phantomswear

[phantomswear]

[phantomswear]

[phantomswear]

[phantomswear]

el recuerdo siempre me ataca. la presión de mis manos sobre mis costillas si alguien me tirara al suelo, me rompería en quinientos pedazos diferentes, uno más chiquito que el otro.

así, alguien cuidaría de mí. alguien por fin me querría. por fin valdría algo. sería una muñeca de trapo descosida, sucia, rota en dos, que alguien debería recoger cuidadosamente del suelo, para que no siga quebrándose más.

solamente para volver a unir cada uno de mis partes con su propia saliva, que sus besos dejarían. por fin tendría un valor. alguien recordaría mi sufrimiento. me tendrían pena. me hablarían con palabras dulces.

me cantarían canciones de cuna, que tus sueños sean siempre de amor, cariño y paz. para más tarde arroparme entre cálidas sábanas. se acostarían junto a mí, y mirándome a los ojos, me susurrarían cuánto me quieren, cuánto merezco el mundo, cómo necesito de su cuidado. entre susurros, culpa de todo a la fragilidad.

duermo plácidamente, pero hasta en mis sueños puedo sentir su mirada clavada en mis cansados párpados.

sus manos tocan una por una mis costillas, tocan melodías en ellas, una sonata es creada allí mismo. es recibida entre lágrimas y clemencias. entre moretones pintados en escuálidas y raquíticas piernas, que sin fuerzas se dejan caer frente a ti. porque sé que me sostendrás. siempre lo hiciste, siempre estuviste ahí. aún sin nuestros caminos cruzarse, tu presencia me rodeaba.

tu mejilla contra el hueco de mis entrañas, absorbiendo cualquier tipo de vitalidad. destrozando mis órganos, lentamente. ni las lágrimas podrán enmendar el desastre provocado por el recuerdo de tu sombra.

[phantomswear]

[phantomswear]

[phantomswear]

¿a dónde iremos a dar con nuestra sangre sucia? ¿habrá algún sitio para los solitarios, para los que no compusimos sinfonías, para los que no supimos hacer estallar en colores nuestra tristeza? para los que no hicimos concesiones, para los empecinados, para los que pretendimos el todo, la libertad absoluta y nos quedamos con el ardor de la nada.

habrá piedad para los que jugamos a cara ...o seca y perdimos? ¿a dónde iremos los que olvidamos sonreír en el momento necesario; los que no supimos retroceder cuando retroceder significaba avanzar? ¿dónde acabaremos los que nunca fuimos inocentes? ¿quién se apiadará de los desesperanzados cuando todo haya concluido y hoy mismo y esta misma tarde y en este tedioso instante quien golpeará la puerta para traer algo que no sea indiferencia, desprecio por nosotros, asco de nuestras caras o la boleta del gas?

¿en qué infierno acabaremos los equivocados, los que no fuimos genios, los que no fuimos dioses, los que sobrevivimos de prestado? que conocimos la luz y nos detuvimos a jugar con las sombras? ¿qué será de los vencidos ilesos? ¿qué será de los fracasados?

"obsesi​ó​n de vivir" j. sbarra

[phantomswear]

es quedarse sola, irremediablemente, en el sentido de que no voy a tener a nadie, a nadie a quien abrirle mi pecho, alguien que sienta de la misma forma desesperada, molesta e incómoda. que arrastre su corazón por el piso y manche las paredes con su sangre. que proclame mi hogar como el suyo y trate de acurrucarse sobre las ropas de mi infancia, tratando de que su olor se impregne en éstas, para que le llegue a una yo niña y que recuerde eso por toda su adolescencia, hasta el momento de reencontrarnos. que recuerde como un fantasma que apareció en un sueño de verano, en una pesadilla, un déjà vu de nostalgia. que arda y que avergüence, que lo haga sentirse tan estúpido, que llore todas sus emociones ante mí. que sienta todo, que me necesite de la misma forma que necesito la presencia de un dios.