En las relaciones, hay altas y bajas en todo momento, no hay reglas preestablecidas para que todo salga bien y así como puede haber años de inquietud también puede haber años de paz.
Un mal día es un mal día, una mala semana es una mala semana y mantenerse enamorados conforme el tiempo avanza, no debería ser un reto, sí no algo natural, ambos están ahí porque quieren estarlo y se enamoran sin saber el por qué pero saben que lo están, ya saben, el amor y sus misterios.
Quizá puede ser un perfume, una playera o una blusa, una cualidad o costumbre o algo tan particular y extraño que solo ustedes saben que los vuelve locos.
Me pasó alguna vez que me enamoré mucho de la voz de alguien, era su tono y sus variantes las que me volvían loco, debido a eso sufría mucho cuando pasaban meses sin escucharla y tenía que vivir a base de mensajes de texto. Pero dentro de la primera parte del millón y medio de cosas que me gustan de esa persona, su voz es la que me sigue cautivando cada vez que la escucho.
Y no es que no me diera cuenta, lo supe desde el minuto uno porque estaba encantado con esa voz y la tenía en mi cabeza una y otra vez.
Y hasta la fecha, sigue siendo la primera cualidad que me gusta.
No puedo creer que te extraño luego de todo el daño que me hiciste, luego de aquel día que me enteré que te casabas y ella no era yo, luego de que en dos meses me cambiaras y darme cuenta que perdí varios años de mi vida en esperarte porque quería un futuro contigo y darme cuenta de que sólo fui un pasatiempo para ti. No puedo creer que mi corazón aún te ame cuando tú fuiste el único capaz de romperlo y aún así late por ti. Por qué nunca fui suficiente para ti? Si tú lo eras todo para mí.