Tumgik
#no porque él tenga ningún tipo de decencia en su persona
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No quiero anticiparme pero el hecho de la cosa no pinte bien demuestra que la gente no tiene memoria, que el odio por "los mismos de siempre" nos va a volver a llevar a la violencia, la hiperinflación, al 2001, la privatización y la pérdida de los derechos que venimos conquistando durante la democracia. No les importa una mierda que milei sea un psicótico incoherente facho que revindica a las peores personas de la historia, porque no es Massa.
Dicen "ay pero él dijo que no va a (inserte cosa que dijo que iba a hacer en televisión en vivo)" y realmente lo creen. El momento en que en serio empiece a hacer las barbaridades que dijo al principio que no se sorprendan, que nosotros les dijimos desde un principio
Ya dejé de tener ningún tipo de paciencia por los votantes del hijo de puta este. Ellos son los que trajeron al país a este punto. No dejen que se olviden de eso
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rralcalde · 6 years
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Fabricación de un cornudo
Que  tu marido se quiera convertir en un cornudo puede ser una de las cosas más gratificantes que jamás hayas hecho. Un marido cornudo será completamente sumiso. Él satisfará todos tus antojos sexuales, manejará los quehaceres mundanos de tu vida, te permitirá dormir con quien quieras, se someterá a la humillación que TÚ quieras y, por supuesto, te amará incondicionalmente.
Pero ten cuidado, los cuernos también pueden ser una de las cosas más desafiantes que jamás hayas hecho. El proceso es largo, complicado, consume mucha energía y de ningún modo seguro de éxito. La tensión en su matrimonio será increíble, y pueden pasar semanas o meses antes de que tenga éxito, pero al final valdrá la pena.
Esperamos que esto ayude a educar a las mujeres sobre cómo comenzar el maravilloso viaje de la dominación femenina y, con un poco de suerte, aliviar algo de la aprensión que podría impedir que una mujer lo intente alguna vez. Después de leer, espero que sea más claro que ponerle el cuerno a tu marido no es tan difícil como parece, y que lograr esta hazaña es más posible de lo que creías.
La razón más común por la que una mujer no engaña a su marido es porque cree que nunca lo hará, que él no es del tipo. Este es un mito tal que debe ser disipado de inmediato. Muchos cornudos comienzan como maridos ordinarios. Su marido puede ser tan varonil como los hombres, pero no se preocupe, los cuernos son a menudo solo una cuestión sacar el lado sumiso del marido. Tómese en serio el hecho de que, debajo de todo su machismo y orgullo, hay un hombre amoroso que le ruega que lo obligue a hacer todo tipo de cosas desagradables.
Primero entrénate
Piensa en cuernos como una experiencia. Para la esposa que se anima a hacer cornudo a su esposo, debe tener un dominio completo de ciertas habilidades. Al igual que en cualquier profesión, debe ir a la escuela, leer y practicar. Entonces, como un profesional, antes de comenzar a entrenar a su esposo, primero debe entrenarse. Estás por emprender un viaje increíble; quieres estar preparada, ¿verdad?
El mundo del cuerno es diferente al mundo normal. Tiene varias reglas y costumbres que son diferentes de la vida cotidiana, de las cuales debes estar consciente. Debes sumergirte en esta nueva cultura. Para comenzar, comienza a leer historias eróticas que tratan sobre el cuerno. Muchas mujeres antes que usted han engañado a sus maridos y registrado sus experiencias. También muchos hombres han escrito sobre su decencia en la dominación femenina. Aprende de ellos. Leer historias te familiarizará con el nuevo mundo del cuerno y te evitará tener que reinventar cualquier cosa. Más allá de las historias, es posible que desee leer libros sobre dominación femenina.
También debe entrenarse para ser sexualmente más independiente. Si quieres controlar a tu marido, debes minimizar la necesidad y el uso de su pene. A medida que avances, necesitarás negarle a tu esposo algunos de los placeres de tu cuerpo y esto solo será posible si eres lo suficientemente fuerte como para abstenerte de tener relaciones sexuales con él. Su interés en que tengas sexo con otras personas es:
    1.-  El sexo entre ustedes dos es bueno pero a él le falta algo
  2.-  Quiere un mejor sexo para ti y que conozcas más hombres en tu vida
 Si tu esposo ha mencionado tener un 3-algo, esto no debería ser demasiado difícil y lo siguiente te ayudará a abrir estas puertas y perderle el miedo al mundo de los cornudos. Así que vamos a cambiar nuestra conducta de la siguiente manera:
·         Mastúrbate abiertamente a menudo.
·          Compra vibradores, consoladores, lociones, ropa y lencería
·          Comience a ver buena pornografía ( por supuesto cuckold).
·          Relájate y diviértete
 Visita tu sex shop local y pide ideas. También es posible que desee pensar en comprar juguetes que, después de usar en ti misma, también puedes utilizar con tu marido una vez que esté debidamente capacitado. La clave es que cuando realmente tengas ganas de follar, entrena para buscar la satisfacción de una fuente que no sea tu marido. Por ejemplo, cuando estás caliente, saca tu vibrador y haz que mire. Muéstrale cómo puedes cuidarte. Ahora vamos a cambiar tu actitud externa / pública. Una buena forma de ayudar a su entrenamiento es cambiar su apariencia. Haz que tu objetivo sea convertirte en un hotwife. El foco principal de una hotwife es expresar su sexualidad y cuidarse:         *      Zapatos sexy. Apóyate en una apariencia más sexualmente agresiva         *      afeita tu coño.         *      Usa ropa corta o apretada. ¡Muestra sus ACTIVOS!         *     ¡Huela bien!         *     Ir al gimnasio         *    Por la noche, usa lencería sexy o duerme desnuda. Si comienzas a hacer cosas como estas, no solo estarás enviando una señal a tu esposo de que has cambiado, sino que estarás enviando una señal a ti misma. Porque te ves como una mujer nueva, pensarás que eres una ardiente, ¡y entonces serás una ardiente! Las ventajas de ser un hotwife son numerosas. Tu marido ansiará mucho más por ti, incluso si no lo muestra, otros hombres te desearan (esto aumentará tu confianza), y tu energía sexual aumentará, todo lo cual puedes canalizar hacia el poder. También siéntase libre de comenzar a flirtear. Probablemente haya pasado mucho tiempo desde que has coqueteado con otro hombre, por lo que necesitarás práctica. Mire a los hombres a los ojos y sonría. Si deja caer algo en la oficina, inclínese sin doblar las rodillas. Por la noche salir con amigas a las que les gusta ir de fiesta. Que sea una meta ligar con al menos un hombre por día. La clave es aumentar tu confianza. No solo será muy satisfactorio saber que hay otros hombres que están interesados ​​en ti, pero en el fondo de tu mente puedes usar este conocimiento como influencia contra tu esposo.
Comenzando Una vez que se haya educado adecuadamente, haya ganado confianza sexual y confianza, es hora de comenzar. La primera presentación delante de tu esposo es la fase más desafiante del proceso. Incluso si él quiere ser tu cornudo. Durante este tiempo, el poder en su relación fluirá. Ninguno de ustedes estará seguro de dónde se encuentra el otro. Esta incertidumbre será incómoda para los dos porque es una naturaleza humana ordenar el mundo. Tendrá dudas tales como: "¿Estoy siendo demasiado dura con él?" "¿Fue una buena idea?" "¿Arruiné nuestro matrimonio?" Estos son pensamientos completamente . Al comenzar tus cambios, es hora de comunicarse de una manera amorosa y confiable. Cuckolding en su forma más verdadera, no es una puerta de entrada para tirar a tu pareja o pareja, es un trampolín para una relación más feliz. Si no lo hace, ¿cómo puede seguir el juego? Recuerda, tu marido quiere ser engañado. Solo necesitas romper el hielo. Por ejemplo: ¿Alguna vez tu esposo te ha mencionado cómo te sentirías acerca de un trío, o cualquier cosa extramatrimonial? Este puede ser un buen lugar para comenzar si lo hiciera. Primero haga que su esposo esté realmente caliente de una manera que aún le permita hablar con él. Una vez que está cerca del orgasmo, pregúntale, "Oye cariño, ¿recuerdas aquella vez que mencionaste hacerte cornudo? ¿Todavía sientes lo mismo al respecto? Juzgue su reacción. Sus ojos pueden encenderse o su corazón puede comenzar a latir más rápido. Él tratará de ocultar su emoción, por supuesto. Él preguntará, "¿Realmente lo considerarías?" Y puedes decir: "Bueno, he estado pensando en eso". Puede ser divertido hacer algunos cambios ".
Ten en cuenta el rango de maneras de hablarle. También ten en cuenta que el cuerno fue mencionado. En esta etapa temprana no hay necesidad de ser específico. Lo único que necesita preocuparse es el mensaje principal: "Te gustaría ser más expresivo y probar cosas nuevas". ¿Qué hombre de sangre roja no le gustaría los cambios que está viendo? elige el método con el que te sientas más cómoda. Desafío de sutileza Después de hacerle saber que las cosas cambiarán en la casa, debe seguir adelante. Recuerda, él no solo le dará control, tendrá que quitárselo. Si te criaron bien, probablemente no sea fácil para ti. Te enseñaron a tratar a todos con el mismo respeto que deseas tener. Esta es una de las partes más difíciles del cuerno porque romperás la regla de oro, pero una vez que te acostumbras, se vuelve natural. Comience por quitar aspectos de su identidad masculina. Una de las primeras cosas que puede hacer es quitar su identidad. Por ejemplo, feminice el nombre de su esposo; Juan puede convertirse en Juani. Tu objetivo principal es igualarlo con debilidad: históricamente mujeres y niños. En realidad, tenga una conversación con él sobre esto. Hazle saber que lo llamarás algo nuevo a partir de ahora. Además, no dejes que te llame por tu nombre nunca más. Solo iguales pueden llamarse por su nombre. Cuando le hagas una pregunta sí o no, haz que responda con "Sí, ama" o "No, ama". Esto lo ayudará a condicionarlo como subordinado. Cuando esto se vuelva más cómodo, oblígalo a que se refiera a usted como "Diosa". En la misma línea, puedes llamarle apodos como "pequeño" . Y referirse a su pene como "diminuto". Esto afectará su inseguridad con el tamaño de su pene, y si nunca tuvo una inseguridad, creará uno. Otros ejemplos de desafiar a su marido son tomarse su tiempo libre regalándole tareas, su dinero y sus pertenencias, exigiéndole que sea frugal, y su vida sexual lejos, retirando el sexo. Comience con poco, pero sea firme. Usted quiere que se acostumbre a enviar, a medida que se acostumbra a dominar. Por ejemplo, haz que haga la cama todas las mañanas a partir de ahora en lugar de ti. Incluso algo tan intrascendente como hacer la cama tendrá un efecto de sumisi��n sobre él y será algo sobre lo que se basará más adelante. Por ejemplo, cuando sientes que es el momento adecuado, puedes aumentar sus responsabilidades, "Cariño, ya que estás haciendo un gran trabajo haciendo la cama todos los días, voy a tener que limpiar toda la habitación todas las mañanas a partir de ahora. también."
Tómate tu tiempo en adiestrarlo. Es más importante que se sienta cómodo con la transición en lugar del proceso real. Te estás entrenando para ser la esposa hermosa y fuerte cuyo marido ruega por complacerte. Se estricta con las reglas que haces. Si su esposo no saca la basura, infórmele su desagrado. Castígalo con consecuencias reales si se equivoca
El castigo puede ser muchas cosas dependiendo de tu estilo. Puedes ser pasivo agresivo retirando el sexo. Puedes ser muy agresivo y azotarlo. Puedes obligarlo a hacer algo pervertido, como comer su propio semen. Solo asegúrate de comunicarte con él en el momento  en que estás disgustada con él y de que habrá consecuencias. Ser amable
La belleza de ser sutilmente mala con su marido no está en sus beneficios directos, sino en cómo redefine ser amable. Las cosas que solían ser normales para él ahora son golosinas especiales. Él solía poder tener sexo contigo siempre que quería, pero debido a que has restringido el sexo con él, lo has convertido en un evento raro, algo para contemplar. Al desafiar a su esposo, reducirá su nivel de lo que se considera bueno. Usa este concepto una vez que haya establecido una línea base, lo que probablemente demorará algunas semanas. Una vez que haya establecido una norma cómoda, puede dar pasos más grandes. Por ejemplo, hágale saber que una recompensa seguirá su buen comportamiento futuro. Puedes decir: "He decidido hoy que si eres un buen chico durante toda la semana y haces todos tus quehaceres, te daré una mamada al final de la semana". Una mamada hace solo unas semanas no era Vale la pena hacer toda una semana de tareas domésticas, pero debido a que eres mala ahora, el valor de una mamada ha aumentado enormemente. Siendo "agradable" como este le das a tu esposo un incentivo para seguir tus reglas, profundizando aún más tu control. Se trata de palos y zanahorias. Recompénselo por su buen comportamiento, castígalo por lo malo, y lo más importante, recuérdale que eres la jefa. Tu placer primero Una vez que hayas dominado el dominio, puedes avanzar a una nueva lección. Entrenarlo para subordinar su placer al tuyo. Su nueva razón de ser será únicamente para complacer a su amante. Házle saber esto. Cosas como el auto nuevo que planeaba comprar se salen de los límites. Noches con sus amigos, no, tiene que quedarse en casa. ¿Pescar? No, él tiene que lavar la ropa. Esto no solo lo degradará, sino que te dará más tiempo libre. ¡Aprovecha esto y disfrútalo! Vaya a la piscina y relájese, vaya al gimnasio, haga nuevos amigos y salga con sus nuevos amigos. Ya no tendrá que preocuparse por los niños porque su esposo los está mirando. Y como le prohibió comprar ese artículo importante para el que ha estado ahorrando, ¡vaya de compras! Hay mucho dinero ahora, ¿verdad? Este es el momento de ser un hotwife, ve por ello
Si no haces estas cosas al decidir que preferirías ser amable con él, será para tu impedimento. Depende de usted llenar el vacío de la impotencia de su esposo. Si solo lo obligas a no comprar el auto, pero luego no gastas el dinero liberado, le estás enviando un mensaje incompleto. Gaste el dinero del automóvil y hágale saber: "A usted, su esposa, no le importa su placer porque el mío es más importante". Asegúrese de llenar el vacío; no quieres que todo tu trabajo duro se desperdicie. Cambiar la definición de sexo Esta lección es especialmente importante. Tu placer es lo primero. Período, ¡NO pregunta! Cada pareja definirá su versión de Cuckolding de manera diferente, sin importar si define los límites. La mamada es el epítome de dar placer. Es tu elección cómo proceder, como mínimo deben ser estrictamente restringidos o detenidos. Este sería el regalo más querido de tu Amante.
Cópula con él (tal vez). Las relaciones sexuales equivalen a tus dos placeres, no exactamente el mensaje que deseas enviarle tampoco. Si él insiste en el sexo, asegúrese de que haya sido el caballero amoroso perfecto. Toma un gran consolador y mastúrbate, asegúrate de mencionar cuánto más grande es su pene y cuánto disfrutas tener una "polla gorda" en ti. Mejor aún, haga que cambie a complacerlo con su boca.
Pídale que use un condón. ¿Por qué? Porque lo que quieres es un hotwife y esto demuestra tu dominio. Esto reducirá en gran medida su placer.
Usa su lengua Lo mejor en lo que puedes convertir el sexo es en que te coma, punto. Es posible que desee ponerse en cuclillas en la cara y obligarlo a comer tu coño, o recostarse sobre su espalda y hacerlo que coma. De cualquier manera, pronto debería aprender a qué te refieres cuando dices: "Tengamos sexo". Para él, a lo sumo, que se masturbe después y solo si hizo un buen trabajo.
Desde aquí puedes llevar las cosas más allá. Una buena forma de hacerlo es con las condiciones. Una condición es básicamente un intercambio. Por ejemplo, "Está bien, te dejaré que te vengas esta noche, pero puedes guardarlo y comerlo más tarde" o "Muy bien perra, voy a ser agradable esta noche y dejar que me comas". O simplemente podrías prometer favores sexuales, solo para no permitir su satisfacción. Al usar condiciones, puede llevarlo a niveles superiores de sumisión voluntariamente. Esto vale más que el placer momentáneo que le cambias. Mi esposo,  siempre usa un condón sabe que el placer de mi sexo al natural solo está reservado a mis amantes. Una vez que has conseguido que tu maridito haga una degradación una vez, se convierte en un requisito continuo. Confíe en nosotros, los tiempos posteriores se vuelven mucho más fáciles. Digamos que ha pasado un mes desde que le permitiste a tu esposo meter su pene en ti. Entonces, una noche, le ofreciste la oportunidad de follarte siempre que pudieras follar después. Es hora de negociar. Cuando él está tan desesperado por sentir tu coño suave y cálido, y lo estará, es hora de  negociar. La noche en que le das un buen semen, te pones el consolador de correa y te lo metes en el culo por primera vez. Ahora has hecho que sea mucho más fácil follarlo por el culo por segunda vez rompiendo esa barrera inicial. Probablemente no necesites negociar con él otra vez, solo forzarlo. Se recomienda usar una condición en cada hito importante del cornudo. Por ejemplo, cuando traes a otro hombre a la relación. Este es un gran paso para él, por lo que tendrá que persuadirlo junto con las recompensas. No uses las condiciones para siempre Son solo una herramienta para usar en las etapas iniciales de domesticar a su esposo. Después de un tiempo habrás acumulado tanto poder que no habrá necesidad de ellos. Puedes hacer que haga lo que quieras. Una vez que hayas llegado a este punto, usar una condición te hará parecer más débil.
Con gran poder viene la responsabilidad! Ir más allá
 Pruébalo. En algún momento alrededor de este punto habrás alcanzado un hito en el que puedes decir que oficialmente has condicionado a tu esposo para que sea tu cornudo. Por lo general, ocurre después de haber obligado a su esposo a hacer algo tan depravado que ya no se respeta a sí mismo. Puede ser la noche en que tomas su virginidad anal, la noche en que vuelves a casa desde un bar y le haces comer el semen de otro hombre de tu coño, o el momento en que lo obligas a chupar el pene más grande de otro hombre. Todo el trabajo duro que has hecho entrenando a ti mismo y a tu marido culmina aquí. Tendrá que tomar muchas más decisiones porque ha diferido la autoridad hacia usted, su dominatriz. Has cambiado el propósito de tu vida de la búsqueda de la felicidad a la búsqueda de tu felicidad; debes darle todas las oportunidades para cumplir esta nueva misión y estará agradecido de servirte. Ahora relájate, ¡lo has logrado! Disfruta de los beneficios de estilo de vida cuckold  tiene para ofrecer. Vive una vida de ocio. ¿Tiene su marido a cargo de todas las cosas mundanas? Haz que haga todo tipo de cosas desagradables y pervertidas. Duerme con otros hombres y tráelos a casa para jugar. Lo que sea que elijas hacer con tu cornudo, disfruta del lujo de tener la opción. Ahora que ha engañado a su esposo, su trabajo como Ama acaba de comenzar. De ahora en adelante tienes el control total y tendrás que usarlo. Tu esposo necesitará una mano fuerte para guiarlo. Le dirá qué ponerse, qué comer y cómo gastar su tiempo y su dinero. Su único propósito será servirte. Aquí hay algunas ideas sobre cómo mantener el dominio.
Su pene Otro dolor de cabeza aparente para ti será el pene de tu marido. Es pequeño, se corre demasiado rápido y no te da placer. Sin embargo, si eres inteligente, puede ser una herramienta útil para humillarlo. Siéntase libre de burlarse abiertamente de su pene. Hazle saber constantemente que crees que su pene es menos que adecuado. Compare esto para alabar a su consolador. Déjalo estar contigo en la habitación mientras te masturbas con él. Hazle saber lo bien que se siente ser follada por una "polla real". Asegúrate de correrte realmente duro. Después de que termines de darte placer, muéstrale que usaste y coño y dile, "Así es como se ve mi coño después de una polla real". Luego haz que lamer el consolador y tratarlo como un santo objeto. Él siempre querrá usar su pene también, ya sea jodiéndote o complaciéndose a sí mismo. Será fácil negarle el sexo, pero él secretamente masturbándose será un problema. Si permites que tu marido se masturbe, él no anhelará tu coño y, por lo tanto, se reducirá el poder sexual que tienes sobre él. Su liberación debe ser solo a través de ti. Prohibir cualquier auto placer Hágale saber que su pene es de su propiedad y que no puede tocarlo sexualmente sin su permiso. Definitivamente, date cuenta de que se masturbará sin importar lo que hagas, a menos que lo metas en una jaula. Sé abiertamente suspicaz sobre su masturbación. Constantemente pregúntale si él se masturbó y hazle saber que estás atento a las travesuras. Tampoco tengas miedo de espiarlo para asegurarte de que te está obedeciendo, incluso si no sospechas nada. Los hombres son famosos por ocultar la masturbación. Configura una cámara secreta apuntando a la computadora, compra un programa que rastree todos los sitios web que visita, e incluso busca en la basura los pañuelos adhesivos. Si lo atrapas, castígalo severamente. La masturbación está explícitamente prohibida, su pene te pertenece y no puede usarlo.
 Enciérralo Una jaula de castidad es un dispositivo de castidad que niega a un hombre la capacidad de ponerse erecto, aunque todavía puede orinar y usar ropa normal. La mayoría parece una jaula que se traba alrededor del pene. Es imposible evitar que su esposo se masturbe sin uno, incluso si pudiera verlo las 24 horas, los 7 días de la semana. Los hombres, si están lo suficientemente cachondos, pueden masturbarse en segundos. Nunca lo sabrías Para poder controlar por completo la sexualidad de su marido, necesitará este dispositivo. Una vez que esté en uno, debes controlar la llave al menos escondiéndola. Una gran idea es mantener la llave de la jaula en todo momento como un collar. El símbolo de tu dominio, allí mismo, colgando en su rostro, es una gran manera de burlarlo. Si alguien pregunta al respecto, puede decir que su esposo se lo dio a usted como la "llave de su corazón". Déjalo salir a correr cada 7-10 días si ha estado bien y 15-30 días si ha estado mal. No lo mantengas encerrado para siempre. El objetivo de una jaula es el control, no la tortura.
Semen En la superficie, el semen de tu marido puede parecer una molestia. Está desordenado, sabe mal y mancha las sábanas. Pero en realidad es una gran herramienta para dominarlo. La forma más común de usarlo es obligarlo a comerlo. Normalmente, después de que un hombre eyacula, simplemente quiere relajarse y no pensar. Él no quiere tener nada que ver con el sexo por un tiempo. Por lo que tener que lidiar con su semen después de un orgasmo es algo antinatural para él. Él absolutamente no querrá hacerlo. Por lo tanto, requerirá una orden suya y un acto de sumisión, una gran práctica para cuernos más avanzados. Este es un gran entrenamiento ya que hará muchas más cosas "antinaturales" más tarde. Haz esto haciendo la regla: "A partir de ahora, cada vez que te corras, tienes que comer tu semen". Si lo dejas comer, haz que se lama. Si está usando un condón, vierta su contenido en su boca. Si se corre en tu coño, haz que se coma un chorreo de leche. También puedes ser creativo, como hacer que se corra en un vaso y luego beberlo en la cena. O guarde cada una de sus corridas en el congelador para eventualmente hacer una corrida para él. Él no necesariamente tiene que comerlo tampoco. Si realmente sientes ganas de humillarlo, puedes hacer que se corra por toda la cara y luego no lo dejes lavar por un tiempo. A medida que su semen lentamente se seca en su rostro, se sentirá incómodo y deseará no haberse corrido nunca. ¡Conviértalo en una precios mujer! ¡Hazle usar tus bragas por una semana! Cuando le pregunté a mi esposo, él estuvo de acuerdo, con cierta reticencia. Cuando preguntó por qué, le expliqué: "Bueno, no es como si alguien supiera". Lo probé. Lo intenté, y rápidamente apareció, llegando incluso a comprar su propio guardarropa. Mi esposo tiene su propia ropa interior. Pero luego, un día, ella había llegado a casa con un dispositivo de castidad y le había pedido a su marica que le permitiera ponérselo.
Tu coño Mientras estás ocupado haciendo que el pene de tu marido no tenga consecuencias, deberías estar haciendo lo contrario con tu coño. Hazle saber que el nuevo centro de su universo será tu vagina. Su vida debería girar alrededor de complacerlo. Él comerá tu coño constantemente y se lo hará saber. Incluso si no te sientes cachondo, que lama tu coño. Haga que hable con él, felicítelo y explique por qué es tan hermoso. Después de un largo día, hágalo remojar y acarícielo. Cuando vuelves del gimnasio empujas su cara hacia él por un buen y largo tiempo. Hágale saber que ya no usará un despertador porque espera tener su lengua puesta cada mañana. El contraste de la forma en que trata a tu coño (el altar en el que te adora) a la forma en que tratas a su pene (algo inútil y para olvidarse) lo dice todo.
 Correas Un pene strap-on puede ser una gran herramienta para usar mientras hace de cuernos a su esposo. Nada dice "Eres mi perra" como follarlo duro por el culo. Compre uno con el que se sienta cómodo y luego llévelo a casa y muéstrele a su esposo. Dígale: "Ya que soy el hombre de la casa ahora, creo que debería tener un pene para follarte". Prepáralo con penes normales durante unos días antes de prepararlo para uno grande. Deja que se corra cuando lo folles, al menos las primeras veces. Incluso aliéntelo. Quieres que equipare que te follen, es decir, ser tu perra, a ser una experiencia placentera. Cuando lo folles, asegúrate de usar lubricante. Si realmente necesitas follarte, puedes ponerle la correa encima, sobre su pene. Entonces puedes montarlo o tenerlo encima. Hacer esto te satisfará mientras lo vuelves completamente loco porque todas las otras sensaciones sexuales estarán allí. Podrá oler el sexo en el aire, sentirá tu cuerpo caliente y sentirá la pasión en tus orgasmos, pero no podrá sentir nada allí abajo. Esto lo dejará extremadamente cachondo y frustrado. El cuarto de baño Por supuesto, ahora la casa es su dominio, pero esta es un área que quizás haya olvidado. Permitirle absolutamente ninguna privacidad. Exigirle que mantenga la puerta completamente abierta en todo momento cuando él esté allí. Si tienes cortinas de baño opacas, obtén las más claras. Hazlo orinar sentado como una mujer.
Futuros amantes Uno de los aspectos más desafiantes de llevar a casa a otro hombre es elegir el correcto. Trate de elegir a un hombre que sea más joven, atractivo y más dotado que su esposo. Quieres que luche con algunos celos. Antes de elegir uno, muestra algunos. Inspeccione no solo sus rasgos obvios como el tamaño del pene, la fuerza y ​​la resistencia, sino también sus personalidades. Él debería ser físicamente más proa que tu marido en todos los sentidos y deberías disfrutar de tener relaciones sexuales con él. Cuando selecciones a tu amante y tu esposo te ayude, disfruta de él. ¡Asegúrate de que sepa que lo estás disfrutando y, sobre todo, asegúrate de que tu esposo sepa que estás disfrutando de tu semental! Haz algo para mostrar tu perseverancia. ¡Adore su pene, y asegúrese de que todos sepan que usted debe ser adorado! Siempre mantén a tu esposo adivinando. Cuando salgas, hazle alusión a tu esposo diciéndole que estarás follando con otra persona, pero en realidad no lo digas. Diga: "Voy a salir esta noche con algunos amigos, puede que no regrese hasta tarde ..." Cuando no vuelves hasta tarde, o no vuelves, su imaginación se volverá loca. Todo tipo de emociones le atravesarán: preocupación, enojo, lujuria, impotencia, etc. Mientras está en la ciudad coqueteando y bailando con otros hombres, su esposo estará en su casa en un estado de angustia mental. Sin embargo, antes de que traigas a otro hombre a casa, deberás dejar que te cuente lo que está ocurriendo. Aunque no tenga una conversación con él al respecto, muéstrenlo. Haz que tu cabello sea un desastre, y tu ropa en mal estado. Si él pregunta, siéntete libre de decirle, "Oh, eso es de mi nuevo novio. Es un poco rudo ", pero desvía cualquier pregunta que tenga sobre detalles. Luego, después de un rato, vuelves a casa tarde una noche, levántalo y oblígalo a lamer tu coño. Él sabrá inmediatamente lo que has estado haciendo. Una vez que se haya acostumbrado a eso, trae a casa tu coño lleno de esperma. Si sigue estos pasos, su esposo se acostumbrará a su infidelidad y se sentirá menos afectado cuando finalmente traiga a su amante a casa.
 Una vez que finalmente lo traigas a casa, presenta a tu esposo como su novio. A esta altura, tu esposo debería saber todo sobre tu novio y lo que has estado haciendo. Hágale saber a su esposo que debe ser respetuoso en todo momento cuando su novio esté aquí y hacer cualquier cosa que él diga. Hazle saber a tu esposo: "Esta noche un hombre de verdad me va a follar, no como tu". Durante las primeras dos veces, ve al dormitorio con tu amante y cierra a tu marido. Asegúrate de ser ruidosa. Tenerlo cómodo con los sonidos de que te follen hará que sea más fácil cuando tiene que mirar. Incluso podría comenzar a anticipar verte. Cuando finalmente lo dejes ver, haz todo tipo de cosas desagradables con tu amante que nunca harías con tu marido. Adore el pene, comételo con voracidad, haz garganta profunda, coméntele su tamaño y cuánto más grande es que el de su esposo. Deja que te folle bruscamente, deja que se corra dentro de ti, dale tu culo. Transfórmate en la mujerzuela que tu esposo no puede tener y hazle saber que todo esto pudo haber sido él, pero voluntariamente abandonó su oportunidad como un idiota. Mantenga a su esposo activamente involucrado en su propia humillación. Haz que le ruegue a tu amante que te folle. Hazle chupar a tu amante o pídele que ponga la polla de tu amante en tu coño. Habla con él también, como "Oh, él es mucho más grande que tú" o "Así es como un hombre de verdad se folla a tu esposa". Siempre que su marido esté inactivo, no permita que toque su pene, una buena forma de hacerlo es obligarlo a sentarse sobre sus manos. Una vez que su amante finalmente haya terminado con usted, haga que su esposo limpie los jugos de su pene con su lengua. Haz que agradezca a tu amante por la gran follada que acaba de darte. Luego haz que se arrastre hacia ti y limpie tu coño usado ...
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almasmalditas · 4 years
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LO QUE SOY
Un día cualquiera en el trabajo, puede enseñarte muchas cosas, por ejemplo; que, aunque luches toda tu vida por no “ahogarte”, siempre la tempestad será suficiente para acabar, de ti, TODO.
ACERCA DE LOS QUE ME RODEAN…
En general, el mundo en el que vivo me produce un asco absoluto, y aunque, en cierta manera, siempre he tratado de entenderlo, hoy simplemente, no quise hacerlo más…
Coexistir con personas que en su mayoría son arrogantes, narcisistas, homofóbicas, ignorantes, debo decir, es una de las cosas más difíciles que he tenido que soportar durante estos años. No solo el hecho de que existen, sino también la realidad de que “ellos” son mayoría.
Estas personas se autodenominan: “los mejores”. Ellos pueden hacer una que otra cosa bien, igual que cualquier otro, pero su ego no les deja ver esto y se sienten superiores. Lo particular del caso, es que, en su gran mayoría “los mejores” tienen el conocimiento, la madurez y la inteligencia de un escarabajo bebé. Son personas, que no conformes con autodenominarse “los mejores”, sienten que tienen que pasar por encima de los demás para así verse realizados. No les importa sentimientos, emociones ni la integridad del otro, lo único importante para ellos es ser los “número uno”, aunque en esa lista solo estén escritos sus nombres.
Estas personas no existirían, claro está, sino fuesen guiadas por gente igual a ellos, “Los lideres”. Otro grupo de gente que gracias a vivir todo del tiempo “de rodillas” alagando exageradamente la labor de sus superiores, logran lo que el cien por ciento de “los mejores” quiere, pero para lo que solo el cinco por ciento de ellos está capacitado: dirigir. Estos sí que de verdad no conocen la decencia, la integridad, la moral o la ética; son personas que vinieron a este mundo única y exclusivamente para lavarle los pies a sus superiores con la lengua. Cuya única cosa de la que están seguros es que con su inteligencia y capacidades no les alcanzaría para superarse… ¿y adivinen qué?... efectivamente es así, no les alcanzaría, ya que no poseen ningunas de los dos.
Continuando con la escala; encima de estos “lideres” y “jefes”, existe otro grupo de seres humanos, más miserables y desdichados, por decir no menos. Aquellos que tienen la necesidad de “pisotear el cuello” a sus súbditos, ya que esa es la única manera en que sienten, que la falta de su autoestima y amor por parte de los demás, será compensado.
Cuando analizas a las personas la primera vez que las ves, siempre hay un poco de esperanza con respecto al encontrarse con alguien diferente, con alguien que haya roto el molde y no sea como los otros. En ocasiones lo consigues… pero a medias. Algunos seres humanos son “especiales” en tan solo un pequeño sentido de la palabra. Los conoces, te impacta su intelectualidad y su manera de ver al mundo la cual es cercana a la tuya, les brindas confianza, pero… hasta allí llega la magia. Y es que existe un grupo de personas a las que les encanta ser “diferentes”, sin serlo. Viven con una máscara 24/7. Aparentan ser personas correctas y llenas de valores, INTEGRAS; pero a la menor oportunidad de avanzar un poco, sea de manera económica o laboral, los devora la ambición y se vuelven hipócritas, cambian radicalmente y se convierten en aquello que juraron no ser.
La cantidad de personalidades que pueden adquirir los seres humanos es inmensa. Es complicado y casi imposible determinar cuántas hay o que los hace adoptar una determinada. Lo cierto, es que, tristemente, son más aquellas personalidades que están llenas de cosas malas, que aquellas que brillan por sus cosas buenas.
El continente, el país y la región es un claro ejemplo de esto, ya que, en su mayoría, viven personas retrogradas, conservadoras (para su conveniencia), que te juzgan al menor error porque ellos son “perfectos” y los únicos que tienen la razón. Personas que celebran más la desgracia ajena que sus propios triunfos. Viven su vida a través de lo que los demás hacen. Enfermos de poder, absolutistas e inmaculados. “Santos”, si se les puede llamar de esa manera. Su forma de ver el mundo es aterradora, no solo por el hecho de no poder ser tranquilamente un chico gay, de color, estrato cero, con ideales políticos y religiosos definidos; sino por el hecho de que actualmente el planeta a través de enfermedades, crisis económicas y climáticas, intenta decirles: “¡han estado y están equivocados!”, pero claro, puede más la soberbia y el aparentar que todo está bien.
Cuesta creer que problemas tan generales como esos, lleguen a afectarte directamente, pero es así. Cuando intentas ser diferente en un mundo lleno de gente <<Igual>>, no sabes que es lo peor: el hecho de sentirte excluido de la mayoría de cosas que haces o el pensar de que la manera en la que has vivido, tus principios y tus creencias, está mal.
Cuando sales de casa hacía tu lugar de trabajo, institución educativa o lugar de entretenimiento, esperas poder hacerlo sin problemas, pero nunca es así. Una decisión tan fácil como escoger una película en cine, o comentar tus gustos musicales, hablar acerca de tus creencias religiosas, etc. ocasionan en aquellos que piensan distinto a ti, (que como mencionaba, SIEMPRE SON MAYORIA) una avalancha de disgusto exagerada. Se sienten atacados, maltratados, insultados; solo por decir que te gusta más el pop que el vallenato, o que tu deporte favorito es el baloncesto y no el fútbol o simplemente, que te gustó más el color del tapabocas verde fluorescente que viste, que el tapabocas negro que todos compraron.
“Encajar”, se volvió prácticamente una obligación para conseguir empleo o al menos, para mantenerte en él. Tienes que estar afín en cuanto a gustos con aquellos que te ayudarán a conseguir tus metas, porque de lo contrario, ellos pueden boicotear tu trabajo y hacer que te despidan. Tienes que ver a diario como personas, al sentirse apoyados en que “son mayoría”, dicen sin ningún remordimiento: “Es que tal cosa es de MARICAS” … “Ese suéter está FEÍSIMO” … “No puede ser que todos estén equivocados y tú TENGAS LA RAZÓN” … “¡RARO!”, “¡MARICÓN!”, etc.
Te sientes retraído o simplemente no quieres volver a ese lugar o situación, y no es que importe la opinión de los demás acerca de quien eres, solo que a nadie le gusta estar en un lugar donde todo el mundo te hace CREER y SENTIR que eres un “bicho raro”, pero algunos tienen que estar allí.
“Hay distintas opciones” … dirían muchos, “para poder sobrellevar ese tipo de cosas” … Se puede optar por ignorar los comentarios de esas personas y seguir como si nada… ¡pero!, hay algo casi patológico que creen todos aquellos que te acosan y es que, “TIENEN que ser escuchados” y si los ignoras, pues te ACOSAN hasta que accedas.
Otros dirían: “pero utiliza la VIOLENCIA, verbal o física, para demostrar tu descontento” pero… ¿Y la continuidad en el trabajo o institución educativa?... ¿Y el derecho a sentirse moral y físicamente impedido para discutir con alguien?... ¿Y si simplemente no se quiere discutir con nadie?... ¿No es más fácil que quien acosa se detenga?... En fin, muchos ven sencillo este tipo de situaciones por dos razones bastante claras: Son de los que acosan o nunca han pasado por eso.
Aún con lo que se vive, con el tiempo, crees que todo cambiará, que las cosas mejorarán, pero no es así; a donde quiera que vayas hay personas así: tu trabajo, tu universidad, TU FAMILIA, etc. Tu estabilidad laboral, tu educación, tus sueños; no importan. Solo importa SU opinión. “Ellos” gobiernan, toman las decisiones, tienen cargos administrativos altos, son compañeros de trabajo y estudio, líderes. SE DEPENDE DE ELLOS, y solo queda hacer lo que ellos nunca han intentado hacer… ¡callar!
Cuando vives un constante acoso desde que eres un niño hasta cuando estás entrando a la adultez, cuando tus padres lo único que te han dado son más problemas que soluciones, cuando has perdido a la mayoría de tus “amigos” por querer mantener lo que sientes y eres, es apenas lógico que aparezcan enfermedades sicológicas como la depresión, la ansiedad y el pánico social y esto, claro está, ayuda a que todo lo anterior empeore. No te sientes seguro ni siquiera con tigo mismo, odias lo que eres, miras al espejo y no ves a un amigo si no lo contrario, y simplemente quieres que todo acabe, que todos se callen o, en definitiva, crees que ellos tienen la razón y que no deberías existir.
Como se mencionaba anteriormente, algunos podrán decir que es exagerada esta manera de ver las cosas, lo que no se critica ya que, los “psicólogos”, los “especialistas”, piensan lo mismo… “Tienes que ser fuerte” “Pídele a Dios que te ayude”, o peor aún “ESO NO ES NADA”, son algunas de las frases que te dicen.
A los pocos seres humanos que Dios y el universo te dan la oportunidad de conocer y sentir que valen la pena, no les dices nada, porque te da terror perderlos, prefieres callar, prefieres huir antes de “untarlos” de tus problemas. Si necesitas un abrazo o apoyo, no se los pides, porque esa voz dentro de tu cabeza que tus acosadores crearon te dice: “¡Qué oso!, tan miserable eres que no mereces ni un abrazo, ni apoyo, por parte de ellos voluntariamente”.
Todo lo que te dicen se vuelve en contra tuya, dudas de ti y afirmas al final: “No puede ser que todos estén equivocados y yo TENGA LA RAZÓN”. Cuando lo enfrentas es demasiado fuerte, cuando intentas callarlo, el estruendo es peor, al fin y al cabo, no tienes nadie que lo refute, solo eres un niño, un adolescente, un adulto en contra del sistema del MUNDO que te dice: NO DEBERIAS ESTAR AQUÍ.
Entonces, te encierras para siempre, vives por vivir y respiras porque toca. No sabes que más hacer. Tu familia no te llena… tus relaciones interpersonales no te llenan… tus amigos no te llenan… ¡TÚ NO TE LLENAS! Y estás tan cansado de luchar contra <<la corriente>>… Lastimosamente es allí, cuando el SUICIDIO, parece lo mejor. Se piensa, se medita, se consulta, se escribe sobre ello; pero no deja de ser aterrador ni por un instante.
No deja de ser aterrador que, aquello que empezó como una vida llena de sueños e ilusiones, termine de esa manera, peor aún, no porque tú lo quisiste, sino porque el mundo que amabas te llevó hasta allá. Y es aún más aterrador pensar, que tienes que elegir entre eso, o aquella opción que genera en ti algo peor que el terror: ASCO. Aquella opción, que por mucho que sientas que será más fácil y quieras escogerla, tus principios, nunca permitirán que la tomes, y esa es la opción, de transformar todo lo que siempre has sido y ser parte de “ellos”.
- Fer.
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charristo · 7 years
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Sobre el valor de la vida
¿Por qué nos apegamos a la vida? Porque no conocemos otra cosa, porque se nos hace lógico y bueno abrazarla con todas nuestras fuerzas. Para entender esta valoración de la vida hay que entender la época en la que vivimos. En general es necesario comprender el contexto histórico para captar el sentido de cualquier valoración a través de la historia. Es más fácil definir las características de eras pasadas que de la presente, pero aquí va lo que yo veo en la nuestra: cientificismo, mercantilismo y nihilismo. Esta terna podrá parecer un engendro monstruoso sin sentido, pero a continuación lo desarrollaré.
Comencemos con el cientificismo. Como su propio nombre lo dice, nuestra sociedad está cientifizada (¡dah!). Desde la Revolución Industrial el hombre ha encontrado una fascinación casi sin límites de su propia capacidad de crear, de descubrir, de interactuar con el mundo, pero sobre todo de manipularlo. Hemos mandado satélites al espacio, logramos separar átomos, podemos predecir algunos eventos naturales y elevamos la expectativa de vida en casi todo el mundo. El desarrollo tecnológico de los últimos 70 años supera al resto de la historia de la humanidad. Tenemos comunicación inmediata: si pensamos que hace medio milenio Bartolomé de las Casas tenía que viajar varios meses de Nueva España a Castilla para entrevistarse unos minutos con el rey Carlos V, que hoy podamos mandar un mensaje de texto y que sea recibido del otro lado del mundo instantáneamente parece casi un milagro. ¿Hay acaso lugar para el nihilismo en medio de estas maravillas? Si miran con atención entre las sombras, verán que sí, y que se alimenta del cadáver del positivismo...
La ciencia ha desplazado a la religión, ahora los juicios de qué es verdadero o falso y qué es bueno o malo son científicos –cuando menos son juicios racionales–. Hay que entender que las religiones no solo son alucinaciones colectivas sobre uno o varios seres que gobiernan nuestro destino. Son normas de conducta, propician estados de ánimo, son el origen del arte, compactan sociedades y vuelven heterogéneas a las caóticas masas humanas. Bajo su estandarte se forjaron casi todas las civilizaciones, y por más ateos que nos digamos, estamos rodeados de su legado y convivimos con él diario. Desde el escudo nacional, los edificios históricos hasta la lengua que hablamos, todo ha sido definido en nombre de la religión. Una vez que reconocemos su importancia más allá de necedades como “La religión es el opio del pueblo” y le otorgamos el lugar histórico que merece, surge la duda de qué tan bien está haciendo su trabajo la ciencia ahora que ha tomado ese lugar.
El positivismo propone que la ciencia es el único conocimiento válido y que la realidad puede ser conocida y establecida independientemente del observador. Hace dos siglos Comte puso los primeros clavos en la tumba de la filosofía asegurando que la metafísica no tenía lugar en el desarrollo y el orden de la humanidad, pues era incapaz de brindar conocimiento objetivo. Las ciencias biológicas nos han regalado más años de vida. La ingeniería nos ha dado comodidades y se ha atrevido a proponer que éstas son un derecho para todo el mundo. Pero no importa cuántas novedades tenga el próximo celular, como tampoco importa si conquistamos Marte. Nada de eso importa porque la ciencia no se encarga de buscar ni otorgar significados ni valores. Vivimos más años, sí, pero no sabemos qué hacer con ellos. Tenemos la capacidad de divulgar nuestros pensamientos en redes sociales e inmortalizarlos en el internet, pero no tenemos nada que decir (¡el internet está lleno de memes y selfies!). Más tecnología llega a nosotros, pero no sabemos cómo reaccionar ante ella: nos fue otorgado el poder de la radiación y lo usamos para combatir el cáncer, pero también para aniquilar 270,000 japoneses con apenas dos bombas. La comida rápida llegó hace un siglo como una opción fácil y simple para saciar el apetito, y cien años después descubrimos que nos hace más daño que bien. Es decir, estamos desamparados ante nuestras propias capacidades. Hoy más que nunca podemos manipular el mundo a nuestro antojo, pero no sabemos qué hacer con él ni qué sentido tiene. Aquí hace su nido el nihilismo, como avispas bajo la cama. 
Aquí entra en escena el mercantilismo. El único valor real actual es el dinero. Es imposible determinar el valor exacto de una corriente filosófica, de una corriente artística, de la historia, del honor. No se puede hacer negocios con ellos y por tanto se expulsan del mundo. ¿Quién tiene la razón? ¿Un harapiento profesor de filosofía que llega a fin de mes con el dinero contado o las Kardashian? La pregunta es dolorosa y cruda, pero refleja el estado actual del mundo. Las ideas ya no valen más que el dinero. Cada quién es libre de pensar lo que quiere y esto le quita potencia a las posturas que se oponen al status, pues no pasan de ser simples puntos de vista. ¿Qué es la música culta, la buena literatura, los modales, la decencia y la erudición sino posturas que pueden y deben convivir con sus contrarios? La gente ya no cree que ser inteligente valga más que ser estúpido, que ser educado valga más que ser vulgar, que ser valiente valga más que ser cobarde. Solo vale el dinero y éste avala cualquier postura que tomemos. Podemos elegir ser tan vulgares y huecos como las Kardashian, orgullecernos de escuchar reggaetón o de no abrir un libro nunca, pero todo está bien siempre y cuando tengamos dinero. Un reggaetonero, un comerciante y un rey pueden estar a la misma altura moral si sus finanzas se empatan. Pero hay un problema: no nos podemos llevar nuestras riquezas a la muerte. Nos pueden enterrar con rubíes en los ojos y en un ataúd bañado en oro, pero nuestros cuerpos se pudren all the same, todos por igual. ¿Y eso qué, se preguntarán los defensores de las ideas modernas? Bueno, las religiones y la metafísica no son solamente producto de filósofos ociosos. Saber nuestro lugar en el mundo, saber qué pasa con nosotros después de la muerte y saber que lo que hacemos tiene un valor independiente de la mirada de otras personas es una necesidad básica. Claro, no faltará el torpe e ignorante chango que afirme que él puede vivir sin esas respuestas y califique estas reflexiones de inútiles o improductivas, pero creo que si han llegado hasta este punto del texto, coinciden conmigo en que la opinión de esta gente poco elaborada carece de valor, ni mercantil, ni democrático ni de ningún otro tipo. 
No hay ciencia sin humanos vivos que la estudien ni hay mercado sin alguien que produzca, compre y venda. En eso coinciden estas dos corrientes: saben que la vida vale, pero no saben decir por qué, o al menos no ofrecen una explicación que las trascienda. Esto nos lleva de lleno al nihilismo. En todas las consciencias medianamente elaboradas existe la certeza de que la vida es al mismo tiempo un vacío infinito y una insignificancia, pero al fin y al cabo es todo lo que tenemos. Sin un dios que otorgue valores absolutos, que nos premie por nuestro sufrimiento y obediencia o que nos castigue por nuestras faltas, todo pierde sentido. ¿De qué sirve ser un buen ciudadano si puedo ser presa de la delincuencia o de una enfermedad mortal? ¿Qué sentido habrá tenido mi esfuerzo? ¿Qué sentido tiene hacer algo en el mundo si algún día el sol morirá, la vida en la Tierra será imposible y ya no quedará nadie para registrar ni mis glorias ni mis fracasos? ¿Por qué hay que estar vivos? ¿Por qué hay que esperar a la muerte en este estado doloroso llamado vida? Aquí el mercado enmudece y baja la vista, y la ciencia solo atina a balbucear cosas como que la vida es un valor en sí o apela a argumentos morales que no tienen ningún fundamento trascendental. 
Parece que todo está perdido. La humanidad ha recorrido un camino exhaustivo para llegar aquí y resulta que nada vale nada. ¿Dónde buscar el valor de la vida? En la muerte. Pero hay un problema: las valoraciones de la muerte no pertenecen a la ciencia ni pueden ser calculadas con dinero. Es momento de regresar a la metafísica, a la filosofía y a la religión. ¡Ojo! El teísmo es la creencia en un ser supremo, la religión es la re conexión del sujeto con el resto de la existencia, ¡¡no confundan la magnesia y la gimnasia!! Tampoco estoy recomendando que asistan a cursos de tanatología. La muerte es un evento personal. Cada quién lidia con la suya de manera completamente individual, por lo tanto las respuestas que ésta nos pueda ofrecer no están fuera, están dentro. Cada uno tiene la tarea de pararse frente a su propia muerte, mirarla a los ojos y escucharla. Puede que nos apunte en una dirección y nos diga: “De todos modos llegaré a ti y ese momento será difícil, pero al término de este camino que te señalo estarás listo para recibirme con los brazos abiertos”. También puede que nos diga que nuestra hora ha llegado, que no nos quedan más objetivos y que hay que partir, ¡y eso está bien! La vida adquiere su esplendor cuando hacemos las pases con nuestra muerte, cuando no la vemos con desesperación o prisa por llegar a ella. Las flores del cerezo de Japón florecen una vez al año durante unos pocos días, pero eso hace más majestuoso el espectáculo. La vida y la música son tan bellas porque no permanecen. Podemos repetir una actividad, igual que podemos reproducir la misma canción, pero el instante exacto ya no vuelve. Una pieza musical o una vida que durara para siempre nos volvería locos, muy probablemente tampoco sabríamos qué hacer con ellas. Por todo lo que sabemos, ni el universo es eterno. ¡Y qué bueno! ¡Si lo fuera, habría tiempo de sobra para aburrirnos de él y odiarlo, ya no por su fugacidad, sino por su eternidad, por no cambiar nunca ese rostro, renovarse o atreverse a dejarle el paso a algo distinto! 
En realidad la vida y la muerte somos nosotros mismos, no son eventos externos ni ajenos. Ya sea que el embotamiento que nos cause la depresión nos impida verlo o que voluntariamente nos neguemos a hacerlo, la vida tiene un valor mientras exista dado por sí misma, por eso nos apegamos tanto a ella. No es un valor que venga en automático (un valor en sí) que se pueda establecer, usar como equivalencia o moneda de cambio, o en el que todos podamos concordar como si lo expusiéramos en una feria científica. Tampoco podemos pretender establecerlo independientemente de nuestra perspectiva. En efecto, el universo es indiferente, pero los humanos no y ésa es una cualidad que nos pertenece, que nos hace importantes. ¿Queremos un motivo para otorgarle valor a nuestras existencias? Solo nosotros podemos hacerlo: ahora nos elevamos al lugar de Dios y comprendemos su responsabilidad, pero también su soledad. Qué cosas importan y cuánto importan son respuestas que encontraremos dentro de nosotros. La muerte nos ayuda a clarificar muchas tinieblas mentales, pero solo si la dejamos de ver como un escape urgente y la asumimos con serenidad como un un contrato inminente.
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cubaverdad · 7 years
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La exigencia de los legítimos
La exigencia de los legítimos ¿Será que toda la institucionalidad democrática inexistente en Cuba es equivalente a un grupo de amigos intercambiando emails o compartiendo posts…? Viernes, febrero 3, 2017 | Eliecer Ávila LA HABANA, Cuba.- Con cierta admiración y alegría comencé a leer un texto que compartió Julio César Guanche en su muro de Facebook hace algunos días. Dicha publicación, titulada "Decencia y docencia en la Universidad Cubana", se trata de una iniciativa para que varios intelectuales, activistas, y personalidades, compartan de forma pública su parecer sobre la negativa de la Universidad de la Habana a renovar el contrato del profesor Julio Antonio Fernández Estrada, prominente jurista, hijo del legendario Fernández Bulté (autor este de buena parte de la teoría y los textos en los que se fundamenta la enseñanza del Derecho en Cuba). La maniobra de "la Universidad", sin que se especifique algún nombre de funcionario en concreto, se sospecha que esté motivada por un artículo publicado por Julio en la Revista OnCuba, titulado: "No quiero saber nada de Obama ni de los Industriales". Me pareció justo y útil tan elocuente gesto de solidaridad, en el que participaron entre otros Israel Rojas (cantante de Buena Fe), el propio Guanche, Juan Valdez Paz, Aurelio Alonso, Mylai Burgos, Llanisca Lugo, Ariel Dacal, etc… Considero que la mayoría de los textos reflejan excelentes análisis y aportan sólidas razones para que sea resuelto el caso en cuestión. Pero no más adentrarme en la lectura de sus respectivas defensas, me saltaron a la vista algunas cuestiones que motivan estas líneas. Lo primero es el propio encabezado en el que se lee que Julio es un "profesor, jurista y socialista confeso". El final de esta frase me hace dudar acerca de si la declaración de estas personas es una posición de principios contra un claro abuso de autoridad, ¿o es una defensa sectaria particular que solo se ejerce porque el afectado es un "socialista confeso"? ¿Tiene algo que ver si el profesor en cuestión (que es ejemplo de consagración al magisterio, honrado y respetado) es socialista o no lo es? ¿Qué posición asumirían los mismos firmantes si se tratara de un socialdemócrata, liberal, ambientalista, de derecha, gay, o miembro de Somos+? En este innecesario énfasis que resalta la concomitancia ideológica de Julio con el statu quo, se observan los propios límites del ejercicio del pensamiento y de la crítica de algunos firmantes. También se patentiza la misma estrechez de mira, intolerancia y "vieja mentalidad" que intentan denunciar en sus palabras. Lo siguiente que me llamó la atención es que se invita a participar de la iniciativa a "un grupo de personas, sobre todo del mundo del activismo en la vida pública y de clara sensibilidad con el proyecto de justicia social y soberanía en Cuba". Vamos por partes. Como lector y como ciudadano ahora me queda la duda de si estoy dentro o fuera de esos enrevesados filtros que pone la convocatoria. En lo personal estoy más que de acuerdo con la justicia social y la soberanía (pocos en el mundo no lo están). Otra cosa es que piense que el gobierno actual nos esté conduciendo de forma efectiva a tales fines o lo haya hecho en décadas pasadas a la altura de lo que su propaganda promueve. Se habla también de "activistas en la vida pública". Me asombra y hasta me avergüenza que, considerándome una persona más o menos informada, no tenga el más mínimo conocimiento sobre el activismo, las campañas, las demandas, proclamas, iniciativas, grupos, objetivos o los medios por los cuales estas personas desarrollan su "activismo en la vida pública". Le ruego a cualquiera de ellos, con el mayor respeto, que me hagan llegar alguna información al respecto con el fin de ayudar a la promoción desde nuestro modesto blog o en mi perfil personal de Facebook. El tema de "nuestro proyecto de justicia social y soberanía" también me deja un vacío tremendo. Mucho más frustrado me quedé al intentar infructuosamente conseguir en internet o en intranet datos claves o cualquier tipo de precisión sobre el mismo. Eso sí, leí varias referencias al título, pero nadie me explica los siguiente: ¿En qué consiste el proyecto? ¿Quiénes participan? ¿Qué fechas de inicio o conclusión tiene? ¿Los cientos de miles de jóvenes que se van, más los que quieren irse, son o no parte de él? ¿Cuándo, quién y por qué medios se rinden cuentas del progreso del proyecto? En fin, soy un mar de dudas en este momento. Cuando era un adolescente, algunos de mis amigos decían con bastante razón que yo era un poco "muelero". Esto me ayudó en muchos contextos y me perjudicó en otros. Pero con el tiempo y las primeras brisas de la madurez, aprendí que no se deben disparar palabras como si fuéramos una ametralladora sin tener en cuenta el peso intrínseco de cada una de ellas. O como dicen algunos por ahí, "hablar a lo Hassan". A veces tengo la impresión de que cierta sociedad civil creada por tarea de choque en un curso emergente (cuyos mejores graduados fueron a Panamá a recoger su diploma) ha adoptado de un día para otro una jerga que se ha puesto de moda para encajar en eventos y publicar artículos, sin sentir, interpretar o querer asumir los costos reales de los roles que describen. Me dolería comprobar que personas, a las que respeto y leo con atención, repiten esta práctica. Volviendo al texto, en la propia introducción se afirma: "Como sucede con cualquier dato o acontecimiento nacional, este permite encausar el permanente debate sobre la realidad cubana, sus tenciones, desafíos y alcance". Esto me recuerda al monólogo del humorista "Bacán" sobre Chipre… ¿Qué es un debate nacional permanente? ¿Entre quién? ¿Dónde se puede ver? En fin, no voy a repetir las mismas preguntas… ¿Será que toda la institucionalidad democrática inexistente en Cuba es equivalente a un grupo de amigos intercambiando emails o compartiendo posts…? Deseo dejar muy claro que apoyo cien por ciento la exigencia de que ningún profesor sea expulsado de las aulas por expresar libremente sus opiniones en medios alternativos. Ni Julio, ni Pedro, ni Juana, ni Pancho ni ninguno merece tal atropello a su desempeño profesional y a su honra. Pero me quedo bastante preocupado con el exceso de lecturas y vacío de realidad práctica que habita en el pensamiento de algunos legítimos… Source: La exigencia de los legítimos | Cubanet - http://ift.tt/2jGVklh via Blogger http://ift.tt/2k825cg
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latikobe · 7 years
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La exigencia de los legítimos
El ‘Alma Mater’ de la Universidad de La Habana (Foto: Granma)
LA HABANA, Cuba.- Con cierta admiración y alegría comencé a leer un texto que compartió Julio César Guanche en su muro de Facebook hace algunos días. Dicha publicación titulada “Decencia y docencia en la Universidad Cubana” se trata de una iniciativa para que varios intelectuales, activistas, y personalidades, compartan de forma pública su parecer sobre la negativa de la Universidad de la Habana a renovar el contrato del profesor Julio Antonio Fernández Estrada, prominente jurista, hijo del legendario Fernández Bulté (autor este de buena parte de la teoría y los textos en los que se fundamenta la enseñanza del Derecho en Cuba). La maniobra de “la Universidad”, sin que se especifique algún nombre de funcionario en concreto, se sospecha que esté motivada por un artículo publicado por Julio en la Revista OnCuba, titulado: “No quiero saber nada de Obama ni de los Industriales“.
Me pareció justo y útil tan elocuente gesto de solidaridad, en el que participaron entre otros Israel Rojas (cantante de Buena Fe), el propio Guanche, Juan Valdez Paz, Aurelio Alonso, Mylai Burgos, Llanisca Lugo, Ariel Dacal, etc…
Considero que la mayoría de los textos reflejan excelentes análisis y aportan sólidas razones para que sea resuelto el caso en cuestión.
Pero no más adentrarme en la lectura de sus respectivas defensas, me saltaron a la vista algunas cuestiones que motivan estas líneas.
Lo primero es el propio encabezado en el que se lee que Julio es un “profesor, jurista y socialista confeso”. El final de esta frase me hace dudar acerca de si la declaración de estas personas es una posición de principios contra un claro abuzo de autoridad, o ¿es una defensa sectaria particular que solo se ejerce porque el afectado es un “socialista confeso”?
¿Tiene algo que ver si el profesor en cuestión (que es ejemplo de consagración al magisterio, honrado y respetado) es socialista o no lo es? ¿Qué posición asumirían los mismos firmantes si se tratara de un socialdemócrata, liberal, ambientalista, de derecha, gay, o miembro de Somos+?
En este innecesario énfasis que resalta la concomitancia ideológica de Julio con el status quo, se observan los propios límites del ejercicio del pensamiento y de la crítica de algunos firmantes. También se patentiza la misma estrechez de mira, intolerancia y “vieja mentalidad” que intentan denunciar en sus palabras.
Lo siguiente que me llamó la atención es que: se invita a participar de la iniciativa a “un grupo de personas, sobre todo del mundo del activismo en la vida pública y de clara sensibilidad con el proyecto de justicia social y soberanía en Cuba”.
Vamos por partes. A mí como lector y como ciudadano ahora me queda la duda de si estoy dentro o fuera de esos enrevesados filtros que pone la convocatoria. En lo personal estoy más que de acuerdo con la justicia social y la soberanía (pocos en el mundo no lo están). Otra cosa es que piense que el gobierno actual nos esté conduciendo de forma efectiva a tales fines o lo haya hecho en décadas pasadas a la altura de lo que su propaganda promueve.
Se habla también de “activistas en la vida pública”. Me asombra y hasta me avergüenza que, considerándome una persona más o menos informada, no tenga el más mínimo conocimiento sobre el activismo, las campañas, las demandas, proclamas, iniciativas, grupos, objetivos o los medios por los cuales estas personas desarrollan su “activismo en la vida pública”. Le ruego a cualquiera de ellos, con el mayor respeto, que me hagan llegar alguna información al respecto con el fin de ayudar a la promoción desde nuestro modesto blog o en mi perfil personal de Facebook.
El tema de “nuestro proyecto de justicia social y soberanía” también me deja un vacío tremendo. Mucho más frustrado me quedé al intentar infructuosamente conseguir en internet o en intranet datos claves o cualquier tipo de precisión sobre el mismo.
Eso sí, leí varias referencias al título, pero nadie me explica: ¿en qué consiste el proyecto? ¿Quiénes participan? ¿Qué fechas de inicio o conclusión tiene? ¿Los cientos de miles de jóvenes que se van, más los que quieren irse, son o no parte de él? ¿Cuándo, quién y por qué medios se rinden cuentas del progreso del proyecto? En fin, soy un mar de dudas en este momento.
Cuando era un adolescente, algunos de mis amigos decían con bastante razón que yo era un poco “muelero”. Esto me ayudó en muchos contextos y me perjudicó en otros. Pero con el tiempo y las primeras brisas de la madurez, aprendí que no se deben disparar palabras como si fuéramos una ametralladora sin tener en cuenta el peso intrínseco de cada una de ellas. O como dicen algunos por ahí: “hablar a lo Hassan”. 
A veces tengo la impresión de que cierta sociedad civil creada por tarea de choque en un curso emergente (cuyos mejores graduados fueron a Panamá a recoger su diploma), ha adoptado de un día para otro una jerga que se ha puesto de moda para encajar en eventos y publicar artículos, sin sentir, interpretar o querer asumir los costos reales de los roles que describen. Me dolería comprobar que personas a las que respeto y leo con atención, repiten esta práctica.
Volviendo al texto, en la propia introducción se afirma: “Como sucede con cualquier dato o acontecimiento nacional, éste permite encausar el permanente debate sobre la realidad cubana, sus tenciones, desafíos y alcance”. Esto me recuerda al monólogo del humorista “Bacán” sobre Chipre…
¿Qué es un debate nacional permanente? ¿Entre quién? ¿Dónde se puede ver? En fin no voy a repetir las mismas preguntas…
¿Será que toda la institucionalidad democrática inexistente en Cuba es equivalente a un grupo de amigos intercambiando emails o compartiendo posts…?
Deseo dejar muy claro que apoyo cien por ciento la exigencia de que ningún profesor sea expulsado de las aulas por expresar libremente sus opiniones en medios alternativos. Ni Julio, ni Pedro ni Juana, ni Pancho ni ninguno merece tal atropello a su desempeño profesional y a su honra.
Pero me quedo bastante preocupado con el exceso de lecturas y  vacío de realidad práctica que habita en el pensamiento de algunos legítimos…
La exigencia de los legítimos
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