Tumgik
#quiero un vato bonito que me quiera un chingo
Text
i made a dating facebook profile again
then deleted it again
now i discovered this reddit thread(? for meeting people
and i'm considering talking to this dude
he seems fucking weird but in a cool not creepy way
i, i just want love
1 note · View note
victoriadetinder · 3 years
Text
CAPÍTULO DÉCIMO PRIMERO: Sobre lo relevante.
Ayer soñé que Brad Pitt y George Clooney me masturbaban, ambos al mismo tiempo, fue extraño cuando me dí cuenta que eran ellos, detuve la mano de Brad Pitt pero el insistió con cierta fuerza y yo le dejé hacer, tenía a Brad Pitt recargado sobre mi pierna izquierda y a George Clooney en la otra, cuando desperté pensé que había sido un buen sueño, fue excitante tener a esos dos dándome placer pero creo que también me excitó la cara de Pitt cuando imprimió algo de fuerza para que lo dejara masturbarme. No creo que haya nada demasiado relevante en este sueño, sólo quería contarles y estas ganas ociosas de contarles me hicieron pensar en las razones de este blog. A veces creo que no tienen nada de relevante mis historias, que debería aprender a escribir mejor antes de ponerme a escribir un blog en plena pandemia y que seguramente hay un millón de cosas más interesantes en la red.
Pero ¿por qué escribo este blog? ¿por qué a pesar de no tener ganas, de ser tan inconstante y de avergonzarme incluso con algunas de mis anécdotas, sigo escribiendo? Una de las razones fundamentales es que, antes de empezar a escribir, mis historias cobraban importancia hasta que se la contaba a alguna amiga, muchas de las cosas que me han pasado parecen tan inverosímiles que lo único que nos quedaba era la risa y con ella la certeza de que nunca volvería a repetir el mismo error o si lo hacía, lo haría con más inteligencia y anticipación. Al compartir mis historias  encontraba otras voces con historias parecidas, historias que tienen todo que ver con la cultura del machismo y el amor romántico, era entonces cuando me daba cuenta de lo real y cercano del problema y no sólo eso, también se hacían visibles los errores y  los miedos comunes que nos permean a lo hora de relacionarnos con otras personas, es decir que no estaba sola, que todes queremos algo de alguien, que todes queremos que alguien quiera algo de nosotres, pero que se trata de saber cómo, cuándo y con quién.
Hace poco, durante una cita de Tinder me encontré con Sofía, una vieja amiga de la prepa que hace mucho no veía, ella también estaba con una cita y ambas nos reímos al darnos cuenta, luego reactivamos nuestro chat abandonado de messenger y acordamos vernos para platicar, la invité a que pasara la tarde en mi casa. Todo iba muy tranquilo, conversábamos sólo de generalidades como la escuela y el trabajo, no nos atrevíamos a tocar temas más íntimos hasta que me llamo Adri (otro amiga de la universidad) para preguntarme si podía pasar a mi casa a fumarse un porrito, le dije que obviamente sí y no tardó mucho en llegar. Adri y Sofía son muy distintas en cuanto a su energía, Adri siempre está platicando y haciendo bromas, tiene una voz súper potente y un humor muy cagado, mientras que Sofía es mucho más callada, ella prefiere escuchar, con todo y eso, se llevaron muy bien, Sofía estaba atacada de risa con los chistes de Adriana y ella a su vez le repitió quién sabe cuántas veces lo bonito de su sonrisa. Muy pronto las tres estábamos sobre mi cama descalzas, fumando, bebiendo vino y riéndonos.
Resultó que las tres teníamos cuenta de Tinder, pero Adri y Sofía  entraban más a Bumble, (tal vez abra una cuenta para hacer la comparación estadística). Adriana nos contó que apenas llevaba un mes usando Bumble y nos preguntó a mí y a Sofía cómo le hacíamos para no enamorarnos de los vatos con quienes salíamos.
VICTORIA: No es gran ciencia, sólo pon atención, la mayoría, siempre hacen o dicen algo estúpido.
SOFÍA: Sí… pero a veces no sólo es eso… a veces, cuando ya se ven más seguido, podemos confundir las cosas ¿no?
ADRI: Eso, por eso pregunto, ¿cómo le haces para cojer sin cruzar sentimientos?
VICTORIA: Mmm , no sé, no creo que sea una habilidad que puedas adquirir, porque si te enamoras pues te enamoras y ya. Creo que el asunto es tener todo muy muy claro, si la cosa avanza a más de tres citas hacer una relación de acuerdos y no violarlos.
SOFÍA: Sí… aunque igual puedes tener todo muy claro y aún así equivocarte. Yo bajé Bumble justo con esa pregunta ¿qué pasa si sólo quiero coger sin tener novio o estar enamorada? Lo que pasa es que creo que me educaron muy conservadoramente, a los 22 yo pensaba que si no tenía una relación estable o monógama, estaba mal tener sexo, el caso es que yo quería olvidarme de esas ideas y terminé un poco enamorada...
ADRI: ¿Ah si? A ver cuenta.
SOFÍA: De hecho fue mi primer encuentro, se llama Julio, en las fotos me pareció guapo y por teléfono tenía una voz que me derretía, era intensa, profunda, sensual, solo con sus audios ya me mojaba y todavía ni lo conocía.
VICTORIA: Tras.
SOFÍA: Habíamos quedado de vernos un sábado por ahí de mediados de febrero del 2017, yo no podía controlar los nervios. Me dispuse a ponerme guapa, me compré una blusa nueva y ya casi cuando iba a salir de mi casa, me llegó un mensaje que decía: “perdóname mi reina, esta vez te quedo mal, no podré asistir a conocerte”.
ADRI: No mames qué pendejo.
SOFÍA: Sí imagínate, mi primera cita de Tinder y ya me había cancelado, pero después mis amigos me llamaron a ir a una fiesta y me quité los ánimos tristes bailando salsa y brindando con unos buenos tequilas.
ADRI: A huevo. Bueno y luego ¿qué pasó? ¿te volvió a buscar?
SOFÍA: Sí, y le acepté, tenía ganas de cojer. La  verdad, antes era más desinhibida que ahora, la adrenalina que sentía de quedar con desconocidos para follar me excitaba mucho.
VICTORIA: Ella sabe.
SOFÍA: Es que era todo un ritual levantarme un sábado, bañarme, depilarme, aplicarme crema y perfume en todo mi cuerpo, quedar linda pensando que otras manos iban a tocarme completamente desnuda.
Escuchando a Sofía me sentí identificada, hay cierta emoción en “ponerse guapa” para conocer a un desconocido que te tira la onda de manera virtual, es algo parecido a salir a escena, ¿cómo se verá Victoria esta noche? Pero cada vez me arreglo menos porque pienso que es demasiado esfuerzo, a veces no me da tiempo y a veces no le encuentro el caso o prefiero no hacerlo porque termina siendo incómodo; la depilación siempre da un chingo de comezón, el delineador siempre se me arruina y los vestidos no son del todo prácticos. Además, me ha pasado que el susodicho sale en chanclas para recibirme… so… ¿dónde queda el misterio?
SOFÍA: Recuerdo bien el momento en que nos conocimos, Julio me gustó más de lo que pensaba, yo  me moría de nervios y no sabía muy bien de qué hablar, pero él estaba muy relajado y hasta me hizo reír. En  su departamento puso música y rompimos un poco la tensión bebiendo cerveza, de repente sacó un porro - cabe mencionar que yo además de ser medio virgen nunca había fumado un porro-. La marihuana me relajó aún más y cuando me di cuenta, Julio tenía sus labios carnosos en los míos, comenzaba a tocar mi cuerpo por debajo de la ropa y lentamente me conducía a su cama, ahí me quitó la ropa y alabó mi cuerpo, palpó mi vulva y me hizo notar que ya estaba mojada… Yo le dije: –¿me creerás que es la segunda vez que hago esto? -  y él me respondió algo que se me quedó grabado: - sí te creo, pero lo importante es que es la primera vez que tú y yo estamos juntos. -  Me penetró con mi consentimiento, pero al ser mi segunda vez el dolor fue intenso, casi lloraba, pero él me hablaba cosas al oído que me mantenían excitada. Hablamos un rato más y después dijo que tenía algo que hacer pero que me acercaba lo más posible a mi casa. Me dejó cerca de mi camión, en un alto me detuve a besarlo y prometimos vernos pronto después de la despedida.
ADRIANA: Debió llevarte a tú casa no?
SOFÍA: Pues no tenía ninguna obligación, además no sentí la confianza de pedirlo, a fin de cuentas era la primera cita.
ADRIANA: Es que eso a mí también me pasa, ya sé que puede ser súper anticuado, pero en mi caso sí me hubiera gustado que me llevara hasta mí casa y siento que no le costaba nada, creo que sí me gustan esas cosas y a veces no sé cómo pedirlas y tampoco quiero dejar de ser feminista por eso.
SOFÍA: Sí, creo que tienes razón… como que no le dí importancia. El caso es que nos vimos varias veces.
VICTORIA: ¿Por cuánto tiempo?
SOFÍA: Como por tres meses.
ADRIANA: ¿Y valió verga?
SOFÍA:  Más o menos, mi poca experiencia me hizo confundir las cosas, Con Julio descubrí el sexo oral, aprendí posiciones sexuales, tuve un orgasmo, pero no aprendí a desligar mis sentimientos de lo puramente carnal. Yo no sé si él llegó a sentir por mí algo más que el mero deseo de tener sexo, Julio hablaba mucho, y sus palabras se quedaban en mi cabeza toda la semana, junto con las nuevas sensaciones que me producía estar descubriendo mi sexualidad a través de mi primer amante. En un encuentro dijo: -tú y yo somos especiales, eres lo que buscaba, fui tu primera vez y eso siempre nos hará recordarnos. -. Yo lo tomaba al principio como habladurías de Don Juan, hasta que una tarde de domingo, en el departamento de uno de sus amigos, me besó en la cocina y dijo que le gustaba el vestido rojo que llevaba puesto, terminamos follando deliciosamente en una habitación ajena, donde pronunció las dos palabras que me condenaron los siguientes siete meses, -te amo -.
ADRIANA: No mames que te dijo te amo ¿tú qué le dijiste?
SOFÍA: Nada, no supe qué decirle, él estaba drogado. Julio era intermitente, no sabía nada de él por cuatro días y de repente se podía aparecer un jueves a las tres de la mañana. Solo hablábamos cuando queríamos, o más bien cuando él quería coger, no podía  mandarle un mensaje diciéndole que lo extrañaba, o que había tenido un mal día en la universidad, que había aprobado un examen o que simplemente deseaba que fuéramos al cine juntos. Pero yo siempre accedía a verlo.
VICTORIA: ¿Y pasó algo más?
SOFÍA: Sólo una vez más, después desapareció y decidí borrarlo de whatsapp y volver a Tinder pero me quedé enamorada todavía un rato. Algunos meses después seguía pensando por qué ya no me había buscado, cómo había sido que su interés en mí se desvaneció, y buscando en Facebook descubrí que ya tenía novia.
VICTORIA: Pero en ese caso él fue el que hizo que las cosas se tornaran confusas no? ¿Por qué dijo te amo y luego desapareció?
SOFÍA: Estaba drogado.
VICTORIA: Es que eso no importa, por más drogada que esté no le digo te amo a alguien que no amo. Igual que tú él sabía perfectamente la situación en que estaban cada uno y decidió seguir escarbando, sólo por vanidad  o por querer coger o por falta de amor propio. Eso es pasarse de verga.
ADRIANA: Pues sí wey, además qué necesidad wey, tú no se lo pediste. Yo no quiero que me digan te amo, no más quiero cojer y que al día siguiente me sigan hablando.
SOFIA: Creo que esas cosas las he aprendido con el tiempo.
ADRIANA: Creo que lo que yo he aprendido de mis citas es justo saber qué es lo que quiero y cómo pedirlo, para mi antes era muy sorprendente encontrar a vatos con responsabilidad afectiva, o sea yo ya me sentía enamorada si se  preocupaban porque llegaras a salvo a tu casa o que hablaran de sus emociones y que preguntaran por las mías, cuando en realidad es totalmente normal, debería ser lo básico que busco en una pareja.
VICTORIA: Sí a huevo, si algo hace Tinder es abrirte perspectiva, hasta con malas experiencias porque una define qué es lo que no quiere para nada, yo digo que ya podría armarme un estudio sociológico con las experiencias que he tenido.
SOFÍA: Hay que escribir un libro o una revista.
ADRIANA: Tal vez podríamos hacer como una red en donde todas las usuarias nos contemos nuestras experiencias y tener un catálogo de los vatos peligrosos o los que son totalmente nefastos como advertencia para tener cuidado.
VICTORIA: Tal vez eso ya exista, hay que buscarlo jaja.
Seguimos bebiendo un buen rato, vimos una serie y bailamos un poco, fue bueno poder verlas en medio de este confinamiento. Hoy reunirse es un evento extraordinario, sobre todo si está acompañado de estas coincidencias. Con Adri y con Sofía me dí cuenta de lo relevante de aprender a través de las personas, saber lo que quieres no es solo una frase cliché, sirve, sobre todo para dejar entrar o no a ciertas personas, sea para un acostón o para un romance, sirve sobre todo para dejar de construir castillos sobre la nada porque una aprende a ser directa y determinada, sin más, no necesitamos que nos digan te amo, ni necesitamos que nos den valor por nuestra belleza o por nuestra inteligencia, necesitamos ser honestos y suficientemente maduros para no lastimar ni salir lastimadas.
Hoy estoy muy feliz de escribirles, gracias otra vez. Por cierto, no hay una app que se especialice en experiencias de Tinder o Bumble pero sí hay una app que califica a hombres en general a partir de hashtags y de manera anónima, se llama Lulu y fue creada por Alexandra Chong, parece que es buena pero internet dice que los vatos pueden solicitar la eliminación de su perfil, cosa que me parece un poco trampa pero les contaré mejor cuando la descargue. Les mando mucho cariño, masturbense antes de dormir y tengan linda noche. Suya, VictoriadeTinder.
Les recomiendo leer este capítulo con esta rolita de fondo: https://youtu.be/T6eGMRYgYbM
0 notes