c-ovarrubias

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“ sí, me cuestan un poco, algunos se esfuerzan en ser insoportables “ primero no le cuesta un poco como cataloga, usualmente le cuesta mucho. segundo, no le importa, no es como que busque agradar y ese es el problema, que contrarios tienen que lidiar con personalidad de española que no es la más fácil de todas, con humor que tampoco es el más simple y con carácter que es más bien fuerte y complicado. así que es más fácil cargar culpa a otro en vez de aceptar que es ella el problema, así que más o menos son parecidos en ese aspecto, les cuesta la gente y son prontos en desmarcarse como el problema, porque al menos rafaela no cree que haya nada malo en su persona, solamente es como es y al que le venga, que se quede. usualmente se quedan al inicio, cuando se sienten atraídos por misterio tras su persona o por el hecho de querer llegar un paso más allá con ella, luego se dan cuenta que rubia es selectiva y a algunos se las pone difícil por gusto, entonces dan media vuelta y el círculo inicia otra vez, por eso no es de muchos amigos, menos de cosas estables “ ¿y tú? ¿me será difícil tratar contigo? “ que ni siquiera sabe si quedarán juntos o no pero eso no quita que pueda curiosear por ahí, además que de apoco se le va pasando el disgusto con el que pisó el lugar y eso hace que también vaya cambiando humor, así que se permite retornar a personalidad usual, que si bien no es la más cálida y grata del mundo, es mucho mejor que cuando anda de malas tirando veneno a todo lo que ve y lista para saltar a la más mínima cosa, actitud que le ha traído más problemas de los que puede recordar. sobre todo cuando era más chica, adolescente, por ahí, cuando tuvo esa faceta medio violenta que de la nada explotaba y se enceguecía. ahora la tenía más controlada, igual se había inscrito a fútbol precisamente para botar energías y descargarse al mismo tiempo, ya vería como le saldría eso “ no, nunca dije que no lo fuera “ tiene esta obsesión con siempre quedar con última palabra, a esas alturas le sale ya de naturaleza, ni siquiera lo intenta, es involuntario ya y como acto reflejo. pero en verdad concuerda en que las pruebas esas podrían ser una tontería, después de todo no ganaban nada y eso no le interesaba. a lo otro niega solo una vez “ aún no, ¿te estás ofreciendo? “ ni siquiera sabe si esas eran intenciones, pero lo carga de todas maneras, no le vendría mal un reconocimiento a mano de alguien que llevaba un poco más que ella.

Ríe ante lo primero, a lo segundo, un encogimiento de hombros.   —Si no me joden, yo soy tranquilo.  —Lo cual no termina del ser todo cierto.  Dani en realidad es bastante intranquilo, y lo sabe porque cataloga todo en esas dos emociones: lo que causa cierta paz y lo que irrumpe en el orden total de las cosas con alevosía y en ley leonina.  —Y cuando no lo soy, me hago cargo.  —Que a Gabriel le pegó justamente porque él juraba que hacía lo contrario, que Dani tiraba la piedra y escondía la mano y así se lo dijo. Por lo mismo, Dani tuvo que contestar que no escondía nada y plantarle el golpe en la nariz. Así se arreglaron siempre las cosas en Madrid, la violencia brutal que hace búsqueda del apaciguar como opción necesaria y única. A Dani le cuesta encontrarle la gracia a la diplomacia, será que le agarró la mano rápidamente a lo otro, a irse a los golpes, a buscar asentarse así. No sabe de dónde lo aprendió y tampoco le interesa pensarlo, bien podría haber sido Biggie Smalls que lo educó más que quienes tenían el deber de hacerlo. Pero Covarrubias fue considerado desde siempre un desecho, cosa echada a perder desde el principio, cuando nació en abstinencia de heroína por la madre. Daniel es un inculto, lo sabe, y también llega a ser violento. Pero a eso no lo aceptará nunca como parte de él, así como jamás aceptaría una impulsividad en la que no cree en lo absoluto. Opina que sólo reacciona, y que está perfecto reaccionar. Si no, ¿qué queda? El español observa a la contraria un instante ante la otra respuesta, alzando levemente las cejas, pero lo deja estar. Tan sólo echa los labios para abajo y piensa que es linda y que posiblemente sea complicada, hecho que no lo molesta en lo más mínimo.  —Ajá.  —Dice, asentimiento de la cabeza, él con la mochila al hombro. La acomoda mejor, sosteniendo las correas un momento, y después se acomoda las cadenas en otro movimiento lúcido de los dedos.  —No es que haya mucho que ver.  —En realidad, a Dani todo le parece gris y aburrido. —Pero en mi cuarto tengo un porro. Si me acompañas al edificio,  lo busco.   —A lo mejor habla de más, pero no lo piensa demasiado. En realidad sólo se le ocurre la actividad porque ese porro está hace semanas ahí y a Dani no le gusta fumar solo. Podría buscar a Whitney para fumar, pero no quiere hacerla recaer. En tanto a Davina, está seguro que ella le diría que no. Lo mismo, Agatha.  —Y fumamos y vamos a ver por ahí. Los de básquet empiezan a entrenar en un rato, creo, y no juegan tan mal. 

#ravfaela #OLA

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quizá insistencias no son suficientes, o demasiado convincentes, piensa. ella que disfruta de los climas similares, no puede negarse, incluso aunque playa no pueda disfrutarse completamente, compañía parece otorgar ese extra que podría complementar asunto. voz opuesta atrapan atención una vez más, ofreciendo una sonrisa divertida cuando escucha conclusión ajena. ‘ puedo buscar en mi móvil si hay alguno cerca. ’ cree, al menos, que sería la forma más rápida de dar con un negocio de comida, mejor que ir a ciegas, esperando que alguno simplemente se cruce en su camino. así que toma teléfono, abriendo mapa de portland para poder enfocarse en ello, sin perder detalles de lo que suelta en su dirección. ‘ ¿una formación rocosa? ’ información la lleva a elevar mirada de aparato, a reposarla sobre él. ‘ no lo sabía, sé que hay playas aquí pero… ’ se detiene, ladeando apenas su cabeza, como quien no dice mucho en verdad. ‘ ni siquiera se me ocurrió buscarlas. ’ admite. que si es por cuenta propia, probablemente no visitaría ninguna, pero ahora que idea se plantea a pasar tiempo con el muchacho, plan se percibe ideal. ‘ mil personas son… pocas. ’ comenta, como si detalle no fuese obvio a simple vista. ‘ ¿podrías vivir en un sitio con poca gente? ’ decide dar rienda suelta a curiosidad. ‘ imagino que debe ser un sitio tranquilo y agradable. ’ algo a lo que puede costumbrarse realmente, como esos pueblitos que aparecen en algunas series televisivas y películas. a lo que sigue, entonces, mirada se enfoca en negocio y asiente. ‘ suena bien, podemos llevar unas hamburguesas o algo así. ’ fácil de mover y comer, quiere decir. ‘ o lo que sea, en realidad no soy quisquillosa con la comida. ’

—No lo sé.  —Arruga la nariz, pensativo durante un momento. Piensa en lo que le dijo Craven rato atrás y le molesta, por supuesto, si bien lo hace por lo bajo y Covarrubias no admite nada al respecto. Increíblemente, sucedió en el comienzo del semestre, hace tanto rato atrás. Ya está finalizando el año y el tiempo pasa volando. Sin embargo, se siente como si hubiera sido ayer. O al menos él se siente enganchado como si hubiera pasado hace tan solo veinticuatro horas. De todos modos, piensa en lo que Wang le ha dicho y humedece los labios y suelta:  —A lo mejor, pero si tengo una playa de agua caliente y arena blanca.  —Que desde el principio de la vida se ha hablado de lo costeño como el paraíso y Madrid es un bloque de cemento en medio del país, resulta natural que Dani se imagine otra cosa también.   —Madrid es gigante y todo el mundo me conoce.  —Y quien no, es porque no ha sintonizado la radio deportiva ni El Chiringuito ni tampoco la sesión de chimentos cada vez que se mandó alguna cagada.  —Estoy acostumbrado. Pero mil personas suena un poco terrible.  —Ahí sí que no hay escape. En Madrid al menos está la sensación de escape, de posibilidad, esa enorme urbe que es un poco su vida y que un poco le debe la vida a él. Es contradictorio más así se siente.  —Y suena un poco aburrido.  ¿Tú podrías?   —Pregunta.  —Te veo más en Berlín o en Nueva York. —Allá donde Davina puede ser capaz de desenvolverse en la música. Tiene el supuesto ese que le dice que lo logrará, incluso si es eventualmente y no de otra manera. Dani es un tipo paciente y asume que estará allí cuando suceda. A lo otro, un asentimiento de la cabeza, Dani toma entonces el camino hacia la fila de autos, que no es tan larga, y aguarda.  — ¿No? ¿O sea que te va el ketchup y los pepinillos?  —Dani se ríe. A Covarrubias la comida le da bastante igual y piensa, por supuesto, en la nutrición estricta del deportista, pero opina que tampoco es para tanto. 

#dvvina #buenas :3

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divisar figura opuesta no es un conflicto, cree que podría reconocerle en cualquier sitio, e incluso, de espalda como es ahora. pasos acortan distancia entre ambos, rodeando anatomía masculina con sus brazos sin demora, casi como si último encuentro hubiese sido hace años. cariño que siente por dani nunca ha menguado, tiempo corriendo a la par de ambos, solo ha mejorado vínculo. sonrisa se extiende al escuchar nombre, siendo tal vez única persona que aún la llama de esa forma y se siente cálido, a pesar de las muchas memorias agrias que ha presenciado, de todas esas cosas que ahora forman parte de su pasado. ‘ estoy bien, mejor de lo que esperaba. ’ admite. ‘ creí que se sentiría raro volver. ’ comparte, ofreciendo misma honestidad que siempre ha existido con él. ‘ ah, si, ya lo he hecho, no tenía tantas cosas. ’ después de todo, siempre ha preferido viajar ligera, sin tantos problemas. ‘ ¿cómo estás tu? ’ pregunta, entonces. ‘ ¿viniste solo? ’ interrogante se inclina a infantes, esos que saben, existen en vida foránea.

—Ajá. Mateo está con los padres de Isadora—el más grande, el de ocho. Davina está al tanto de lo que sucedió en su momento, si Dani recuerda bien que fue a la primera a la que le habló cuando Isadora le dijo que quería adoptar a un niño y que necesitaba que él le diera la mano para hacerlo, que es mucho más fácil conseguir esa adopción si el adoptante está en pareja, en una familia nuclear. Dani e Isadora compartieron piso entonces, durante la adaptación del niño, y después las cosas siguieron aconteciendo. En esa ocasión, Dani buscó el teléfono de Davina para expresarle el miedo que le daba, las ganas que tenía de hacerle el favor, lo absolutamente contrariado que se sentía. No han cambiado tantas cosas, Dani asume su paternidad con un miedo que carcome como ácido sulfúrico, ideando escenarios en su cabeza en el que él deja mucho que desear, que está seguro que lo hace porque sigue siendo desastroso y porque es cierto que el formar parte de una familia convencional jamás le interesó. Nunca le interesó ni casarse ni asumir pareja formal y la relación más estrepitosa y fuerte de su vida continuó siendo, con el paso de los años, el fútbol. Y sin embargo ama a sus hijos y no le interesa que sean futbolistas, si bien en el fondo le gustaría.  —, Alba con su madre.  —Alba tiene dos y es isleña, nació y vive en donde Dani está radicado hace un año, allá en Santo Domingo, lugar al que ha ido año tras año con la esperanza de asentarse y vivir una vida tranquila manejando una discoteca. Y ama Santo Domingo, pero lo aburre enormemente. Todo lo aburre y extraña la cancha con un ímpetu desesperado, casi como si toreara.  Alba le saca el ensimismamiento de a ratos, cuando tocan los días en que Dani la lleva y la trae del maternal y la tiene en casa y salen a pasear por esa isla diminuta que puede recorrerse de punta a punta en menos de seis horas.  — ¿Ya te has cruzado con alguna amistad perdida?  —Indaga entonces, interesado verdaderamente en esa respuesta. Piensa en Finn y piensa en Frankie, por supuesto. También en los demás chicos de Sterling, esos que la eligieron a Davina como líder en algún momento.   — ¿O has sido mejor en mantenerlas que yo?  —Dice, sonrisa que denota que no le da vergüenza, pero  que oculta que un poco le molesta.

#dvvina #aaaaaaaa los amo

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🐨

“ mason y chloe. ” repite los nombres, una sonrisa formándose en su rostro al tan sólo pronunciarlo. apenas llevaba unos días en el país ajeno y ya quería volver, estar con su familia nuevamente. “ cirugía general. ” recuerda haberlo discutido con dani en algún minuto, cuál sería su especialización. aunque en un principio no había estado seguro, sabe que tomó la decisión correcta. “ ¿tú seguiste con el fútbol? ” no era realmente fanático del deporte, así que no tenía manera de saberlo. cejas se alzan con sorpresa al escuchar lo siguiente, porque no esperaba que un vínculo iniciado en la universidad pudiese llegar tan lejos. “ ¿qué le gusta? ” pregunta en cambio, porque se imagina que si no es el fútbol será otra cosa. “ sí, por suerte. le compré una casa hace unos años pero insiste en visitarnos casi todos los días para ver a los niños. ” ríe frente a su propio comentario, negando levemente. 

—Ajá. Entré al Galatasaray. Es un club grande de Estambul.  —El más grande, se le puede ocurrir. Dani se fijó en absolutamente todo antes de llevar adelante el contrato de dos millones más variables, y decidió que si se iba a una liga menor, se iría al equipo más ganador de la misma.  —Ganamos la Supercopa de Turquía cuatro veces.  —Que es la competición más importante del país, cosa que a Dani lo llena de orgullo al mismo tiempo que tampoco le encuentra tanto la gracia, será que tantas cosas se han ido apagando con los años y pocas se conservan con la misma fascinación de tiempo atrás.  —Me retiré el año pasado, igual. —Y extraña la cancha, pero cree que extraña más esa cancha con la que soñaba a los veintiuno. Estuvo muy emocionado por años, eso hasta que pasaron otras cosas: la muerte de Craven, por ejemplo, fue un tirón de la soga al cuello, uno mucho más poderoso de lo que podría haber imaginado jamás. Y eso lo llena de rabia, porque en realidad cree que siempre supo que Whitney iba a morir. Y también le da rabia saber que ni con esa muerte encima puede creer en un dios o en una respuesta. Sabe que es un desagradecido, después de todo, se fue del Galatasaray con una horda de fanáticos enardecidos que despedían su nombre con trapos y bombos y gritos desesperados. Incluso le pasó eso que le pasa a los futbolistas grandes, que es que, al final del partido, un hincha se mete a la cancha para buscar el abrazo de su jugador estrella. Covarrubias nunca daba abrazos, sin embargo, pero solía ofrecer la camiseta  y también firmaba la ajena cuando el fanático venía con un fibrón negro para escribir.  —Ah. El fútbol no le desagrada. Pero viaja mucho, no puedo hacer que se meta a una cantera ni a nada.  —Se ríe.  Pasa mucho rato con Isadora, por lo que Dani cree que tendrá más bien la vena artística desarrollada. Es un nene inquieto, de todos modos, y Dani le ve un buen futuro, sea donde sea que él quiera jugar si es que lo quiere. Sonríe ante lo otro, alzando levemente el mentón.  —Mírate, Koen. Casa propia para tu madre, una buena profesión, esposa e hijos. Qué bueno.  —Sonrisa de soslayo, entonces.  — ¿Cómo conociste a tu mujer?

#k0ens #ola :$

[c-ovarrubias]

Él sí la reconoce. Reconoce su voz, por supuesto, aunque ahora suena un poco más cansada, más grande. Queda perplejo un momento, si bien hace fuerzas para que el rostro no se desacomode en lo más mínimo, para que permanezca tranquilo, afable. Al levantar la vista, mira a Dione. Lo primero que piensa es en Émile y en Jack. Lo demás, viene como en oleajes: Dani siempre de conjunto deportivo igual que ahora en lo que ella llevaba esos cueros y esos colores oscuros, las zapatillas de Dior que le regaló a ella, el disco de Biggie Smalls que Dani todavía tiene a pesar que le trae recuerdos malditos; Covarrubias y ella charlando al ir por un café, las veces que hablaron hasta la madrugada en las vacaciones invernales, la irrisoria ineptitud para hacer las cosas funcionar. La traición, ese engaño que le dolió más que el cinismo de un asesinato justificado por estupideces. Alza levemente el mentón, observándola. Se la ve mejor, aunque se pregunta si lo estará. Le suena a que no, a que la personalidad de Dione simplemente es así: complicada, de mentir. Con Quarshie no volvió a hablar, si bien se ha enterado de ella por obviedades, ya que la familia a la que pertenece es sumamente importante y ha aparecido, naturalmente, en periódicos. ¿O lo ha imaginado? Recuerda cuánto peleó con Whitney con respecto a Dione, y también recuerda que Whitney está muerta, cosa que provoca una incertidumbre terrible porque recuerda la vez que Dani le dijo que después de la muerte no había nada, o que Dani nunca podría imaginar que hubiese algo después de ella, y ni si quiera ahora que ella está ida y que imaginarlo podría brindarle un contexto de duelo en paz, no puede. Humedece los labios como segunda reacción tras el alzar del mentón.  Recuerda haberle dicho que no le hablara nunca más. Sin embargo, Dani saluda: —Dione Quarshie.  —O la presenta. No sabe.  — ¿Te casaste con un hombre recto y tuviste hijos y perros? 

# PASILLOS: para un starter donde daniel & dione se encuentran en los pasillos de la universidad.

pasos trazan una linea recta, mirada perdida en las diferentes fotografías que ahora adornan los pasillos, los rostros sonrientes como fantasmas. trayectoria se frena al percibir la presencia de segundo en escenas, marrones que se levantan de retrato hecho durante la graduación de su generación. no lo reconoce en un principio, identidad que se define con su mirada y la forma de los labios, las intuiciones innegables que se llegan a tener a veces y el cuerpo que gira en su dirección. “¿daniel covarrubias?” pregunta que sale a medio tono, con la sonrisa que siempre adorna sus labios ahora, y rostros que cae a un costado, genuina curiosidad que brilla en la mirada. / @c-ovarrubias​

#dioneq #hola #:$

[c-ovarrubias]

si su mandíbula cae al suelo por las primeras palabras que pronuncia el contrario no se da cuenta y es que le parece absolutamente fuera de personaje, la persona que alguna vez conoció. sus ojos se abren un poco ante el asombro, no puede evitarlo, pero luego de la aclaración es que acaba soltando una especie de carcajada. “no esperaba que fueras a convertirte en padre” admite sin afán de ofender, solo siendo consiente de lo mucho que cambiaron las vidas de sus ex compañeros y la propia. cierto es que nada está realmente escrito. “¿así que eres una especie de ronaldo o algo así?” inquiere porque es el único nombre que se le viene a la mente de un equipo que siempre relacionó con el contrario, aún y cuando vidas se separaron y no volvió a cruzarse con él. “¿y mateo juega futbol?” se le ocurre preguntar con una débil sonrisa. “¿yo?” ríe por lo bajo y niega con su cabeza. “uno, nunca pinté… dibujaba” corrige encogiéndose de hombros. “pero no, dejé hacerlo por aquel entonces” al menos de la manera en que solía dibujar, personas, ángeles, cosas de ese estilo. “terminé haciendo otra carrera, arquitectura pero no trabajo de arquitecto” una pérdida de tiempo, si se lo preguntan. “y tengo una hija, se llama gabrielle, tiene once años”

—Yo tampoco.  —Admite sin vergüenza. Dani nunca tuvo interés en tener hijos, pero las cosas pasan y tampoco está arrepentido. Al contrario, si la vida no pesa tanto es porque hay dos personas que lo necesitan. De todos modos, sí siente contradicciones, cosa que le parece natural dadas las circunstancias de vida. No quiere parecerse a su padre. Le da un poco de miedo parecerse a él, que sabe que hay cosas que Dani tiene en común con ese hombre y que son cosas que nunca ha podido sacarse de encima: la inestabilidad de los vínculos, el tener varios a la vez, el mantener las emociones cerradas la mayoría del tiempo... hay de dónde elegir. Aunque le cueste y no le guste, eso no le saca lo verdadero.  —Más bien un Covarrubias.  —Opina. En el Galatasaray, es suficiente con ser ese apellido.  La prensa española siempre ha dicho que es determinante y técnico como Fernando Hierro y agresivo y ególatra como Sergio Ramos, ambos número cuatro así como Dani tuvo el dorsal cuatro toda la vida. La prensa turca, por su lado, lo adora y no sabría compararlo jamás, lo consideran alguien mágico si bien Dani ha odiado ese término, si él no cree en la magia que no existe si no en lo técnico, en lo trabajado, en lo estratega. Los despejes, el robar la pelota, todas esas cosas que hace el defensor central han sido elevadas bondadosamente por los hinchas del Galatasaray y Dani se fue con festejos y en un partido ganado. Dani no lloró, por supuesto que no. No tuvo ganas, tampoco. Estaba un poco triste por irse, también por el hecho que, en realidad, hace rato que no puede evitar sentir que le falta algo esencial y que eso esencial no pasa por el fútbol ni por la familia. Que es otra cosa, algo que a él le falta de por vida o desde hace tiempo.  Le afectó mucho la muerte de Craven, el separarse de Jun por decisión propia, eso lo sabe, pero no tiene idea si tendrá que ver. —Sí, juega. Pero viaja mucho, no puedo meterlo a una cantera.  —Ahí donde entrena el puñado de niños elegidos por un club deportivo. A Dani le gustaría tener un hijo futbolista, por supuesto, e incluso le gustaría que su hija, que tiene dos, también lo fuera. El potencial del fútbol femenino es algo que apenas ahora se ve. Pero, en el fondo, tan sólo quiere que hagan lo que quieran. Igualmente, le gustaría que los uniera algo así. Dani nunca ha tenido mucho más que el fútbol y la música para acompañarlo.  — ¿Y cómo te sientes con eso?  —Pregunta.  —Digo, ¿tú elegiste dejar el dibujo?  —Le interesa averiguarlo, incluso si piensa que a lo mejor Gabriel Na no querrá responderle eso. Igualmente, Dani lo intenta. A lo otro, una carcajada.  — ¿Gabrielle? Qué ególatra...  —Le suelta, sonrisita de por medio. 

#ahhh mi gabi #*lo beeso todo* #yo soy la mamá de gabrielle btw #ajksldajskd #n0tgabriel

[c-ovarrubias]

pensamientos que martillan y torturan consciente.   luces se abren paso a través de aleteos de pestañas,  jaqueca que está presente en cada instante de conversación naciente.  ‘   ¿te vas?   ’   es lo primero que puede preguntar,  dígito que se une a pulgar sobre puente de propia nariz.   hace memoria de día calendario,  pero las fechas se le escapan entre las últimas noches de fiesta.   ‘   ¿quieres que te lleve ya?   ’   baraja posibilidades frente a ella,  duda mayor recae en una probable prueba de alcoholemia que espera pasar.   hace más o menos diez horas no bebe,  cada gota de bebidas etílicas debió salir de sistema,  solamente dejando aquellos síntomas secundarios que la mantienen malhumorada.   ‘   está bien,  pero cómprame un redbull y préstame una hoodie.   ’   mientras palabras confluyen desde labios,  dígitos han trabajado en una coleta rápida,  cajetilla de cigarrillos sobre pequeña mesa al lado de puerta también es tomada en un rápido movimiento para salir de habitación. 

—No, primero nos vamos a comer algo. ¿O no tienes hambre?  —Que supone que si está resacosa o que si se ha drogado, no querrá, y Dani un poco se está acostumbrando a esa narrativa. Después de la confesión de Whitney y el siguiente llanto de Dani que lloraba un poco por ella y otro poco por su madre y otro tanto por sí mismo, y cree que sobretodo por sí mismo, Covarrubias no sabe bien qué sentir. Pero sabe que hay un baile de bienvenida al regreso de Madrid, y se pregunta si podría ir con ella. Se le ocurre un no, en realidad, un no certero y rápido de Whitney, que no necesitará ni pensarlo para negarse.  —Trato.  —Contesta entonces, sonrisa de por medio en lo que la ve atarse el pelo oscuro y los cigarros. Dani deja el bolso de mano en el suelo y lo abre y le pasa un buzo Off White negro que tiene hace màs o menos tres años. Se lo ofrece, sonrisa de por medio.  —El vuelo sale a las siete. Todavía falta un rato.

#whitven #ola :$

[c-ovarrubias]

risa corta es primero que recibe en respuesta, le causa gracia que mencione peleas como cosa para rememorar, es algo que no se podría esperar de nadie más que de covarrubias, quién quizás todavía las recuerda con comicidad. si tenía que decir algo que de verdad sacaba en bueno de su paso por allí y tenía como buena memoria sería las conexiones que allí hizo. que a decir verdad tampoco es que fueran montones o algunas del todo fructíferas, pero hubo un par sí que logró mantener en su vida y le resultó grato, después de todo eran las que perduraban en el tiempo. española nunca había sido muy buena en eso de entablar relaciones reales y duraderas antes de pisar suelo americano en alabaster. las que tenía en españa duraban lo que se necesitaba y luego a dar vuelta la página, conocer más y ver en qué podían ser útiles. esa visión cambió lentamente al estar los años que duró su estadía en portland, porque allí no podías ir haciendo rotación como la que solía hacer, además, y aunque le hubiese costado dar cuenta de eso, había tomado verdadero cariño con algunos luego de todo ese tiempo compartido, era lo normal supone, una vida de una persona normal con interacciones normales de la cuál se había privado por largo tiempo. con lo siguiente puede decir que se sorprende a medias, recuerda ese plan que le contó por primera vez hacía años atrás, donde no era más que eso: un plan en su mente. por lo que cuando lo concretó estuvo feliz por él, por otro de sus logros así como celebró todos los anteriores que cumplió a lo largo de sus años, pero por otro lado “ te dije que necesitabas una ciudad más ajetreada “ le recuerda, cosa que le dijo hace mucho y en otro contexto seguro, pero a española jamás se la había quitado eso de querer tener la razón siempre. a dani se lo imaginaba en ciudades donde siempre había qué hacer, dónde los clubes abundaban, la vida era rápida “ siempre puedes dejarlo para vacacionar “ anima, en caso que lo necesite. en caso que esté en disyuntiva de qué hacer, ella le recuerda que siempre puede hacer y deshacer a su antojo, es su vida después de todo, es lo que hace ella: si algo no le gusta lo cambia y ya, siempre se puede volver a eso “ ¿madrid? ¿estás pensando tomar alguna de tus ofertas? “ porque sabe que tiene un par que le han ofrecido para dirigir, capaz eso es lo que necesita, volver más a sus raíces, lo que le apasiona, porque desde que cruzaron camino se enteró que covarrubias vivía y respiraba para el fútbol. con la naturalidad de los años se acomoda contra contacto del español, dejando que brazo ajeno se amolde a su cintura mientras busca otro poco de cercanía con el madrileño. la diestra propia se le posa en la barbilla en lo que entrega pequeña caricia con pulgar “ te dije que siempre tienes un lugar en grecia por si necesitas despejar la cabeza “ si quiere nuevos aires, nuevas aventuras, lo que sea, las puertas de lo que era su hogar siempre estaban abiertas. a lo otro una risa corta “ ¿me estás juzgando por mis vacaciones largas? “ que ya iban para los tres meses y no pretendía detener, le gustaba donde estaba en el momento y pensaba que alargar días libres por otras semanas no sonaba tan descabellado “ nunca he estado en brasil “ propone “ sol, playa, carnaval, covarrubias, barceló “ labios se tuercen ligeramente como si se lo estuviese pensando “ no suena nada de mal ¿qué te parece? “

Mientras da un ùltimo trago al propio gin tonic, recuerda a Rafaela diciéndole eso. Y se acuerda de Las Maldivas de forma inevitable, por supuesto, uno de los últimos momentos donde las cosas para Dani se sintieron verdaderamente maravillosas. Se dio cuenta rápido que esa creencia suya tenía valor: hay dos o tres espacios en la vida que a uno lo hacen definir su carácter para siempre, y Dani cree que el suyo está marcado de por vida ya, que es  inevitable que así sea y así se sienta. Y no es infeliz, eh, pero sigue en las mismas disyuntivas en las que estuvo toda la vida. Cambiaron pocas cosas: la relación con el padre que ya no existe en la vida de Dani, más o menos desde que el Galatasaray lo compró, y tampoco existe ese vínculo con el club de su vida, con el cual no se ha vuelto a comunicar en años. Sí aparece en canchas y estadios de tanto en tanto, todavía alentando, y nunca ha hablado mal del Real Madrid a ningún periodista. Hubo que defenderse y bastante, después de todo, habían tapes de Dani a los dieciséis, a los diecisiete y a los dieciocho diciendo que no iría a ningún otro lado nunca, que si se marchaba del Real Madrid el fútbol estaba terminado para Dani, que no habría otra cosa que pudiera sostenerle el interés ni el amor. Y a eso lo sabe. Y ni si quiera se convirtió por plata porque el contrato con el club turco no sobrepasó los tres millones de euros, y tampoco cambió radicalmente de parecer, incluso si los habitantes de Estambul gritaban su nombre sin aliento, extendiendo trapos, haciendo canciones de guerra como esa que dice Nuestra alma, Galatasaray, es nuestro único himno... y Dani se vistiò de los colores con avidez, sin quejas, pero siempre le dolió que fuera lo ùnico que pudo tocar. Siempre soñó con una Champions League, con tener al menos una bajo el brazo. Y eso lo inspirò toda la vida, si Dani era del Real Madrid incluso antes que entrara Cristiano Ronaldo a jugar para ellos. Ya estaba Dani en el predio Ciudad Real Madrid en ese entonces.  —No lo sé aun.  —Admite, por supuesto, no con vergüenza pero sí un poco retraído. Arruga la nariz, entonces.  —Pero puede ser.  —Continúa. —No me gusta estar quieto. —Y no le interesa en lo más mínimo seguir así, conflictuado, y la discoteca no le parece tan maravillosa y el trabajo de dueño, mucho menos. Piensa la decisión de haberse retirado y se le ocurre que podría haber aguantado dos, tres años más. Pero es verdad que las copas llegaban y él las besaba para las fotos y al verse en el reflejo no veía gran cosa. Eso le molesta a Dani que siempre ha sido tan arrogante y tan egocéntrico y tan enfocado en sí mismo, en lo que le pasa a él, en lo que pasa en la cancha. Pero las cosas han ido cambiando mucho, y Dani no es excepción. Tras separarse del todo de Lim Jun y tras la muerte de Whitney Craven, Covarrubias se encerró bastante en sí mismo, cosa fácil para alguien que en general nunca se ha entretenido mucho con nada más que consigo mismo y con quien lo deje bailar un rato a su lado.  —Podría tomar la invitación.  —Consiente. Después de todo, Atenas es hermoso y el departamento de Rafaela le gusta, y además siempre ha creído que Barceló y Covarrubias son dupla para dinamitar todo lugar existente. A lo otro, se ríe, la mano que acaricia con un pulgar es besada por Dani, que mueve la cabeza para hacerlo.  —Te preguntaría si no te aburres—dice. —, pero sospecho que encuentras la manera de estar ajetreada igual.  —Y así le ha parecido siempre, que Rafaela tiene un poder maravilloso para mantenerse ocupada, un poco como fuego que no se reduce. Lo otro lo conmueve un poco, será que siempre le ha gustado esos dos apellidos juntos, y agradece que el hecho que ella se haya separado rápidamente de Sterling no haya sido excusa para dejar de hablar.  —Ni lo digas. Dicen que el Año Nuevo en Brasil es buenísimo. A lo mejor me anoto.  —A lo mejor le trae alguna resolución que necesite escuchar, aunque duda bastante de eso.  — ¿Ya te cruzaste a alguien que no hayas visto hace rato? 

#ravfaela #:$ ola tarde pero seguiro

[c-ovarrubias]

#CONVERSACIÒN. @frankxp​

—Creo que no debería haberme retirado. —Opina ahora que descansa en su estómago el contenido del único gin tonic que ha bebido en la noche.  —Pero ya me dolía acá cada vez que salía—y se toca los ligamentos cruzados, breve mueca de cansancio.  —y me sentìa cansado.  —Y ahora está tan, tan aburrido que no sabe qué hacer. ¿Ser director técnico podría salvarlo?  —El partido estuvo bueno, igual.  —Y lo recuerda con cariño, incluso si ni en el mismo momento en que se estaba ganando el partido, Dani no sentía exactamente la gloria que pensaba que sentiría toda la vida. Es gracioso, porque en el Galatasaray es uno de los últimos ídolos que ha tenido.  — ¿Tu nena no vino?

#frankxp #OLA

[c-ovarrubias]

El camino por la Universidad se sentía raro, recuerda la última vez que estuvo allí y como le había dicho a Santhiago que no volvería jamás allí. Se tuvo que tragar sus palabras, obviamente, pero al menos ahora tenía un compañero que hacía el recorrido más ameno, creía que Theo era la viva imagen de su esposo; rizos alborotados y curiosidad que lo traía tranquila porque era un niño tranquilo, completamente sensible, dulce. “hey” saluda al español. Para ella él seguía siendo el jovencito que conoció años atrás, ahora traía consigo más consecuencias del paso del tiempo, tenía también su familia y carrera. Theo también le saluda, a estas alturas omitiendo la pregunta de quién se trataba porque ya había reconocido algunas caras de compañeros y demás amigos. Coincidía con él: los niños creían demasiado rápido, las gemelas estaban ya en la primaria, a punto de tener diez y Theo a penas empezaba también el colegio. Frente a sus ojos y para siempre ellos serían sus bebés, siendo lo más importante que tenía junto al escocés. “iba a mostrarle el comedor, quizás a comer algo, ¿tú?” 

—Te acompaño.  —Por supuesto, se toma la libertad como acostumbra. Dani aguarda a que Agatha comience a caminar para hacerlo èl.  —Se te cumpliò todo, ¿no? —Pregunta entonces, todavìa mirándola en lo que el comedor comienza a divisarse un poco más adelante. Covarrubias abre la puerta para que madre e hijo pasen primero.  Agatha siempre se imaginó siendo madre de varios chicos, también se imaginaba dando clases de Literatura, Dani a esas charlas las recuerda porque le parecían tan lejanas a lo que él quería. Él nunca pensó que fuera a tener hijos, y la verdad es que nunca los había querido. Tener al primero surgió como un favor que terminó convirtiéndose en paternidad verdadera, y la segunda, fue sorpresa total.  —Isa dejò a Mateo con sus padres.  —Advierte él.  —Y Alba está con su mamá, que me dijo que era muy chica para viajar y—se ríe. —es verdad. Se le hubieran explotado los tímpanos en el avión.

#agatha-m #ola :$

[c-ovarrubias]

⠀❛ creo que te confundí, ❜⠀mueca se mezcla con disculpa & siseo, jurando que era un conocido suyo, pues desde que ha llegado, le ha emocionado de reconocerlos de a poco. ella que se fue de imprevisto antes de graduarse.⠀❛ ¿de qué te retiraste? ❜⠀cuestiona, por curiosidad aunque ese verbo no le es muy alejado a como recuerda a contrario, quien por fin reconoce.⠀❛ ¿futbol? ❜⠀tantea, un poco segura de atinar.

—Ajà. —Asiente con la cabeza, entonces. —Pero no del Real Madrid. —Advierte, por si acaso se le ocurre que ese haya sido el destino de Covarrubias. —Del Galatasaray de Turquìa.  Estuve en Estambul los ùltimos trece años.  —Ante  el silencio, vuelve la vista a Jansen, a quien reconoce perfectamente.  — ¿Tù? ¿Sigues hackeando gente?

#jvnsens #:$

[c-ovarrubias]

mirada recorre arquitectura con cierta amargura. su padre pensó alabster como un castigo y lo logró, porque ese es el recuerdo que tiene finn de la universidad no es nada feliz. a veces se pregunta si su padre sabía de las muertes, si pudo adivinarlo, y si le parecía que era el tipo de trauma que finn necesitaba para ser un gran competidor. lo más duro de asimilar es que probablemente tenía razón. no tiene forma de saber si estaría donde está si no hubiera pasado unos años en alabaster. intenta no pensar mucho en eso. “ me dan ganas de vomitar ” confiesa. no por el rechazo, sino porque lo hizo mucho cuando estuvo ahí asocia el lugar con la sensación de ácido en la boca. aunque siempre ha sido transparente, sinceridad con dani adquirió otras maneras a través de los años. ante pregunta sobre sus hijas es que vuelve a mirarlo. “ no, se quedaron con su madre, quien no está muy contenta conmigo ” hay pena en su voz. no quiere que las cosas estén así. “ no entendía por qué quería venir después de todo lo que pasó aquí ” el lo entiende muy bien, pero a pesar de no estar juntos no se atrevió a decirlo en voz alta. está seguro que ella lo sospecha y por eso no quiere ni verlo. “ ¿que hay de los tuyos? ¿vinieron contigo? ”

Dani asiente con la cabeza, entonces. No sabe bien qué decir, que se ha enterado, por supuesto, como cualquier persona cercana (y además Dani lee los periódicos), que Finnegan está separándose.  Le resulta loco, en realidad, que Dani siempre creyò que terminarìa con Wang. Pensaba que se traìan algo sincero y de verdad ahì dados los nervios que Davina portaba siempre que se tocaba el tema de Youtz.  —Mm.  —Suelta como primera conclusión, cruzándose de brazos y observando un poco el panorama desolador a los costados. Alabaster es horrible. Siempre le pareció un lugar horrible, tan suntuoso y ornamentado como macabro. Y no tiene mejores recuerods ahí, en realidad fue la marca que le prohibió regresar al Real Madrid. Y él, por supuesto, Dani tambièn tuvo que ver. Pero esa es la parte difícil de mirar.  — ¿No han hablado de ustedes? —Pregunta entonces. Covarrubias està interesado en saber qué es lo que Finn siente, y en realidad, le preocupa un poco lo que le depare. A lo otro, una negativa con la cabeza.  —No. Mateo con los papás de Isadora, y Alba con su mamá.  —Después de todo, la chiquita es muy chiquita todavía. Le hubiera gustado traerla, pero no hubiese podido estar tranquilo con ella ahí, que es tan inquieta y malcriada, y además no cree que Alabaster sea un lugar divertido para ella.  —Nunca pensè que tendrìa hijos.  —Se rìe.  —No cuando estaba acà, al menos. Pero tù siempre tuviste las pintas.

#yovtz #HOLA

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asiente una sola vez, mentiría si le dice que ha escuchado o sabe al menos algo de equipo mencionado. pasa que además de saber que tienen un par de muertos a su haber y eso parece perfecta fachada, no sabe mucho más de institución. fue su padre ( ¿tutor? ) el que a finales de cuenta se dedicó a leer, buscar y encontrar lugar perfecto para ella, a rafaela no le quedó más que bajar la cabeza, tomar el boleto de avión y nada más, no hubo mucho espacio para interiorizarse sobre casa de estudios, qué cosas podía hacer y mucho menos si es que tenía que caer en algún grupo. cuando le escucha decir dónde desea que quede, primer atisbo de sonrisa le aparece a la española, uno que no se lo veía desde barcelona un par de días atrás, uno que esperaba no se iba a repetir muy seguido. porque nunca le gustó suelo americano, nunca le gustó respirar y vivir inglés, nunca le gustó tener que hacer lo que no quería, pero ahí estaba, no había más “ es idea mía o está complicado que la gente te agrade “ entre pregunta y afirmación, con lo que le narra no sabe si es verdad que problema yace con terceros y no con contrario, que tampoco le parecía una idea tan descabellada porque ahora que lo escucha bien, es algo que se podía ver decir a ella misma de gente que no soportaba y de una u otra forma le había buscado pleito para justificarse después el pensamiento. para decir el típico te lo dije y considerarse victoriosa  y acreedora de la verdad, eso le encantaba “ entonces ¿no me encontraría con ningún imbécil en sterling? por si quedo ahí “ hombros suben y bajan, como si quisiera blanquear con inocencia pregunta. cree que de quedar ahí, quizás podrían decir eso de ella «ah, en sterling hay una imbécil que se pelea con medio mundo y le habla en español todo el tiempo para cortar conversaciones que no quiere seguir » pensamiento le hace gracia. con lo siguiente frunce un poco el entrecejo “ porque nadie quiere a los perdedores “ no le pueden importar menos las competencias que nombra y ni siquiera sabe de qué van, pero la barceló es competitiva hasta la médula y una pésima perdedora, así que aunque algo no le interesaba, se empeñaría en coronarse como victoriosa nada más para demostrar que podía “ soy competitiva “ añade después, hombros subiendo y bajando, como quién se excusa de comentario anterior. 

—El problema no soy yo.  —Si a eso se refiere Rafaela. La primer discusión con Émile surgió porque Dani le dijo que a él ni lo buscaba ni lo conocía, y el otro estalló de repente y habló de sueños fallidos de fútbol y del pueblito ese de donde viene Dani, que lo indignó un poco porque, en realidad, duda mucho que Madrid catalogue como pueblo. Sí es verdad que terminas conociendo a gran parte de su población, pero los rascacielos, los trenes, los autobuses y la despierta vida citadina no le parecen enclave de pueblo.  —Pero sí es verdad que la gente me cuesta.  ¿A ti no? —Y ha sido así toda la vida, tampoco hay por qué mentir al respecto. Émile le cuesta y lo detesta y de Gabriel no piensa mucha más cosa que el hecho de que es un complicado, un complicado de verdad. A lo siguiente, un encogimiento de hombros.  —Blas Buenfil es un poco idiota.   —Avisa, acaso fuera necesario. Covarrubias no se lleva del todo bien con Blas, pero le prometió que si quería que todo estuviera bien, todo lo estaría. Después de eso, Buenfil le contó que le recordaba a sus bullies del colegio, cosa que indignó fuertemente al español, que no cree tener nada de bully. En el colegio no tenía targets, tampoco gente a la que destruirle la vida. En realidad, Dani aparecía rara vez, siempre más presente en la calle, que le gusta más, y pasando las materias y los años de cursada por lo que él cataloga como maña, no como inteligencia. Nunca prestó gran atención y lo único que le gustaban eran las matemáticas por poder contar dinero. —Y Fiona Zuloaga también es un poco difícil.  —Con ella también ha peleado, si bien esporádicamente, y nunca termina en buen puerto. De todos modos, una de las últimas veces que hablaron, ella más o menos le tiró onda. Dani se asqueó, por supuesto, porque cómo no asquearse del intento de fuga y encuentro de alguien enamorada de Émile.  A lo otro, un trinar de la carcajada. —Tú sé lo que quieras, no saca que es una mierda. —Opina él, por supuesto, como si se lo hubiese pedido.  A Dani lo indigna que se lo tomen tan en serio, la verdad, y opina que peor que un perdedor, es alguien que cree que la irrelevancia es perenne. Sólo está el sentirse mejor frente a los demás, cosa que a Dani no le cuesta en general, por lo que tampoco le interesa en lo absoluto ganar nada. Él también encoge los hombros.  — ¿Ya te mostraron el lugar?  —Pregunta, cosa de hacerlo él, cualquier cosa.

#ravfaela #re u_u #los amo ahre

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#DESPEDIDA. @whitven

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No sabe por qué, pero siente que lleva despidiéndose de ella largos, largos años. No le gusta, en realidad le desagrada. La idea de mantener la relación con Whitney a través del tiempo es algo que no sana, que sigue ahí, perpetuo, y el hecho que parezca que eso nunca va a arremeter ni suceder lo amarga tanto como tener que decir adiós. Por eso dilata la vuelta, si bien tiene que irse hoy para Turquía, que ya se terminó el lapsus de visita y Covarrubias necesita atender los otros asuntos de su vida, esos que pasan por la pelota de fútbol y la cancha y lo que tenga que ver con eso y nada más.  —Te graduaste.  —Suelta entonces, sonrisa de por medio, y le acomoda un mechón de pelo tras la oreja a quien tiene en frente, los ojos en sus ojos, Dani que se acuerda de esa vez en Las Maldivas cada vez que la ve o que piensa en ella: en lo tersos que eran los labios ajenos, en cuánto le hubiera gustado mantener esos besos todo el tiempo, de hacerlos únicos cada vez. Y lo acongoja un poco. No ve un futuro con Craven y eso le molesta. Dice, de todos modos:  —Tendrías que visitarme.   —Lo pide más bien. O lo sueña, al menos.  —Cuando quieras. El lugar que alquilo está bueno, es amplio. 

#whitven

[c-ovarrubias]

#CELEBRACIÓN: para un starter situado en la fiesta posterior a la graduación. @isadoras​

Al momento de la graduación en Alabaster, Dani tiene casi veintiséis años y se ha pedido tres días para faltar a los entrenamientos, sin alegar nada más que una importante efémeride en Estados Unidos, de donde fue reclutado. No extrañaba la universidad, sinceramente, ni se siente del todo cómodo ahí, pero está contento de reencontrarse con amistades y complicaciones y también con quien tiene en frente, a quien le acaricia el brazo con una mano antes de decir: —Saqué bastantes fotos. —Avisa al blandir del celular, en la mano una copa de gin tonic que tampoco tiene tantas ganas de tocar. Dani tiene la cabeza en el tres a dos en desfavor del Galatasaray, última fecha, y piensa también en las eliminatorias de la Supercopa de Turquía, que están a la vuelta de la esquina. Le gusta el Galatasaray, si bien internamente, bien en el fondo, también se pregunta cómo hubiera sido todo de haber llegado al Real Madrid. Está en primera, que es lo que se dice, y es mucho más que lo que tienen muchos otros.  Pasa el celular, entonces, a Isadora, sin preocuparse por conversaciones a destiempo con otras personas, ni tampoco por el carrete de la cámara que es más que nada fotos de la graduación, no mucho más.  — ¿Qué harás ahora?  

#isadoras #hola :$ acá estoy

[c-ovarrubias]

“¡Tanto tiempo!” @dvvina​

Dani reconoce la voz en el primer instante en que suena, por supuesto, porque la ha escuchado a lo largo de los últimos años; la ha oído tanto en conversaciones como a través de teléfonos y hasta reconoce ciertas piezas musicales de esas que Wang interpreta. No es que se haya vuelto más culto, pero sí sabe un poco más de esas cosas, será por haberla visto prendida al piano con mirada de intensa compenetración ahí en la Filarmónica de Nueva York donde cree que Davina debe ser feliz o, al menos, encontrarse más o menos contenta. Al girarse, la recibe en un abrazo, busca él ese contacto sin parsimonia pero tampoco tan desesperado.  —Davina—saluda, porque para él siempre va a seguir siendo Davina, no importa qué nombre figure en dónde.  —, ¿cómo estás?  —Pregunta.  — ¿Ya desempacaste?  —En caso que no sea así, Dani se ofrecería a ayudarla. 

#dvvina #HOLAAAAAAAAAAA #no me cargan los gifs t_t

[c-ovarrubias]

 JUNIO, 2027.

#SEMANA: para un starter situado en la semana previa a la graduación.

#GRADUACIÓN: para un starter situado en la ceremonia de graduación.

#CELEBRACIÓN: para un starter situado en la fiesta posterior a la graduación.

#REGALO: para un starter donde mi personaje le hace un regalo de graduación al tuyo.

#PLANES: para un starter donde nuestros personajes discuten sus planes a futuro.

#DESPEDIDA: para un starter donde nuestros personajes se despiden.

#decidí que dani fue a alabaster para ver graduarse a sus seres queridos ajksljakjlas #asì que si alguien quiere mandar mandeme #pero dejó la carrera como en el 3er año zjkdsfdaf