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bandera a media hasta y un minuto de silencio en cadena nacional, quinientos vecinos calcinados mueren en la región más afectada por la sequía desde que el presidente vendió los derechos de agua subterránea. Muy lejos, su helicóptero cae en un lago privado, el cinturón de seguridad falla y él muere ahogado, así que el recuento aumenta quinientos y uno

#chile tumblr

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Puedo hablar, Solo no en mi lengua materna, espía soviético, película americana, la mala. ¿quien soy? Mi amor está compartimentado, Como lo están mis sentimientos. No puedo nombrarlos de inmediato, Tengo que dar un paseo, si no, me desconecto. En el momento, todos mis sentidos Se desvanecen Fuera de mi control, mi vista Desconfía del mundo. Audición hecho para la guerra y la lucha, así que tengo que dar un paseo. Tan preocupado por el fantasma En el fondo de mi cabeza se acerca A golpearme, que no puedo Verte por lo que has hecho. Pasaron meses, años, Te dejé atrás Porque podía sobrevivir, Fui capaz de hacerlo, no necesitaba De ti, si no era divertido. Ciertamente, nunca te importó A mí, ¿cómo podrías Alejarte de un enigma? una pregunta Ninguno de nosotros podía hablar Sin notificarme. Te apartas de nosotros Esperaste a que sintiera Tanta vergüenza de tenerte cerca, Tomaste prestada la vida de otra persona Y nunca la devolviste la mia. una nueva cree. Donde letras me dibujan adjetivos enteros crean la escultura que se mueve por fronteras sin preguntas ni respuestas

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Existo en películas que vi a los doce, nuevos comienzos, se siente en el aire. Aquí yace lo mejor .lo peor, dediciones que no se van con el tiempo.

no ver amigos por meses. llamando a mis padres por dinero. Esperando a que lleguen los buses de pan y historias me mantengo.

Trabajando sin un futuro, trabajando en cafeterías. Caminando cuerdas flojas, caminando adoquines. Durmiendo los parques, hablando las noches, comiendo rápido, nutrida de vidas que no son mías.

camarotes victorianos, rascacielos de ficción, admitiendo sueños, permitiendo amor. Solían estar en nuestros tobillos con preguntas, que ahora buscamos en cada esquina.

Veinticinco años leyendo romances en buses. coqueteando con policías en control de fronteras. Veinte "¿cómo has estado?" sin respuesta, tragos gratis de chicos que no me gustan.

atención de alguien que se va esta noche, celebrando departamentos en los que no vivo. Deseando suerte a los que están por venir, abrazando a aquellos que lograron partir.

Cambiando horas, cambiando los tiempos, cambiando por dentro. corriendo tarde, mis pies doliendo pero nunca cansada de esto no necesito mapas, si cada esquina es un cuento. postales sin marco que conforman el escenario.

Esta es una obra que solo yo veo solo una noche detrás de otra cada dialogo improvisado, cada accion desesperada. una obra que se ve así.

cagada por pájaros, churros en la playa. nadando lejos, tocando tierra. nadando a mares profundos, encontrando respuestas adentro.

postales que mostrare de anciana historias que quedaron en el tiempo Aquí yace lo mejor .lo peor, cada recuerdo que nunca se volverá viejo.

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roto

Mirando fijamente la pantalla, la palabra “kokoro” estaba escrita. Aire dice que la primera palabra que escribimos es la correcta, la más sincera. Calor había aprendido esa palabra viendo anime con sus amigos del colegio los domingos por las mañanas, después de noches de videojuegos. Colchones, mats de yoga y un sofá futón creaban un nido para ellos. En las mañanas heladas, las cortinas tapaban el reflejo del sol. La pantalla parpadeaba con diferentes colores según la trama, y un calentador portátil con tres tubos rojos iluminaba lo que quedaba.

Sintiéndose tensa e inquieta, con mucha más energía de la deseada, Calor se ofreció como voluntaria para ir a comprar el pan. Además de las cucarachas, el ascensor no funcionaba y las escaleras en ese edificio consistían en cuatro pares de ellas que conectaban cada piso alternado, formando un patrón de cruz. El edificio se construyó en los años sesenta, y las escaleras habían permanecido allí, no de una manera clásica, sino más bien liminales, como una trastienda de supermercados o un aeropuerto a altas horas de la madrugada.

Las chicas ya no vivían allí. La última vez que Calor había hablado con una de ellas, se habían mudado al otro lado de la ciudad. Caminaron hasta la playa. Una gaviota seguía el autobús justo fuera de su ventana; si no hubiera habido vidrio, pudo haber acariciado sus plumas. La arena brillaba y el cielo estaba despejado. Hablaron sobre cómo resolvían problemas con sus amigos, comieron sándwiches de pepino, lechuga y zanahoria, y nadaron hasta las boyas. Paz mencionó cómo aprendió a comer ensalada de la familia de Calor.

En la familia de Calor, siempre comían sándwiches de ensalada durante el té. Una costumbre extraña, pero como generalmente tenían varias ensaladas para el almuerzo, las sobras reposaban en el refrigerador marinando en limón, aceite y sal durante horas antes de que finalmente las pusieran en pan fresco, tibio y crujiente, el limón se impregnaba. El bocado era una mezcla perfecta de ácido y base, cálido y fresco, crujiente y suave.

Nadaron tan lejos como pudieron. Paz nadaba en el mar como terapia para sus ataques de pánico, pero para Calor, era la primera vez que entraba al mar en ocho años. toda la longitud de su amistad, se quedaron allí, observando a la gente desde lejos, hasta que la presión del océano se sintió como una manta de compresión sobre sus cuerpos, apretándolas cada vez más hasta que decidieron regresar.

Cuando Calor era niña, su colegio organizaba un paseo de fin de año a una piscina. Sesenta niños más sus hermanos, madres preparando ensaladas y padres envueltos en humo de asado. Calor siempre se quedaba nadando más tiempo del que debía, flotando en un rincón profundo, sintiendo la presión en su pecho y dejando que las lágrimas subieran. Se entretenían haciendo burbujas con su aliento hasta que tenían suficiente fuerza para salir a la superficie.

Alrededor de la misma época, solía llevar pequeños aros de perlas. Después de una clase de tenis por la mañana en el colegio, el pendiente izquierdo quedó atrapado en la red, su lóbulo se partió y sangró. Durante meses previos a ese día, tenía un sueño recurrente: una pequeña canica rodando por el pasillo que daba al patio del almuerzo, la sangre se extendía por el pasillo, y cuando la pelota golpeaba una máscara de payaso, Calor toco su oreja y vio la sangre.

Oculto la sangre con su cabello y un cuaderno hasta que el colegio terminó a las cuatro y media de la tarde. Cuando sus padres la vieron, la llevaron inmediatamente a la sala de emergencias. Ese día, prometio siempre decir cuando se lastimara, pero cuando soñó acerca de Aire en un kayak,y de Vapor en en un carro de sopaipillas debió haberlo sabido. Años después, los sueños tomaron vida, y Calor rompió esa promesa todos los días.

Incluso cuando estaban rodeados de personas que nunca habían sabido de la existencia de Calor, Paz y Aire o Vapor, rompió la promesa. Incluso cuando ninguno de ellos pasaba tiempo juntos ni hablaban, aún así la rompió. Como si su existencia, la existencia de ese tiempo, fuera un libro de fantasía infantil tomado demasiado en serio, doloroso pero inventado. Pero cada vez que veían "kokoro" en sus borradores, cada vez que caminaba por las calles evitando pisar las lineas, cuando la fruta estaba excepcionalmente sabrosa, cuando los rascacielos se dibujaban contra un cielo azul, Calor no podía evitar reírse todo el día.

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Realmente espero que mi ausencia no altere tu vida.

Mi valor a tus ojos no se mide por cuánto te de o tomé de ti.

Sino por cuánto aprecias mi existencia, cuánto me admiras por lo que soy, de cerca o de lejos.

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TOMAR NOTA

Lo desconocido siempre ha sido bueno conmigo; siempre es un nuevo amigo, una nueva vista, cosas que siempre han estado allí, como colores en una burbuja, pero que nunca había notado realmente. Hay tanto por hacer y tan pocas horas. Lo desconocido siempre ha sido amable y paciente conmigo. Cuando lo aprendo, espero con ansias volver a encontrarlo una y otra vez.

Pero lo desconocido hoy, a los veinticinco años, sentada en esta camarote lleno de arena del tamaño de un ataúd, por el que pagué treinta euros para compartir con otras ocho personas; era todo lo que importaba, todo lo necesario, todo por lo que valía la pena preguntar, todo en el futuro inmediato. Todo de lo que soy consciente es de lo que no soy, lo que me falta, eso es lo desconocido.

Lo desconocido, amigo mío, no estaba escondido en callejones oscuros por la noche que conducen a bares ocultos, ni en una botella de tequila en el sofá de un grupo de chicos. No eran las sombras que no se me permitía explorar cuando tenía diez años, ni los países de alguna película extranjera que vi cuando tenía dieciséis. Lo desconocido no era nadie que cruzara mi camino, no era nada que tuviera en mente.

Era todo en lo que solía estar segura: dónde dormiría, qué comería, en qué proyecto trabajaría, si reiría ese día, mis amigos, mi rostro, mi piel, el color de mi cabello y mi gusto por películas, música, libros y cómo pasaba mi tiempo libre; todo se difuminaba en un gran misterio que no me importaba resolver, pero tener resuelto.

Espero que lo desconocido aparezca como solía hacerlo, aquel niño que se acercó a mí en el patio de juegos, vidas atrás, varios cambios de escenario y elencos atrás. Entonces lo que no sabía no era algo en lo que pensar; todo lo que veía, sentada al pie del refalín, eran pies frente a mí. Se detuvo y miró la sangre en mi rodilla, bloqueando la puesta de sol de mi rostro. extendí mi mano y pedí algo que él con gusto daria : ayuda.

Un amigo es un momento de contemplación extendida en el tiempo. Observas, notas una entidad que no eres tú ni tus conocidos, y te das cuenta de lo diferente y ajeno que es. Comparas cosas que no pensaste comparar. Esa contemplación se extiende en el tiempo y no quieres dejarla ir; diseñas planes, técnicas y trucos para hacerla durar.

He estado caminando domesticada durante unos años, extendiendo la contemplación hasta que nos volvimos iguales. Mientras tanto, he estado buscando desesperadamente, Manic Panic verde manzana en mi cabello como cebo. Todos los que cayeron en la trampa ya estaban domesticados.

No sabían quién sería mi próximo jefe, mi próximo color de cabello o incluso mi color favorito. Sabían cosas como quién sería el próximo jefe de Claudia y Félix, el color favorito de Peeta y Katniss, y dónde dormirían Peralta y Santiago esta noche, pero no mucho sobre mí.

Sabían mi color de cabello actual; al igual que yo sabía quién fue mi último jefe y cómo simplemente apareció, cómo solía tener un color favorito, un día lo vi y quise recrearlo para siempre, y cómo solía dormir en una cama que estoy cien por ciento segura de que no compré.

¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? E incluso por qué se perdieron en la línea de tiempo, cien fotogramas a la izquierda sin herramientas para rebobinar. No tomé notas ni presté mucha atención a cómo se desarrollaban las cosas. Y ahora, no sé cómo llegar a conocer lo desconocido, mi amable amigo que siempre estuvo allí, ha desaparecido.

Lo desconocido no estaba en estos rostros que pasé, ni en cartas de tarot al azar; tal vez estaba perdido. Así que abrí la puerta y corrí a buscarlo. Lo desconocido no estaba en ningún lugar, no en ningún letrero que pasé, no en las vitrinas. ¿Dónde estaba? Siempre fue tan fácil de encontrar. Lo desconocido ni siquiera estaba en esa iglesia, rezando para ser encontrado pronto por mí.

Levanté todas las alfombras donde había escondido polvo y abrí todas las cortinas y puertas en mi camino. Las plantas de mis pies ardían; había estado buscando durante días. Vi cómo cada estadística en mi teléfono subía y luego bajaba: el número de pasos, el tiempo de sueño, el ritmo cardíaco, la ingesta calórica y el tiempo que pasé mirando esa pantalla en sí.

Tal vez lo desconocido no estaba cerca; tal vez estaba tratando de esconderse a propósito. Si tan solo supiera cuánto lo necesitaba. Así que le pregunté a cada foto de perfil que conocía, '¡Hola! Soy yo. Espero que estés bien. Me preguntaba si lo has visto. Tal vez lo tengas. Por favor, si lo encuentras, devuélvemelo., dile que lo estoy buscando.'

Todo lo que sabía se estaba desmoronando, como si esto fuera una carrera en la que cada día tenía más distancia por recorrer que distancia recorrida. Cada día, más preguntas sin nadie que las respondiera.

Respirando con dificultad, con la nariz congestionada y los ojos llorosos, me di cuenta de que no sabía nada. Ni siquiera podía leer el nombre de la calle donde estaba parada a través de las lágrimas. Finalmente, mis piernas cedieron y caí al pasto.

Me quité los zapatos para ver mis pies sangrando, sorprendida de no haberme dado cuenta. Me quedé allí durante mucho tiempo, solo pensando en la presión en mi pecho y en el sonido de mi respiración que se hacía más lento.

El cielo era azul y las hojas se movían en la ligera brisa de otoño, y de repente, pasó una burbuja. Sabía todo acerca de las burbujas; aprendí de ellas cuando solía perseguirlas. Los bancos estaban hechos de madera, madera pintada de rojo, rojo desvanecido por el sol y craquelado `por el tiempo. Nunca había estado aquí ante, pero podía leer los nombres de las calles. Y si quisiera, podría perfectamente vivir aquí. Pero no me gusta la humedad ni la tierra.

De esa manera, una certeza tras otra regresó. Volví a conocer todo lo que estaba en mi visión. Esta vez, me aseguré de recordar y tomar nota de cómo todo sucedía. De esa manera, la próxima vez que pierda Lo desconocido, puedo descartar lo que ya sabía.

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Mi mama obtuvo una certificación de  la corporación nacional del desarrollo indígena de su identidad como persona mapuche, mi mama es parte de una reserva en el lago buddy, una tribu cual ella nunca ha visitado.

Hablan mapudungun un idioma que solo conozco por estar abajo de las señalizaciones en oficinas de servicio publico en cursiva, y por el discurso que dio la presidenta de la cámara de representantes en la comisión constitucional, redacción que fue rechazada este año, mi mama lloro, no tenia esperanza de retirarse pero si le hacía ilusión una reforma tributaria.

Tampoco sabemos ninguna receta, una de las mas populares y aclamadas son las sopaipillas, masa de harina y zapallo camote frita ofrecida por vendedores ambulantes en las esquinas del invierno, le disgustan la cantidad de aceite.

Una vez contó que su abuelo Martín fue atropellado, se rehusó a ir al hospital, solo se amarro a una cama con soga y recito unas palabras en mapudungun por meses, dice que eso le sano todos los huesos rotos, como un milagro, pero no hay forma de saberlo ya que no se saco radiografías y era alcohólico.

Ella es mariana, ya que los curas violan niños y no hay forma de que un dios sea hombre, una o dos veces al año mientras estamos en la ciudad en una visita al doctor o al cine debe bajarse corriendo del auto a dejar flores en una iglesia para pagar una manda.

también es muy adepta a los cultos paganos, mis padres se leen el tarot de Marsella el uno al otro, azarosamente entras a la casa, todo está obscuro excepto la luz de la vela que guía a los espíritus y reflejo en vaso con agua que atrapa las malas energías, las cartas que siempre dicen lo mismo, las respuestas están en ti.

certificado que se extiende a mi, quien no tiene ni el color ni la estructura ósea digna de el, tampoco tengo la piel blanca, la tengo amarillo criollo, no entiendo muy bien el conflicto armado en la araucania, nombre huinca (palabra parecida a muggle, en este contexto significa; no mapuche) para el territorio mapuche,conflicto que durante mi adolescencia solia explicarlo bien pero ya no estoy tan segura.

Algo que si herede de la coloración de mi línea materna son las pecas, pecas que tienen todas las mujeres de mi línea materna, pecas causantes de la falta de cultura mapuche en nuestras vidas, pecas de un aleman en el siglo XIX que decidió violar a mi tatara tatara abuela quien dio a luz a una mestiza, la tribu decidió venderla a un español, al enterarse, el abuelo martin, su hermano la llevo a la capital. Ella entro a un convento, el se hizo panadero.

No se hacer buen pan, tampoco se que significan las partes del kultrun, algo que hago y que mi año en terapia no logro cambiar ,es que no perdono ni olvido, siempre e culpado al señor Darcy de eso, lei orgullo y prejuicio a los nueve, justo despues de leer la maravillosa granja de mcbrown. considere que Austen era superior, cuando  el señor Darcy dijo; mi falta es que una vez que alguien a perdido mi buena opinion la a perdido para siempre, lo senti.

Pero tengo pecas, es fácil para mi desaparecer e ignorar, puedo borrarte de mi realidad, estar en una habitación y no verte, como si estuviera bloqueada tu cuenta de instagram pero en mi cerebro. Dijste “no se” como respuesta a mis largo monólogo sobre la identidad latinoamericana en guardianes de la galaxia, expresión repetida en el tiempo “no se” era solo falta de interés tuyo y no carencia de novedad de mi parte como me habia convencido, fue el último día en el que te vi.

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Notas de viaje N2 (Perdí la primera)

Cosas que no se pierden en la traducción:

- El rostro de la paciencia en una madre

- Una niña de doce años haciendo demandas

- El sonido de un regaño

- terminar por teléfono.

- La tierno de una mezcla de corgi y salchicha

- Brindis de mendigos

- Un hombre alto y flaco con camiseta de fútbol gritando insultos con una lata de cerveza en las calles

- Madres deteniendo a sus hijas para no cruzar la calle en el mismo semáforo verde que tal hombre

- El miedo que siento ante el sonido de parejas peleando

- Alegría, disgusto, enojo, tristeza

Cosas que realmente se pierden en la traducción:

- Adverbios, sustantivos, artículos, tiempos verbales

- Excusas

- Algunos, pero no todos, los prejuicios."

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Detrás de una silueta negra iluminada esporádicamente por la nariz de Rodolfo el reno mostrando los tornillos y placas de acero, no puedo distinguir entre el cielo y la tierra. Los pequeños pueblos en la costa norte de Brasil forman constelaciones que he visto antes, pero realmente no puedo recordar donde. Así que levitamos, nadamos en un mar de estrellas. Cuando enfrentamos el Atlántico, una gran mancha de tinta se derrama sobre las estrellas, borrando signos del zodíaco que nunca conocí, a novecientos kilómetros por hora.

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Muchos escritores no planean, pero yo sí lo hago. Stephen King y Murakami no lo hacen. Eso no significa que no sea tan grande como ellos, eso está implícito en el formato en el que estás leyendo esta historia. Pero yo sí planeo, cuando lo hago, mi primer paso es planear cuidadosamente y elegir el día. Debe ser un día en el que tenga tiempo de sobra. y debe haber un clima agradable, lo suficientemente agradable para usar poleron pero estar descalza.

El segundo paso es crear cuidadosamente una lista de reproducción tarea a la que dedico alrededor de una o dos horas. Es realmente importante y debe contener solo lo esencial: Paramore, Taylor Swift, Spice Girls y alguna otra obsesión de la semana. Y luego, cuando estoy listo, me enfrento a la cocina.

Intento acumular platos durante unos 3 días antes de planear una historia, y los trato como una venganza a una traición personal. Hago una recreación dramática de las letras como si las hubiera creado en ese momento. Muevo las cejas y mis labios.

Cuando la cocina está lista, también lo está la historia. Lista para ser escrita, y aún mejor, cuando la historia está escrita, no siento la necesidad de terminar los platos."

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Cuatro personas a mi izquierda. Esta quien creo que es una guionista de cine que me gusta. En el asiento del medio en la fila del medio. Tiene una nariz de triangulo isósceles, su cara parece sacada de una película de tim burton, su pelo está sucio y separado en mechones por la grasa, es ese cabello café sin saturación, como el pelo oscuro de una rata.

Hablo con mi madre al respecto y amamos un plan. Esperaré a que vaya al baño, así podré caminar detrás de ella y esperar, como si fuera una casualidad. Por supuesto. Cuando salga, le preguntaré, "espera, ¿no eres una guionista de cine independiente?" Su rostro se iluminará, estara emocionada, orgullosa de ser reconocida.

Pero, ¿qué sucede si nunca va al baño? Estoy sentado justo al lado de una pareja, ¿qué pasa si en medio de mi profunda escritura me hago pis? Cuando tenía seis años, me hice pis en clase, la auxiliar del profesor, la tía Sandra, me llevó a su casa desde mi colegio cuesta arriba. una cuadra Tenía una caja de calzones en bolsas de plástico y una caja de pantis en su casa. Hizo que pareciera que era un evento habitual para ella. Me limpié y cambié, pero ella me ayudó con las pantimedias.

Otra vez me hice pis en una pijamada de cumpleaños. Todas en mi clase estaban allí, sabía que no debía tomar líquidos después de las seis. Mi doctor me dijo que tenía un esfínter inmaduro. Desperté en el sillón mojada, Consuelo, la Cony, ella hablaba muy fuerte, me preguntó, probablemente para burlarse de mí. Estaba a punto de asumir mi culpa cuando tía Andrea intervino, la mamá de Nini, y les dijo a todos que había derramado un vaso de agua y se disculpó conmigo. Tal vez orinarme sea la decisión correcta para mi carrera de escritura. Si me ve tan avergonzada, sentirá lástima por mí, tomará la iniciativa. Si me tiene suficiente lástima, podría contarle mi historia y podríamos ser amigas. Tal vez me protegerá.

Pero debo hacerlo en el momento adecuado, lo suficientemente temprano para hablarle sobre mí, mi línea editorial y mi visión. Pero lo suficientemente tarde como para que los demás pasajeros soporten la menor cantidad de tiempo con el olor. Si este grupo de completos desconocidos tiene que pagar por mi carrera, lo educado es hacer que la situación dure el menor tiempo posible. Después de todo, no quiero una reputación ingrata y egocéntrica. Ese tipo de reputaciones están reservadas para hombres de mediana edad con problemas de alcohol, los Hemingway, los Kings. Nosotras, las escritoras mujeres, no tenemos ese lujo. Podemos ser bohemias y putas, pero nunca ingratas.

Mientras más la miro, más sentido tiene toda esta situación, como si estuviéramos conectadas. Mi escritora y yo y el pis, como si fuéramos parte de un plan más grande. Puedo sentirlo, citando a Troy Bolton, "el comienzo de algo nuevo". Sé que ella también puede sentirlo. Está dormida, pero sé que somos espíritus afines. Es como si estuviéramos en el útero, lleno de líquido amarillo cálido gestando algo. Una nueva vida. Las historias del futuro. No me ha mirado en todo este tiempo, debe estar tan confundida sintiendo todos estos sentimientos y sin tener idea de lo que va a pasar.

Estamos suspendidas en este líquido de creación por encima de todos los demás pasajeros, unidos con las estrellas, que cruzan desde el vidrio de mi ventana hacia nosotras. Siento una mano en mi hombro y las luces deslumbran, en la mañana o el mediodía. Me sobresalto, agradezco al asistente de vuelo y me disculpo por ser la última en salir. Y rezo para que el amor de mi vida no sea un telepáta en este mismo vuelo.

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Debe ser extraño trabajar en un aeropuerto y ver constantemente posibilidades frente a ti. Miles de vidas diferentes cada día y ninguna para llamar tuya.

Mi prima Javi trabaja en recursos humanos, es un gerente de contratación en una empresa que recluta para cualquiera realmente. Si un hospital necesita 50 enfermeras, él las contrata. 50 periodistas, 50 influencers, 50 limpiadores, llamadas en frío todo el día.

Nunca es uno de ellos, como en Japón, se graduó a los 21 años, hizo su pasantía allí y nunca se fue.

Frente a mí hay un hombre obeso en sus 50 o 40 años, definitivamente en la mediana edad. Estoy sentado entre 2 chicas de mi edad y podríamos haber sido amigos en otra vida. Pero no lo somos.

El vuelo 706 a Madrid espera a la tripulación.

Escribir en una libreta en el aeropuerto me hace sentir pretenciosa, mis 'mejores amigas de otra vida' están en sus teléfonos desplazándose y enviando mensajes a amigos sobre lo emocionados que están. Yo escribo, con pluma y papel, en mi pequeña libreta. Vintage, si quieren.

Me siento como el protagonista de un fanfic de One Direction, leyendo un libro en un concierto de 500 euros en la primera fila, pero esta ansiedad molesta, esta incomodidad, es solo miedo y los viajes son todos sobre miedos.

Constantemente temo todo, ¿funcionará algo y no podré hacerlo bien? ¿Mi reserva está realmente hecha? ¿Algún hombre encantador intentará traficarme como trata de blancas?

¿Qué pasa si no conozco al amor de mi vida? ¿Y si conozco al amor de mi vida? ¿Y si conozco a mi agente, a mi mentor, al que me llevará al siguiente nivel?

Así que le pido a mi amiga Valentina que me haga una lectura de tarot, algo va a pasar, una traición, un evento canónico.

Cada viaje es un evento canónico y cada viaje es una traición a mí mismo, a mi dieta, a mi rutina, a mi zona de confort maravillosa y muy odiada por los medios.

Así que este miedo no debe detenerme.

No puedo hacer que el proyecto de mi vida sea agradar, así que escribo sobre el miedo a no agradar.

Creí, o me gusta creer, o mejor dicho, me gusta decirme a mí misma como una afirmación frente a mi espejo, que si estoy consciente de la imagen que proyecto y sigo eligiéndola sin dañar a nadie, sin avergonzar a nadie para validar mi valía para que se cumplan mis necesidades, estaré bien."

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