Tumgik
#ya es tuyo
sambuchito · 1 month
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jazzz como te fue en tus finales al final?
​me toco el único tema que no sabia..
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peaceeandcoolestvibes · 5 months
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tortademaracuya · 2 years
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Ahh pero, si al final corregir la tesis no está tan mal eee
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stuckwthem · 2 months
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in the world of boys, he's a gentleman. | enzo v.
summary: después de verte perder el tiempo con otros tipos, tu mejor amigo tiene algunas cosas que confesarte. puro fluff.
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nunca pensaste que ir con vestido en una bici fuera una experiencia tan emocionante, pero ahí estabas, agarrada al cuerpo de enzo e intentando mantener el equilibrio en la parte trasera de su bicicleta mientras reías como una loca. 
para ponerlo en contexto, enzo era tu mejor amigo hacía algún tiempo, desde que habías alquilado una habitación en su piso a dos años, por lo que la convivencia se convirtió inevitablemente en una genuina amistad. de vez en cuando, su mejor amigo y compañero de piso era también su superhéroe. ya fuera leyéndole el pensamiento cuando se moría de hambre y no quería cocinar, o llegando siempre a casa con sus dulces favoritos, o salvándole de emboscadas.
cuando antes llegaron sus mensajes al móvil de enzo, quejándose de una cita que iba de mal en peor con un tipo un poco arrogante, no dudó en levantarse y subirse a su bici para recogerla. la sola idea de imaginarte en una cita con un tipo horrible, y peor aún, un tipo que no era él, le ponía nervioso, así que ahora te encontrabas en esa situación tan improbable pero completamente cómica. no te había dado opción.
"no puedo creer que haya hecho eso", dijiste, estallando en risas, que enzo correspondió negando con la cabeza. "¡imagínate su cara cuando vuelva a la mesa!".
"lo siento mucho por él", responde enzo con ironía y una sonrisa que indica que no, que no se arrepiente de habérsela robado.
"apuesto a que sí", apoyando la cabeza en la espalda de el moreno, respondiste en el mismo tono. su cuerpo está caliente y un poco sudado, pero su aroma es bueno y familiar.
enzo conducía la bici calle abajo, mientras tú te sujetabas rodeando su cintura con los brazos, la brisa nocturna los envolvía. el silencio se hizo un momento antes de que decidieras romperlo.
"enzo, en serio, no tenías que hacer eso. ya iba a estar bien. iba a durar unos minutos más".
se rió, lanzándote una mirada esquinada. "bueno, a juzgar por tu desesperación en los mensajes, diría que 'bien' es una palabra bastante generosa".
bufaste, fingiendo indignación. "lo estaba dramatizando un poco, ve".
"lo sé, lo sé. pero, sinceramente, no podía dejar que mi amiga pasara una noche horrible con un tipo idiota. después de todo, ¿quién más va a aguantar mis estúpidas bromas?"
"oh, ¿para eso estoy yo? ¿una compañera que tolere tus bromas?".
enzo sonrió, divertido. "entre otras cosas, claro. pero en serio, no iba a dejar que te salieras con la tuya una vez más".
puso los ojos en blanco como ofendida, pero no pudo contener una sonrisa.
"¿a dónde quieres ir?" preguntó de repente, dejándote un poco confundida.
"creía que íbamos a casa", te encogiste de hombros.
"¡no puedo dejar que te vayas a casa tan arreglada sin haber tenido una cita decente!". exclama enzo, girando ligeramente la cabeza, lo que te permite ver su expresión indignada.
procesas lo que acaba de decir y sientes que el corazón te da un vuelco. estaba suponiendo cosas o...
"¿así que vamos a tener una cita?", es tu réplica automática, y entonces, tratando de disfrazar, te aclaras la garganta, preocupada por estar leyendo las líneas equivocadas.
quizá, además de compañero de piso, mejor amigo y superhéroe ocasional, enzo era también un pequeño flechazo tuyo. uno que habías intentado olvidar a base de citas terribles que siempre te devolvían a la casilla de salida: enzo. enzo, que te compró tu helado favorito cuando te dieron una patada en el culo cuando os conocisteis, aunque nunca le hablaste directamente de tu sabor favorito. enzo, que siempre te esperaba en casa con una sesión de cine y una manta calentita. enzo, que siempre escuchaba todo lo que decías. enzo, que era tu punto débil.
"si quieres llamarlo así, tendremos una cita, sí", dice, e involuntariamente tus manos se aprietan alrededor de su cintura. 
tras unos minutos pedaleando por las tranquilas calles, te das cuenta de la ruta conocida, la de todos los días. puede que enzo haya cambiado de opinión. realmente estabais de camino a casa y todas tus expectativas se habían venido abajo. hasta que, lentamente, se detiene, y lo siguiente que sabe es que están frente a una pizzería de la esquina. la misma pizzería nueva que había abierto hacía unos días cerca de su casa y de la que no paraba de hablarle a enzo.
"¿pizza?", pregunta como si esperara tu aprobación.”
enzo te tiende la mano para que te bajes de la bicicleta y él te acompaña en seguida. es curioso cómo contrastas, mientras el mayor lleva ropa casual y sencilla, tú vas arreglada con ese estúpido vestido. dentro de tu cabeza, maldices el momento en que aceptaste salir con ese idiota de antes. realmente no se merecía todas tus joyas, pero enzo, uau. realmente parecía estudiar cada parte de ti y admirar cada aspecto. desde la forma más inocente en que algunos hilos sueltos de tu moño desordenado enmarcaban tu cara hasta la forma más indecente en que se fijaba en lo bonitas que te quedaban las piernas con aquel vestido ajustado. 
los dos tuvisteis que sentaros fuera, ya que dentro estaba lleno, y cuando te sentaste en la pequeña mesa de la acera frente a enzo, tu mejor amigo dejó escapar un largo suspiro mientras te miraba fijamente. un suspiro que decía: por fin. 
"pero para serte sincera ahora, no sabes el alivio que supuso verte fuera de aquel restaurante", confesaste, con una risa ligera y sincera.
"¿tan mal estaba el clima?", preguntó el chico con expresión incrédula.
"¡simplemente no había humor! el tipo no paraba de hablar de las lecciones de vida que aprendió cuando su papá dejó de darle dinero durante un mes, o de cómo no debía sentirme especial si me llevaba a su piso después de cenar. y acabábamos de llegar!", exclamaste asombrada a enzo, que de repente parecía serio. demasiado serio. "¡no me ha hecho ni una sola pregunta en 45 minutos!".
"¡qué imbécil!", murmuró el moreno, poniendo los ojos en blanco. la mirada de enzo se apartó de ti por un momento, siguiendo su propia mano mientras jugueteaba con las salsas y arrancaba trozos de servilleta de la mesa. "¿por qué sigues saliendo con tipos así?".
preguntó, sin mirarte aún, y de repente la sangre te hirvió, subiéndote a la cabeza. respiraste hondo, sintiendo que una punzada de decepción te golpeaba el pecho, sin creerte lo que enzo acababa de decir. 
"¿estás insinuando que es culpa mía? soy responsable de que los hombres sean totalmente egoístas y..." cierras los ojos, colocando involuntariamente la mano contra tu propio pecho. indignada.
"¡no! no es eso a lo que me refería, mi vida". enzo levantó la cabeza rápidamente, encontrándose con tu mirada, dolida y traicionada. 
se sintió como un completo idiota, desesperado por la forma en que le mirabas, sin saber muy bien cómo dar marcha atrás. se irguió en su silla, inclinándose sobre la mesa para alcanzar tu mano, listo para defenderse cuando un camarero se detuvo justo a su lado.
"¡buenas noches, parejita! ¿qué les sirvo?", preguntó el hombre, con un tono amable y alegre, en contraste con los ánimos encendidos en la mesa.
te reíste irónicamente de la confusión del camarero, algo habitual cada vez que salías juntos, y te cruzaste de brazos, alejándote de enzo.
"ahm, hola", se rascó la nuca desconcertado, y entonces se dio cuenta de que ni siquiera había mirado el menú. tanteó las hojas, no sabía qué pedir y de repente parecía perdido.
"dos pedazos de marguerita, de la opción vegana, por favor", tu dije, enderezándose. "y una coca-cola, con limón, para él".
enzo te mira ansioso mientras el hombre toma su pedido, su pierna colgando bajo la mesa, rozando la tuya sin darse cuenta. el contacto hace que todo tu cuerpo se estremezca, pero sigues sin mirarle. el camarero se retira de la mesa y anuncia que te servirá en breve.
"mira, no digo que sea culpa tuya. en absoluto, chiquita", dice, con voz grave y tono preocupado. te miras las uñas, haciéndote la indiferente. un poco dramática. 
enzo suspira y junta su rodilla a la tuya. entrecierras los ojos, indiferente, mientras él se humedece los labios como si tratara de encontrar las palabras en la punta de la lengua. 
"estoy intentando decirte que te mereces algo mejor que estos tíos. tú lo sabes, yo lo sé." la forma en que conduce lo que dice es lenta y cuidadosa, continúa. "te mereces a alguien que realmente te aprecie, que vea todas las cosas increíbles que yo veo en ti. estos tipos que ves claramente no ven a la increíble persona que tienen delante y pierden por completo la oportunidad de conocer a la mejor persona que podrían tener en la vida."
sus ojos se elevan automáticamente al oír lo que dice, y sus pulmones parecen no realizar su acción rutinaria. su labio tiembla nervioso. se le acumulan las lágrimas en la comisura de los ojos, porque tiene que decirse a sí misma que sólo lo dice porque quiere su bien, porque es lo que diría un mejor amigo. y tienes que luchar con todas esas palabras antes de irte a dormir, tragándote todos tus sentimientos.
"sabes, eres amable, increíblemente inteligente, aunque sigas pensando que puedes ganarme jugando al mortal kombat apretando todos los botones a la vez". enzo continúa, suavizando su sermón, haciéndola reír por lo bajo. "eres divertida, talentosa, real. linda."
sin poder resistirte más, vuelves a encontrarte con la mirada del moreno, que te dedica una pequeña sonrisa al notar que te rindes poco a poco.
"por no hablar de tu paciencia, sobre todo cuando decido cocinar y dejar la cocina como un campo de batalla" 
esta vez no puedes contener la sonrisa que se extiende por tu cara, recordando la última vez que enzo había intentado preparar la comida. realmente, una negación para la cocina. 
"como cocinero, eres un gran actor", murmuras, lo que hace que enzo se ría y aproveche el espacio que le estás dejando.
"y cuando tienes esos estallidos creativos, escribiendo o creando tus propias recetas. es fascinante ver tu mente en acción, y siempre me pregunto cómo alguien puede ser tan... única. cómo iluminas allá donde vas, cómo haces que las cosas parezcan mucho más fáciles cuando estás cerca y...".  
enzo parece estar en medio de un gran descubrimiento. se ríe para sí mismo, sacudiendo la cabeza, como si se arrepintiera de haber dicho todo eso y sus cejas se levantan, casi en un gesto de desesperación.
"ya lo tengo", dices, un poco tímida. tus mejillas se calientan y de repente te sientes como una adolescente.
"de todos modos, supongo que lo que intento decir es que eres una persona apasionante". enzo parece ceder, y su cuerpo se ablanda en la silla. "y cualquiera que no vea eso no merece estar contigo".
su respiración sale como si alguien acabara de darle un puñetazo en el estómago. tus manos corren por la mesa, buscando las suyas, que te agarran los dedos con suavidad. no decís nada durante un largo rato, durante el cual vuelve el camarero y os sirve en completo silencio. 
su confesión da a la atmósfera otro tipo de tensión. antes de que pudiera responder, enzo desvió la mirada, como si intentara escapar de la intensidad de la situación.
"¿sabes qué? olvida lo que he dicho. disfrutemos de la cena y olvidemos que he dicho todo eso. ¿qué soy yo? ¿shakespeare? ¿don juan?", bromeó, tratando de aligerar la situación gesticulando exageradamente. él da un sorbo a su coca-cola, disimulando su desesperación.
"enzo", su nombre en los labios sale como una súplica. todo le golpea a la vez. la conciencia de sus sentimientos, la conciencia de los tuyos. menea la cabeza negativamente y te suelta la mano.
"está bien, no tienes que intentar consolarme y decirme que somos amigos, lo sé. lo he aceptado". enzo se precipita, pasándose las manos por el pelo, nervioso.
"enzo", le dices, más firme ahora. "¿por qué no me lo dijiste antes? ¿por qué no me llevaste a una cita antes?".
parece ahogarse en su propia respiración, con las narinas inflamadas y el pecho subiendo y bajando rápidamente. enzo te mira con una mezcla de sorpresa e incredulidad. sus ojos buscan los tuyos, como si tratara de leer tu expresión y comprender si aquellas palabras eran reales. ¿cómo puede alguien conocerte tan bien y no tener ni puta idea?
"porque yo... no sabía cómo. siempre fue más fácil ser tu amigo. quedarme en la comodidad de no arriesgar demasiado. no sentir el rechazo. llevarte a una cita parecía cruzar alguna línea invisible, y tenía miedo de estropearlo todo". 
escondió la cara entre las manos, riéndose para sus adentros. enzo parecía al punto del colapso, asustado. nunca le habías visto así. te levantaste rápidamente, sentándose en la silla junto a él, tocando tranquilamente sus muñecas.
"qué estúpido eres", afirmas, riendo. él te mira con expresión ofendida y confusa. "¿de verdad no te has dado cuenta en todo este tiempo?".
la cara de tu mejor amigo se llena de algo parecido a expectación y espanto. esperando el golpe fatal en cualquier momento.
"espera, quieres decir que... que tú...", empieza a balbucear, pero tú le interrumpes con una sonrisa.
"sí, enzo. yo también" tu confesión hace que su rostro se ilumine y luego se sonroje. ¿de verdad tenía 30 años? porque le estabas haciendo sentir como un niño.
"nunca pensé...", murmura, y tú completas la frase.
"¿que yo pudiera sentir lo mismo? pues ahora ya lo sabes. era obvio". te ríes, acercándote un poco más a él. "¿cómo podría no enamorarme de ti?".
enzo siente tu susurro en los labios, provocándole escalofríos. su cálido aliento se mezcla con el de él, la incertidumbre se cierne entre ellos, un territorio desconocido por atravesar. la mirada de enzo examina su rostro, buscando cualquier rastro de indecisión, pero no lo encuentra, y entonces sus ojos bajan hasta la boca su boca.
"si me dejases mostrarte todo esto antes", susurra él también, mientras una de sus manos, grande y cálida, se posa en su muslo, bajo la fina tela de su vestido, y la otra descansa detrás del respaldo de su silla.
"todavía estás a tiempo" 
y con su confesión, es como si perdiera el control. sus pupilas, más oscuras y dilatadas ahora, son lo último que ve antes de sentir unos labios suaves contra los suyos. se te corta la respiración de golpe y una descarga recorre tu cuerpo, desconectando todo tu sistema nervioso durante milisegundos. te besa con ansia, como si recompensara todas las demás oportunidades que había perdido. la mano detrás de tu hombro se mueve rápidamente hacia tu nuca y se te escapa un jadeo. su boca tiene un gusto dulce, a cola y limón mezclados con su propio sabor.
enzo apenas puede contenerse, el resto del mundo deja de existir cuando tu lengua pasa por sus labios, como pidiendo permiso, y casi pone los ojos en blanco ante la sensación. dios, cómo había soñado con eso. lo había repetido en su mente un millón de veces y luego se había culpado por aquello. se sacudió los pensamientos cuando sintió los dedos de ella recorriendo su cuero cabelludo, mientras su otra mano le acariciaba suavemente la mejilla. como si un tornado de emociones no estuviera sucediendo en su interior en ese momento. todo lo que había pasado hasta entonces hacía que este momento valiera la pena. 
después de casi cinco minutos, el mundo real parece volver, al igual que la necesidad de oxígeno, inútil, en la percepción de enzo. los sonidos de la calle vuelven a resonar en sus oídos, todo vuelve a tener sentido poco a poco. el mundo deja de girar mientras os miráis con amplias y tontas sonrisas en los rostros. se lleva el dedo a la comisura de los labios de enzo, limpiando con cuidado los restos de carmín. le dan ganas de arruinar el resto que queda en sus labios bien delineados.
"entonces, ¿qué hacemos ahora?", preguntas, todavía un poco sin fuerzas, intentando no reírte. la sensación de besar a tu mejor amigo, algo que se te había pasado por la cabeza un millón de veces antes, parecía lejana. de hecho, era algo mucho mejor de lo que podría haber soñado.
"supongo que podríamos empezar con una primera cita", sugiere enzo, fingiendo cierta despreocupación, sacudiendo los hombros. sus dedos se pasean por su cara, apartando algunos hilos de cabello sobre sus ojos. es tan dulce y tranquilo que quieres atesorar sólo ese momento entre todos los demás.
durante el resto de la noche, comes esa pizza fría como si fuera la mejor que has comido en la vida. el resto de la cena se desarrolla con naturalidad, con ligereza, con besos y suspiros, conversaciones y confesiones, como todo lo que necesitabas. como si todo estuviera por fin en su lugar. una alineación milenaria. era tan fácil estar allí, junto a él, sin necesidad de máscaras ni disfraces, estar frente a él era poder verse de adentro hacia afuera. sin ocultar nada, sin ningún deseo de huir. completamente inmersos el uno en el otro. era como soñar medio despierta.
era lo perfecto, simplemente. había incertezas, guardadas para un futuro lejano, era aterrorizante perder esa conexión que tenían. mas tal vez no fue la manera mas correcta, tal vez fue imprevisto y completamente caótico, pero fue la mejor y última primera cita de su vida.
─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─
hola! :)
español no es mi primer idioma (que es el portugués), así que ¡perdónenme los errores!
si quieres, hazme asks para fics con el cast de lsdln <3
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ccsainzleclerc5516 · 2 months
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Taking care of his girls (part 2)
Pairing: Carlos Sainz x reader (y/n)
Warnings: none really..a bit intimate but not much and some spanish from google translate..
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Part 1 here
y/n's pov
The next morning I got up feeling much better because this was the first time in the last 5 days that I slept throughout the whole night. Bea didn't wake up once during the night but slept peacefully between me and Carlos.
She looked so cute with her shaggy morning hair and chubby little cheeks. She was sleeping all the way on Carlos' side almost pushing him off the bed. I love mornings like this when all three of us are in bed together and when we start the day off with cuddling in Carlos' arms. Nothing can compare to that feeling.
I decided to sneak out of bed and let them both sleep so they could rest as I made my way to the kitchen to make myself some coffee and breakfast for all of us.
After taking a sip of coffee from the cup, I took the eggs out of the fridge and cracked them into a bowl. Just as I started mixing them I felt a pair of hands on my waist and a soft kiss on my cheek.
"Buenos dias, mi amor." Carlos says with his raspy morning voice pulling me into his naked chest.
"Morning baby" I turn around to face him giving him a peck on the lips.
"Why are you up so early?"
"I wanted to make you some breakfast as a thank you for taking care of Bea the past two nights and letting me sleep."
"You never need to thank me for that. That's my duty." He says tucking a strand of hair behind my ear. I love how protective he is of Bea and me.
Carlos has been exposed to the media all his life and has long been used to it, but that wasn't the case with me. I've always been a very private person and it was very hard for me to adjust to the pressure of the public when we first started dating. Cameras everywhere, reporters, countless questions, it was all very new to me and it all made me very anxious.
When I started going to the races with him, he always held my hand tightly in his grip, always asking if I was okay, always making sure the press didn't bother me and with all that it was much easier for me to get used to the new world I stepped into with him. Over time I got used to it all, but his protective side never diminished.
"Are you feeling any better?"
"Yes, much better. I'm not at 100% yet, but I will be soon." I assure him not to worry.
"Tal vez necesitas que papi te ayude a llegar ahí?" He asks biting my lower lip and lifting me up making me sit on the kitchen counter. Maybe you need daddy to help you get there?
"That would be nice." I smirk wrapping my arms around his neck.
"Ah, sí?" His hands start making their way up my thighs and his lips move to my neck.
"Mhm" I groan softly enjoying the feeling. Lately we don't have time for each other nor our needs so the feeling of desire for him increases day by day.
"I missed you so much. I couldn't wait to get home to you." Every word he says causes an immense feeling of warmth to spread through my body so I pull him with my legs closer to me roaming his naked back with my hands.
"I need you so bad Carlos.."
"Me tienes amor, soy sólo tuyo. " You have me love, I'm only yours.
Just as he was about to pull down my pyjama shorts, a loud cry is heard coming from our bedroom.
"No.." I squeal pressing my thighs together. Carlos sighs smiling as he leans his forehead against mine for a moment.
"I'll go get her." He lifts my chin with his finger and gives me a kiss before heading to our bedroom to check on Bea. "Ya voy bebe" I'm coming baby
Later that day we got ready and decided to visit Carlos' parents. Although we don't see each other very often due to work and other commitments we do have a great relationship with them. We are very close and they love spending time with their only granddaughter.
"Y quien es ese? Mi único y mayor tesoro!" Carlos' dad said kneeling down, his eyes lit up as Bea shyly ran into his arms. And who is that? My only and biggest treasure!
"Mi cielo. Te recuperaste?" Reyes asks joining the hug. My darling. Did you recover?
"She's better, still coughing a bit but it's all good now." I say.
"And you my dear? You should've told us you were sick, I would've come to help you with her!"
"It's okay, I didn't want you to get sick too. As soon as she saw Carlos she immediately got better." I say making everyone laugh sweetly.
The rest of the day was spent with the boys and Bea playing with Piñon and me helping Reyes with dinner in the kitchen. We chatted about various things, including whether Carlos and I were planning to have more children soon, which totally caught me off guard.
"Well, I don't know, we haven't really talked about it yet. Right now all our attention is focused on Bea because she is a rather demanding child." I chuckle looking over at her bossing Piñon around.
"I'm sure she would love to be a big sister! She would quickly get used to it." Reyes says.
"Oh I don't know, she's quite a lot to handle let me tell you that-"
"Bea va a ser hermana mayor? Vamos a tener otro nieto?" Suddenly Carlos's dad joins the conversation, all excited even though he misunderstood everything. Bea is going to be a big sister? We're going to have another grandchild?
I'm standing there blushing because I don't know what to say to one or the other because people obviously immensely want another grandchild. I start stuttering and smiling awkwardly, searching with my gaze for Carlos. He notices that something is happening, so he soon comes to us with Bea in his arms.
"No no no! Y/n no está embarazada, solo le pregunté si hablaban de tener más hijos!" Reyes starts explaining to him, waving her hands annoyed that he misunderstood everything. No no no. Y/n is not pregnant, I just asked her if they were talking about having more children.
Carlos still has no idea what we're talking about so he just stands there all confused listening carefully, but struggling to understand us.
"Amo a mi nieta más en el mundo, pero quiero al menos un nieto más. No sé a qué estás esperando? Carlos? Qué te detiene?" I love my granddaughter the most in the world, but I want at least one more grandchild. I don't know what you're waiting for? Carlos? What's stopping you?
When Carlos finally connected the dots, he burst out laughing at his father's demands and assumptions that something's stopping him from getting me pregnant again.
"Papá, lo único que me detiene es que Bea no nos deja estar sin ella. Cuando estés listo para cuidarla durante un día entero, tendrás otro nieto." Dad, the only thing stopping me is that Bea won't let us be without her. When you're ready to babysit her for a whole day, you'll have another grandchild.
"Carlos!" I gasp at his words slightly hitting his arm.
"Estoy listo para cuidarla!" Carlos' dad proudly says as everyone laughs and I cover my red face with my hands. I'm ready for babysitting her!
"Everything is fine love, we'll just pick up where we left off this morning." He whispers quietly pulling me into a hug.
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sthavoc · 1 month
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౨ৎ🎞️ 𝐌𝐎𝐕𝐈𝐄 𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇 | ENZO VOGRINCIC
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𖥔 ࣪˖ pairing: enzo x actress!reader
𖥔 ࣪˖ summary: you and Enzo are in the same event, meeting each other for the first time, and of course the paparazzi wanted a few shots with you both. Which later led to conversations between the two of you.
𖥔 ࣪˖ warnings: none
𖥔 ࣪˖ note: he looks rlly good in that pic doesn’t he.. but apart from that I hope u guys enjoy this. this is in spanglish bc I just think the dialogue in spanish fits the guys better. also I’m not rlly good with writing imagines. this would be like my first time I publish one so I’m sorry if it’s ass lol. btw i’m sorry if I get anything wrong i’m not uruguayan or argentinian, but I do speak spanish.
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Enzo couldn’t keep his eyes off of you. It’s not that he had staring problems it’s just that you looked amazing and he just couldn’t believe he was in the same place as you. It was an important event and you both were lucky to find yourselves in the same place.
“Ya dale ve a presentarte boludo.” Juani stood next to Enzo. He had partially slapped Enzo on the back of his head making him snap from his gaze. “¿O te le vas a quedar viendo como loco todo el evento?”
“Callate” Enzo laughs as he glances your way. The cameras flashed on you as you posed and smiled for the pictures. You looked gorgeous.
“No en serio. O te presentas vos o lo hacemos nosotros.” Fran’s voice made both of the boys heads turn his way.
“No me va a pelar.”
“Yo creo que ya lo hizo. Mira.” Juani chuckles racing his brows as he darted at Enzo.
Juani had seen you staring their way with a feeble smile painted on your tinted lips. They all payed attention to how you looked forward to the cameras, giving them all a smile with a wave as you walked the opposite direction.
“No, no. Que viene acá.” Enzo panics. “Que hago.”
“Presentate.” Matias gives him a dull push.
By the time you had reached them, the guys stepped away and began to make their own conversation, leaving Enzo and you alone. Enzo turned around to the guys. He just hoped he wouldn’t mess anything up. After all, it was his first time meeting you.
“Hola mucho gusto, Y/N L/N. Te vi desde lejos y quise venir a saludar y a decirte que vi la Sociedad de la Nieve, y debo decir que me encantó.” You gush with a small smile as you hold your eyes on the man. You extended out your hand for him to shake. Which he did, but he also gave you a small kiss on the cheek. You hoped your lipstick didn’t leave a kiss print.
“Enzo Vogrincic. Muchas gracias. Es un gusto conocer a gran estrella como vos. yo soy un gran fan tuyo y.. te ves muy hermosa.” He was trying so hard not to seem like an idiot right now.
“Ay que lindo. Gracias.” Your lips carved a smile at his praise. You yourself made an effort not to blush. “Tú también te ves guapo.”
“Guys! Look this way!” A paparazzi called for your attention.
“¿Te gustaría tomarte algunas fotos conmigo?” You request motioning towards the cameras.
“Sí , sí. Claro.” He gestures for you to follow first. He somewhat helps you fix your dress as you walk away. As you both find your pose his hand lands on your lower bare back. And of course as the gentleman he is he instantly withdrew his hand. “Perdona.”
you let out a small chuckle telling him it was okay. He partially thought twice but he placed it back in its place when he felt your own hand on his back. Enzo just wanted you to feel comfortable around him. As he didn’t want to weird you out on your first meeting.
“You guys look amazing together!” A paparazzi exclaimed trying to get as many pictures concurrently.
“Hm, creo que les encantamos a los paparazzi” Enzo jokes making you look up at him with a smile. There will absolutely be pictures of that pose.
“Al parecer sí.”
“Vamos, si queres te puedo presentar a los chicos.” Enzo’s hand rested inside the pocket of his dressing pants in a nervous manner.
You of course agreed with a hum, stepping away from the center and walking towards where the rest of the cast was. Enzo tried on guiding you while he motioned the guys with his hands to walk over.
“Chicos, Y/N. Y/N estos son Matias, Juani, Fran, y Agustín.”
“Mucho gusto.” You greet each of the boys. “Buen trabajo que hicieron en la película.”
“Muchas gracias.” They all reply in unison.
“Sos una actriz increíble me veo todas tus películas.” Juani comments making you give him a warm smile, and bringing your hand to your heart.
“Ayy re lindo.”
“Bueno pero y si entramos ya? Cómo que tanto flash me está mareando.” Matias’ eyes shoot a double blink. He also brought his hand to his right temple giving it a small massage.
“Concuerdo.” Enzo nods.
Everyone walked inside the event. First thing that met the group were the LED lights that colored the room and the huge amount of tables that had glasses and champagne on them. Not to forget the decorations. Every single one of you turned your heads to admire the whole room. Enzo who didn’t waist no time hurried himself to pull up a chair for you. That made you release a smile.
“Gracias.”
He himself sat next to you as the boys filled around some of the seats around the table. Juani grabbed the bottle of champagne making a foolish face towards Fran, creating a bit of laughter between the two. Matias and Agustin didn’t last in joining their conversation, and also in taking silly pictures of each other.
“Entonces, Enzo. Cuéntame de ti.” You tried to make a conversation to reduce the quietness between the two.
“Uff.” He raised his brows letting out a chuckle. “Que no se puede saber ya.” He comments making the two of you laugh, you yourself racing a brow tilting your head to the side for a split second. “Pero pues tengo 30 años. Me fascina el teatro. Me encanta tomar fotos, la música”
“Wow. Tenemos cositas en común eh.” He looks at you with a warm smile and a glint in his eyes from the small nudge you gave him. “me encanta la fotografía, también me gusta el teatro y amo la música. Tengo un record player y me encantaría poder ir a una disquera y comprar más discos. Y debo de mencionar que nunca me vas a cachar sin mis audífonos en mis días libres.” A small chuckle escapes from Enzo’s lips at your remark.
“Ese soy yo con la fotografía. Voy a todos lados con mi cámara.” He motions towards his camera, which you hadn’t even noticed. “Si queres podemos ir a una disquera que vi por ahí cuando me estaba paseando.”
“¿Me estás invitando a salir?” A playful smile crept upon your covered lips as you watched how a nervous look arose on his face.
“Bueno.. como amigos obviamente.” He quickly adds.
“Te estoy jodiendo. Claro que podemos ir.” He laughs in relief as he sets his arm on the table staring at the ground. “Sirve de que tomas algunas fotos” You add motioning towards his camera.
“¿Me darías tu número entonces?”
You watched how Enzo took out his phone from his pocket, unlocking it before setting it between the two of you. Your hand reaches for the phone, giving him a small glance with a slight smile. You start to look for the contacts app before you began on typing your number in his phone.
“toma. no me nombres nada malo por favor.” You joke as you watched him create your contact.
“para nada, linda. No quiero que me odies.”
Enzo was starting to come out of his shell, letting out a pet name was somehow a small way of him showing he was getting comfortable around you. He just hoped it didn’t mean too much for you to shut him out. On the contrary though.
You softly giggled and somewhat blushed at the pet name. “odiarte no creo.” His eyes turned their all divided attention to you as he finished his typing and locked his phone again before placing it back into his pocket.
“Pues espero que me podas responder el mensajito.” He murmured as he got closer to you for you to be able to hear him.
“Por supuesto que te contestaré.” You point towards him. “Me encantaría ir a esa disquera y si se puede me puedes tomar algunas fotitos.” He smiles as he receives the silly wink you gave him.
“Claro. Sí. Sería un gusto.” He rests his hand on his chest. “Si queres te enseño algunas que tengo en mi celular.” You nod liking the idea as he takes out his phone again looking for his gallery and the folder where he kept all of his pictures.
“Podes deslizar a la izquierda.” He gives you his phone which already had the first picture set.
“Oh wow.” You were amazed by the simple yet amazing quality pictures he has taken. Some were of cats, buildings, him in black and white. “Son hermosas Enzo. Si no la hubieras echo de actor la hubieras echo de fotógrafo.” You laughed along with him.
“Es algo simple. Es uno de mis hobbies.” He murmurs next to you as he also looked at the pictures.
“Pues eres muy talentoso, de verdad.” You place your hand on his shoulder, your eyes leaving the picture with a light smile as Enzo didn’t tear his eyes off you.
“Y/N! oh my God here you are!” you recognized the voice making you look behind you, and Enzo finally looking somewhere that wasn’t your face.
You found the person the voice belonged to. “Oh, Maddie. Hi.” You chuckled. “I’m sorry I got a little distracted.” You turn to look at Enzo and then the boys.
Maddie’s eyes scanned the whole table as her strawberry tinted lips were opened a jar with a smile. “Hi. Madelyn Cline.” She greeted as everyone waved at her. Her eyes went back to you as she gave you a smile with a knowing look. “It’s okay you can totally stay here. I don’t mind.”
You looked at Maddie then back at the boys and at Enzo. He was quick to speak. “Te podes ir si queres. No hay problema.” He shrugged and the guys filled in into his request.
“Bueno. Disculpen. Pero fue un gusto conocerlos a todos y ojalá podamos un día volvernos a ver.” Each one of the guys got up from their seat and kissed you goodbye as they agreed with you, including Enzo. “Enzo un gusto.” Your hand rested on his arm for support and his on your waist as you leaned in to kiss his cheek.
“Un gusto linda.” He decided to use the pet name again for a last time tonight.
You turned your back on their table leaving with Maddie as a small smile stayed on your lips. You did hope to see all of them again, especially Enzo. There was something about his vibe and talking to him that made you feel at peace. Like you enjoyed his company.
And you honestly couldn’t wait to get his message.
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voglatte · 2 months
Note
holaa, vi que tenés los pedidos abiertoos. podrías escribir algo sobre pipee? porfiiis 🥺
⊹ ┊DRUNK IN LOVE ꒱ .゚
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↷ ˊ- pairing: felipe otaño x f!reader.
warnings: NONE just fluff.
summary: felipe te confiesa que le gustas mientras está borracho.
• dani’s typing… ! idk pero pipe me da vibes de friends to lovers in my opinion (sorry, tengo algo con escribir confesiones).
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tu espalda estaba doliendo por el peso del chico que tenías encima mientras te balanceabas entre tus piernas para seguir de pie.
“dale pipe, ayúdame un poquito boludo” dijiste más bien en un gruñido y él solo murmuró incoherencias.
básicamente lo que había pasado es que habían salido a tomar unos tragos con algunos amigos y la mayoría se había pasado de copas, uno de ellos siendo felipe que ahora se encontraba bajo los efectos de alcohol.
“sos muy linda, además de que hueles muy bien” su cara se encontraba metida en tu cuello aún dejando todo su peso muerto en el tuyo. “¿sabés que me gustas mucho?” tratabas de no prestarle mucha atención a sus palabras.
sentiste algo caliente en tus mejillas y sabias que te habías sonrojado, las palabras que él decía tenían cierto peso para ti.
“dale boludo, necesitas descansar” aclaraste tu garganta que en un momento parecía ser el mismísimo desierto, tus plegarias se hicieron realidad al estar en la puerta de su habitación de hotel. “voy a buscar con tu permiso la tarjeta de la puerta” buscaste en los bolsillos de sus jeans la llave digital que abriría la puerta y la conseguiste con cierta felicidad.
no tenías ni idea de como sobreviviste a tanta cercanía con el castaño y sus comentarios sin sentido (según tu) sobre ti.
con un esfuerzo casi inhumano lograste acomodarlo en la cama que estaba un poco desordenada, mientras quitabas sus zapatos y tapabas su cuerpo con las sábanas rojas que la adornaban.
“quedate…” aún con sus ojos azules cerrados buscó tu mano y sentiste un chispazo que te hizo separarla al momento sin ser brusca. “no me dejes solo” sollozó, más bien haciendo un berrinche de borracho.
“no lo sé” le susurraste.
“anda, prometo no roncar” sonrío como un niño inocente y sus labios formaron un puchero que lo encontrabas sumamente dulce, sus ojos brillosos por el cansancio abiertos para ver fijamente los tuyos.
insistió un poco golpeando el lugar que estaba solo en la gran cama y bostezó cerrando sus ojos pero volviéndolos a abrir al instante esperando tu respuesta.
lo pensaste muy bien, tu cuerpo dolía de manera infernal por haber prácticamente cargado a felipe hasta su habitación, así que no lo tomaste como mala idea.
“va, pero dormite un rato” acariciaste sus mechones cafés y llegaste al otro extremo de la cama para quitar tus zapatillas dejándolas a un lado de la cama junto a toda la joyería que llevabas. tu mirada se dirigió a felipe el cual ahora dormía con una sonrisa plasmada en su cara.
no era un momento incómodo, estabas acostumbrada a dormir con él ya que eran bastante cercanos más que con los otros chicos que también los acompañaban en este viaje. no quisiste pensar mucho sobre los comentarios del ojos claros, cerrando tus ojos y dejándote caer en los brazos de morfeo junto a él.
no te diste cuenta cuando se había hecho de día y escuchaste una leve voz de fondo que te hicieron gemir exhausta, tus ojos aún cerrados por el dolor de cabeza que cargabas.
“dale, levantate que te vine a traer el desayuno flaca” era felipe que traía consigo una bandeja en manos que desprendía un olor exquisito y enseguida tu estómago gruñó.
te levántaste de a poco frotando tus ojos con el dorso de la mano mientras colocaba la bandeja en tus piernas y solo le diste un pequeño “gracias, pipe”.
comieron compartiendo de a ratos todo lo qué pasó ayer pero no querías que se enterara sobre las cosas que había dicho sobre ti así que lo ignoraste, igual no sentías que fuese algo importante.
dejaste la bandeja a un lado cuando terminaste de comer y de un trago bebiste el agua fresca que se encontraba en el vaso.
“sabés que no es mentira ¿no?” comentó de la nada.
“¿de que hablás? no te estoy entendiendo pipe” sus ojos miraban cualquier rincón de la habitación menos a ti, tu corazón se empezó acelerar en el tiempo que permaneció callado.
“todo lo que te dije ayer” susurró. “estaba borracho pero soy bueno recordando las cosas” sentiste como si te hubieses quedado muda totalmente, querías pero no podías sacar algo de tu garganta, ni siquiera algún monosílabo.
“quiero todo con vos desde que te vi” siguió. “éramos compañeros de trabajo y tomé la decisión de que no quería poner las cosas incómodas entre ambos, pero la realidad es que te adoro” su mano llegó a tocar tu mejilla con delicadeza, como si fueses de porcelana. “me gustaría tener algo con vos, no como amigos pero como pareja, dejame enseñarte todo lo que te mereces” estabas consiente de que tu también querías algo.
te inclinaste al cálido toque de felipe en tu mejilla y suspiraste.
“hm… lo tendría que pensar” sonreíste tanto que creías que no se te iba a quitar nunca pero ese era el efecto que él tenía en ti. su entrecejo se hizo más notable y con un rápido movimiento empezó hacerte cosquillas. “¡y-ya!” el paró al instante riendo. “me encantaría poder tener algo con vos” el tono de tu voz salió sincero.
“¿de verdad?” la suya sonó insegura, no lo podía creer.
asentiste y él solo se lanzó contra tu cuerpo sin dejar caer todo su peso mientras su boca entraba en contacto con la tuya, gimió al sentir tu lengua chocando la suya.
“sos de lo más linda, no lo puedo creer” se separó por un segundo pero volvió a tu boca, ahora estaba seguro que no se iba a querer separar de ella. “por cierto, gracias por cuidar de mi” ahora sentiste sus labios chocar con tu frente.
decidieron darse todo de baja, acostados en la cama, sintiendo la comodidad junto al otro y dejándose llevar por el momento, esperando los grandes planes que les preparaba el futuro para ambos.
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by ﹫ VOGLATTE ╱ consiente de que es un fic relativamente corto (muy) pero muchas cosas están por venir pronto .ᐟ
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ricvettel · 2 months
Note
Hola, cómo estás? 🤩 Tengo un request para enzo, una discusión por celos? Que termine con smut 🥵 amo ese conceptoooo
𓏲ּ. is there someone else?
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ᝰ.ᐟ pairing: enzo vogrincic x fem!r ᝰ.ᐟ warnings: smut. dom!enzo. enzito un poco posesivo. age gap (reader tiene maso la edad de juani). sexo sin protección. creampie. ᝰ.ᐟ a/n: espero te guste :)
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enzo no tenía derecho a estar celoso. después de todo, fue él quien sugirió que su relación debería ser privada, y casi totalmente secreta, siendo pocas las personas que sabían de su situación amorosa.
él quería estar con vos, ser tuyo, pero la diferencia de edad entre ustedes y la posible reacción que la gente tendría le preocupaba.
por eso cuando te vió con juani mientras la mano del muchacho reposaba en tu pierna, yendo de arriba a abajo, yendo muy arriba para su gusto, su sangre empezó a hervir, los celos haciéndose evidentes.
la fea sensación de malestar comenzó a manifestarse en su estómago, y no le gustó en absoluto. enzo no se consideraba un hombre celoso, él sabía lo que sentías por él, las reacciones que solo él puede obtener de vos, sin embargo, el hecho de pensar que quizás te sintieras más “en ambiente” con juani por su cercanía en edad era algo que se lo estaba comiendo por dentro.
el peli negro se hundió en sus celos, con los ojos clavados en vos desde el otro lado de la habitación. estaba enfadado, celoso. odiaba ver la mano de su compañero acariciar tu muslo desnudo. quería acercarse y llevarte a un lugar donde pudiera hacerte gritar su nombre una y otra vez para que todos supieran de quién eras, pero sabía que en última instancia eso sólo te confundiría, al final, vos no estabas haciendo nada malo.
así que esperó.
esperó a que te excusaras con juani y te dirigieras a su camerino, caminando en tu misma dirección con solo un pensamiento en mente. recordarte de quién eras.
no te sorprendiste cuando sentiste una mano alrededor de tu muñeca, acercando tu cuerpo a su pecho, el calor te resultó familiar y pronto pudiste sentir los labios de tu novio contra tu cuello.
“que creés que estás haciendo, ángel?” su voz provocó un escalofrío por tu espalda, después de meses, aún seguías sin resistirte a su voz rasposa. su tono mezclado con una ligera irritación, lo cuál no te molestó, ya te hacías una idea del por qué enzo estaba molesto.
“no sé de que me hablas, amor,” dijiste simplemente mientras guiabas a ambos dentro de su pequeño camerino.
enzo no perdió tiempo, empujando tu cuerpo contra la puerta, cerrándola con la acción.
“sí sabes. ¿te gusta cuando te toca caruso, hm? ¿crees que él puede hacerte sentir como yo puedo?" sus dedos apretaron tu cintura, mientras su otra mano se deslizó por tu muslo y se sumergió debajo de falda.
"hm. no lo sé. pero puedo tratar de averiguarlo,” tu tono era suave, burlón, solo querías descarrilarlo un poco. enzo gruñó por lo bajo, pasando su mano por tus ya húmedas bragas.
“podemos jugar sucio si eso es lo que querés, pero ya sabes lo que te puedo hacer, dulzura,” besó el costado de tu cuello, moviendo tus bragas hacia un lado. estabas mojada, lo suficientemente mojada como para enojarlo porque no todo lo había causado él. sus dientes se hundieron en tu cuello suavemente, haciéndote contener un gemido, sus dedos subieron y bajaron por tu resbaladiza coño.
"no me jodas, enzo,” te quejaste, pero fuiste interrumpida por un gemido gracias a tu novio empujando uno de sus gruesos dedos dentro de tu intimidad, él sonrió contra tu piel mientras sentía tu apretado coño apretarse ante la intrusión.
a enzo siempre le ha gustado follarte con sus dedos, ver cómo sus manos podían hacer que su linda novia tuviera las rodillas tan débiles, viviendo por las pequeñas formas en que jadeabas su nombre.
"shh. cállate y se buena para mí,” murmuró. "podés ir y dejar que uno de mis amigos te toque... puede que te guste que lo haga. pero solo yo te puedo tocar así, solo yo puedo hacerte gemir así". dijo lujuriosamente en tu oído.
era innegable que su actitud te encantaba, tus ojos se cerraron mientras lo agarrabas por los hombros para mantener el equilibrio. fue entonces cuando decidió curvar su dedo, golpeando ese punto esponjoso, haciendo que abrieras los ojos y un gemido escapara de tu boca.
la distancia que había del camerino al set era suficiente para que no los descubrieran, pero aún sentías que te ardían las mejillas de vergüenza cuando la idea de alguien sabiendo lo que ocurría adentro pasaba por tu cabeza. temblorosamente enzo movió su mano de tu cintura y empezó a quitarse el cinturón rápidamente, bajando su pantalón y boxer al mismo tiempo, dejando que su duro miembro golpeara tu pierna.
"tenés que quedarte callada, nena. ¿o querés que todos sepan lo puta que sos?, ¿querés que todos en el set sepan que sos mía? ¿que nadie te folla como yo?" dice mientras alinea su duro miembro contra tu agujero.
con una fuerte estocada se introdujo completamente en tu mojado coño, el estiramiento hizo que tus muslos temblaran un poco y que un jadeo saliera de su boca.
sus estocadas fueron fuertes desde el inicio, el sonido de sus húmedos centros golpeando se escuchaban en todo el camerino, y el sonido de la puerta siendo golpeada se escuchaba desde afuera.
sus caderas no se detienen, pero sí reducen el ritmo, eligiendo en cambio follarte profunda y lentamente mientras saborea la forma en que tu cuerpo es empujado contra la pared.
enzo busca tus ojos, notando que están llorosos, pero que una pequeña sonrisa pinta tus suaves labios mientras gimes su nombre en voz baja.
“dios… enzo," gemiste en voz alta cuando hundió totalmente su polla en tu coño con una fuerte estocada.
tu novio gimió ante la sensación de tus paredes teniendo espasmos alrededor de su longitud, tragándolo con tanta avidez. cerró los ojos con un jadeo, encontrando tus labios en un caliente beso mientras sigue moviendo sus caderas con agilidad.
¿cómo no ponerse celoso cuando eres tan perfecta para él?
"me estás tomando tan bien, muñeca,” murmuró, presionando sus húmedos labios en tu mejilla, sonriendo cuando todo lo que obtiene de ti es un gemido entrecortado en respuesta.
"¿te gusta como te follo?" pregunta el peli negro, empujando de nuevo, la humedad de tu coño produce un sonido lascivo, y dejas escapar un gemido de su nombre ante otra estocada profunda, tus bonitos ojos se cierran ante el placer abrumador. “creés que otro podría hacerte gemir como yo lo hago? ¿tocarte como yo lo hago? ¿follarte como solo yo lo hago?”
“n-no,” contestaste mientras te aferrabas a sus hombros, y enzo jadea cuando todo lo que puedes hacer de nuevo es gemir fuertemente su nombre, y está totalmente seguro que si alguien pasa cerca de su camerino sabrá perfectamente lo que están haciendo.
nunca se cansará de oírte jadear por él. acaricia tu mejilla con la nariz y te deja un beso en el puente de la nariz. una acción tan suave para un acto tan sucio.
"mi dulce niña,” exhala. "mi chica perfecta, toda mía. ¿no es así, cariño?"
"sí,” logras murmurar con la voz temblorosa. "toda tuya, en."
enzo se estremece ante tus palabras; por lo destrozada que sonas, su corazón se hincha al saber que él te ha hecho así. que sólo él puede hacerte sentir así.
"bien, cariño, eres toda mía,” se detiene lo suficiente para captar tu pequeña sonrisa, tus ojos llorosos finalmente se concentran mientras lo miras con timidez. enzo presiona un beso rápido en tus labios. “y yo soy completamente tuyo.”
"y yo completamente tuya". logras concluir la oración con claridad, apretando tus paredes en el miembro duro de tu novio, provocando que llene tu interior con su espeso líquido, el sentimiento automáticamente provocando tu orgasmo, mojando las piernas de ambos con el líquido de ambos.
la cabeza de enzo se reposa en tu hombro, mientras deja húmedos besos en tu piel cubierta, murmurando pequeños “te amo” contra tu cuerpo.
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reblog are deeply appreciated!!
último smut de enzo
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americangroupie · 2 months
Text
♱ flesh for fantasy ♱
enzo vongrincic x reader
tw: +18, el uruguayo recibe
a/n: voy a ir mezclando varias de sus sugerencias en las fics mas largas, e iré haciendo unas más específicas pero cortitas <3 tengo un montonaaazo así que ruego paciencia, pero les voy a dar en el gusto lo prometo
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a pesar de estar acostumbrada a tener el departamento vacío, habían días donde el silencio se hacía mas presente que nunca. no era culpa de él, por supuesto, pero era la culpa de la falta de su presencia al ser tan dedicado y apasionado por su vocación.
el día había concurrido con tanta lentitud que sentías poder contar los segundos al pasar al frente tuya, hacías miles de tareas domesticas para mantenerte ocupada en un híbrido domingo que deseabas hubiera sido tanto tuyo como de ambos. pero nada te ponía mas contenta que verlo llegar a la casa con nuevas anécdotas, nuevas amistades y nuevas experiencias que comenzaba a expulsar con rapidez de sus labios sin siquiera haber abierto la puerta del departamento por completo.
hoy no fue un día de esos.
“hola mi amor.” lo saludaste con dulzura desde el sillón al mirarlo cerrar la puerta detrás suya. su semblante era distinto, sus cejas estaban fruncidas y los sus manos estaban enroscadas en puños. tardó un par de segundos en contestarte, y ladeaste la cabeza.
“hola, amor.” dijo con un tono monótono, distinto a como solía saludarte usualmente al haber estado todo el día sin verse.
“¿cómo estuvo el día?”
“bien. ¿y el tuyo?”
“bien, gordo, gracias.”
“me alegro.”
“ahora si te pregunto de nuevo, ¿me respondes con sinceridad?”
enzo te dirigió la mirada por primera vez desde que entró al departamento, y te dedicó con una sonrisa ladeada y forzada. “¿tanto se me nota?”
“mm..” fingiste pensar. “puede ser que un poquito mucho.”
rió mientras pasaba las manos por su pelo. “no es nada importante, en realidad. el nuevo jefe de producción me tiene las bolas llenas. no entiendo por qué te ponés a trabajar en la producción de una película si no estás ni ahí con el cine.” pausó, suspirando y quitándose el buzo que llevaba. “pero no me quiero desquitar con vos, amor. no es culpa tuya.”
te acomodaste en el sillón al seguirlo con tu mirada mientras se sentaba al lado tuyo. “si te queres desquitar hazlo, mi amor, para eso estoy.” acercaste tu cuerpo mas a él, tomando su mano y jugueteando con sus dedos. “te quiero ayudar, podemos hacer lo que vos quieras.”
“ya se me va a pasar bonita, no es necesario que hagas nada. con que te quedés acá conmigo estoy bien.” estiró sus dedos dentro del agarre de tu mano al hablar, devolviéndote el inocente jugueteo.
“pero quiero que estés más que bien, enzo.” respondiste suavemente, llevando tu mano libre hacia su pelo y acariciándolo con lentitud. enzo no demoró en responder con su cuerpo, cerrando sus ojos y tirando la cabeza hacia atrás levemente, suspirando al dejarse derretir al ritmo de tus caricias. “dejame ayudarte.” hablaste bajito al acercarte a su cuello, despositando dulces y cortos besos sin cesar el movimiento de tu mano en su pelo.
enzo gimió en respuesta. “lo que vos quieras, princesa. todo tuyo.”
“¿todo mío?” sonreíste pícaramente, subiendo tus besos hasta su mejilla, y te acercaste a su oreja. “¿eres todo mío?”
sonrió con los ojos cerrados. “sí, mi amor. entero.” reíste contra su mejilla, dandole piquitos por toda su cara mientras subías tu cuerpo encima del suyo, sentándote en su regazo.
“decime de nuevo.” dijiste con una sonrisa pintada en tus labios.
te respondió de la misma forma. “sos tan caprichosa.” frunciste el ceño, colocando tus ojos en blanco. a raíz de tu acción, enzo subió una de sus manos a tu mejilla para así acariciarla, mirándote con una sonrisa y luego bajando su mirada hacia tus labios. “mi nenita caprichosa.”
te inclinaste hacia el para amoldar sus labios en un beso, ladeando tu cabeza de inmediato al sentir su mano bajar desde tu mejilla a tu cintura, reposándola sin aplicar fuerza. moviste ambas manos a su cuello, alternándolas de lugar entre sus mejillas cada cierto tiempo para acercarlo más a ti al querer profundizar aun más el beso.
pocos segundos después abriste paso a tu lengua en la cavidad bucal contraria, dejando esta chocar contra la suya fusionándose entre sí en un tortuoso ímpetu. podías saborear el gusto mentolado de sus labios en tu propia boca, escuchando únicamente los jadeos de enzo que se mezclaban con los tuyos, sintiendo como su respiración se aceleraba a medida que pasaban los segundos.
te separaste lentamente de sus labios, quedando un hilo de saliva entre ambos mientras respirabas agitadamente sintiendo las caricias en tu cintura. juntaste tus labios con los suyos una ultima vez para luego dejar un camino húmedo de besos hasta su cuello, mordiendo levemente algunas areas. “déjame hacerte sentir bien, en. te quiero quitar todo el estrés”
escuchaste una risa en medio de sus jadeos. “adelante, mi vida. te dije que podés hacer lo que quieras conmigo. soy todo tuyo.”
te incorporaste encima suya, jugueteando con el borde de su remera mientras le sonreías pícaramente. “como querés que no sea caprichosa si me das siempre en el gusto, amor.”
“es imposible no darte en el gusto. sos muy bonita” dijo luego de que le quitaras la remera, tirándola sin mirar dónde caía.
comenzaste a bajar tus besos a través de su cuerpo, sin dejar un hueco que tus labios no hayan tocado mientras te acomodabas entre sus piernas. al subir la mirada te encontraste con tu novio mirándote expectante, con el pelo desordenado y los labios ligeramente rojos. el solo ver como te miraba con lujuria te hizo estremecer, comenzando a bajar sus pantalones con lentitud sin romper el contacto visual.
su ropa interior era gris, dejando ver su líquido preseminal a través de esta y marcando su bulto aún más de lo que normalmente sería. depositaste breves besos encima de este, sintiendo como su cuerpo se estremecía bajo tu tacto y mirando lo rápido que se desesperaba al tenerte así.
“dale nena. no me hagas rogar.” dijo acomodando el pelo de tu cara, agarrándolo en una colita con su mano. “dejáme sentirte bien.”
asentiste con la cabeza; sin ánimos de molestarlo al querer desviar su mente de el estrés que sentía en el momento. aunque la manera en la que te miraba te hacía pensar que su mente estaba lejos de pensar en cualquier cosa que no fuera la vista que tenía en frente suyo.
al bajar por completo su ropa interior afirmaste su miembro desde la base para trazar una línea recta con tu lengua lentamente, hasta llegar a la enrojecida cabeza. lo escuchaste gruñir en respuesta a tu acción, tirando la cabeza por completo hacia atrás mientras se mordía los labios.
jugaste con la cabeza del miembro en tu boca, torciendo tu lengua al rededor de esta mientras mirabas como enzo reaccionaba a cada caricia que le hacías y escuchabas con atención cada jadeo y quejido que salía de sus labios.
lo masturbabas con movimientos lentos, dejándolo mirar detenidamente como tu lengua recorría toda la longitud de su miembro mientras lo acariciabas con suavidad, quejándote levemente al tenerlo en la boca al mirarlo derritiéndose del placer.
“tocáte, bebé.” gimió al mirar como no te podías quedar quieta. “ahógate mientras te frotás.” asentiste con rapidez, bajando tu mano por entremedio de tus piernas y gimiendo instantáneamente sobre su miembro. “estás mojadita, mi amor?” volviste a asentir, dejando que tus dedos se empaparan de tus líquidos.
acorde pasaban los segundos enzo comenzó a tomar control de tus movimientos, moviendo tu cabeza de arriba a abajo mientras lo mirabas a los ojos, sintiendo como el agarre de tu pelo se volvía más y más fuerte y su respiración se agitaba aún más.
te separaste unos segundos para escupirle a la punta, rodando tu lengua por encima de esta seguidamente con rapidez mientras tu mano se movía ágilmente por el tronco de su miembro. “así, así, por favor chiquita no pares.” gimió al sentir como chupabas la cabeza y tu mano aumentaba la velocidad, apoyando su cabeza en el sillón y alzando su cuerpo, indicándote que estaba por correrse en tu boca.
acompañado de gruñidos y gemidos, sentiste tu boca llenarse del tibio líquido mientras tu feminidad se apretaba alrededor de tus dedos al mirarlo así, completamente entregado a vos.
“abrí.” dijo enzo tomándote del mentón. “mostráme la boquita.” sacaste la lengua por un par de segundos, dejándole ver que ya no quedaba nada más en tu boca. “muy bien, mi amor.” habló en un tono burlesco mientras acariciaba tu mentón, mirándote con ojos enamorados. “te ves tan bonita así; sin aliento, despeinada, tus labios hinchados, con los cachetes pintados de rojo..” se mordió los labios al finalizar su oración. “sos perfecta.”
te sonrojaste aún más con sus palabras, incorporándote encima de el para esconder tu cabeza en el hueco de su hombro. “¿te sentis mejor ahora, amor?”
“imposible estar estresado así, princesa.” dijo acariciando tu pelo luego de dedicarte una pequeña risa. “pero podría sentirme aún mejor si tenés más ideas.”
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jaquemuses · 1 month
Note
hola reina te puedo pedir uno de matias recalt en donde haya consumo de marihuana?? si no queres esta todo bien pero me haria ilusion, me encantan tus escritos
‐🪽
HOLA HERMOSA !! Perdón por haber tardado tanto pero aca esta!! Gracias por la request, me super insipiraste jajsj.
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ slow down
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synopsis: Matias pasa a buscarte para ir a fumar en pos de celebrar buenas noticias, sin embargo no es lo unico por lo que va a terminar celebrando.
pairings: Matias Recalt x reader
content: SMUT! car sex, uso de drogas, marihuana, alcohol,breeding, fingering, blowjob, sobre estimulacion, dirty talk
word count: 7,2k jeje
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i.
Esto ya se habia convertido una costumbre; donde Matías te pasaba a buscar a horas intempestivas para ir hasta la reserva natural de la costanera en su auto, siempre estacionando donde la vista es mejor para pasar un par de horas ahí y compartir un porro mientras esperan para ver el amanecer. No suena como un gran plan, pero son las noches que más esperas. Y esta es una de esas noches.
Estabas en la cama, el ventilador girando arriba tuyo intentando apaciguar las grandes oleadas de calor del mes de enero. El verano en la ciudad de buenos aires era el infierno en tierra. Te estabas revolviendo en la cama contra las sábanas delgadas que causaban mas calor del que creias posible que podia existir luchando contra el insomnio veraniego en donde los dias siempre terminaban en noches calurosas y pegajosas; las peores en tu opinion.
Podias sentir la ligera capa de sudor cubriendote, haciéndote sentir sucia, el ventilador haciendo poco para aliviar la pesadez del clima. -miraste el reloj despertador junto a tu cama por lo que se sentia como la centésima vez, y viste cómo pasaba de la 1:43 a la 1:44. Gracias a Dios es viernes; no estás de humor para levantarte en las próximas 4 horas y prepararte para ir a trabajar con una o dos horas de sueño. Tu horario de sueño ya estaba completamente desordenado y planeabas aprovechar ese fin de semana para intentar arreglarlo. Es justo ahí cuando escuchaste el "ping" de tu teléfono, iluminando el pequeño rincón de tu habitación con el mensaje de texto de Matías.
Holis consegui el papel, ¿venis a celebrar?
Te tapaste la boca con una sonrisa antes de abrir el chat.
Obviamente él sabia que estabas despierta, despues de todo era el quien se ocupo de arruinar tu horario de sueño llevándote a estas escapaditas a altas horas de la noche.
Sin embargo agradeciste internamente la invitación de Matías, hubieras estado dispuesta a inventar cualquier excusa para salir de tu calurosa casa. Tu respuesta fue rápida, y esperabas que no pareciera demasiado desesperada.
"obvio que si, ¿me pasas a buscar?"
Matias tardo un poco más en responder; probablemente estaba preparando sus cosas, llenando sus bolsillos de papelillos y de marihuana. No te sorprendería si se olvidara de traer un encendedor. Podrías contar con los dedos de las manos todas las veces que Matías te había invitado a fumar y se había olvidado de llevar uno. La última vez que se habian juntado, su encendedor se rompió y no habia traido uno de repuesto. Por lo que creiste conveniente recordárselo, porque seguramente ya habia fumado y su memoria no era la mejor cuando estaba drogado.
"Mati"
"acordate de llevar dos encendedores"
"que no nos vaya a pasar lo de la otra vez !!"
"(que no TE vaya a pasar)"
Y no pudiste evitar sentir una pequeña emoción cuando viste el texto debajo de su foto de perfil que te indicaba que estaba escribiendo.
"Jajsjsa, andate a cagar"
"te aviso cuando esté abajo."
Sonreíste ante su respuesta. Estabas segura de que se habia olvidado por completo.
Sin mas preambulos te levantaste de la cama, caminaste hacia el espejo que estaba colgado atras de tu puerta y te observaste. Las ojeras alrededor de tus ojos, y tu pelo desordenado definitivamente delataban tu lucha por conciliar el sueño. Tras ver eso corriste a darte una ducha rápida para refrescarte y al menos estar presentable antes de que él llegara. Te pusiste una musculosa blanca y un par de shorts que ni siquiera recordabas haber comprado. Todavía hacía calor afuera, así que no llevaste una campera ya que estos encuentros generalmente solian durar un par de horas y era cuando comenzaba a refrescar, pero no lo suficiente como para llevar un abrigo, ¿verdad? El auto de Matías llegó antes de que pudieras decidirte.
El claxon te hizo correr escaleras abajo, casi tropezandote al bajar. No pudiste evitar sentirte emocionada, podias sentir que había una gran y estúpida sonrisa en tu rostro. Aun así, no encontraste razones para borrarla, estaban por verse para salir a festejar que matias habia conseguido el papel, era razon suficiente para estar sonriendl. Justo antes de abrir la puerta, te revisaste una vez más: llaves, billetera, teléfono y encendedor. Por las dudas.
Con tus zapatos apenas puestos, cerraste la puerta atras tuyo y corriste por el patio delantero. El aire nocturno se sintió maravilloso y lo recibiste mientras golpeaba tu pelo todavia mojado. Lo sentiste refrescandote y de repente estuviste contenta de haber decidido no traer un abrigo, despues de tantos días de calor este aire fresco se sentia fenomenal.
Pudiste ver el perfil de Matías a través de la ventana del pasajero y casi jadeaste. Su cabello estaba tirado descuidadamente hacia atrás, algunos mechones sueltos enmarcando ligeramente su cara. La luz de los faroles hacian un buen trabajo iluminando su mandíbula, y te preguntaste si realmente era el aire frío lo que causaba los escalofríos.
Esperabas que el color rojo en tus mejillas desapareciera antes de subirte al auto, querias ahorrarte las burlas de parte de tu amigo.
"Hola" dijiste alargando la "a" al entrar al auto, tu sonrisa de oreja a oreja mientras te acomodabas en el asiento para depositar un suave beso en la mejilla del castaño.
Él se inclinó hacia adelante y agarró el abrigo que estaba sobre el asiento del pasajero, tirandolo hacia atrás antes de que subieras. "Hola nena!!" te dijo con una sonrisa ladeada "mira que día festivo te clave ehh." Su habla salió un poco arrastrada; si no te habías dado cuenta ya por el olor en el auto, te dabas cuenta por su voz que ya estaba drogado, o al menos contentito. Te preguntabas qué pensarían tus padres si te hubieran visto ahi, en el auto del porrero de la facu yendo a fumar y a beber alcohol barato. Pero si no se enteran no les va a molestar.
"No es un día festivo, Matías. Deja de buscar excusas para fumar." dijiste riendote "Quiero que me cuentes TODO, como te llamaron que te dijeron que tenes que hacer." empezaste a hablar mientras te abrochabas el cinturon.
Conocías a Matías desde hacia ya bastante tiempo. Estuvieron en la misma secundaria sin embargo sus interacciones no comenzaron hasta que empezaron la universidad. Él se te acercó cuando mientras estudiabas para un examen. No era algo tan importante, pero siempre te estresabas y te ponias frenética dos semanas antes de cualquier examen. Matías no era tonto y habia notado eso, porque te ofrecio algunos consejos para tranquilizarte, por así decirlo.
Una cosa llevó a la otra, y de repente estabas en su habitación, con un bong en una mano y un encendedor en la otra. Empezaste a visitarlo más y más, quedándote por períodos cada vez más largos, hasta el punto en que habian dias que te quedabas a dormir, no siempre consumias porque tampoco te encantaba fumar, pero si disfrutabas de su presencia.
Cabe aclarar, desaprobaste el examen.
"Bueno che pero me estoy portando bien! Ahora decidí que solo voy a fumar en días festivos". Qué mentiroso. Hubieras apostado todo tu sueldo a que esa regla no le iba a durar mucho.
"Matías, si solo fumaras en días festivos, eso significaria que todos los dias de tu vida son festivos". Se metió entre los dos y subió el volumen de la música, chase atlantic sonaba dentro del auto.
"Y bueno, hay que festejar que estamos vivos" Se rió a tu lado, quitando una mano del volante para pasarte una cajita, empujándola contra tu hombro.
"Deja de reclamarme y abrí tu regalo".
Con una mirada confundida en tu rostro, la tomaste. Era larga pero pequeña, y estaba envuelta en una cinta que él había atado en un pequeño moño en la parte superior.
"¿Qué es esto?" Él estaba sonriendo como un nene chiquito.
"Si te fuera a decir entonces no lo hubiera envuelto, tarada", te dijo con un tono burlesco, y una amplia sonrisa en su rostro, "Dale, abrilo"
Y así desataste el pequeño lazo, la cinta se deslizó fácilmente de la caja. Levantaste la tapa y adentro había un porro enrollado de manera desordenada reposando sobre un pequeño almohadoncito de terciopelo. Rodaste los ojos.
"¿Posta envolviste un porro en papel de regalo?" dijiste burlandote.
Matias te miró, los ojos alternando entre tu rostro y la caja. "Ves que sos una forra, ni un gracias me decis..." dijo fingiendo estar ofendido. "Si sos tan desagradecida me lo quedo yo." Intentó agarrar el porro de tus manos, pero fuiste más rápida.
"Menos mal que no te dedicas a robar porque te cagas de hambre, no me podes ni sacar un porro de la mano." El castaño fingió estar herido antes de volver su atención a la carretera.
"Es culpa de la marihuana, hace que mis reacciones sean mas lentas."
"No me digas eso cuando estás manejando el auto, boludo", exclamaste.
"Ay nena. Vos sabes que manejé mucho mas drogado y nunca choqué."
Eso era mentira. ¿Se olvidó que estabas en el auto con él cuando chocó contra el auto de adelante? Tu mama no habia estado muy contenta cuando se entero, pero eras grande ahora; y no podía prohibirte verlo.
"Matias yo estaba con vos esa vez que chocaste contra el auto de un tipo que después te quería cagar a trompadas ¿O te olvidaste de eso?" Le recordaste.
"Bueno pero eso no cuenta. El flaco estaba frenando de golpe, se la buscó. Tuvo suerte de que yo no estaba con ganas de pelear."
"¿No estabas con ganas de pelear? Más bien estabas cagado." Te burlabas de Matías todo el tiempo por eso, pero para ser honesta siempre te sentías segura cuando él manejaba.
Bueno, sí, manejaba cuando estaba fumado, pero había fumado tanto a lo largo de su vida que parecía 100 veces más capaz que cuando estaba sobrio. Confiabas en él con tu vida, para la desgracia de tus papás.
"Y si boluda, ¿vos te acordas del tipo ese? ¡Era alto y estaba armado como si fuera un patovica! Nunca empiezo una pelea que sé que voy a perder. Soy más inteligente, no más fuerte, así sobreviví hasta ahora." Te reías, una sonrisa se te dibujaba en los labios cada vez que lo escuchabas hablar "Bueno, segui así y mira a la ruta cuando manejas."
ii.
Medio porro, tres birras cada uno y media hora de viaje en auto después, llegaron a la costanera. Eran poco más de las 3 am y el horizonte tenía un ligero tinte azul claro, una señal de que el sol pronto traería un nuevo día.
El aire era refrescante y llenaba tus pulmones mientras comenzabas a sentir como todos tus musculos empezaban a relajarse producto de la marihuana haciendo efecto en tu sistema nervioso. El calor parecía haberse ido y ahora el frío se instalaba en tus huesos haciéndote pensar en subir la ventana y en por qué no te habias traido ese abrigo. Matías debió haber notado cómo temblabas porque subió la ventanilla desde los controles en su lado.
"Gracias. ¿Estás pendiente de mí?" dijiste mirandolo a los ojos con una suave sonrisa.
"Siempre". Era verdad, siempre lo estaba.
Debía ser tarde, porque desde la última vez que escucharon al locutor en la radio habian pasado al menos cinco canciones. Ahora los débiles sonidos de clásicos de los 90 se filtraban por los parlantes uno tras otro. Un ruido de fondo perfecto para fumar a esas horas de la noche. Apoyaste tu cabeza contra el asiento y cerraste los ojos disfrutando la sensación de tus músculos volviéndose ligeros.
"Ya son casi las 4:20, ¿cómo vamos a celebrar?"
Matías preguntó sobre el sonido de la radio.
"No sé, ¿como siempre? Fumamos, tomamos, hablamos boludeces y despues vamos a comprar una happy meal." Giraste la cabeza hacia él. "¿Qué podría ser mejor que eso?"
Cogerte en el asiento trasero de su auto mientras fumaban un porro. Eso definitivamente superaría cualquier happy meal de McDonald's. Pensó, pero no lo dijo.
"Me parece perfecto." Dijo Matías aunque preferiria tenerte a su merced en el asiento de atras.
Te pasó el porro que había fumado hasta la mitad y observó como te lamiste los labios antes de deslizarlo entre ellos y tomar una profunda bocanada.
Matías siempre pensó que lucías mejor cuando estabas drogada. La hierba parecía hacer brillar tu piel, creando un cierto aspecto rosado en tus mejillas. Tus ojos siempre lucían más brillantes también, húmedos y un poco vidriosos. Se imaginaba que así era exactamente como te veías cuando estabas caliente, y no estaba equivocado.
Desde que empezaste a fumar, te habias dado cuenta que te ponía un poco más cachonda de lo habitual. No sabías qué te pasaba; era como si encendiera un interruptor adentro tuyo y tus sentidos se agudizaban. Te volvías un poco necesitada y un poco cariñosa, y definitivamente te mojabas mas que cuando estabas sobria. Y cuando estás con Matías fumando? Dios... Apenas dos porros y todo lo que ese hombre tenía que hacer era mirarte para ponerte como una perra en celo.
Tenías la sensación de que Matías sentia lo mismo, pero en todo este tiempo que habias estado haciendo esto con él, nunca habia dado el primer paso. Empezabas a pensar que tal vez no sentia lo mismo, ¿o estaba esperando a que seas vos la que daba el primer paso?
Bueno, apenas habías fumado medio porro y tomado tres cervezas. Pero capaz que otro porro y medio y dos cervezas más te iban a dar la valentia para encararlo.
iii.
El tiempo parecía volar. Matías te estaba contando una historia sobre una chica a la que le vendía marihuana en la universidad y cómo ella se ofreció a hacerle una mamada para pagarsela. Él le dijo que no era por ser desagradecido, pero que necesitaba el dinero. Una mamada hubiera sido genial y todo, explicó el castaño, pero no era lo que estaba buscando. En algún momento entre mencionar una mamada y algo sobre ser abofeteado por la chica mencionada anteriormente, dejaste de prestar atención. La cerveza y el porro ya te habian afectado, pero se mezclaban con algo más peligroso. No podías evitar que tus ojos se desviaran hacia sus labios, viéndolos formar palabras a las que no estabas prestando atención y preguntándote qué tan suaves se sentirían entre los tuyos. Luego tu mirada comenzó a bajar y ahora recién te diste cuenta de que estaba usando pantalones de jogging grises; por lo que podias ver contorno de su pene desde tu posición en el auto, haciendo que tus pensamientos se aceleraran.
"¿Me estas escuchando?" dijo matias cuando se dio cuenta que habias dejado de prestar atención.
No sabías por qué lo decías, pero no hubo forma de evitar que la pregunta saliera de tus labios.
"¿Te puedo chupar la pija?" Solo te diste cuenta de lo que habías dicho cuando volviste a mirar a Matías. Sus ojos estaban abiertos de par en par y parecía confundido.
Mierda.
Él simplemente se quedó allí, con la boca ligeramente abierta mientras procesaba lo que acababas de decirle. ¿Te había escuchado bien? No, seguro habia sido el efecto de la hierba jugandole una mala pasada. Aun así, tenía esperanzas y continuó, "¿Qué?"
Mierda, realmente acababas de decir eso. Pensaste en formas de recuperarte de esto, pero no había forma de que tu cerebro pudiera inventar algo que tuviera sentido. No habia vuelta atras, asi que continuaste, "La oferta no va a durar mucho más." Un nudo comenzó a formarse en tu garganta y tu boca se secó.
Matías empujó su asiento hacia atrás y dejó que sus ojos ligeramente enrojecidos te miraran fijamente, pasando su lengua por su labio inferior mientras su mirada recorría tu cuerpo antes de posarse en tus ojos. Pensabas que no se habia dado cuenta de cómo tus muslos se tensaron cuando el borde de su camiseta se levanto un poco con el movimiento, pero sí lo habia notado, y estaba disfrutando de la forma en que estabas retorciéndote a su lado. Se preguntaba si ya estabas mojada y si esa humedad estaba comenzando a manchar todo el asiento abajo tuyo.
Se preguntaba cuánto tiempo habías querido hacerle esa pregunta. ¿Fue desde que estacionó en la costanera, o mientras estaban en camino? Tal vez incluso antes de eso. ¿Podría haber comenzado cuando te envió un mensaje de texto? ¿O quizás habias tenido este sentimiento durante mucho tiempo, desde cuando solían pasar tiempo juntos en su habitación compartiendo un porro y jugando juegos de mesa? Tal vez, solo tal vez...
Mientras Matías pensaba, definitivamente disfrutaba de verte entrar en pánico. Se aseguró de que estuvieras mirando cuando llevó el porro a sus labios, humedeciéndolos antes de tomar una calada. Respiró profundamente, dejando que el humo llenara sus pulmones. Pudiste ver el extremo del porro brillar, ardiendo en un ámbar profundo.
Cuando Matías exhaló, estuvo velado por el humo; parecía un poco intimidante, sus ojos nunca se apartaron de los tuyos, y podías darte cuenta que estaba pensando en decir algo.
"Dale."
¿Dale? ¿Eso era todo lo que iba a decir? ¿No iba a cuestionarlo? Bueno. Ambos podían jugar ese juego.
Sin apartar la mirada de él, tus dedos fríos se deslizaron por el borde de su pantalón, él respiro entre dientes por el contacto repentino. Fue entonces cuando te diste cuenta de que no llevaba ropa interior, obvio que no, era Matías. Sacaste su miembro de sus pantalones viendo como ya estaba erecto, retorciendose ante tu fresco contacto. Casi jadeaste al verlo y tus muslos se tensaron. Sentiste como una vena prominente a lo largo de la parte inferior se hinchaba bajo tus dedos.
Delicadamente envolviste tus dedos alrededor de su eje y lo llevaste hacia tu boca, tu lengua rozando su punta y dejando que tu cálido aliento lo acaricie. Matías sabia que lo estabas provocando e hizo todo lo posible para no levantar la pelvis y follarte la boca, manteniendo sus ojos en los tuyos. No te iba a dejar ganar.
Sentiste cómo tu compostura comenzaba a flaquear cuando viste la punta goteante de Matías, y no pudiste evitar lamerla con lentitud. Él inhaló una bocanada entre dientes cuando sintio tu lengua, y cuando levantaste la vista, te encontraste con su mirada fija, incitándote con sus ojos.
Cuando saboreaste a Matías en tu lengua, no pudiste evitar succionarlo ligeramente hacia tu boca. Tenia un sabor un poco dulce, sin duda por la hierba que corria por sus venas. Cediste ante su miembro bastante fácilmente, ansiosa por sentir su pene llenando tu garganta. Tu boca se hundio en él lentamente mientras ahuecabas tus mejillas. Pudiste sentir como la saliva se acumulaba en tu boca y cubria su pene dandole un leve brillo. Matias gimió ante la sensacion e inclinó la cabeza hacia atrás, sus manos se hicieron puños a los costados del asiento. Sus gemidos y jadeos fueron los que te incentivaron a moverte y antes de que pudieras darte cuenta estabas subiendo y bajando tu cabeza con un buen ritmo.
Su pene era fino y largo, su punta golpeaba el fondo de tu garganta, cosa que hizo que tuvieras que separarte para retomar el aliento viendo como un jilo de saliva unia tus labios con su bombeante pene. Sus dedos se entrelazaron rapidamente al rededor de tu pelo, guiando tu boca de regreso a su pene.
"Dios nena, no me dejes asi, seguí por favor."
Sentiste tus rodillas temblar ante sus palabras y sin mas dilacion lo tomaste de nuevo dentro de tu boca.
Gemidos salian de tu boca y matias no podia creer que todo esto estuviera pasando, no entraba en su cabeza como podia tenerte wntre sus piernas chupandole la pija en su auto, por un momento pensó que estaba soñando. Sus caderas comenzaron a moverse hacia arriba, penetrando tu boca y haciendote tener algunas arcadas que no detuvieron tu labor. Sus dedos apretaban cada vez mas fuerte tu cabello hasta que en un momento, decidio tirar de ellos apartandote de su pene.
"Ah, mierda- si no te sacaba me iba a correr." dijo jadeando
Tratasgw de recuperar el aliento, ya sabias que posiblemente estabas hecha un desastre, sentias tu cabello pegado en tu rostro cubierto de saliva, la piel enrojecida y las lágrimas en tus pestañas. Pero él todavía te miraba como si estuvieras hecha de polvo de hadas.
"Vení para aca." musitó
Antes de que tu cerebro tenga tiempo de enviar ordenes a tu cuerpo, Matías se inclinó hacia adelante atrayendote hacia él, sus brazos rodeando tu pequeña espalda mientras te acercaba imposiblemente mas a su cuerpo, pecho contra pecho. Su boca se poso sobre la tuya inmediatamente, su lengua pasando por tus labios y metiéndose en tu boca. Podias sentir la tensión de su mandíbula contra la tuya y sus palpitaciones apresuradas contra tus manos sobre su pecho.
El momento era embriagador; podias saborear el dulce sabor de Matías en tu boca y su miembro presionando contra tu intimidad dejandote deseando mas. Simplemente no era suficiente.
Casi como si él hubiera leido tu mente, sentiste el leve roce de los dedos de Matías mientras jugando con el borde de tu musculosa. Sus dedos siempre habian sido fríos y gemiste ante la repentina sensación, gimiendo en su boca mientras sus dedos se deslizaban debajo de la tela, recorriendo la piel cálida de tu torso. Su toque provocó un escalofrío que provoco que tu piel se erizara.
Mierda, te sentías como una colegiala a punto de tener su primera vez. Ya lo habías hecho antes, pero nunca con Matías. Las mariposas revoloteaban en tu estómago por la forma en que te tocaba, y había algo en la forma en que te hablaba que te llenaba de nervios.
Sus dedos acariciando la suave carne de tus pechos te sacaron de tus pensamientos. Sentiste que la respiración de Matías se detenía, y ahí fue cuando recordaste que no estabas usando sostén. Abajo tuyo, tu amigo se rió para sí mismo por su pequeño descubrimiento. Sus pulgares pasaron sobre tus pezones endurecidos y, mierda, ¿habías estado sin sostén todo este tiempo? ¿Sentada junto a él, con los pechos desnudos rozando la tela de tu remera? Matias no pudo evitar preguntarse si tu coño estaba igual de desnudo y su corazón se aceleró ante la idea. Su sistema lleno de sustancias simplemente no podía con ello, y empezó a moverse hacia vos para averiguarlo.
"¿Sin sostén?" Matías susurró contra tu cuello, pudiste sentir el roce de sus labios contra tu piel, una sonrisa traviesa se extendio por su rostro. "¿Lo hiciste a propósito?"
Matías se rió contra tu cuello cuando tus muslos se contrajeron alrededor de él ante sus palabras. Por supuesto que era para él. Todo lo que hacías lo era.
Observaste cómo sus ojos, enrojecidos y vidriosos, caían sobre tus manos mientras tus dedos recorrian su piel hundiéndose ligeramente en esta y definitivamente notó tus escalofríos cuando tus manos encontraron su abdomen duro y, si ya de por si su ego no era lo suficientemente grande, definitivamente lo era ahora. ¿Lo habías deseado tanto como él te había deseado?
Fue entonces cuando Matías te miró, llevando el porro a sus labios resecos y tomando una larga calada, sosteniéndo el humo en su boca mientras se expandia en su garganta y pulmones. Desearías poder ver sus pensamientos en este momento; matarías por saber qué estaba pasando en esa mente nublada suya.
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente soltó el humo y lo sopló sobre tu figura medio desnuda, envolviéndote en un suave halo de humo, con los ojos aún clavados en los tuyos como si estuviera esperando tu próximo movimiento.
El silencio de Matías te puso ansiosa. No podías decir si estaba disfrutando de la vista o pensando en cambiar de opinión. La mezcla de la marihuana corriendo por tus venas y los nervios que creaba la mirada de Matías te hizo sentir un poco mareada y nerviosa, así que le preguntaste.
"¿Me das una pitada?" Tenías una sonrisa coqueta en el rostro, un destello travieso en tus ojos mientras tu mano se aventuraba un poco más abajo. ¿Cómo podría decir que no?
Con una sonrisa ladeada, las palabras de Matías salieron lentas y un poco arrastradas mientras raspaban al pasar por sus labios. Siempre te había encantado lo ronca y áspera que se ponía su voz cuando estaba fumado. Nunca dejaba de hacer que tu conchita se mojara.
"Obvio hermosa." Sus manos apretaron más fuerte tus muslos antes de que llevara el porro a tus labios.
Recordó la primera vez que habian fumado juntos.
Nunca esperó que dijeras que sí, pero estaba muy, muy contento de que lo hicieras.
Fue cuando eras bastante inexperta. Ambos estaban en su habitacion, tu mente nebulosa por el consumo de marihuana. Era adorable lo exaltada que te ponías, riendote por cualquier cosa que él dijera o hiciera y haciendo chistes malos que solamente vos encontrarías absolutamente hilarantes. Pero tambien empezaste a volverte audaz, tus manos agarrando su mandíbula para acercarlo para pedir otro porro. Matias recordaba muy bien como tus labios se acercaban hasta que estuvieron casi rozando los suyos, prácticamente suplicando ser besados; pero nunca lo hizo, mas que nada porque no sabia si estabas en tus cabales. Pero se lo pusiste difícil.
La marihuana te ponia mas cariñosa y necesitada a medida que pasaba la noche. Agarrabas el cuello de Matías para acercarlo y susurrarle cosas al oído. Tan cerca que podía sentir tu aliento caliente contra su piel, tus labios presionando ligeramente contra su oreja. Matías apostaba a que tus labios sabrían deliciosos con tu brillo labial de cereza mezclado con el dulce sabor de la marihuana.
Sabia que iba a ser difícil para él detenerse, así que nunca comenzó. Pero con el pasar del tiempo, ibas cada vez más a su casa, y pronto ya no eras tan inexperta.
Dejaste de estar tan exaltada y necesitada a medida que desarrollabas tu tolerancia, incluso eras capaz de manejar un porro entero vos sola. Matías casi estaba orgulloso de lo lejos que habías llegado, pero eso significaba no más mimitos y no más trenzas en el cabello. Estaría mintiendo si dijera que no lo iba a extrañar.
Así que podías imaginarte lo emocionado que estaba en ese momento mientras te restregabas contra él, tan necesitada como las primeras veces que habias fumado, tu coño cubierto frotándose contra su miembro desnudo y palpitante haciendo un desastre en tus shorts.
Los dedos de Matías rodearon tu mandíbula, el pulgar pasando por tus labios incitandolos a abrirse. Lo unico que tuvo que hacer fue meter la punta de su dedo dentro para ver cómo tu boca lo recibia, tu lengua girando alrededor de su dígito. Te acercó un poco más, lo suficiente para mantenerte queriendo más mientras exhalaba, envolviéndote en una nube de humo.
Lo inhalaste y lo sentiste ir directo a tu cabeza, mareandote y haciéndote sentir tan ligera como el aire.
Joder, lo habías extrañado. No pudiste evitar la forma en que tus caderas se movieron hacia él mientras lo hacía de nuevo con su lengua sumergiéndose en tu boca esta vez.
"Mirate. Tan desesperada por tenerme adentro, ¿eh?" Dios, Matías sabia que te morías por él, y nada podía calmar tu hambre excepto su pene llenándote por completo. Cada vez estabas mas impaciente, pero antes de que tuvieras tiempo de tonar cartas en el asunto, sentiste los dedos errantes del castaño rozando tu entrepierna cubierta. La tela de tus shorts y de tus panties formando una especie de barrera y sentiste la necesidad de sentir esos largos dedos profundamente dentro tuyo, sentias que si pasabas un minuto mas sin ser follada ibas a estallar.
Sus dedos frotaron circulos sobre la tela por encima de tu clitoris y sentiste como tu ropa interior se empapaba bajo sus dedos.
"Matías, necesito tus dedos adentro." El simplemente se burló de lo desesperada que estabas y le encantó el hecho de tenerte suplicando encima suyo.
"¿No vas a decir por favor?" Matías podía ser un tarado a veces, pero hoy no estabas en condiciones de responder con algo inteligente, tu cerebro era un lío confuso y todo en lo que podías pensar era en Matías y sus dedos y su pene y cuánto lo necesitabas. Así que simplemente te rendiste, ni siquiera intentaste ser un poco sutil al respecto.
"Ugh, por favor, por favor. Cogeme con tus dedos, por favor." gemiste retorciéndote bajo el su toque, el cual simplemente no era suficiente.
"No puedo si tenes esos shorts puestos."
Obedeciendo a sus deseos, te sacaste los shorts sin rechistar, deseando que esa fastidiosa capa de tela ya no estuviera ahí. El castaño gimio debajo tuyo al ver lo que tenía adelante.
Tenías puesta ropa interior gris, y el color hacía que tu humedad fuera visible para Matías, quien no pudo evitar pasar su dedo índice a lo largo de tu entrepierna y hasta tu clítoris. La acción te sacó un gemido delicioso, y él tuvo que apartar la mirada de tu entrepierna para mirarte.
Observabas connatencion y anhelo cada movimiento de Matías, viendo como su dedo dibujaba circulos alrededor de tu clítoris, tu ropa interior oscureciéndose a medida que la humedad crecía. Tus caderas empezaron a moverse hacia adelante, desesperada por sentir esa presión que tanto deseabas.
Si Matías hubiera tenido la mente clara y no estuviera tan drogado, te hubiera hecho rogar por ello, te habría hecho esperar hasta que estuvieras al borde de las lágrimas antes de darte lo que querías. Pero él estaba tan desesperado como vos, y su compostura estaba al límite.
Entonces, con una mano, apartó tus panties hacia un lado, y un gemido gutural se te escapó cuando sentiste las yemas de los dedos del chico deslizarse entre tus pliegues. Sus dedos esparcieron tu humedad hasta tu clítoris, y despues, tal como había prometido, metio uno dentro de tu coño. Jadeaste mientras sentias como su dedo se colaba entre tus paredes, y soltaste un gemido de alivio que no sabias que estabas conteniendo.
"Mirate bebé. ¿Estas tan mojadita por mí?" Sí. Todo era para él. Siempre lo había sido y siempre lo sería. Tus interiores succionaban su dedo profundamente, apretandose contra sus nudillos, enviando olas de excitacion directamente a su polla palpitante. No podias esperar para que reemplazara sus dedos con su pene. El simple pensamiento de matias cogiendote duro hizo que tus rodillas temblaran con anticipacion.
Su dedo medio se unió a su dedo anular dentro tuyo, y movió su muñeca para posicionarse mejor para poder mover sus dedos a un ritmo más rápido. No tardo mucho en establecer un ritmo que te huzo temblar hasta el alma, y tuviste que extender las manos contra la -ya empañada- ventana. Con cada embestida tus yemas golpeaban ese punto dentro tuyo y justo cuando creias que era demasiado subio su otra mano a tu intimidad para frotar tu clitoris.
Sentiste la conocida sensacion de placer acumulandose en tu centro y antes de que tu cerebro pudiera procesarlo, te estabas corriendo contra sus dedos, tus piernas temblando y tus labios soltando gemidos con su nombre contra su cuello.
"¡D-dios, Matías!" exclamaste, tus uñas clavandose en su antebrazo.
"Shhh. Tranquila, aca estoy." Matías sintió cómo te apretabas alrededor de sus dedos después de haberte corrido, sin embargo retiro sus dedos de tu interior y se los llevo a la boca, gimiendo al rededor de ellos. "No puedo esperar más, bebé. Necesito estar adentro tuyo."
Antes de que tuvieras tiempo de calmarte de tu clímax volviona apartar tu rompa interior hacia un lado y alineó su polla con tu entrada. Lentamente, te hundiste en él.
Gimieron juntos mientras lo tomaste lentamente en tu coño, centímetro a centímetro. Podías sentir esa vena prominente sobresaliendo contra tus paredes, y tus interiores se apretaron ante la sensación.
Una vez que Matías estuvo completamente dentro tuyo, tu cuerpo comenzó a moverse por sí solo, desesperada por sentirlo. Empezaste a moverte hacia abajo, pero él agarró tus caderas para detener tus movimientos, manteniendote quieta encima suyo. Sus ojos estaban cerrados y su ceño fruncido, por lo que te preocupaste. "Mati? Estas bien?" dijiste pasando tus manos por su rostro, quitando el cabello que cubria sus hermosas facciones.
"Si gorda... pero si te moves tan enseguida me voy a correr... Deja, deja que me concentre."
Te reiste por lo bajo y empezaste a dejar un camino de besos desde la comisura de sus labios hasta su cuello, de vez en cuando algunos gemidos ahogados salian de tu boca, necesitabas moverte pero entendias que tenias que darle su tiempo, despues de todo sabias que la marihuana agudizaba todos los sentidos y esto no era excepcion.
"Matías, por favor, no sé cuánto más puedo aguantar.". rogaste en un jadeo que hicieron tido lo ckntrario a ayudarlo a que se concentre. La marihuana tampoco ayudó; lo volvió aún más sensible a las tus cálidas y húmedas paredes apretandolo.
Estabas arriba de él, con su polla bien dentro tuyo durante lo que pareció una eternidad. Te estabas impacientando un poco y casi comenzás a moverte hasta que lo escuchaste debajo de vos.
"Dale, bebé, movete". Y eso fue todo lo que necesitaste escuchar. Comenzaste a mover tus caderas sobre las suyas, la punta de su polla tocando ese punto tan placentero dentro tuyo. Soltaste un pequeño grito cuando sentiste como sus caderas subian para embestirte un poco.
Una de sus grandes manos estaba en tu cadera, balanceándose de un lado a otro con tus movimientos, mientras la otra sostenía el porro entre sus dedos, ofreciéndotelo después de darle una pitada y soplar el humo sobre tu cuerpo, envolviéndote en una neblina de humo. Mientras tanto, la luz naranja de las farolas afuera te bañaban en un resplandor celestial, suavizando tu piel. Matías se inclino a darte un tierno beso. Carajo, te veías etérea y el sabia que iba a recordar esta imagen para siempre, deseaba poder tatuarselanoara revivirla cuando quisiera.
La forma en que tu cuerpo se movía sobre él lo tenía mirándote con asombro. Juraba que eras un puto ángel enviado a la Tierra solo para él. Parecías estar bañada en una luz que lo rodeaba a el también. Todavía no podía creer que esto estuviera pasando realmente.
Parte de Matías quería darte vuelta y tenerte abajo suyo. Quería levantarte la pierna sobre su hombro y llegar un poco más profundo, la punta rozando ese punto dulce dentro tuyo... pero ¿por qué habría de hacerlo cuando lo estabas haciendo tan bien vos misma? Y él tenía la vista más perfecta desde abajo; podía ver todo, desde tu coño hasta los hilos de tu previo orgasmo acumulandose en la base de su polla, hasta tus tetas perfectas rebotando tan perfectamente frente a él. Ni hablar de tu hermosa cara. Si pudiera personificar la euforia, estaba seguro de que eras vos, con las cejas fruncidas, los ojos cerrados y la boca abierta, todos tus sentidos concentrados en todo lo que era él.
Matías no pudo evitar hablar. Tal vez era la marihuana hablando a traves de él o tal vez eran simplemente sus pensamientos sobrios, pero carajo, no podía mantener la boca cerrada y te volvía loca.
"¿Qué diría tu vieja si te viera ahora, ¿eh? ¿Su perfecta hija fumando porro y montandome en el auto?" Los ojos de Matías estaban oscuros, y te hacían sentir como si estuvieras haciendo algo que no deberías. Te daba mariposas en el estómago y sentías una ola de deseo ir directo a tu coño.
Matías se volvía tan charlatan cuando estaba drogado, y definitivamente había fumado demasiado, así que no había forma de detener las palabras que salían de su boca. Pero Dios, sonaba tan malditamente: su voz se escuchaba ligeramente ronca y quejumbrosa mientras te elogiaba, diciéndote lo bien que lo estabas haciendo, cómo estabas tomando su polla tan bien y montandolo como una puta diosa. Mientras tanto, la punta de su pene latía y se retorcía y golpeaba tan profundo desde este ángulo. El placer era casi insoportable pero se sentia tan bien que deseabas que el momento no se acabara jamas.
El ritmo era crudo, duro y tan jodidamente bueno. Era todo lo que podrías haberte imaginado y sabias que estabas al borde de correrte encima suyo. Ningún pensamiento coherente pasaba por tu mente y sentias que no podías formar palabras, pero Matías entendió. Podía notarlo por la forma en que tus movimientos se volvieron bruscos y por la forma en la que tus caderas titubeaban con cada embestida y tu respiración se volvía rápida, casi erratica. Por lo que comenzo a mover sus caderas, parando las tuyas connun fuerte agarre, empujando adentro tuyo con tanto vigor que sentiste que podrias desmayarte en ese momento.
"Muy bien, nena. Correte para mí dale, correte encima mio." Sus palabras de elogio, cargadas de deseo y teñidas de dulzura, fueron las que te llevaron al borde. Habías tenido muchos orgasmos en tu vida, pero ninguno habia sido como este, no cuando estabas tan drogada y encima de Matías. Se sintió glorioso, sentiste que tocabas las estrellas con las yemas de tus dedos. El orgasmo comenzó desde tu centro, extendiéndose a cada centímetro de ti de adentro hacia afuera. Te sentías sin peso y era como si estuvieras flotando, lo unico que te traia a tierra eran los suaves besos que el castaño estaba presionando sobre tu hombro y el fuerte agarre en tus caderas.
Matías no estaba muy lejos; de hecho, el pulsar de tus paredes lo hizo derramar todo lo que tenía dentro tuyo sin darle tiempo de sacar su polla. Era la marihuana la que lo hacía así, adormecía sus sentidos y hacía que sus músculos se sintieran pesados. Aunque en realidad no era eso en absoluto. Simplemente estaba demasiado atrapado en el momento como para detenerse sacar y correrse en tu panza. ¿Y por qué lo haría cuando estabas tomando pastillas anticonceptivas y te sentías tan bien? Sería un loco si no se corria dentro.
Guturales gemidos lastimeros pasaron por sus labios con cada carga que salía disparada. Tuvo que agarrarse de tus caderas como si ellas fueran a salvarlo mientras su orgasmo parecía arrastrarlo hasta el cielo.
Cuando Matías regresó a la Tierra de golpe, fue como si estuviera envuelto en una manta cálida y acogedora. Sus ojos finalmente parpadearon abiertos, y juró que se encontró con un ángel.
Realmente creyó que había muerto y había ido al cielo.
iv.
Ya eran las 5:17 am y ambos estaban de nuevo vestidos, la ligera campera que matias habia tirado anteriormente al asiento trasero -en el cual se encontraban recostados ahora.- te cubria los hombros, protegiendote de la fria brisa matutina. El sol ya comenzaba a asomarse lentamente sobre el horizonte, y Matías apenas comenzaba a sentir cómo la sobriedad lo alcanzaba. Percibió el peso reconfortante de tu cabeza sobre su pecho, tus pestañas y tu respiración suave le hacian cosquillas en la piel.
No puede evitar mirar a su alrededor y recordar con cariño. Las huellas de manos adornan las ventanas, y decide dejarlas allí, como un dulce recordatorio de lo ocurrido en las primeras horas del día. Una sonrisa tierna se dibuja en sus labios al rememorar, recuerdos tenues llenando su mente. Esa noche no solo había conseguido el papel de su vida, sino que también había compartido momentos íntimos con la chica de sus sueños. La vida parecía ser hermosa.
Tus respiracion pacífica lo reconforto mentrias sentia cómo sus párpados se volvian pesados. Antes de ceder al sueño observó con ternura hacia abajo, donde te encontrabas acurrucada junto a él, un ligero rayo de sol iluminando tu piel, y no pudo evitar desear que esta no fuera la última vez.
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quarzitos · 2 months
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hola podrias hacer una con mucha fluff de matias detras de escenas?
o como es cuando salen a pasear, a comer y asi?
heartwarming - matias recalt
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miraste tus zapatos mientras te apoyabas contra la amarilla pared detrás tuyo, bastante nerviosa. tu aliento salió en forma de vapor cuando chocó con los fríos aires de la ciudad.
estabas afuera del set esperando a matias, el día de hoy iban a tener su primera cita como pareja después de haber confesado sus sentimientos mutuos y finalmente oficializar con aquella etiqueta.
debido a que estaba grabando para su próxima película, no habían tenido mucho tiempo para esto de las salidas, aún así no había momento en el día en el que no te mandara un texto y foto haciéndote recordar que siempre te pensaba. hoy pudieron acordar una pequeña salida y los dos estaban más que felices.
“hola, (y/n). dios, siento la demora.” volteaste para encontrarte a matias corriendo rápido hacia ti. sonreíste ampliamente cuando se lanzó a abrazarte. “¿estuviste mucho tiempo esperándome?”
“hola mati.” se separó de ti e hizo visible su puchero. le diste un pequeño besito ahí. “no, todo bien, no te preocupes.”
ambos empezaron a caminar, se veían bastante chistosos por tener los grandes abrigos encima, pero el frío estaba terrible.
“¿te fue bien hoy?” dijiste de repente. el castaño asintió.
“increíblemente bien. siento que estoy haciendo un buen trabajo.” matias miraba tu rostro, no podía separar sus ojos de ti.
“oh.” tu amplia sonrisa adornaba tu cara. “me alegro demasiado, seguro que lo haces increíble.”
vio tus manos bien metidas en los bolsillos de tu abrigo y cómo escondías tu rostro en tu bufanda. matias te regaló una pequeña risa, te veías tan tierna, pensó.
quería tomar tu mano, de repente así tendrías menos frío, pero aún se sentía bastante tímido con eso. no tenía por qué igual, se supone que ya son pareja.
ya eres suya.
“mirá.” tomó rápidamente la mano que estaba más cerca a él. “tus manitos están heladas, las voy a calentar.”
comenzó a toquetear esta mientras soplaba sobre tu piel, reíste con solo verlo.
“no está tan fría, ¿sabes?”
“lo sé.” suspiro. “la verdad, quería hacer esto.” suavemente entrelazó sus dedos con los tuyos.
soltaste una risita y levantaste la mano que este te sostenía, dejaste un beso sobre sus dedos.
“fuaa.” negó la cabeza riendo, mientras miraba hacia otro lado. quería ocultar que sus mejillas se habían pintado de un lindo color carmesí.
“te pusiste rojito.” hiciste burla mientras divisabas la pequeña cafetería a la que quedaron visitar.
“es el frío.” te miró divertido de reojo.
“¿frío? claro, mati.”
una vez al frente de la cafetería, matias abrió la puerta haciéndose un lado para que pasaras. agradeciste y esperaste hasta que él entrase.
el ambiente cálido, el olor del café, de los postrecitos y el sonido de la suave música inundó a ambos, haciéndolos suspirar.
“es muy lindo.” musitaste y el castaño asintió.
“vení, pidamos ya.” te llevó sin soltarte la mano hacia el mostrador, todos los postres se veían tan deliciosos que hicieron sonar tu estómago. “uh, mirá lo que es ese. yo quiero ese. ¿vos?” señalaba un tiramisú.
“mira ese. yo quiero ese.” señalaste el croissant relleno de crema de pistacho y asintió.
“buenas.” matias sonrió cuando ya le tocaba pedir con el cajero. “me podría dar un latte, grande. también un tiramisú.” el cajero iba anotando atentamente. “para mi novia un caramel macchiato, grande también, con leche de almendras. y un croissant de pistacho. por favor.” agregó, mientras soltaba tu mano para sacar su billetera.
sonreíste, sabiendo que recordó tu bebida favorita cuando se la mencionaste bastantes noches atrás.
“vamos a sentarnos.” te volvió a tomar de la mano y agradeció por lo bajo al encontrar asiento al costado de la ventana, pudiendo tener una buena vista.
ambos se sentaron al costado del otro y matias escondió su cabeza en el hueco de tu cuello, sonreíste de costado y agarraste su mejilla, acariciándola suavemente.
“puedo acostumbrarme a esto.” murmuró, solo para ti.
“¿a visitar cafeterías? creo que yo también. aunque tendríamos bastantes problemas de nerviosismo por la cafeína.” hablaste y soltó una risa. este levantó su rostro y tú lo miraste, quedando cara a cara.
“a vos.” habló bajito y sonreíste de costado.
“oh.” matias volvió a reír y besó tus labios dulcemente, una vez que te separaste, depositaste más besitos a lo largo de su mejilla.
“matias, matias recalt.” escucharon y le quitaste la boleta de pago.
“vamos, vamos.” caminaste hasta el mostrador y fuiste agarrando el pedido. “amor, ayúdame con esto, porfis.” dijiste sin pensar, tomando las bolsas y matias detrás de ti levantó las cejas.
“¿amor?” sus labios se encurvaron mientras tomaba las bebidas, para que tú agarrases la bolsa de postres.
“sí, mi vida, vamos a sentarnos.” volviste a molestarlo sabiendo que los petnames lo ponían nervioso, pero la verdad es que disfrutabas tratarlo así, demostrando tu cariño hacia él.
su corazón latió fuerte, negaba varias veces una vez que se sentó, tú lo seguiste.
“es increíble lo mucho que me gustas.” murmuró esta vez para si mismo.
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cafecitosworld · 2 months
Text
“Mira como me pones”
E .V O G R I N C I C
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—info: +18 - leve daddy kink - enzo es un poco más grande que reader (aunque todo legal no se preocupen) - spanking - contenido y vocabulario adulto - mean!enzo.
— Muñeca, ¿ya estás lista? — preguntó Enzo, se debían ir a una reunión con amigos.
— Ya casi — respondiste suavemente — Pero tengo un problemita… — Enzo frunció el ceño y fue hasta el baño, donde estabas. Ahí te encontró completamente desnuda, frotando tus pechos mientras mordías tus labios. Enzo estaba como un adolescente que había visto a una mujer desnuda por primera vez; fascinado.
Sintió su bulto crecer, y rápidamente se deshizo de sus pantalones. No le interesaba en lo más mínimo llegar tarde. Comenzó a besarte los labios, el cuello, mientras tocaba tus pechos suavemente, pellizcando los pezones, tocó tu culo, durante demasiado tiempo (ya que le apasiona) Por más que todo esto te encantara, te sentías cada vez más mojada y lo necesitabas dentro. — Papi, por favor — gemiste en su oído, suplicando. — Papi, eh… Ya vas a ver chiquita, te voy a destrozar — dijo Enzo, con un tono dominante.
Finalmente Enzo puso su miembro dentro tuyo, con movimientos rápidos y desesperados, tus tetas le saltaban en la cara y eso lo excitaba mil veces más. Gemías desesperadamente, no podías parar. Enzo se movía como un animal, cada vez lo sentías más profundo que antes. Te sentías muy cerca de acabar, y estabas ansiosa. Le advertiste, a tu novio, sollozando y gritando, que te estabas a punto de alcanzar el placer máximo. Pero a él pareció no importarle, de hecho, dejó de moverse y te obligó a apoyar tu pecho sobre el lavamanos, dejando tu culo a su alcanze, te iba a azotar. — Ahora vas a ver — susurró.
De la nada comienza a pegarte nalgada tras nalgada, como si una ira interior lo estuviese invadiendo y se está desahogando con vos. — Más te vale que cuentes, zorra —
No parabas de lloriquear y gritar por la mezcla de placer y dolor, frotaste tu clitorís para intentar recuperar tu orgasmo fallido y sentías que ibas a alcanzar las estrellas. — Dios, mira como me pones pendeja, me excitas demasiado — gimió el mayor, sin dejar de azotarte.
A este punto tus nalgas estaban rojas e hinchadas por las manos de Enzo, como recompensa dejó que acabaras mientras te miraba fijamente.
Te viniste sobre tus dedos y Enzo se devoró los líquidos de que colgaban entre ellos.
— Anda a vestirte chiquita, después te castigo como corresponde. —
Apenas podías moverte de lo que te temblaban las piernas.
holaaaaAaAaAAAa, primera vez escribiendo smut ! diganme q puedo mejorar y diganme recomendaciones de que/quien puedo escribir <33
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kanrix · 2 months
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Por cierto, habia visto algún dibujo tuyo de Orel bebé antes, me gusta como lo dibujas así de bonito y de chiquito 😭😭😭😭😭
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Ese niño nació todo chiquito jodido. Acá como gatito mojado. Luego ya se puso bien
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stuckwthem · 1 month
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literally in love with the idea of juani & reader just making out on set of lsdln before he’s about to get his hair & makeup done >3<
café y caramelo | juani caruso
summary: un pequeño vistazo a la rutina con juani en las mañanas de set, o mejor dicho, la razón por la que siempre llegan atrasados. 1.4k
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fue muy rápido, una hora estabas caminando tranquilamente por los camerinos en dirección al trabajo y a la siguiente te metían en una habitación, sin avisar, sin sospechar, y de repente te encontrabas contra la puerta y unos ojos azules profundos muy familiares se clavaban en los tuyos, con un brillo travieso en la mirada.
"¡ai juani!", exclamaste, llevándote la mano al pecho, sintiendo cómo el corazón se te aceleraba contra las costillas. la sensación del susto reverberaba en los latidos de tu corazón, que oías resonar en tus oídos. "¡no puedes seguir asustándome así!".
fingiendo una falsa frustración, una mueca permanecía en su rostro mientras la sonrisa de juani no hacía más que aumentar. el chico, tratando de esquivar su ceño fruncido, rodeó sus caderas con los brazos, abrazándola fuertemente contra la puerta y le dio un tierno beso, luego apartó la cara para poder mirarla. estaba prácticamente vestido con su disfraz, aún tenía que maquillarse y peluquearse, y sabía que ya había pasado la hora de que estuviera allí.
"estás preciosa con esa cara de enojada", juan tenía una amplia y tonta sonrisa en la cara, que se reflejaba en su expresión boba y apasionada mientras te miraba. era una visión a la que ya estabas acostumbrada y que siempre te llenaba el pecho de una sensación cálida y deliciosa.
"te odio" lo intentó, pero no pudo contener la risa, así que tuvo que morderse el labio. tus manos se dirigieron hacia el pecho del actor en un intento sin esfuerzo de alejarte de él. 
juani, aprovechando su guardia baja, no perdió el tiempo y llevó sus labios a su cuello, debilitando todo su cuerpo, como una maldita táctica, para luego dirigirse a su barbilla y finalmente, a sus labios. no satisfecho, continuó plantando tiernos besos por todo el resto de su cara, provocando auténticas risas en usted. para él, era como escuchar una melodía suave y agradable, que siempre hacía mucho más ligeras las agotadoras y largas jornadas de grabación.
tenerte cerca durante las grabaciones fue una bendición absoluta para juani. os conocisteis en el set, os hicisteis íntimos en la primera semana y desde entonces no os habéis separado. de hecho, le fue muy difícil mantenerse alejado contigo como asistente de maquillaje.
"¿todavía me odias?", preguntó el hombre de pelo ondulado con tono divertido y un brillo en los ojos, tomándose un respiro por un momento tras una sesión apreciando tu rostro.
"un poco menos, un muy poco menos", dejaste caer tu rostro a un lado y deslizaste tus manos por los hombros del chico, que tomó tus palabras como un desafío. 
los ojos de juani se abrieron de par en par, indignado, y te puso la mano en el pecho, haciéndose el ofendido. nunca deja de hacerte reír, y con tu forma de actuar con él es como si no tuvieras control sobre ninguno de los músculos de su cara que esbozan una sonrisa.
"yo sé cómo resolver esto", dice, con expresión decidida y las cejas levantadas. tú le imitas, alzándole las cejas y, naturalmente, vuestras caras se acercan cada vez más hasta que vuestras frentes se presionan.
"¿sabes?", le preguntas mientras tu nariz roza suavemente la suya, provocativamente. tu voz sale más como un susurro debido a la cercanía, soplada sobre los labios de juan, que ahora te sujeta la cintura un poco más fuerte, hundiendo sus dedos en el espacio de piel que hay entre tu camiseta y tus pantalones.
un pequeño escalofrío te recorre la espalda al contacto de sus dedos fríos sobre tu piel, y no te cuesta demasiado ablandarte entre los brazos de tu novio, sobre todo cuando sus labios, cálidos y suaves, chocan con los tuyos tan lenta y suavemente que jadeas. los besos eran siempre suaves y dulces, besarle era como saciar una sed infinita en tu interior que te hacía anhelar más cada vez. 
"vas a tardar" murmuras entre besos, un poco sin aliento y mareada "vamos a tardar".
sueltas una risita mientras intentas ser racional, pero el chico se limita a rodar los ojos, haciendo un gesto de que no le importa.
"sólo cinco minutos más", dice socarronamente, atrapando tus labios de nuevo, pero sin ninguna prisa. cinco minutos podrían haberse convertido fácilmente en diez, pero ambos eran demasiado ajenos al tiempo.
los dedos de juani se deslizaron dentro de tu camisa y acariciaron suavemente la base de tu espalda, añadiendo algo más al beso que te hizo querer derretirte contra su cuerpo. apenas te diste cuenta de que estabas de puntillas hasta que te tiró al brazo del sofá, sentándote entre sus piernas. sus manos encontraron tu cara, sujetándola suavemente, ayudando a intensificar el beso. las yemas de sus dedos ejercen poca presión sobre sus mejillas, pero mantienen su cara lo suficientemente cerca como para que él pueda ordenar hábilmente el movimiento de sus labios.
el desliza su lengua bajo la tuya y pequeñas centellas recorren tu cuerpo como chispas, suficientes para hacerte suspirar entre beso y beso. juani sabe a café y caramelo, y disfrutas explorando cada rincón de su boca mientras sus lenguas bailan en armonía. es fácil perderse en esa sensación, en la calidez de sus labios y la suavidad de su mano sujetando tu cara, y con los ojos cerrados, pareces bucear en busca de más.
tus manos recorren los brazos de juani hasta llegar a sus rizos, y el chico se estremece bajo tu tacto cuando siente tus dedos recorrer su cuero cabelludo. respira hondo por un momento, sintiéndose embriagado por su aroma y la sensación de sus labios suaves y adictivos. ese no sería el único beso del día, por supuesto, juani volvería a besarte a escondidas entre cortes de grabación, cuando vengas a retocarle el maquillaje, o después de comer, mientras los chicos se distraen viendo algún partido en la tele, y seguro que te besaría un millón de veces más en el hotel, pero aun así, teme perderte ni un segundo en esa rutina.
el ruido fuera, en el pasillo, empieza a acercarse cada vez más, reconoces la risa de pipe y la voz de enzo, y sabes que te estás quedando cada vez más atrás, ya que se dirigen a maquillarse. esto te ayuda a recuperar la cordura, y empujas ligeramente a juani, tan resistente como él a deshacerse el uno del otro. él también sabe lo mucho que te gustaría pasar el día así, pero el trabajo llama.
con besos lentos, te suelta la cara, como si le costara soltarte. es como intentar salir de la cama en una mañana fría cuando estás bajo las cubiertas calentitas. tortuoso.
luego, en un último besito, te atrapa el labio inferior con el diente y te lo muerde suavemente, sólo para burlarse de ti, anticipándose a la sonrisa coja que tendrás poco después. en respuesta, tu mano le da una palmada en el trasero al chico, que gruñe y se aparta completamente de ti.
"¿cómo tratas a tu novio? que te ha traído café". juani devuelve ese tono de falsa ofensa, retrocediendo hasta la estantería y cogiendo el vaso caliente para entregártela. 
todas las mañanas se empeña en recogerte el café de la cafetería que te gusta, porque juani sabe cuánto odias el café amargo y fuerte que tienen en el set. con una sonrisa de agradecimiento, coges el café y le das un sorbo, sintiendo cómo el sabor a canela se extiende por tu lengua y calienta todo tu cuerpo.
"sabes que no puedes usar eso como excusa, ¿no?", le dices, mirándole por debajo de las pestañas mientras bebes otro sorbo. 
"¿qué?", pregunta juani, como si no lo supiera. saltas del brazo del sofá al mismo tiempo que él abre la puerta del camerino y se asegura de que no hay nadie en el pasillo.
"que llegas tarde por qué fue buscar café, esa mentira se está quedando un poco vieja", bromeas de pie en el umbral de la puerta, entre él y el pasillo. 
el de los ojos azules sonríe, baja la cabeza y la sacude negativamente. "bueno, no soy un mentiroso total, ¿eh? al menos miento mejor que tú".
camináis por el pasillo, mientras juani se ajusta el cuello de su traje, tú intentas alisar la arruga de su ropa. se os escapa una risa cómplice mientras os miráis furtivamente, es difícil resistir el impulso de arrastrarle de nuevo a ese camerino, o de no cogerle de la mano mientras camináis, pero vuestras manos chocan entre sí dos o tres veces. podrías acostumbrarte, eso seguro. todas esas mañanas de momentos robados y besos con sabor a café.
"oye", te llama juani, justo cuando estás a punto de entrar en la sala de maquillaje. te roba otro besito rápido y luego desliza el pulgar por la comisura de tu labio, limpiando los restos de espuma del capuchino. " nos vemos luego, ¿eh?"
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espero que lo hayan gostado! feliz san valentin atrasado, mis amores <3
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florinaranja · 20 days
Note
Holaaaa, primero que nada escribes INCREÍBLE, me encanta tu redacción, cuando encontré tu blog mori por qué quería leer más trabajos tuyos y no encontré, ánimo.
Y segundo quería pedirte algo con pipeeee, es un golden tiernon, no sé, se me ocurre algo como una fiesta post partido de fut y que Pipe sea medio reservado, pero por estar tan feliz, no pueda esconder el PDA y se la pase buscando contacto físico inocente y al final no le importe nada estar sobre, mostrando afecto frente a sus amigos.
Espero con ansias leer todos los trabajos a futuro que escribas. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
afición de enamorados ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: ¿qué hay mejor que pasar un día muy futbolístico y amoroso con tu novio pipe? exacto, nada. 1.6k.
warnings: none!! puro fluff como debe ser
n/a: muchas gracias por el request! siento la tardanza, los exámenes me consumen viva. espero que te guste muchísimo y de verdad muchas gracias por el apoyo y tu mensaje😢 me ha hecho super feliz y motivado un montón!! love u!!! also esto creo que es obvio, pero soy española así que siento que no tengan el habla argentina🙏 i'm trying
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nunca hubiera pensado que se emocionaría viendo un partido de fútbol, pero ahí estaba ella: gritando a puro pulmón cada vez que la pelota recaía en los pies de su novio. ahora entendía la euforia que sentía felipe cada vez que veía un partido de river, equipo del que era hincha hasta la raíz, y este ganaba. 
alegrarse por su novio no cambiaría el hecho de su poca afición futbolística, pero de vez en cuando era divertido pasar la tarde gritando como una loca apoyándolo. es un tipo de orgullo explosivo, eso era indiscutible. 
no era más que un partido entre amigos, una forma más de pasar el tiempo. pero felipe estaba corriendo decidido hacia la portería contraria, esquivando con agilidad a los contrincantes y con el sudor de un ganador corriéndole por la frente; y maría, desde su posición de espectadora, tenía los puños apretados y se iba levantando poco a poco de la grada hasta que felipe marcó gol. la chica pegó un salto emocionada, aclamando el último punto que le daba la victoria al equipo de su novio. 
bajó corriendo las escaleras hasta llegar a las vallas que la separaban del césped, esperando a que todos los amigos de felipe acabaran de felicitarlo. en cuanto terminaron, el joven se escabulló y dirigió directo hacia su novia, como un perrito que regresa a traerle la pelota a su amo. maría lo recibió con una amplia sonrisa. acunó su cara entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos sonoros por toda la cara, casi pareciendo una madre orgullosa. 
—¡has estado increíble, cariño! eres bueno en todo lo que haces, que lo sepas —pipe rio acalorado, bien por el cansancio y el calor del verano o por las palabras cariñosas de la joven—. además me hace tan feliz verte disfrutar así, como un niño pequeño… 
maría se encontró con sus ojos azules, melosos. jugaba con los piquitos ondulados que se formaban en la nuca de su chico con una sonrisa tonta y felipe no pudo aguantar más sin sentir sus labios contra los suyos. se inclinó por encima de la valla y cogió firmemente una de las mejillas de la chica, entremezclándose en un beso de simple amor. 
los silbidos de los amigos de pipe no tardaron en llegar, como era lo normal. pipe cortó el beso y se giró hacia ellos, sacándoles el dedo. —no se cansan de joder ustedes. 
volvió a dirigirse a su novia. —esta noche los chicos y yo pensamos en celebrar la victoria y ya de paso ver el partido de river. ¿qué decís?
ella entrelazó sus manos. —si dijera que no a pasar tiempo contigo estaría loca. 
llegó la noche y la pareja estaba lista para la larga celebración que les esperaba en casa de uno de los amigos de felipe. lo primero que hizo su novio al entrar en la casa fue tirarse en el sofá, ansioso y con los colores rojo y blanco de su camiseta vibrando más que de costumbre. no era lo mismo que verlo en el estadio donde el ambiente estaba cargado de los gritos de los aficionados, pero si estaba con su chica cualquier cosa era extraordinaria. se giró por encima del sofá a mirarla, estaba charlando con otra chica y, cómo no, estaba radiante. cada vez que la veía, le era imposible no pensar que era todo lo que necesitaba con él, la chica de sus sueños. se acomodó bien, de nuevo enfrentando la televisión, mientras se mordía el labio intentando reprimir las ganas que tenía de besarla allí mismo. 
nunca habían sido del tipo de parejas que están pegadas todo el rato, uno encima del otro, sino que guardaban los momentos más íntimos y cargados de emoción para la mera presencia del otro. no es que no se mostraran cariñosos en público, siempre paseaban con las manos entrelazadas y se robaban besos cada vez que podían, pero el verdadero sentimiento que se tenían se daba en la soledad de su hogar.
el partido comenzó a las nueve en punto. fue acompañado por pizzas y fernet, las risas de los amigos (entre las que maría siempre destacaba la de felipe) y la pura afición que solo el fútbol conlleva. cuando su equipo marcó el primer gol, los bramidos se escucharon por todo el vecindario. felipe no cabía en su felicidad. buscó con la mirada a su novia, quien ya se encontraba mirándolo y le hizo una seña con el brazo mientras gesticulaba “vamos”. con ese simple acto, se le llenó el pecho de una alegría abrumadora. incluso llegaron a subírsele los colores y a cosquillearle la barriga, como si fuera la primera vez que hablaba con la chica que tanto le gustaba. 
le recorrió la necesidad de cogerla, apretujarla y dejar el partido de lado para susurrarle al oído y oír sus risitas en respuesta. pero lo único que hizo fue darle una sonrisa en respuesta y volver a sentarse en el sofá cuando el ambiente ya se había calmado. 
hasta que marcaron el segundo gol a favor de su equipo, el chico echó en falta algo, o mejor dicho alguien. de vez en cuando se le colaba por el rabillo de ojo la imagen de su novia charlando con uno de sus amigos —desde el primer momento se llevó bien con todos ellos y es que, ¿quién podría no hacerlo?— y en su mente solo podía pensar en tenerla cerca. así que, aprovechando la nueva emoción, felipe pegó un salto del sofá y se acercó a la chica. le tendió la mano y esta la aceptó gustosa aunque extrañada. la condujo hasta el sofá y miró a los dos chicos que lo ocupaban.
—échate para allá, dale. 
su amigo lo hizo, no sin antes lanzarle algún que otro insulto cariñoso y burlarse de él. ahora, con maría a su lado la noche de felipe solo había mejorado. no quería hacer tan obvio que estaba anhelando el tacto de la piel suave de su novia pero falló irremediablemente. mantuvo sus manos entrelazadas y acercó su rostro al cuello de ella, descansando en su aroma a lavanda. 
la joven rio por lo bajo por las cosquillas que su pelo le hacía y llevó su mano libre a su cabeza, acariciando cada mechón de pelo castaño.
—¿y este repentino cambio tan amoroso? —el chico suspiró.
—siempre puedes volver a irte si quieres, amor —siseó juguetón felipe, para luego dejar un casto beso en su cuello. 
por nada del mundo la chica se iría de ahí. se acurrucó contra él, intentando tener el mayor contacto que podía. estaba disfrutando esta muestra pública de cariño como la que más, era un hecho. 
sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse para los rojiblancos. el equipo contrario había remontado acabando en empate, teniendo solo quince minutos de prórroga para ganar. el ambiente en el pequeño salón se notaba preocupado. felipe apretaba la mano de su novia con fuerza cada vez que veía un gol cerca aunque terminara en nada. cuando ya quedaban cinco minutos y todo los chicos habían aceptado la derrota, un jugador de river marcó, dándoles la victoria. 
todos los amigos que se habían reunido aquella noche saltaron exaltados, incluso maría se alegró por los vencedores. los chicos comenzaron a corear mientras saltaban, con unas enormes sonrisas plasmadas en sus caras y la joven esperó que felipe se les uniera. en cambio, fue sorprendida por un agarre brusco que la hizo girar para encontrarse con sus labios estampados contra los de su chico. correspondió a su beso, brusco y desaliñado por la emoción del momento, con su agarre fuerte en sus caderas derritiéndola por completo. 
al separarse, maría cogió una bocanada de aire jadeando. tampoco le dio tiempo a mucho más, porque pipe la tomó levántandola del suelo y girándola por el aire. la sala se inundó de sus risas.
—¡pipe, bájame! voy a vomitar la pizza.
el joven obedeció sin mucha resistencia y le plantó otro beso y otro y otro y así hasta que un carraspeo los interrumpió. —no bueno, si queréis nos vamos y os dejamos solos.
felipe reaccionó como hacía apenas unas horas: le mostró el dedo del medio. nadie le dio mucha importancia y la celebración continuó. maría alcanzó la mano de su novio y le sonrió. 
—quiero pasar toda mi vida contigo, cariño. acompañarte a todos los partidos de fútbol solo para verte así de feliz, a todos los castings que quieras… no sé, no puedo imaginar no estar a tu lado. es algo raro para decirte justo ahora, pero es que me lleva rondando la mente por un tiempo, quiero que sepas lo mucho que significas para mí. 
—nena, algún día de estos vas a matarme —le regaló un beso en la mejilla—,  no puedes ser más perfecta. no puedo esperar para que pasemos juntos toda la vida. 
la joven se colgó de su cuello y esta vez fue ella quien inició el beso: lento, saboreado, rosado. 
y así continuaron el resto de la madrugada, más melosos que unos recién enamorados, siempre a menos de cinco centímetros el uno del otro. al final, ni siquiera ellos podían escapar de la necesidad de sentirse cerca, no importaba el público o la situación. y qué decir que después de esa noche, maría comenzó a ver los partidos de fútbol con más cariño.
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holaa! espero que te encuentres bien, te quería hacer un pedido sobre blas polidori, lo que se te ocurra, si puede tener algo de smut (y sobretodo fluff) me encantaría. gracias desde ya <3
Ser novia de Blas... Advertencias: Fluff, smut, +18, degradación...
Nota: Muchas gracias por el pedido!! Por fin he terminado mis exámenes así que estaré volviendo a publicar cositas. Si alguien tiene pedidos o ideas, es buen momento para mandarlas! Todos los que me han mandado últimamente, poco a poco los iré escribiendo!!
Ser novia de Blas es una experiencia muy variada. A veces significa que te trate como toda una princesa. Que te lleve en sus brazos hacia el aseo para daros un romántico baño que ha preparado solo para ti. Pieza a pieza te desnuda con cuidado, como si estuvieses hecha de cristal y el más mínimo rasguño quebraría tu suave piel. Mira cada centímetro de ti con adoración, incluso los que a ti no te gustan. Y pese a sus labios entre abiertos y su mirada de veneración, el momento no se siente sexual. Por supuesto que tu cuerpo le excita, le vuelve loco; pero ahora mismo no trata de eso, trata de cuidarte, de hacerte sentir la mujer más afortunada del mundo, de hacerte sentir su amor.
Te coloca delicadamente en la caliente agua de la bañera repleta de sales aromáticas mientras que observas las velitas que ha colocado por toda la habitación que dan un aire de relajación y cuyo olor es delicioso. La temperatura es perfecta para ti, alta, justo como te gusta como bien sabe Blas, que todos los días observa la gran cantidad de vapor de agua que llena el cuarto de baño tras tus duchas, y se pregunta si te has duchado o te dedicas a hervirte viva a ti misma.
Cierras los ojos mientras que susurras un agradecimiento. Necesitabas esto hoy. Habías tenido un día difícil en el trabajo y tu querido novio siempre sabía como hacerte sentir mejor. Parecía un ángel caído del cielo. No sabías que habías hecho para merecer esto pero ,desde luego, no te quejabas. En tu vida pasada debiste ser una santa.
Cuando los abres ves el tonificado cuerpo del argentino, que se quitaba la ropa para unirse a ti en la bañera. Cuidadosamente para no hacer que el agua salpicase ya que sabía que lo odiabas, y también porque él no estaba acostumbrado a sumergirse a agua en estas temperatura y sentía como su cuerpo se enrojecía y pensaba que estaría sudando en pocos minutos. Te rodea con sus brazos y presiona sus labios contra tu frente.
—¿Todo bien, nena? ¿Está bien así el agua? Yo la puedo calentar más si querés...— Pregunta dulcemente él mientras su enorme mano coloca detrás de tu oreja un mechón de pelo que tapaba tu carita.
—No, está perfecta, todo es perfecto ahora mismo, cariño. Muchas gracias, en serio. Te amo.— le contestas con una sonrisa ilusionada. —Vos sos perfecta. Te amo más.— dice él, y verdaderamente puedes ver el enamoramiento en sus ojos mientras miran a los tuyos intensamente con una sonrisita satisfecha de haberte hecho feliz.
Y a veces significaba que te trate como a una puta. Que , 20 minutos después, estés presionada contra la pared de la ducha mientras que besa y muerde salvajemente tu cuello, llenándote de marcas. Marcando territorio.
—Sos mía, ¿entendés?—Susurra agresivamente, notas el deseo y la posesividad en su tono.
La respuesta es que sí, lo sabes y lo entiendes. Y amas serlo. Pero justo entonces su mano que estaba antes situada en tu cadera se desliza por tu piel hacia tu clítoris. Y en ese momento, pierdes las palabras que se formaban en tu garganta y se convierten en gemidos y balbuceos sin sentido. Conocía perfectamente tu cuerpo, sabía lo que te gustaba, como hacerte gemir, como volverte loca, como hacerte correrte... —Respondé, putita.— Insiste él, introduciendo dos dedos a tu interior.—Dale nena, decíme que sos mía.
Sabía perfectamente lo que hacía, lo notabas en su voz, sabía que cuánto más te tocaba, más difícil era para ti elaborar y pronunciar una frase coherente. Disfrutaba verte así, temblando de placer, con todos aquellos pensamientos inteligentes que el resto del día amaba de ti esfumándose entre tus dedos mientras tus neuronas estaban ya ocupadas tratando de lidiar con las sensaciones y deseos. —Mirá que si no decís que sos mía, no dejo que te corras eh.— Dice burlonamente mientras retira sus mano de entre tus piernas. Y se aleja un poco, no sin antes propinar un azote a tu culo. Te despegas de la pared, con el cejo fruncido. —Soy tuya—afirmas. Volviéndote a acercar a él, ahora es él el que se encuentra contra la pared, de espaldas a ella. —Probámelo.— Ordena él, a lo que tú asientes y rápidamente te arrodillas, abres la boca y sacas la lengua. Él te trata tan bien siempre, es justo que tú lo complazcas y le des el placer que merece y además quieres darle.
— Uhh, qué linda que te ves así, puta. De rodillas delante mía, con la boquita lista para que la use como yo quiera. Para mí.—dice con una sonrisita mientras que su mano recorre su polla, antes de darte con ella unos golpecitos en la boca pero sin dejarte realmente chupar como deseabas. Emites un sonidito de queja mientras que fruñes el cejo.
—¿Hm, qué querés ,eh?¿Querés mi pija en tu boca?—Pregunta, tú empiezas a cansarte de que te provoque así, estás tan mojada y tan cachonda y simplemente lo necesitas ahora mismo. Ya.
—Sí— contestas mientras asientes efusivamente.
—No, nena, así no. Pedímelo bien.— te corrige, mientras su mano acaricia tu cara.
— Dale Blas, no me provoqués más. Dejame chuparte la pija, por favor— ruegas, haciéndole ojitos con esperanza de que deje los juegos de una vez, aunque en realidad los disfrutas.
Tus súplicas son contestadas y en pocos segundos tu boca está llena y sus grandes manos agarran tu pelo, usándolo para mover tu cabeza sacando y metiendo su polla. Adoras el sabor a él, los jadeos y gemidos que salen por sus labios, la agresividad con la que folla tu boca. Eso sí, es un poco muy grande para ti y puedes sentir como choca contra tu garganta lo que crea lágrimas en tus ojos y que casi te ahogues con ella antes de que te de un pequeño descanso para respirar.
Unos minutos después, tu cara está pintada de blanco por su semen.
—Hermosa te ves así. Sos mía, enteráte, toda mía.
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