Tumgik
rotten-trauma · 3 years
Text
Dentro de mi mente limítrofe.
He escrito el siguiente texto con la intención de trasmitir lo más fiel y real de cómo es la vida desde los adentros de una mente limítrofe, de mí mente limítrofe. Si leerlo te trae mareos y dolor de cabeza, habré logrado mi objetivo. 
(No te va a gustar.)
Tumblr media
Para mi es “todo o nada”, no hay cosas a medias. Y todo, absolutamente todo lo tomo personal. Estás de acuerdo conmigo, eres mi “amigx”, no estás de acuerdo conmigo, te considero mi enemigx. Te admiro o te repudio. Te amo o te odio. Después de dos minutos de convivir en el mismo espacio ya he decidido de qué lado te pondré. Juzgo, juzgo inmediatamente. Me doy cuenta de cosas que los demás no, soy muy observadora; identificaré tus puntos débiles y los fuertes de manera inmediata, todo puede y será usado en tu contra, o a tu favor si tienes suerte. Cuida tus palabras, cuida tus acciones. Sabré cuando mientes.
Yo pido, no, EXIJO lealtad completa e incondicional, y a cambio te daré exactamente lo mismo. Soy como un perro. Te amaré profundamente y sin titubeos. Me entregaré fielmente a ti. Te defenderé ante y contra todos sin importar nada. Pero si me fallas una vez me habrás perdido para siempre. Siempre habrá una parte de mi que desconfíe profundamente de ti. Me fallas una vez y fingiré ser tuya, pero no lo seré realmente; seré de todxs, menos tuya. Y cuando tenga oportunidad te lo haré saber, si es que eso te incomoda. Conmigo no existen las verdaderas segundas oportunidades, por mucho que lo diga o quiera que sea así; cuando lo jodes, lo has jodido por siempre. Me jodes definitivamente. 
¿Quieres estar conmigo? Tienes que ser míx, porque te necesito; necesito tu aprobación, tu atención, tu deseo, tu cariño, pero al mismo tiempo no lo quiero. No quiero necesitarte, así que te alejo, no quiero tu atención, así que desaparezco, no quiero tu cariño, así que te maltrato. Perdón, no me dejes, te necesito, aunque no lo admita. Quédate ahí, sentaditx y fingiendo que no sabes que te necesito. Quédate cerca, pero lo suficientemente lejos para que yo piense que  soy independiente y fuerte. No me presiones, no contestaré tus llamadas. No dejes de llamarme, no me abandones, “don’t give up on me”. 
¿Qué quieres que sea? ¡He sido de todo! Seré lo que tú quieras con tal de que me quieras a mi. Haré lo necesario por tu aprobación. ¿Qué necesitas recibir para que no te vayas? Alto. ¿Pero todo eso dónde me deja a mi cuando tú no estás? ¿Dónde quedo yo cuando no hay quien valide mi existencia? Soy un acertijo, como aquel del árbol que cae en el bosque sin nadie que escuche su caída.
Tengo personalidades diferentes. Son pequeñas, pero aveces importantes variaciones de mí misma. No te sorprendas si tres personas me describen de formas distintas. Todos tienen razón. Cada una de mis variantes brinca según la situación. Es el eterno juego del camaleón. Todo, al final, funciona como una coraza, un escudo y camuflaje inventado e improvisado para que el mundo no me toque. ¡Que no me toque!
No soy nadie. ¡No! Soy todo. Todos son yo. Todos quieren ser como yo, y quien no…¡Que chingue a su madre! Yo soy la más inteligente, la más guapa, la más chingona. Soy el centro del universo. ¡Sí que lo soy! Y me comportaré de tal forma, si así se me antoja. Tú no puedes ganar. No vas a ganar porque yo ganaré. Yo siempre tengo que salirme con la mía; necesito el control porque me siento tan desamparada sin él, pero tú no puedes saber eso. Tú no puedes saber eso de ninguna manera, tú no puedes saber eso sobre mí. No puedes conocerme tampoco porque yo soy lo peor de lo peor. ¿Por qué alguien querría ser como yo? ¿Cómo soy yo? 
Aveces la vida se siente como una película, y además de todo…no soy yo la protagonista. Nada es real. Nada importa realmente. ¡El mundo es una mierda! Es tan complicado y aterrador estar viva. Tengo miedo. Cuando hay problemas me paralizo, el mundo se me viene abajo. ¿¡Que nadie ve que me resulta tan difícil existir!? ¿¡Que nadie ve que me parto del dolor!? ¿¡Que a nadie le importa!? ¿Por qué no me creen? No estoy loca.
Esporádicamente siento que no existo. Mi cuerpo vibra y comienza a evaporarse. Soy un ente gaseoso, luego no soy nada. ¿Por qué duele si no existo? Tiene que ser real. Amenos que…mi dolor tampoco sea real. ¿Me lo he inventado todo? ¡Claro, eso tiene que ser! No está pasando nada, nada duele, todo está bien. Yo estoy bien. (JAJAJAJAJAJAJA) Que tonta, haber creído que algo andaba mal conmigo. ¡Soy tan “normal”!
¿Te parezco “normal”? ¿Qué es “normal”? No soy eso. ¿Por qué me engaño? ¡Tengo que aceptarlo! ¡Estoy loca! Estoy completamente loca. No hay remedio. ¿O lo hay? No, no puede haber arreglo para esta cabeza tan desequilibrada y para esta alma tan rota. Estoy rota, soy inservible, disfuncional. Soy una basura. Una basura imaginaria. Persona desechable, soy.
Unx amigx es lo que más deseo en este mundo, pero no sé cómo cuidar de una amistad. Mi ansiedad social nunca me permite relajarme. Pienso en cosas que dije e hice cuando tenía ocho años.  Pienso demasiado todo. “¡TONTA! ¡LO ARRUINASTE! ¿QUÉ PENSARÁN ESAS PERSONAS DE TI AHORA? ¡TONTA! ¡LO SIGUES ARRUINANDO TODO CON TUS MALOS CHISTES! ¡TONTA! ¿QUÉ NO VES QUE PEDIR ESO DE COMER HARÁ QUE TODOS TE JUZGUEN Y NADIE QUIERA SER TU AMIGO? ¡TONTA! NO TE SIENTES ASÍ. MEJOR NO HABLES. QUÉDATE CALLADA Y QUIETA COMO UN CHAMPIÑÓN.” Me da miedo cagarla. Aveces pienso que simplemente respirando la estoy cagando. ¡No quiero cagarla!
Me encanta la controversia, me gusta ser la rebelde de los grupos, esa cabra que tira para el lado contrario. Prefiero ser la chica rebelde que no ser nadie, es mejor ser la persona depresiva que no ser nadie, prefiero ser la chica enferma de bulimia que no ser nadie, prefiero pertenecer a alguna minoría que no pertenecer a nada ni nadie. Por lo menos así más o menos tengo un poco de calma al salir a la calle. Me hago creer que la gente me mira y señala no por como me veo, no por como camino, no por como huelo, no por mi cara, sino por mis tatuajes, por mi collar. Me doy motivos y razones para el rechazo de la gente. Es mejor eso que no saber por qué. Todo esto me quita dos gramos de ansiedad. Dos gramos es suficiente para existir con más calma. Dos gramos no es nada.
¡En verdad nadie me mira! ¡Nadie me señala! La gente va a su bola, ¿Por qué siento entonces que me miran y se burlan? ¡¡NO SE BURLEN!! ¡¡CÁLLENSE TODOS!! ¡NO ME VEAS! ¿No me ves?
¡BÚ! Te asusto yo, antes de que me asustes tú. No quiero ni conocerte, prefiero ahorrarme las decepciones y los malos ratos que ya sé que me harás pasar. Cuando puedo tenerte, no te quiero más. Cuando no puedo tenerte, debo tenerte. No te atrevas a preocuparte realmente por mi, sólo alimentarás a la culpa que vive en lo profundo de mi alma. Me sentiré mal por hacerte pasar malos ratos preocupándote por alguien que no vale la pena, me haré sentir a mi misma insuficiente y mala para ti y me encargaré de decírtelo cada que pueda. “¿Por qué no me dejas? ¿Por qué no te vas? ¿Por qué no estás con alguien que pueda darte y ser lo que mereces? ¿Por qué sigues aquí? Deberías pensarte bien si realmente quieres estar aquí conmigo.” 
¿Cómo? ¿No vas a preocuparte por mi? ¿Cómo? ¿Que te vas? ¿Que no tienes corazón? ¿Que no ves que yo daría todo por ti? ¿Por qué tu das tan poco? Me siento abandonada. Persona desechable, soy. Abandonada de nuevo, abandonada siempre. ¿Abandonada por quién? Yo misma me he abandonado en ocasiones. 
Aquel líquido negro del que los griegos hablaban recorre mis venas. Lo hago mío. Melancolía soy yo, yo soy melancólica. Me “morboseo” con mi dolor, lo abrazo. Lo hago mío. ¡No lo quiero! ¿Por qué continúo entonces? No hay control. ¿Tú crees que yo quiero que duela como me duele? ¡No quiero! 
“Todo está en tu mente.”, “Tú tienes el control y el poder de sanarte.”, ¿Qué no ven que justo es ese mi problema? ¿Qué no entienden que ese es el agobio de mi existencia? ¡Claro que está en mi mente! Esta bien clavado en mi mente. Y no, no tengo el control, no tengo ningún poder. ¡Es por eso que sufro! Es ese justo mi problema. ¿Por qué no entienden que existir para mí es cien veces más complicado que para ustedes? ¡POR QUÉ NO ME CREEN! Estoy cansada de luchar con esto sola, de luchar conmigo misma las 24 horas de los siete días de la semana. ¡Estoy cansada de que no me crean! ¿Por qué vivir es tan complicado? Se ve tan sencillo cuando tú lo haces. ¡No es justo! 
Hay un enojo muy vivo en mi. Vive en la raíz. Aún no sé por dónde llegó, aún no entiendo qué pudo enojarme tanto que aún hay residuos vivos. Mi ira es peligrosamente inflamable y patéticamente efímera. El enojo es eterno, constante. En medio de la ira no pienso. En medio del enojo pienso demasiado. 
Ambivalencia. Ambivalente yo. Ambivalencia ante todo. Ambivalencia contigo, con ellos, con todos. Ambivalencia conmigo. Un día me caes bien, al día siguiente no tolero tu presencia. Un día me siento tocada por el mismísimo diosito, a los pocos minutos recuerdo que soy una mierda. Un día la vida es sencilla, al siguiente todo es tan complicado y yo tan pequeña. Pequeña y vulnerable. Unos días quiero y siento que puedo comerme al mundo en unos cuantos bocados, otros días siento que el mundo me come de un bocado a mi. Hay días en los que mi autoestima está en el nivel ideal, hay otros días en los que peco de soberbia y vanidad, y también existen los días en los que la autoestima se encuentra en niveles bajo cero.
¿Una ducha? ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene? No quiero ver a nadie, no quiero verte. No puedo ver a nadie. Nadie puede verme. No estoy lista para que el mundo me toque. ¡QUE NO ME TOQUE!  No quiero salir de la casa, no quiero si quiera salir de la cama. No es pereza, es cansancio y no físico. Es un cansancio profundo e interno, muy interno, reside en la mente. Controlarme de la forma en la que lo hago diario es agotador. Todo el tiempo mi energía está ocupada en contenerme, en lograr existir y sobrevivir.
Esa noche estaba tan cansada que no conseguía el sueño; no lograba apagar la cabeza. ¡Que tortura no poder descansar de mi misma! Tomé pastillas, muchas pastillas. Las pasaba con largos tragos de vino. Cuando todo comenzaba a apagarse llegó el miedo y pedí ayuda. ¡Es que no quiero morir realmente! ¡Ayuda! ¡Quería descansar! Sólo quería descansar. ¡Yo sí quiero vivir! Quiero vivir, no sobrevivir. No quiero morir, pero no quiero estar aquí. ¿A dónde va uno cuando no quiere estar en ninguna parte? No hay salida, nunca hay descanso. No existe refugio de uno mismo.
Existen días en los que me da tanto miedo el mundo que simplemente no logro salir y mostrarme ante él. No es un miedo irracional, es un miedo real, es el mismo miedo que compartimos los trastornados con los sanos, sólo que yo lo vivo a su máxima potencia, lo llevo al grado de no funcionar “adecuadamente”.  
El miedo viene desde cada rincón y recoveco de mi ser, y desde ahí me ataca vorazmente. Me dan miedo muchas cosas y vivo mis pesadillas todos los días. Como que me reto a mi misma…¿O me chingo a mi misma? En fin, qué más da. Me da miedo la vida adulta, me da miedo eso de trabajar y estar sola, me aterra eso de las responsabilidades, en especial la responsabilidad total sobre mí misma. Aún necesito de alguien que me cuide, aún quiero a alguien que me mime. ¡Soy una eterna niña detenida por el crecimiento de su inteligencia emocional! Y sólo porque quiero eso, jalé al lado contrario. Me apresuré a vivir esa vida que tanto me aterra, aquella para la que no me sentía capaz. ¡SOY CAPAZ, CHINGADA MADRE! Bueno, más o menos. 
También me da miedo que me dejen. Me da miedo no ser lo suficientemente buena como para que alguien quiera permanecer conmigo. Y sólo porque me aterra que me dejes, provoco que me dejes. Es que no es lo mismo si yo hago que te vayas, a que te vayas sin que yo lo pretenda. ¡Yo tengo que proponerlo primero para que no me duela tanto cuando lo hagas! Y si no es mi miedo a que me abandonen lo que me hace alejarte, es que te quiero demasiado. Más allá de que me dejes, me aterra lastimarte. Me da miedo herir a buenas personas, me da miedo destruir como sé que puedo.
Todo es HD para mi. Siento cada fragmento, de cada sentimiento en cada poro de mi cuerpo. Unos días me siento tan aislada, como en una burbuja grande; todo se escucha medio lejos, todo se ve medio borroso. Otros días esa burbuja no existe y de pronto estoy tan expuesta que me abruma tanta cercanía. Todo es nítido. Los sentidos en máxima potencia. Aveces me siento tan sensible que no tolero presencia alguna. Me molestan los sonidos ajenos a mí, me molestan los aromas que me rodean. Me molestan las texturas, incluso llevar ropa es incómodo. Me produce ansiedad, no, enojo. ¡Son ambas! Cuando es uno de esos días prefiero esconderme dentro de mis cuatro paredes. Pierdo clases, pierdo trabajos, pierdo amistades, pierdo experiencias, pierdo oportunidades. Pierdo mi vida. ¡Estoy perdiéndome mi vida! ¡Quiero mi vida!
Hay momentos en los que no siento nada. No hay empatía por nada ni nadie. Nada me apasiona. Nada me mueve. Soy un zombie. No vivo, sobrevivo. Todo me parece aburrido, absurdo, estúpido, sin sentido. Todo. Me convierto en una roca, nada me penetra, nada me rompe. 
¡TODO ME ROMPE! Todo me afecta. Ansiedad. La ansiedad es tanta que no sé cómo controlarla. Me golpeo la cara, me entierro las uñas en la piel, como hasta no poder más, me arranco piel de las manos. ¡De alguna forma debe salir! Culpa. Culpa y vergüenza. ¿Por qué te golpeas? ¿Por qué comiste tanto? Tanta vergüenza. Aquí viene la ansiedad de nuevo. No puedo hacer cosas que hacía antes, aprendí a ser discreta. ¡CAMALEÓN! Mis comportamientos autodestructivos se fueron sofisticando cada vez más, hasta el grado en el que son casi imperceptibles por los demás. Ya no vomito más, ya no marco mi piel. Ahora me voy de fiesta con desconocidos, camino sola de noche por calles poco seguras, tengo sexo no seguro, pruebo drogas esperando lograr engancharme a una como lo hice con el Cannabis, gasto dinero sin planificación ni control ninguno, fumo. Cosas “típicas” con una intención escondida. Autodestrucción. Autodesprecio. Autosaboteaje. 
Mil ideas. Mi mente no para de crear, pero mis manos no crean nada. Mi cuerpo nunca va al ritmo al que va mi cabeza. Estoy en cinco lados menos en el aquí. Si tan solo hiciera una sola cosa de lo que pienso que quiero hacer, seguramente estaría más tranquila. 
Siempre hay algo que pienso que me salvará milagrosamente. Como si mi paz permaneciera oculta en otro lado fuera de mí misma, como si algo o alguien fueran la solución a mi agonía: “Seguro tener una computadora hará que lea más.”, “Seguro adoptar un perro me ayudará a salir más seguido de casa.”, “Seguro un nuevo departamento me motivará a ser más ordenada.”, “Si tuviera una gran mesa de dibujo por supuesto que dibujaría diario.”. Siempre creo que algo me salvará y nada nunca lo hace. Nada nunca es suficiente. Hay un vacío tan grande y profundo en mis adentros que nada nunca logra llenarme. ¡Nada nunca es suficiente! ¿Por qué? ¿Qué quiero? ¿Qué me falta exactamente? Nunca sé. Falta todo. Falta nada. Vacío. El vacío me carcome. Me tiene retorciéndome por dentro. Me da culpa. Me siento culpable por no saber apreciar las cosas que tengo: una pareja más que maravillosa, una buena familia, un techo, ropa, estudios, trabajo, “talento”. ¿Por qué es tan difícil para mi verlo? ¿Por qué es tan complicado apreciarlo? Culpa. Vergüenza. Aquí viene la ansiedad de nuevo. No, no me hace falta nada. Me hace falta todo. 
Hay una soledad que me acompaña noche y día. No importa lo acompañada que esté, estoy sola. Siempre estoy sola. Hablo conmigo misma, grito, lloro. Baja un poco la presión, y puedo continuar existiendo, muy discretamente. Hablo conmigo misma porque no sé hablar con nadie más. No sé cómo decir exactamente lo que quiero decir, no sé cómo darme a entender. Es que yo no vivo la realidad como la vives tú. Vivo en pequeños fragmentos de recuerdos borrosos que muevo y cambio de contexto. Hago collages con ellos y formo mi propia realidad; a medias, confusa, descontextualizada, borrosa, enmarañada.  Primero parece que todo tiene sentido, luego no. Entonces me enfado y me frustro. En una parte de mi collage me importas, pero en otra recuerdo fuera de contexto cuando dijiste eso que dijiste y entonces no puedo confiar más en ti, o no hasta el siguiente momento cuando el collage toma sentido de nuevo, brevemente. No logro mantenerme en el presente, porque mi mente da constantes y toscos brincos entre el pasado y el futuro.  
Así de confusa y agobiante es la vida en mis adentros. No es vida. Es una puta montaña rusa de emociones infinita e incontrolable, de la cual me quiero bajar ya. ¡ME QUIERO BAJAR YA! ¡Ayúdame! No me ayudes. Ayúdame sin que me de cuenta de que me estás ayudando, pero por favor, don’t give up on me.
1K notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
porque al final del día cuando te das cuenta de que no eres más que una persona del montón, te es imposible no ser corrompido por la envidia. y sobre todo, sientes que no importa cuánto lo intentes; jamás llegarás tan lejos como aquellos que nacieron con talento.
28 notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
me siento indiferente ante tu presencia, toda la confianza que solía tener en ti se desvaneció como neblina en un triste día de primavera. pero es demasiado tarde, ya no podemos recuperar nada.
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
no estoy cómoda con tu presencia
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
¿a quién le importan las consecuencias mientras estés flaca?
94 notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
mi vida parece un capítulo trágico de la rosa de guadalupe.
27 notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
fuí demasiado lejos cuando estaba rogando de rodillas. fuí demasiado lejos cuando corte mis brazos, así que podrías parar y mírame sangrar. fuí demasiado lejos y bese el suelo bajo tus pies.
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
sólo me voy a quedar aquí, esperando a que lo peor suceda, ¿acaso tengo otra opción?
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
quiero autolesión, quiero tijeras, quiero pastillas, quiero melatonina, quiero llorar, quiero música, reventar mis oídos, quiero morir, quiero vivir, no sobrevivir, quiero el amor de mamá.
quiero tanto y no tengo nada.
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Photo
tú eres la razón por la que quiero morir
Tumblr media
4K notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
la cólera se esparció en mí como una fiebre aquella noche cuando nos abandonaste.
¿qué podría yo haber dicho para detenerte? ¿pudo haber sido el cielo de noviembre?
“ya has llorado demasiado, pequeño. ella no vale la pena” “cuando seas grande lo vas comprender”
nunca encontré las palabras correctas para un niño de sólo seis años que tenía el corazón y el alma hechos un lío, un niño que no comprendía nada y sólo sabía llorar tu partida.
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
¿el dolor me va a matar ésta noche?
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
mamá, ¿por qué me odias?
te necesito.
mamá, ¿por qué mis brazos sangran y el alma me duele tanto?
mamá, deberías estar llorando, tú eres la culpable de esto.
mamá, te amo.
cántame canciones de cuna para poder dormir por siempre.
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
aferrarme a cosas efímeras y crear recuerdos permanentes.
ese siempre ha sido mi problema.
2 notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
siento que los días y los meses pasan y yo no estoy haciendo nada. me ahoga la desesperanza, la fobia hacia mi futuro incierto me consume.
0 notes
rotten-trauma · 4 years
Text
perdóname por ser una cobarde, pero es que huir es mi método de supervivencia.
3 notes · View notes
rotten-trauma · 4 years
Text
Tumblr media
𝐊𝐈𝐑𝐀
0 notes