evidente sonido de satisfacción para luego continuar comiendo junto a Escavalier.
Cuando terminan de comer, Emmet le dice un poco nervioso que la acompañará a su habitación en Passio, a lo que le Lucilla le pregunta en broma si quiere quedarse a dormir. Tal declaración provoca que el rostro del Jefe Metro se vuelva al rojo vivo y que niegue rápidamente, argumentando que no sólo sería incorrecto y poco profesional hacer eso, sino que además debe trabajar mañana, no pudiéndose dar el lujo de levantarse tarde. Ésta ríe bastante divertida por la respuesta de su cita, y le dice que, a pesar de que estaba bromeando, entiende la situación, pero que tampoco quisiera separarse de él todavía al haberlo pasado tan increíble el día de hoy.
“¡No sabes cuánto me alegra saberlo! ¡Me encanta hacer sonreír a los demás y que disfruten! ¡Pero más me gusta hacerte sonreír a ti, Lucilla! Estoy tan conmovido~~,” expresa el mayordomo en un momento de dicha.
La joven ríe enternecida por esto y le agradece nuevamente la maravillosa cita que han tenido. Emmet, para no retrasar la situación, le ofrece el brazo a la chica para encaminarla hacia su dormitorio mientras observan las animosas luces nocturnas de Passio y charlan de cosas mundanas.
Cuando llegan a la puerta del dormitorio de la joven, Emmet se quita el sombrero y le hace una reverencia, agradeciéndole su paciencia para concretar esta cita, y por haberle dado la oportunidad no solo de estrechar sus lazos con ella todavía más, sino también de haber tenido la posibilidad de pasar un agradable día a su lado.
La elegante muchacha le pide que por favor no la haga esperar tanto para una próxima cita, que no quisiera esperar semanas insistiendo nuevamente.
“Haré todo lo posible para hacer otro hueco dentro de poco en mi apretada agenda,” el hombre le responde, incorporándose mientras se vuelve a poner el sombrero. “Mantente atenta al porygófono por si hay novedades,” le pide.
“Si acaso no nos vamos a llamar en mucho tiempo, siempre podemos recurrir a comunicarnos vía mensajes mientras tanto,” le sugiere en broma Lucilla.
“Debido a mi trabajo, a veces no puedo revisar todos mis mensajes, pero me esforzaré por responder al menos uno por día. E incluso, si llego a tener unos minutos, te llamaré,” le responde el mayordomo con una serena sonrisa. Para sus adentros, Emmet piensa que prefiere hacer esto antes que escribirle, ya que ama escuchar su voz, pero es algo que no se atreve a decirle por el momento; al menos, no a corto plazo.
Lucilla sonríe aceptando esas condiciones, y le dice que le mandará mensajes todos los días y que esperará con ansias que los responda, deseando que en uno de ellos o en una llamada, le diga que tiene sitio para otra cita. Emmet asiente entusiasmado y trata de despedirse de ella tratando de abrazarla, pero luego dudando en el último momento.
La chica lo nota y se le apega a él, riñéndolo un poco por haber titubeado, mientras que Emmet, tragándose su disculpa, decide finalmente devolverle el abrazo, acariciándole luego suavemente la cabeza mientras le desea las buenas noches, con la voz más cálida jamás pronunciada por él.
Conmovida por este gesto, y sin poder contenerse ya más, Lucilla cede a su impulso de darle un beso en la mejilla, cosa que hace tan rápido que Emmet apenas tiene tiempo para reaccionar, ruborizándose intensamente cuando cae en la cuenta de lo que acaba de suceder, y viendo entonces que la joven le hace un gesto con los dedos para darle a entender que ella también quiere un beso en la mejilla. El Jefe Metro traga saliva con nerviosismo y sonrojo, pero se atreve a besarla sin temblar ni tener dudas al respecto. Agradecida infinitamente por ello, Lucilla y le desea las buenas noches también, regalándole la más hermosa de las sonrisas justo antes de entrar en su dormitorio y cerrar la puerta, dando por resultado que el mayordomo se derrita para sus adentros y no pueda evitar suspirar enamorado, agradecido por el mejor día de su vida.
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binnas · 6 months
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x. nuestros personajes deben compartir espacio en las aguas termales. — @nayerimz
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' el agua se siente muy agradable, ¿no te parece? ' dice pasando unos dedos por la misma, sin dejar de observar a yeri en la otra punta, frente a ella. ' lástima que estés tan lejos. ' prosigue, tentando el terreno, curiosa, directa y desvergonzada, como de costumbre, incluso si en el fondo le preocupa no haber dejado de mirar labios contrarios desde que llegó. ¿no tendría que haberse saciado ya? ecuación perfecta comenzando a desplomarse, ¿y si ahora grangel en verdad no la quiere cerca? ' ¿puedes mirarme a los ojos, siquiera? ' pregunta molestándola, fingir le sale de maravilla y aguas calientes ayudan, la mantienen relajada. 
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