Tumgik
wayty-blog · 5 years
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¿Debo confiar en un encuentro posterior a la vida, en una cita eterna de nuestras almas? Aún cuando creyera en ello, su alma no querrá encontrarse con la mía sino con otra, con otra elegida...
Alejandra Pizarnik
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wayty-blog · 5 years
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Hemos hecho lo más complicado: coincidir en ésta vida. ¿Ahora qué?
Nerea Delgado
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wayty-blog · 5 years
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“Pero ahora, sobre materiales rotos y roídos, entre el caos y la angustia, trataré de reconstruirme. Sobre tanto dolor, sobre tantas ganas de morir y de no sufrir más el peso de este amor, he de reconstruirme. Con humildad y silencio.”
— Alejandra Pizarnik
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wayty-blog · 5 years
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“A los corazones sensibles las emociones les afectan tal vez demasiado: las tristezas los destruyen, y las alegrías los hacen más dichosos que a los demás. No sé si será bueno o malo poseer un corazón de ésos, y si a la larga, quienes somos así, terminaremos siendo más infelices.”
— Francisco Tario
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wayty-blog · 5 years
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Tantos años creyéndome risco cuando en realidad era ola. Era mar.
Hace poco, durante una noche, me imaginaba a gente conocida hablando cosas de mí, señalándome, murmurando entre sí cómo debería hacer las cosas. 
Me visualizaba a mí, ahí al lado, hecha una bolita. 
Hasta que me dije “Esperá. ¿Y estos quiénes son para hacerme sentir así? Con todo lo que ya he transitado, superado, vivido, sentido. ¿Quiénes son?” 
Y de repente me sentí como una gran masa de mar arrastrándolo todo, dejando la arena impecable tras de mí, limpia de huellas, rastros, burlas, opiniones y críticas ajenas. 
Ya no veía a la ola de frente a punto de llevárselo todo y arrastrándome con ella. Estaba del otro lado finalmente. Me movía con la fuerza del océano.
Me sentía poderosa. Capaz de filtrar lo que sí me hacía bien, de empujar y dejar afuera a lo que no me aportaba. De estar en control. De poder llegar a donde quiero. De merecer realmente el lugar en el que estoy.
Y me fui a dormir feliz, inundada de amor propio. 
 Jamás en mi vida me había sentido tan bien por mí misma.
Hoy recordaba ese pensamiento y volví a sentir esa caótica paz: 
Tantos años creyéndome risco cuando en realidad era-podía ser ola. Era mar.
Juego de palabras
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wayty-blog · 5 years
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Alejandra PIzarnik, Diarios.
Tomaba lenta conciencia de su sufrimiento, sufrimiento agudizado por la visión de su espera vacía. Calculó los residuos de esperanzas que yacían en su alma: ¿qué esperar?, ¿cuándo?, ¿hasta dónde?, ¿por qué?, ¿para qué? Su interior se deshacía paulatinamente como un grifo mal construido. Algo goteaba horrorosas partículas de dolor. Algo, algo. Quiso sonreír, pero sus pestañas latieron ante la humedad que afloraba a sus ojos. Pensó que solo le restaba morir. Atisbó su alma para comprobar el efecto que le producía esta palabra fatal: morir. No. Sólo nada. Su alma asentía en silencio. Ya no le importaba no ser. Quiso sonreír y el llanto sobrevino. ¡No ser! Y ahora, ¿acaso ella era? ¿Qué era? ¡Un grito de dolor! Un simulacro fastidioso de agonía humana que ocultaba un prosaico y pequeño fracaso: ¡el de su vida! Quería atribuirse la responsabilidad del vértigo universal, cuando en realidad no era más que una partícula llorosa y humillada por esa vida tan dura y tan mala, ¡¡vida que no comprendía, vida que no intentaba comprender, vida que no aceptaba!! Tornó a sufrir. Pequeño lagrimeo. ¡No! Todo estaba muy bien, muy correcto, muy sensato. Su cuarto vibraba de orden y belleza. Su cuerpo bien vestido y perfumado. Sus uñas luminosas, su rostro bien compuesto, su pelo simétrico y su frente intacta. Contempló sus queridas posesiones. Sí. Todo estaba muy bien, menos ella, la pobrecita ella, tan dolorida, tan pero tan dolorida que se sentía estallar. Era algo que la mordía por dentro, algo fiero y oscuro y grande y tremendo. Algo la castigaba por sus pecados o por sus virtudes o por su vida o por su muerte. ¿Cómo saberlo? Oyó un horrible chirrido, como de una tumba, que se abalanzaba sobre su nuca. Oprimió los pies contra el suelo, fuerte, muy fuertemente. Sentía que su cuerpo se estiraba, cada fibra, cada tendón, se iban y volvían elásticamente, como en los films de dibujos animados. Cerró los dientes hasta empujar todos los dolores de su cuerpo y concentrarlos en sus mandíbulas. Sufría. ¡Cómo sufría! El dolor laceraba su ser hasta convertirla en un impresionante hilo tenso que al menor roce producía sonoridades sorpresivas. No quería pensar en su dolor, pero éste estaba dentro de ella, delirante, acalorado por alguna fiebre misteriosa. Unos ruidos extraños burbujeaban en sus sienes marcando heráldicamente el lugar en que ella tenía que apoyar los dedos y frotar, muy suavemente. Los dedos bajaron al sitio en que estaba el corazón. Se asustó al sentir ese vibrar tan uniforme y tenso. Un segundo más y lo iba a ver estallar, volar en mil pedazos, como un globo terrestre de goma pinchado por una espina, ese mismo globo terrestre que era su abstracción del mundo, de su mundo que desaparecería con su muerte. Estaba decidida a llevarla a cabo, pero había un pero que rompía silenciosamente su resolución. Contempló la pluma y la acarició. Como una flecha venenosa, la contaminó un deseo: escribir, escribir. Deseo que introducía a la muerte en un barco irretornable, deseo que aumentaba el mercurio de su angustia, deseo que cortaba su pobre espíritu y arrancaba los testigos de sus frustraciones, de sus impotencias. La tentación de arrojar la pluma por la ventana, al mundo exterior, odiado y temido, se hizo fuertísima, pero sabía que esta pluma solo era el símbolo de su ardiente apego a las figurillas conmovedoras de su escritura. Nuevamente, se sintió desolada. El sol aciago cegaba sus pupilas. Vibró su dolorida frente. ¡No! ¡No era el sol! Era su llanto, su modesto y silencioso llanto, que cubría su rostro, no para lavarlo, como una lluvia beneficiosa, sino para hacerle llegar a todo su ser el testimonio de su desdicha, de su terror, de su vida perdida. Trató de ocultarse, de sonreír aun cuando la falsedad de su alegría fuese conciente. Quería hundir su mano en el dolor y agarrarlo como a un objeto próximo y estático y oprimirlo y expulsarlo de su cuerpo fatigado. Pero no, su dolor era como un [palabra ilegible] indomable, imposible de aferrar. Pensó en Dios, en algún elemento supremo a quien elevar sus quejas y pesares, alguien contra quien clamar o blasfemar. No. El cielo era una masa presente y azulada. Ni por asomo se le ocurrió que Dios podría estar detrás, o encima o, como le habían dicho cuando era niña, en todas partes. Recordó que se había asustado. Recordó que lo imaginó como un fantasma blanco lleno de ojos negros. Pero, ahora, ¡ahora, pobrecita ella!, no atinaba a encauzar su dolor hacia esas terapéuticas ultraterrenas. Cerró los ojos. Ahora el dolor caminaba por su sangre, a pasos gigantescos, torturadores de su ser, que ella temía como a todo. Inspiró hondamente. Nada. Con sumo ingenio, sus resortes angustiosos se entretenían en escribir sobre la superficie de su alma. Escribían NADA, con grandes caracteres luminosos, NADA imborrable y dolorosa, NADA desde lo más profundo de su alma. ¡NADA! Siguió pensando en la muerte. La tinta de la pluma languidecía, por lo que ella dijo: «¡Maldita lapicera!». Y rompió a llorar.
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wayty-blog · 5 years
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Si no me llaman aprenderé a pensar mejor las cosas... Si me llaman y sale todo como pienso, aprenderé a no dudar de mi y ser tan paranoica. Duda... ¿Qué me enseñará la vida esta vez? Solo espero que sea rápido... Por favor.
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wayty-blog · 5 years
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Un día entenderás que la vida no te negó nada, te salvó de lo que no necesitabas.
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wayty-blog · 5 years
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¿Hasta cuándo vamos a seguir teniendo miedo?
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wayty-blog · 5 years
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Nicanor Parra. (Chistes fomes para despistar a la policía…). Chistes parra desorientar a la policía poesía. [19]
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wayty-blog · 5 years
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Absurdo hablarte desde el poema. Habría que levantarse, ir a tu casa, obligarte a oír mis delirios.  Alejandra Pizarnik
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wayty-blog · 5 years
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wayty-blog · 5 years
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Repetí conmigo.
Voy a superar estas pelotudeces que me hacen sentir para el orto.
Voy a superar estas pelotudeces que me hacen sentir para el orto.
Voy a superar estas pelotudeces que me hacen sentir para el orto.
Merezco sentirme mejor. 
Merezco respeto hacia mí tanto de los demás como de mí misma.
Voy a salir de esta.
Voy a salir de este pozo porque ya conocí el fondo.
Y si me toca seguir bajando, voy a buscar tierra fértil para echar raíces y crecer más fuerte e imparable que nunca. Nada podrá derrumbarme jamás de nuevo.
Y si me toca seguir bajando, atravesaré el maldito globo y fundaré y levantaré allí mismo mi propia ciudad. Y seré invencible, intocable.
Hasta mis propios monstruos y fantasmas me tendrán miedo.
Y mientras repito:
Voy a superar estas pelotudeces que me hacen sentir para el orto.
Juego de palabras
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wayty-blog · 5 years
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Quiero creer que hay alivio.
Que después de tanto andar y andar y no llegar;
que luego de tanto dolor,
de tanta ceguera, de tanta guerra,
hay alivio.
Quiero creer que más allá de mis miedos,
que me gritan que no puedo
que me aterrorizan a cada paso
que me dicen que no lo intente,
me espera el alivio.
Quiero creer que vendrán tiempos mejores.
Que incluso cuando empieza a anocher es porque falta menos para el amanecer.
Quiero creer que el universo al fin
traerá un poco de alivio
para este corazón tan asfixiado.
Juego de palabras
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wayty-blog · 5 years
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Me fui de viaje y por un tiempo no fui yo. Físicamente solamente dos semanas. Emocionalmente…llevo ya varios años (y creo que aún no vuelvo).
Caminé lo que jamás en mi vida me hubiese imaginado capaz.
Descubrí y enfrenté miedos nuevos que no sabía que tenía, y me frené frente a algunos otros que también desconocía.
Me emocioné hasta las lágrimas: mi rostro llevaba mucho tiempo sin sentirme llorar de alegría. Y se sentía bien.
Me permití fallar y perdonármelo. Y otras veces: fallar y obligarme a intentarlo de nuevo. “Dale nena, vos re podés hacerlo”. Toda una vida siendo dura conmigo misma me ha llevado a no entender cómo funcionan mi valor y mi autoestima.
Extrañé mi cama, las comidas caseras de mi casa, el otoño de mi provincia. 
Y aprendí que me gustaría hacer pequeñas-grandes cosas de mi vida: 
     -Abrir la mente y el corazón para encontrar un sinfín de posibilidades a ínfimos problemas. 
     -Olvidarme de eso de levantar muros y construir laberintos para empezar a armar puentes que me lleven más lejos.
     -Decidir que la magia sí existe y que hay que estar dispuesta a encontrarla todos los días.
     -Dejar de sentirme menos que los que me rodean y en su lugar observar, dialogar para ayudarme a crecer.
    -Recordar a mi yo de pequeña que se movía y motivaba por el gusto de hacer cosas y sentirse responsable sin pensar en los resultados.
    -Actuar y no pensar tanto, solamente lo suficiente. Animarme a más.
   -Decirme más “Dale nena. No seas tarada. Vos re podés hacerlo. Es verdad eso que dicen: nadie se arrepiente de haber sido valiente”.
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wayty-blog · 5 years
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El fondo es el mejor terreno para sembrar.
Mujeres que corren con los lobos
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wayty-blog · 5 years
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28 de marzo
Desde hace muy poco tiempo, me resisto a llamar a puertas extrañas y donar mi amor, darlo para que lo arrojen por inservible. Algo oscuro en mí ha adquirido un orgullo sin desenlace y nunca más podré llamar y comenzar a rogar. Que me amen y me persigan, yo no haré nada para concretar mis deseos.
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