La desnudez de sus pecas, obra divina de la naturaleza, hacía pecar incluso al más recto en su pureza. Sus manchas suaves, puntos de éxtasis en la piel, eran un camino tentador hacia el deseo más fiel. En ella, las pecas eran huellas de constelaciones, que encendían pasiones y llevaban a osadas exploraciones. Una sinfonía de pequeños astros, salpicados con fervor, que invitaban a cualquiera a perderse en su resplandor. ¡Bendita pecaminosa desnudez, que enciendes el fuego! Y haces que cualquiera caiga preso de su ruego. Ella, con sus pecas, era fuego, era pecado, convertida en diosa por aquellos a los que había conquistado.
🖋🦋I&M469☁
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”Just let me be yours and you can be mine.”
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