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Opiniones sobre el azucar y la diabetes - Articulo numero: 72

La diabetes es un conjunto de trastornos metabólicos, cuya característica común principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera persistente o crónica, debido ya sea a un defecto en la producción de insulina, a una resistencia a la acción de ella para emplear la glucosa, a un aumento en la producción de glucosa o bien a una combinación de estas causas. Asimismo se acompaña hemoglucotest de anomalías en el metabolismo de los lípidos, proteínas, sales minerales y electrolitos.

La diabetes se asocia con la aparición de dificultades en muchos sistemas orgánicos, siendo los más evidentes la pérdida de la visión (retinopatía diabética) que puede llegar a la ceguera, el compromiso de los riñones (nefropatía diabética) con deterioro funcional progresivo, requiriendo diálisis y trasplante, el compromiso de vasos sanguíneos que pueden significar la pérdida de extremidades inferiores (amputaciones) (véase vasculopatía diabética), el compromiso del corazón con enfermedad coronaria e infarto agudo de miocardio, el compromiso cerebral y de la irrigación intestinal; sin embargo, las dificultades más prevalentes afectan al sistema nervioso periférico y autónomo. Todo esto significa una carga muy pesada para el paciente que la padece y para todo el sistema de salud pública.2​4​7​

Los síntomas primordiales de la diabetes mellitus son la emisión excesiva de orina (poliuria), el aumento anormal de la necesidad de comer (polifagia), el incremento de la sed (polidipsia) y la pérdida de peso sin aparente razón.8​ A veces se toma como referencia estos tres síntomas (poliuria, polifagia y polidipsia o bien regla de las 3 P) para poder sospechar diabetes mellitus tipo 2 o insulinorresistente en tanto que son los más habituales en la población.

Una revisión de dos mil dieciocho concluye que uno de los principales factores de peligro para desarrollar tanto la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo dos es el consumo de gluten y que la dieta sin gluten durante el embarazo reduce el riesgo de que el bebé desarrolle diabetes tipo 1.

La palabra diabetes viene del heleno διαβήτης [diabétes] que significaba compás. Derivaba del verbo diabaíno (o diabáinein, ‘atravesar’, si se enuncia el verbo en infinitivo) que significa caminar, formado desde el prefijo δια [día], ‘a través de’, y [báino], ‘andar, pasar’; se trataba de una metáfora basada en la semejanza del compás abierto con una persona andando, con las piernas colocadas en posición de dar un paso. La mayor parte de los diccionarios que ofrecen la etimología de la palabra diabetes, indican que procede del latín diabētes que significa sifón.10​

Como término para referirse a la enfermedad caracterizada por la supresión de grandes cantidades de orina (poliuria), comienza a utilizarse en el siglo I en el sentido etimológico de «paso», aludiendo al «paso de orina» de la poliuria. Fue acuñado por el médico heleno Areteo de Capadocia.11​

La palabra mellitus (latín mel, ‘miel’) se añadió en 1675 por Thomas Willis en qué momento notó que la orina de un paciente diabético tenía sabor dulce (dado a que la glucosa se elimina por la orina).

En el año dos mil se estimó que alrededor de 171 millones de personas en el mundo eran diabéticas y que llegarán a trescientos setenta millones en 2030.32​ Este sufrimiento causa distintas dificultades y daña frecuentemente a los ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos. Sus dificultades agudas (hipoglucemia, cetoacidosis, coma hiperosmolar no cetósico) son consecuencia de un control inadecuado de la enfermedad mientras sus dificultades crónicas (cardiovasculares, nefropatías, retinopatías, neuropatías y daños microvasculares) son consecuencia del progreso de la enfermedad. El Día Mundial de la Diabetes se memora el 14 de noviembre.

Según datos de la OMS, es una de las 10 principales causas de muerte en el planeta.33​

Entre los peligros mayores y más usuales que provoca la diabetes está la conducción. El tratamiento con insulina o antibióticos orales pueden tener repercusiones en el sistema inquieto que derivarían en complicaciones microvasculares, produciendo problemas de visión como cataratas o glaucoma; pero sobre todo son las bajadas del nivel de azúcar o bien la hipoglucemia la que puede provocar mareos, desubicación, falta de concentración y descoordinación, y pérdida de conciencia;34​ con lo que existe un mayor riesgo entre los automovilistas diabéticos a tener un accidente. En 2014, la Dirección General de Tráfico de España (DGT) publicó una investigación en el que se comparó el peligro de accidentes de la población diabética respecto a la población general, y este peligro relativo fluctuó entre un 12 por cien y un 19 por ciento más.