Urgen tu besos en mis labios, en mi frente, en mi cuello y que te extravíes cada vez más en el camino hacia el sur.
Urgen tus caricias en mi espalda, la clavícula, mis hombros, en mi pecho y que ya no encuentres el sendero de regreso, quédate acariciando la parte alta de mi cuerpo.
Urgen tus manos en mis piernas, en mi vientre, en la vertiente de mi placer y que ahí te estaciones permanentemente, que te quedes a vivir conmigo, que te quedes liberando el deseo y el amor.
Uñas golpetean de manera ansiosa la superficie de la mesa, la voz del muchacho se escucha lejana, estas sonando casi como si estuviera relatando un cuento de terror, está segura que de alguna forma, está viviendo en uno, alguna versión muy retorcida de un guión de ciencia ficción, una parte de su subconsciente cree que le toma el pelo, la otra recuerda que se encuentra en un momento en el que mundo cree en verdad en cualquier tipo de criaturas, a ella misma la veían ya como una. Mirada se levanta en busca de rostro ajeno, frunce el ceño de forma instintiva ❝ No puedo hacer nada por ti ❞ y aún si quisiera hacerlo, los rumores en el lugar comenzaban a sentirse como una soga al cuello, una que poco a poco sentía que la dejaba sin aire ❝ Ahora vete, tu presencia aquí sólo haría que me inventen mil cosas más. . . ❞ supone que palabras en realidad no están ayudando a que la imagen que le han creado desaparezca, pues la reacción de cualquiera en su lugar habría sido correr asustado ante la confirmación de los rumores que oscilaban de contrario, pero se encontraba tan agotada de lidiar con todo lo que le rodeaba que no había fuerza suficiente para pretenderse asustada. Pupilas vuelven a los apuntes que se encontraba haciendo antes de la llegada del muchacho, los mira por un par de segundos, antes de romper a reír ❝ ¿Sabes qué? Ahora que lo analizo de mejor forma, ese es un gran secreto. . . . ¿Debería yo contarte también el mío? ❞ cuestiona, falsa sonrisa aún manteniéndose en sus labios, pero ojos conteniendo lágrimas de molestia y desesperación ❝ ¡Es tan ridículo! Tal vez los dos estemos locos. ❞
el viento que proviene del mareaje se siente cálido contra su piel, aun así, tiembla, en lo que avellanas se detienen en silueta femenina. la ha estado buscando, fácilmente delimitando su físico entre el grupo de personas que vienen y van por la periferia, su presencia que ocupa su mente y cualquier cosa que pueda llenar el panorama queda relegado a segundo plano. pasos que como en automático acortan la distancia, apresurados, temerosos de perderla, aunque quizá resulte ya demasiado tarde, nunca ha sido de esperanzas, pero por primera ocasión quiere creer que eso es lo que muerde de último. dígitos que levanta a busca de los impropios, tenue roce de las dermis “mozzie” su nombre como una súplica, labios entreabiertos, y el resto de las palabras que se quedan inertes, extraviadas en el súbito pinzando de felicidad, extraviadas en el subido pinchazo de culpa “hola, mozzie” te he extrañado terriblemente.
Faltaba una pieza, le dí muchas vueltas... Pero al fin la encontré... Así que era por eso que mi saliva era muy perjudicial para ti... Para las otras. Mis besos sin duda alguna jamás serán olvidados, verdad? JAJAJAJA. Sabía que te portabas mal, pero el despreciar mis besos es algo que nunca olvidaré, mi venganza es cuestión de tiempo, jamás volverás a ser el mismo, si la vida te ha quitado mucho, ahora te quedarás sin nada... No te veré caer, pero escucharé tu caída desde aquí. La vida da muchas vueltas y el decidir terminar el juego antes ha Sido una equivocación, los dolores del alma duelen más que una bala.