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Sé lo que fui, sé lo que era, sé lo que quiero cambie y mucho mejor, sé quién quiero ser.
No estoy orgullosa de mis errores y aunque sea contemporáneo puedo decir que eso no me define. No dudaría en pedir perdón, decirte que lamento no haber sido alguien agradable para ti, diría que me rompe el corazón ver como nos destruimos ambas, porque aunque para ti, tu percepción hacia a mí, sea un desacierto, una cuentista, alguien que dejó sus promesas en la orilla de aquella playa,
La chica del “alter ego” que creo toda una historia y por lo visto, solo la vivió ella, vio como se rompían las dos, cada día, cada hora, cada mentira, cada engaño…
El dolor más recíproco, el amor más bonito unidos por dos almas sin sanar.
Merecemos ser nosotras mismas, sin dudas, sin incertidumbre, sin extremos, ser nuestra esencia y que nunca más nos hagan dudar de nosotras mismas. Que nunca nos juguemos nuestra paz mental por un amor no correspondido, que en nuestras caritas solo nos den caricias y que aquellas, no sean colisiones.
Amamos como nos amaron, y nosotras lo hicimos tan exacto, tan homogéneo que al mirarnos a los ojos, juraríamos vernos en ellos, prometíamos que éramos aquel reflejo.
La mentira antes del abrazo, las caricias después del abuso, la cena después del litigio, nuestros momentos de intimar después de separaros de nuestro antifaz, en el que tú bien nombres.
Nuestros errores son miles, dime bonita, de qué sirve seguir arrojándonoslo? Si tú y yo fuimos testigos de todo, estábamos en la primera fila de nuestra gran película.
Nos equivocaremos miles de veces más, la vida no para, nuestra vida no se acabo cuando nos mentimos.
Se supone que debo sentirme orgullosa por lo que soy ahora? Lo estoy, a pesar de mis errores, a pesar de mi pasado. Aún queda mucho, pero puedo jurar que soy la chica más feliz cuando salgo de mis terapias, cuando niego tomar una droga, cuánto me hago una autocrítica, cuando reconozco mis errores, cuando me disculpo para no volver a hacerlo, cuando me veo a nada de cumplir uno de mis sueños. Por tus palabras, sentí que yo era una persona horrible, lo entiendo y lo respeto, pero te puedo prometer una última cosa: Esa persona se quedó ahí.
Nunca hablaré mal de ti, aunque nuestro pasado sea aterrador, aunque mi corazón se rompa un poquito al escuchar tu nombre.
Nunca hablaré mal de ti porque en su día te quise como a nadie. No somos culpables, ni tú ni yo, nos amamos mal, nos pusimos en límites, nos arrojamos a vacíos la una a la otra.
Ya no está bajo mi control nada de lo que la gente te diga de mí, yo sé quién soy y eso es suficiente para mí<3
Te quiero.
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