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Después del intrigante descubrimiento de ayer, nuestros tres héroes se encuentran en la encrucijada de desentrañar el misterio que envuelve sus vidas. Sin embargo, los planes familiares amenazan con desviar su atención. Julia logra esquivar sutilmente la intención de sus padres de asistir a la iglesia, optando por encontrarse en secreto con sus amigos en el desguace. Por otro lado, la madre de Roberta, visiblemente preocupada, le suplica a su hija que vaya al centro a buscar a su padre por si ha pasado la noche en algún bar. Obviamente, sospechando que algo raro está ocurriendo en la ciudad, Roberta emprende camino también al desguace. La familia de Georgie, por otro lado, se prepara para acudir a la barbacoa anual de Halloween que se celebra en el parque Hemingway. Georgie, dándose cuenta de que el parque se encuentra aún en el radio de influencia del ArAN, decide correr al lugar de reunión y llevarse a su hermana consigo de nuevo.

Una vez reunidos, emprenden su marcha hacia el norte. Alrededor del ArAN ahora se encuentran unas 500 personas, entre ellas personas que acudían a la barbacoa de Halloween, feligreses, vecinos varios y reporteros de televisión que acudieron a la caza de la noticia. Todos se encuentran parados mirando el cilindro metálico.

Los chicos, fascinados y preocupados por la gravedad de la situación, preguntan a los reporteros, que responden con frases vagas y fuera de contexto, como 'siempre estamos al pie de la noticia' o 'estamos en directo'.

Roberta, asumiendo una postura audaz, se infiltra en la furgoneta del canal de noticias, disfrazando su voz para obtener información crucial sobre la situación fuera de Boulder City y la identidad del encargado de mantenimiento de las esferas eco del Bucle. Aunque la productora promete volver con detalles, esto lleva a los amigos de vuelta al epicentro de los acontecimientos, donde se topan de nuevo con el enigmático robot frente a la estructura.

Gracias a que deciden hacerle entrega de las joyas y bisutería que encontraron y a un intento de comunicación más profundo, descubren que el robot, Isaac, está condicionado por una figura autoritaria a la que llama 'Amo' a custodiar el lugar. Con su ayuda, logran descifrar más sobre el funcionamiento de la esfera y la inminente amenaza de sobrecalentamiento que podría hacer explotar el cilindro en unas pocas horas, afectando a todos los adultos que lo rodean.

Guiados por una llamada de la productora, descubren que Michael Warren, un personaje clave, reside cerca. La ingeniosa Abby facilita su entrada a la casa de Warren accediendo a través de una gatera, donde el volumen alto de una canción de Cher y el caos de papeles sugieren una vida alterada por circunstancias adversas. Con mucho cuidado, los cuatro protagonista suben las escaleras y observan a un hombre con la cabeza vendada postrado en la cama de una habitación de matrimonio llena de pósters de varias artistas pop. El hombre, asustado comienza a gritar y a llamarles ladrones, exclamando, también, que qué han hecho con su mujer y la enfermera que le cuidaba. Georgie comprende que, seguramente, las dos han sido atraídas por el ArAN, dejando solo a Michael con sus heridas. Con cautela, consigue ganarse su confianza y el hombre comparte con ellos el lugar de entrada al túnel de mantenimiento y la contraseña de acceso.

Con el tiempo corriendo en su contra, los jóvenes se dirigen al punto de entrada, oculto tras la fachada de una caseta de mantenimiento muy cerca del instituto. La presión de prevenir un desastre con incontables víctimas pende sobre ellos. ¿Lograrán su objetivo a tiempo?

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Amanece un nuevo día y nuestros tres protagonistas están decididos a resolver las cosas raras que están pasando al norte de la ciudad. Julia se levanta con la noticia de que ha sido castigada por sus padres por llegar tan tarde a casa el día anterior; ahora tendrá un toque de queda y deberá volver inmediatamente a casa después de las clases. La madre de Roberta muestra su preocupación porque su esposo aún no ha regresado a casa. Se pregunta si quizás bebió demasiado anoche en el bar. Roberta, decidiendo como siempre ignorar sus problemas familiares, coge la bici y se dirige al desguace con prisa. Georgie, por su parte, evade las preguntas de su madre sobre dónde estuvo ayer y por qué la llamó tan preocupado por teléfono. Decide llevarse a la pequeña Abbie con él para presentarle a Bizcocho.

Una vez en el desguace, descubren que Bizcocho no está en la vieja furgoneta, lo que los lleva a investigar la oficina del tío Mike. A través de la ventana, ven al perro encerrado, ladrando frenéticamente. Tras varios intentos, logran acceder a la oficina por la ventana y consiguen calmarlo. Encuentran una nota a medio escribir de Mike, en la que les informa que ha decidido mantener al perro en la oficina para evitar que se asfixie del calor dentro de la furgoneta.

Aliviados, los niños abren la puerta y el perro sale corriendo hacia Hemingway Park, la misma zona que visitaron ayer. Allí, para su horror, descubren que la multitud alrededor del ArAN, que ayer era de una docena de personas, ahora asciende a unas 200. Entre ellos, distinguen un coche patrulla, varios profesores del instituto y vecinos de la zona, todos mirando fijamente la estructura. Algunos presentan quemaduras en la cara y polvo en la ropa, signos de haber pasado horas, o incluso días, en la zona.

Continuando con su aventura de ayer, siguen el cable hasta un claro donde aparece una esfera de Eco, una estructura esférica de metal oxidado que se utilizaba antiguamente en el Bucle pero que ahora está en desuso. Alguien parece haberla movido hasta allí y conectado al ArAN. Los niños echan un vistazo a la zona y observan una figura entre unas rocas. Asustados, se plantean si huir, mientras la figura se acerca lentamente indicándoles en una voz monótona pero amenazante que abandonen el área. Roberta, con decisión, se mete en la esfera para comprobar si está activa. Descubre que está amplificando la señal del ArAN para que afecte a cada vez más población, por lo que decide desconectar. Al hacerlo, el efecto de la esfera se estanca, afectando únicamente al norte de la ciudad. Sin embargo, al apagar la esfera, los niños descubren que también sirve para estabilizar la energía del ArAN, por lo que en cualquier momento podría sobrecalentarse y explotar, afectando a todos los adultos que lo rodean.

La figura se acerca amenazante y se desvela que es un robot de uso industrial de aspecto humanoide vestido con baratijas, plumas de pájaro y una bandera promocional de Jurassic Park en la espalda a modo de capa. Con los brazos extendidos se dirige hacia los niños, pero Georgie, guiado por su gran corazón, le enseña su Tamagotchi como señal de tregua. El robot lo recoge y empieza a observarlo, oportunidad que aprovechan para huir.

Ya está atardeciendo, así que acuerdan reunirse mañana a media mañana para acabar de una vez de todas con lo que sea que está ocurriendo.

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Boulder City, un oasis en medio del desierto situado a 30 minutos de Las Vegas, recibe el otoño con un alivio palpable. El fin del intenso calor veraniego trae consigo un aire más fresco y una transformación en el ambiente de la ciudad. Las calles, empapadas de una rica historia vinculada a la construcción de la presa Hoover, se adornan con calabazas, murciélagos de papel y decoraciones de zombis, anticipando Halloween con un entusiasmo contagioso. Como es habitual, la autovía bulle con el tráfico matutino y el Bucle se activa. Julia, Roberta y Georgie se preparan para otro día escolar.

La mañana de Roberta transcurre sin incidencias notables. Guarda en la mochila su proyecto de ciencias, un ecosistema 100% autosostenible de plantas e insectos dentro de una botella, y sale apresuradamente, despertando accidentalmente a su padre, que duerme en el sofá rodeado de latas de cerveza. Escucha a su madre mencionar algo de que su padre ya no trabaja en el Bucle y la necesidad de gastar menos dinero. Roberta decide informarse mejor después de clases.

En la elegante residencia de dos pisos de Julia, también conocida como J.J. entre sus amigos, su excéntrica tía Zoey, una ex croupier de Las Vegas, de visita familiar, prepara el desayuno. Mientras sus padres y su hermana Emily planean el día, Julia trata de impresionarles con su proyecto de ciencias. Sin embargo, nerviosa, termina escupiendo su muffin de arándanos y derramando el zumo sobre la mesa, un momento de lo más embarazoso para ella.

En el rancho Texas, Georgie se despierta abruptamente cuando su hermana Abby, cargando un frasco lleno de lagartijas capturadas en su escondite secreto detrás de los establos, se le sube encima. Abby le pide a Georgie esconderlas de su hermano C.J., a lo que accede. Durante el desayuno, el tío Mike, el favorito de Georgie a pesar de ser considerado 'raro' por sus padres, se ofrece a cuidar de las lagartijas.

En la escuela, Julia y Georgie asisten a sus clases de 7º grado, mientras que Roberta va a las de 8º. Al llegar la hora del almuerzo, se encuentran con la sorprendente ausencia de las cocineras. Después de una espera de 15 minutos, Julia, impaciente, empieza a guardar nuggets en los bolsillos de su sudadera, provocando risas y ánimos entre sus compañeros. Animada por su popularidad momentánea, Julia comienza a lanzar los nuggets a los demás, pero logra esquivar al vigilante del comedor y evitar problemas. Roberta y Georgie observan impresionados.

Llega el momento del Club de Ciencias. Roberta presenta su ecosistema, Julia su trabajo teórico sobre el efecto del Gravitrón del Bucle en los insectos locales, y Georgie unos supuestos fósiles. El profesor Hawking elogia los proyectos de Roberta y Julia, pero descubre que el 'fósil' de Georgie es en realidad una tapa de Pepsi en barro, otorgándole una F.

Mientras los demás alumnos presentan sus proyectos, el profesor Hawking sale abruptamente de la clase sin dar explicaciones. Georgie aprovecha esta distracción para cambiar su nota de C- a C+ en el cuaderno del profesor.

Los alumnos, curiosos, siguen al profesor hasta el parking de profesores, donde encuentran dos coches abandonados con los motores en marcha y las puertas abiertas. En uno de ellos hay un golden retriever al que deciden rescatar y llamar Bizcocho.

Observando la correa y las huellas que se adentran en el bosque detrás del instituto, deciden seguir el rastro hasta una zona remota de Hemenway Park, al norte de la ciudad. Allí, notan que varias huellas de zapatos, provenientes de diferentes direcciones, se unen y continúan hacia una zona vallada. Entre los objetos personales dispersos que encuentran, Roberta halla la tarjeta de identificación del profesor de ciencias y un Nokia 5110.

Georgie, preocupado porque parece que varios adultos están actuando raro, llama a su madre, que se encuentra en casa como cada día. Su hermana Abby se pone al teléfono para tranquilidad de Georgie.

Los niños deciden adentrarse en la zona vallada de Hemenway Park a través de un agujero en la valla, aunque dudan si deberían proseguir con su aventura.

Una vez dentro, se topan con un claro donde se erige un imponente cilindro metálico de color naranja con líneas blancas, emanando una luz azulada y marcado con la inscripción 'ArAN'. Rodeando el cilindro, hay unas 20 personas, incluyendo al profesor Hawking y a las cocineras del instituto.

Georgie, actuando con precaución, se aproxima al profesor Hawking para indagar sobre su presencia en ese lugar inusual. El profesor responde con calma, explicando que está evaluando el terreno para su futura residencia. Sin embargo, cuando Georgie le pregunta sobre las actividades del grupo alrededor del cilindro, el profesor se irrita y les aconseja a los niños que se retiren, enfatizando que no es un lugar apropiado para ellos.

Dándose cuenta de que se acerca el anochecer, ya casi las 6 de la tarde, los niños optan por volver a casa. Pero antes, se aseguran de cuidar a Bizcocho, el golden retriever que encontraron antes. Lo llevan a su refugio, una vieja furgoneta Volkswagen en el desguace que han acondicionado con mantas y luces navideñas para hacerla más acogedora. Afortunadamente, cuentan con la aprobación del tío Mike, quien siempre ha sido comprensivo y les permite jugar en el desguace. Allí, se encargan de dejarle agua y algo de comida a Bizcocho, asegurándose de que el perro esté cómodo y atendido antes de dirigirse cada uno a su casa.

¡Mañana será un nuevo día!

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