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N O V E D A D E S.

▌Lara era la lugarteniente del Cartel de Cali. Éste se envolvió en una guerra contra el Cartel de Medellín. Lara y sus hombres perdieron un par de batallas, pero no pensaba rendirse. Ben, patrón y amante de Lara, llevaba tiempo queriendo escapar de esa vida que ya le había dado todo lo que quería, la posibilidad de despegar. Tras conseguir un estatus social elevado y más dinero del que podía soñar, quería desvincularse de lo ilegal. Ben veía el negocio del narcotrafico como un medio y no como fin.  Lara se vengó del asesinato de su vida tal y como la conocía y se deshizo de Ben.

▌La colombiana siguió habitando en el apartamento que ambos compartían. Sin embargo, comenzó a presenciar cosas extrañas. Su catolicismo de creyente pura impuesto por su abuela comenzó a llenar su cabeza de fantasías, y piensa que Ben sigue viviendo allí como fantasma. Por ello Lara apenas pisa la que es actualmente su casa. O bien se queda en casa de un desconocido cada noche, o se despierta en el mismo bar en el que perdió la consciencia en algún punto de la noche.

▌La desaparición ante los medios de Lara creó una sarta de leyendas  que aún siguen pasando de red social en red social, y sobre todo, por las revistas de prensa rosa. El cuerpo de Ben no se ha encontrado pero siguen buscando al secuestrador. Lara fue descartada como posible culpable del delito porque varias personas (pagadas por ella) apoyaron su cuartada de que la morena se encontraba en Cali mientras que la última vez que se vio a Ben fue entrando a su apartamento de Manhattan.

P O S I B L E S    T R A M A S.

▌La más importante de todas: una gran p*tada que pienso hacerle a Lara. Necesito dos personajes: uno malo malísimo )que provoque dolor a Lara) y otro el héroe buenazo (que la salve, o al menos que lo intente). Va a ser brutal, con sangre y vísceras y de todo. Daré más datos a las personas implicadas, pero sólo diré que cambiará por completo a mi personaje y es lo peor, de lejos, que le he hecho a un pj.

▌Lara y las borracheras. La colombiana se ha convertido en una alcohólica redomada tratando de huir de sus fantasmas. Bares, calles a altas horas, peleas, ilegales. Se mete en todo esta chica.

▌Lara y el trabajo. Tras dejar a un lado el narcotráfico, está desempleada. Si tu personaje busca a una asesina sin escrúpulos, esta es su oportunidad. También necesito a alguien que coleccione antigüedades, o arqueólogos que le encomienden misiones en sitios lejanos, o en tumbas.

▌Lara y la religión. ¿Tu personaje es cura? ¿Religioso? Encuentros en la iglesia, con Lara borracha, va a ser divertido. O cualquier ayuda para que deje de creer en fantasmas. También puede incentivar sus creencias de que los fantasmas de las personas que ha matado la persiguen. ¿Un cazafantasmas? ¿Alguien que le bendiga la casa?  

▌Lara y los medios. Ahora es más famosa que nunca. ¿Revistas de prensa rosa hay? Porque podrían escribir muchos cotilleos sobre ella. ¿Tu personaje es conocido? ¿Quieres que lo relacionen con la colombiana? Fiestas, eventos de cualquier tipo. ¿Interesado en que tu personaje sea socio de la cadena de hoteles y clubes nocturnos Marbella? Adelante. Compartirá negocios con Lara.

C O N T A C T O.

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A V A T A R E S.

▌Principal: Irina Shayk:

▌Secudario: Christian Serratos

.▌Gifs: Sameen Shaw.

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Nos veremos en el infierno.

Ben había dejado el apartamento a las 10:16. Regresó a las 21:46. En ese periodo de tiempo, Lara supo que aquel sería el último día de vida de aquel asqueroso. 

Sentada en el sofá esperaba impaciente su llegada. Aún recordaba las sirenas de su casa de Cali. Ella escapaba con un coche cuando cruzaron esas sirenas. La policía desmanteló el Cártel en apenas dos semanas. 

Las llaves. Pasos. Observó con una copa de whisky a Ben que comenzó a contarle sus andanzas del día. Haciendo caso omiso, Lara Campos elevó la voz.

— Fuiste tú, ¿verdad? El anónimo que llamó a la policía para dar nuestro paradero. Nos vendiste. Vendiste nuestra vida.

— Vida que yo te di. Puedes culparme por eso. Fui yo quien te buscó para esa misión cuando no eras nadie. Ahora se ha acabado.

Lara no daba crédito. Había destruido todo su trabajo y quería salir impune.

— Ha llegado  tu hora. ¿Recuerdas nuestra última conversación en Cali? Mi dedo me lo ha estado pidiendo a gritos.

El rostro de ben palideció. No esperaba realmente que su amante fuese acapaz de hacerlo. Pero el rostro lleno de rabia lo decía todo. Ben Solano dio varios pasos hacia atrás, hasta dar con la encimera y en ella, con un cuchillo. Apunto a Lara con la mano temblorosa. 

Lara sonrió. Se fue acercando al cuchillo hasta que rozó su mejilla y apretó. El arma blanca penetró en su piel en una fina línea que comenzó a sangrar.

Por un momento se quedó observando a Ben y seguidamente sacó su arma que descansaba en su baja espalda. El cañón de la pistola reposó sobre la frente de Ben. 

— Cobarde de mierda. Te vas a pudrir en el infierno. Allí nos veremos.

Se escuchó un sólo disparo.

22:06. Lara abandonó el apartamento.

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Apretaré el gatillo.

El vehículo quedó perfectamente aparcado frente a la finca. Lara se hizo con su copiloto predilecto, su fusil. Abrió la puerta y antes de poner un pie en el pavimento, la mano de Ben ya decoraba el techo del coche. 

— ¿Cómo fue? — embelleció su preocupación por la jornada de patrulla con una gran sonrisa.

— ¿Por qué me hablás en inglés, Solano? — La cara de mal humor de Lara no hizo más que empeorar, con un ceño fruncido que haría huir a cualquiera. 

— No quiero que se enteren estos capullos. Quiero hablarte de algo serio.

Lara soltó un bufido e impulsó el fusil hacia el pecho de Ben, haciendo que se retirara para abandonar al fin el vehículo y zafarse de su charla. A largas zancadas emprendió su camino, alzando la mano como única despedida de sus compañeros.

— Lara, por favor, sólo quiero estar contigo. —  rogó Ben siguiendo a Lara hacia el interior de la mansión como un perrito faldero. 

— ¿Otra vez, Ben? ¿La misma cancioncita?

— Lara, escúchame. Podemos ser felices. Nos largamos de aquí, de las muertes, del miedo, de la sangre. Tú y yo. ¿Acaso no eres una mercenaria? ¿Qué mas te da donde se caigan muertos estos malparíos?

Ambos se habían introducido en la vivienda y Lara se quitó el cinturón que dejó en una de las mesas. Aquella conversación que se reproducía cada noche cuando llegaba allí estaba comenzando a irritarla. La colombiana se dio la vuelta y apoyó su peso en la mesa, cruzándose de brazos.

— No me importa un carajo. Pero esto da más dinero que cualquier otro negocio. Así que estoy luchando por él. Y tú vas a luchar conmigo. Y cuando esto acabe, te mataré. Nadie deja el puñetero barco menos yo.

— ¿Después de todo lo que hemos vivido juntos? No me lo trago. Las noches juntos, las copas, las risas, las caricias, el amor...Esa coraza tuya de no me importa nadie no cuela. Sé que te importo. Si me mataras estarías completamente sola.  — Ben se acercó a ella y atrapó su rostro con ambas manos.  —  Estamos mejor juntos.

— No dije ‘si te matara’, dije que te mataré. Te mataré, cobarde malnacido.

— ¿Y cómo lo harás? 

De fondo unas sirenas comenzaron a sonar. Las luces rojas y azules se reflejaron en la faz de la fémina. Lara seguía impasiva con la barbilla alzada y el labio superior ligeramente alzado de un extremo.

— Apretaré el gatillo.

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▌Si mis ojos te hablasen de mi verías la bala girar y apuntar al fusil.