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Hoy he soñado contigo. Cuando me he despertado no entendía la razón por la que había sido un sueño tan real, además en el que tú aparecías, pero luego me he acordado en que ayer me quedó pendiente ver la historia que subiste. Todo ha tenido sentido al recordar eso.

En el sueño estabas aquí, en tu pueblo. Era una ubicación un poco rara porque estaba en el restaurante del polideportivo, en la terraza que este tiene fuera, cuando de repente entre un par de personas te veo pasar. Voy a donde ti corriendo, tu me ves y me recoges en un abrazo. Creo recordar que te pregunto qué haces aquí y que tal estas... no sé muy bien qué me respondes, supongo que estabas de vuelta por estos días libres de semana santa. Te digo que hace mucho que no veo contenido con tu pareja y que he visto que has tenido algo con otra persona, a lo que me contestas que es algo lógico, que lo habías dejado con tu pareja y que habías vuelto para buscarme (¿qué?). En ese momento te miro tan fuerte y me acerco tanto que hago un amago de besarte, a lo que tu respuesta es acercarte de verdad y besarme. Pasa muy rápido pero yo lo siento. No sé porque pero rápido te vas y decimos de vernos más tarde. Como es normal, la incertidumbre me ataca durante todo el día, porque como siempre pasa, el "después nos vemos" nunca suele ser verdad. En este caso sí nos volvemos a ver, después de todo el día, pero es algo fugaz porque poco después me despierto.

Lo dicho, cuando me despierto me siento triste porque no es algo que haya ocurrido de verdad. ¿Que has vuelto a por mí? ojalá en algún momento sea verdad, pero luego recuerdo que en cinco meses te casas y soy invadida por una tristeza extrema que me hace sentirme débil, creo que me durará todo el día.

Hacía mucho que no me pasaba por aquí, alguna que otra vez se me ha ocurrido ya que muchas de las veces que me acuerdo de ti tengo ganas de escribir todo eso que siento y pienso. Hoy al final he terminado escribiendo porque sé que me va a pesar y prefiero dejar una parte aquí, como si fuera una catarsis.

A pesar de que ya no te piense todos los días, porque pasan días en los que no te recuerdo, siempre vienes a mi cabeza. Siempre vienes tú, tu cuerpo, nuestro último encuentro (largo y tendido), la complicidad, lo que compartimos, la emoción al recordar... siempre queriendo que ocurra otra vez más. ¿Cuánto queda para las fiestas de tu pueblo? (vamos a contar); ¿Cuánto queda para la boda? (espero que al final no se celebre, perdón); ¿Vendrás? (por favor, es la única manera de encontrarnos).

Me emociona, tengo ganas de llorar. A veces pienso en que no te volveré a ver y no puedo soportarlo. Voy a leer la carta que te escribí, que ojalá algún día me atreva a dártela, para que veas y sientas qué eres para mí; a pesar de que te lo haya dicho muchas veces.

Espero que te guste el tatuajes. También espero no tener que esperar más que estos meses para enseartelo.

Maite zaitut, Ivi.

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Vol. II

Cap. XIII

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Your hand fits in mine like it's made just for me

#orgulloyprejuicio #littlethings

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Vol. I

Cap. V

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He pensado tanto en ti esta semana, tampoco es nada raro, te recuerdo y pienso en ti todos los días pero desde que pasamos esas horas juntos tus recuerdos son más fuertes. No sé muy bien por donde empezar.

Ojalá pudiera leer todo lo que escribo para ti. Aunque se largo, esté mal escrito, a veces ni tenga sentido, siempre ha ido dirigido a ti. Creo que te ayudaría a entender muchas cosas: cómo siento las cosas cuando las vivo, cómo las recuerdo después, lo que supones para mí y lo que supone tenerte en mis recuerdos.

La mañana siguiente de que esto ocurriera, de que estuviéramos dos horas juntos, no quería nada más que recordarte y pensar en todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos, pero ha seguido siendo así durante estos 9 días. Desde que nos juntamos has que nos despedimos, recordando cada palabra, cada gesto, cada microdetalle, todo lo que he podido rescatar. Con amor, con tristeza, con enfado y con incertidumbre.

Ahora siento angustia, siento una presión en el pecho que me sube hasta la garganta. No sé si es porque no se qué es lo que va a ocurrir, porque no sé qué es lo que ocurrirá hasta la próxima vez que nos veamos... no lo sé. Se que te siento, que tengo esperanza de recibir un mensaje, un cambio, pero no sé si estas últimas cosas serán reales. Con esta angustia también siento tristeza, me tendría que empezar a preocupar? estoy triste y tengo ganas de llorar desde que no te veo, desde aquel día que me dijiste esas cosas.

Ya tengo elegido el diseño que me voy a tatuar, tanto tiempo pensando en hacerlo o no hasta que llegas y me das la respuesta. Pues claro que tiene que ser así, quiero hacerlo y lo haré, para tenerte siempre conmigo. Ojalá tú también pudieras describirme con una palabra o tuviera algo escrito con tu letra para poder tatuármela.

Asko maite zaitut Ivi.

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Cuando M. aparecío me estabas haciendo la broma de que J. estaba embarazada, cuando la situación se puso un poco delicada aclaraste que era broma.

M. vino angustiada, necesitaba hablar, parecía que habían pasado cosas. En esa situación, tome la decisión de levantarme y hablar con ella para saber qué es lo que había pasado. Recuerdo que cuando me levante te dije que me había enfadado y que nuestra relación se había terminado por no invitarte a la boda. No sé si eso fue lo que hizo sentirte mal o qué, pero ahí me hiciste la primera demostración de la noche, esperarme; esperaste hasta que M. acabara de contar lo que había pasado para volver a estar conmigo.

Fueron unos momentos un poco confusos porque M. me necesitaba con ella pero tú estabas ahí y después de tanto tiempo yo no quería perder ni un minuto sin poder estar contigo. Fue un poco raro porque después de estar con ella, me volví a sentar contigo, hasta que me dijiste de nuevo que me fuera a hablar con ella porque me necesitaba. Nos levantamos los dos. Hablamos, de nuevo de los del whatsapp, de tener que esperar un año para encontrarnos y poder estar juntos, diciendo que ponía en ti una gran responsabilidad con algo que no sabías hacer, mantenerte en contacto con alguien. Al final, como tu idea, le dijimos a M. que viniera, te presente con I. una de las personas más importantes de mi vida, te reíste, dijiste que yo también era importante para ti y la abrazaste para consolarla.

Después de hablar con ellas, saber lo que pasaba, necesitar que te contara el chisme (porque como te gusta), M. me pidió que fuera a por su americana porque ella no iba entrar, además de pedirme que sacara a X. Te pedí que vinieras conmigo, y aunque al principio no habría entendido que habías dicho, cuando te dije que si no querías no vinieras me dijiste "que he dicho que si!", así que ahí que fuimos. Este fue la segunda demostración que tuviste I., viniste conmigo y no te separaste, a pesar de que ibas algunos pasos por detrás, te miraba para ver si seguías y ahí estabas, con esa cara de pícaro, con ganas de estar juntos.

Cuando dimos la vuelta en los baños para ir por un sitio donde no estaba tan tapado, paramos, dejamos de andar. No recuerdo muy bien porque habíamos sacado ese tema pero yo te dije que para mí habías sido la primera persona que me había querido de verdad porque hasta ese momento me daba asco, tu fuiste el que me diste vida hasta hoy en día (sino ruido y dedo por el cuello). ME dijiste que preferías no saberlo, pero a mi me parece importante que lo sepas. Mientras decías eso te paraste y yo te dije que fuéramos porque teníamos prisa, "no" me dijiste, pero te hice moverte porque M. estaba mal. De camino a la txosna también te comente lo de L., " al siguiente día hable con él y le dije te había tratado mal, que eso no se hacía a alguien que te presentaba como una persona importante en mi vida; él me comentó que no, que le habías caído bien y que cuando te volviera a ver te volvería a saludar" me reí mientras lo decía, tú también; es mentira, te afirme, "¿sabes por qué se comportó así no? porque estaba celoso", "Sí, estaba celoso", me diste la razón.

Legando a donde estaban todos, note la mirada pícara de U., yo le sonreí. Ya una vez llegados donde estaban todos mis amigos le dije a X. lo que había pasado y si por favor podía salir conmigo para poder hablar con ella; como me dijo que sí, cogí la americana, te presenté u salimos para fuera. Tú seguías yendo como a dos pasos por detrás de nosotros, cada vez que te miraba seguías teniendo esa mirada. En un momento, de camino, al rededor de la txosna del reggaeton te cogí del brazo y te dije si queráis irte, al hacer el amago de irte te cogí del brazo y te dije que por favor no te fueras. De repente algo en tu expresión cambió y me dijiste que sí que te ibas, íbamos a estar los tres y no querías molestar te ibas con tus amigos, "pero ellos van a hablar, yo no voy a estar con ellos" pidiéndote por favor que te quedaras. Nos acompañaste y cuando llegamos allí te volviste a despedir, pero cuando te dije que yo no me iba, que ellos eran los que iban a hablar y que te quedaras accediste. Cuando se fueron me invitaste a sentarme en el mismo bordillo de antes, pero esta vez mirando hacia las motos.

A partir de ese momento se mantuvo un claro distanciamiento entra ambos, a pesar de que al principio había mucho acercamiento, mucho abrazo y beso, los labios cerca, las miradas... creo que en ese momento fuiste consciente de que podría pasar algo y pusiste una distancia de prudencia. Me da pena, pero fue como tuvo que ser.

Volvimos a recordar esos años, el amor que tengo hacía ti, la horas de estudio y de gaupasa, a las profesoras, las notas; "tu siempre fuiste la lista, yo era el que no sabía las cosas y las repasaba", "igual te piensas que soy gilipollas pero me acuerdo de las cosas". "Todos los días me acuerdo de ti, todos los días, y hasta hoy que me estas diciendo esto yo pensaba que para ti no era importante, que no me recordabas", tú también lo haces, tienen las foto y cuando la miras te acuerdas de mí. También me recuerdas cuando estudias y otras veces que no dirás, "qué te crees, ¿que yo no me acuerdo de ti? pues claro"; recuerdo que especificaste que no le contarías a J. todas las veces que te acorabas de mí pero que sí lo hacías.

No sé hilado a que vino, pero "tu eres mi alma gemela"; como? me quede impactada, me da pena no haber cogido eso y haber profundizado más. Espero que no lo hayas dicho por decir porque para mí significa mucho, espero que también recuerdes habérmelo dicho cuando nos veamos el año que viene.

También hablamos sobre tatuajes ("ay, que inocente eres" pasándome el brazo por los hombros cuando le dije lo que pensaba que había costado en brazo. Me explicaste lo que significada, tanto el triangulo, como el brazo, la figura y la palabra. La palabra la tienes tatuada con J., y a pesar de que quisieras contarme de donde venía yo te frené, primero con precaución pero luego pense en que no quería hacerlo por lo que implicaría para mí emocionalmente; creo que con eso pudiste entender algunas cosas. Igualmente me contaste el cuadro que rodea la palabra, la calle donde le pediste matrimonio (se me partió en corazón).

Hablamos también de lo guapo que te veía la gente, a raíz de preguntarte a ver si cuando más convives con la gente más guapa te parece "no, a mí me ha pasado que me ha parecido más atractiva", "no no, pero yo digo físicamente, cuando mas tiempo pasas con esa persona más guapa es", "ah que entonces al principio te parecía feo", "no hombre, feo no, sin más, pue una persona en la que me fijaría pero sin más". Dijiste que la gente te veía más guapo y que cuando salías siempre ligabas "y eso no te parece peligroso, porque si ligas cada vez que sales puede ser peligroso por J.", "no, porque yo estoy muy seguro, yo se que es ella y no hay nadie que me haga dudar"; en ese momento pensé en profundizar, preguntar si a ver si yo no conseguía eso, pero no me atreví porque no sabía a donde iba a llegar eso, pero sí que me volvió a crujir el corazón.

Cosas de clase, mi hermano, tus padres (sobre todo el tema delicado de tu aita), Divi, las fotos que guardaba, tanto tuyas como de Diva o de fotos que nos habíamos sacado juntos. En ese momento, ya cuando se veía venir el final me dijiste que te ibas a mear a ver si te daba permiso. Yo, en esos minutos que pasaron sin ti empecé a sentir angustia por L., por qué podrías estar pensando o que podría sentir yo en su lugar; me arrepiento de lo que decidí teniendo eso en la cabeza. Cuando volviste, ni te sentaste sino que me dijiste para levantarme e irme a la txosna bailar, pero cuando nos estábamos acercando te dije que igual me iba a mi txosna porque L. iba a estar preocupado. "Bueno, yo voy a buscar a mis amigos y sino a casa, que no creo que sigan por aquí", "¿te vas a casa?", "sí, voy a dar una vuelta y si no los encuentro me voy a casa". Te invité a venir a la nuestras sabiendo que no lo harías pero por lo menos intentándolo. "Por si no nos vemos, te abracé y te di un beso" tu me sonreíste, no entendí muy bien lo que significaba esa sonrisa, pero supongo que una despedida.

Iv., a pesar de haber pasado más tiempo contigo ese día, no quita que me hayas dejado destrozada una vez más. Te sigo recordando todo los días y te echo de menos cada uno de estos. "Te quiero mucho" "Te quiero, te quiero mucho" me respondiste. Me duele mucho tener que esperar un año para volver a verte, abrazarte y mirarte.

Te quiero billones, y ojalá me busques un poco más.

pd: siento que puede ser doloroso pero ojalá vuelva a buscarme.

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No sé como estructurar, cómo escribir, cómo sentirme, ni como contar todo esto; pero sé que debo hacerlo para recordarlo como es. Hace dos semanas escribía que tenía miedo porque venían las fiestas de tu pueblo y eso podría suponer (o no un reencuentro), así lo fue.

El día grande, por la mañana, cuando nos cambiaron el recorrido de salida se podía ver mucha gente en los balcones, de hecho vi a los de la cuadrilla de E. ocupando todos un balcón completo, sin darme cuenta de que a la vuelta descubriría que tú también estabas. Vi a gente de tu grupo de amigos y al mirar más detenidamente te vi; pensé, y estaba convencida de hacerlo, mirarte y mantener la mirada para que pudieras verme, pero me acojoné y rece para que me vieras. Por lo menos el verte ahí me sirvió para saber que estabas en el pueblo.

Después de tanto tiempo esperando verte no podía no hacer nada, la noche pasaba y no tenía noticias de ti. Sí que había pensado en escribirte pero me daba palo, hasta que empecé a ver a gente de tu compañía rondando por ahí, llevándome a pensar que la merienda ya se había acabado y que podrías estar por ahí al rededor. Después de darle vueltas y vueltas te escribí para saber si andabas por ahí pero cada vez que miraba el móvil, nerviosa, no recibía respuesta; pensaba que igual no querías contestarme, que probablemente habías visto el mensaje pero pasabas.

Queriendo salir un poco de contexto y salir para descansar, M. y yo decidimos salir a mear y así aprovechar para sentarnos y descansar un poco. M. se quería ir a casa, no sabía de qué manera pero no podría aguantar más con el cansancio; yo sabía que quería quedarme más, eso quería y eso iba a hacer. A la vuelta de esa pequeña escapada, de camino, nos metimos en el aparcamiento de motos para que ella pudiera mear, no podía esperar mejor sorpresa cuando pasamos por delante de la cristalera del edificio, ¡te había encontrado! Me acerqué a ti para que pudieras verme pero había gente cruzando por delante tuyo, como no mirabas para arriba me acerqué más y más a ti, hasta que me miraste de los pies hasta la cabeza, reconociéndome y diciéndome "¡la mítica S.!".

Aquí es donde empieza todo lo importante, aquí es donde hablamos un poco hasta que M. decide irse y nos sentamos en el petril. Ese era el momento donde empezarías dos horas más bonitas de todos estos meses.

Me dijiste que te casabas, la fecha en la que lo hacías y todos los preparativos que tenía cerrados. "A ver, A VER" esto es lo que yo me repetía una y otra vez en mi cabeza, porque es verdad que el año pasado me decías que estabas apunto de casarte, pero esto? Te puse una cara que entendiste a la primera, "a ver S. yo sé que te alegras de que me case, de que esté bien, porque me quieres y te alegras de que esté bien" y era lo más cierto que había; por mucho que me doliera, me alegro de que le vaya bien y de que lo celebraras. "¿Tu te acuerdas de lo que te dije el año pasado no?", qué perro, me miraste con cara de volver a sacar los tema que cerramos pero "no no, eso no, otra cosa en específico, dijimos muchas cosas pero yo quiero que me digas una es específico", te reíste, diciendo que no era lista ni nada o algo parecido.

No salió lo que yo quería que saliera ya que ese comentario llevó a otros temas, a preguntarlo por qué no me no me habla recibiendo la respuesta de "si no te hablara no estaría aquí contigo" mientras me tenías el brazo pasado por el hombro. "No me refiero a la cara, me refiero al whatsapp", pareció que te sorprendió el comentario y empezaste a justificarte, que si no era algo que te pasaba solo conmigo, que también te pasaba con tu cuadrilla, que tu relación con ellos no era tan buena como parecía... de hecho aparecío alguno por ahí ofreciéndote patatas con kechup y mayonesa. (pequeño paréntessi)

También te conte lo de L., lo habíamos dejado, me había sido infiel muchas veces más de lo que me contó en un primer momento y tu te alegraste. Decías que no te caía bien y que te alegrabas por mí porque me merecía más que eso. Que sabías que era un gilipollas desde el primer momento en el que lo viste, a pesar de que todos los hombres somos gilipollas yo lo supe antes de que me contaras nada, me decías. "No te puede imaginar cuantas veces me pude acordar de cuando me dijiste que me merecía algo mejor", "pues no me hiciste mucho caso cuando te lo dije", la verdad que no porque yo decidí seguir. Recuerdo también que hubiera un desfas de información porque tú sabías que me había sido infiel dos veces, cuando yo entones solo sabía de una vez, y tu insistiendo en que sabías que habían sido dos y que no al estar fuera no te enterabas de nada así que tenía que ser yo la que te lo dije. De hecho, paso por delante la personas que me marea la cabeza todos estos días, te dije que había sido con ella, resoplaste a pesar de no haberle visto la cara; "ah que la culpa es de ella?" no es que la culpa sea suya, pero me busca, me está buscando todo el rato, y me mira y pasa por al lado mío, algún día le voy a pegar, te decía. ¿A él no? me preguntaste "bueno, él ya está recibiendo lo que se merece; cuando lo dejamos ya le metí un par de empujones. Pegar no le pegué porque no me salió pero el tío estaba acojonado" te dije; recuerdo que pusieras cara de asombro.

Además como era de esperar, también salió el tema de siempre. Esto fue acuñado por lo mencionado un poco más arriba. Por qué no me hablas, llevo a que le dijera una vez mas que él era una de las personas más importantes de mi vida, a que me dijera cosas bonitas de esos años. "Yo me saqué bachiller gracia a tí", "Yo hablo de tí con J., con mi novia" aunque ahí me dijeras algo que me dolio, que para ti nuestra relación era "académica" cuando previamente habías dicho que uno estaba ahí para el otro y uno seguí constantemente ahí para el otro. "Tú eres una de las personas con las que más tiempo he pasado, tanto en persona como pro Skype, yo creo que si sumas todo ese tiempo suma todo... 25 años!" recuerdo que nos reímos; te pedía que me contaras cosas bonitas de aquella época, cosa que tenías para decirme. "¿Sabes que sigo teniendo el OSU instalado en el ordenador por si algún día me vuelves a llamas por Skype y juguemos", tu cara, tierna de recordar, sonreía por seguir adelante con estos detalles. También hablamos de la foto, del long y de otros regalos que te hacía; me pediste perdón por algunas cosas que hiciste cuando te dije que te aprovechabas un poco de mí, diciendo más alto que siempre me has tratado bien (siempre lo has hecho).

Recuerdo precioso el estar los dos sentados, frente a la cristalera, tu abrazando tus piernas y yo apoyando la cabeza en tu hombro, mientras rodeaba tu brazo con el mío y te pedía que me siguieras contando cosas bonitas. Dijiste que veías de ser una persona con muchos complejos y que fui la persona que te hizo entender que alguien podría quererte, que te merecías esas cosas, dijiste que yo era la base de tu personalidad; que yo fui la persona que supo ver esas cosas en ti.

Esto volvió a llevar al momento de la boda, que si me caso, que si los preparativos, la fecha, el cátering... ¿bueno pero tú te acuerdas de lo que te dije el año pasado? te pregunte, mientras evitabas la respuesta, porque supongo que no lo recordabas. ¿Me vas a invitar a la boda?", "No" me respondiste directamente, la verdad que me dolió, como te dije en ese momento "y qué hago yo cuando me case, ¿no te invito?, yo siempre te he tenido el primero para invitarte a mi boda". En ese momento, con el dolor que supuso, pensé que yo tampoco le invitaría a la mía, pero no es verdad porque una horas más tarde supe que le seguiría invitando. Me dijiste que no tenías dinero, bueno "entonces por qué te casas?", y la respuesta fue bastante fea, algo como que estabas comprometido ya o que te sentías presionado, no sé.

Y escuché mi nombre por detrás de mí, M. había vuelto.

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Hoy vuelvo a escribirte.

Ayer estuve hablando con M. de algo que llevo pensando varios meses. Desde que dedico todos mis días a este proyecto y he tomado estos compromisos nunca se me ha pasado por la cabeza irme de mi ciudad, nunca, porque sería abandonar un sitio donde no sería imprescindible pero ni necesaria. Además, todos estos años en los que he ido tomando conciencia me han servido para tomar posturas y decisiones al respecto. Uno no se va de los sitios donde los necesitan, uno intenta estar siempre a la disposición de las personas que van con ella, a entera disposición de un proyecto.

A pesar de que mi pasión y compromiso hayan ido creciendo con lo años, mi amor por ti también lo hace, aunque todavía no haya descubierto la causa. Nunca tomaría la decisión de irme de aquí; me gustaría irme a trabajar o a estudiar a otro lugar, conocer, pasar tiempo lejos, sí, pero no lo voy a hacer por un compromiso que me supera como persona. Pero hay una excepción, todos sabemos quien e(re)s.

Y es que si tú un día vienes y me dices de darnos una oportunidad, vivir lejos, irnos de aquí para empezar algo, me iría contigo. Primero porque no hay tanta lejanía como podría ser en otra situación; segundo porque podría ser un paso para empezar a construir; y, tercero, porque me iría contigo a cualquier sitio que hiciera falta.

En realidad todo son fantasías y esperas, con la idea de que algún día me sorprendas y lo hagas. Lo que sí que es real es el gran miedo que tengo de no volver a verte. Tengo miedo de que no me escribas más (aunque ya no lo hagas), de que no haya oportunidad de coincidir (aunque ahora sean mínimas), de no ver más esa cara.

Estoy nerviosa porque quedan dos semanas para las fiestas de tu pueblo y eso trae el posible reencuentro. No quiero que se repita el estar dos años sin verte; quiero coger esa cada, abrazar ese cuerpo, contarte cosas, llorar mirándote a los ojos. Te sigo echando de menos. Todos y cada uno de mis días serían contigo.

Te quiero billones Ivi.

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Hoy, estos días te vuelvo a recordar después de un tiempo. 

Te vuelvo a recordar porque han pasado semanas en las que no he podido sentir más que dolor y tristeza. He sido traicionada y tenía (lo sigo teniendo) un dolor tan intenso que no me dejaba pensar ni sentir nada que más que ese dolor. Supongo que habré hecho cosas mal para que esto haya terminado así, pero una flecha atraviesa mi coronaria cuando pienso en todo lo que le he querido, iba por delante de cualquier otra cosa y persona, y tú me lo han devuelto así. 

Por eso te vuelvo a pensar ahora. Con el paso de los días, a pesar de que el dolor siga estando ahí, puede que ya no sea tan intenso; por lo menos sube y baja, no como antes, que estaba ahí siempre. Ahora puedo pensar en otras cosas, puedo pensar en ti y vuelvo a recordarte todos los días.

Hoy saldré por primera vez desde que la relación terminó y al ir al pueblo donde vives la única esperanza que tengo es verte, abrazarte y llorar en tus brazos. Quiero volver a encontrarme contigo por casualidad entre esos arboles y abrazarte, que me abraces, volver al sitio donde una vez fue hogar.

Una de las primeras noches después de terminar la relación en la que estaba soñé contigo (fue la primera vez que soñaba algo dentro de un sueño). Soñé que volvías, soñé que venías a donde mí a decirme que tu relación (también) había terminado y que lo que querías era estar conmigo, me proponías empezar una relación Ivi. Qué pena que solo era un sueño.

Hace unos cuantos días que me he dado cuenta de que no subes nada con tu novia, aunque puede ser algo que pase muchas veces y solo ahora (que no estoy con él) me haya dado cuenta. Siempre me emociona vez una notificación tuya en el móvil, aunque no sea directamente para mí, saber que sigues haciendo cosas y las subes. Ojalá que haga un tiempo que no subes nada porque se ha acabado y ojalá sea verdad que vuelves porque quieres estar conmigo.

Ya te lo dije, yo siempre he pensado que íbamos a acabar juntos. Ojalá que sea así. 

Maite zaitut Iv. 

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¿Cómo expresarán las demás personas el querer? ¿Qué es lo que uno siente cuando quiere?

Siempre me pregunto cómo quieren las demás personas, y no hablo de cantidad, sino de la manera en la que se manifiesta en uno mismo ese amor hacia alguien. 

Cuando te regalé el cuadro con una de nuestras fotos también te di una nota, no sé exactamente qué ponía pero recuero haber escrito que nunca encontrarás a una persona tan fiel como yo; muchas veces lo pienso, las personas que te quieran lo harán pero sé que nadie te va a querer tanto como yo. Con eso no quiero colocarme por encima de nadie ni despreciar la manera en la que otros quieren, pero, al quererte yo con toda mi alma y con todo mi corazón, sé que nadie lo hará tanto como yo.

En mi caso, el amor por ti se expresa recordándote todos los días. Por una cosa o por otra siempre se me expresa algún recuerdo contigo, la mayoría de las veces recuerdo cómo fue la última vez que hablamos, pero otras veces me viene cualquier otro recuerdo que tengo contigo. Normalmente, puede que sea curioso, te recuerdo cuando me acuesto; te pienso y sé que eso me tranquiliza y que me dormiré rápido si tengo esos recuerdos presentes.

También me acuerdo mucho de ti cuando leo los sobres de left unsaid, muchas veces la gente deja frases con las que me siento identificada, frases que te dedicaría a ti si estuvieras conmigo (¿o es que lo hago porque no lo estás?). Otras veces veo nuestras fotos, algunas palabras, imágenes que me gustaría enseñarte la siguiente vez que nos veamos, creo que la baza de confesarnos ya se ha acabado (¿o es que hay alguna otra cosa que confesar?). Alguna vez he pensado en crear una carpeta en mi móvil con tu nombre, para guardar aquellas cosas que quiero enseñarte cuando nos volvamos a encontrar, pero pienso en L. y lo mucho que me dolería si ocurriera en el caso contario.

Recuerdo muchas veces cuando me dijiste que estabas a punto de casarte, espero que tengas en cuenta que quiero estar presente, te lo dije explícitamente, te dije claramente que quería que me invitaras y espero que lo hagas cuando llegue el momento (sino me pondré muy triste). También pienso en lo mucho que me gustaría conocer y hablar con tu novia, puede que el día de la boda, para recalcarle lo afortunada que es por estar con una persona como tú, aunque creo que ya lo sabe por las historias que reposteas; aun así siempre está bien que una persona externa te lo diga. La suerte que tiene J. de estar contigo Ivi. 

Volviendo a lo de los sobres se me ocurre dejar alguna de las frases que la gente escribe y que, en mi caso, van dedicadas a ti (estas del último post):

“Quiero verte todos los días”

“A. me gustaría pensar que te acuerdas de lo felices que fuimos cuando miras al cielo y ves a Júpiter y Saturno cerquita de la luna. Yo sí me acuerdo”

“Qué bonito reencontrarse y esta vez sí ser posibles”

Antes tenía una carpeta llena, llenísima, de capturas de pantallas de todos y cada uno de los sobres con aquellas frases que te dedico. 

Te quiero billones, Ivi.

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~ Edith Eger ~

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Confirmo

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En realidad, no existe ese día. Quieres hasta el fin de tus días

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Esta vez ha sido peor que todas las anteriores. Ya te lo dije yo a los pocos minutos de encontrarnos: no me puedes hacer esto tío, no me puedes hacer esto. Mientras miraba tu cara y me llevaba las manos a la cabeza pensé en cómo iba a seguir adelante con eso que me estaba pasando. “Es que no vale tio, vienes aquí, nos vemos y estamos un rato y te vas. Ahora voy a tener que esperar un año para verte, y la última vez fueron tres”. Es algo a lo que no paro de darle vueltas.

No sé si lo hago consciente o inconscientemente pero tu recuerdo es algo que tengo todo el rato en la cabeza, a veces más latente y otras más presente, pero siempre está. Y verte es algo que me ha afectado desde siempre, ya que todavía me sigue pesando que no estés conmigo. “Te amo mucho Ivi. Te echo de menos y me sigo acordando mucho de ti”, por lo menos tu respuesta estuvo a la altura de lo que te dije. Quiero recordarte y me amarro a todos, pero en especial a los últimos, recuerdos que tenemos, ya que esta es la única manera de mantenerte cerca. Muchas veces son recuerdos que me vienen sin querer, pero esta última vez... no sé ni como expresarlo. 

Me has dejado echa polvo. No recordaba el amor que sentí hacia ti. Obviamente sabía que era muchísimo ya que cuanto te recuerdo lo hago con amor, pero no recordaba cómo era sentirme en tus brazos. Poder abrazarte y darte besos porque estas aquí, poder tocarte y poder meter la cabeza en tu pecho. He vuelto a sentir el amor más puro que tengo, hacia ti; he vuelto a sentir que cuando estoy contigo me vas a cuidas y que no me va a pasar nada malo. 

Hemos madurado y eso también se nota, por lo menos yo lo he notado, porque ahora veo que ese amor que yo sentí y que he sentido, es y como ahora sabemos) ha sido correspondido. La importancia de una persona como tu en mi vida mientras que me decías lo mismo: y yo, yo le digo a mi novia S. ha sido una persona importante en mi vida, y me dice que sí pesao que ya lo sé. 

Pero, todo lo arropada, querida y cuidada que me sentí en ese momento me ha pasado factura. Me ha causado muchas preguntas y muchas preocupaciones, muchas contradicciones en mí misma que no quiero tener y que me obligas a gestionar de la mejor manera que pueda. 

1. Yo quiero mucho a L., pero me pregunto si alguna vez seré capaz de quererle tanto y tan puro como te quiero a ti. Es un amor que no se puede comparar, algo que no he dejado de sentir desde esos momentos y que sé que no podré dejar de sentir a pesar de que no quiera hacerlo. 

2. Eso, aunque sea muy duro para mí decirlo, me lleva a pensar que no estoy con la persona correcta. ¿Seré capaz e quererlo así algún día? ¿Acaso se merece a una persona que quiere con toda su alma a otra y no a él? Sabia en ese preciso instante lo que sentía, quería dejar a L., y ha sido un pensamiento que he seguido teniendo en días. Lo que me lleva a pensar que soy una hipócrita, por alargar algo que nunca será así.

3. Cuando te conté lo que había pasado con L. tu me dijiste: yo no voy a ser el que te diga lo que tienes que hacer, pero tu te mereces algo mejor. Y tienes toda la razón, siendo algo que no podré perdonar jamás, sigo con esta persona. Ahora mismo no sé saber cual es la razón concreta o cuales son las muchas razones que me han llevado a tomar esa decisión, pero escuchar tus palabras me hacen querer decidir lo contrario.

4. ¿Y si lo hago? en cualquiera de los casos no estaría contigo ya que tú tienes pareja y estás a punto de casarte. A pesar de que yo quiera dejar a L. porque quiero estar contigo, no conseguiría nada porque tú sigues con tu vida. Yo me tendría que joder doblemente. 

5. ¿Y si en algún momento dejas a tu novia y nos juntamos? Tampoco sé si nuestras vidas están preparadas para que estén juntas como pareja. Nos conocemos y nos queremos pero no sabemos la vida que llevamos en la actualidad. Tu no quieres volver y yo debo quedarme aquí, yo tengo actividades que hacer y tu debes trabajar y viajar con ello. Creo que sería algo que me partiría el alma y el corazón el no poder llevar bien la situación y que no funcionara. Yo estoy dispuesta a dejarlo todo por ti pero tú también tendrías que hacerlo y deberíamos adaptarnos el uno al otro. 

6. Tengo miedo a decidir y hacer daño a las personas que quiero de mi al rededor con esas decisiones a pesar de pensar que son las que tengo que tomar. 

Me rompes la cabeza. Siento mucho amor y exploto de felicidad cuando te veo, querría hacerlo todos y cada uno de los días. Veremos qué pasa.

Te quiero billones, Ivi. 

[funnyelephant]

Vuelvo aquí, después de mucho tiempo, a escribirle al verdadero receptor de todas estas publicaciones. A escribirle a él, a quien empecé a dedicar todas estas palabras cada vez que algo me pasaba y cada vez que lo recordaba. Y, a qué se debe esta vuelta, a su vuelta por supuesto.

Han pasado dos años desde que lo vi por última vez, aquella vez en la que no sabía que sería la última y he buscado ocasión tras ocasión para poder volver a verle. De hecho, el sábado que era konturi eguna aquí el único objetivo que yo tenía es encontrármelo y poder ver de nuevo esa cara, pero cuando llegué al sitio donde todo estaba organizado algo me hizo darme cuenta de que esa no iba a ser la noche en la que eso ocurriría.

Sin embargo, ayer, día de las cuadrillas ni se me había pasado por la cabeza que pudiera verlo, no por nada, sino porque tenía la cabeza en otras cosas y no me había dado cuenta en ningún momento que eso podría ocurrir. De hecho por la mañana, mientras me duchaba, era cuando me estaba dando cuenta de que las fiestas del otro pueblo habían empezado y que era la primera noche de farra oficial, en el que encima tenía un turno que llenar. Seguramente esa sería la razón por la que ni me estaba acordando de su existencia ni de cualquier casualidad que pudiera ocurrir. Cuando menos me los esperaba...

Estaba al lado de nuestro establecimiento cuando me dio por mirar atrás para ver a L. cuando observé una persona como medio bailando para captar mi atención por detrás suyo, cuando me di cuenta de que eras tú me llevé las manos a la boca (como normalmente hago cuando pasan estas cosas) sin poder creer que te estaba viendo. Pasé por al lado de L para ir hasta donde ti y cuando llegue me diste la mano para bailar conmigo la canción que estaba sonando, yo no me podía creer lo que me estaba pasando. En cuanto pude, ni bailé, te abrace lo más fuerte que pude y todas las veces que pude hacerlo; cada vez que me separaba de ti seguía llevándome las manos a la boca porque de verdad que no me podía creer lo que estaba pasando. Repetí varias veces tu nombre mientras te agarraba la cara, mientras dentro de mi se revolucionaban todas las emociones creando un coctel que luego me pasaría factura.

Tengo que admitir que me es difícil recordar todo con claridad y en un orden cronológico porque yo estaba muy nerviosa, no era capaz de asimilar la situación. Creo que después de saludarme lo primero que hiciste fue decirme que te acordabas de las llamadas de skype que hacíamos mientras estudiábamos historia, preguntándome por aquella vez que hicimos gaupasa por estudiar, a lo que yo te contesté aquella gaupasa en la que estudiamos y tú sacaste super buena nota mientras que yo sacaba una mala. Con ello te recordé la bronca que me echaste una vez mientras estudiábamos filosofía, de la que tú al principio no te acordabas y termine por decirte que me colgaste y que luego al volverme a llamar yo te volví a coger a pesar de que estaba enfadada contigo “y es que lo volvería a hacer”. Tú me dijiste que volverías de una a esas épocas, yo dudé “es que yo lo pasé bastante mal en esa época eh” pero sí volvería una y mil veces más contigo. A donde haga falta.

Recuerdo también que me estabas diciendo algo de otra carrera, a lo que yo te respondí que me daba igual lo que me estabas contando porque no te estaba escuchando, me temblaban las piernas y no estaba siendo consciente de lo que estaba pasando. En ese momento te pedí que esperaras un momento, “ a ver, tranquilizate un poco, intenta ser consciente de todos y cada uno de los momentos que vas a compartir con él hoy, sino te vas a arrepentir de no acordarte mañana”. Te dije que me repitieras lo que me habías dicho “voy a estudiar otra carrer”, KHE, me dijiste la carrera en la que te ibas a meter y la universidad en la que ibas a estudiar; yo personalmente me estaba quedando moñeca, no entendía nada, “¿otra carrera?¿en esa universidad?”, “pero si trabajas en este equipo” te pregunté. Sí, ibas a hacerlo todo online, a pesar de que los exámenes serías presenciales te daría la libertad para vivir donde vivir y trabajar donde trabajas. Me empezaste a recitar las dos carreras que tendrías más los másters y lo diferentes expertos, pero sin dejarte acabar te dije que eso no valía nada “que yo tengo una carrera y tres masters chaval”, te arrodillaste ante mí “sí, ahora te arrodillas ante mí, lo que yo hacía antes por ti”. 

Creo que aquí es donde surgió el tema de los estudios y de nuestras parejas, no recuerdo muy bien como fue la conversación pero sé que te dije que si hoy en día yo era sí y yo estaba aquí era porque “yo me he querido porque tú me has querido a mí”, él asintió con la cabeza y muy serenamente me dijo que a é le había pasado igual, que él sentía lo mismo. “Te amo mucho I., te echo mucho de menos y me sigo acordando mucho de ti”, “tengo dos fotos contigo en mi cuarto, uno en mi armario y la otra foto la enmarcada que te regale”, el me asintió contento, sonriente, “yo también la tengo en casa” y mientras de fondo me decías que ahora vivías con tu novia yo te decía “sí, en la de aquí”, “no, me la llevé, mañana te mando foto”. “Yo le digo a mi novia, S. ha sido una persona (muy?) importante para mi y ella me dice que si pesao que ya lo sé”, yo no sabía que le hablabas a tu pareja de mí y creo que esa fue una de las razones que me hicieron emocionarme. Ahí aproveché para decirte quién era mi novio, el de detrás de la columna al cual te iba a presentar y al cual le había hablado mucho de tí, “bueno primero vamos a hablar nosotros y luego te lo presento”. En ese momento me dijiste que estabas a punto de casarte, “espero que me invites” “¿quieres?” “¡CLARO!”, “mira yo me quiero casar y he hablado de esto con L. y la primera persona a la que invitaría serías tú; que tiene que venir tu novia, tu madre, tu perro, me da igual, os venis!”. “Diva, que tiene ese nombre por tí” me dijiste, “que todavía no la conozco, se va a morir y yo todavía sin conocerla” se te retorció el morro, te pusiste serio y mientras me señalabas me dijiste que ni bromeara con eso. Creo que aquí entraba Cristina, las croquetas y las comidas, “como si no hubieran pasado 10 años”, “como si no hubieran pasado 5″, yo te remarqué que cinco no sino que fueron más y al ponerme a contar calculamos que habían pasado siete años desde que hicimos el bachiller.

Ahí fue cuando tomé la decisión, valiente en ese momento, de decirte que quería confesarte una cosa. Recuerdo perfectamente que te estaba cogiendo y estrujando la cara mientras te lo decía y mientras me arrepentía al segundo de habértelo dicho. A pesar de que al principio parecías expectante luego miraste para un lado diciendo “bua es que me estás dando un miedo”, “es que es algo que puede remover el pasado... bueno más que el pasado el presente; no, el presente no, el futuro”. Al final me envalentoné (mira, me la suda, se lo digo y yasta) y te lo dije, “mira te lo digo porque como es algo que no va a pasar porque tu tienes novia y yo tengo novio... yo siempre he pensado que íbamos a acabar juntos”. Madre mía la cara que pusiste, echando la cabeza como hacía atrás teniendo muchas dudas que tenían una respuesta evidente. “tú en segundo de bachiller cuando estábamos juntos, ¿querías liarte conmigo?”, no sé describir la cara que puse pero era un evidente y cariñoso sí mientras te decía que sí con la cabeza también; “y por qué no me lo dijiste” me preguntaste, “pero como te lo voy a decir si en ese momento era una pringada, además tú te estabas liando con N. U. y yo estaba como holaaa; depués te liabas con M.y yo en plan yujuuu hola”. “Tú que te crees, que yo soy gilipollas, que yo no me daba cuenta de las cosas...”, te reproché que nunca querías quedar conmigo en un momento que no fuera dentro del cole, no recuerdo si me contestaste algo pero aproveche para preguntar “¿tú también?”, me respondiste que sí. En ese preciso instante es cuando yo me di cuenta de que lo que me habías dicho aquel último año que estuvimos juntos sí era lo que yo había interpretado. Me estaba quedando claro de que ahí habrá siempre una cuenta pendiente. 

“Es que tu no te puedes imaginar la de veces que le he hablado a L. de tí, desde que estoy con él lo único que quería era presentartelo”, bueno pues la hora de la verdad había llegado. Cuando lo empecé a buscar lo la mirada me di cuenta de que estaba dentro del establecimiento haciendo el turno, así que decidí acercarme a donde él para decirle que saliera para presentartelo en un momento. Bueno, pues no voy a la barra, le llamo cinco veces y me ignora las primeras cuatro... ahí ya empecé a ponerme un poco nerviosa porque no es una actitud normal en L., normalmente cuando le llamo me suele hacer caso a la primera; pero bueno, cuando me hizo caso le pedí por favor que saliera un momento a la puerta “vale baina ni banoa ya eh”, “vale,vale, baina atera momentu bat mesedez”. La verdad es que sigo sin entender porque tardo tanto en salir desde que se lo dije hasta que verdaderamente salió pero de mintras tuve ocasión de seguir hablando contigo. Te dije que me iba ya con él, a lo que me respondiste que porque no me quedaba, “sí, ¿que me voy a quedar sola? tu que vas a hacer, te quedas conmigo?”, “sí, no sé, yo no sé lo que voy a hacer, me iré a buscar a los de mi cuadrilla o no sé”. Fui de mientras tres veces a mirar a ver que hacías mientras que los dos nos estábamos preguntando porque tardabas tanto, en un momento te lo dije “yo creo que está un poco celoso, no se suele poner así pero ahora yo creo que sí”. 

Al final saliste, yo tenía la duda de si quedarme o no mientras todo esto pasaba, cuando viniste a donde mí le dirijí a donde estaba estabamos tú y yo y mientras que me ponía a tu lado le pregunté a ver si sabía quien eras, “pff pues no sé”dijo L. como sin tener ni una mínima pista de saber quién eras (creo que despues de haber visto como me comportaba contigo era bastante evidente, se podía saber facílmente quién eres). Mientras te cogía de la cara le decia ”I., es I., es I.” si no recuerdo mal lo dije como unas cuatro veces. L. sin ningún tipo de asombro o otra expresión te dio la mano y no te dijo nada más. Tú, que le habías intentado sacar temas y el no te había dado ni media bola en un momento te acercaste a donde mí diciendo “oye yo le he sacado tres veces tema y lo he intentado...”, “ya, no sé porque se ha puesto así, no entiendo, normalmente no suele ser así”; L. se quedó en una esquina mientras nos despediamos “me voy a buscar a mis amigos, nos vemos” y te fuiste mientras estirabas una mano y me guiñabas un ojo (como me gustaba eso, lo tenía totalmente olvidado).

Me he dejado muchos detalles como cuando le dije que no me podía hacer esto, porque él venía estaba un rato conmigo y luego yo me tenía que quedar con ese recuerdo un año, los cuales fueron tres la última vez. “¿Estas llorando?” mientras te reías y la lágrima que te dejé en la mejilla. La respuesta a qué tal estas con él (L.) y cuando le conté lo que había pasado; “yo no voy a ser el que te diga que hacer pero tú mereces más que eso”. Cuanto te pedí por favor que te quedarás “es que no me puedes hacer esto ¿qué hago yo ahora?”, cuanto te pedí por favor que cuando volvieras aquí me escribieras para quedar “aunque ya se que a ti esas cosas de quedar y eso no te gustan” la sonrisa que pusiste de como me conoces. La foto que te pedí porque sabía que se me iba a borrar el recuerdo de tu cara, a cual al final no saque. Habrá más, supongo, pero ahora no los tengo claro en mi cabeza. 

Ivi, por ser la persona que siempre ha sido hogar y lo sigue siendo aunque sea las pocas veces que nos vemos, por abrazarte fuerte cada vez que te veo y sentirme segura cuando estoy contigo. Por que no haya pasado ningún minuto desde lo de bachi, sin que nos separen todos los sitios a los que te vas a vivir. Eres una de las personas más importantes de mi vida y así seguirá siendo.

Te quiero billones.