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Inmortal como una obra de Bernini, fugaz como la belleza en la carne.

En el mismo lugar donde me encuentro escribiendo estas breves palabras hubo alguien antes que yo, y otra persona antes que ese alguien si nos remontamos aún mas atrás. Podríamos contar decenas, cientos, y miles de personas que ocupaban el espacio que nosotros ocupamos ahora, y todos con el mismo pensamiento egocéntrico de que nuestros problemas son capaces de detener el tiempo.

Una vez llegué a pensar que el mundo se me caía encima. Fui un imbécil por llegar a pensar tal necedad. ¿Cómo podría acabar el mundo por el mal de una única persona?, ¿por qué se tornaría el cielo de color gris si tan sólo hay una nube?

Una vez, en una de mis tantas conversaciones nocturnas con Anastasia, le conté acerca de esto. A diferencia de mí, no le inquietó mucho mi duda, incluso pareció tomárselo a broma. Supongo que esa actitud distraída era lo que la hacía ser ella. 

- El problema es que el ser humano es codicioso, no es sólo culpa tuya -sonrió- todos queremos lo que no podemos tener, y controlar lo que no podemos controlar. Es el atractivo de lo imposible. 

- ¿Y eso qué significa?

Me respondió con un beso. 

- Yo te prometí la eternidad juntos, pero nuestros cuerpos solo vivirán algunas décadas más.

Improvisación X. Eterno.

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  El hombre no debe poder ver su propia cara. Eso es lo más terrible que hay. La naturaleza le ha concedido el don de no poder verla, así como el de no poder mirar a sus propios ojos. Sólo en el agua de los ríos y de los lagos podía mirar su rostro. Y la postura, incluso, que tenía que adoptar era simbólica. Tenía que inclinarse, que rebajarse para cometer la ignominia de verse. El creador del espejo envenenó al alma humana.

Extraído de “Libro del desasosiego” - Fernando Pessoa

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No son muchas las personas que saben las maravillas que guardan para ellas los relatos y visiones de su propia juventud; pues cuando somos niños escuchamos y soñamos, albergamos ideas a medio cuajar; y cuando al hacernos adultos intentamos recordar, nos vemos estorbados y convertidos en seres prosaicos por el veneno de la vida. Pero algunos de nosotros nos despertamos en mitad de la noche entre extraños fantasmas de colinas y jardines encantados, de fuentes que cantan al sol, de dorados acantilados que se asoman a unos mares rumorosos, de llanuras que se extienden en torno a soñolientas ciudades de bronce y de piedra, y de oscuras compañías de héroes que cabalgan sobre enjaezados caballos blancos por los linderos de bosques espesos; entonces sabemos que hemos vuelto la mirada, a través de la puerta de marfil, hacia ese mundo de maravilla que fue nuestro, antes de alcanzar la sabiduría y la infelicidad. 

Extraído de “Celefais” (1922) - Howard Phillips Lovecraft

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“Entre otras cosas, verás que no eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado y hasta asqueado. Te alegrará y te animará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía.”

— J. D. Salinger, El guardián entre el centeno

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“Había llevado una vida sin ninguna clase de logro o provecho. No había conseguido hacer feliz a nadie, y menos a sí mismo. De hecho, ni siquiera había logrado hacerse una idea precisa de qué era realmente la felicidad.”

— MURAKAMI, H. Hombres sin mujeres.

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A veces quiero sentarme a escribir, pero me es imposible ya que hay palabras que no entiendo.

Abro el diccionario, busco su significado, leo una definición razonable, pero no las llego a comprender en sí.

¿A caso una palabra puede definirlo todo?, ¿todo lo que vemos, escuchamos, olemos y sentimos pueden expresarse a ciencia cierta?, ¿o es que al decir una palabra la persona que lo escucha piensa en su percepción más parecida a lo que tratas de definir?

Quizás no sea más que un delirio provocado por el thc, pero me atrevo a decir que tengo la certeza de que en algún momento de nuestra vida todos hemos expresado un sentimiento correspondido en teoría, pero totalmente distinto en la práctica.

Sentimientos como el amor, la alegría, el odio, o incluso la tristeza.

¿De verdad sabemos definir estas palabras a ciencia cierta?, ¿hemos llegado a experimentar la plenitud de estas palabras?

Supongo que solo lo sabremos en el momento que lo consigamos.

Improvisación IX. Palabras.

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- Bebes demasiado.

- Bebo demasiado.

- También fumas más de la cuenta. - me quitó el cigarro de la boca antes de lanzarlo por la ventana- ¿A caso no te das cuenta del daño que te haces?

- La vida sin vicios no sería vida.

- No digo que no los tengas, pero si fuera solo uno sería mucho mejor.

- Es imposible tener solo un vicio. - le sonreí tras encenderme otro- Soy adicto a beber y a fumar, pero también a escribir. Soy adicto a rememorar en las noches, y también a la música triste.

- ¿Y a llevarme la contraria?

- Puede, no voy a negar que eres preciosa cuando te enfadas. - por mucho que lo intentara, no pudo esconder una sonrisa- Aunque si tuviera que resaltar uno entre todos, serias tú.

Improvisación VIII. Vicios.

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Quise ponerme en tu lugar.

Quise tratar de entender por qué decides ignorar todo aquello que ocurre a tu alrededor, por qué nunca hiciste caso cuando más se te necesitó, y sobre todo por qué decides dejar que se destruya lo que algunos aún creen recordar que creaste.

Pero, por más que lo intente me es imposible. Por más que quiera ver a través de tus ojos no logro salir de los míos. Y quizás solo por eso he decidido sustituirte por mí.

Puede que me sangren las manos, que mis piernas flaqueen y que quiera desear no haberlo hecho, pero, como suelen decir los que se quedan sin palabras cuando intentan animarme, he de mirar el lado positivo.

Puede que duela portar una corona de espinas, pero quizás así la próxima vez que intentes pisarme por lo menos te sangrarán los pies.

Improvisación VII. Crucificado.

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Dentro de mí hay una pequeña parte de ti.

Esa pequeña parte que aflora en el momento más inoportuno, cuando pienso que he olvidado que existe y me lo recuerda golpeando tímidamente las paredes que la enjaulan.

Quizás no fuera mi intención mantenerla encerrada, pero el tiempo siempre reclama lo que es suyo, y el olvido es una de las clausulas a pagar en el contrato.

Pero, ni si quiera el tiempo es perfecto, y a veces pequeños retales del pasado se quedan en la memoria e impiden ser olvidados.

Por ejemplo, aún recuerdo el día que nos conocimos... Y sobre todo como te quedaba aquel vestido negro.

Puede que fuera por todo aquello que escondía tu mirada y quería descubrir, o por la necesidad que sentía en aquel momento de sacar la pena que inundaba mi cuerpo, pero sé a ciencia cierta que verte acercarte a mí aquella noche es la imagen más bonita que haya pasado por mi cabeza.

- ¿Tienes fuego? - recuerdo que me quedé embobado varios segundos, hasta que nuestras miradas se cruzaron.

- A ti te doy hasta mi alma.

- ¿Seguro?, recuerda bien esas palabras, porque pueden hacerse realidad.

Y vaya si se hicieron realidad... Por eso ahora guardo este pedazo de ti dentro de mí, para llenar el vacío que dejó mi alma.

Improvisación VI. Atrapada.

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- ¿Por qué nunca escribes sobre mi?

- Porque no soy tan buen escritor.

- No haría falta una gran novela, con unos versos estaría satisfecha.

- Te decepcionarías, además prefiero mantener el orden de las cosas.

- ¿Qué orden?

- Es difícil de explicar... - Aunque quisiera, era imposible resistirse a esos ojos oscuros- Supongamos que el arte es tangible, que fueramos capaces de percibirlo o tocarlo, como si de una persona se tratase... ¿Qué forma le darías?

- No sé...

- Esa es la respuesta de una persona normal. Un escritor sabría responder al instante.

- ¿Y tú que forma le darías?

- Tú. Tus ojos, tu pelo, tu boca, tus manos, tu cuerpo, tú. Para mi ya eres arte, por eso no podría escribir sobre ti.

- ¿Estás seguro de que no es solo una excusa? - Me besó cuando negué con la cabeza- Suena demasiado bonito para ser cierto...

- Es cierto, tan cierto como que despertaré dentro de unas horas entre las mismas cuatro paredes de siempre, y escribiré estas mismas palabras al despertar. Tan cierto como que tu silueta junto a mi ventana es mi concepto de perfección.

Improvisación V. Arte y Sueños.

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- ¿Por qué te gusta tanto la noche?

- ¿Y por qué no? -Tiré lo que quedaba de cigarro para ver como se marchaba lentamente siguiendo el curso del río- Las mejores cosas ocurren de noche. La gente piensa más, es más sincera, más dada a hablar, y sobre todo más vulnerables.

- ¿Eso es bueno?

- Solo si sabes aprovecharlo. - Señalé a las ruinas al otro lado de la orilla- Hasta los castillos mas grandes tienen sus vulnerabilidades y acaban por destruirse, pero eso no los hace más pequeños.

- ¿Es mejor ser grande y efímero que pequeño y duradero?

- Nada dura por siempre, no importa como lo construyas. Por un motivo u otro siempre se acabará derrumbando, pero es preferible guardar un buen recuerdo al ver sus ruinas.

- Nunca lo había pensado así.

- Eso es porque no lo habías pensado de noche. -Le tendí la mano- Pero aún nos queda mucha noche. Muchas cosas que pensar, por las que sincerarse, temas que hablar y ser vulnerables un rato más hasta que amanezca.

- Improvisación IV. Castillos y noches.

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- Mira, hoy he traído un regalo para tí.

Briseida se desvivía con tal de verme feliz. Quizás era parte de su encanto natural, pero nunca en mi vida volví a ver a alguien con una sonrisa tan sincera.

- Te he dicho que no tienes que regalarme nada, no espero recibir algo a cambio de ayudarte.

- Tómalo como un acto de egoísmo por mi parte, quiero que lo tengas.

- ¿Qué es?

Movió las manos de su espalda para enseñarme lo que escondía, una esfera de cristal.

- Sirve para ver el futuro. -Se rio al decirlo, pero hablaba enserio- Dicen que si lo miras fijamente serás capaz de ver tu destino.

- No estoy muy seguro ... -No creí que fuera cierto, pero con tal de no entristecerla le seguí el juego.

- ¿Que ves?

- Nada... -Movió la bola hasta ponerla entre su cara y la mía.

- ¿Y ahora?

- Lo mismo, sólo que ahora veo tu cara al otro lado.

- Entonces sí funciona.

Y de pronto, me besó.

- Improvisación III. Futuro.

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Mis días siempre eran rutinarios, o más bien aburridos. Mi única distracción era cuando Elizabeth venía a verme los viernes. - ¿Tienes fuego? - Estabamos tumbados en la cama, aún desnudos. - ¿Te vale el de mis ojos? - Me haces esa broma cinco veces al día, ¿no te cansas? - Eso es por que fumas cinco veces al día estando conmigo. - ¿Desde cuando das lecciones sobre ser sano?, te he visto drogarte mas veces de las que puedo contar. - Eso es porque tú me importas. -¿Insinuas que tú no me importas? - Insinuo que yo no me importo. A pesar de la discusión, yo también me encendí un cigarrillo. - Me hubiese gustado conocerte antes. -Nunca fue muy dada a hablar de si misma, pero le encantaba descubrir más y más acerca de mí- Y saber que te ocurrió para que te volvieras así. - No me ha pasado nada que no le pueda pasar a otro. - ¿Y por qué eres así? - ¿Así cómo? - No se… - En realidad sí lo sabía, salvo que no quería decirlo- Siempre me cuentas todo lo que piensas, y eso me encanta. Pero nunca me has dicho lo que sientes. - No siento nada al igual que tú. Vivo porque tengo que vivir; duermo, como, bebo, fumo, leo y repito el ciclo hasta que llega el viernes y nos vemos. - ¿Eso es nuestra vida? - Al menos nosotros podemos llenar nuestros vacíos los viernes. Sólo el tímido sonido de la ceniza al caer al suelo acompañó su suspiro.

Improvisación II. Humo y confesiones.

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Y ahí estaba yo, sentado en el mismo lugar donde todo comenzó. Fumando el mismo tabaco, bebiendo la misma cerveza y deseando los mismos sueños.

Quizás el único cambio en mí no se podía notar a simple vista, al igual que el cambio que experimenta un niño cuando aprende a leer.

Emprendí este camino en busca de la ataraxia con la ilusión de ese mismo niño, ávido de placeres momentáneos que sustituyeran el vacío que me animó a comenzar.

Todos los caminos tienen sus más y sus menos. Hay senderos que pueden aparentar hermosos, con flores de colores llamativos y grandes árboles a los lados. Pero, muy pocas personas son capaces de darse cuenta de lo que puede llegar a esconder la belleza.

Quizás por eso sólo los que tropezaron y cayeron al hoyo que había detrás supieron que estaba ahí, y el día que fue tapado nadie pudo percatarse de la diferencia.

Pero, ¿de qué vale tapar el hoyo?

Sólo los que han caido han aprendido la lección. Durante lo que dure el resto del camino sabrán estar alerta, mirarán con otros ojos las bellas flores, y las sustituirán por las peligrosas espinas que las protegían.

¿Las heridas?, seguirían estando tras la caída, y esas personas que no fueron capaces de apartarse de sus caminos te mirarán de forma extraña. ¿Como iban a ser capaces de entenderte?, lo único que conocen son las bellas flores. Nunca se pararon a observar las espinas.

Entonces, ¿en qué consiste el camino?

Quién sabe. Por mi parte, cuando no vi a nadie más con heridas me di la vuelta y volví a emprender el camino hacia al hoyo.

Y ahí estaba yo, sentado en el mismo lugar donde todo comenzó. Fumando el mismo tabaco, bebiendo la misma cerveza y deseando los mismos sueños.

- Improvisación I. Uróboros.

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Un buen libro es un libro que uno se arrepiente de terminar.

Joël Dicker - La verdad sobre el caso Harry Quebert (via grupobookhunters)

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Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona.

Nicanor Parra 1914-2018 (via grupobookhunters)

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Para comprender al mundo es preciso a veces apartarse de él.

El verano. Bodas ~ Albert Camus (via bosque-negro-de-libros)