De cómo di con Soledad Arcos.
O la pequeña historia de un milagro.
Antes de desarrollar esta breve historia una advertencia o plan de lectura.
Este texto sin bien no es Rayuela, (ni de cerca) tiene varias formas de ser leído. Y como Cortázar daré algunas guías de posibles lecturas.
* El que quiera leer la historia simplemente como se fue desarrollando, que lea únicamente los textos en letra negrita y cursiva. Yo diría que es lo más sano, y aseguro que al final de la historia no se perdió de nada importante. Ni siquiera la magia de esta historia.
Y más importante todavía, comience a hacerlo ya mismo (yo no me hago responsable si no lo hace).
* El que quiera meterse en un “berenjenal” de ideas inconexas y razonamientos sin sentido y además enterarse de la historia que nos convoca, puede leer todo el texto de corrido así como se presenta. Conocerá la historia, (confusión más, confusión menos).
* Por último el que solamente quiera o necesite (¿?) recorrer mis túneles y locuras, y toda “mi densidad”, que lea el texto, salteándose las partes escritas con negritas y cursivas.
Quizás sea la peor forma de leerlo. Yo lo hice, y a pesar de haberlo escrito, no solamente no entendí absolutamente nada, sino que me quedé muy preocupado. Preocupado por mí mismo, por supuesto.
Aclaro que lo leí completo, aunque varias veces quise dejarlo, porque siento una necesidad “compulsiva” de terminar con todo lo que comencé a leer, sea lo que sea.
Esto hasta me sucede con los prospectos de los remedios. Por más extensos, con letra casi ilegible y con palabras inentendibles que sean, debo leerlos hasta el final.
¡Vamos!, que me ha pasado hasta con la guía telefónica.
Ya sé, me dirán que necesito ayuda profesional, pero no es este el momento ni el lugar.
En estos días, estuve analizando como di con esta escritora, poeta y con un manejo de las imágenes admirables. Realmente un hallazgo. Es por eso que en el subtítulo hablo de la historia de un milagro, no tanto por la historia en sí, sino más bien por la escritora.
Me presento, yo soy el “otro” y también trataré de explicar, cómo me “envolví” en esta historia y de cómo me “desenvolví”.
Y pensándolo fría y razonadamente, me di cuenta que los milagros (o como quieran llamarlos, no vamos a hacer de esto una discusión religiosa), no vienen solos ni caen del cielo por que sí. (En cambio hay otras cosas, que sí caen del cielo por que sí, y más allá de que los científicos traten infructuosamente de explicarlo, no estamos seguros del por qué)
Que hay razones para que caigan, pero desconozco esas razones. Quería dejarlo claro por si acaso.
Siempre hay quién o quiénes, con “pequeños” aportes, desde aquí, a la distancia o váyase a saber de qué dimensiones, aportan lo suyo para que este milagro se produzca.
Y que si un aporte, por más pequeño que sea no se produce, aunque estén presentes todos los demás, el milagro no es posible.
Al que le produzca escozor la palabra milagro cámbiela por la que crea más conveniente, no hagamos de esto una cuestión de creencias.
Y si el escozor continúa, tómelo en el sentido poético.
Y si a pesar de todo, el escozor sigue allí, ¿qué quiere que le diga?, rásquese y deje ya de romper.
O vaya al médico, quizás no seamos “nosotros” los culpables.
En ese caso no queremos saber, en que parte de su cuerpo es ese escozor y dónde se le pegó…. .
También me sorprendió, como hechos tan inconexos y distantes entre sí, un día misteriosamente en entrelazan, se atraen y producen resultados totalmente maravillosos e “imprevistos”.
Es que en este caso, la “maldita ley de probabilidades, para dar con Soledad Arcos daba 0, y si fuera posible menos -0. Y sin embargo…
Pero además, estos hechos, ya de por sí, “pequeños milagros” (al que…. ya lo dije), deben tener un estricto orden.
No tienen aunque a veces parezca un dato sin importancia, un carácter “transitivo” ¿saben lo que es transitivo?, si no lo explico. No mejor dejémoslo ahí.
Descarté gran cantidad de hechos y momentos, que si bien son necesarios, no hacen a la médula de esta historia.
Y llegué a la conclusión de que las personas y elementos directamente necesarios para posibilitar esta historia son:
a) Mi abuela Ucraniana.
b) La búsqueda de mis antepasados.
c) Veronika Serebryakova, una chica ucraniana.
d) Una chica malagueña que vive en Holanda.
e) Soledad Arcos.
f) Silvio Rodríguez.
g) Soledad Arcos y Silvio Rodríguez.
h) Imprevistos y Soledades.
“Encuadrado en este razonamiento, fui descubriendo entre la maraña de hechos sin importancia los que realmente eran imprescindibles” había escrito el de las negritas y cursivas. Después le pareció demasiado pedante y lo borró. Pero se los aseguro, yo lo vi escrito.
Y que yo le hubiera respondido que son muchos más que los que describe.
Primer desacuerdo con el “otro”.
Entre todos estos puntos, ¿dónde está Google? ¿dónde está ASK? ¿dónde estoy yo mismo? ¿o él, o nosotros?
Si cualquiera de estas personas y herramientas, no hubieran estado disponibles, salvo yo mismo que siempre estoy disponible para mí (o él, o nosotros), el milagro no hubiera sido posible. (al del “escozor” ¿se le pasó?)
Leyendo la frase anterior, es verdad que es extensa y un poco confusa. Pero no tengo las menores ganas de reescribirla. Así que como dijo alguien muy conocido, pero que no recuerdo quién es: “el que quiera entender que entienda”, y el que no...
En fin, habiendo dejado claro (o poco claro) este punto paso al desarrollo, punto por punto del mismo.
Pero antes por si acaso, quiero aclarar, que no vamos a hacer de este tema, problemas filosóficos, como el idealismo, el realismo, el escepticismo, el dogmatismo el racionalismo, el empirismo, el existencialismo, el criticismo (¿esto existe?, mmm no estoy seguro) y bla… bla… bla…, todos temas menores y sin importancia. ¿A quién le interesa explicar al hombre y sus misterios? Pérdida de tiempo.
Mucho menos en temas teológicos o metafísicos, de mucha menor importancia todavía ¿A quién le interesa el más allá, la eternidad y lo trascendental? Mayor pérdida de tiempo, si cabe.
Hablando de filósofos, leí por ahí una frase que decía: “Cuando el filósofo señala la luna, el tonto se fija en el dedo”, yo que soy “re-piola”, le miro la cara, ¿Cómo vas a ser tan tonto de mirarle el dedo?….
En fin, habiendo dejado claro (o poco claro) este punto paso al desarrollo, punto por punto de la historia.
Pero antes, quiero decir que, a los efectos prácticos todo es real, concreto, y existe más allá de mí, y cada parte será responsable de sus propios actos.
Que desde mi abuela, hasta Soledad, pasando por cada punto, salvo yo por supuesto, existen más allá de mí.
Mi caso es excepcional, porque por lo que siento también existo en mí mismo, y por lo que veo en los espejos, ya que no soy un vampiro, como todos los demás, existo fuera de mí. Por lo menos hasta donde lleguen las puntas de mis manos o mis pies. De lo demás no estoy tan seguro.
Recuerden por si acaso y no quiero parecer contradictorio, y que seguramente “la realidad es una alucinación causada por la falta de alcohol”.
Bueno, habiendo aclarado (u obscurecido) totalmente este punto, vamos al desarrollo que lo que más interesa.
Porque se corre el riesgo que el lector (si existe alguno), a esta altura huya despavorido.
Pero lamentablemente voy a correr el riesgo de quedarme solo.
Porque me es necesario aclarar algo más.
Cuando hablo de historias o pequeños hechos, me refiero única y exclusivamente a los propios de esta historia.
Porque desde que Dios creó al mundo, o desde el Big Bang (cada uno tome la que mejor le calce), todos los miles de millones (¿infinitos? no nos metamos en riesgos matemáticos), de hechos acaecidos, hacen que seamos como somos no solamente nosotros sino todas las cosas que existen.
Y creo que somos conscientes, que con la simple modificación de algunos de esos miles de millones de hechos, todo sería muy distinto ¿Alguno de ustedes lo pensó? ¡Ja!, yo sí.
Pero imagínense que tuviera que empezar desde el inicio, contando toda esa sucesión de miles de millones de sucesos, hasta llegar a cómo dimos con la Sole (perdón por la confianza, pero ese nombre es muy largo) no solamente sería tedioso. Sería absolutamente imposible.
No viene al tema, pero bueno, al hablar de “infinito”, se me vino a la mente un profe de la universidad, que en medio de una clase de Análisis Matemático II, en la cual ya desde el primer día asistíamos (no nos quedaba más remedio) incrédulos y aterrorizados, nos dijo:
- Saben que no todos los infinitos en matemática, son iguales. Hay infinitos más grandes o más pequeños que otros.
En ese momento, todos disimulamos, tratando de que nuestras caras no mostraran sentimiento alguno.
¿Qué había dicho este tipo? Otro torturador….
Empecé a corroborar lamentablemente, la vieja teoría que comencé a formularme en el colegio secundario.
Su postulado es más o menos así: “Algunos profesores no estudian por vocación, sino para encontrar la mejor forma de joder a los alumnos”. Y no son pocos. “El iluminado al frente y la turba que debía ser domesticada, pasivamente en frente”.
Y entonces continuó hablando como si fuera un profeta anunciando váyase a saber qué futuros tenebrosos:
- Los números son infinitos. (todos asentimos con la cara un poco más aliviada, es lógico).
- Los números reales de 1 a 10 son 10 ¿no? (entonces mientras los demás lo pensaban, yo inocente, asentí más aliviado todavía, con un SÍ!!!!, que fue casi un alarido).
- ¡¡NO, NO SON 10!! ¿¿cómo llegó hasta segundo año?? me dijo, mirándome fijo a los ojos.
Entre el 1 y el 10, también hay infinitos números, los infinitos decimales. Pero la infinidad de números que hay del 1 al 10 es menor que la infinidad de los números en general.
Los infinitos del 1 al 10 están contenidos entre dos finitos, el 1 y el 10. (En ese momento pensé a qué se refería con finitos, porque convengamos que el uno lo es pero el 0 del diez, es bastante “gordito”)
Y continuó:
- Son claramente (¿claramente?) dos infinitos de distinta magnitud, ergo hay infinitos más grandes que otros. (en ese momento pensé que simplemente el tipo estaba más loco que una cabra y que yo estaba terminado).
Ahí caí en la cuenta, porque soy inteligente, que el infinito al que yo confiadamente creía que era absoluto, había dudas que lo fuera.
Y yo que estaba tranquilo al pensar que por lo menos algo era absoluto, entre tantas relatividades, todo mi mundo tambaleó.
Ya no estaba seguro de nada. Todo era una gran duda y confusión. Ni siquiera estaba convencido de mi existencia.
Ese fue un momento bisagra en mis estudios, ya que quise abandonarlos. ¿Si no estaba seguro de mi existencia, para que estudiar? ¿Y si no existía?
Mis padres me convencieron de lo contrario, diciéndome que no me preocupara, ya que nunca me iba a topar con un infinito, ni más chico ni más grande. Porque era imposible toparse con ellos.
Y aunque mucho no entendí, porque me hablaban de “infinitos” como si fueran personas o cosas, seguí adelante (¿adelante?) con la carrera, más por lo que me decían sus caras que por la explicación en sí.
Pero aún hoy, escucho hablar del infinito y me aterro. Es por esta razón que, por más amor que sienta por alguien, jamás le diré que la amo hasta el infinito.
Y también entenderán mi odio y el pánico que me produce Buzz Lightyear, cuando dice “Hasta el infinito y más allá”.
En fin, ahora sí que me fui, como decimos los argentinos (no sé en otros lados) “al carajo”
Y que caí prisionero de mis propios embrollos mentales. Veremos cómo me desembrollo.
Y a vos lector, si todavía estas aquí leyendo (tengo mis dudas) simplemente te digo: te lo advertí al principio. Si leíste mis razonamientos es tu culpa, no la mía.
Lo mejor me parece, es volver simplemente al desarrollo de los hechos, que nos convocan (realmente no sé si quedó alguien convocado, pero bueno no empecemos de nuevo).
Vamos al desarrollo de cada punto.
a) Mi abuela ucraniana.
Por supuesto este primer paso es absolutamente imprescindible.
Como veremos en los siguientes puntos.
Si mi abuela, no hubiera tomado la determinación, de girar por el mundo, hasta encontrar su hogar aquí en la Argentina, no solamente esta historia, no se hubiera producido.
Yo ni siquiera yo existiría. (para alegría y consuelo de muchos de ustedes, incluida por qué no, la Sole)
Pero el caso es que siento que mi abuela es protagonista de esta historia, de otra manera.
Me gusta imaginar que es ella, quien de alguna manera, misteriosa, narra esta historia, como lo hacía siempre cuando era pequeño.
Y que como buena cuentista que era, mezcló los hilos y entrelazó los hechos.
Sé que estoy expresando solo un deseo, producto de mis recuerdos. Pero me hace bien y no me cuestiono por ello.
Luego de compartir el sentimiento, que expresan los párrafos anteriores y que comparto (algunas veces, pocas, estamos de acuerdo) vamos a lo mío.
Este primer paso es el más importante para mí. Porque aunque los demás seguramente hubieran existido, a mí me importaría un bledo. Me corrijo hubiera estado en la imposibilidad de que me importe un bledo. Entre paréntesis, ¿Cómo será eso de no ser?
El otro día leí por allí: “La imposibilidad de ser da miedo”. ¿Cómo puedes sentir miedo si no eres? Un misterio.
b) La búsqueda de mis antepasados.
Un tema que siempre me fascinó.
Yo soy un “trasplantado” en mi país. Antes de 1919, es decir hace poco más de cien años, no existía ningún pariente mío en Argentina.
Siempre me interesaron mis antepasados.
Pero lo más fascinante era pensar en mi abuela ucraniana, nacida en una tierra lejana y misteriosa y en una ciudad más extraña aún, Krivoy Rog.
Siempre pensé si quedaría algún pariente de ella específicamente en esa ciudad. Sabía que ese apellido era de origen ruso y no ucraniano.
Entonces pensaba que si encontraba a alguien que viviera en esa ciudad, con el mismo apellido, quizás fuera un pariente lejano.
Y cada tanto colocaba en el buscador de Google el texto” Serebryakova - Krivoy Rog” infructuosamente. Aparecían miles de resultados, pero ninguno me daba una pista de lo que buscaba.
Y aquí debo hacer un alto, que creo, más que fundado.
Mi eterno agradecimiento a Serguéi Brin y Larry Page, fundadores de Google.
Sin esta herramienta, nos hubiera quedado solamente viajar hasta esa ciudad y andar preguntando por allí, cosa que dado como está la economía por aquí, dudo bastante que fuera factible. ¿Además cómo nos entenderíamos con los ucranianos?
De paso agradecerles también por el Traductor de Google, que como veremos más adelante, en el desarrollo de esta historia tiene una importancia no menor.
¡Ah! Lo olvidaba. Gracias por haber contratado a mi hermana, aunque en este caso sea para trabajar en Google Play.
No sé si me queda algo más para decir en este tema.
Pero no me hago problemas, si eso ocurre. Porque gracias a Word, puedo editarlo a placer e insertar lo que “se me cante” en cualquier momento. Por supuesto ¡Gracias Bill Gates y Paul Allen, por haber fundado…! Vamos a ahorrar palabras, ustedes ya saben lo que seguiría.
Querido lector si llegaste hasta aquí, leyendo, te digo con todo el cariño y el respeto que te mereces, “algo no anda bien contigo”.
Y yo necesito un momento, porque estoy preñado de ideas pero no las puedo parir. Tengan paciencia, luego continúo.
c) Veronika Serebryakova, una chica ucraniana.
Tras búsquedas infructuosas de años, en el mes de octubre del 2014 (a poco más de un año de la muerte de mi abuela) el Google me dio un dato esperanzador.
Me aparece como primer resultado uno, que entre todas las cosas que escribe allí y que nunca entendí, se podía leer “@veronikaaa200”, más adelante “Veronika”. No aparecían ni el apellido ni la ciudad que buscaba, pero tampoco aparecían tachados, como tantas otras veces.
La verdad un misterio como dio con esa búsqueda.
Por curiosidad ingresé al link y me topé con ASK.fm, red social que desconocía. Tampoco sabía que es una red abierta que puede ser visualizada sin registro alguno.
Y me encontraba dentro del perfil de una chica llamada “Veronika”.
Estaba escrito en ruso (eso creía y así fue) y utilizando el traductor de páginas del Google Crome, pude traducirla.
Y a pesar de las imperfecciones de la traducción, comencé a leer preguntas y respuestas y me interesó realmente.
Eran miles, pero las fui pasando. Hasta que en una pregunta vi el apellido “Serebryakova”. Poco más adelante en una respuesta el nombre “Krivoy Rog”, saltó a mi vista.
No lo podía creer.
Me registré en Ask, y comencé a seguirla y a hacerle preguntas.
Fueron muchas preguntas, algunas en un mal ruso, otras en inglés.
Respondía casi siempre. Así supe que ya no vivía en Ucrania, que se había mudado con su madre a Nova Gorica, ciudad de Eslovenia.
Pero la pregunta que nunca me contestó, fue la referente a mi abuela.
La seguí por dos años, insistí alguna que otra vez con la misma pregunta, pero nunca respondió.
Si bien su perfil aún sigue activo, casi dejó de responder y al poco tiempo yo dejé de usar Ask.
Y aquí varios puntos a tener en cuenta, para que esta historia tenga sentido.
En primer lugar un agradecimiento al creador de ASK, que no sé quién es pero bueno, hay que ser educado.
Igualmente aquí algunas críticas a esta red social.
Cuando quieres encontrar en tu perfil o en el de otros alguna pregunta que quieres releer, después de algún tiempo, encomiéndate de Dios. Porque entrarás en un laberinto de preguntas y respuestas, que después del paso de varias horas infructuosas y frustrantes de búsqueda, hace que olvides todo, hasta lo que estabas buscando.
Y el segundo tema no menor. El “censor o inquisidor” de esta red.
Yo creo que como no le dieron pautas claras, actúa según los humores que tiene cada día.
Porque no se entiende cómo en preguntas y respuestas totalmente zarpadas, para otras redes sociales, aquí prosperan sin control. Y uno se dice “bien es la libertad de expresión”.
Pero repentinamente te encuentras sin otra explicación, que te han sancionado, borrando preguntas y quitando los valiosos y fundamentales “fueguitos”. Y no tienes la más pálida idea del por qué.
Luego de meditarlo y profundizado bastante, como los humanos somos, no importa el género unos “bichos sexuales”, creo que el censor sea quien sea, toma decisiones, según le fue en la cama, la noche anterior.
Y no importa si estaba en pareja, en multitud, solo. Tampoco cuál sea el género de, el o los (según el número) reunidos en ese lecho,
Si le fue mal, prepárate, porque serás censurado, aunque hables los milagros de la Virgen María, por solo insinuar algo que tenga que ver con la virginidad.
Y respecto al escritor de las negritas y cursivas.
Lo que no te dice, es que comenzó a seguir a esa tal Veronika y a las demás chicas ucranianas, porque le gustaron las fotos de sus perfiles.
Por supuesto que como yo, busca los rastros de la abuela. Pero no se engañen, éste no da puntada sin hilo y como al censor, lo mueve siempre entre otras cosas sus más bajos instintos.
Porque digo yo, si buscaba a su abuela, ¿que tenían que hacer en su Ask, tantas chicas ucranianas, rusas y eslovenas, con alguna de las cuales aún se relaciona?
¿Por qué tiene Vk el Facebook ruso y no Facebook, como la mayoría de los mortales?
d) Una chica malagueña que vive en Holanda.
Hacia finales del año 2019, después de años de no usar Ask, aparece en mi mail un mensaje de que había recibido una pregunta de Ask.
Se trataba de “srta_martiingalan♡”.
Hacía cada pregunta en tres idiomas, neerlandés, inglés y castellano. Y se trataba de preguntas comunes para varios usuarios. Y eran muchas.
Comencé a responderle y a preguntarle también. Así me enteré que era una malagueña que vivía con su novio de Holanda.
Esto me abrió la posibilidad de conocer otras chicas españolas, a las que comencé a leer y seguir.
Quedé fascinado con los perfiles de estas chicas, eran realmente divertidos y muy creativos.
Ella en estos momentos está inactiva, pero aunque seguramente nunca lo va a saber, fue la que me abrió al camino a las “chicas españolas”.
Aquí lo mismo, que en mi intervención anterior.
Cambie usted a ucranianas, rusas y eslovenas, el resultado es el mismo. Quedó fascinado, claro sí, quedó fascinado……
Basta leer las cosas que le escribía a esa srta_martiingalan♡, para darse cuenta cuáles eran las intenciones que lo motivaban……
Quiero agregar algo, que sale esta historia, pero que de alguna manera extraña, está relacionada con ella, a través de mi abuela.
En una pregunta de una chica de Alcalá, adoptada y nacida en Ucrania, con la que nos seguíamos mutuamente viendo alguna de mis respuestas me preguntó si era ucraniano.
Le respondo que no, pero le cuento de mi abuela, de su apellido, su ciudad y por qué razón comencé a estar en Ask, y nombro el perfil de Veronika entre los de otras chicas ucranianas, que también seguía.
Sorpresivamente entre preguntas y re-preguntas, aparece una de Veronika, que dice textualmente: “El apellido de su abuela era Serebryakova y es ella de Krivoy Rog? muy interesante (textual en Castellano)”.
Después de seis años y tantos intentos, increíblemente Veronika se reaparece interesada por el tema de mi abuela.
Desde ese momento estamos en contacto. Pude darle a través de su perfil más datos de mi abuela.
Y a pesar de vivir en Eslovenia, está averiguando a través de sus abuelos un posible parentesco y rastros de ella.
Perdón por la distracción, pero este hecho me pareció tan curioso, que sentí la necesidad de contarlo, porque ni siquiera estoy seguro que de una manera extraña no forme parte de esta historia.
A veces me pregunto, ¿tendrá mi abuela que ver de alguna manera?
De este tema, no quiero comentar mucho, .porque de algún modo me emociona.
Yo soy el que en esta historia, siempre se va de tema.
Ahora él se fue de tema, y seguramente nadie dirá nada en su contra y realmente me molesta.
Pero me digo, “No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella”.
e) Soledad Arcos.
En una de mis respuestas, apareció un “Me Gusta”, A la izquierda una pequeña foto antigua, de una hermosísima dama, notable a pesar del tamaño, que me llamó la atención. A su lado decía “Soledad Arcos” y debajo “@vihim”.
Ingresé a su perfil, y la sorpresa fue muy impactante, pero ya no se trataba solamente de la foto. Se trataba de sus respuestas.
No eran muchas, poco más de cien, pero eran pequeñas joyas literarias. Inteligentes, ácidas a veces, irónicas otras, poéticas, nostálgicas.
Y siempre estaban acompañadas de unas increíblemente bellas y sugerentes imágenes. La mayoría de mujeres.
Inmediatamente comencé a seguirla.
Soledad Arcos me encontró, por eso este punto en la historia lleva su nombre.
Y yo la conocí, supe de su existencia, pero “no había dado con ella”, no por lo menos en el sentido que yo le doy, que es mucho más profundo.
Algunas de sus respuestas tenían canciones, pero esta parte de la historia, nos lleva al siguiente punto.
Del encuentro con la Sole, el mismo lo dijo, jajaja. Pisó el palito. Entro a su Ask, simplemente porque le gustó ese bello rostro. Si esta señorita, (¿señora? ¿señorito? ¿señor? ¿alienígena? ¿qui lo sai?) hubiera puesto allí la foto de una simple flor o un tierno pajarillo, este no entraba a ese Ask, de seguro, arruinando toda esta historia, Y lo peor de todo, la posibilidad de que me conozcan y lucirme.
Entre paréntesis, ese “otro yo” que escribe, casi no me deja expresarme. Es un…. Mejor no lo digo.
Además qué carajo quiere decir “no había dado con ella”. Este sí que es un tipo retorcido.
Para mí en este momento, ya dio con la Sole y este es el final de la historia. ¡Qué quieren que les diga!
Pero bueno, si son masoquistas síganlo leyendo.
f) Silvio Rodríguez.
Silvio Rodríguez, cantautor cubano, quizás el mayor exponente de la Nueva Trova Cubana.
Un impresionante artista, no tanto por su voz, sino por sus melodías y sus letras poéticas.
Por la magia que produce cuando acompañado solamente de su guitara, crea imágenes, belleza, poesía y más allá de su voz, una manera peculiar de interpretar, en la que descubres su alma y muchas veces la tuya.
Silvio estuvo presente desde siempre en mi vida. Aún antes de nacer, porque mis padres lo llevan en el alma.
Y de chico, era para mí un placer, escucharlo o escuchar a mis padres mientras cantaban sus canciones, a veces a dúo.
Cuentan que me dormían cantándome canciones como “La canción del elegido” o “¿A dónde van?”. Letras de canciones que conozco de memoria desde muy pequeño.
¿Qué tiene Silvio que ver en el camino de dar con Soledad Arcos? A eso vamos.
Lo de Silvio, todo bla, bla, bla, muy lindo. Otro mujeriego de aquellos, pero éste conquista con sus canciones, por lo menos es más creativo.
Y esa última pregunta ya me rompe las p…. Está bien, no nos descontrolemos.
¡YA DISTE CON LA SOLE!, si a esta altura de la historia, hasta se hacen y contestan preguntas…..
Todos nos damos por enterados menos vos.
g) Soledad Arcos y Silvio Rodríguez.
Leyendo y viendo una a una las respuestas de Soledad, llegué a un punto que me causó una profunda emoción.
Dos de las respuestas tenían vídeos con canciones de Silvio.
Y Allí me decidí a acercarme de alguna manera un poco más a ella.
Quitando el anónimo, como forma de presentación, le hice mi primer pregunta, “¿A dónde van las palabras que no se quedaron?” Era parte de la letra de una de las canciones que nombré en el punto interior.
Podía no llegar la respuesta y allí terminar esta historia.
Pero me llegó una hermosa respuesta, con un vídeo de la misma canción, pero cantada por una dulce vos de mujer, en una versión que yo desconocía.
Hice otra pregunta del mismo estilo con la letra de otra canción y otra bella respuesta similar.
Me había llegado el momento, de ahora sí “tratar definitivamente, de dar con ella”.
Sobre la derecha de su perfil hay tres links.
El último dice “NO QUIERO SER COMO TÚ MUSA” y me llevó a un vídeo con una poesía que me impactó no solamente por la letra, sino por la voz que la recitaba. El poema era de Soledad. Más convencido aún, de “intentar dar con ella”.
El primero dice “Si no te respondo, inténtalo por aquí:”, pero como siempre me había respondido, lo descarté.
El del medio dice: “VIENTO FRÍO”, y si, probé a qué lugar me llevaba.
Y eso nos lleva al último punto de esta historia.
Les quiero aclarar que este punto tan romántico es cierto, al juntar a la Sole con el Silvio. Sinceramente ¿qué mayor milagro puede haber que juntar a la Sole con el Silvio?
Mi cosa no es con ellos, yo también, pero de otras maneras los admiro profundamente.
Mi “historia” es el otro que escribe.
Si lo leen atentamente, sacando los “oropeles”, tras los cuales se oculta, en este último texto, verán que es un perfecto inútil, cuando de redes sociales se trata. Realmente con la edad que tenemos, no puede ser tan “mongui”.
Si el lector no conoce el significado de esta palabra, vaya al buscador de Google. No estoy aquí para enseñar.
Y al fin, según parece iremos al final de esta historia, que hace rato está finiquitada, según anuncia el propio título.
A la Sole, ya la encontré yo (el burro siempre adelante para que no se espante), la encontraron todos los que están leyendo. Hasta la Sole se encontró a sí misma. Él todavía la está buscando……
Si eso no es ser “mongui”……
*-*-*-*-*
Y me voy desde aquí al último punto, ya que no quiero arruinarle el final, con el que viene “rompiendo” desde el principio, “Dar con la Sole” y dejarle a él el final de esta historia, ya terminada.
Si realmente dio con ella, pobre Sole, la compadezco.
“Imprevistos y Soledades”.
Lo primero a decir “Imprevistos” es un gran blog de Soledad Arcos y me saco el sombrero.
Esto me hace acordar a la frase, de un viejo humorista argentino “Me saco el saco, me pongo el pongo”. En mi país a la chaqueta que completa un traje se le llama “saco”. Agradezcan que no los remitiera al querido buscador.
Como también verán en este punto, el otro autor sigue mostrando una inutilidad, que por ser mayúscula ya conmueve, en el uso de las simplísimas redes sociales.
Y parece mentira, porque el milagro como yo lo veo es otro.
La perfecta inutilidad de este zopenco, lo llevó, torpeza tras torpeza, toqueteando cosas en los blogs de la Sole,, a llegar donde quería. ¡Increíble! ¿Hay mayor milagro que este?
Lo único que lamento profundamente que como dice el dueño de las negritas y cursivas, que los “vientos imprevistos”, no lo hubieran "literalmente” volado. Es más lo hubieran barrido, de estas páginas.
Además ¿visitaron su blog “Soledades”. ¡Por Díos! Cuántos lagrimones tratando de “levantarse minas” (argentinismo por chicas).
Además no se preguntan ¿por qué esta solo?
Y si leen atentamente entre líneas la respuesta de la Sole, verán que también deseaba lo mismo que yo. No se adelante a ver el final, insisto no se lo quiero arruinar, tanto esfuerzo que hizo. Lea en su momento la respuesta de la Sole y verá que no miento.
Y a pesar de todo, “a este mi otro”, lo perdono, porque es “Es mucho más fácil perdonar al enemigo una vez que nos hemos desquitado”. Y yo ya me desquité con él, en este escrito ¿o me desquité conmigo? ¿o con nosotros? Está bien, por si acaso también me perdono,
Pero en fin, celebremos todos juntos, que “por fin dio con ella”, aunque no estemos seguros, qué quiso decir.
Si de casualidad hay alguien tan descerebrado como yo, para haber llegado hasta aquí, no tengo nada que agradecerle, y si se enojó, ahorre energía no “se caliente”.
Simplemente los saludo:
¿Hasta la próxima?
h) Imprevistos y Soledades.
Y entré a un blog, que efectivamente se llama “VIENTO FRÍO”, que quizás, no lo sé es su verdadero lugar de publicaciones.
Pero dada la perfecta inutilidad para todo lo que significa una red social, no me llevé bien con él. No podía dar allí con Soledad, de la manera que la buscaba.
Viendo el encabezado o subtítulo que dice “Otros lugares”, descubrí que debajo decía en letras mayúscula “IMPREVISTOS”.
Hermosa palabra, que amo desde siempre, porque te habla del caos, de lo desconocido, de lo que te sorprende y puede dolerte o hacerte feliz.
Y allí me fui.
Me recibió la misma foto con el bello rostro en blanco y negro, que ya me había llamado la atención en ASK.
Y encontré el lugar definitivo para mí, supe inmediatamente que ese era mi lugar.
Me llevó horas, visitar “Imprevistos”, recorrerlo, disfrutarlo, husmearlo, sorprendiéndome a cada paso y disfrutando,
Se trata de otra red, “Tumblr”.
Desde allí no solamente podía ver y leer sus publicaciones, sino que podía comunicarme anónimamente o no con ella desde “DIME…”. Como ya dije insistentemente, eso no era dar con ella, me faltaba algo. Pero estaba cerca.
E hice lo que tanto odio, pero esta vez con esperanza. Me registre en el sitio y creé un blog llamado “SOLEDADES”.
Desde su “DIME…” e identificándome, me presenté como el que la seguía en ASK.
Pudo no haber respondido pero…. No solamente me contesto, me agradeció dulcemente y comenzó a seguirme.
Pero aún y a pesar de todo, no había “dado con ella”.
Esos primeros días, traté de entender un poco esta red, de desasnarme.
Y descubrí que podía chatear en privado, pero mi timidez congénita me lo impedía.
Comencé entonces a publicar cosas. De tanto en tanto me aparecía sus “me gusta” así como ella seguramente vería los míos.
Hasta que un día el veintitrés de enero cobre valor.
Había leído en su blog: “Palabras y plumas el viento las tumba”, hermoso y antiguo refrán, por el hoy usado “las palabras se las lleva el viento”.
Y se me ocurrió escribirle ya en forma personal y privada: “Palabras y plumas el viento las tumba. Pero quizás ese viento me trajo palabras de tu pluma. Bienvenidos vientos, vientos imprevistos, que empujan y empujan.”
Y podía no haber respuesta….
Pero la hubo: “Pues dale y que te vuelen”.
Por fin había dado con Soledad Arcos.
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