Tumgik
myparadisemyblog · 1 month
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Parecía un muñequito , con ojitos de muñequito , color verde mar y enmarcados con unas pestañas enormes y tupidas , así, de muñequito , no hay mejor descripción. Estaba como personal de atención  a clientes en una de esas pastelerías finas italianas decoradas en colores pastel que no destacan por sus alimentos si no por su atmósfera instagrameable al mil.
La primera vez que lo vi su mirada me hizo levantarme del asiento , fue incómoda e insistente , después creí que yo me estaba inventando la sensación de que me estaba mirando o simplemente eran miradas de esas cuando ya te están corriendo de la mesa , igual ya tenía que irme así que  me levanté a pagar , él me atendió , estaba vestido con un traje negro de corte moderno y una camisa blanca por debajo. Tenía un gesto serio pero no dejaba de mirarme, en verdad , hasta volteé quizá un par de veces a mis espaldas para corroborar si estaba viendo algo o a alguien detrás de mí pero cuando volvía seguía ahí . Se me escapó una mirada con signos de interrogación seguida de media sonrisa de vergüenza.
Lo hizo todo sin quitarme la mirada de encima: tecleo en la pantalla , me dijo cuanto le debía , me extendió la terminal para insertar mi tarjeta y me entregó los tickets hechos rollito. Salí de la pastelería con paso firme y envuelta en esa atmósfera de la magia que su atención me había proveído. Di un par de vueltas sin dirección para despejar mi mente y “reconectar “ . Pero mi desconexión empeoró cuando desenrolle los tickets. Había un post it extra que ponía “Danielle” seguido de un número telefónico con lada de Italia . <<aquí si saben jugar al tinder en persona>>- pensé . Yo había hecho eso una vez anteriormente pero creo que no era muy común que sucediera.
Realicé mis actividades programadas del día, fue hasta la tarde/noche cuando decidí escribirle, le envíe un sticker para asegurarme de que era él y no me había equivocado de número. Al asegurarme procedí a enviarle el siguiente mensaje “Vuelvo mañana si me explicas todo el menú  haha”
“Vuelve a mí por favor y te daré lo mejor”
Después de eso tuvimos una pequeña conversación de datos básicos en su trunco español; lo cuál le agradezco, de otro modo hubiera tenido que ocurrir en mi trunco italiano.
Era romano, muy galante en sus palabras y expresiones, apasionado; pero es que ¿Qué te puedes esperar de alguien que ha nacido y vive en un paraíso como ese?.  Me da la impresión de que van viviendo con la filosofía de “ ¿Qué podría salir mal? Tú dale! ”
Después procedió a decirme que le había parecido “caliente y muy guapa”
Pensé que era error de traducción el haberme dicho “caliente” a los pocos minutos de estar escribiéndonos pero con lo que sucedió después creo que no.
“Cuándo te vas?”- preguntó
“Mañana por la noche”
“Quédate! Así puedo llevarte a cenar , luego te llevaría a caminar por el Ponte Vecchio , te enamorarías y después te daría una sorpresa muy grande”
“Me urge enamorarme” – respondí
“Para eso estoy yo aquí”
Si, si, si. Era un cuadro de pura miel improvisado y sin sentido ni fundamento , pero era lo que necesitaba en el momento.
“ ¿Qué sorpresa?” – le pregunté retomando.
Respondió con una foto. Una nude nada creativa de su…  Sí! En todas los rincones del mundo los hombres parecen pensar con algo del tamaño de  una nuez.  Pero eso no me importó  porque como ya dije, aquí no parece importar nada. Primero me reí pero después me tomé el tiempo para contemplar la foto ,… ¿Qué decir? El tamaño era sorprendente e inesperado pues no era muy alto y era delgadito.
Estimulada por esa foto y sus palabras esa noche me dormí pensando en él. Me puse cómoda para dormir: con bragas y un suéter, cerré los ojos. Posé mis manos sobre las sobresalientes y afiladas crestas de mi pelvis. Lo imaginé ahí . conmigo en mi cama. Mis manos eran las suyas , me acariciaban el abdomen plano y las piernas mientras eso tan grande que tenía entre las piernas se iba poniendo más firme y apuntaba  hacia mí amenazadoramente. Imaginé cuanto me dolería mientras me iba abriendo , me pregunté cuantos segundos o minutos tardaría en adaptarme , en estirarme lo suficiente para que me dejara de doler.  Recordé lo que me dijo “Eres tan pequeña que te destrozaría terriblemente.”, y es que eso suele provocar mucho morbo de mí en los hombres , el que sea “tan pequeñita” , que tampoco lo soy pero es que a parte soy delgadísima.
Seguí abriéndome con mis manos… no sé , quizá te parezca algo enfermizo, no debería, pero hay tanta gente con baja autoestima por el mundo que les solemos molestar los que amamos nuestro propio cuerpo, los que no hemos disfrutado más de otra piel que la propia, los que conocemos a detalle la  textura de cada rincón de nuestra existencia y la alabamos con continuas caricias, nuevas, porque además de eso somos innovadores, no nos conformamos con las misma sensación de siempre, conocemos la capacidad del cuerpo en mezcla con la mente de siempre ir más allá.
Bien … uno de sus brazos sujetaba mi cintura contra su cuerpo, fuerte, porque así es como me gusta que me toquen y me abría, con dolor y placer y después solo placer , mientras me comía el cuello con esos labios que probé al día siguiente mientras nos frotábamos en una esquina.
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myparadisemyblog · 2 months
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Quizá lo imaginabas ya , quizá no. Pero si me sincero podría decirse que absolutamente todos los hombres con los que he estado me han provocado más placer no estando con ellos que en el momento que hemos compartido; quiero decir que me han provocado mucho placer , olas infinitas de placer cuando los guardo en mi mente , en mi imaginación o en mi memoria. T-O-D-O-S. Ya es sabido que la realidad nunca o casi nunca supera a la imaginación y expectativas, y bueno, a eso suma qué tiendo a la fuerte idealización, primero por ser mujer , segundo por mi capacidad autoerótica y tercero por escribir.
El mejor ejemplo de esto podría ser él , que hasta el día de hoy es esa receta casi infalible que me lleva al extasis que busco cada noche antes de dormir. No sé porque él, la verdad. Es guapo, si, pero nada extraordinario, no es muy listo a mi perspectiva, conmigo era tierno y tendía a mostrarse vulnerable , pero también sé que no era sincero. Un fuckboy más.
Cuando lo conocí mis amigos y yo asumimos que era gay; aunque mis amigos y yo somos bastante hmm openmind y siempre tratamos de eliminar prejuicios y estereotipos lo asumimos como gay por su comportamiento. Digamos que se movía , hablaba y actuaba como cualquier otro hombre homosexual que yo hubiera conocido en el pasado. Ya sé que acabo de decir un montón de barbaridades prejuiciosas, pero así pasó, y sé que no somos los únicos que lo pensamos.
El primer instante en que lo dude fue en la primera ocasión que nuestras miradas se encontraron fijamente. A través únicamente del espacio que dejaba libre un gorro quirúrgico y un cubrebocas , es decir en el área de los ojos, se adivinaba una sonrisa, la cual le correspondí , también mi sonrisa fue con los ojos ; estaba en las mismas condiciones. Acto seguido , levantó una ceja , sin dejar de mirarme y sin quitar la sonrisa. Fueron unos nueve segundos más o menos . Después me encontró en Instagram e hizo el “ritual de apareamiento” actual para mostrar interés: likearme un montón de fotos.
Después de ahí lo habitual: empezamos a escribirnos y el ritual dio resultados . Nos mezclamos un montón de veces , umm unas seis o siete , en diferentes escenarios de nuestro ambiente de trabajo (no me enorgullece esto) .
Creo que lo que me gustaba era que “cogiamos como adolescentes” -palabras dichas por él. Y si, parecía que percibía el deseo sexual del mismo modo que yo: como una corriente eléctrica que nace en la entrepierna y te recorre todo el cuerpo y que no para , más bien se intensifica hasta ser saciada. Además hacía muchos halagos a mi cuerpo , si es gay o bisexual no lo sé. Pero de qué le encantaba mi cuerpo de eso estoy segura. Halagaba mis labios delgaditos , mi cuello , mis pezones, mi cintura , mi vagina y mis pies. Todo . Mantenía el contacto visual cuando su pene estaba inserto en mí, hacia una voz aguda muy agradable , decía cosas en diminutivo y utilizaba motes como “mi amor “ , “mi vida”, “flaquita” y todo eso en conjunto me hacía sentir ternura y gracia.
Casi siempre seguíamos la misma secuencia de acciones: nos empezábamos a estimular mediante mensajes , el calor subía y subía hasta que empezaba a quemarnos , cuando eso pasaba buscábamos algún espacio “seguro” para saciarnos.
La penúltima y ultima vez fueron en un baño . Todo inicio como habitualmente, por mensajes como: “mi perrita me extraña?”, “Quiero apretarte ese cuello tan bonito y los pezones mientras te atravieso con mi verga” o “me duele el pene de tantas ganas que tengo de entrar en ti” , palabras que quizá él ya olvidó pero que yo recuerdo textualmente algunas noches .
En fin ,cuando empezamos a arder me mandó una foto donde se veía el bulto dibujado por su pene erecto a través de un pantalón de vestir; después de eso quedamos de encontrarnos en 5 min en un baño en específico. Yo llegué primero, entré y cerré la puerta conforme a sus instrucciones, después él tocó para que le abriera , lo vi entrar , para ese momento ya me tenía bastante embelesada, así que ya lo miraba como si fuera un dios griego.
Me saludó y se lanzó sobre mi cuerpo como si estuviera hambriento y yo fuera un pequeño canapé , a tocarlo y mordisquearlo por todos lados. He visto a los hombres convertirse en verdaderos animales sin raciocinio cuando están frente a mí, así que nunca espero menos.
Tomó mi cintura , me besó mordiéndome los labios , levantó mi blusa hasta que estuvo por encima de mis pechos y me dio mordiscos y lamidas en los pezones . Me puse de espaldas a él, de frente al espejo del lavabo , me bajé el pantalón y tres segundos más tarde estaba buscando la entrada de mi vagina , todo estaba tan húmedo que con facilidad llego hasta el fondo y comenzó a hacer esos movimientos deliciosos de cadera para que yo lo sintiera entrar y salir . Mientras manteníamos contacto visual por el espejo . Lo miraba con la boca entreabierta jadeando , me atrevería a decir que hasta nuestros gemidos estaban coordinados. En menos de treinta segundos perdió el control , su cuerpo perdió fuerza se acercó a mi oído y pidió una especie de disculpa:
“Te juro que es por la prisa, te lo juro mi vida” .
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myparadisemyblog · 3 months
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The paradise . Introducción
-¿Así será el cielo? –pienso brevemente, porque me siento en el paraíso . Pero casi de inmediato aparece en mi mente como una fotografía instantánea  “El jardín de las delicias” , una pintura en forma de tríptico en cuyos apartados se representan el cielo, el pecado y el infierno. Lo que estoy viendo es casi idéntico a la parte central del tríptico, no al cielo . ¿Por qué la antesala del infierno se siente como estar en el cielo? Y ¿Por qué es tan malo mezclar nuestros cuerpos y sentir tantas pieles al mismo tiempo?
Mis uñas brillan de un modo espectacular mientras las hago recorrer el torso de mi acompañante. Brillan tanto… como si vibraran; ya lo he mencionado antes y hay ciertos estímulos que provocan en mí el mismo efecto que creo que las drogas tienen la capacidad de provocar en otras personas, digo “creo” porque nunca lo he experimentado de manera personal. Pero en ese lugar me siento como si nunca antes y en ninguna parte estuviera siendo más YO , me siento como una superestrella a la que no solamente todas esas personas besaría y tocarían , si no que mueren por hacerlo , están como muertos de sed y mi cuerpo se esta moviendo como un manantial de agua pura y cristalina, así me miran .
Me siento como si supiera exactamente que debo hacer, es más como si fuera experta , tan segura de mí misma . ¿Sabes que siento? Que si llevara esta seguridad a todas partes sería espectacularmente exitosa en todo lo que hago.
Es mi segunda vez en este club en BCN , ahora que he permanecido más aquí he tenido el tiempo para enamorarme de la vibra de esta ciudad, vibra a libertad, vibra a un espacio en el que todos caben , hay demasiada diversidad de nacionalidades, de pieles, de tamaños, de complexiones, de personalidades, todos caben, en serio!. No tienes que parecerte  a nadie, ni adaptarte a nadie , ya como eres eres perfecto. 
Bien , pues esa sensación se intensifica en este lugar. Quizá te parezca poco selectiva pero es este ambiente no existe cuerpo con el que no me mezclaría , tanto lo haría como con los que se parecen al mío como con los que parecen tener cosas extra, con los que rondan mi edad como con los que me la doblan.
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myparadisemyblog · 3 months
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Mi boca… sabes que siento? Que me he quedado atrapada en la etapa oral … y no hay manera de sacarme de ahí.
Mi boca la he usado para darle besos en la suya , por supuesto , también para darle besos en los brazos y el pecho ; la he usado para recibir su pulgar y su verga también; un par de veces la he usado para lamerle los testiculos y el culo , ah , y también para lamerle los dedos de los pies mientras le hago masaje, empiezo con el dedo gordo y voy recorriendo uno a uno , si, básicamente me encanta tener en la boca todo lo que tenga forma falica, es muy placentero.
Si te cuento cómo he hecho despertar a ese hombre te mueres de envidia. No sé si me quiere de verdad como dice ni si volveré a verle pero me he asegurado de darle el placer sexual más pleno de la vida; me he encargado de que sepa que ha estado con Veronna , a la que tantas veces vio solamente por la pantalla de su celular como muchos otros. Aunque tampoco estoy segura de cuanta importancia le dé al placer sexual.
La mayoría de las veces, cuando el tiempo y la calma lo permitían le daba los buenos días así:
En cuanto me volvia consciente de que estaba despierta hundía en mis fosas nasales el olor de su sudor , me encantaba , podría decir que olía igual que el mío pero tres veces más concentrado; de igual manera con el pasar de los días juntos nuestros fluidos ya estaban mezclados , ya para el día tres o cuatro olíamos a lo mismo al despertar. En fin , él siempre dormía sobre su costado derecho , yo sobre mi izquierdo pero al despertar me giraba para cucharearlo, pegaba mi nariz al surco de su espalda desnuda, ancha y fuerte y aspiraba hasta llenar toda la capacidad de mis pulmones , si respondía con algún movimiento o alguna palabra procedía a bajar una de mis manos hasta sus nalgas , él las contraía , confirmando así que estaba despierto y receptivo , entonces avanzaba por entre sus nalgas hacia abajo hasta su sensible periné , masajeaba mientras él contraía sus nalgas en repetidas o ocasiones , escapándosele uno que otro gemido, sus gemidos me excitaban y hacia que yo también empezara a gemir , hacia que quisiera hacer más , hacían que quisiera penetrar su ano con cierta violencia como él hacía con el mío. Algunas veces lo hice solo con el dedo y sobre su ropa; otras veces me puse más profesional y hasta usaba un guante de exploración y lubricante, mostraba buena tolerancia. Y así iba creciendo la intensidad gradualmente, y su ereccion también. Cada vez gemía con mayor profundidad , hundía su cara en la almohada y cada vez empujaba con más fuerza su cuerpo contra mi dedo índice hasta que lográbamos coordinar el ritmo , yo ya no solo movía mi dedo de manera independiente , lo movía acompañado de todo mi cuerpo apretando contra el suyo, tú sabes, cómo si de verdad lo estuviera penetrando , no con un dedo.
Cuando su erección estaba a punto de estallar, se daba media vuelta buscando mi boca , rotaba mi mano junto con su cuerpo para mantener los dedos en su interior ; él se bajaba el bóxer lo necesario para liberar su pene y lo empujaba hacia mi cavidad bucal , lo recibía con calidez y dejaba que él se moviera al ritmo necesario para venirse.
Fueron mañanas divinas, en serio.
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myparadisemyblog · 3 months
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Me excita sentir su excitación crecer mientras presionaba el nudillo contra su periné, hacia círculos y presionaba al mismo tiempo , sentía emoción … sé cómo se siente el sentirse lleno, ocupado, rebosado y superado además de que no sabía en qué punto mi nudillo iba a superar la resistencia de su esfínter e iba a terminar dentro de su ano. Sé que no es tan amigable recibir un nudillo antes que un dedo ‘sencillo’ y lo que quería en realidad era meter el dedo pero tenía las uñas largas y temía lastimarlo . Mientras me esforzaba para absorber con con la mirada todo lo que pudiera de la escena , de su cuerpo temblando , de su expresión, de sus gemidos . Si soy sincera me evocó la primera escena de porno gay que vi en toda mi vida . No tiene tanto tiempo y tampoco es que haya visto muchas después de eso , sin embargo en ese momento pensé que eran muy guapos los actores , así de guapo estaba él a punto de que su cuerpo explotara de placer , y pensé que irradiaban libertad, igual que él , pues estoy segura de que no estaba pensando en absolutamente nada en ese momento, solo lo deseaba… seguro estaba sintiendo ese hormigueo perianal ansioso suplicando por ser aliviado hasta el clímax.
Todo esto estaba acompañado de sexo oral, me estaba follando la boca , se había puesto sobre mí, casi sentado sobre mi cara. Mi boca era solo como un guante ya, solo lo sentía entrar y salir a su ritmo determinado por él, a mí ya me dolía la mandíbula tanto que solo me esforzaba por hacer que permaneciera con la apertura perfecta para que él la penetrara .
No me gusta admitirlo pero estaba sintiendo inquietud por lo que estaba pasando , pues podría decir que nunca había estado con un hombre que disfrutara tanto y tan abiertamente de la estimulación anal , aun así quería conducirlo todo más lejos , avanzar para ver hasta qué punto llegaba y cómo culminaba ese placer construido de un modo tan… único. Fue muy especial , tenerlo en mi manos , hacerlo avanzar poco a poca hasta desbordarse.
-Me dices si te duele . Ok?- le dije cuando sentí que ya no podía hacer demasiado más con el nudillo y le metí el dedo , poco a poco, primero a penas la yema , masajee un poco la cara anterior de su canal anal, sin parar de acariciar fui avanzando , cuando alcance la pequeña prominencia de su prostata su escroto se contrajo … estaba cerca . Con el dedo presione aún más y con la mano que tenía libre apreté sus nalgas para pegarlo su cadera más a mi cara para hacerlo entrar más profundo en mi boca , empezó esa cuenta regresiva imaginaria marcada solamente por el aumento en la frecuencia de sus gemidos y embestidas , yo también estaba gimiendo, realmente estaba compartiendo el placer con él. Sus gemidos y los míos subieron de volumen hasta que se derramó dentro de mi boca y su cuerpo se destenso de golpe.
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myparadisemyblog · 5 months
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Subimos a su habitación.  
Me arrodillé.
Me indicó que me quitara la ropa primero, para quedarme solamente en lencería, era un conjunto de lencería de color rojo que previamente fue aprobada por él. Me levanté para desnudarme, él también lo hizo quedándose solo con un bóxer de color negro;  justo en frente de nosotros había un espejo de cuerpo completo; me saqué la sudadera y la blusa y di media vuelta, quedando frente al espejo y de espaldas a él, me incline ligeramente y me baje los leggins , rocé su pelvis y sus piernas con mis nalgas mientras iba bajando hasta quedar otra vez de rodillas, volví a girar para quedar frente a él , lo mire a los ojos, sé que le encanta esa vista , le encanta verme desde arriba , le gusta que me arrodille y le suplique con la mirada y mediante mis gemidos que me dé un poco de él… el bulto que se dibujaba en el bóxer robó mi atención , entonces intercalaba la mirada entre sus ojos y su entrepierna , fue inevitable y mis glándulas salivales se exprimieron como cuando estoy a punto de meterme  un chocolate en la boca  , él lo notó; con una mano se frotó el bulto y con la otra extendió el pulgar para acercarlo a mis labios, yo busqué s pulgar con la boca , lo seguí hasta atraparlo y lo succioné de inmediato, cerré los ojos y lo lamí  idéntico a como lamería su verga ,  me es tan placentero usar mi boca de esa manera aunque solo se tratara de su dedo.
Abrí los ojos y contemplé como se lo estaba sacando del bóxer , asentí y gemí aún más fuerte hasta que me lo dio , lo puso frente a mi cara  e igual que hice con su dedo seguí su verga hasta atraparla con mis labios y succionarla ; no terminé de lamer el glande por completo, solo lo pasé por mi lengua mientras dirigía  la calidez de mi boca hacia el tronco y sus testículos, succioné con suavidad y le pasé la legua un par de veces al izquierdo y luego, sin despegar la lengua, al derecho. Fui subiendo otra vez hasta llegar a su glande, al principio dejó que yo sola me lo metiera hasta la garganta pero terminó por ayudarme empujando mi cabeza hacia su pelvis, mi nariz chocó con su pubis , sostuvo mi cara ahí hasta que comencé a producir esos sonidos que le encantan, a él le enloquece ahogarme con su verga; aflojó un poco , mientras me lo saque de la boca  para recuperar el aliento. Durante esa pausa él caminó hacia atrás para sentarse en la cama
-Tus pinzas!- me dijo
Subí por en medio de sus piernas y me atravesé sobre uno de sus costados para alcanzar el neceser dónde había llevado todo . Mi cuerpo quedó sobre su pierna izquierda y mis nalgas justo frente a él, tardé más tiempo del necesario en esa postura a propósito porque me empezó a acariciar las nalgas, las apretó con una mano y con la otra me frotó la vulva por sobre el encaje mientras yo movía la cadera en círculos.
Cuando volví a estar de rodillas , él me quitó el bra,  me froté las tetas para que mis pezones sobresalieran  y después me coloque las pinzas , gemí de dolor , la del lado izquierdo en especial me apretaba demasiado , mi boca volvió al centro de sus piernas y seguí dándole placer .
 Siempre he sabido que el placer es principalmente mental , las sensaciones físicas son secundarias , él me dijo que cuando se la estoy mamando lo hago sentir poderoso, yo siento un infinito placer de hacerlo sentir así mediante mi boca, mi cuerpo, mi postura, mi mirada hacía él, me sentí como una sumisa perfecta y eso me llena de orgullo, es increíble lo que puedo hacer con mi actitud. << ¿Alguien ha adorado así tu cuerpo antes… como si fueras un dios y yo una esclava? ¿Se ha deshecho de su comodidad y de su voluntad solo para provocarte el placer más profundo? No lo creo. >>  Me podía sostener la mirada pocos segundos , cada que hacíamos contacto visual con rapidez cerraba los ojos y extendía  el cuello echando la cabeza hacia atrás.
Continué con la misma secuencia hasta que me pidió  mi dildo
-…quiero violarte con él- me dijo
Asentí de manera totalmente mecánica , si, me volví a sentir en ese lugar:  el subspace . Cuando estoy en ese lugar” mi voluntad desaparece solo queda el deseo de hacer todo lo que él dice, de que me use y me use y me use hasta que alcancé la cumbre de su placer. Amo ese lugar, que en realidad no es un lugar , es un espacio mental que me provoca demasiada paz, me hace sentirme en el sitio correcto , es lamentable que poquísimas personas hayan podido llevarme hasta ese punto.
Tomé uno de mis dildos, el mediano , le unté lubricante en la punta y al principio me dejó que yo sola me penetrara con él mientras él me observa gemir y retorcerme; a continuación tomó el dildo grande , me preguntó con una sonrisa sarcástica si ese también llevaba lubricante , asentí  con una sonrisa de obviedad  <<Que no se le ocurra metérmelo así por favor >>- pensé.
Puso lubricante en la punta, aparté el dildo mediano y él colocó la punta del otro en la entrada de mi vagina, lo empujó poco a poco haciéndome gemir cada vez más fuerte hasta gritar cuando ya estaba todo adentro, extendí el cuello , me mordí los labios, suspiré con profundidad mientras mi vagina se iba acostumbrando al gran tamaño hasta que dejó de doler y entonces empecé a mover la cadera haciéndolo entrar y salir mientras él lo mantenía fijo. Un rato después se levantó para sacar del cajón del tocador un condón, dejándome sola en la cama con el dildo <<Va a penetrarme ya>>. – pensé con satisfacción pues ser penetrada por mi Amo siempre ha sido para mí un premio; es el momento en el que siento especial cercanía , es el momento en el que me siento reconocida y siento que me he portado tan bien como para ganarme el honor de que ahora quiera penetrarme con su verga y no con juguetes.
Se puso el condón, se acercó  a mí, yo  aparté el dildo , se acomodó sobre mi cuerpo , separé las piernas más , colocó su glande el mis labios y se recargó en mí deslizándose hasta el fondo , grité una vez más , me hizo  callar tapándome la boca produciendo una reacción extraña: me empezaron a escurrir lagrimas por los ángulos externos de ambos ojos, no estaba llorando , más bien es como si mi tensión y adrenalina tuviera que salir por algún lado y como había limitado mis gritos. Cuando me tranquilice un poco quitó la mano de encima de mis labios sin dejar de penetrarme.
-¿Te gusta?- me preguntó
-Si , gracias por  cogerme tan rico, Amo- le agradecí  
-Voy  a venirme ya-
Asentí con la cabeza y con un pequeño sonido agudo de afirmación.
Me pegue más hacía su cuerpo , lo abrace con mi vagina y rodeé su cintura con mis piernas estrechando el espacio para contenerlo; lo escuché gemir con profundidad, ese gemido inconfundible del orgasmo , mientras ocurría tensé más los músculos de mi pelvis, mis piernas y mi abdomen absorbiéndolo hacía mi interior.
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myparadisemyblog · 5 months
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Disfruté en especial la primera vez que nos vimos, cuando nos conocimos en persona después de escasos mensajes escritos a lo largo de varios meses; fue una invitación a comer y ya se sabe cuánto disfruto el embellecerme para alguien más, sobre todo si no está planeado que me desnude durante la primera media hora; de ser así creo que siento que es un poco desperdicio y supongo que inconscientemente pongo menos empeño.
Después de una clase de pilates en casa me metí a la regadera para refrescarme el cuerpo, el pelo me lo había lavado por la mañana. Al salir de la ducha y untarme todos mis productos humectantes me dispuse a elegir la lencería que llevaría puesta, aunque era improbable que la viera me gusta sentirme linda, impecable de pies a cabeza cuando conozco a alguien nuevo.
Elegí un bra blanco en conjunto con un cachetero de encaje en tono azul bebé, encima me puse un vestido tipo wrap color crema con rayas negras , stilettos nude.
Me maquillé igual que todos los días, no necesito gran cosa por lo que todos los días me hago un maquillaje natural a penas notorio, tan transparente que deja ver una de mis mayores cualidades: mi juventud. Y me alisé el pelo.
Solicité un servicio de transporte, mientras llegaba me puse un esmalte color vino en las uñas que se estropeo a los pocos segundos gracias a que no me puedo quedar quieta; como ya no quedaba tiempo me las arreglé para disimularlo lo mejor que pude. En el camino me di cuenta que el escote se me abría y dejaba ver mi bra, parece que no era el adecuado para ese vestido y parece que no era mi día: primero las uñas y luego mi ropa interior saliéndose . Aun así intenté no perder mi seguridad, que gracias al cielo fue reafirmada mientras caminaba del estacionamiento hasta el restaurante donde nos vimos. No soy soberbia pero tampoco tonta, me doy cuenta perfectamente de la manera en que me miran los demás; tantas miradas solo me sirven para reafirmar mi seguridad y saber que le gustaré a la persona con la que voy a estar.
Me dio el nombre con el que había registrado la mesa para que la hosstes me llevara hasta él. No era su nombre supuestamente para que el restaurante no lo googleara y lo relacionara con la empresa para la cual trabaja y le inflaran los precios o una cosa así. ¿Delirio de persecución? ¿Megalomanía? No lo sé. Pero funciona para montarle tu imagen en la mente a una chiquilla ingenua e impresionable como yo, además de dar pauta para el inicio de la conversación.
La hostess me condujo hasta donde él estaba, cuando llegue una mesera estaba sirviéndole agua mineral; pero eso no impidió que al verme se pusiera de pie para saludarme, acto que me pareció sumamente caballeroso e hizo crecer mi encanto. Nos dimos un beso en las mejillas, durante el cual pude percibir su perfume, era uno de esos intensos, que se te quedan pegados en la ropa, en la nariz y en la memoria; eso es lo mío , no los hombres que huelen a suavitel o simplemente a limpio, bien por ellos pero no me encantan; son estos aromas fuertes los que provocar fascinación en mí , invasivos que extrañamente me hacen pensar que quienes los usan igualmente son hombres fuertes, con esencia definida y consolidada; creer eso me seduce.
Me senté al otro lado de la mesa y pedí también un agua mineral para comenzar. La conversación inició justo con el tema del porque se había cambiado el nombre para solicitar una mesa ; entonces me explicó lo antes mencionado, el tema conectaba con lo que hace en su trabajo por lo que después procedió a hablarme de ello.
Centré toda mi atención.
-¿Qué quieres pedir?- me preguntó
Analicé rápidamente el menú de comida oriental sin tener idea. Él pareció notarlo por lo que procedió a darme una reseña de cada uno de los platos que conocía y finalizó con una sugerencia: tres platos distintos al centro para compartir.
Que un hombre tenga el atrevimiento de elegirme la comida me parece un acto tan dominante de su parte, tanto que fascinada acepté la sugerencia con una sonrisa. Quiero que sepa que los detalles como esos me derriten y dejan huella en mi mente.
La charla se llenó de amenidad y declaraciones sutiles que quedaban  perfectamente encajadas en la conversación , nada forzado. Declaraciones como “A mí me interesa escucharte y conocerte” o “Me gusta ese talento tuyo”, si, se refería a mi talento de escribir; resulta que hace meses le compartí mi blog; debió  haber sido algo nada relevante para mí pues lo olvidé por completo. Cuando lo mencionó me quedé con la boca abierta, quizá me sonrojé un poco
-¿Yo te lo compartí? - pregunté sorprendida, aunque la respuesta era obvia. ¿Quién más?
Asintió y procedió a contarme un poco de lo que leyó.
-¿Recuerdas todo lo que escribes?-
-Usualmente sí. – respondí.  << Y cómo no voy a hacerlo?>>
Como efecto de lo que me acababa de enterar me pasaron tres cosas: por un lado, me sonrojé porque usualmente no salgo con las mismas personas que leen mi blog, saber que él lo ha leído me hizo sentir desnuda frente a sus ojos automáticamente: mi cuerpo, mi mente, mi talento, mis ideas. Por otro lado, me dio la pauta para empezar a ser yo , ya no tenía que fingir ser quien no soy, no tenía que intentar esconder lo que sé por miedo a lo que piense de mí  y por último me quitó un peso de encima: Para ese punto él me conocía más de lo que yo pensaba y aún así nunca  había intentado tratarme como si fuera una prostituta.
A continuación, seguimos conversando mientras compartimos los tres platillos; al final compartimos un postre lleno de sabores suaves: fresas, helado de vainilla y café.
Pidió la cuenta y salimos del restaurante hacia la plaza, yo tomada de su brazo sin ningún tipo de incomodidad.  
-Vamos a mi casa. – propuso mientras caminamos.
-Hmm no puedo- le respondí
-Por qué no?-
-No lo tenía planeado, ya debo volver a mi casa. –
-Podemos ver una película, no tenemos que tener sexo- 
-¿Por qué no?- respondí riéndome.  <<De verdad piensa que no tengo ganas después de todos los estímulos positivos que le ha dado a mi mente? >>-  pensé
-No sé, lo dije por si no querías- me respondió riéndose
-No es eso, es que en serio ya es tarde y debo regresar. – procedí a explicarle.
-Ok- respondió resignado.
Cambiamos el tema , en lo que llegábamos al estacionamiento hablamos de los libros que estamos leyendo en ese momento.
-Estoy leyendo IQ84- me dijo
-Nooo, no es cierto!- le respondí tan sorprendida y agradada que casi me detuve para verlo directo a los ojos. –No es cierto! Murakami es mi autor favorito y ese es mi libro favorito- completé con la cara iluminada con una sonrisa.
No voy a mentir, con la suma de todo hasta ese momento, sentía encanto; encanto de ese que te hace tener ganas de compartir más comidas y cenas con esa persona para conocerle mejor; además me sentía comodísima respecto a la cercanía física.
Caminamos hasta su auto, me abrió la puerta; cuando entró en el auto a mi lado volvió a insistir con lo que fuéramos a su casa. Le di una negativa amable pero rotunda y giré el cuello hacía él, para que me besara o yo lo besara, como sea. Se acercó y lo hizo; el beso fue lindo y cálido, y por supuesto no evité esos “ruiditos” parecidos a un ronroneo que suelen acompañar a mis besos.
Al terminar el beso comenzó a conducir , puse la mano sobre su pierna , después con timidez la moví un poco más al centro hasta que él la tomó para ponerla justo donde estaba acomodado su pene, lo acaricié, él también puso la mano sobre mi pierna más cercana y comenzó a subir por en medio de mis muslos haciendo que el vestido se levantara cara vez más hasta que dejó el encaje al descubierto, cuando eso pasó apartó brevemente la vista de en frente para contemplar mi pubis adornado con el encaje ; volvió la vista al frente y metió los dedos por un lado del puente haciendo que comenzara a retorcerme el asiento y a gemir ; movió  los dedos dentro de mí , acariciando mi vagina y mi clítoris; la intensidad creció hasta que empecé a gritar, a  pedirle que no parará y a moverme en el asiento hacia delante y atrás como si me estuviera penetrando.
-Déjame probar- le pedí cuando estábamos a punto de llegar a donde iba a dejarme. Me doble hacía adelante  por la cintura, él sacó los dedos , me agache y me los metí en la boca paladeando mi salado suave.  Él estaba viéndome saborearlo.
-¿Así me la vas a chupar?-
Asentí sin sacarme sus dedos de la boca.  
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myparadisemyblog · 5 months
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No sé, pero encuentro fascinación por ser tratada como un objeto, como un “juguetito”, así es como C me llama.
Cuando me pongo en sus manos o en cuales quiera otras es como un ritual que comienza cuando me empiezo a preparar para esa persona. Es triste, o ya no sé, pero me he acostumbrado a comportarme y prepararme como un verdadero objeto sexual, a disfrutar sentirme como uno y disfrutar el proceso de embellecerme. Quien sea que adquiera un juguete espera uno bonito ¿no? Uno precioso, impecable, que parezca sacado de la cajita con cero imperfecciones, cero complejos, que huela rico, que se muera por llenar y superar las expectativas del comprador.
Pero esta vez no solo me tenía que aprobar C, me dijo que una amiga suya quería conocerme. La idea me excito y ejerció presión sobre mí en partes iguales; aunque me muero por experiencias con mujeres y me gustan bastante en realidad he tenido pocas interacciones.
Los días pasaron, durante los cuales no pensé en el fin de semana que los vería.
Al llegar el día elegí uno de mis outfits plantilla, uno de esos con los que sé que sientan bien a mi figura y mi porte, algo totalmente adecuado para conocer a alguien nuevo y sentirme segura.
Usé unos pantalones color crema holgados sobre uno de mis  bodies  lenceros negros que prometen seducir a cualquiera , botines beige y un saco por encima. Por supuesto , me rocíe el Channel 5 además de mezclarlo con mi crema corporal para que alcanzara todos los rincones de mi anatomía. Y así, hasta que me sentí segura.
Cinco minutos antes de llegar al lugar donde había quedado con ellos sentí la presión de ser aceptada y aprobada , era una sensación que me provocaba algo muy especial, algo como excitación y rechazo. << ¡Qué mierda de vida! Pero es la que yo he elegido y aprendido a vivir, ahora no sé cómo cambiar algo; siempre preocupada por ser aceptada , siempre con el cargo sobre los hombros de lucir perfecta. ¿Así va a ser siempre? ¿Y cuándo ya no sea sostenible? ¿Cuándo mi belleza haya caído? Si todo lo que las personas con las que estoy acostumbrada a relacionarme valoran es mi belleza física , no son capaces de apreciarme por nada más ni yo sé aceptar  aprecio por nada más.  Es que es la ��nica manera en cómo se vivir.>>
Ante mi mente catártica me siento nostálgica, además el clima de esa tarde lluviosa no ayuda. Pero en fin… sigamos viviendo con lo que sabemos y podemos hasta ahora.
Bajé del tren, mientras caminaba entre las personas iba haciendo lo habitual: evaluarme mediante la mirada de los extraños, así puedo saber si me veo bien, insignificante o si llamo la atención y eso me da valor y seguridad.
Tres minutos después me encontré con ellos, estaban tomados del brazo como si fueran una pareja. Los saludé con un beso a ambos.
Él nos presentó. La saludé con un abrazo. D es de mi estatura más o menos, piel blanca, luce bastante joven, aunque yo la imaginé mayor. Su cuerpo es menudo y su estilo para vestir similar al mío. Pero su actitud en ese momento fue indiferente y distante por lo que por un momento pensé que él se lo ha inventado todo y ella no quería conocerme realmente.
Tomamos un Uber para ir al departamento de él. Durante el camino pudimos conversar un poco más, poco a poco su actitud hacia mí se suavizó.
A  penas llegar a su departamento avisé  para entrar en el sanitario , antes me deshice del saco que cubría mis hombros y lo puse sobre el respaldo de una silla del comedor. Ellos solo me observaban.
En el espejo del baño, antes de salir me arreglé el pelo y  me aseguré de que mi maquillaje permaneciera intacto.
Salí , C me tomó por la cintura y me puso frente a ella.
-Mírala, ¡Que bonita! ¿A poco la vas a dejar así?- le dijo a D para provocarla. Me sentí expuesta como un objeto tratando de ser vendido. Suplicando por aceptación , por ser suficientemente atractivo. ¡Qué sensación tan más asquerosa y excitante!
Ella me miró nerviosa y entre risitas soltó “Ya te dije que no voy a hacer nada sin él.”
-Discúlpame, por ahora tengo que irme. – Dijo dirigiéndose a mí y procedió a explicarme que por ahora tenía una pareja semiformal y quería que él estuviera presente si es que sucedía algo entre nosotros.
-Ok- le respondí asintiendo con una sonrisa.
C continuó  desnudándome , soltó el broche de las copas del body haciendo que mis pechos quedaran al descubierto, ella  que parecía estar perdiendo el control , ladeaba  la cabeza riéndose para apartar la vista de la escena, reconocí ese comportamiento, es el mismo que yo adquiero cuando estoy nerviosa sin saber que hacer. C comenzó a besarme haciendo que estuviéramos cada vez más cerca de D quién intentaba solicitar un servicio de transporte.
Cuando estuvimos demasiado cerca D soltó un gritito y se cambió de lugar. Entre risitas se despidió de nosotros, le dio un beso de piquito frente a mí a C y a mí me tomo por la cintura jalándome hacia su cuerpo para darme un abrazo colmado de deseo mientras yo permanecía con el torso desnudo. Después de eso salió del departamento casi corriendo.   
-Casi cae, la conozco y sé que fue muy difícil para ella resistirse… pero bueno eso no impedirá que la pasemos bien tú y yo, verdad juguetito?- me dijo C  acercándose a mis labios para besarme.
Asentí con un poco de desilusión disimulada que C pareció no percibir.  
De inmediato me recostó en el sofá de la sala. Lo besé con deseo mientras me acariciaba todo el torso, continuó desnudándome quitando ahora el pantalón.
-Ya quiero que te ahogues- me dijo apartándose de mí un momento para desabrocharse el cinturón y sacar su pene que a mí me parece gigante, igual él no se cansa de decir que no me cabe cada que estamos juntos. Me recosté acomodándome para que me lo pusiera en la boca , pasó  una de sus piernas por encima de mi cabeza para recargar la rodilla en el sofá , con la otra se estaba apoyando sobre el suelo, consiguiendo así poner su verga en la boca , la chupé unos segundos sobretodo el glande porque la postura me dificultaba introducirlo aún más adentro. Me levanté para girar el cuerpo 180° e inclinarme sobre su regazo, buscando una postura más cómoda para poder hacer lo que le gusta: una garganta profunda. Excitado me toma de la barbilla para acércame a su boca
-¿Quién es mi zorrita favorita?-  pregunta antes de besarme.
-Yo…- susurro en un tono que podría funcionar como afirmación o como duda.
Nos besamos usando toda la lengua para introducirla en la boca del otro. Mi deseo funcionaba bien hasta este momento, estaba húmeda ya.
Con una de sus manos comenzó a acariciarme el abdomen en dirección hacia mi pelvis, luego la metía en mi cálida entrepierna, soltó los broches del body y corrió el puente de mi tanga metiendo sus dedos entre mis labios, introdujo un dedo en mi vagina haciéndome gemir y al sacarlo se lo llevó a la boca.
Su mirada recorría mi cuerpo. – Cada vez estás más rica y más bonita-
Le sonreí y asentí con timidez.
-Ven- me dijo de repente tendiéndome sus brazos para abrazarme y acariciarme.
-Nunca has fumado marihuana verdad?-
Negué con la cabeza.
-Quieres que fumemos un poco? Así es como he tenido el mejor sexo de mi vida, todas las sensaciones se intensifican. – me dijo
Ya me lo había contado antes, sin embargo, nunca he tenido anhelo de “más placer” del que he podido conseguir y curiosidad por fumar, mucho menos. Aun así me es difícil dar negativas en un contexto en el que se trata de complacer a alguien.
-Pero… no sé fumar-  le respondo
-Intentamos? No es tan difícil…-
Asentí. Me llenó de caricias un momento más y me condujo hacia la otra habitación.
Sacó una especie de vape y procedió a darme una lección rápida de como fumar. Lo hice un par de veces, parecía ser más fácil que con un cigarro.
-¿Qué debo sentir?- pregunté
-Que todo en tu piel se siente más rico y más intenso…las caricias-
Asentí esperando sentir algo. Continuamos besándonos, me cargó y me llevó a una tercera  habitación del departamento, donde estaba su dormitorio. Me recostó con cuidado, separé las piernas. Tomó del buro un aceite de masajes en spray.
-Voy a masajearte antes, está bien , juguetito? Solo porque me gustas mucho-
Asentí con una sonrisa más bien deseando que me penetrara ya, pero los “juguetitos” nunca dan negativas, ¿cierto?
Roció el aceite sobre mis pechos y los acarició apretándolos.
Justo en ese momento comenzó mi cascada de reflexiones y pensamientos. De momento no sabía si era efecto de lo que acababa de fumar o cambios consecuentes de lo que he aprendido sobre mí recientemente.
<<No me gusta que me traten bonito, me incomoda, me causa desconfianza, seguro estaría mucho más cómoda y excitada si me hubiera puesto su cinturón alrededor del cuello y me estuviera arrastrando por el suelo como hizo la última vez.>>  Fue el primer pensamiento, pero vinieron muchos más.
Concluyó el masaje y sus labios bajaron a la altura de mis muslos, me dio mordiditas suaves en cada uno de ellos, llevó su boca hacia mis labios, los lamió, los separó y hundió su lengua en la entrada de mi vagina.
Intenté disfrutar de su cunnilingus, cosa que nunca me ha resultado fácil, sin importar la persona o el lugar.
Gemí , mi vagina se mojó aún más y un par de minutos después parecía  dispuesto a penetrarme por fin. Buscó un condón en el cajón del buro y me lo entregó mientras se ponía sobre mí. Con cuidado abrí la envoltura y lo coloqué sobre su glande después de verificar el lado correcto, él se encargó de ajustarlo y desenrollarlo cubriendo toda su longitud.
Separé las piernas lo más que podía.
Su pene entró en mi vagina poco a poco siendo dirigido por una de sus manos. Mi cuerpo se fue ajustando no sin esa dosis justa de dolor que iba haciéndome gritar más fuerte y efusivamente hasta que se hundió por completo. Me embistió con fuerza unas cuantas veces mientras mis gritos y efusividad alcanzaban su máximo. Sé que le encanta escuchar mis gritos de “como si me estuvieran matando”.
-No hagas tanto ruido, juguetito, o voy a tener que pegarte y no quiero, pero tampoco quiero que los vecinos reclamen.-
Asentí intentando ahogar mis gritos lo más que podía.
Se dejó caer sobre mí y me gimió al oído como nunca lo había escuchado.
Tuve una extraña sensación muy difícil de explicar en el momento, no podía hacer más que pensar, pensar y pensar, no podía concentrarme, de momento lo envidié tanto  porque él se veía tan perdido en el placer de estar entre mis piernas y yo simplemente seguía pensando  << Y si realmente nunca me ha gustado tener sexo? ¿y si todo el tiempo lo hice solo por la atención, la compañía y el subidón de autoestima que el acto me garantizaba? …pff que dirían todos esos seguidores de Veronna si supieran que la mujer que conforma todas sus fantasías sexuales en realidad es una frígida?” pensaba mientras tenía su pene metido hasta el cérvix, extrañamente mi cuerpo no había dejado de reaccionar como si estuviera perdida de excitación, como él, pero en realidad mi mente estaba en un trance filosófico y físicamente me estaba muriendo de hambre, deseé que todo acabara ya, así que lo apreté con fuerza mientras escuchaba sus gemidos profusos, me hizo poner en cuatro y continuó embistiéndome mientras me tallaba el clítoris con sus dedos; yo estaba sorprendida de como mi cuerpo reaccionaba a pesar de que yo estaba en todos lados, perdida en mis pensamientos, menos ahí. Cambiamos a un par de posiciones más hasta que terminó dentro de mí. Se quedó exhausto, tirado en su cama; también yo mantuve los ojos cerrados unos minutos.
-Te viniste, juguetito?-   preguntó con voz débil
Asentí como una muñeca, aunque claramente no lo hice. ¿Qué parte no se entiende de que nunca tengo orgasmos solo con penetración? ¿Y cuál de mis reacciones le ha hecho pensar que terminé?  
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myparadisemyblog · 5 months
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<<Otra vez me va a coger en su oficina>> se le ocurre a Veronna de repente mientras espera afuera de la misma. Extrañamente acaba de caer en cuenta de la posibilidad y la alta probabilidad de que eso suceda, ¿Ella quería eso? No realmente,  solo buscaba “familiaridad”, personas conocidas para hablar un poco. De repente no sabe qué hace ahí, se cuestiona si  otra vez he sido víctima de un impulso de ¿ansiedad?, pero no quiere coger , solo  quiere hablar y ser escuchada.
Lo ve aparecer, no es nada  guapo pero es imponente, por su tamaño o por sus facciones quizá.
El saluda llamándole por su segundo nombre, el que casi nadie conoce y con el que casi nadie se refiere a ella. De inmediato la invita a pasar, Veronna entra  y toma asiento , ha estado de pie mucho rato y quiere descansar los pies un momento.
Él cierra la puerta y coloca el seguro, solo quiere hacer ese cuerpo suyo una vez más y ya se dispone para ello, la incomodidad en su entrepierna comienza a crecer gradualmente.  
¿Cómo estás? –  pregunta Veronna con entusiasmo y buen tono de voz. –Vine a verte para que no digas que nunca vengo a visitarte- completa.
-¿Hace cuánto que no nos vemos? ¿un mes?-  le responde él  mientras se quita la bata blanca y la coloca en el respaldo de su asiento.
-Hmmm más, quizá dos- responde V.
Asiente y de inmediato le hace notar a V que no van  a platicar,  pues se inclina sobre su boca y la lame , V recibe el beso con cierto asco que disimula perfecto y es que no es su prototipo de hombre , la verdad, pero él le provoca una sensación única que aún no sabe describir, por eso vuelve, quiere definirla. Él la trata como un objeto , un objeto bonito con el que se quiere pasear y hacerle saber a los demás que Veronna está con él. A pesar de que esto le hace sentir muy halagada no logra entablar una buena conversación con este hombre justo por eso : ¿Quién habla de temas serios con sus adornos? , algunas de las veces que ella ha intentado profundizar él le da respuestas básicas y estúpidas como si hablara con una ni��a de  cinco años lo cual le causa una molestia profunda.
Se hinca frente a ella para ajustarse a su altura mientras está sentada. A Veronna le gusta lo que se siente tenerlo ahí,  a sus pies , muerto por tocarla, por besarla , ver su cuerpo desnudo , lamerla y penetrarla. Continúa lamiéndola mientras le aprieta los pechos, pone una mano en cada uno , luego baja sus manos por su torso hasta la cintura , la acaricia y le aprieta los muslos, ella extiende la mano para rozar su entrepierna. Él mete  las manos por debajo del top color crema y lo levanta con todo y bra, descubre sus pechos y los chupa, los succiona con su característica hambre , <<tiene la boca enorme>> piensa V,  pues la succiona con tanta fuerza que causa dolor a veces , por instantes dolor excitante intercalado con dolor molesto.
-Vamos a tu baño- sugiere V de repente.
Él asiente y se levanta, saca un condón del cajón de su escritorio. Veronna asume que hace esto con regularidad mientras se  adelanta al baño y se quito el top , él entra detrás de V que ya está semidesnuda  frente al espejo que está sobre el lavabo, lo mira a través del espejo , contempla como la mira, como pone sus manos sobre ella.  
-Estas perfecta- le susurra.
Poco a poco Veronna le va encontrando sentido a esta escena , va recordando que hace aquí , qué le gusta de dejarse coger por él, le gusta su boca hambrienta y como la asecha , le gusta el morbo con el que mira y toca su cuerpo, le gusta como se mete sus tetas a la boca por completo y con su lengua le endurece los pezones cuando la pasa por sobre ellos, incluso le gusta como la muerde de un modo muy animal  y le deja marcas en la piel de los pechos;  lo observa … le excita el hecho de que le saque 20 años y que estos se noten.
Veronna se baja el pantalón hasta los muslos , él también comienza a desnudarse, se suelta el cinturón , se desabrocha el pantalón y se baja el bóxer  a la altura necesaria para dejar libre su pene; todo esto sin perder de vista ese culo firme que ella está poniendo a su disposición. Esa vista de sus nalgas adornadas con un encaje hace que su erección débil hasta antes de ese momento se endurezca hasta el punto máximo.
Sin perder más tiempo la toma por la cintura , le baja las bragas y busca la entrada a su vagina dirigiendo su glande , su humedad le hace saber que su cuerpo suplica por tenerlo dentro.
Con algo de dificultad logra penetrarla, la embiste contra el lavabo  mientras contempla en el espejo los gestos de placer deformando esa carita con ciertos rasgos aniñados aún. Tras un rato se lo saca y le da media vuelta , la besa y le indica que se siente sobre el borde del lavamanos. Veronna obedece , se sube y separa las piernas , él dirige su verga para volver a estar dentro , V le ayuda echando la cadera hacia delante hasta que se acoplan , la toma en sus brazos por las nalgas y la carga, ella comienza a moverse para deslizar su pene adentro y afuera, o en círculos , se toma del lavabo para chocar contra él con más fuerza y sentirle más adentro, todo lo profundo posible que se pueda.
Aunque el cuerpo de Veronna es más ligero que el promedio los antebrazos se le están agotan de sostenerla , así que se sienta sobre la tapa del excusado, manteniéndola sobre él , V apoya las puntitas de los pies en el suelo para tener más soporte y obtener el mayor placer posible controlando  la profundidad, fuerza y velocidad de la penetración. Continúa sin parar de moverse hasta que una capa fina de sudor empieza a cubrirle el cuerpo desnudo.  Por momentos cruzan algunos pensamientos por su mente, por otros solo se dedica a sentir; sabe que esto no ocurrirá muchas veces más , por ello disfruta y siente todo lo que puede, se vuelve a excitar cuando lo ve debajo de ella perdido contemplando su cuerpo.
El jamás pensó que su verga pudiera causarle tanto placer a una mujer bella, joven,  tierna y sexy , contempla ese torso tan delgado y bien formado con tetas pequeñitas y firmes, va bajando la mirada , su abdomen se marca con cada movimiento y llega a la parte que más le gusta y que menos puede creer… a su vagina rellena con su verga , la ausencia de vello le permite una visión nada censurada. Nunca pensó que volvería a tener un cuerpo así de perfecto como a él le parece a su disposición; eso le hace sentir poderoso de aluna manera, atractivo aún, siente su ego crecer y eso le gusta.
La atracción aunque de él hacia Veronna por supuesto que es física principalmente pero  también hay un componente importante y es lo que sienten al estar juntos. Cuándo está con Veronna él reafirma su masculinidad y jura que aún puede tener a la mujer que él quiera.
Para ella es un poco más complejo, superficialmente lo resumiría en que es una especie de fetish relacionado con la diferencia de edades en combinación con todo lo que llega a sentir hacia él: de repente asco porque la está babeando, de repente siente que está haciendo una obra de caridad poniendo a disposición su cuerpo para alguien que no le gusta pero  que sabe que la disfruta con intensidad, ama el estar jugando con sus reacciones y analizarlo mientras él piensa que Veronna no puede hacer deducciones lógicas más allá de las que puede hacer un artículo de decoración. Ama ser ella quién verdaderamente tiene el control, si, ella decide regresar para usarlo con fines de descifrar todo aquello que siente y comprender por qué le es tan fascinante esta mezcla rara de emociones negativas con excitación.
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myparadisemyblog · 6 months
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Mi fascinación por tener sexo a cambio de dinero es vieja , mucho. Primero se estableció en mi mente como una fantasía medio abstracta que después de conocer por redes sociales a Valerie , una prostituta de Barcelona, se reafirmó, por alguna extraña razón en mi mente lo empecé a ver como un privilegio. Si hay alguien dispuesto a pagar significa que el producto promete valer la pena, ¿no?, pero no, el producto no soy yo, es mi tiempo y atención.
Toda esta fantasía fue reafirmada cuando empecé a tener sexo por aprobación , por no sentirme sola; los que me rodeaban empezaron a aprovechar esto lo cual me hacía sentir cada vez más utilizada  y poco después me di cuenta que el dinero saneaba eso, además de ser una herramienta que ponía las cosas claras en mis interacciones con los hombres.
Sorprendente , ¿no? Así ambos teníamos un trato cordial con el otro , yo no experimentaba transferencia de emociones hacia el hombre en cuestión y extrañamente recibía un mejor trato que cuando salía a una date “normal” . Así es, nada nuevo, pero puedo confirmar que la gente por lo general valora más aquello por lo que paga.
 Recientemente leí un libro feminista  en donde se compara la prostitución con el matrimonio como la misma cosa, solo que una es remunerada y la otra no ,una es en sí misma el modelo que constituye la base de la sociedad y la otra es terriblemente mal vista . ¿Por qué? Porque en la prostitución existe la posibilidad de que la mujer tome el control de su propia vida, haga lo que le dé la gana con su cuerpo y su dinero ganado por si misma.
Recuerdo la primera vez que alguien me pagó por acostarme con él, si, tuve miedo y sí, me puse en riesgo una vez más, el punto es que ya me había puesto en riesgo numerosas veces antes y por nada a cambio. Y adivina ¿qué? No pasó nada malo, al contrario, el tipo en cuestión me hizo sentir valiosa y no fue solamente porque me pagara. 
Por otro lado, cuando renuncias o te resignas de algún modo a no sentirte amada o bien porque no sabes recibir amor sano o porque solo te obsesionas por querer que te quieran quienes no tienen la intención de hacerlo; llenar tu cuenta de banco se convierte en un premio de consolación, así es para las mujeres, lamento tanto reconocerlo, para las mujeres el premio supremo en la vida es encontrar el amor, sé que para los hombres todo funciona diferente, y no , no es nuestra culpa que así sea , así nos enseñaron.  
En fin, aún existen hombres dispuestos a pagar por pasar tiempo conmigo, si, lo dije bien, no me quieren pagar solo por coger y ya. Los que quisieron cogerme y ya fueron otros tipos que me crucé por la vida y que no creían que ni un café me merecía, me cogieron en sitios lamentables como un puto baño y después se olvidaron de las mínimas atenciones que habían tenido hacía mí. Pasar tiempo conmigo implica hablar, conocernos, interesarnos el uno por el otro, escuchar mutuamente, reír si descubrimos que tenemos un humor compatible y si, la intimidad sexual.
La última cita pagada que tuve fue con M, hace mucho que no lo hacía y eso es porque no es algo que haga con regularidad, no me dedico a esto, lo hago esporádicamente por una combinación de motivos: de repente ansiedad por la velocidad con la que desciende la cifra en mi cuenta de banco , en ocasiones por aburrimiento o por necesidad de validación , es como un pequeño mantenimiento a mi autoestima.
Hice match con M en tinder, si quieres un tip resulta más fácil concretar este tipo de citas en tinder , la gente es mucho más directa, pervertida y abierta  y las reglas de la app más flojas; en bumble hay más gente que parece que aún se cree eso de buscar el amor en apps de ligue o bien, que buscan coger pero gratis.
En fin M es economista, ni siquiera recuerdo que ponía en su presentación y la verdad es que tampoco sé cómo llegamos al acuerdo de que cada que nos viéramos hiciéramos lo que hiciéramos él me daría determinada cantidad. Solo recuerdo que él me lo propuso. Tardamos en vernos debido a la imposibilidad de coordinar nuestros tiempos. Mientras conversábamos de vez en cuando por WhatsApp
Voy a ser sincera y es que un día me puso nerviosa ver como mis ahorros descendían y yo no tenía ingresos en ese momento, tampoco es que no tuviera para cubrir mis necesidades pero aun así no me gusta quedarme sin nada, no es algo a lo que este acostumbrada. Además ya tenía todo mi tiempo libre para disponer de él como quisiera.
Con la posibilidad en mente de que me mandara muy lejos , pues yo ya lo había dejado en visto antes decidí escribirle mientras hacía el súper con mi madre.
“Me perdonas?” Seguido de caritas tristes/tiernas
Respondió casi de inmediato.
“ ¿Por qué?, ¿Cómo estás?”
“Por no responderte”
“No te preocupes. ¿Ya vamos a poder vernos?”
“Justo para eso te escribía, ya tengo más tiempo libre”
Y así logramos concretar la cita dos días después. Solo me indicó que quería que llevara vestido y que fuera depilada. Condiciones sencillas que acepté sin ningún problema. Le pregunté si quería que desayunáramos algo antes  o íbamos directo, me respondió que desayunáramos antes que no era tan frío. De cualquier modo yo no hubiera pensado eso.
Quedamos en un centro comercial. Llevé un vestido blanco ceñido a mi figura y corto , por debajo un conjunto de lencería que me hacía cuerpo de ángel de VS según mi ex. Llegué unos 20 minutos después de la hora acordada y le llamé para encontrarnos.
Fuimos a un restaurante de desayunos en donde me pedí unos huevos pochados y un café, él una crepa con carnes frías varias.
El coqueteo se desarrolló excelente, me gusta hacer sentir especiales a los hombres con los que comparto mi tiempo, me gusta hacerles saber que tienen toda mi atención, que si estoy con ellos el mundo alrededor se desaparece, ese es mi superpoder,  no cuando abro las piernas.
Mientras traen el desayuno conversamos, me pregunta a cerca de mí , lo que hago, lo que estudie y por qué y yo le hago las mismas preguntas a él  , también el tópico básico de cada que salgo con alguien de una app: si lleva mucho en la app y si ha salido con otras personas a lo cual me responde que no , nunca se ha concretado ninguna cita con nadie.
-Por qué me volviste a escribir y quisiste salir conmigo?- me pregunta
Hmmm… sonrió. – Porque en este momento tengo más tiempo libre; cuando estoy centrada en el trabajo o proyectos personales no suelo salir con nadie, priorizo lo demás antes que conocer personas. -
Asiente coincidimos en el punto de que lo mejor es priorizar proyectos que nos llevan al desarrollo personal, las personas van y vienen. Tenemos varios puntos en común.
Él dice que no ha salido con nadie porque es desconfiado y se fija mucho en los detalles. Eso ya podía suponerlo, no deja de mirarme, se fija en cada uno de mis gestos  ademanes. Me presta mucha atención y eso me gusta.
-¿Qué haces cuando no estas trabajando? – me pregunta
-Gym, leer o salir con amigos, aunque no tengo tantos-
-Por qué? -
-Me cuesta contarle mis cosas a quien sea-
-Me da la impresión de que eres muy selectiva-
Asiento y sonrío.
En resumen, él es un tipo inteligente, educado al que le gusta trabajar mucho, es caballeroso también; y bueno, parece que tiene más vida social a sus 37 que yo a mis 28. Físicamente es delgadísimo, un poco más alto que yo , rasgos afilados y ojos pequeños que se agrandan un poco por las gafas rectangulares.
Al terminar pide la cuenta y se pone un poco serio.
-Antes de irnos quiero hacerte una pregunta , aunque creo que ya sé la respuesta- me dice
Su seriedad me pone ligeramente nerviosa. Asiento invitándole a hablar.
-¿Estas segura de que quieres hacer lo que vamos a hacer?... No tienes que hacerlo si no estás cómoda.
-¿Parece que no estoy cómoda o que no quiero?-
-No, definitivamente no, pero prefiero que tú me lo digas-
Su pregunta me parece extraña. <<Le importa lo que yo sienta o quiera?>>. Al parecer sí. Pero esto no es nada inusual para mí, me siento completamente dispuesta, quizá hasta mojada.
Suspiro. – Si, estoy muy segura. - le digo mirándolo.
-Eso pensé.-
Caminamos hacia el estacionamiento , me abre la puerta y en cuanto entra me pregunta la música que me gusta y me entrega su celular para que yo ponga lo que quiera.
Mientras conduce hacia un hotel hablamos sobre conciertos.
Al llegar y entrar a la habitación, después de ponernos cómodos me siento en el tocador y lo invito con mis brazos a acercarse, cuando está cerca le rodeo la cintura con mis piernas y lo aprieto hacía mí. Él me empieza recorrer el torso con sus manos mientras nos besamos. Huele bien y su aliento me resulta agradable. Una de sus manos se mete entre mis piernas, acaricia mis muslos y llega hasta el puente de la tanga , la corre hacia un lado , yo me empujo más hacia sus dedos hasta que los mete entre mis labios, los desliza con facilidad hasta que ocupan mi vagina. Me hace gemir y hace que quiera más, me froto contra sus dedos y presiono aún más adentro. Empiezo a desabotonarle la camisa. Me bajo del tocador y me pongo de espaldas a él , levanto los brazos para que me saque el vestido, y lo hace.
-Ese vestido esconde lo mejor de ti- Me dice mientras abraza mi cuerpo en lencería, siente mi piel, pone sus manos en mi cintura y la aprieta, después las sube hasta el broche del bra para soltarlo, a penas lo suelta pego mis tetas a su pecho y se las restriego, mis pezones se endurecen por efecto de la fricción y la excitación.  Me separo de él, me inclino sobre la cama invitándole a penetrarme, mientras me froto los labios comprobando que están lubricados.
Después de desnudarse siento su verga dando golpecitos a mis nalgas, separo más las piernas y se hunde en mi vagina; su miembro es afilado, delgado y largo, esta extremadamente firme y tiene una curvatura hacía la derecha muy marcada. Aprieto los músculos de la pelvis para que todo se sienta mucho más ajustado y me dedico a gemir mientras me embiste. Asombrosamente mi deseo empieza a ir hacia arriba, empiezo a buscar sentirme más cerca de su cuerpo, froto mi piel contra la suya, busco que nuestros labios se unan y cuando lo hacen le lamo los labios antes de recibir sus labios con la boca entreabierta.  
Cambiamos de posiciones hasta que encontramos la posición perfecta: cuchareándonos mientras me está penetrando ,  de este modo su curvatura pega contra mi punto G. Además esa posición deja libre sus dos manos, con una me jala por la cintura para metérmela más profundo, y con a otra aprieta mis pechos, incrementando mi humedad. Después de un rato ha sido tanto el ajetreo que estamos sudando, entonces paramos para descansar, mientras me acaricia, me toca los pezones, yo dirijo sus manos para que toque todo el torso, no quiero que deje de tocarme ni dejar de sentir su piel, aún estoy muy excitada , además su piel es suave y desprende un olor exquisito que seguro ya se me ha quedado pegado. Mientras me estoy masturbando , tomo una de sus manos y la llevo hacia mi vulva.
-Méteme los dedos- le pido gimiendo
Se ríe y aparta su mano de mi pubis.
-Por qué quieres que te meta los dedos?-
-Porque siento rico. Por favor, méteme los dedos-
-No te quiero meter los dedos- me dice mientras se acomoda y sin previo aviso me mete su verga hasta el fondo.
-Vale…- le digo complacida en un suspiro. –Es que creí que aún no estabas listo para continuar, pero así está mejor-
Me sujeto de las sabanas para empujarme contra su cuerpo, solo busco sentirlo más adentro.
-Dónde quieres que termine? -
-Sobre mis nalgas- le respondo
-No quieres sentirme adentro? -
Asiento con la cabeza y entonces se viene adentro de mí. Siento como su cuerpo se tensa y yo tenso el mis voluntariamente para cerrarme más alrededor de su pene. Gime. Y su cuerpo se relaja junto a mi piel.
Tras salir del éxtasis conversamos un rato más, nos vestimos, me cuenta que por la tarde tiene una comida de trabajo y bajamos hasta su auto para salir de ahí. Y en el auto me pregunta donde quiero que me deje, le pido que me deje en una plaza comercial, lo que siempre hago por seguridad.
Antes de arrancar me paga , le agradezco y quedamos en volver a vernos.
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myparadisemyblog · 8 months
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Tuvimos dos breves interacciones en el ámbito laboral; en la primera todo transcurrió con normalidad, de hecho por sus comentarios pude notar que era todo un machito, igual que parecían serlo la mayoría de los hombres en ese lugar, sentí una mezcla de emociones extraña: era como desagrado combinado con algo más peligroso… curiosidad, ¿ganas de que me deseara?… no lo sé.
 Me sé una mujer lista, pensante, hasta casi obsesiva por razonar todo el tiempo pero tengo una debilidad que aún no logro ni descifrar ni evitar, es eso… a los hombres que parecen posesivos, fuertes, manipuladores (porque esto requiere inteligencia) , quizá un poco misóginos y  ¡Pff! El combo de completa si tienen un puesto de poder. Ese combo casi podría considerarse la fórmula infalible para volverme pequeñita y sumisa hasta la estupidez. Creo que poco a poco descifro el misterio de esto: a mí no me gusta su deseo, a mí me gusta su poder y una de las maneras “fáciles” en que lo ceden es cuando te están deseando sexualmente .
En fin, durante la segunda interacción me veía insistentemente a los ojos, de un modo seductor , haciéndome saber que su atención estaba puesta en mí. Toda! Mi compañero que estaba a mi lado en ese momento se convirtió en un mueble más que hablaba de repente. Por algún extraño motivo me siento responsable de ello, como si yo lo hubiera provocado con microgestos; debí haber hecho un pequeño puchero o quizá me mordí un poco el labio … quizá vio esa sombra del gesto de súplica que hago cuando estoy pidiendo a alguien que me tome… Quién sabe.
Después de eso lo deseé durante varias noches, era mucho muy mi tipo, lo desee como un obeso en dieta desea un pastel: enorme, azucarado, lleno de crema y chocolate, lo más goloso que te lo puedas imaginar; cuando lo tuviera en frente me lo comería de la manera más obscena posible.
Y justo cuando creí que no pasaría nada encontró la manera de contactarme, era demasiado escueto en sus palabras escritas, pero con esas pocas palabras concretó una cita conmigo. El plan original era verlo afuera del hospital donde trabaja para de ahí irnos a una cafetería o algo parecido. Como decisión premeditada ya tenía pensado el sugerirle que fuéramos más directos, que podíamos ahorrarnos el café , la comida, el vino o lo que fuera, eso lo podríamos hacer después si había química, no me interesaba que él hiciera todo eso con el único fin de cogerme , ya después de probar podríamos hacerlo si es que realmente disfrutábamos el estar juntos. Mientras iba al punto de encuentro pensaba en lo nerviosa que me ponía el tomar un café con él << ¿Y si no le gustaba? ¿Y si mi conversación le parecía estúpida y se volvía incomodo el momento? ¿Por qué me ponía tan nerviosa la interacción fuera del sexo? Porque juro que mi desinhibición surge después de haberme acostado con alguien , es una lógica como “Si ya viste mi cuerpo desnudo ahora puedes empezar a conocer mi alma”>>
 Cuando llegué salió por mí.
-Acompáñame por mis cosas y la camioneta, vale?-
Accedí y caminé a su lado mientras conversábamos; hoy estaba más sonriente de lo que lo recordaba y viéndolo más de cerca era mucho más grande de lo que me había dado la impresión.
Me abrió la puerta del copiloto, mientras lo hacía sujetó mi cintura con una mano como para dirigirme hacía el interior, entré después de agradecerle el gesto.
-A dónde vamos?- le dije  mientras empezaba a conducir
-Por un café- respondió rápidamente
-Estas cansado?-
-Hmm no… me veo cansado?- dijo soltando una carcajada
-No, no quise decir eso. ¿No prefieres ir a otro lado?-
Hubo un eterno silencio de cinco segundos en el que parecía estar analizando lo que acababa de decir.
-Hmmm… algo más íntimo?-
Asentí con cierta satisfacción de haberme hecho entender y no tener que ser más explícita en mis palabras
Cinco segundos abismales más…
-Pero no voy a esos lugares… en mi oficina nadie nos molesta ahorita-
Lo miro extrañada. –¿Quieres ahorrar? -
Después de la carcajada que le provocó lo que he dicho me mira con cierta seriedad. 
-No Giselle, en serio .Son sucios , nunca los limpian bien-
- No sé a dónde has ido tú , a dónde yo he ido si están limpios-
Reímos
-No, fíjate bien la próxima vez que vayas-
De repente no sé que hacer , no sé que decir, no me ha gustado su negativa;  tenía en mente si algo rápido pero cómodo y entonces accedo con mi habitual dulzura diciéndome a mí misma <<Probablemente no se vuelvan a ver… hazlo y desaparece>>
-Ok… pero subimos separados, ¿vale? -
-Sí, yo voy primero, te espero arriba-
Recorro los pasillos y subo en el elevador hasta su piso para encontrarlo en su oficina. Al entrar cierro la puerta con seguro.
Me invita a sentarme y conversamos un poco.
-De verdad nunca vas a hoteles?-
-No-
-¿Ni cuando eras más chico?-
-Hmm… si tal vez. Pero cuando creces ya tienes más lugares donde hacerlo-
-…como tu oficina-
-Si… o tu consultorio- me responde riendo
Respondo a su risa y le devuelvo una mirada entre incredulidad y reproche.
-Cuando pagas la renta de un consultorio el para que lo uses es tu problema.-
-Tienes razón- concedo
 -Y cuánto tiempo llevas aquí?-
-Hmm como 22 años, contando desde que era estudiante. Todavía ni nacías…-
Me rio. –Cuántos años piensas que tengo?-
-24 , a lo mucho-
- Tengo 27 y tú?-
-47-
Asiento con una sonrisa intentando que no se note mi sorpresa porque en realidad pensé que era más joven.
Está nervioso, lo noto porque se ríe si ningún motivo
-Aquí no se escucha nada hacia afuera? - pregunto
-No, ni cuando pongo música-
-¿Qué es esto? ¿Un baño?- le pregunto señalando una puerta que hay dentro
-Sí-
Lo abro y le invito a pasar, estar tras doble puerta me hace sentir más segura.
Sin decir nada asiente y entra. En cuanto cierro la puerta del baño su tacto se vuelve firme y fuerte y toma mi cintura con sus grandes manos, su boca va hacia la mía y nos besamos. Baja por mi cuello hasta mi hombro derecho mientras mete una mano por mi escote deslizando todas las prendas hacia mi abdomen, despeja mis pechos. Su boca es grande, jugosa y parece hambrienta… tanto que se mete a la boca cada uno de mis pechos casi completo, lo lame, lo succiona con fuerza haciendo que mi piel se enrojezca.
 Estamos frente al espejo del lavamanos sobre el cual me inclino, rápidamente me desabrocho el pantalón de vestir y me lo bajo hasta descubrir mis nalgas, lo espero inclinada mientras saca su verga del pantalón. Lo siento tocar la entrada de mi vagina , separo más las piernas y saco el culo hasta que lo siento entrar; por su estatura la verdad es que imagine que lo tendría más grande pero no está mal.  Me pone sobre el lavabo, me carga haciendo que mis pies se despeguen del suelo y me embiste así, sosteniendo mi cuerpo contra el lavabo, porque si… mi cuerpo es tan liviano y manejable.
Unos segundos después me voltea y me penetra por delante, está vez me levanta ,  acomoda mi espalda sobre el lavabo y separa mis piernas para volver a entrar en mí;  la forma  del lavamanos no es tan ergonómica, nada,  por lo que me lastima, pero puedo aguantarlo haciendo de lado la incomodidad y concentrarme en complacerlo, en hacerle creer que mi cuerpo es todo suyo y mirarlo como si me lo estuviera haciendo como nadie. A mí me gusta ver su expresión mientras me está penetrando, pero a él le gusta estarme comiendo los labios, los hombros y los pechos.
Esto es raro, nunca había estado con un hombre que me llevara 20 años de edad, es excitante pero extraño. Tengo la sensación de que él tampoco había estado con alguien que tuviera la edad que yo aparento, ve mi cuerpo con fascinación y morbo; lo toca y lo besa como si quisiera comérselo todo de un bocado. Me excita el pensar que nunca había tocado una carne tan tierna y joven ni una piel tan suave de la manera en que lo está haciendo. 
-Chiquita hermosa…- me dice mientras me penetra. –Me encantas-
-Tú a mí- le respondo   haciendo contacto visual mientras recibo sus penetraciones con gemiditos suaves.
En el momento deseo que me pegue, quiero que me diga cosas obscenas y denigrantes que pensé que me diría de acuerdo a mis prejuicios, todo como lo he imaginado cada noche desde que lo conocí. Pero me trata con el mayor respeto que puede, solo me llena de besos, lamidas un poco torpes, palabras de dulzura, recorre mi cuerpo con delicadeza como si sus dedos fueran listones suaves.
Después de un rato me pregunta si ya he terminado.
Asiento mintiendo con discreción. << ¿Por qué si dije que nunca mentía ahora lo estoy haciendo? . Por dos cosas básicamente: me apetece en esta ocasión hacerme la tonta para hacerle sentir que él es el que sabe y yo a penas poco , además de que no tengo ganas en ese momento de explicarle todo al respecto: que no espero un orgasmo en todas mis relaciones sexuales y el motivo y mucho menos la manera de hacerme terminar, eso es algo que reservo para cuando las personas ya me conocen más.>>
-Y tú?- le pregunto
-No aún-
Hacemos una pausa mientras hablamos y salimos del baño. Me ofrece licor de café.
-Es lo único que tengo aquí … y agua. Te gusta?-
-Si-
Me lo sirve en un caballito de cristal. Es agradable al paladar, está frío. Mientras me lo termino conversamos más hasta que vuelve a tocarme. Sujeta mi cuello y me acerca a su boca. Me besa mientras nos ponemos de pie. Me inclino sobre su escritorio de espaldas a él, me bajo el pantalón de nuevo mientras él me toma por la cintura y va subiendo sus manos en una caricia hasta mis costillas y mis pechos, me besa el cuello mientras se acerca a mi oreja derecha.
-Mi amor…- me suspira.
Gimo. Y dejo caer mi torso sobre el escritorio, mientras me esta penetrando por un segundo imagino que tengo a otro hombre frente a mí y se la estoy chupando , quedaría perfecto.
Lo siento deslizarse en el interior de mi vagina mientras yo aprieto mi cadera contra él , esta vez se esta sintiendo mejor que la primera vez. Continúa hasta terminar dentro del preservativo y de mí.
Nos acomodamos la ropa, se lava el pene, parece que si tiene quizá una ligera obsesión con la limpieza, los gérmenes y esas cosas.
Me ayuda a vestirme y hasta me sujeta las zapatillas para que meta mis pies en ellas, al estilo cenicienta. Parece que es todo un caballero. ¿Esto es  demasiado pedir para todos los demás?
Un rato después cuando hemos vuelto a la calma me pregunta si me ha gustado como me trató.
Asiento sonriente y satisfecha.
-Así es como te deben tratar todos , como a una dama. Sin importar lo que hagas o con quien lo hagas-
Woow , parece que sabe lo que he estado pensando, de inmediato me viene a la mente el tipo que me ha dicho que no merecía su supuesta caballerosidad (de la cual nunca vi rastros de su existencia, por cierto) por ser tan fácil y le sonrió con cierta tristeza en los ojos.
Su comentario me parece paternalista , mucho y sé que a mi mejor amiga le daría un cringe terrible pero a mí me gusta. Me gustan los hombres paternalistas que hacen comentarios paternalistas como si te estuvieran enseñando algo útil para la vida. Me recuerdan a mi Amo y todo lo que me recuerde a mi Amo me resulta familiar, agradable, confiable…
-Vámonos, hay que llevarte a tu casa- me dice recogiendo sus cosas.
Bajamos por separado hasta el estacionamiento. Me espera para abrirme la puerta. Mientras enciende el auto le pregunto si en verdad solo quería tomar un café conmigo.
-Pues … me gustas y cuando alguien te gusta ni modo que le digas solo “acuéstate conmigo y ya”-
Suspiro y me rio divertida. –Tienes muy buenas costumbres-  le digo con voz suave.
Justo en ese momento se enciende la pantalla de autoestéreo. Tiene puesto a Alejandro Fernández.
-Y buenos gustos…- completo sonriendo.
Me lleva hasta donde le he pedido, al bajar del auto me despido con un beso en los labios.
-Gracias- me dice mientras me bajo.-
-Gracias a  ti- respondo con una sonrisa antes de cerrar la puerta.
En ese momento me siento bien, me gustó como me hizo sentir. Para mí es importante el cómo te sientes después de haber tenido sexo con alguien. Es un indicador de calidad. ¿Te sientes angustiada, insegura o como si alguien te ha robado algo O sientes paz, satisfacción y bienestar?.
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myparadisemyblog · 9 months
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Para Veronna
Es usual que Veronna hable consigo misma , casi siempre en su mente aunque algunas veces encuentra fascinación y placer en escuchar su propia voz articulando las palabras.
A ella le gusta hablarse mientras se está maquillando o se está arreglando frente al espejo, se mira los ojos , los labios y comienza :
-Putita ( si,así como le llamaba su Amo, con cariño), te prometo que vas a tener todo lo que siempre quisiste en esta vida. Yo voy a hacer que lo tengas . Vas a tener la vida que quieres , los viajes que quieres , vas a buscar TU LUGAR en todo el mundo y lo vas a encontrar , vas a tener desde los sueños más significativos como un día sentirte admirable, realizada y poderosa más que todos esos hombres que has admirado a los que has dado tu deseo, tu boca y tu cuerpo; hasta las nimiedades. Entre otras cosas: el esposo que quieres, la protección y amor incondicional que necesitas , la boda de tus sueños , las orgias fantásticas solo con personas que tienen la capacidad de apreciarte de verdad , personas que ven tu esencia y desean fundirse con ella; no los que solo quieren tomar de tu cuerpo y usarte como un objeto más de consumo, esos ya no, ya nunca.
Solo no dejes que nadie te convenza de que son expectativas demasiado ambiciosas ni las recortes a algo “más accesible”. Solo concéntrate , no te distraigas ni te causes sufrimiento innecesario persiguiendo a personas que no pueden darte lo que necesitas, porque no lo tienen , porque su visión es menos amplia o simplemente porque no quieren.
Vas a tenerlo todo… te lo prometo -
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myparadisemyblog · 10 months
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I need you, I desire you. I love you.
“Hola Giselle. Quiero verte esta noche, ¿puedes?”
Así ponía en su mensaje que llegó por la mañana , aun adormilada le respondí con una afirmación después de darle los buenos días.
“... trae un vestido negro , me acompañarás a una cena con unos amigos.”- me indicó
 “Negro? Negro formal?” Pregunté.
“Negro como quieras , pero corto. Es una cena por fin de año con unos amigos que no veo hace tiempo.  Te veo a las ocho en punto donde siempre”
“donde siempre” era el cruce entre dos calles específicas , tenía la curiosa manía de querer recogerme ahí casi todas la veces que habíamos salido.
No pregunté más detalles, solo me apegué a sus instrucciones a la hora de arreglarme, lo demás lo elegí por mí misma.
Opté por  un vestido de corte asimétrico, con una sola manga abombada  que dejaba mi otro hombro al descubierto, llegaba pocos centímetros debajo del muslo; lo acompañe con stilettos de un rojo vivo adornados con un moño por detrás y medias negras muy transparentes .
Mientras  me planteaba ideas para acomodarme el pelo pensaba en Leo, dentro de un par de horas estaría en sus brazos en uno de esos días perfectos de Diciembre; elegí una coleta baja con el pelo alisado.
Al estar esperando en el sitio indicado tenía la sensación de que el corazón se me hubiera subido a la garganta, estaba nerviosa , nerviosísima, ni siquiera tenía idea de qué le hubiera hablado de mi a personas de su entorno << ¿Lo había hecho?>>
Se estacionó y bajo del auto para abrirme la puerta, ya en el interior nos saludamos.
Inhale su característica loción que llenaba la totalidad del ambiente, tomo mi cuello para acercarme y darme un beso en los labios
-¿Así estoy bien?- le pregunté al separarnos , mostrándole el vestido.
-Así me encantas. Te traje algo!- dijo abriendo la guantera y sacando una cajita azul rey cuadrada casi plana
Cuando la abrió dejo a la vista una gargantilla color plata con una perla pendiendo del centro, al acercarme un poco más para apreciar los detalles noté el diminuto cisne icónico de Swarovski justo sobre la perla. Abrí los ojos muy grandes llevándome una mano hacia los labios.
Leo tomó la gargantilla y tras acariciarme el hombro desnudo la coloco con delicadeza alrededor de mi cuello.
-Eres una gatita hermosa-
Me sonrojé , sonreí y le agradecí
Condujo por cerca de veinte minutos hacia un restaurante durante los cuales conversamos a cerca de como había ido nuestra semana.
Afuera del restaurante había otra pareja esperándonos, él parecía de una edad similar a la de Leo y su acompañante quizá un par de años menor, tenía el pelo claro y una tez pálida que hacía resaltar sus labios de un rojo intenso y sus ojos delineados.
Nos saludaron con calidez y cortesía, Leo nos presentó.
-¿Ya llegó Alejandro?- preguntó Leo
-No , llegará dentro de poco – le respondió la chica.
Unos minutos después llegó Alejandro, era un tipo apuesto con el pelo lacio y negro, tez blanca y estatura media. Iba vestido con un pantalón de vestir de color azul marino y un suéter cerrado azul rey.
Entramos juntos; al  parecer la chica , llamada Lucía  ya había hecho reservación; la hostess nos condujo hasta una mesa en el fondo, pegada a la pared, no había demasiadas  personas además de nosotros.
Durante la cena conversaron entre ellos, yo solo sonreía con gesto  amable y me limitaba a responder si me preguntaban algo, la pareja de Lucía era el que más hablaba. 
Tras una media hora de terminar la cena Lucía y su … ¿novio? se despidieron argumentando que al día siguiente saldrían de vacaciones. Nos quedamos en la mesa solamente Leo, su amigo Alejandro y yo.
Conversaron un rato más mientras bebían whiskey , yo tenía una copa de vino espumoso en las manos. Ellos parecían ser amigos más cercanos.
De repente  Alejandro se levantó para ir al sanitario,   nos quedamos solos Leo y yo, en cuanto Alejandro se fue, Leo me acaricio la pierna, empezando por mi rodilla y subiendo hasta mi muslo
-Quiero que se la chupes, nena-
-¿Qué?- Hice que repitiera la indicación y tras asimilar lo que estaba escuchando Leo me dio instrucciones precisas respecto a lo que quería que hiciera cuando Alejandro volviera.
 Al volver se sentó de frente a nosotros y tras un cómodo silencio, Leo le dijo con impresionante naturalidad:
-Voy a prestarte a mi gatita-
Alejandro pareció  un poco desconcertado.
El calor subió hasta mis mejillas ruborizándome, pero antes de que Alejandro pudiera notarlo al voltear a verme  Leo puso su mano sobre la mía apretándola e hice lo que me había indicado, me metí debajo de la mesa , las piernas de Alejandro ya estaban separadas así que me puse entre ellas, le acaricie los muslos con las manos, después pasé la palma abierta justo por sobre el cierre de su pantalón, le froté con suavidad mientras sentía como se iba endureciendo poco a poco, acerque mi boca al bulto que había crecido bajo su pantalón y lo presione con mis labios , dejando mi aliento cálido sobre él. Así permanecí unos segundos exhalando sobre su erección.
Mientras estaba ahí debajo de rodillas ellos seguían conversando como si nada, bueno , en realidad Leo hablaba y Alejandro solo asentía o emitía pequeñas expresiones de elocuencia;  escuche al mesero venir solo una vez para preguntar si se les ofrecía algo más , en cuanto este se retiró  Alejandro se removió en su asiento , llevo sus manos a los broches del pantalón para soltarlos y libero su erección, sacudió su miembro frente a mis labios , dio unos golpecitos sobre ellos y después me tomo por la nuca con una mano , abrí la boca, lamí el glande pero en seguida me empujo por el cuello para hacerla llegar hasta el fondo de mi garganta, respire profundo y lo recibí , comencé a mover mis mejillas y mi lengua. Noté como Alejandro se estremecía y comenzaba a respirar ,más profundo después de reprimir un saltito sobre el asiento.
-Suficiente, Giselle, ven- escuché decir a Leo sin cambiar su tono de voz, como si siguiera dirigiéndose a Alejandro
De inmediato me detuve y me arrastré hasta el asiento al lado de Leo.
-Necesito más de ella- le escuche decir a Alejandro en voz baja antes de retirarme  al tocador con el previo consentimiento de Leo, solo para verificar que mi aspecto fuera el adecuado .
Cuando volví ya habían pagado la cuenta, no sé como todo había pasado tan rápido, Leo se puso de pie colocando su saco sobre mis hombros y me dio el paso para que saliera por delante de él.
Alejandro subió a su auto sin despedirse, después Leo me hizo entrar al suyo.
-¿Qué pasa? ¿Ya se va?- le pregunté a Leo extrañada
-Vamos a ir a su casa- 
Al escucharlo un escalofrió de excitación me recorrió la espalda
-…Vas a complacerlo un rato – siguió mientras me tomaba de la barbilla.
No tengo clara la expresión que pudo leer en mi rostro pero completó con un: “- No tengas miedo, estaré todo el tiempo allí, contigo. Y si lo haces bien después podrás tener lo que en verdad necesitas y deseas … de mí”
-Dijiste que no me compartirías con ningún otro hombre…- reclamé  contrariada
-Cambie de opinión- respondió concluyente y poniendo el auto en marcha.
Mientras conducía tomo mi mano y mantuvo el contacto conmigo todo el camino.
Se estacionó fuera de una fachada color naranja con una puerta blanca y grande, supuse que era la casa de Alejandro.
Antes de bajar, paso una de sus manos por sobre mis pechos, primero sobre uno, apretándolo con toda la palma y después sobre el otro repitiendo el movimiento, metió la otra mano entre mis piernas , subió por mis muslos hasta llegara mi sexo, removió en puente de mis bragas y me acarició deslizando un dedo hacia mi interior
-Estas escurriendo, putita… lo vas a hacer bien, no te preocupes-
Me dio un beso y bajó del auto para abrirme la puerta.
Alejandro nos recibió́ en la puerta, se veía que había llegado hace rato, ya estaba descalzó y sin suéter , solo con una camisa blanca con las mangas dobladas hasta los codos. Después de hacernos pasar a la sala se sentó en un sillón con tapicería color crema,  Leo se recargó en el borde de un escritorio que estaba en frente, a unos dos metros de distancia , apretó́ mi cintura  y me dijo -“Ve con él”-
Asentí́ y con cautela me acerqué a Alejandro , me recibió́ tomándome por la cintura  y riéndose se dirigió hacia Leo -“ ¿Cómo haces para que te obedezca en todo?” -
Como respuesta obtuvo una sonrisa de suficiencia de los labios de Leo, de esos labios carnosos que yo deseaba tanto sobre mi piel, todo el tiempo, por los que yo haría todo a cambio de su validación expresada mediante escuetos halagos, otra veces recorriéndome el torso desnudo con paciencia.
Recargue una de mis rodillas en el sillón , entre las piernas de Alejandro , me incliné sobre su cuerpo y lo besé, me lamió los labios con su ágil lengua, me sujetó por el cuello con una sola mano  y me recostó́ en el sillón, se levantó para ponerse encima de mí, yo no podía dejar de pensar en que Leo estaba observándonos << ¿Cómo le gustaría que yo me comportara?>>, aunque debo reconocer que Alejandro resultaba muy atractivo para mí, era un hombre bastante pulcro, educado y olía bien, tenía las manos amplias y el tacto suave, totalmente digno de que cualquier mujer se perdiera en sus caricias.
Esta vez él puso su rodilla entre mis muslos, haciendo que la falda del vestido se plegara hacia mi cintura , me sujeté de la suya para jalarme hacia él y  tallar mi entrepierna contra su rodilla, llevó ambas manos a mi cintura, localizó el elástico de las medias y comenzó a deslizarlas por mis piernas enrollandolas hacia abajo, puso una de mis piernas extendida sobre su pecho , me descalzó y después de quitarme la media me dio una mordida en el muslo, suspire y curvé la espalda. Repitió la misma secuencia con mi otra pierna.
Al terminar de quitarme las medias, volvió́ a ponerme de pie, se puso detrás de mi espalda y después de besarme un hombro bajó el cierre del vestido, lo echo hacia delante descubriéndome el torso, apretó uno de mis pechos dándome otro beso en el cuello. Terminé de quitarme el vestido por completo sacándomelo por los pies. Debajo llevaba lencería negra: un sujetador de aros con encaje y una braga en el mismo acabado. Alejandro me apreció unos segundos , me miró los pechos pasó uno de sus dedos por el borde del sujetador , me mordí los labios cuando deslizo sus finos dedos por debajo de la tela y después rodeo mi espalda para desabrocharlo, tomó algo del reposabrazos del sillón y me pinzó los pezones , ambos, haciéndome ahogar un par de grititos.
-“Desnúdame”- me pidió , poniendo mis brazos sobre sus hombros
Dirigí́ la vista hacia Leo , él asintió́ con gesto aprobatorio.
Levé mis manos hacia los botones de la camisa y comencé́ a desabrochárselos, la deslice por sobre sus hombros, su pecho era amplio, con poco vello. Empecé a besar su torso por sobre la línea media mientras acariciaba su espalda hasta llegar a su ombligo. Me arrodillé, le saque el cinturón y solté los broches de su pantalón, volví a  ponerme de pie, lo tomé por la pretina y lo deslicé hacia abajo, me acerqué a su cuerpo, tallé mi pelvis contra su apretada erección,  el puso ambas manos sobre mis nalgas. Mientras se terminó el mismo de desnudar por completo me subí al sillón , de rodillas y de espaldas esperándolo…
Un instante después sentí como sujetó mi cintura, dirigiendo mi cadera un poco hacia arriba , me dio una nalgada , corrió el puente de mis bragas y metío su mano por detrás acariciándome la vulva, al sentir su pene rozándome la entrepierna me sobresalté, se sentía pesado y  firme ya.
<<Estas muy nerviosa… tranquila. >> me dijo haciendo una pausa para poner sus manos sobre mis hombros y acariciarme unos segundos, volvió́ a adquirir la posición anterior y tras dar unos golpecitos sobre mis nalgas con su pene totalmente erecto se hundió́ en el centro  de mis piernas, emití́ un profundo gemido al sentirlo llenarme. Empujé mi cadera hacia él y comencé́ a moverla en círculos, él empezó́ a embestirme con más fuerza , le extendí́ uno de mis brazos para que lo tomara y me jalara hacia su cuerpo. Inesperadamente comenzó́ a masajear alrededor de mi ano
-No, no , no…- le dije entre gemidos y doblándome hacia delante
-Sí – me respondió llevando sus dedos a mi boca, los lamí y los devolvió hacía mi periné , siguió masajeando mientras me penetraba.
De repente estábamos tan fundidos que Leo se esfumó de mi pensamiento por completo , Alejandro me mantenía  fuertemente abrazada contra su cuerpo y nos movíamos juntos al mismo ritmo.
Unos segundos después Alejandro volvió a sentarse
-Hazme terminar, preciosa- me dijo acariciandome la mejilla. -con tu boquita-
Volví a ponerme en cuatro y metí mi cara entre sus piernas, atrape su glande con mis labios , estaba ascendiendo e inesperadamente de reojo vi caer el cinturón de Leo a uno de mis costados , sentí su calor detrás de mí , acercarse , invadirme . Comenzó a estimular al rededor de mi ano , gemí más fuerte al darme cuenta de sus intenciones , sentí cuando metió la punta del glande y se recargó contra mis nalgas haciendo que yo me retorciera y por momentos dejara de lamer el pene de Alejandro.
Con todo mi esfuerzo logré no restarle atención a Alejandro , coloqué mis labios a la mitad de su longitud total , los presioné y succioné cuidadosamente pero con fuerza; eso lo hizo correrse en mi boca al instante; justo en ese momento deje caer mi cuerpo extenuado sobre el suelo, solo mantuve la cadera levantada, Leo seguía haciendo uso de mí.
Cerré los ojos, esperé a que terminara , percibí la tibieza de su semen sobre mis gluteos. Cuando volví a abrir los ojos Leo me tenía en sus brazos, llenándome de caricias delicadas, en el pelo y en las mejillas.
-¿Estás bien?- me preguntó
Asentí y hundí la cara en su pecho <<Por fin, en mi lugar favorito en el mundo>> . Olía delicioso, como siempre.
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myparadisemyblog · 10 months
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Monique
Él es unos años mayor que ella, lo esperado; pero jamás hizo prejuicios respecto a ella antes de conocerla. Es inteligente, atractivo; su madurez lo hace atractivo. Podría decirse que es todo lo opuesto de Monique: introvertido, toda su vida parece estar perfectamente organizada,  con una expresividad nula que lo convierte en enigmático , reservado, no parece encantarle el contacto humano , no tiende a la hipersexualidad como ella más bien es selectivo y disfruta mucho de mantener perfiles bajos, una vida discreta; ella no, ella desea ser vista, valorada y apreciada por tantas personas como sea posible ; sin embargo tienen puntos en común que los conectan. Cuándo él vislumbró estos puntos buscó el contacto con Monique , quiso conocerla más; los astros se alinearon y a pesar de que ella sale solo con médicos y no suele salir con personas que conoce en Instagram ¡lo consiguió! Una cita con ella , ahí supo que además le hacía sentir cómodo su presencia y especialmente atractivo. Le gustaba cuando lo miraba con sus ojos almendrados y le sonreía, no sabía muy bien porque, al principio creyó que se burlaba de él , pero después se acostumbró a que lo hiciera y el mundo se detenía cuando su atención se centraba en él. Monique, por su parte puede decirse que era experta en eso: en engrandecer a los hombres, en hacerlos sentir importantes, interesantes, incluso un poco admirados ante unos ojos llenos de curiosidad, claro, en respuesta a cómo le hicieran sentir ellos.
Su primera vez no lo decepcionó, todo lo contrario, le encantó todo lo que descubrió al desnudarla, hasta sus pies , tan delgados, finos, con las uñas arregladas y esmaltadas con un rosa palo ;  pero sin duda con lo que quedó fascinado fue con cada milímetro cuadrado de su piel: tan limpia y salpicada solo por lunares pequeñitos en sitios que parecían ser estratégicos, así es como él la describió.  Le encantó el sabor de su saliva y la calidez de su vulva lo volvió loco.
A ella le gustó su olor: Dior Homme, ya se sabe cuánto disfruta Mon de las fragancias masculinas , le encanta que se queden adheridas a su piel o a su ropa, es por eso que prefiere llevar aromas propios sutiles.
Ante la buena experiencia hubo una segunda cita. Para esta Monique eligió un vestido de color crema de manga larga con un escote profundo que dejaba a la vista su esternón y stilettos nude, conservó sus pendientes de perla de todos los días y se aliñó la piel con el Chanel 5.
“Ya casi llego” le escribió Monique cuando estaba a punto de llegar al restaurante donde quedaron.
“Pide a la hostess que te lleve a mi mesa, ya estoy adentro”
“Te llamo cuando llegue , prefiero que salgas por mí” – le pidió Monique
Y sí , salió por ella. Al principio les costó retomar la buena química, fue como la primera vez: al principio la conversación era torpe, discontinua, la mente catastrófica de Monique no paraba de susurrarle “está será la última vez”; sin embargo, poco a poco todo fue fluyendo. Terminaron la cena entre risas compartiendo una tarta de manzana. Y justo antes de pedir la cuenta se besaron.
-¿No besas en público?- preguntó Monique
-Si , quería besarte afuera , antes de entrar aquí-
-No me di cuenta , lo siento- respondió con una la sombra de sonrisa bailándole en los labios .
Él acercó su cuerpo y sus labios se juntaron. Monique lo hizo con profundidad y deseo de su contacto. Él con un poco de recato y timidez.
Como ya habían acordado previamente Monique se quedaría a pasar la noche con él , en su departamento así que su chofer los recogió para llevarlos hasta ahí . A penas subir en la parte de atrás del auto Monique se recostó sobre su pecho y disimuló por medio de un abrazo la caricia en su entrepierna , él respondió metiendo la mano en su escoté. Fueron solo un par de caricias, después Monique se enderezó y el resto del trayecto continuaron conversando.
Su departamento estaba en el tercer piso, en el elevador sus cuerpos se unieron en un beso apasionado , durante el cual sus manos se deslizaron por los muslos de Monique hasta acabar apretándole las nalgas.
Hicieron una pausa para salir del elevador y entrar en su departamento, pero de inmediato reanudaron, es que parece que no podían parar de besarse. Se besaron en la entrada , justo tras la puerta a penas se cerró está ; después se besaron en la sala en donde sus dedos subieron por la totalidad de las piernas de Monique hasta alcanzar sus bragas y bajarlas , era una braga especialmente elegida para que no se notara por encima del vestido. La prenda se deslizó por sus piernas, con habilidad Monique se desprendió de ella sacándola por sus pies sin dejar de comerle los labios . Después la condujo hasta el balcón, Monique giró el cuerpo para tomarse del barandal, hacer una pequeña pausa  y apreciar la vida de noche en aquel sitio, en frente había un parque,  aun transitaban algunas personas por la calle y había autos estacionados en la acera de enfrente . Él la abrazó por la cintura estando detrás de ella , le pegó su cuerpo . Ella recibió el abrazo con agrado y lo erotizó echando su cadera hacia atrás, tomó sus brazos y los jalo para invitarlo a que la apretara más fuerte. Él disfrutó del tacto que le ofrecía la suave y fluida seda del vestido envolviendo ese cuerpo que tan perfecto le parecía; su excitación crecía con cada caricia que le hacía deslizando sus manos a lo largo de su silueta hasta que llegó al final del vestido y se encontró con su piel . Ahora subió las manos por debajo del vestido hasta su cadera llevándose consigo el vestido   hasta que sus nalgas quedaron descubiertas , apreció ese culo perfecto y trabajado que tenía delante .
Monique lo escuchó soltarse la hebilla del pantalón, jadeó de excitación, esperó los segundos necesarios y sin poder esperar más se dobló por la cintura encontrándose con su afilada erección, la cual él dirigió hacia la entrada al cuerpo de Monique , tocó su vulva , abrió sus labios y la penetró. Ella se volvió loca de placer al instante , sus labios estaban tan hinchados por la excitación y porque estaba premenstrual. Comenzó a mover la cadera hacia arriba haciéndole perderse en el suave vaivén de sus movimientos. –Mi amor…- lo escuchó jadear.  Sujetándose del barandal fuerte por momentos aumentaba la velocidad y profundidad sin apartar la mirada de en frente al principio , pendiente de si alguna de las personas que pasaban volteaba a verlos directamente.
De repente giró el cuello hacia la izquierda, en donde se reflejaban en el cristal de la ventana que daba hacia su dormitorio y ahí descubrió la imagen más bella y excitante: esa noche él iba con pantalón de vestir y una playera polo , ambos negros  por lo que era como contemplar al rey de las piezas negras follando con la dama de las marfiles. Una escena que debió de ser histórica, por su belleza en sí misma y por la unión de los opuestos. Una escena de esas que a Monique le  encantaría inmortalizar en su mente para siempre porque además de ser visualmente hermosa en ese momento se sentía plena , llena de placer y con ilusión; esto último que diferenciaba a los que solo querían follarsela de los que querían verle el alma  poco a poco. No había miedo ni limitaciones , puro placer y complicidad entre sus cuerpos unidos .
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myparadisemyblog · 11 months
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El corazón de Veronna. Segunda parte
Nunca fui partidaria de creer o asumir que mi valor me lo otorgaba lo que tenía entre las piernas, nunca quise creer que tenía que guardarlo con celo  y no dárselo a nadie como si de un tesoro se tratara; mucho menos creí que al dárselo a  alguien perdía todo mi valor. Nunca lo vi como un superpoder que mientras alguien lo quería podía hacer que hiciera de todo por mí pero que en cuanto lo entregara lo perdía todo.  Pero todo se me volcó encima, ya no fue que lo creyera o no , de repente la gente que se cruzaba en mi camino me empezó a tratar como si así fuera. ¿Siempre había ocurrido así y es que a penas lo notaba o es que en etapas anteriores no me importaba?
Siempre ocurría de la misma manera: un hombre nuevo llegaba a mi vida a intentar entrar en ella (si, en mi vida y en mi vagina), decía cosas bonitas, era dulce, hacia promesas, me daba eso que me gusta tanto como una droga: la atención. Le dejaba entrar un tanto escéptica al principio, a mi vida y a mi vagina. Porque como dije , nunca vi a mi sexualidad como un tesoro , fue más como una herramienta para relacionarme y conocer a las demás personas; entonces no tenía problema ni falta de ganas en experimentar en la primera “cita” ; cita , si es que así se le puede llamar al esfuerzo que hacía esa persona para conseguir que nos quedáramos solos en un lugar privado. Y nada , muy extrañamente después de ese momento es como si pasara a valer nada, como si perdiera todo lo interesante que previo al sexo había en mí y me quitaban toda esa atención. Y ¿sabes cómo se sentía? Como si arrancaran una cinta adhesiva de algún sitio muy profundo de mí; porque así dolía el pensar que había algo malo en mí, que todo lo valioso que tenía y por lo que la gente buscaba relacionarse conmigo era mi cuerpo y ya… Y no es que yo buscara una relación formal ni que se casaran conmigo después de coger; solo buscaba conexión y complicidad, quizá aprecio.  Desgraciadamente eso no lo iba a conseguir si seguía viviendo mi sexualidad tan libremente  como un hombre puede hacerlo; no en este contexto social tan misógino, superficial y en donde predomina el consumo de cuerpos para mitigar por un momento tormentos internos propios.
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myparadisemyblog · 1 year
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El corazón de Veronna
Tenía micromomentos de lucidez; en donde sentía que si había vida después de Alejandro , Alan , Eduardo, Rodrigo , Rafael… y toda esa lista interminable de amantes que algún día la habían hecho sentir rechazada de una u otra manera o que le habían dado atención y luego se la habían quitado despiadadamente logrando así secuestrar su mente . En esos momentos de rayos de luz entrando por la rendija de la puerta entendía lo que Mario decía a cerca del amor propio: cuando te empiezas a enamorar de ti porque te conviertes en la persona que querías .
Por un momento parecía tener sentido la vida y parecía que había esperanza de cambiar ese destino que siempre pensó que tenía: una muerte autoinducida, no había más, lo intuía , lo sentía mientras su vida avanzaba más.
A veces sentía la desesperación de morir sin haber descubierto cómo quitarse las ganas de ser cuidada y querida solo por lo que era ; sin tener que ofertar su cuerpo para recibir ese amor instantáneo que se esfumaba cuando sus amantes se corrían . O mejor aún , cómo quererse y cuidarse ella misma. ¡Maldita necesidad que le taladraba el pecho! A veces dolía tanto que la rompía un poco más.
Eran momentos en los que sentía rayitos de luz entrando por la puerta , ligeros reflejos del éxito que le encantaría conseguir .
En esos momentos estaba dispuesta a renunciar a toda esa lista que parecía darle sentido a su vida , en esos momentos podía encontrarse con cualquiera de esos amantes sin que este permaneciera en su mente más allá del segundo en que mantenían contacto visual. Porque así como intuía un destino ya escrito también sabía que tenía el potencial para brillar ; después de todo ella era más disciplinada , intuitiva y más profunda que cualquiera de ellos. ¿Por qué, entonces, los convertía en dioses si ellos no eran capaz de ver más allá de su cuerpo?
En ese micromomento la necesidad y fragilidad eran sustituidas por la autosuficiencia y la fuerza interna.
…Y de repente la luz volvía a apagarse.
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myparadisemyblog · 1 year
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Quieres jugar? Parte 2
Esa noche nos volvimos a ver , pero no en mi oficina , esta vez en sus dominios ; en donde resulta que había una mesa enorme de madera con sillas dispuestas a su alrededor; como de juntas. Una mesa bastante sugerente, bueno solo para los que tenemos imaginación.
Nos encontramos  (casualmente?) 
-Ya conoces mi oficina?- preguntó
-No-
Con decisión tomo mi mano y me condujo hasta ella; yo lo seguí como un perrito obediente sin pensar lo que estaba punto de pasar (de nuevo).
Era una estructura amplia con subdivisiones separadas por paredes de vidrio ; estar ahí daba la sensación de estar en un cubo de cristal aislado del resto. Pero justo al fondo era donde estaba esa enorme mesa , a penas tenerla enfrente me sujetó por los hombros y me empujó  contra ella haciendo que me recostara boca arriba mientras me besaba. De inmediato y con la mayor velocidad y precisión posibles me bajó el pantalón dejando mi tanga a la vista y él se bajo el pantalón de modo que su erección quedara en libertad , hizo de lado el puente de mi tanga y con la otra mano sujetó su verga para tallar el glande en mis labios.
-Qué rica la tienes… así suavecita y apretadita como me gusta-
Mi respiración comenzó a agitarse al escuchar su voz tan llena de morbo y excitación.
Acomodó la punta en la entrada de mis labios y me jaló por la cintura, mi espalda se deslizo por la mesa en dirección hacia él hasta que su verga acabo en el fondo de mí, así , de un solo movimiento.
Arqueé la espalda y gemí desde la profundidad de mi garganta. 
Me vuelve loca verlo así, tan agresivo conmigo, tan insensible.
Después de embestirme unos minutos me jaló hacia abajo  de la mesa , quedé de pie frente a él , me puso de espaldas y empujó mi espalda haciendo que me inclinara; jaló mi tanga rasgándola esta vez, voltee a verlo sorprendida, mantuvimos el contacto visual tres segundos  y me volvió a penetrar, mis uñas arañaban la mesa con desesperación mientras intentaba ahogar cualquier gemido o grito.
Me trataba como un contenedor, como un juguete ; como siempre busco ser tratada . ¿Cómo podía? ¿Cómo podía tener tan poca cautela de que alguien pudiera escuchar los gritos que se me escapaban cada que me jalaba , me penetraba bruscamente o me daba nalgadas muy fuertes? ¿Cómo podía casi olvidarse de que yo era una persona y no una muñeca ? ¿Cómo podía hacerme sentir tan usada, como si lo único que le preocupaba fueran las sensaciones que llegaban a su verga  y esa urgencia por aliviar la tensión acumulada en esa parte de su cuerpo ?
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