Tumgik
#texto para amigas
ishannaina-amane · 1 year
Text
A la persona que más ame, a la amiga que se fue, evito pensarte, evito arrepentirme de apartarte, pero te extraño cuando cuesta levantarme, cuando las palabras que solían salvarme, son solo recuerdos que aún así consiguen despertarme, te extraño cuando falta tu risa en la calle, tus gritos por todas partes, cuando pienso que estarías orgullosa de todo lo que he logrado amarme, aún así no me arrepiento de no permitirme acompañarte, te hubiera lastimado siempre en mi proceso, en tu proceso, te ame, te amo y te amare, son las palabras que recordaré aunque sepa que eso quedó en el ayer.
Ishannaina
92 notes · View notes
Text
Tumblr media
Amiga no puedo darte soluciones a todos tu problemas, ni tengo respuestas para todas tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro, pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces, pero puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas
ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
8 notes · View notes
wemust-go · 10 months
Text
Eu relutei um pouco antes de mandar essa mensagem, mas acho que independente de qualquer coisa, carinho nunca é perda de tempo. Não posso deixar de ser eu, com medo do que o outro vai pensar. De como vai receber. Não parece, mas esse texto é para desejar feliz aniversário hahaha
Uma das poucas pessoas que eu sei a data de aniversário. Desculpa não ter enviado esse texto antes. Queria estar mais presente.
Chegou na última fase dos 20. Fico lembrando da Isa de 14 anos com o delineador nos olhos e de todos os planos que estavam traçados para os 30. Incluía estar fazendo umas tours por aí hahaha (saudades te ouvir cantar) e parecia que os planos faziam sentido, que era aquilo mesmo e pronto. Mas os caminhos mudam tanto né? E o principal motivo, é que você amadurece muito com o tempo. A Isa adolescente teria muito orgulho da Isa adulta.
Lembro de falarmos que estaríamos por perto mesmo velinhas com as mãos enrugadas. Como tá aí? Tem passado creme nessas mãos já? Já estamos chegando nos produtos +30 da Renew ahahahha
A idade é só um número (que influencia um pouco em como todo nosso corpo funciona, mas esse não é ponto). Espero que esse ano novo seja cheio de realizações, conquistas e superações. Que você faça coisas incríveis pela primeira vez. Que vá a lugares que tirem o fôlego. Que conheça pessoas que te façam suspirar. Que cultive relacionamentos pra vida. Que descubra coisas que te façam refletir. Que sinta a paz do vento beijando seu rosto e do sol abraçando seu corpo. Que se sinta em casa. Que seus pés te levem para lugares e pessoas incríveis. Eu desejo que veja o mundo e o abrace. Tem tanta coisa pra você descobrir!
Tenho certeza que aproveitou muito seu dia e esteve rodeada de quem você queria por perto, de pessoas que te amam. Curta muito esse marco. Abrace, beije, suspire, chore, grite, dance, cante! Viva! Viva muito, Isa.
Já tem uma lista do que fazer antes dos 30? hahaha
Sigo aqui, te acompanhando do outro lado da tela. Transformando as cartas em textos digitados, mas os sentimentos não foram transformados. Você é umas das saudades mais bonitas que carrego no coração.
Feliz aniversário, feliz ano novo! Que energias lindas e muita luz estejam com você.
Te amo.
Tumblr media
13 notes · View notes
bloggerjovem · 3 months
Text
Em um relacionamento, você NÃO proíbe as coisas.
Você apenas diz: "isso aqui me magoa", e espera a pessoa ter empatia e parar com tal atitude.
Se a pessoa sabe que te magoa, e continua fazendo, é porque a pessoa não se importa com você e muito menos com o que você sente.
-Brenda Maiumy
3 notes · View notes
Tumblr media
Parabéns amiga, hoje o dia é de comemorar esta data tão especial que é o seu aniversário. Quero desejar um feliz aniversário cheio de paz e felicidades. Você merece tudo de bom nesta vida querida amiga. Te adoro muito!!!
20 notes · View notes
Text
¿Existirá alguien con quién no solo te sientes en paz, si no realmente enamorada?
6 notes · View notes
nyx07 · 1 year
Text
Aunque internet pueda ser un desastre, a veces te hace encontrar amistades en los sitios menos esperados. La amistad de internet tiene sus propias características porque esas personas no participan en tu vida diaria. Más bien solo tienen acceso a retazos, y tú eliges cuáles enseñarles, algo que al principio puede quitar bastante presión. Aunque al final aprendí que, igual que con las amistades en persona, no pasa nada por mostrar debilidad alguna vez, la relación puede salir reforzada. Douze points significa «doce puntos» en francés, la máxima puntuación que puede obtener una canción. Y sin duda yo le daría doce puntos a nuestra amistad. Aunque nos separe un océano, un continente y los Alpes. Es genial contar con alguien con quien pueda hablar por mensaje sobre un concierto con canciones que nos gusta tanto. Y aunque cada año un nuevo grupo de personas tome el escenario con atrezo absurdo y ritmos electro, mola estar sincronizada con alguien en la otra punta del mundo. Sobre todo, es agradable saber que una amiga a miles de kilómetros piensa que no estoy mal como persona.
Para: Tifany ❤️
⦚n⦚⦚y⦚⦚x⦚⦚0⦚⦚7⦚
2 notes · View notes
Text
🤧
7 notes · View notes
leandrodiasjf · 8 months
Text
Para ser irmã não precisa ser de sangue
Para ser irmã não precisa ser de sangue Para ser irmã não precisa ser de sangue, mais sim de lealdade, carino, amor, cumplicidade, além de tudo estar sempre que possível presente em todos os momentos sejam eles, bons ou ruins, facíes ou difícil, mais acima de tudo sei que posso contar com sua companhia, sua força, e sua sinceridade em minha vida. amiga irmã presente de deus, que colocou em minha…
Tumblr media
View On WordPress
1 note · View note
Text
Que cuando me di cuenta que eras irreemplazable.. cuando tuve que ir a buscarte para abrazarte porque solo tu puedes calmarme cuando tengo un ataque de ansiedad <3 tq mucho
1 note · View note
soft-pxachy · 2 months
Text
Tumblr media
⤷ ❝hands on❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!tatuado x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 7.2k palabras
➤ Género: compañeros de clase, smut y obscenidad.
➤Resumen: Cuando conociste a tu compañero de proyecto nunca te imaginaste terminar babeando y obsesionada por sus manos y por un bocado de él, en un esfuerzo por aliviar algo del estrés decides alimentar tus sucias fantasías con algunos textos y mensajes inocentes sobre Jungkook con tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas grandes y jodidas manos te hagan, hasta que un día le envías por error unos de esos mensajes a Jungkook, y es ahí cuando él decide cumplir todos tus deseos al pie de la letra.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | lenguaje vulgar y obsceno | sobreestimulación | las manos de Jungkook (sí, es una advertencia) | sexting | masturbación | charla sucia | tensión sexual | halagos durante el sexo | sexo oral (r. mujer) | juego y estimulación del clítoris | un poco de insultos | bofetadas en los pechos | chupar pezones | la lectora está atada de manos a una silla | follar con los dedos | jalar el cabello | nalgadas | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo con protección | JK ama tus tetas y juega con ellas (mucho) es dulce pero también engreído | Jungkook tiene un gran pene! 
➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias. 
Tumblr media
♥︎ softpxachy's
⤷ masterlist ♡ taglist ♡ instagram
Tumblr media
Esto es malo.
—¿Crees que realmente revisará y contará todas nuestras fuentes? —Jungkook preguntó pero yo no podía escuchar nada de lo que decía.
Esto es realmente malo.    
—Solo tengo diez, pero miré documentos de la época medieval y aún así no encuentro más…
Sus dedos se abrieron paso a través de esos largos mechones negros de su cabello con frustración y sus ojos se cruzaron con los míos por unos segundos.
Esto es jodidamente malo.
—No mucha gente ha escrito sobre este tema en específico y nos estamos quedando sin información…
Jungkook tomó distraídamente su lápiz mientras seguía hablando y mi pulso se aceleró por el pánico creciente en mi cuerpo.
No, por favor no, el lápiz no…
Lo hizo girar hábilmente sobre sus nudillos, moviendo su muñeca casualmente para que crujiera con un pequeño estallido agudo.
Y luego; apretó los puños. Duro. Si, este es el final para mí.
—¡Agua! — casi grité mientras saltaba bruscamente de mi asiento, los papeles de nuestra investigación se deslizaron en todas direcciones y la mirada sorprendida de Jungkook se lanzó hacia mí.
—¿Estás bien? —Jungkook me preguntó sin dejar de mirarme y yo traté de relajar mis nervios.
—Sí. Oh, sí. Solo tengo... sed. —respondí formando una sonrisa forzada, y esas fueron las palabras más verdaderas que jamás había dicho.
Mi dulce, amable y jodidamente sexy compañero de proyecto sonrió; felizmente inconsciente de todas las formas en que lo profanaba mentalmente.
—La cocina está a la vuelta de la esquina, si no tienes problemas en ir sola en lo que investigo más sobre nuestro tema. —Jungkook habló con calma sin borrar su bonita sonrisa y yo solo pude asentir rígidamente antes de desaparecer por el pasillo.
Y unos momentos después, en la relativa privacidad de la cocina de Jungkook, apoyé ambas palmas de mis manos sobre la mesa y traté de respirar correctamente antes de gruñir por lo bajo.
Dios, soy una desgracia.
No siempre había sido así. Todavía podía recordar una época (hace 3 semanas exactamente) en la que era una persona normal, lejos de ser una completa exhibicionista.
Mi carrera era mi prioridad justo ahora, estaba a punto de titularme y debía esforzarme el doble si quería terminar mi último año sin problemas y poder obtener un trabajo decente, tenía todo planeado, nada se me salía de control, sabía lo que quería y lo que tenía que hacer para conseguirlo, tenía toda mi vida organizada y estable.
Hasta que Jeon Jungkook envolvió sus gloriosas manos alrededor de mi piso de cotidianidad y aburrimiento y me sacó de ahí.
A primera vista, Jungkook no representaba una verdadera amenaza. Sí, era hermoso, no estaba ciega, estaba bien formado y era abrumadoramente educado, pero no era una novata inexperta en eso, el salir un par de veces con Park Jimin me habían dejado en claro que había llegado a un nivel superior de belleza con él.
O eso pensaba.
Tal vez era su costumbre de usar mangas holgadas que colgaban sueltas sobre sus brazos hasta que solo se veía el más mínimo indicio de las yemas de sus dedos, pero mi impresión inicial de Jungkook no fue cuando ingresó de último a clase de arte, eso habría sido inolvidable. Más bien fue hasta que el Dr. Kim anunció a los compañeros de tesis que había descubierto mi error fatal.
—Trabajarás con Jeon Jungkook. 
Y ahí los dos nos miramos el uno al otro a través de la pequeña sala de conferencias e intercambiamos amistosos asentimientos, y después de finalizar la clase, mi nuevo compañero se dirigió a mi escritorio.
—Hola, déjame darte mi número, envíame un mensaje de texto con tu disponibilidad y puedo reservar tiempo en la biblioteca para nosotros.
Y entonces sucedió.
Jungkook se arremangó las mangas de su camisa y mi cerebro sufrió un cortocircuito.
Santa mierda.
Sus manos eran obscenas. NSFW. Básicamente pornográficas.
Sus dedos eran largos y con un toque suave en cada nudillo, uñas bien redondeadas y palmas anchas con un toque de venas que subían por sus brazos hermosamente.
—¿Está bien? —preguntó pero su voz solo se escuchaba de fondo mientras yo seguía observando sus manos sin descaro alguno.
Los diseños hábilmente tatuados en su piel sobresalían de su mano derecha y se entrelazaban con su muñeca y su antebrazo, no podía ver más allá de lo que me permitía la manga de su camisa pero estaba segura que todo su brazo estaba tatuado, y juré que moría por pasar mi lengua por cada trazo en su piel.
—A menos que no te sientas cómoda…— volvió a hablar y casi estuve a punto de decirle que se callara para seguir observando sus manos como tanto quería.
Esos anillos; uno en el meñique y otros dos más en sus dedos índices y… el pulgar, Dios, tragué saliva al imaginarme de rodillas frente a él mientras Jungkook me obligaba a chupar su pulgar como si fuera su polla, preparándome antes de…
—Quiero decir, así no tienes que darme tu número, como sea, escríbeme y nos ponemos de acuerdo.
¿Esas eran pulseras de cadena? ¿Quién era este hombre? ¿Quién era yo? ¿Cuál era mi nombre? ¿Qué tan profundo podrían esos dedos deslizarse en mi...?
¿Por qué se está alejando?
—¡Oh, joder! ¡Espera, Jungkook..!
Y realmente todo se había ido cuesta abajo desde allí.
Sus manos eran solo una droga de entrada al resto de todo lo que era Jungkook. Cada detalle que había ignorado sin esfuerzo ahora fluía repentinamente a través de mi conciencia en alta definición.
Su olor era algo deliciosamente masculino con un toque de vainilla que me dejaba aturdida cada que estaba cerca de él, los suaves rizos de su cabello colgaban románticamente sobre los perfectos rasgos de su rostro y ojos, y ese pecho tan ancho, firme, lamible.
Jungkook era un plato completo. Y yo me estaba muriendo de hambre.
No era un secreto que mi libido había estado encarcelado durante demasiado tiempo por todas las horas extra de trabajo y clases que me exigía a mí misma, y ahora solo se había vuelto completamente salvaje, rasgando mi cuerpo cada que tenía alguna sesión de estudio con Jungkook.
Había logrado milagrosamente compensar el mal funcionamiento inicial en el que prácticamente había babeado sobre sus manos en lugar de darle mi número y establecimos un horario de trabajo, pero en realidad, las reuniones con mi compañero se convirtieron rápidamente en un ejercicio diario de incontrolable sed de deseo.
Y era necesario tomar medidas.
No iba a dejar que Jeon Jungkook y sus gloriosas y varoniles manos destruyeran años de arduo trabajo casi autoimpuesto.
Tumblr media
—Necesitas una salida.
La voz de mi amiga Jungyeon interrumpió otro de mis sueños de clasificación porno que tenía sobre Jungkook; en el que me daba una palmada en los muslos en el parque público en el que estábamos.
—¿Qué tipo de salida? —pregunté en medio de un suspiro de tristeza; mirando mis muslos y viendo la notable falta de la mano de Jungkook antes de arrugar mi nariz al tener una sospecha de cuál era la solución que Jungyeon ofrecería.— Por favor, dime que no vas a sugerir una noche sudorosa con algún tipo sucio del bar al que vas cada viernes.
Jungyeon puso los ojos en blanco y me dio un golpecito en la frente.
—No princesa, estaba pensando en una salida más creativa. Como... escribir.
—¿Quieres que empiece a escribir poemas calientes?
—Se le dice literatura erótica.— Jungyeon me corrigió en tono de burla y ahora fue mi turno de rodar los ojos.— Pero como sea; tu pequeño y sucio secreto podría traer mucha alegría al mundo, específicamente a mi mundo.
—Debes estar bromeando. —respondí casi a punto de echarme a reír ante su sugerencia.
—Por supuesto que no estoy bromeando, en lugar de pasarme horas buscando combustible de fantasía en esos blogs usaré tus fantasías como combustible. —Jungyeon explicó con calma como si fuera la solución a todos sus problemas .—Solo envíame un mensaje de texto cuando tengas otra de tus fantasías y podrás estar más tranquila y yo disfrutar un poco, será como un servicio de suscripción sucio.
—Estás loca.
—Soy una genio.
Pero dejando de lado la falta de límites y tacto de Jungyeon, ella era, de hecho, literalmente una genio, porque todo lo que necesité fue intoxicarme de Jungkook durante nuestra próxima sesión de lluvia de ideas que yo ya me estaba escondiendo en el baño para escribirle mi primera fantasía.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook envuelva sus manos alrededor de la parte de atrás de mi cuello y presione mi cara contra la mesa mientras me folla con fuerza hasta que esté gritando.
Jungyeon: Definitivamente soy una genio. ¿Te sientes mejor?
Yo: Sí, un poquito.
Y así comenzaron varias semanas de lo que cariñosamente llamaba "porno kookie".
Algunos eran bastante explícitos:
Yo: “Quiero que Jeon Jungkook arranque mis bragas empapadas y mueva mi clítoris desnudo en sus gruesos muslos hasta que sus jeans estén mojados con mi orgasmo.”
Otros eran de naturaleza más filosófica:
Yo: “Si muero antes de lamer el sudor de los abdominales de Jeon Jungkook, ¿realmente viví?”
Y algunos otros fueron extrañamente específicos:
Yo: “Quiero pasar mi lengua por cada vena de las manos y antebrazos de Jeon Jungkook mientras lame y muerde mis tetas.”
Jungyeon estaba viviendo su mejor vida por supuesto y esperaba con alegría mis reuniones de estudio con Jungkook para poder tener más “kookies".
Tumblr media
Los textos, sin embargo, no eran más que una curita en la herida de bala que tenía. No eran suficientes.
Cada vez que Jungkook me sonreía o me miraba con esa expresión suave y brillante, o decía algo extremadamente inteligente; el latido insistente en mi entrepierna se intensificaba cada vez más hasta que me veía obligada a buscar un alivio inmediato cuando realmente tenía que hacerlo. Frotando mi entrepierna sutilmente contra el respaldo de su sofá cuando Jungkook iba al baño después de que usara la parte inferior de su camisa para limpiar algunas gotas de agua en la mesa; casi asesinándome con un destello de sus abdominales bien marcados por unos segundos.
Pero la peor parte de todo era que sabía muy bien que mi fijación hacia Jungkook no era simplemente sexual. Cuanto más lo disfrutaba genuinamente como persona, menos efectivos se volvían mis espeluznantes textos.
Y ahora aquí estaba: escondida en su cocina con el calor y la humedad pegándose incómodamente entre mis piernas y sin ningún tipo de alivio a la vista. Gruñendo con irritación, saqué mi teléfono y me preparé mentalmente para servirle a Jungyeon un Kookie humeante recién salido del horno de mi imaginación.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook me ate a la silla de su comedor. Quiero que rompa mi blusa por la mitad, me golpee las tetas y me chupe los pezones hasta que grite...
La fantasía en mi cabeza se construyó a un ritmo alarmante y mis dedos apenas podían seguir el ritmo de la suciedad que estaba imaginando.
Yo: Quiero que me suba la falda y frote mi clítoris a través de mis bragas empapadas hasta que esté gimiendo su nombre una y otra vez…
Yo: Quiero ver como mete sus dedos en mi coño mojado. Quiero que me incline hacia atrás y juegue con mi clítoris hasta que no pueda recordar quién soy.
Yo: Quiero que me parta por la mitad con su polla y me golpee el culo hasta que no pueda sentarme por días. Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él…
Me dolía el cuerpo. Estaba atormentada. Los textos que alguna vez habían sido una válvula de presión ahora estaban aumentando activamente la presión dentro de mi cuerpo. Estaba gimiendo de frustración, presioné el botón de enviar y volví a guardar el teléfono en mi bolsillo, lista para enfrentar una vez más la fuente de mi miseria cuando de repente...
Da-ding
El sonido de un celular a través del pasillo me regresó directamente a la realidad. Y yo conocía ese sonido.
Era el sonido que Jungkook había programado como alerta de mensajes para mi contacto, y ahora… ahora significaba el sonido de mi mundo derrumbándose por completo.
Con las manos temblorosas saque mi teléfono para confirmar la terrible verdad que muy en el fondo de mi ya sabía. No le había enviado un mensaje de texto a Jungyeon.
Le había enviado un mensaje de texto a Jungkook.
Por un momento, un momento increíblemente breve, consideré la idea de que él simplemente ignoraría el mensaje y continuaría con su búsqueda de información para nuestra tesis. Pero no fue así.
El jadeo débil pero insoportablemente claro llegó a la cocina. Fue el grito ahogado de un hombre que acababa de descubrir que su compañera de tesis quería que la "partiera por la mitad con su polla".
Debía correr. Huir a cualquier otro país y cambiar mi nombre. Mis ojos recorrieron frenéticamente el lugar que me rodeaba; buscando desesperadamente un medio de escape.
Había una sola ventana en toda la habitación, justo encima del fregadero, y estaba segura que si debía trepar por el fregadero para poder salir de aquí. Por supuesto que lo haría; saltaría directo a un tiburón si eso significara librarme de la cocina de máxima seguridad de Jungkook.
Tenía un pie sobre el fregadero y el otro colgaba precariamente en el aire a punto de arrastrarme a la salvación y huir de ahí justo antes de que dos manos grandes y fuertes rodearan mi cintura; tirando mi cuerpo hacia atrás de regreso a la cocina con un esfuerzo vergonzosamente pequeño.
El pequeño chillido de sorpresa que solté no fue nada al darme cuenta de que Jungkook me había arrojado cuidadosamente y con suma facilidad  sobre su hombro como un saco de harina mientras se alejaba conmigo en brazos de lo que había considerado como la única forma de salir viva de su casa.
Un quejido de indignación se me escapó cuando sentí mi trasero golpear la silla del comedor y traté de hacer todo lo posible para mantener mis ojos pegados a sus rodillas; estaba segura que sería incapaz de encontrar la mirada del alma inocente que muy probablemente había traumatizado de por vida.
Por un pequeño instante de silencio todo quedó extrañamente suspendido, no podía decir alguna palabra sin que la vergüenza se apoderara de mí después de que Jungkook hubiera descubierto mi sucio secreto acerca de él, y entonces sentí que dos de sus dedos se presionaban firmemente debajo de mi mandíbula; elevando mi rostro hacia él.
—Debo decir...—Jungkook murmuró arrastrando sus palabras pensativamente, dejando que su mirada intensa se posara sobre mi.— Que esto es algo sorprendente dada tu... historia.
Estaba cerca. Demasiado cerca. Lo suficientemente cerca como para que su aroma, esa mezcla familiar de vainilla me hiciera agua la boca.
Y definitivamente no se veía traumatizado. O inocente.
Tragué saliva al darme cuenta del hecho que el hombre frente a mi parecía más una estrella de rock empapada de sexo; con carisma puro envuelto en tatuajes y músculos sólidos.
—¿Oh? —balbuceé por lo bajo sin entender sus palabras y Jungkook solo me sonrió.
—¿Sorprendida? Eso es lindo viniendo de la mujer que quiere que yo…—alardeó con suficiencia en su voz antes de sacar su teléfono para comprobarlo.— La parta por la mitad con mi polla.
Y ahí estaba.
—Obviamente no quise enviarte eso... a ti. —murmuré por lo bajo sintiendo como la vergüenza subía por todo mi rostro.
—Oh, lo sabía incluso antes de que te atrapara queriendo saltar por la ventana. —Jungkook se rio entre dientes sin dejar de mirarme y yo solo me encogí en la silla.— Hablando de eso…
Su cuerpo se inclinó sobre el mío para tomar algo sobre la mesa y cuando regresó a su posición de antes mis ojos se abrieron al ver lo que era; una cuerda para saltar, la misma que había visto colgada en la pared cuando entré a la cocina y que ahora estaba enrollada sin apretar alrededor de su muñeca. Apenas tuve tiempo para procesar eso antes de verlo moverse hacia un lado y tomar mis manos hacia atrás contra el respaldo de la silla.
—¿Me estás… atando? —pregunté aún sin creerlo y jadeando por lo bajo al sentir un tirón fuerte con la cuerda en mis muñecas, fijando mi posición para que no pudiera moverme.
—¿No es lo que querías? —Jungkook susurró suavemente contra mi oído y su voz melosa y profunda me hizo temblar de forma vergonzosa. —Esta fue la solicitud que enviaste, ¿no es así? —agregó inclinándose para inspeccionar su obra y cuando estuvo satisfecho volvió a estar frente a mi. —Además no puedo permitir que intentes saltar por otra ventana, esto es realmente por tu propia seguridad.
Me sonrojé aún más al ver la sonrisita burlona que me regaló y abrí mis labios para decir algo, pero todo lo que salió fue una especie de sibilancia mientras Jungkook seguía mirándome con diversión engreída.
—¿Sabes que eres una especie de leyenda en la universidad? Te llaman la nena pura y casta. —Jungkook comenzó a hablar y no pude evitar rodar mis ojos ante sus palabras.
—Y se preguntan por qué nunca me acostaré con ellos. —farfullé con amargura siendo muy consciente de lo que se decía de mí y eso solo hizo que Jungkook riera por lo bajo mientras le daba un considerable repaso a todo mi cuerpo a su merced. —Sabes que no puedes andar atando mujeres a sillas contra su…
—¿Contra su voluntad? —Jungkook completó con una sonrisa diabólica adornando su perfecto rostro antes de inclinarse y quedar frente a mí, cara a cara. —Supongo que es bueno que tenga tu permiso por escrito aquí mismo.
Sentí mi respiración atascarse en mi garganta al escucharlo hablar, Jungkook me dio un rápido vistazo antes de enterrar su rostro en mi cuello y su aliento cálido aliento me hizo cosquillas en la piel segundos antes de sentir sus bonitos labios besar mi cuello con hambre, ahogué un gemido por la forma en que su lengua se deslizaba por toda mi piel; marcándola con intensas lamidas y pequeñas mordiditas, y cuando se alejó de mí no pude evitar lloriquear en silencio.
—¿Por qué no me lo lees, hmm? —Jungkook pidió elevando su teléfono a la altura de mi rostro.
—Yo no, no puedo…—balbuceé sintiendo como la vergüenza inicial regresaba a mí y respiré entrecortado cuando Jungkook pasó su pulgar por mi labio inferior lentamente; obligándome a mirarlo.
—Hazlo. —Me ordenó con su voz más dura de lo que esperaba.
El áspero timbre de su orden disparó una chispa caliente de placer directamente al centro de mis piernas, y juré que nunca había estado tan nerviosa como ahora, había algo en su mirada, algo que me hacía querer obedecerlo en todo lo que me pidiera, y así lo hice.
—Yo... quiero que Jeon Jungkook…. —comencé leyendo el texto y mi respiración se detuvo cuando el calor de su mano libre se deslizó sobre mi torso. —Me ate a su silla del comedor.
—Listo. —Afirmó en un susurro dejando que sus dedos delinearan las correas alrededor de mis muñecas.— Continua.
—Quiero que rompa, oh Dios… —balbuceé con la respiración agitada al sentir sus dedos deslizándose por mi pecho haciendo que cada palabra que decía se escuchara rota. —Quiero que rompa mi blusa por la mitad, golpeé mis tetas y…
No pude seguir leyendo más porque la mano pecadora de Jungkook se enganchó en el cuello de mi blusa; tirando con fuerza hacia los lados y rompiendo la tela, haciendo que los botones volaran en todas direcciones y que mi piel se estremeciera al sentir el aire fresco colándose por todo mi pecho.
—Me vuelves jodidamente loco… —Jungkook murmuró con una voz tan sensual y ronca mientras sentía sus ojos posarse en mis senos que subían y bajaban con cada profunda respiración que daba, lo vi relamerse sus bonitos labios al notar el sujetador de encaje negro que me había puesto hoy solo porque todos los demás estaban sucios.
Sus manos eran dulces cielos ardientes mientras se acercaban para palmear mis pechos levemente uno por uno, y yo simplemente no pude evitar gemir en voz alta; arqueando mi espalda hacia adelante y hacia sus manos sin vergüenza. Mi dignidad ya había desaparecido hace mucho tiempo a este punto y no deseaba recuperarla por ahora.
—Por favor… —rogué por lo bajo antes de soltar un pequeño gemido cuando sus grandes manos amasaron mis senos con una presión perfecta, podía sentir el peso de sus anillos a través de la tela de mi sostén.
—Nunca pensé que podría hacer esto. —Jungkook habló mientras sus pulgares rozaban con brusquedad mis pezones; arrancándome un gemido involuntario y haciendo que tirara con fuerza de la cuerda en mis manos. —Deberías de ver lo bonita que te ves así… —continuó hablando en medio de un denso suspiro, y el calor de su aliento chocó contra mi pecho haciéndome remover en la silla mientras sus manos seguían amasando con fuerza mis senos. —Pero quiero que sepas que yo también tengo muchas ideas de lo que yo te quiero hacer.
Y tan pronto como dijo eso su boca ya se encontraba sobre mi pecho; dejando besos húmedos y calientes por encima de la tela en uno de mis senos, haciendo que arqueara mi espalda más a su boca y que el calor en mi entrepierna aumentara incontrolablemente.
Había pasado tanto tiempo y estaba tan sensible, demasiado sensible.
—¡J-Jungkook! —jadeé entrecortado al sentirlo mover su boca hacia mi otro pecho sin previo aviso, dándole la misma atención con su deliciosa boca hasta que estaba retorciéndome y apretando mis muslos juntos sobre la silla.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook preguntó formando una sonrisita burlona aún en mi pecho y yo solo pude lanzarle una mirada desesperada; rogándole mudamente que me diera lo que tanto quería.
Jungkook sonrió al ver mi estado de necesidad y volví a gemir cuando tomó un nuevo bocado de mi seno en su boca, sus dientes mordisquearon mi pezón sin mucha fuerza por encima de la tela que solo envió una punzada aguda de dolor teñido de placer directamente a mi clítoris, a este punto mi interior ya estaba apretando alrededor de la nada.
—Suenas tan bonita, bebé… —Jungkook elogió gentilmente, dejando que sus labios calmaran mi pezón. —Déjame darte lo que quieres…
Solté un pequeño suspiro de alivio al escucharlo justo antes de que sus dedos se engancharan al borde de las copas de mi sujetador tirando con fuerza hacia abajo hasta que mis senos desnudos se derramaron por encima y lo escuché gruñir ante la vista.
—Joder… —Jungkook jadeó antes de estirar sus manos ahuecar mis senos; como si estuviera probando su peso en ellas, su mirada me devoraba con hambre y ya podía sentir mis bragas empapadas bajo sus atenciones.
No hubo pensamientos más allá de ese segundo, mi deseo era desesperado en este momento, necesitaba más de su toque, más de él, lo necesitaba, lo anhelaba tanto que sentía que podía quedarme sin aliento, empujándome hacia él como una gatita necesitada, hasta que…
Slap.
Jadeé de placer por lo bajo cuando su palma se conectó contra mi piel, golpeando bruscamente un lado de mis senos.
—¿Es esto lo que querías, bebé? —Jungkook preguntó encontrando mis ojos llorosos antes de sonreír al ver mi estado y dar otro rotundo golpe justo del otro lado.
Mi boca se abrió de golpe al sentir mi piel arder, pero no surgió ningún sonido, salvo mis suaves y ahogados jadeos de placer, podía sentir como mis bragas empapadas se pegaban a mi entrepierna con cada impacto exquisito que recibía en mi piel ardiente.
—¿Quieres que marque estas tetas perfectas? —Jungkook volvió a preguntar solo ganándose un asentimiento desesperado de mi parte acompañado de un nuevo gemido cuando volvió a golpearme, y un gruñido primitivo retumbó en lo profundo de su pecho mientras los veía rebotar, completamente hipnotizado.
Jadeé cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar alrededor de mi pezón adolorido, calmando mi piel rojiza con tiernas caricias en todo mi seno y cuando menos me di cuenta sus bonitos labios estaban en la misma zona; plantando pequeños besitos y erizando todo mi cuerpo una vez más.
—Debo haberte imaginado así mil veces… —susurró por lo bajo con su boca aún pegada a mi pecho solo para completar. —Y aún así nada se le acerca a lo jodidamente sexy que eres…
Sus ojos se lanzaron para encontrarse con los míos antes de sacar su lengua para lamer la punta hinchada de mi pezón una y otra vez, mi pecho se agitó ante la deliciosa sensación y gimoteé con fuerza cuando se metió todo mi seno a la boca; la obscena imagen de Jungkook chupando con hambre mi pecho mientras su mano grande y pecaminosa apretaba el otro era sacada directamente de mis fantasías más oscuras, y sabía que podía correrme con la simple vista.
Jungkook era implacable, mi cuerpo se inclinó hacia atrás contra las ataduras en mis muñecas al sentir como sus manos bajaban por mi cuerpo, acariciando cada porción de piel que tenía a su disposición con casi adoración mientras mi coño se apretaba desesperadamente alrededor de la nada.
—Jungkook, por favor yo… —sollocé por lo bajo antes de ser interrumpida cuando me tomó por mi barbilla con firmeza, su rostro de porcelana y sus rosados labios estaban a escasos centímetros de mí y tuve que reprimir la necesidad de lanzarme a besarlo.
—¿Y ahora qué, cariño? ¿Qué más quieres? —preguntó sobre mis labios, su voz era suave e indulgente, parecía dispuesto a querer complacerme en cualquier cosa, y yo jadeé de solo pensarlo. 
—Yo… necesito tus manos… —rogué sintiendo mis mejillas arder al pedirle aquello, pero él solo me sonrió.
—¿Dónde las necesitas, mhm? —Jungkook instigó acariciando burlonamente mis piernas desnudas haciéndome temblar en mi lugar, sus ojos oscuros estaban observando cada expresión que hacía mientras me tocaba suavemente.
—Más arriba… —balbuceé a medias moviendo de a poco mis caderas hacia él, desesperada por sentirlas donde más lo necesitaba, pero él era un burlón y solo las deslizó una o dos pulgadas más.— Jungkook…
—Dime. —Susurró contra mis labios con su voz ronca y grave antes de robarme un pequeño y casi imperceptible beso que me dejó queriendo más. —Dime dónde quieres mis manos, cariño.
—Por favor, por favor, quiero tus manos en mi coño… —rogué en medio de jadeos desesperados inclinándome para poder besarlo de nuevo y solo recibiendo una sonrisa llena de lujuria de su parte.
—Buena niña. —Elogió con un tono meloso justo antes de acortar la distancia que nos separaba y besarme con dureza.
Apenas y podía seguirle el ritmo a su demandante beso, sus labios sabían delicioso y chocaban contra los míos con firmeza y hambre una y otra vez, una especie de ronroneo se derritió a través de su garganta cuando nuestras lenguas se encontraron para jugar entre ellas, haciéndome tirar de la cuerda detrás de mí para poder besarlo con más fuerza, su aroma varonil se me pegaba como perfume en todo mi cuerpo e inundaba todos mis pensamientos, de repente un gemido salió de mi boca rompiendo nuestro húmedo beso ganándome un leve mordisco en mi labio inferior cuando mi cuerpo tembló al sentir sus dedos frotando suavemente sobre mis bragas, forzando mis piernas a abrirse para que pudiera seguir tocándome, y yo, obedientemente lo hice.
—Mmh, estás tan mojada, bebé… —Jungkook se maravilló mirándome a los ojos; sonriendo con lujuria mientras su mano seguía frotando pequeños círculos sobre la mancha de humedad en mis bragas, ganándose un gemido desesperado de mi parte. —¿Es todo para mí?
Asentí con la cabeza frenéticamente sin poder articular alguna palabra justo antes de ver como el rostro de Jungkook se endurecía en desaprobación mientras chasqueaba su lengua, sus dedos presionaron con dureza directamente en mi clítoris, y el impacto del placer hizo que mi cuerpo se tambaleara hacia atrás con tanta fuerza que la silla raspó el suelo.
—No puedo escucharte, cariño. —Jungkook demandó ralentizando sus movimientos en mi entrepierna, claramente dispuesto a que le diera una respuesta.
—S-sí… —sollocé incoherentemente tirando con fuerza de la cuerda y moviendo mis caderas hacia sus dedos; desesperada porque me tocara más. —Es todo para ti, Kook…
Jungkook me recompensó con una sonrisa radiante antes de verlo moverse hacia abajo por mi cuerpo y depositar un húmedo beso en mi abdomen antes de abrir más mis piernas con sus manos, y lo escuché gruñir por lo bajo cuando pudo ver lo mojada que estaba realmente.
—Que linda… —tarareó para sí mismo mientras deslizaba un dedo justo por la mitad de mi coño vestido; hundiendo la tela entre mis pliegues hinchados y arrancándome un jadeo desesperado.
Lo vi lamer ligeramente la piel de mi abdomen como si fuera un gatito al mismo tiempo que apartaba la tela húmeda de mis bragas hacia un lado para que sus dedos se deslizaran por completo entre mis pliegues resbaladizos; haciéndome gemir con fuerza y recogiendo la humedad cremosa de alrededor con sus largos dedos.
—Entonces supongo que no te importará si pruebo un poco… —Jungkook habló haciendo contacto visual conmigo, observándome expandirme en lujuria cuando colocó sus dedos dentro de su boca, chupándolos seductoramente y gruñendo por lo bajo ante mi sabor mientras me veía morderme el labio con total necesidad.
Y sacó sus dedos con un chasquido de saliva, estaba completamente segura que este hombre me iba a volver loca.
—Sabes tan delicioso… —ronroneó justo antes de hundir su rostro entre mis piernas, jadeé de sorpresa al sentir sus labios envolver mi entrepierna goteante y medio vestida antes de sentirlo cubrir rápidamente la zona con besos profundos con la boca abierta, la sensación era tan extraña y deliciosa que mis caderas empezaron a temblar por la intensidad, pero sus manos me sostenían por mis pantorrillas; obligándome a soportar el placer que me estaba dando hasta que el vacío en mi coño se volvió realmente insoportable.
—¡Ah! Dios, no puedo... yo... —gimoteé negando con mi cabeza sintiendo como Jungkook me daba las últimas lamidas a mis bragas empapadas justo antes de quitármelas por completo. —Mi falda, quítame la falda, quiero...
Jungkook se echó hacia atrás, inclinando la cabeza expectante al no entender lo que quería.— ¿Oh?
Sentí que mis mejillas comenzaban a calentarse una vez más, pero en este punto ya nada se interpondría en la realización de mi fantasía, no cuando ya estaba atada con las piernas abiertas y las tetas afuera.
—Quiero ver tus manos. Cuando tú... quiero verlas en mí…— Pedí en un tono necesitado sin dejar de mirarlo.
Por su semblante pude notar como si algo en su mente hubiera hecho clic y estuviera entendiendo todo; su vista se movió de sus manos a mi rostro sonrojado y de nuevo a sus manos, su sonrisita burlona se ensanchó aún más al darse cuenta de mi pequeño fetiche con sus manos y como si estuviera recordando el mensaje que llegó a su teléfono.
“Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él.”
—Ya veo… —resopló suavemente y luego sus palmas golpearon mis muslos haciéndome jadear y a él reír por lo bajo. —Cualquier cosa para ti, cariño.
Ni siquiera pude entender lo rápido que Jungkook me había quitado mi falda, porque de un momento a otro ya se encontraba amontonada alrededor de mis tobillos; dejándome completamente desnuda a él, su mirada oscura rápidamente regresó a mi coño reluciente y lo vi relamerse los labios ante la vista que tenía.
—Mira este hermoso coño, bebé… —Jungkook tarareó, pasando su pulgar sobre mis pliegues hinchados y resbaladizos, evitando cuidadosamente mi clítoris necesitado, juré que podía morir ahí mismo cuando deslizó su dedo índice dentro de mí, hasta el nudillo, el acero frío de su anillo hizo contacto con mi piel sensible y gemí con fuerza apretando su dedo en mi interior.
Había pasado tanto tiempo desde que algo que no eran mis propios dígitos inadecuados habían estado dentro de mí de esta manera. La sensación era tan diferente y tan deliciosa, y si lo combinaba con la vista erótica de su mano venosa y tatuada presionada lascivamente contra mi coño era como una inyección de puro deseo potenciado burbujeando en mi interior.
—Tu coño está tan apretado… —Jungkook siseó, moviendo lentamente su dedo dentro y fuera de mi antes de agregar un segundo dígito; haciéndome gemir ante el estiramiento. —¿Cómo tomarás mi polla si estás tan apretada, cariño? ¿Cómo lo harás si tu pequeño coño apenas puede manejar dos de mis dedos, eh?
Jungkook hablando de esa forma tan sucia me puso aún más caliente de lo que ya estaba y simplemente no podía apartar la mirada de entre mis piernas, la visión de sus dedos desapareciendo una y otra vez dentro de mí sólo para reaparecer cubiertos de mi humedad me hacía jadear, el sonido lascivo y húmedo alrededor de su mano con cada embestida que daba solo hacia que mi cuerpo se retorciera contra la silla, gimiendo erráticamente mientras la sensación de placer continuaba creciendo dentro de mí, me estaba acercando al borde y él lo sabía. Su mano libre me sujetó por el cuello con la cantidad perfecta de presión para mantener mi mirada enfocada en el lugar donde sus dedos me estaban follando.
—¿Quieres correrte en mis dedos, bebé? —Jungkook preguntó y soltó una risita oscura ante un gemido particularmente fuerte que me dejó cuando su pulgar comenzó a frotar mi sensible clítoris, y todo mi cuerpo se sacudió con fuerza.
—Sí, sí, por favor… —jadeé desesperada moviendo mis caderas lo más que podía hacia su mano; haciendo que sus dedos se hundieran más dentro de mí, sus labios se envolvieron una vez más en mi entrepierna comenzando a chupar mi clítoris al mismo tiempo que sus dedos encontraban ese punto dulce en mi interior, rozándolo suavemente.— ¡J-Jungkook!
Estaba llorando su nombre a este punto, siendo incapaz de poder escapar del abrumante placer que me inundaba, sentí a Jungkook succionar mi clítoris y golpear mi coño con sus dedos sin piedad hasta el momento en el que simplemente me rompí. Mi boca se abrió en un grito silencioso mientras ola tras ola de exquisito placer corría por mi cuerpo una y otra vez, Jungkook susurró sucios elogios contra mi coño tembloroso mientras lamía con hambre mi orgasmo como si se tratara de un néctar de la fuente más dulce.
Solté un sollozo de sensibilidad y Jungkook se apartó de mí, poniéndose de pie entre mis piernas temblorosas antes de tomarme por el cuello e inclinarse para besarme con dureza, sus labios se estrellaron con los míos de forma desenfrenada y yo gustosa lo acepté, estaba tan caliente, y sabía que necesitaba más de él, mucho más.
—Lo juro… —murmuró cuando nos separamos y yo no pude evitar hundir mi rostro en su cuello, comenzando a besar su mandíbula afilada. —Hubo días en que pensé que moriría si no podía tenerte.
—Tómame, entonces… —rogué por lo bajo, mordisqueando levemente su cuello y ganándome un suspiro tembloroso de Jungkook, como si quisiera controlarse un poco.
Casi chillé cuando se alejó de mí para mirarme desde arriba, sus ojos quemaban agujeros en mi cuerpo desnudo, caliente, cubierto de sudor y aún atado a la silla, lo vi relamerse sus bonitos labios y formar una sonrisa arrogante mientras tomaba mi cabello desordenado en su mano con dureza para guiarme hacia su pelvis; solté un gemido cuando movió mi cabeza de lado a lado y cuando mis labios chocaron con brusquedad contra la tela áspera de su pantalón, justo sobre su dura erección.
—Mira lo duro que puso verte así… —Jungkook farfulló con diversión cuando mi lengua salió para intentar lamerlo aunque fuera por encima de la tela y él solo soltó una risita oscura al verme así antes de alejarme jalando mi cabello hacia atrás con fuerza.— Otro día podré sentir tu boquita en mi polla, ahora necesito follarte.
Y tan pronto como dijo eso soltó mi cabello para alejarse de mí y caminar hacia un cajón de la cocina; sacando un condón de él y regresar junto a mi mientras se quitaba la camisa por su cabeza, y yo pude haber babeado ahí mismo sin darme cuenta, joder, este hombre lo era todo, tiré con fuerza de la cuerda en mis manos queriendo poder tocar sus marcados abdominales y eso fue suficiente para que Jungkook soltara el nudo rápidamente y me hiciera ponerme de pie antes de girarme y colocar mi cuerpo con brusquedad sobre la mesa, con mis senos presionados contra la fría superficie.
Sentía mis brazos débiles y adoloridos por tenerlos tanto tiempo atados que cuando escuché a Jungkook bajar la cremallera de sus pantalones con urgencia giré mi rostro hacia atrás queriendo poder verlo, pero ni siquiera pude hacerlo cuando con su pie separó mis piernas; abriéndome para él mientras deslizaba el condón por todo lo largo de su pene en un rápido movimiento.
No podía respirar bien, aún sentía irreal que estuviera aquí, lista para ser follada por Jungkook y sin poder verlo por completo, todos mis sentidos estaban a mil, quería verlo, tocarlo, darle una buena mamada, pero todo eso se esfumó cuando lo sentí frotar la punta de su pene contra mi entrada un par de veces, cubriéndola con mi humedad antes de alinearse correctamente y empujar su pelvis hacia adelante; colando varios centímetros de golpe dentro de mí.
—¡Ah! ¡Jungkook! —me quejé al sentir como si una especie de rampa me hubiera partido por la mitad, había subestimado su tamaño, Jungkook era tan jodidamente grande, y tenía cada centímetro de él en mi interior, tratando de ajustarme a su grosor y lo podía sentir a la perfección palpitando dentro de mí.
—¿Te gusta, bebé? —Jungkook preguntó con su voz ronca y profunda, su densa respiración chocó contra mi nuca enviándome escalofríos por todo mi cuerpo mientras me sujetaba por mis caderas para salir y volver a introducirse en una embestida dura y profunda.— ¿Te gusta mi polla?
—Sí… —sollocé cerrando los ojos mientras lo sentía comenzar a marcar un ritmo más fuerte y constante, sentía mi humedad deslizarse por el interior de mis muslos, cubriendo su polla y haciendo que sus penetraciones fueran más deliciosas tocando lo más profundo de mi.— Me encanta, Jungkook…
Y ante eso recibí un audible gruñido de su parte contra mi oído, su pelvis chocaba con fuerza contra mi trasero, hundiendo su gruesa polla una y otra vez en mi coño, su agarre en mis caderas mantenía mi cuerpo firme contra la mesa justo antes de que la palma de su mano se estrellara contra un lado de mi trasero con fuerza; haciéndome gemir su nombre mientras recibía un nuevo golpe en el mismo lugar, y luego otro, y otro, y cuando menos me di cuenta mis ojos se llenaron de lágrimas ante la dureza de sus azotes y penetraciones.
Sentía la piel mi trasero arder con cada choque de su pelvis cada que volvía a hundirse dentro de mí, podía sentir todo mi cuerpo húmedo de sudor y flujo, solté un gemido particularmente fuerte cuando el ritmo de sus penetraciones se volvió brutal, los jadeos goteaban de mis labios sin que siquiera los pudiera controlar y todos mis pensamientos racionales se esfumaron cuando un fuerte y posesivo jalón en mi cabello me hizo levantarme de la mesa; Jungkook tiró de mi cabeza hacia atrás hasta que mi espalda chocó contra su firme pecho.
—Tu coño se siente tan bien, bebé… —Jungkook jadeó en mi cuello, su respiración agitada y caliente me hizo cosquillas en la piel y gemí fuerte cuando su gran mano tatuada se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome al ras de su pecho mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos; apretándolo con fuerza y haciendo rodar sus dedos sobre mi pezón endurecido y sensible.
—Jungkook… —gimoteé, incapaz de procesar nada más allá de las deliciosas sensaciones de su polla enterrándose en mi coño con cada embestida dura y profunda, tanto que ya podía sentir el nudo formándose en mi vientre cuando comenzó a golpear repetidamente en mi zona de placer.
—¿A quién le pertenece este lindo coño? —Jungkook gruñó posesivamente al mismo tiempo que sus embestidas se volvían más desordenadas, follándome con una fuerza sorprendente mientras mi orgasmo me esperaba ansioso en algún rincón.
—A ti… a ti te pertenece… —jadeé con fuerza aferrándome a sus manos, sinti��ndome tan colapsada con todas las sensaciones de él, en cómo su polla me llenaba tan bien, en cómo su aliento cálido me hacía sentir increíblemente más húmeda, estaba tan cerca del borde.
—Buena niña, ¿Vas a correrte de nuevo para mí, cariño? —Jungkook me alentó mientras sus labios se unían a mi cuello para chupar mi piel sensible con hambre, dejando varias marcas rojizas por toda la zona y haciéndome asentir débilmente antes de que mi cuerpo temblara cuando sus dedos se hundieron en mis pliegues resbaladizos, encontrando mi clítoris para frotarlo furiosamente mientras sus penetraciones perdían ritmo.— Córrete en mi polla bebé, vamos, quiero sentirlo.
Un placer abrasador me atravesó en respuesta a su orden, mis piernas temblaron cuando mi orgasmo golpeó mi cuerpo borrando mis pensamientos y haciéndome gemir su nombre una y otra vez mientras mi interior se apretaba alrededor de su dura longitud, Jungkook gruñó y me sujetó con fuerza mientras seguía empujándose dentro de mí antes de dejarse ir con dos estocadas más, la última hasta me dolió, pero era esa clase de dolor placentero por el que pasarías mil veces en la vida.
Estuvimos así por varios segundos o minutos apretados el uno con el otro, tratando de regular nuestras agitadas respiraciones, hasta que la voz de Jungkook rompió el denso silencio.
—Sabes lo que esto significa, ¿verdad, bebé? —musitó con calma pasando sus manos por mis caderas y cintura con calma.
—¿Qué significa? —pregunté girando levemente mi rostro hacia él y casi volví a gemir ante la erótica imagen de su frente cubierta de sudor y su cabello húmedo pegándose a los lados de su rostro mientras mordía su labio inferior con fuerza sin dejar de mirarme.
—Significa que es mejor que a partir de hoy todos esos mensajes sucios me lleguen directamente a mí. —aclaró formando una sensual sonrisa y yo no pude evitar sonreír también al escucharlo antes de volver a besarlo con pura necesidad.
Bueno, algunas cosas eran más importantes que nuestra dichosa investigación. 
Tumblr media
n/a: omg pupiss por fin estoy de regreso a mis andadas de escribir nsfw y eso me hace feli, gracias a todxs lxs que esperaron pacientemente mi regreso y que me siguieron hasta aquí, las amo demasiado ♡ para las personitas nuevas espero que les haya gustado esta historia, pronto seguiré publicando mas os que tengo por ahí guardados y que algunos de ellos ya conocen, gracias por todo y no duden en comentar lo que piensan ♡
taglist: @guvgguk @lessuwu @cometaart @AnnieKCV @darysnowflwr @nunubly @choco-linny
236 notes · View notes
wlfllia · 8 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
AGORA TEM DONA - MARK LEE 💋
• PERSONAGENS: Mark Lee x Leitora!fem.
• AVISOS: menção a oral!masc, mark paulista da zl, br!au, masturbação feminina, choking levíssimo (quase nada), d!rty talk, ‘Markie’, uso de ‘amor’ ‘gatinha’ ‘mô’ ‘linda’ e mais uns.
• NOTAS: isso aqui é basicamente uma continuação de ‘Polo Rebaixo’ que é uma das histórias mais favoritadas no meu perfil do spirit. (só clicar no nome destacado que vocês vão direto para a “parte 1”)❤️‍🔥
boa leitura💋
Tumblr media
O barulho alto daquela caixa de som já começava a te incomodar e o cheiro doce e enjoativo do narguilé estava lhe fazendo enrugar o nariz. Você já tinha curtido em demasia tudo aquilo, havia dançado umas dez músicas, virado algumas doses de uma bebida qualquer e agora se encontrava sentadinha ao lado de suas amigas em um dos sofás disponíveis naquela espaçosa garagem.
Era aniversário de um de seus amigos e ele havia organizado a famosa ‘Revoada’ só para os mais próximos. Apesar de ter ido ali festejar mais um ano de seu amigo, não mentiria que o principal motivo de estar presente era reencontrar o marrentinho de fios vermelhos que é figurinha carimbada em todos os rolês.
Mark já tinha percebido seus olhos o seguindo durante a festa, até retribuiu algumas vezes, soltando um riso de canto enquanto bebia mais do conteúdo em seu copo, até mesmo ousava te provocar, deslizando calmamente a palma em sua cintura quando passava próximo à você. Toda essa tensão e troca de flertes mudos lhe excitava, te deixava ansiando por mais dele.
Depois da vez que deram amassos nada castos no banco de trás do carro dele, vocês logo engataram um lancezinho, já podiam se apelidar de “ficantes sérios”, se é que isso existe. Em cada festinha que se esbarravam acabavam na cama um do outro ou até mesmo no banco de trás do Polo rebaixado do Lee. Não podia negar, você estava caidinha pelo marrentinho.
Você é tirada de seus pensamentos quando sente seu celular vibrar em seu colo, o pega e le pela barra de notificações a mensagem do dono de seus atuais pensamentos. “ ‘Ta afim de vazar daqui?”, você sorri de canto lendo o texto, buscando o Lee com o olhar, observando ele com os olhos fixos em você acenar com a cabeça para porta da garagem.
“Me espera lá fora, vou dar uma desculpa para as meninas.” É o que você responde para ele na mensagem, o vendo concordar de leve com a cabeça e virar o resto do líquido — provavelmente alcoólico — de seu copo, seguindo para fora do local.
— Bia, eu acho que eu já vou, ‘to com um pouco de dor de cabeça. — Você basicamente grita a desculpa esfarrapada que arrumou de última hora no ouvido da garota ao seu lado, roubando a atenção dela.
— Eu já vi o Mark saindo daqui amiga, vai atrás do seu menino, vai. — Ela rebate, sorrindo de canto, com ar de malícia. — Mas olha lá hein, juízo porque sou nova demais para ser tia.
Você apenas revira os olhos e ri junto da garota, se despedindo com um beijo de bochechas e indo atrás do Lee.
Ao dobrar a esquina, se depara com Mark apoiado na lataria prateada do capô de seu carro, distraído com algo no celular e segue até ele calmamente.
— E ai, minha gatinha? — Ele sorri de canto, guarda o aparelho no bolso da calça cargo assim que te vê a frente dele, circunda sua cintura com os dois braços, colando os corpos para então lhe puxar para um beijo lento.
Você sorri e nem tem tempo de o cumprimentar de volta, apenas retribui o beijo, abraçando o pescoço do Lee, o sentindo inverter as posições, te prensando contra a lataria. A mão de Mark aperta sua cintura com possessão. Gruda mais o corpo ao seu, ao passo que aprofundava o beijo, lhe fazendo soltar um suspiro. Nunca iria se cansar da pegada gostosa que o Lee possuía.
— ‘Tava com saudade, é? — Você sussurra, cessando o selar, ouvindo um riso nasalado vir do mais alto. “ ‘Cê não faz ideia, linda.” Ele murmura, despejando mais alguns selinhos em seus lábios, descendo as mãos de seu quadril para sua bunda, descansando a palma ali.
— Também senti sua falta, lindo. — Murmurou ainda com os lábios bem próximos, brincando a lupa acoplada aos fios vermelhos bagunçadinhos do garoto. “‘Cê ‘tá tão gatinho hoje, amor… trajadinho do jeito que eu gosto.” Você solta no mesmo tom baixo, sorrindo de canto ao desviar o olhar dos lábios do Lee para o mirar nos olhos, encolhida nos braços dele.
— Do jeitinho que você gosta, é? — Ele arqueia uma sobrancelha, abrindo um sorriso safado nos lábios, subindo as pontas dos dedos para dentro do tecido de sua saia, alcançando a renda de sua calcinha. “Mark… Estamos na rua, esqueceu?” Você indaga, sorrindo travessa junto a ele.
— ‘Tamo? Mas ‘cê ‘tá ligada que eu não ligo não é, princesa? — Rebate rouco, te empurrando levemente para atrás, te induzindo a sentar sobre o capô, abrindo suas pernas para se encaixar ao meio. “Até porque não ia ser a primeira vez que a gente brinca em cima desse capô, né?” Termina, deixando um único selinho em seus lábios para descer uma fileira de beijos para seu pescoço, se aconchegando ali.
A palma atrevida segue entre suas pernas, o Lee arreda o tecido negro para o lado, alçando seu clítoris com o polegar, esfregando de cima para baixo, sentindo seu íntimo cada vez mais molhado. “Markie..” Você manha de fechando os olhinhos e inclinando seu pescoço para o lado, dando mais acesso para as mordidas que Mark deixava na pele.
— Gemendo manhosa desse jeito só com um dedinho, amor? — Provoca contra sua orelha, trocando os dedos para ir em direção a sua entradinha úmida, ameaçando entrar e logo em seguida apenas circular seu pontinho, observando seu corpo sensível dar leves espasmos com os estímulos.
Sua mão que descansava no ombro de Mark se agarra aos fios acarminados e com um sorriso sacana estampado nos lábios você sussurra ofegante: “Você é maluco, Mark Lee”, tendo como resposta o riso do Lee, que reverbera abafado contra a pele castigada de seu pescoço.
Sem pudor algum, você movimenta os quadris contra os dedos dele, rebolando lentamente em busca de mais daqueles toques nada inocentes. Não consegue controlar o volume de seu gemido quando enfim o sente enfiar dois dos dedos em seu interior, começando uma movimentação rápido contra seu interior.
Não ligam se ainda estão extremamente próximos da garagem onde a festa rolava e que qualquer um podia passar por ali e flagrar o Lee te dedando com afinco. A adrenalina de serem pegos deixava tudo mais excitante para vocês.
Buscando abafar seus gemidos, Mark te puxa para mais um beijo, dessa vez mais urgente e bagunçado, engolindo cada gemido manhoso que saía de sua boca.
— Amor… — Geme sôfrega quando os lábios se separam minimamente no ósculo, não conseguindo nem terminar a frase ao sentir a pontinha dos dedos do Lee alcançarem seu ponto sensível, fazendo suas perninhas tremelicarem contra a lataria.
— Já vai gozar, princesa? — Rebate com o mesmo sorriso cafajestes quando sente seu interior espremer as falanges. “Vai esporrar nos meus dedos como uma vagabunda virgem, é?” Provoca capturando seu lábio inferior contra os dentes, soltando lentamente.
Soltando um gritinho manhoso, você chega ao seu limite, molhando a palma de Mark que se delicia com a visão de seu corpo molinho e ofegante sobre o carro dele.
— Caralho, ‘cê consegue ficar ainda mais linda quando goza pra mim assim. — Solta com o cenho franzido, retirando os dedos de seu íntimo e te mostrando as falanges encharcadas de seu orgasmos.
Você o segura pelo pulso, levando os dedos em direção a sua boca, sorvendo todo o seu gosto entre os dedos do de fios carmesim, olhando diretamente para os olhos dele, não deixando nenhum resquício de seu líquido ali. Mark apenas observa sua língua deslizar por entre a pele, mordendo os lábios enquanto imagina o músculo contra seu cacete duro e esquecido dentro da calça.
Ao largar os dedos num “ploc” luxurioso, o Lee não perde tempo em grudar os lábios no seu novamente, explorando cada canto de sua boca antes pronunciar com rouquidão contra seus lábios: “Entra na merda desse carro que você vai me mamar até eu melar sua garganta com a minha porra, cê me ouviu?”
✦.
Ao virar a esquina e entrar em sua rua, Mark dirige mais alguns metros até a entrada de seu condomínio, estacionando em frente à portaria, porém antes que você se despedisse e saísse do veículo, ele chama sua atenção segurando em sua coxa.
— Eu ‘tava pensando aqui e… — Coça a nuca com a mão livre. — Se ‘Pá, o bagulho era a gente namorar, né não? — Você o escuta questionar enquanto alisa sua coxa com calma.
— “Se pá”? É assim que você vai me pedir em namoro, Mark Lee? — Você questiona em tom zombeteiro, virando o corpo no banco para o olhar, arqueando uma sobrancelha e com um sorriso de canto.
Mark revira os olhos, estala a língua, abrindo um sorriso.
— Não fala assim, mô. — Ele manha, desviando o olhar fazendo vocês compartilharem um riso bobo, mas logo ele suspira voltando a te encarar sereno. — Mas é sério ‘pô… Quero oficializar isso que a gente tem, sabe? — Faz uma pausa, respira fundo, analisa cada mínima reação sua antes de continuar. “Te curto de uma cota já e não quero perder mais tempo. Quero poder te chamar de minha sabendo que você é minha mesmo, ‘ta ligado?”.
A cada palavra que ia saindo da boca do Lee, seu sorrisinho ia ficando mais evidente. Podia jurar que seus olhos brilhavam enquanto ouvia o marrentinho dizer — de forma até meio tímida você diria — que a queria como namorada dele.
— Mas não quero que você se sinta pressionada pra nada, falô? Se você não quiser eu vou enten… — Você não o deixa terminar, se inclina sobre ele no banco do motorista e cola seus lábios contra os dele, o calando com um beijo calmo.
— É claro que eu aceito namorar com você, seu bobão. — Você diz baixinho, separando minimamente seu rosto do dele, podendo ver o grande sorriso que se expandiu nos lábios de Mark, que não perdeu tempo em segurar a base de seu pescoço e te atacar com vários beijinhos no rosto.
— Então quer dizer que agora a gente namora, é? — Questiona brincalhão, deixando um selo demorado em seus lábios.
— Uhum… — Você murmura, arranha a nuca avermelhada e completa baixinho rente aos lábios rosados, só pra ele ouvir. “Agora o terror da DZ7 tem dona.”
220 notes · View notes
Text
Ela lutou em um sonho uma vez,era aquele famoso gorila branco que sempre falei em meus textos,o meu maior pesadelo desde o tempo de criança, não sei porquê ele me persegue tanto,ele é super ágil e veloz,e mesmo quando era pequenina e frágil com as canelas fininhas,ele nunca conseguiu me alcançar,ele tinha um olhar estranho, não era de raiva,era mais de reprovação, talvez algo em minha vida não esteja certo hoje,mas e quanto a perseguição a uma menina que mal sabia da vida,seria ele meu futuro pedindo pra que eu tomasse cuidado com alguma coisa,com alguém,falsos amigos talvez,já não sonho com ele a quase um mês,depois que resolvi enfrentar,sei que ele iria me matar,mas cansei de fugir, quando fiquei parada enquanto ele vinha em minha direção, lembrei que a primeira vez que o vi foi em um seriado de TV ,um de ficção,ele tentava pegar uma moça e foi salva pelo capitão,ele já estava prestes a me abocanhar quando um homem o derrubou e jogou no chão,eu desesperada chutei o animal que fugiu e largou o pobre rapaz,maior foi minha surpresa quando vi o seu rosto,era um menino que minhas colegas diziam que me detestava e por isso espalhava histórias falsas sobre mim,justo ele viéra ao meu socorro, quando fui falar com ele para tirar minha dúvida,descobri o homem gentil e amoroso com quem estou namorando hoje,essas amigas todas se foram,por coincidência a última delas morreu exatamente a um mês,vou esperar mais um pouco para ter certeza,mas acho que esse gorila eram as minhas falsas amizades,por isso me perseguiam e nunca pegavam,elas queriam me matar lentamente, vendo minha infelicidade.
Micro crônica de Jonas R Cezar
214 notes · View notes
idollete · 29 days
Text
– 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐞́ 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚𝐬  ⋆ ˚。 𖹭
Tumblr media
𝑤arnings: conteúdo exclusivo para +18.
ೀ ׅ ۫ . ㅇ esteban!colega de faculdade; estudantes de artes cênicas (teatro); fem reader!atriz; mirror sex; spit kink; creampie; degradation (uso de ‘putinha’); face fucking; choking; cum eating; sexo desprotegido (pero não pode, chiquitas!!!!!); doggy style; sex in a public place (?); manhandling; oral (masc.).
notas da autora: tenho pensamentos muito sórdidos com ele, alguém me arranja uma camisa de força, pfvr [ meme do coringa ] 
Tumblr media
– Devora-me. Toma para ti o meu corpo. Me possua até que deste pecado…Possamos…Possamos…Argh. 
Havia perdido a conta de quantas vezes repetiu aquela linha e travou no mesmo ponto. Com a cabeça latejando, pensava nas diversas e mais criativas formas de esganar a sua amiga por ter te convencido a pegar uma disciplina com um professor que adorava coisas inusitadas. 
Vai ser legal, vamos! Ele é super descolado. Com uma semana de aula estava arrependida, o professor parecia ser clinicamente insano. Agora estava presa a um maldito monólogo sobre libertação sexual. Precisa demonstrar prazer. Eu quero ver o tesão queimando esta sala. Queria mesmo era queimar o professor. 
Veja, não tinha absolutamente nada contra a liberdade poética, muito menos contra o sexo, mas não parecia haver um resquício de tesão no seu corpo, nenhuma vontade. A falta de “emoção” na sua vida recentemente com certeza era a razão de estar empacada em algo que tiraria de letra. 
Era uma boa aluna. Uma ótima atriz. No entanto, não existia fogo para aquele monólogo. O que era uma merda, porque você precisava da nota. E o fracasso jamais seria uma opção. Por isso, pegou o celular e mandou aquela mensagem. Era isso ou nada. 
Vc tá na facul? Preciso d ajuda. Tô na sala 305. Vem rápido. 
Esteban Kukuriczka: Oi, chiquita, boa tarde! Tudo bem? ;) Subindo. Chego em 6 minutos. 
Suspirou, observando o próprio reflexo, ajeitando rapidamente as roupas e passando um pouco de gloss, até porque era o Esteban. Conhecido por ser simpático com toda e qualquer criatura viva, Esteban era o seu veterano. Na primeira semana de aula, em uma daquelas dinâmicas de boas-vindas, acabaram sendo colocados juntos e ele se tornou uma espécie de “mentor” ao longo do curso. 
Sabia do talento do homem, afinal, ele tinha as melhores notas da turma, era o queridinho dos professores e ainda era o cara mais humilde do campus. Ah, e o mais atraente também. Que homem! É claro que tinha uma quedinha por ele, quem não tinha?! Mas nunca tentou nada, não queria arriscar perder a ajuda sendo uma caloura e estando perdida no curso. 
– Ei! Terra chamando, Terra chamando. 
Estava tão distraída que nem percebeu quando ele entrou na sala e parou diante de ti, estalando os dedos para chamar a atenção. Balançando a cabeça, cumprimentou-o com um sorriso nervoso. 
– Oi, Kuku! 
– Ey, chiquita! ‘Tava pensando no que, hein? Distraída desse jeito. 
Em você, mais especificamente em cima de mim. 
– Ahm, em nada. Na verdade, em algo. Estava pensando que eu vou reprovar em Oficinas de Teatro. 
Abusou do seu semblante mais desesperado para convencê-lo de que precisava daquela ajuda. Esteban sempre lhe ajudava com ensaios, com dicas, com trabalhos, com tudo que pedia.
– Qué pasa, eh? O que o professor inventou dessa vez?
Nem se deu ao trabalho de responder, apenas entregou o papel com o texto que deveria ser apresentado. Esteban lia com atenção, o cenho franzido em concentração lhe cativava, a maneira com que ele sempre se debruçava sobre todos os papéis era encantadora. De repente, a expressão se tornou confusa, não entendia qual era o problema ali, sabia que era uma excelente atriz e já havia performado peças parecidas. 
– Você sabe fazer isso. Aliás, você já fez isso antes. Qual o problema agora?
– Eu não sei! Não sei, mas tem alguma coisa errada comigo. Olha só…
E com isso tentou novamente recitar as linhas que, a essa altura, já sabia de trás para frente na sua mente, mas saíam vazias dos seus lábios. Esteban assistiu tudo com a atenção de sempre, não desviava os olhos de ti. 
Quando finalizou com um suspiro cansado e já pronta para chorar, ele apenas sorriu para ti daquele jeitinho que parecia te abraçar e dizer não se preocupe, eu estou aqui. 
– Viu, Kuku? Falta alguma coisa! 
– Te falta paixão, chiquita. Te falta lujuria…
Você já sabia disso, mas ouvir de Esteban era diferente. A maneira com que ele falou te fazia sentir um arrepio subir pela espinha. Engoliu em seco, sentindo-se quente. E o pedido inesperado revirou o teu estômago por completo. Quero que fale de novo, vai falar para mim dessa vez. 
Fácil, né? Você conseguia recitar um monólogo para o cara mais gostoso do curso pedindo para que ele te devorasse, certo? Errado. 
Ao tentar falar a terceira frase percebeu que não daria certo, não enquanto ele te olhasse daquela maneira tão profunda, como se realmente desejasse te possuir de todas as formas possíveis. Embolava as palavras, perdia o embalo do momento e demorava mais que o necessário para prosseguir. Esteban te interrompeu quando cometeu o quarto erro e te disse para fazer melhor. E você errou novamente. 
– No, no. Mírame, é assim. 
Esteban recitou para ti o monólogo e o seu interior acendeu, você ardia enquanto ele te encarava com gana, sabia exatamente o que aquele olhar te dizia. Esteban te seduzia, te tomava com as palavras, te fascinava. Entre um trecho e outro, o limite entre atuação e realidade se tornou muito tênue, até que ele deixou de existir. 
O silêncio parecia gritar no salão quando ele terminou, ambos presos em uma troca de olhares que dizia muito. Soltou a respiração que sequer notou que estava segurando, não sabia o que dizer, nem como agir. 
– Precisa sentir o que está falando, precisa sentir aqui… – Disse, pegando tua mão e levando ao próprio peito acelerado. – E precisa sentir aqui… – Ousando, ele levou a palma até o teu ventre, mantendo a dele sobre a tua. 
– Me ajuda a sentir. 
Ele sorriu de canto, aproximando-se até que estivessem grudados, as respirações em um choque afoito. Rodeou a tua cintura, firme, te dominando aos poucos. 
– Ah, mi nena. Te daré lo que necesitas. 
Esteban te beijou. Não. Ele te devorou, ele te mostrou o que cada uma daquelas palavras queriam dizer e te deu o calor para dizê-las também. Suas mãos se agarravam aos fios bagunçadinhos, desciam sobre os músculos dos braços, ao mesmo tempo em que Esteban te apertava nas coxas, na bunda, fazendo questão de demonstrar o quanto te queria. Lentamente, mordiscou o seu inferior, te pegando no colo, pressionou um quadril no outro, te fazendo sentir a ereção pesada contra o intímo coberto.
Desceu em beijinhos molhados pela derme macia, inalando o cheiro dele, o cítrico do perfume que mascarava a nicotina era inebriante. Te fez suspirar, rendida. Esteban…
– Quero te chupar. – Desinibida, revelou enquanto o encarava, recebendo em resposta um olhar nublado de luxúria. 
Rapidamente se colocou de joelhos, a figura imponente de Esteban parecia não caber na sala e ele sabia disso. Te olhava, vaidoso, acariciando seus fios a princípio, deixando que você levasse o seu tempo ao se livrar da calça, amarrotada junto à cueca e a camisa jogada em algum canto. 
O caralho te fazia salivar, cheia de vontade de deixar tudo babadinho, acolher na boquinha, agradá-lo. No tamanho ideal e grosso o suficiente para te deixar cheia. Plantou um selar na pontinha, deixou um fio de saliva escorrer até a base. Brincou o quanto queria até Esteban tomar o controle da situação. 
Bruto, te puxou pelos fios até vergar tua cabeça para trás, dava batidinhas nas bochechas com o pau, esfregava a cabecinha nos seus lábios. Te ordenou abrir a boca. Abre essa boca. Só pelo prazer de cuspir ali. Engole. E você obedeceu. 
Porra, isso deixava Esteban louco. Finalmente te ter daquela forma, tão suscetível a ele, às vontades dele. – Se eu soubesse que você era tão putinha assim, teria tomado uma atitude bem antes. 
Deslizou metade do comprimento, lentamente se movendo contra os lábios, você, com a garganta relaxada, subiu os olhinhos até o rosto masculino que se contorcia em prazer, apoiando as mãos nas coxas. A carícia que antes recebia se tornou um aperto que lhe controlava, comandava o quanto você engolia.
Te levou até o fim, encostando o nariz na virilha e xingando quando te ouviu engasgar. Fincou as unhas nas coxas masculinas quando Esteban começou a pegar ritmo, fodendo a sua boca como se fosse apenas um buraquinho para satisfazê-lo, egoísta, te fodia como ele precisava. 
O pulsar entre as pernas e o remexer inquieto do quadril diziam o quanto aquele momento te excitava, ser usada por ele daquela forma. Sentiu como se estivesse sendo recompensada quando Esteban deixou a porra dele na sua boca, gozando enquanto dizia que essa sua carinha de quem gostava de implorar por pica deixava ele louco.
Os lábios foram tomados em um beijo faminto, os corpos estavam deitados no chão da sala espelhada em instantes, Esteban por cima de ti, arrancando suas roupas, marcando teu colo com a boca até alcançar os seios, as palmas se fecharam em torno deles, apertando-os com força. 
Elevou o quadril, esfregando a buceta ensopada contra o caralho duro, causando uma fricção tão gostosinha que te fez revirar os olhos, chamou o argentino, envolvendo a cintura com as pernas em um pedido desesperado para sentir mais, para ser preenchida. Queria ficar cheinha dele, ser fodida de verdade, devorada mesmo. 
Dos lábios entreabertos escapavam gemidos cheios de dengo, perdendo-se em meio aos estímulos nos mamilos sensíveis, ora mordiscados, ora sugados. A palma masculina desceu por todo o tronco, te tocando onde mais precisava, se esfregou ali, contornou a entradinha, fez que entraria, te provocou.
– Tão bom… – Suspirou, moendo o quadril contra os dedos. 
– Bom, eh? Ficou molhadinha assim só de me mamar. – A voz carregava um quê de arrogância, agindo com superioridade. – Que sucia, chiquita. – Cínico, acenou em negação. Esteban se colocou de joelhos entre suas pernas, bombeando o pau teso enquanto te encarava, assimilando cada detalhe teu. – Mas quero te sujar mais ainda, sabe? – A visão do argentino entre as suas pernas, se tocando, sendo tão sugestivo daquele jeito aumentava a quentura em todo o teu corpo. – Quero te sujar como fiz na sua boquinha, mas bem aqui… – Das pernas, alcançou seu pontinho, queria te sujar ali. – Vai deixar, hm? Ficar com a bucetinha suja com a minha porra. Quieres, cariño? 
Você deixaria Esteban fazer qualquer coisa contigo se ele usasse aquele tom mansinho para pedir. 
Por isso, concordou. Abriu mais as perninhas, se expondo para ele, ganhando um sorriso repuxando em resposta, seguido de um gemido arrastado. Vira. Com um único comando, Esteban te fez virar de costas, apoiada em seus joelhos e empinada para ele. Se arrepiou por inteiro quando a pontinha babada pincelou a sua entrada, chiando quando foi preenchida. 
Esteban tinha o cenho franzido, fissurado em observar o pau sumindo dentro de ti, e você se encontrava hipnotizada por ele, olhando através do espelho todas as suas reações; o jeitinho que os lábios finos se abriam, o peito subindo e descendo, o pomo de Adão quando tombava a cabeça. 
Foi pega no flagra, sorrindo tímida ao notar que ele também te encarava. Abandonou o seu interior apenas para meter em ti de uma vez só, deslizando uma das mãos por toda a sua espinha, alcançando seus fios, te domando. 
– Gosta disso, hm? Gosta de me ver te fodendo, nena? – Acenou, tontinha pelo prazer, arrepiada pelo ato tão depravado.
Esteban te deixava entorpecida, a maneira com que metia do jeitinho perfeito, alcançando o seu ponto mais sensível, apertando a tua bunda, maltratando sua carne, como não poupava nos gemidos. 
As peles se chocavam, causando estalos barulhentos pela sala, sons que se misturavam com os gemidos de ambos, a respiração pesada de Esteban arrepiava todos os seus pelinhos, especialmente quando ele te puxou, grudando o peitoral nas suas costas. Ele deixava beijinhos no teu pescoço, fascinado pelo reflexo da tua silhueta, na maneira como os seios balançavam, no teu rostinho contorcido em prazer. 
A destra masculina escorregou até alcançar o seu clitóris, você espremia o caralho, fazendo Estevan gemer melodioso no pé do teu ouvido. Os estímulos te deixavam em um estado de euforia, o coração acelerado e os murmúrios cada vez mais desconexos anunciavam que seu limite estava próximo. 
Abriu a boca em um grito mudo quando finalmente alcançou o orgasmo, sentindo Esteban investir com ainda mais vontade em busca do seu próprio prazer. Repetia o nome dele como uma prece, esticando os braços até tocar os fios loiros, gemendo em puro dengo quando a porra quentinha encheu o seu interior. 
– Deixa tudo bem guardado aí, chiquita, vai te dar inspiração para se apresentar direitinho.
75 notes · View notes
bloggerjovem · 3 months
Text
Não tenha medo de começar de novo, você pode gostar mais da sua nova história. ❤️🥰
2 notes · View notes
xexyromero · 29 days
Note
Oiii ❤️🇧🇷❤️ cai de paraquedas no seu perfil e estou viciado eu adorei sua sua escrita, você poderia fazer um headcanon de como os meninos reagiram se a leitora fosse uma atriz muito famosa? Obrigada ❤️
wn: demorou mais saiu! muito obrigada pelo carinho <3
meninos do cast x atriz famosa
fem!reader headcanon
tw: nenhum :)
enzo:
é seu maior admirador, sem sombra de dúvidas. 
comenta que se apaixonou primeiro pelo seu trabalho, depois por você (e diz isso como um dos maiores elogios possíveis, viu?)
tem alguma dificuldade de diferenciar o momento de trabalho x o momento de lazer, então vai pedir pra vocês ensaiarem um texto juntos ou pedir algumas dicas com cenas difíceis no meio do encontro ou da noite do cinema em casa, por exemplo. 
apesar de sentir vergonha, pede pra você ver as cenas e os trabalhos dele antes de todo mundo. sua opinião é muito importante. 
gosta e pede muito que vocês trabalhem juntos - nem que seja em curtas caseiros.
agustin:
seu fã número um. 
enche as redes sociais de trabalhos seus e te divulga sempre que possível pra toda e qualquer pessoa que chega perto dele. 
sim, ele vai indicar o seu trabalho na fila do pão para a senhora atrás dele, para o uber, para o médico da emergência y para o diretor do próprio trabalho dizendo que ele não podia ter feito uma escolha melhor. 
adora ir pras premiações com você e gosta de ir como seu namorado, viu? e vai se apresentar assim. 
se emociona muito com seu trabalho - e vai bater palma no final de todos eles mesmo que estejam só vocês dois. 
fran:
tem uma fanpage sua (e é muito sério a respeito dela, embora a conta seja trancada e só tenha acesso você, sua mãe e mais três amigas). 
não escreve fanfic por falta de oportunidade, mas se pudesse, escrevia sim. 
é literalmente a maior fangirl do seu trabalho que existe no mundo todo. tem recorte de revista guardado quando mencionam seu nome, acompanha as críticas dos seus trabalhos recentes na internet e está sempre antenado ao que te envolve. muitas vezes vem com informações que nem você tem. 
sim, ele briga no twitter pra te defender. 
é melhor que seu stylish. 
matí:
não se tocou que você era você até você se apresentar como você. 
faz cara feia e fica com ciúme das suas cenas de beijo, sim. mesmo sabendo que é técnica e mesmo sabendo que faz parte do seu trabalho. 
mas não fica nem um pouco enciumado caso você tenha alguma cena de nudez. é capaz de bater no peito e dizer “é, minha namorada aí, viu?”
(vai fazer a mesmíssima coisa com o mesmíssimo comentário nas suas cenas mais densas e mais complicadas emocionalmente). 
te pede dica de atuação sempre que pode e segue mesmo. confia em você mais que ninguém nesse assunto. 
kuku:
é completamente apaixonado por você primeiro e seu trabalho depois. ou seja, sabe e gosta de diferenciar bem os dois momentos: você atriz e você namorada. 
é um conselheiro de mão cheia e você corre pra ele sempre que tem alguma dúvida em relação a parte mais burocrática ou relacional do trabalho (embora confie muito nele pra perguntar sobre a atuação em si, kuku é um gênio em saber como sair de saia justa). 
espera sempre você “autorizar” que ele veja seus trabalhos - sabe o quanto que é difícil se gostar na tela. 
você o admira muito e pede muito feedback, sempre que possível.
imprime pôster seu e cola na porta da geladeira.
88 notes · View notes