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azareel-macias · 9 years
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Dinámica ipad mini
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azareel-macias · 9 years
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"#YoEnCetys ”En el aprendizaje tres elementos son existentes: iniciativa, liderazgo y sabiduría; cuyo fruto no es sino la trascendencia.” En este nuevo...
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azareel-macias · 9 years
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Diálogo: "San Giving"
Aurelito y Nidia siguen discutiendo.
Nidia: Ya me cansé de tus amenazas, solo te comportas así porque sabes que eres un inútil.
Aurelito: ¿Inútil dices?
Nidia: ¡Claro! Nunca me apoyas con nada ni siquiera cuando se trata de mamá.
Catalina entra.
Catalina: ¿Por qué tantos gritos? Y ¿qué hablan de mí?
Nidia: Nada mamá, lo mismo de siempre…
Catalina: Bueno, entonces no le grites así a Aurelito, el pobre tuvo in día difícil.
Aurelito: Gracias mamá, ¿se te ofrece algo?
Catalina: nada, solo quiero sentarme a comer con ustedes
Nidia: Ya pongo la mesa mamá… (Se acerca a Aurelito y susurra) luego seguimos hablando de esto.
Sara baja y las alcanza en el comedor.
Sara: Listo. En realidad nenita no tenía problemas con la tarea, pero la ayudé.
Nidia: ¿En serio? (voltea a ver a Aurelito) Muchas gracias de todos modos.
Sara: Claro, cuando sea… ¡Sra. Catalina! ¿Cómo se siente?
Catalina: Ya mejor hija, me alegro que estés con nosotros.
Sara: No diga más, ustedes son como mi familia.
Aurelito: Oye Sara, no es por insistir ni nada, pero ¿Cuándo regresas a tu casa?
Nidia: ¡Aurelito! No seas inoportuno.
Sara: No, para nada
Aurelito: Ya ves… ¡la única ofendida eres tú!
Sara: Bueno, no es para tanto.
Catalina: Más gritos, ustedes no entienden,
Los demás se disculpan al unísono. 
Azareel Macías Villanueva
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azareel-macias · 9 years
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Audiolibro: El avión de la bella durmiente de Gabriel García Márquez
Azareel Macías, Natalia Tejeda, Arely Zavala y Alexis Madrid
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azareel-macias · 9 years
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Cadáveres Exquisitos: Máximo tomó una decisión
            Máximo se sentía triste y hace poco tomo la decisión de viajar por el mundo. No sabía qué hacer, los sentimientos lo abrumaban, opto por hacer una decisión difícil, pues esta afectaría el futuro de la ciudad entera en la que ha vivido por muchos años.
            Además de eso quiso hacer un cambio con su rutina, no me creerás, pero ¡hasta se compró un perro! Está fascinado, completamente embelesado, los lugares eran perfectos y quería inundarse en las consecuencias de sus actos. Al final decidió suicidarse para no dañar a nadie, tirándose de un Puente dejando que el agua la llevara a donde quisiera.
Azareel Macías, Arely Zavala, Jorge Tapia y Natalia Tejeda
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azareel-macias · 9 years
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Cadáveres Exquisitos: Vida/Muerte
            He estado pensando en mi misión de vida. Ya que la muerte, la vida es una huella y recuerdo que sucede antes de la muerte ¿habrá vida después de la muerte? ¿Cómo sabemos qué es la muerte? A mí me gustaría saber que hay allá, qué es lo que me espera ¿será mi abuelo? con tanta adrenalina de vivirla y valorarla teniendo en cuenta.
Mi abuelita le tiene miedo a la muerte, siempre habla sobre el tema, me da miedo… Miedo de perderlo todo, de que sólo me convierta en polvo y que sea un pedazo de tierra. Quiero que mi vida larga más allá de la muerte.
Azareel Macías, Arely Zavala, Jorge Tapia y Natalia Tejeda
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azareel-macias · 9 years
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Cadáveres Exquisitos: Odio
            Su rostro tenía una sonrisa burlona, en sus ojos se podía ver el odio tan profundo y fuerte.  Se odian cosas que se rechazan y que posiblemente se ignoran de uno mismo, como una negación. Era un sentimiento fuerte e imperante, lo sentía corriendo por cada espacio de su cuerpo asqueroso. El dolor que le causó era insoportable, le daba la necesidad de romper todo a su alrededor del gran coraje que sentía al recordar esos momentos El odio puede ser un dolor transformado en otras cosas, es algo que duele y hiere, dejando un rastro de su existencia…
Azareel Macías, Arely Zavala, Jorge Tapia y Natalia Tejeda
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azareel-macias · 9 years
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Cadáveres Exquisitos: Amor
              Eso del amor era para mí algo muy extraño, yo no solía creer en ese tipo de cosas. Sonrisa que te alegra la vida, que te llena el corazón ardiente de amor por el hombre que conoció hace unos días. Actualmente él, ni nadie cree en la existencia del amor, se requiere de esperanza. Hacía de todo para no pensar en ello, me sentía protagonista de película y hasta cierto punto lo disfrutaba. Era un nuevo sentimiento. Nuevo para él, pero le daba vida, le brindaba alegría y esperanza de encontrar el amor sincero por fin, después de tanto tiempo de espera. 
Azareel Macías, Arely Zavala, Jorge Tapia y Natalia Tejeda
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azareel-macias · 9 years
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Cadáveres Exquisitos
            Miro hacia abajo, su mano quería toca la suya. Pensó en la casa de su prima, quien era una persona muy inteligente y siempre le ayudaba con la tarea de la materia de estadística generalmente es muy tediosa. La última vez que nos vimos, digo, si estaba nerviosa pero ya había pasado por todo este proceso un millón de veces, se supone que su vida había cambiado, su cuerpo era diferente, sus ideales no eran los de hace un año. Podía haber encontrado lo que tanto busco pero decidió que era momento de hacer un cambio en su vida.
Azareel Macías, Arely Zavala, Jorge Tapia y Natalia Tejeda
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azareel-macias · 10 years
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Cuento: A la hora del té
  Estaba recostada en esa silla imponente del estudio. Ya llevaba un rato girando en ella y observando el techo. Era una obra maestra, una de esas inspiraciones arquitectónicas que esconden algo más en su estructura. Me perdía en cada detalle, incluso cuando veía  la luz escurrirse por los ventanales, me invadía algo indescriptible.  Así era mi vida, o al menos en los últimos meses. Me dedicaba a pensar en cosas cotidianas, esperando olvidar como me sentía en ese momento.
Había leído ya cerca de tres libros y apenas eran las dos de la tarde. Aunque prácticamente ya era hora para ir a tomar el té con la Sra. Courier y sus hijas. Un ritual social que me parecía innecesario. Pero después de todo, me correspondía; era una de mis pocas responsabilidades. “No estoy de humor para falsedades” pensé, y luego llamé para cancelar inventando un imprevisto. Me alegré de mi decisión puesto que así pude tocar el piano tranquilamente. Eso era algo que si amaba; de alguna forma mis dedos se desconectaban de mi cuerpo y podían ser libres, los sentimientos se desplegaban en las notas que emergían de mí ser. Era maravilloso, todo lo era, todo hasta que el maldito gato negro se sentó al pie de mi piano, juzgando la pieza que tocaba, reprochándome mi actitud sin un poco de decencia o siquiera ese respeto entre viejos enemigos. “Lárgate”, le grité haciendo un ademán e interrumpiendo la melodía. Desde que llegué a esa casa el gato me había odiado, nos disputábamos todo, la atención, la importancia e inclusive…el poder. Sin embargo, ahora nos mirábamos como dos niños cansados de pelear por el mismo dulce, imposible de notar nuestra existencia. Él se acercó sigiloso hasta mis pies e hizo un sonido extraño. La situación me pareció tan incómoda que solo le di unas palmadas en el lomo. Repitió ese sonido como en declaración de paz y me di cuenta por primera vez, de que la pobre criatura solo necesitaba amor. Que lastima que yo no pudiese dárselo, pero al menos ahora lo comprendía. Lo llevé hasta la cocina y le di algo de comer, más que nada para demostrarle que yo también estaba cansada de esta lucha.
Dejé al gato en el patio y regresé al interior de la casa, me dirigí a la habitación de huéspedes y me tiré en el suelo. Era de mis favoritas, supongo que porque era tan extraña como mi presencia en esa casa. Entre una pila de objetos viejos pude ver el primer presente que él me dio, una guitarra. La tomé entre mis manos y noté que tenía una gruesa capa de polvo. La había dejado, olvidado en ese lugar, me invadió la culpa por un momento. Estaba por tocar el primer acorde, posicioné mis dedos sobre las cuerdas y de pronto un recuerdo bloqueo mi mente: “ese instrumento de cuerdas ya no es digno de ti…”. Regresé la guitarra al lugar de donde la había tomado y salí corriendo de la habitación. Bajé las escaleras deprisa al punto de casi tropezarme y me senté en el último escalón para tomar un respiro.
Todos tienen su límite, y ese fue el mío. El error más grande no fue haber pasado tanto tiempo en ese lugar y convertirme en uno de los muchos ornamentos de la casa, sino haberlo creído de verdad. Me puse en pie, recogí mi bolso que había dejado en la mesa y salí. Caminaba rápido, como si alguien me persiguiera o quizá por el temor a que mi voluntad me traicionara. No supe en que momento tomé un rumbo fijo, sino hasta llegar a la estación de trenes. Jamás me había subido en uno, no desde que me abandonaran en una estacioncita lejana. Los evadía porque me habían traído a este lugar, pero en ese instante, esperaba que el primer tren me llevara a un destino menos decepcionante. Así comenzó mi vida…al poner un pie en ese nuevo viaje.
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azareel-macias · 10 years
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Ejercicio: Diálogo 2. A quiere un libro de B, y B algo intangible…
A: Necesitamos hablar.
B: De acuerdo, dime…
A: Sé que hemos tenido algunas discusiones recientemente pero eso no debería afectarnos.
B: ¿A dónde quieres llegar?
A: Quiero que me regreses el libro.
B: ¿Cuál libro?
A: Si querías hacerme pasar un mal rato, lo has logrado. Pero ahora…devuélveme mi libro.
B: Es increíble, ahora resulta ser que yo busco arruinarte la vida.
A: ¿No has tenido suficiente? Esto es lo que te propongo, regrésame mi libro y entonces olvidaremos lo sucedido.
B: El libro vale más que eso, y lo sabes.
A: No creo tener nada para ofrecerte.
B: Te equivocas, anda, piensa un poco.
A: No lo sé.
B: Ese libro es mío porque hice lo necesario para obtenerlo, ¿tú que estás dispuesto a dejar?
A: Nunca he entendido este resentimiento hacia a mí.
B: Todos creyeron que alguien como tu podría reemplazarme…pero aún me queda mucho por hacer. ¡Ellos no tenían idea!
A: ¿Qué quieres que haga? Eso ya está decidido.
B: No es verdad, tú puedes convencerlos de lo contrario.
A: ¡¿qué?! Y decir que simplemente he preferido dejar pasar esta oportunidad, que no soy capaz de proteger a las personas que me han dado todo.
B: En ese caso, deberíamos decirles de donde sacaste el libro.
A: Ese libro es mío y tú no estás en el mejor lugar para amenazarme.
B: ¿Piensas que todos te seguirán respetando si saben que eres un ladrón?
A: Yo no robé nada, ¡y tú  no sabes nada de mí!
B: ¡Suéltame! Yo lo miro así: un hombre roba un libro que ha sido codiciado entre los hombres por décadas, llega al lugar correcto para convertirse en héroe y obtener como recompensa a la heredera de las colinas.
A: ¡Najla no tiene nada que ver con esto!
B: También me la arrebataste. Si me quitaste todo, al menos ten el coraje para enfrentarte a mí.
A: Todo pasó muy rápido…a veces creo que es una mala jugada del destino.
B: Entonces vete, desaparece de la misma forma en que llegaste.
A: ¿E ir a dónde? Tú mejor que nadie sabe que no tengo nada fuera de este lugar.
B: Si te doy el libro, tendrás más de lo que necesitas.
A: ¿Qué harías tú? Y ¿qué pasaría con Najla?
B: Todo seguirá como debió ser desde un inicio. Tú no perteneces aquí y lo sabes.
A: Solo si juras que la protegerás, a ella y a todos…
B: Eso siempre me ha correspondido a mí. Eres un pobre muchacho al que no le dieron otra opción. No tienes que morir para ellos, para estos egoístas que buscan a alguien que se sacrifique y haga lo que ellos deberían.
A: Tienen miedo, solo es eso.
B: ¿Y tú no?
A: Yo…
B: Te daré el libro, antes del amanecer. Frente a la salida este de la plaza principal. Admiro tu valor, así que te daré lo que necesites para emprender tu viaje.
A: Una última cosa y acepto el trato.
B: Escucho…
A: Quiero despedirme de ella.
B: Ella no debe saber nada de lo que hablamos.
A: Y no se enterará, solo quiero decirle que me voy.
B: …Tienes esta tarde y no más.
A: Siempre pensé en ti como mi compañero, no hubiera confiado en nadie más.
B: Yo tampoco.
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azareel-macias · 10 years
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Ejercicio: Diálogo 1. Encuentro de dos personas que no se veían en mucho tiempo.
A: No puedo creer que seas tú
B: Yo…
A: Si, bueno, no sé. ¡Dime algo!
B: Es extraño.
A: ¿Por qué?
B: ¿No te parece? Apenas te conocía la última vez que te vi.
A: ¿De qué hablas? Nos conocemos hace más de cinco años.
B: Me enteré de lo que pasó en el concierto.
A: ¿Cuál concierto?
B: Tu presentación, donde estuviste excelente. Recuerdo que traías puesto un vestido azul que resaltaba tus ojos.
A: ¿Me extrañaste?
B: No es el punto, sino lo que sucedió.
A: ¿Podrías ser directo y ya?
B: Tocaste mi pieza.
A: No sabía que era tuya, Carlos me dio las partituras.
B: ¿No mientes?
A: Estoy aquí. ¿O no?
B: Tendré que asegurarme.
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