losasuntosdelicados

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Notas

El amor al que aspiro esta en mi imaginación y lo sé, aunque quiero que seas alguien que lo inspire.

Preferiría mil y una vez más las noches en que te escribo, pero sé que al verte preferiría mil veces despertar contigo sabiendo que la dificultad no existe al amanecer a tu lado.

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ákros stikhos

No me creo única ni especial, como todos somos un constante sube y bajas de emociones y de aventuras que es justo lo que hace distintas a todas las personas y eso nos hace a todos únicos y especiales sin querer. Pero sin duda, a nuestras vidas siempre llega alguien a creer que todo es de un color distinto al que vemos todos los días. 

Una vez, una persona que llegó a quererme mucho,(pero a odiarme mucho también) después de unos años, cuando las circunstancias de ambos eran totalmente distintas en una plática de dos personas y no de dos adolescentes

me dijo lo siguiente:

"No se que le haces a las personas que nunca se pueden olvidar de ti, de alguna manera a todos nos queda algo tuyo para siempre” 

Temo que me sentí rara de escuchar

Eso por que si lo analizo un poco siempre hay Aveces un poco de eso en mi vida y de alguna Manera resulta hasta confortante,

O, es más yo no te digo esto para asustarte, lo digo para condenarte, lo sé como la mala compañía que soy, acuérdate que las malas compañías son como Satanás. Te ofrecen las estrellas, se cobran con tus alas. Evidentemente

Uno sabe que tiene madera de villano cuando descubre en cada límite ajeno un desafío propio, uno sabe. Tu no me conoces, no es que me crea

o mejor dicho, que sienta que soy una mala persona, siempre diré exactamente lo contrario, yo no sé si lo que tu quieres es que yo sea tu problema. ¿O sí? ¿Te gustaría bailar con el diablo?

Todos tenemos un lado más extraño que el otro, todo es cosa de saber encontrarlo. No buscarlo, ¿verdad?, en-con-trar-lo

y tu ya encontraste el tuyo y yo he encontrado el mío, lo que nos hace un conjunto de maldades juntos y lo que por momento nos hace uno solos. 

A ese conjunto de cosas te hacen cada día más especial, pero a su vez más extraño, aveces justo cuando uno no lo espera se encuentra con esa persona que uno no cree que existe, total detrás de cada game over, siempre hay otro play again. 

Se hace tan natural que uno no cuida uno tanto lo que va a confesar

eso es cosa espontánea, coqueta, antojadiza, justo como aquello que tiene que omitir (Por que evidentemente siempre omitimos la parte mala) y la que nunca falta es la de hacernos tontos.

¿O será que uno no dice lo que siente, ni mucho menos siente lo que dice? ¿Es así, Erick? 

Esto no lo sabes, pero yo odio tener que hablar cosas de la vida, del amor; sin embargo, no podemos hablar de la vida, sin hablar del amor. ¿Sabes? Por siempre escuché hablar del destino, de cómo todo estaba escrito así desde un principio y que la vida te va llevando por diferentes caminos hasta llegar a él. Y tiene sentido: a veces, por más que nos aferremos en tomar un rumbo, las circunstancias cambian y terminas en otro lugar, supongo que es el “destino”, ¿Cómo le hizo la vida para que todo esto pasara?

Al final, siempre es lo que sale sobrando, ¿No es acaso el amor una asombrosa, y a veces milagrosa, conjunción de patrañas?  No se cual es tu opinión acerca del tema ¿Crees en el? ¿Aún crees? Por que yo sí, no lo sabes porque finalmente no tienes por que saberlo pero es algo que finalmente creo que a todos nos llega, a cada uno a su tiempo. (Al menos eso espero) Pero yo, soy la reina de la cursilería, si la cursilería fuera un pecado, yo todos los días me ganaría un infierno.

 ¿De quién se enamora uno? ¿Uno escoge de quién enamorarse o la vida te lo da por sorpresa?  ¿Puede uno amar a quien le acompañó por una hora? ¿Por dos horas, dos meses, dos años, dos minutos? ¿Se ama a quien se conoce, justamente por eso, o es quizás al revés: conocemos para desconocer, y así poder amar sin el estorbo de la realidad?”

Que dicha debería ser poder hacer las  cosas sin el estorbo de la realidad.  Me gustaría decirte que soy inofensiva, pero te he dado pruebas de lo contrario, me gustaría decirte las cosas como las siento en el momento que las siento, me gustaría poder cumplir tus fantasías de vida y que tu cumplieras las mías.

Yo se que invalido todo al escribirte y no al decirte tus cosas en la cara. Así que chiste tiene decirte que por dentro creo que tienes el nombre perfecto para las invitaciones a la boda, que tienes la altura perfecta para verme preciosa mientras rodeo tu cuello con mis brazos, que yo se que tienes el nivel de maldad que me gusta y el suficiente nivel para no dejarme escapar viva de tu vida. ¿Entiendes el punto? 

Estoy a punto de cruzar la línea que prometí no cruzar, y a decir verdad ya ni me da tanto miedo. Yo no sé que tanto creas todo lo que te escribo, es más, nisiquiera se si soy clara en una sola idea, no se si es coherente, no entiendo si lo entiendes, no tiene orden, no tiene una dirección ni un sentido. Tiene lo que tiene que tener, un mensaje oculto que un tipo inteligente como tu ya debió entender y leer en este texto...

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Asalto en defensa propia.

Carolina es por si solo un nombre bastante fuerte, de hecho, Carolina es el femenino de Carlos carece de significado. Pero, me gusta, mejor dicho me encanta mi nombre; sin embargo, tengo un problema con él: No lo uso, le dejo ese peso a alguien que lo sepa usar con autoridad y aveces, esa no soy yo. No sabes cuánto me encanta decir : Me llamo Caro. Caro, como el Mustang que no puedo comprar por ser "caro", Caro como el próximo viaje que quiero hacer y no puedo por "caro". En realidad, me gusta mucho el jugar un poco con ese drama de la magnitud que nadie le asignó a mi nombre. Es estúpido.

Pero, es parte de mi persona; ojo, no quiero decir que soy una materialista ni nada parecido. Más bien, nosotros somos los que nos encargamos de darle un valor a todo. ¿Qué hacer cuando no queda nada por hacer? Y ay, cómo duele, cómo preocupa, cómo nos hace daño saber que somos mucho menos dichosos de lo que nuestras potencialidades sugieren. ¿O no? Estoy segura que no es un fenómeno Carolinesco, estoy segura que más de uno se despierta con ese agrio sabor en las mañanas, pero como todo en esta vida tiene un calibre, aprendí que las tristezas matutinas son también sobornables. Así pues, uno soborna su depresión, soborna sus deseos, su hambre, sus sentimientos. Todo a cambio del bienestar emocional que ha sido sobornado por uno más grande, cada día más grande.

¿Ves como todo siempre acaba teniendo un valor? O ¿Que nombre se le pone a eso? No preciso ni saber cómo se llama para tener bien claro que de cualquier manera no resulta en felicidad. Ahora bien, soy de esas que tiene creencias extrañas, no creerías la cantidad de fantasías y sueños de los que estoy compuesta, ahora mismo soy sólo una parte de mis sueños, aquellos que, por cierto, me encargo de volverlos realidad.

Quizá un día te los cuente.

¿Te acuerdas que te dije que nunca me quedo con las ganas de nada? Me cuesta trabajo de repente pensar en la cantidad de coincidencias circunstanciales, históricas y astrales que supone sucedieron para conocernos. ¿Te das cuenta? Tenemos todo cuanto hemos anhelado en la vida y bendecimos el azar que nos unió. ¡Ja!

Me he extendido demasiado, en fin no es preciso que creas esta historia, ni ninguna, podría estar sólo inventando miles de mentiras para hacerme la interesante. Pero dime ¿Quién no sueña siempre con volver a empezar?

He escrito todo esto para que por siempre le tomes el valor a lo que uno aveces le quita importancia, es tan significante un abrazo como lo es un billete grande. Es tan trascendente, como lo es la magnitud que le doy a mi nombre, y sabrás ahora que a pesar de que no existe nada tan perfecto y que cuando es imperfecto es maravilloso y agrio al mismo tiempo es el efecto que me causa cuando me llamas Caro y no "wey".

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To Fall

Aveces es difícil tener que dar explicaciones acerca de lo que uno prefiere. Es como cuando te hacen una encuesta en la calle y te pones a dar detalles muy exactos sobre lo que te gustó en específico sobre un producto en particular.

Y, en ese sentido es muy complicado para mí tener que explicar en ¿Por qué me gustaría alguien como tú?

Quizá tus pocos o muchos complejos aveces te mantengan en una gran ceguera, aveces como te dije, tienes tantas cosas que para no muchos podrían parecer increíbles, si van a despreciarte porque eres lo peor, de una vez que se enteren que no tienes arreglo.

Aveces aunque parezca tonto, no sé si es tu color de piel ( que me gusta, sí, piensa lo que quieras), o que soy muy fijada en tus zapatos (buen gusto), si es tu increíble gusto por la música ( que no sé cuánta gente valora, pero a mí me parece un gran atractivo) hasta tus gustos de cine. Tu humor, tan tontito, es tontito pero me haces reír todo el tiempo. Yo creo que dos personas que se hacen reír, tienen derecho a todo.

Uno a veces se agarra de los ogros pequeños para no ver entero al monstruo que está en frente y es que quizá te haces chiquito tu sólo, lo cual es irónico para alguien tan grande. Aveces es necesario salir de nuestro propio laberinto, uno quisiera contar historias nuevas, y termina contando las de siempre. En otras ocasiones pienso que tu no entiendes lo que es ganarse las cosas, por eso nunca sabrás defenderlas. Sé que quizá no entiendes todo eso último, supongo que algún día me permitas traducirlo.

Sí te confío estas cosas es para que entiendas mi posición también, no soy una cualquiera ni una ninguna, soy una fuerza contraproducente y lo peor de todo es sentir entusiasmo; y ¿Sabes qué? Lo que pasa es que vivimos en tiempos difíciles, siempre sin tiempo para nada, mucho menos para conocerse con extraños, todos somos extraños de repente. Cuántas veces creemos, por desinformación, falta de tiempo, falta de observación, que encontramos a una persona que vale. Porque claro, queremos que nos entiendan. Valoramos para ser valorados. Y tanto lo queremos que pasamos por alto cosas muy importantes, nos ponemos del lado de la otra persona cuando no han hecho ni su mayor esfuerzo. Queremos tener todo en nuestras manos, todo el tiempo. Sé que haré lo que haré porque soy una de esas perseverantes que ni en sueños se privan de aprovechar una oportunidad para echarse la vida a perder.