wild----princess

[wild----princess]

¿En qué momento te escaparaste de ahí? ¿Cuándo saliste de nuestro pequeño mundo y me quedé sola con el amor regado como sangre brotando de mi piel?

Prometí llevarte en el alma, y lo hago, y te prometí mirándote a los ojos que no te dejaría, y no lo hice, estoy aquí; y también prometimos que nos amábamos, pero creo que solo yo era sincera.

¿Cuándo comenzó a parecer un sueño tu recuerdo? ¿Cuándo dejó de ser cotidiano verte, sentirte, escucharte, tocarte, reírnos, coquetearnos, amarnos? ¿Cuándo comenzó a ser una fantasía en mi cabeza tener una despedida? ¿Cómo es que recuerdo tan vívidamente la última vez que te vi y el último abrazo seguido de cuando me gritaste "te amo", y yo ni siquiera regresé a mirarte al decir "yo más" porque era tan cotidiano que no sabía que sería nuestro último buen momento?

¿Cómo sigo después de dos años queriendo que todo fuera diferente? Y no me malentiendas, no te quiero conmigo, no como pareja, pero cumplir la promesa de quedarnos, y que de verdad me vieras convertirme en una gran mujer como decías. Es que llegó un momento en el que de verdad creí que estarías aquí toda la vida, y hoy que no puedo sentir esa inmensa tristeza que acompañaba a todo mi amor por ti, cómo quisiera seguir en nuestras vidas, cómo te amo todavía.

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¿Cómo he podido vivir sin ti?

Si aún te pienso y siento que te amo, que te extraño, que necesito verte, tocarte, abrazarte, sentirte.

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Cómo quisiera escucharte contarme tus logros, ver a tus ojitos siempre emocionados y coquetos conmigo. Quisiera que tú corazón volviera a latir como loco por mí, y sentir la contención de tus abrazos y cómo me armabas después de romperme mil veces.

Sé que he mentido, porque aún siento que te amo, digo que no me importas pero aún te veo en los asientos vacíos de las cafeterías a donde ahora voy sola, buscando un poco de emoción, pretendiendo sentir algo, a veces incluso he pensado que sigo yendo por si a caso te encuentro.

El otro día, me dijeron que el universo no deja que veas a alguien con quien ya no tienes pendientes y aún no estás listo para volver a ver, y tiene sentido, porque siempre me he preguntado cómo no te encuentro en cada lugar y en cada esquina de la pequeñísima ciudad que compartimos, cómo es que trabajando a unas cuantas cuadras de separación, no nos cruzamos ni una sola vez, ni solo, no acompañado, es casi impensable que no fui (aunque moría por ir) a ese concierto por coincidencias del destino, y así no me encontré contigo.

Ha habido tanto, tantas coincidencias, y conexiones, tanta plenitud pero también represiones, que quisiera contarte cómo es que he evitado pensarte, y a veces me gustaba pensar que de nuevo mis cafés vendrán con una nota y que de nuevo dirías que me amas y que me extrañas, pero el último año y medio te limitaste a servir un simple (y a veces malo) café, a poner una canción que me rompió el corazón, solo fuiste cruel, solo creíste en una de las cosas que dijeron de mí, y olvidaste que me conocías mejor que todos ellos.

Te amaba tanto, y te odie tanto también, que ambas cosas guiaron mi actuar, tanto para quedarme como para cuando nos separamos, busqué en mi corazón quedarme con la idea de que fuimos amor, pero busqué en el rencor la fuerza para no buscarte aunque me quemaran las ganas de hacerlo, y sé que no hay vuelta atrás, sólo que escribir me calma, a veces siento que quizá podrías leerlo, y si es así, espero un día me contactes, porque sé que el amor no se extingue y, si alguno de todos esos "te amo" fue real, yo te espero aquí, justo donde me dejaste.

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fui miserable porque te permití todo lo que hiciste y me quedé

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Nunca me voy a olvidar de cómo se sintió que me hicieras quedar como loca obsesionada cuando yo siempre pedía ser solo amigos y usabas una de nuestras rolas favoritas para decirme que AMIGOS PARA QUÉ MALDITA SEA A UN AMIGO LO PERDONO PERO A TI TE AMO. Eso y cuando de repente llegaste un día a besarme como si no hubieras movido todo mi mundo, o cuando me decías que era lo más bonito que tus ojitos habían visto, qué coraje quedar como la loca cuando tú me hiciste así de miserable.

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¿Cómo he podido sobrevivir sin ti?

[wild----princess]

Yo nunca quise dejar de amarte, incluso ahora no sé si lo hice, no sé con certeza si iría a abrazarte de tener oportunidad, no tengo idea de qué pasaría si nuestras miradas se volvieran a cruzar.

Muy probablemente seguiríamos nuestra vida, no haríamos nada, quizá ni nos moveríamos, pero sé muy bien que hay mucho entre los dos, mucho amor y también perdón, rencor, ganas de volver, no sé, no sé con certeza qué podría hacer.

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Me gusta escribir de ti, es que recordarte me reconforta, me hace sentir viva, e incluso eso simplemente, me hace sentir.

Me emociona un poquito aún recordarte tomando mi mano, mirando mis labios, tu mirada en mis ojos, tus manos en mi cintura, tus labios diciendo "te amo", tu pelo entre mis dedos, tu cabeza en mi hombro, tu cabeza en mis piernas, tu cara entre mis manos.

Besarte, abrazarte, tenerte, acurrucarnos, derretirme en tus labios, y en tus manos, y en tus brazos, y entre tus palabras, y escucharte reír, y retarte en las pláticas, contarte mis días, quejarnos de la vida, reconfortarnos en caricias.

Ya no me importa si para ti era real, pero para mí lo era (lo es), para mí, yo te amaba, para mí, yo sentía, para mí, un toque era una descarga, para mí, valía la pena otro día, otra semana, entonces otro mes, otros tantos cafés por la mañana, más abrazos, más besos, más promesas, más planes, más amor, más de nosotros, fue real, es real.

[wild----princess]

Para ser honesta, no recuerdo una sola cosa de lo que dijimos ahí, el lugar que convertimos en nuestro, dónde veíamos la ciudad, pero nadie nos miraba a nosotros. Pero sí recuerdo tus ojos, y tus gestos, recuerdo tus cigarros sobre la mesa, y que ya nos conocían tanto como para recibirnos con dos americanos calientitos, y recuerdo cuando te levantabas y volvías a la mesa para abrazarme, besarme el pelo, simplemente tocarnos con una excusa, sin pasarnos, sin invadirnos, y manteniamos la emoción, la intimidad, el misterio y el deseo.

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Tuvimos una primera parte, una dónde debidos marcharnos, donde debió quedarse esa breve historia, donde pudiste dejarme con la duda o con una simple cortesía fingir que estaba todo bien, y no acercarte de más, y no invadirme una vez más.

Tuvimos una segunda parte, una de idas y venidas, y pausas, largas pausas, dónde compartíamos unos cinco cafés a la semana y muchos abrazos que se sentían como un curita en el alma.

Y yo diría que una tercera, dónde todo era suavecito, donde abrazarte era refugio, era amor, pero amor sincero, era paz y mi tranquilidad, eras la luz al final de todo lo malo que podía pasarme. Compartir el café contigo, comer a tu lado, abrazarte, cuidarte, escucharte, contenerte, acurrucarte, calmarte, tomarte de la mano, besarte, era magia, era pura magia, ¿cómo es que todo el mundo esperaba que yo simplemente abandonara la magia de nuestro pequeño mundo? ¿Cómo es que te importó a ti tan poco destruir lo que construimos? ¿De verdad resultaba tan malditamente complicado darte cuenta que todo lo que hacías me provocaba daño?

No soy la víctima de nada, hace un año que dejé ese papel, pero me duele que no cuidaste mi corazón, que pusiste a cualquiera antes que a mí, y el problema no es que lo hicieras, es que siempre decías lo contrario, que me amabas y que ibas a estar para mí, ¿por qué entonces te fuiste tan repentinamente de aquí?

[wild----princess]

Hay días en que pienso que es imposible no odiarte, que no hay manera de que pueda no sentir rencor ante tu memoria.

Siendo que fuiste la persona que más inseguridad me causo, por quién más quise adaptarme, por quien soporté la pérdida de mi dignidad, credibilidad y bondad, por quien también cambié, lloré, me angustié y perdí la emoción y la ingenuidad con la que me enamoraba.

Me quitaste más de lo que podría haber ofrecido, lo hiciste conscientemente, alimentaste tu ego a costillas de mi amor.

Pero, ¿cómo odiarte? Si contigo reí, sonreí, me apoyaste, si un abrazo tuyo me reconstruía en un segundo, si un beso hacia estallar al universo, si cada vez que tomabas mi mano caminaba contigo a cualquier lado, si cuando me mirabas a través de tus pestañas te ganabas toda mi confianza.

Es que no puedo odiarte, pero tampoco puedo amarte, no me nace hacer ninguna, y hay días en los que hago las dos.

No sé qué siento por ti ya, porque me cuesta decir que nada, pero quizá es eso, tal vez, en el infinito número de posibles sentimientos que tengo hacia ti es un simple "nada".

Probablemente no siento nada porque ya no te conozco, y siento amor o siento odio conforme a los momentos contigo que recuerdo.

Y quién sabe, en un tiempo podríamos encontrarnos de nuevo, y conocernos desde cero, pero ahora, solo te quiero lejos.

[wild----princess]

No sabía que podía emocionarme, divertirme, enamorarme, sentir todo en dos noches, en tres días, en el sueño que fuiste, en el despertar que fue llegar a mi hogar, el saberte lejos y agradecer que coincidimos un momento.

Gracias por hacerme sentir, es que hace mucho no conocía a alguien que despertara algo en mí, por eso no voy a olvidarte, y te llevo en mí para siempre.

[wild----princess]

Tengo mucho miedo de jamás volver a verte, y le tengo terror a no sentir un abrazo tuyo nunca más.

Cada día de mi vida despierto deseando que no estuviéramos lejos, pero sé que mi agonía se habría extendido todos los meses que hemos estado alejados.

Ya no quiero estar lejos de ti, aunque sé que es lo mejor, porque siempre que te tengo cerca siento profunda tristeza, pues nunca me eliges a mí, pero cuando estamos juntos, cuando puedo tenerte y tú me tienes, si la ternura nos envuelve y las risas nos acompañan, te juro por lo que más quiero que no hay otro lugar donde desearía estar.

[wild----princess]

robbers x about you

[wild----princess]

Te extraño, pero estás.

Supongo que estás, estás en mí y en los lugares, en las personas, y en las canciones.

Estás en mi universidad, estás la sala donde esperabas por mí, estás también en el punto de encuentro, donde me abrazabas con lo que parecía sinceridad, y estás en las canciones que se volvieron mis favoritas y en las que aprendí a odiar, también en tu hermano, y en el café, y en las cafeterías, en la comida, en mis manos, en mi piel, en mis labios, en mi ropa y en las calles, te veo en cada lugar que visitamos juntos, y en todos quienes nos vieron reír, en mis oídos con tu risa y en mis ojos con el reflejo de los tuyos.

Pero no te puedo tocar, tu ausencia me atormenta cada día y cada noche, y si te sueño, te juro que jamás quisiera despertar.

[wild----princess]

¿Hace cuánto que no estás?

Me parece como un día, pero ya van muchos más.

¿Hace cuánto que no me abrazas?

Me parece un instante, pero ya no siento tu toque en mi piel.

¿Hace cuánto te rendiste de mí?

Me parece que podría llamarte, pero ya no basta un mensaje para que aparezcas por aqui.

[wild----princess]

Sentí que una parte de mí se fue contigo.

No he sentido más ese amor incondicional, me molestan cosas que no me molestaban de ti, no me nace el impulso de besar otros labios, de acariciar otros brazos, de jugar con el cabello de nadie que no seas tú.

Hace tiempo que soy hasta egoísta, que no creo una sola de las palabras lindas.

Han pasado meses y el café no sabe igual, no me siento tranquila en ningún abrazo, al menos, no como me sentía en tus brazos.

He perdido la cuenta de hace cuánto lo dejamos, sé que son meses, quizá hasta más de ciento veinte días.

Eso significa que he despertado ciento veinte mañanas sin tus mensajes, significa que he comido ciento veinte desayunos y en ninguno estuviste en la silla de enfrente. Me he acostado en mi cama ciento veinte veces y no te he escrito "buenas noches". Han sido ciento veinte días sin abrazos, besos o caricias. Ciento veinte días desde el último "te amo".

Es curioso que parece que fue ayer cuando me diste la mano por última vez. Ojalá haberme quedado en el instante del último beso, ojalá haber permanecido en calma como cuando por última vez me susurraste "te quiero", ojalá haberme perdido en tus caricias, en tu pasión una vez más.

La vida desde hace ciento veinte días se me va en "ojalá", y ojalá, ojalá, volvieras, pero ojalá, ojalá y no.

Ojalá solo olvidar, ojalá volver a dormir en tu hombro, ojalá quedarme en la eternidad de tu mano, ojalá.