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#Cerro Bahía Blanca
elcorreografico · 2 years
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Conocer la reservas naturales bonaerenses en vacaciones de invierno
#BuenosAires #Turismo #MedioAmbiente | Conocer la reservas naturales bonaerenses en vacaciones de invierno
Dentro de la provincia de Buenos Aires se encuentran reservas y parques naturales que son parte del patrimonio cultural bonaerense. Para todas aquellas personas que quieran una alternativa a los atractivos turísticos, en estos sitios van a poder disfrutar de los paisajes que nos ofrecen estos lugares, así como aprender sobre el cuidado del ambiente.En estas vacaciones de invierno, el descanso y…
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edicionesneutrinos · 9 months
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EL ARTE DE ESCRIBIR AL SOL
Roberta Iannamico
Poesía argentina, 2023
ISBN 978-987-4430-29-8
110 páginas
Roberta Iannamico vuelve de los paseos con sus colectas diarias para avivar el fuego, corazón del hogar: amistad, alimento, visiones, flores, conocimiento. Se raspa en el intercambio asombroso con los seres que comparten su hábitat, donde todo lo viviente tiene algo que enseñar. Andando los cerros, arroyos, montañas, ríos, llanuras, mares y bosques, los poemas abren caminos de justicia y belleza.
Roberta Iannamico nació en Bahía Blanca en 1972. Actualmente vive en Villa Ventana, provincia de Buenos Aires. Publicó los libros de poesía El zorro gris, el zorro blanco, el zorro colorado (Vox, 1998), Mamushkas (Vox, 2000), El collar de fideos (Vox, 2001; Lux 2021), Tendal (Del Diego, 2011), Celeste perfecto (Crudo, 2003), Dantesco (Vox, 2006), Muchos poemas (Neutrinos, 2017), La medialuna (Belleza y Felicidad, 2010), El día nuevo (autoedición, 2013), Nomeolvides (Vox, 2015), Qué lindo (Zindo & Gafuri, 2015) y la poesía reunida Rosa: Poemas 1997-2021 (Gog & Magog, 2021). Publicó varios libros de poesía para las infancias. Es cantautora. Coordina talleres de poesía para niñxs y adultxs. Codirige la Editorial Maravilla. Es miembro fundadora y activista cultural en la Biblioteca Popular Macedonio Fernández.
Obra en tapa: Juan Hernández
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descriptionsecu · 3 months
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Daily Tour 360 San Cristobal (shared services)
This is the ideal tour to get to know San Cristobal Island from all angles. The tour starts at 7:00 AM at the
Galápagos Eco Fishing offices to equip our passengers with snorkeling gear, as it is one of the main activities of
this tour. Then, we head to the "Muelle Acuario" passenger dock and board our boat, which departs at 7:30 AM.
The boats are quite comfortable with cabins, bathrooms, and kitchens. The boat's capacity is for 10 passengers
on this tour.
Leon Dormido: Here, we have the longest snorkeling session, around 1 hour. It is the ideal site to enjoy marine
fauna such as Galápagos sharks, hammerhead sharks, sea turtles, schools of fish, and sleeping sea lions, among
others.
Cerro Brujo: Cerro Brujo is a tuff formation located near Leon Dormido, named for its shape. It is an ideal
panoramic site to view Leon Dormido through a channel. We also visit the cathedral, a rock part of this formation.
This point is perfect for photos. We spend about 20 minutes here, and there is no disembarkation at this point.
Bahía Sardina: Here, we disembark for about 1 hour, and we can engage in two activities: beach time and
snorkeling. We have two beaches that are ideal for observing marine life in the area. Depending on the day's
itinerary, we may have lunch aboard the boat in this bay.
Punta Pitt: At this site, we conduct a brief fishing demonstration to explain to tourists the main economic activity
that Galápagos had before turning to sustainable tourism. We also pass by an islet observing endemic birds such
as red-footed boobies. There is no disembarkation, and we stay around 20 minutes.
Bahía Rosa Blanca: In this bay, we disembark and engage in three activities. First, a short 20-minute walk to reach the "shark lagoons," which are sea-filled basins ideal for snorkeling. Here, we also have one of the best fine sand beaches on the entire island. We stay for about 1 hour and 30 minutes
Included: transportation, guide, snorkeling equipment, excursion.
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kartoffelsalatt · 3 years
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León Dormido // Cerro Brujo // Bahía Sardina // Bahía Rosa Blanca
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non-stalgia · 3 years
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Por primera vez en la vida, viví los insectos. Una serie de bolitas con alas se reventaban una tras otra y tras otra en nuestro parabrisas-parabichos, y pensé que así es como luce la naturaleza, como una mancha en la visión que incomoda a los humanos, que les da comezón y que por eso aniquila. Si nunca has vivido los insectos, es porque han sido aniquilados, pero el que respiras es su aire, y el cielo que te cubre su cielo.
Gozamos tanto ver a esos animales, pese a sentirnos culpables por llevarnos algunos.. pero éramos el único auto. El único auto en kilómetros de oscuridad, las únicas personas ocupando el espacio sagrado (para nosotros), de la Reserva de la Biosfera del Vizcaíno. Sentimos Euforia, no queríamos llegar nunca a la pequeña ciudad, no queríamos ver el sol porque la luna nos mostraba lo suficiente. Nuestra piel se ponía chinita con Sleep Party People y Gabriel estaba jetonsísimo en el asiento de atrás. Lo desperté para que no se perdiera nada, no manches, pinche biólogo, el puto sueño es la vigilia, respira esto.
A mi derecha empecé a ver una enorme mancha blanca, misma que se extendía a la derecha y que llegaba hasta topar con los cerros, hasta rodearnos, mientras nos hacíamos pequeñitos en nuestro carril. ¿Es agua? ¿Es la carretera, ahora, un puente veneciano al ras de la superficie? No puede ser. Nos bajamos. Era sal. Sal, aparentemente, sin mar, una enorme masa de sal redonda sal, infinita. Queríamos lanzarnos a correr encima de ella y perdernos en el regalo de la blancura: jamás habíamos vista tantas estrellas, y su brillo se reflejaba en esta superficie lunar. ¿Pero de dónde salía el agua? No veíamos al mar por ningún lado, todavía faltaba para llegar a la bahía. Quizás llegamos a la luna sin darnos cuenta. Quizás ella bajó a nosotros como un reglo, un regalo que nos dio la vida antes de arrojarnos a la mierda.
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—Sensaciones que no quiero olvidar, escribo en lo que me dura la memoria.
Alonso si ves esto no pienses que no he superado al cacas, ¿ok? Sólo quiero recuperar lo que vieron mis ojos esa noche, esa sensación de amplitud y visitar una vez más esa laguna aunque sea con la memoria UwU A donde me encantaría llevarte si la vida nos lo permite. <3
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ocioenlinea · 5 years
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Viaje express
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Disfruta de la semana o días santos en estos imperdibles destinos    
La semana Santa esta a la vuelta de la esquina y sabemos que la cuesta de enero acaba de pasar, es por esto que en esta ocasión te invitamos a conocer los diversos pueblitos mágicos que nos ofrece el estado, donde conocerás su historia, hoteles emblemáticos e incluso te sugerimos realizar algunas de sus actividades.
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San Sebastián del Oeste
El lugar lleva en su historia un pasado minero, que en la época de la Colonia lo pobló con más de 20,000 habitantes que buscaban explotar la riqueza de los yacimientos. El cierre de las minas a finales del siglo XIX lo convirtió en pueblo fantasma. Se encuentra rodeado por el Cerro de la Bufa y la Bahía de Banderas. Su clima es fresco y tropical, en parte por su cercanía a Puerto Vallarta a solo 60 kilómetros. Para visitar lo ideal es comenzar por su plaza principal, rodeada de edificios y monumentos históricos, como El Mesón, considerada una de joyas arquitectónicas del lugar que data de 1729 y ha mantenido su diseño y la función que ha desempeñado por siglos. En Los Portales de Morelos hay negocios tradicionales que han conservado sus antiguos nombres. Cerca del centro se ubican varios recintos religiosos, como San Sebastián Mártir, de austero estilo neoclásico edificada por los franciscanos a finales del siglo XVIII, con una remodelación en 1897 que modificó sus cúpulas y le dio un aspecto modernista. El 20 de enero celebra la fiesta patronal de San Sebastián y el 7 de octubre realizan lo propio en honor a la Santísima Virgen del Rosario del Real Alto, que tiene su hogar en el Templo de Real del Alto, construcción del siglo XVII cuyo altar está hecho en delicados trabajos de madera tallada. En la Quinta Mary, se produce uno de los mejores cafés orgánicos de la región y en la Fábrica de Puros Artesanales se pueden conseguir productos locales de tabaco, existen varias destilerías de mezcal. Cuenta con una tradición gastronómica de platillos como huitlacoche guisado con cebolla, chile y especias, birria de chivo, pozole rojo con carne de puerco y tamales en salsa roja, acompañados con chocorraíz, hecha de raicilla y chocolate, o con una fresca y agridulce agua de nanche. Cuenta con varios hoteles como la Hacienda Jalisco, La Galerita de San Sebastián y el Hotel del Puente.
Cómo Llegar
Desde Guadalajara tomar alguno de los autobuses que viajan a Talpa de Allende, pues no existe transporte directo. Al llegar a La Estancia, un pequeño pueblo en el camino a Mascota, se puede tomar un taxi hasta San Sebastián.
San Sebastián del Oeste Pueblo Mágico
Oficina de Turismo
Juárez 3, Centro, San Sebastián del Oeste, Jalisco
T/01(322) 297 2938
www.sansebastiandeloeste.gob.mx
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Tequila
Antes de 1530 este valle estaba habitado por chichimecas y otomíes que se replegaron a la llegada de los franciscanos y grupos indígenas del cerro del Chiquihuitillo. En 1541 una revuelta en la región provocó la ejecución de numerosos frailes, incluyendo a fray Juan Calero, fundador de Santiago de Tequila. En 1600 Pedro Sánchez de Tagle, segundo marqués de Altamira conocido como "el padre del tequila" creó la primera destilería para procesar los jugos obtenidos del agave tequilana. En 1758 don José Antonio de Cuervo obtuvo algunas tierras en Jalisco y decidió poblarlas de agaves azules. Para 1781, su hijo, José Prudencio de Cuervo, adquirió los potreros de la Hacienda de Abajo, para instalar la Taberna de Cuervo, en plena prohibición del rey Carlos III. En 1795, con la prohibición ya anulada, José María Guadalupe Cuervo, su hermano, obtuvo la primera licencia para producir vino mezcal. Tu visita puede comenzar en su Plaza de Armas, y se pueden visitar restaurantes, galerías, tiendas y museos, así como bares y recintos culturales así como la Parroquia de Santiago Apóstol, construida en la mitad del siglo XVII. Una visita a Tequila demanda visitar sus destilerías y campos de agave en Mundo Cuervo, Casa Sauza, la Hacienda, la Casa Orendain, y La Cofradía. Para terminar visitar el Museo Nacional del Tequila, con un recorrido histórico del nacimiento y arraigo de la cultura tequilera en el poblado. Y no puede faltar llevarte a casa algunas botellas o accesorios tequileros disponibles. En hospedaje se incluyen hoteles como La Cofradía, la casona Villa Tequila, y el Hotel Casa Dulce María.
Cómo Llegar
En autobús, la línea Tequila Plus que también pasa por todos los puntos de la Ruta del Tequila. El Tequila Express es una de las mejores opciones.
Dirección de Fomento Turístico
José Cuervo 33, Centro, Tequila, Jalisco
T/01(374) 742 0012, ext. 117
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Talpa de Allende
Hogar de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, una de las imágenes más veneradas del occidente de nuestro país, ya que cada 7 de octubre, más de tres millones de fieles peregrinan para visitarla. Fue fundada en 1523 por encargo de Hernán Cortés, con la finalidad de dominar desde allí las provincias del norte y del oeste del país. Su historia y cultura se concentran en su centro como la Plaza Principal, para contemplar la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, que data de 1755. En el interior se pueden admirar ocho retablos neoclásicos, bóvedas de arista, una cúpula de media naranja, elaborados vitrales y pinturas al óleo de los cuatro evangelistas. Los vestidos de la Virgen de Talpa se confeccionan con finas telas bordadas en oro y pedrería, y se cambian cada 10 de septiembre. Esta colección de vestiduras sacramentales puede conocerse en el Museo de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, inaugurado el 12 de mayo de 1995. En la Zona de Petroglifos de Sacamecate, es posible explorar los vestigios de las primeras civilizaciones que habitaron ahí. El Bosque de Maple es el más grande en su tipo en América Latina con una extensión de 56,000 hectáreas pobladas por pinos, helechos, robles y maples. Su gastronomía cuenta con antojitos regionales, mariscos y cortes. Las artesanías típicas son las elaboradas con chilte, el árbol de donde se extrae una goma que se trabaja en forma de tiras para elaborar figuras, como sombreritos, flores, corazones. Uno de sus principales hoteles son El Santuario, el Hotel Pedregal, y el Hotel Chuyita. Desde Guadalajara en automóvil son 199 kilómetros, por la Carretera Libre hacia Ameca, o 127 km desde Puerto Vallarta, por las Carreteras Estatales 544 y 70.
En autobús, la línea ATM tiene salidas.
Turismo Municipal
Independencia 32, Centro, Talpa de Allende, Jalisco
T/01(388) 385 0009, ext. 114
Sitio web: www.talpadeallende.gob.mxMazamitla
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Tapalpa
Se trata de un lugar donde se respira aire fresco y se siente un toque de magia entre sus fachadas blancas y sus techos de dos aguas. Algunos atractivos del pueblo son la Parroquia de San Antonio de Padua con su singular estructura, las pilas de agua con sus propias leyendas y restaurantes como el Árbol de la Culebra donde puedes probar borrego al pastor. Uno de los atractivos más llamativos son Las Piedrotas o el Valle de los Enigmas con formaciones rocosas surreales, así como Los Frailes. Además, desde el este pueblo se ha convertido en una de las paradas principales de la Copa Mundial de Parapente.
¿Cómo llegar? Puedes utilizar los autobuses de la línea Sur de Jalisco que salen de la terminal vieja.
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Lagos de Moreno
El lugar cuenta con una importante riqueza histórica y patrimonial debido a su posición estratégica como parte de la Ruta de la Plata y del antiguo Camino Real de Tierra Adentro. En el centro histórico se encuentra  la espectacular Parroquia de la Asunción, el Museo de Arte Sacro con un notorio acervo cultural y la Rinconada de las Capuchinas. Otros templos notorios son el Templo del Calvario, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y el Templo del Rosario donde descansa José Rosas Moreno. Para comer, encontrarás tortas de chicharrón, pacholas, mole de arroz y birria.
¿Cómo llegar? Las líneas de Primera Plus, Omnibús de México y Omnibús de Oriente son algunas opciones para llegar en autobús.
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Mascota
Este pueblo mágico cuenta con grandes casonas y haciendas que le brindan un aire provincial. En este lugar se encuentra el Yacimiento Arqueológico El Pantano de modo que algunas de las piezas descubiertas se exhiben en el Museo de Arqueología, mientras que en el Museo de Piedra El Pedregal se encuentra una interesante colección de objetos tallados en piedra. Si deseas conocer más acerca de su pasado histórico puedes visitar el Museo del Maestro Raúl Rodríguez Peña, por otro lado el Museo de la Raicilla ofrece un interesante recorrido en torno a este destilado. Además, en esta temporada puedes apreciar el Viacrucis que se realiza en las calles del pueblo.
¿Cómo llegar? Desde la terminal antigua puedes tomar la línea ATM Talpa - Mascota
Andrea Rodríguez y Luis Addams Torres. No.1125. 050419
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arqueologiadelperu · 5 years
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El Manto Pintado Paracas: El Legado de Engel
El artículo presenta por primera vez el contexto arqueológico del manto pintado N° de inv. MSP-0043-02, uno de los textiles más emblemáticos de la colección del Museo de Sitio Julio C. Tello de Paracas. Se estudia desde una perspectiva comparada las características técnicas e iconográficas de dicho material excavado por Frédéric Engel y su equipo en 1959 en Cabezas Largas, sitio ubicado en la bahía de Paracas, con el objetivo de entender mejor las tradiciones estilísticas del final del Horizonte Temprano en la región. Palabras clave: manto pintado, Cabezas Largas, tumba paracas, contextualización
Titulo original del artículo: El manto pintado Parácas: El legado olvidado de Engel a la arqueología peruana Autores: Jessica G. Lévy Contreras Pontificia Universidad Católica del Perú Katherine A. Román Aquino Museo de Sitio Julio C. Tello de Paracas
Img. 01: el manto pintado durante el proceso de desenfardelamiento del fardo VII
Introducción La recontextualización del manto pintado N° de inv. MSP-0043-02, tanto como de los otros materiales de la colección del Museo de Sitio Julio C. Tello de Paracas (en adelante, MSP), representa un aporte clave para entender mejor las interacciones culturales que se desarrollaron en la península de Paracas, sobre todo en los sitios arqueológicos aledaños al museo, Cerro Colorado y Cabezas Largas, denominado también Arena Blanca.
A diferencia de otras colecciones sin procedencia conocida, todas las piezas del MSP provienen de las excavaciones de Frédéric Engel, arqueólogo suizo que trabajó en la Costa Sur del Perú entre los años 1950 y 1960, del cual sabemos que existen registros gráficos y fotográficos. Estos documentos se encuentran en otra dependencia museal, el Museo Nacional de Antropología, Biodiversidad, Agricultura y Alimentación (en adelante, MUNABA) en Lima, puesto que Engel pudo realizar sus investigaciones gracias al apoyo constante de la Universidad Nacional Agraria La Molina. Bajo esta mirada, se recompiló los datos arqueológicos elaborados por Engel y su equipo y se analizó las características técnicas e (Archivo Engel s/a:fol.1:F. 703). iconográficas del manto pintado para comparar la pieza con otros materiales del mismo periodo.
Img. 02: fotografía de la excavación del contexto 104.AG SC. V T27 donde se observa el techo de la tumba 27 (Archivo Engel s/a:fol.91(b):83).
Si bien las publicaciones de Engel presentan el contexto de la pieza estudiada de manera limitada, el manto pintado fue mencionado una sola vez, lamentablemente con poca información y compartiendo sólo un detalle fotográfico del material (Engel 1991:102, fig. 71).
Posteriormente, en la reciente publicación del catálogo de la colección del MUNABA, se pudo observar por primera vez una fotografía del fardo al cual pertenece la tela (MUNABA 2015:143), en particular una vista del manto pintado durante el proceso de desenfardelamiento del individuo (img. 01). Gracias a esas publicaciones, se pudo confirmar el lugar de descubrimiento y parte del rótulo de la pieza: Cabezas Largas, 14a-VI-3 T27.
Img. 03: (dibujo superior) vista de planta (Archivo Engel s/a:fol.91(b):98) y (dibujo inferior) corte de perfil de la tumba 27 (Archivo Engel s/a:fol.91(b):119).
A partir de la recopilación de los datos de Engel, se efectuó un cruce de la información hallada para destacar la fuente primaria o el contexto arqueológico asociado al manto pintado. Por eso, se realizó una secuencia cronológica de las acciones descritas por los responsables de la excavación, poniendo en relieve los problemas de metodología y la falta de sistematización de los datos recuperados.
Desde una perspectiva comparada, se estudió los datos obtenidos durante la conservación de la pieza1, la información recompilada de los archivos de Engel y los datos arqueológicos para desarrollar una discusión sobre las prácticas de producción, el repertorio iconográfico y la cosmovisión Paracas en el final del Horizonte Temprano (fases Ocucaje 8, 9 y 10).
Img. 04: fotografía del manto, visto después haber removido el doblez superior de la misma tela (Archivo Engel s/n:fol.91(b):88).
Contextualización del manto pintado paracas De acuerdo con los datos mencionados en los archivos de Engel, escritos en castellano, francés y/o inglés, se empezó la excavación de la tumba 27 de Cabezas Largas en julio de 1959. Engel, quien encabezó las excavaciones del sitio arqueológico, designó a Henning Bischof para que supervise la excavación de la tumba 27 hasta agosto de ese mismo año (Archivo Engel s/a:fol.89(2):25)2. Luego, Engel asumió esa responsabilidad.
Los investigadores señalan que el hallazgo de la tumba fue un evento fortuito debido a que el relleno de esta cedió por el peso de un camión que pasó encima del sitio de Cabezas Largas (img. 02). Al remover el relleno, se halló una capa de caliche y debajo de ella un conjunto de diversos materiales asociados a la tumba. Citando las notas de Bischof corregidas por Engel:
Img. 05: negativo mostrando el estado de conservación inicial del manto pintado en donde se puede observar, en la parte central, la huella de la base del fardo (Archivo Engel s/a:fol.1:F. 718).
Un camión de pescadores derrumbó el relleno suelto, y apareció en el sitio cuadrángulo del mapa de Cabezas Largas un hueco, con y especímenes (ejemplares) a la vista. Para realizar la operación de salvación que fue necesaria, tuvimos que remover un amplio volumen de arena, entonces, decidimos de estudiar “in situ” las capas “in situ” que se notaban debajo de los rellenos, ya sean eólicos o artificiales. Así nació el corte estratigráfico V, él que nos proporcionó un apreciable número de datos (Archivo Engel s/a:fol.89(2): Ibid.).
La tumba medía 3.15 metros de largo por 0.70 metros de ancho. Sin embargo, no conocemos su profundidad con certeza porque varía según el documento en donde está anotado. Por ejemplo, tanto Bischof como Engel reescribieron sus apuntes entre abril y julio de 1962 (Archivo Engel s/a:fol.91(b):116-118 y 147) y en febrero y mayo de 1963 (Archivo Engel s/a:fol.91(b):120 y 89). Por ello, la información anotada en un documento no aparece en otro.
Img. 06: estado de conservación actual de la pieza estudiada.
Por lo tanto, haciendo un promedio de los datos, se puede deducir que la tumba estaba a una profundidad no menor a 2.75 metros de la superficie. Tenía una forma ovalada, con una orientación de este a oeste, y contenía siete fardos o paquetes funerarios (img. 03). Encima de los fardos estaban dispuestos, entre otros materiales, dos costillas de ballena, petates de caña brava, esteras de madera y una piel de lobo marino3, (Archivo Engel s/a:91(b):113-114).
La comparación de las notas con los dibujos de campo fue fundamental para entender el contexto estratigráfico de la tumba 274. Por ello, se decidió redibujar los dibujos de planta y de corte de la tumba 27 con los materiales únicamente mencionados por ambos investigadores5. Como se puede observar en el corte de perfil (img. 03), se descubrieron cinco lajas de piedras cementadas con algas al este de la tumba, característica común en los cortes estratigráficos de la península de Paracas (Engel 1966:160; Tello y Mejía 1979:254; Dulanto 2013:125). Este hallazgo planteó la pregunta sobre si se trataba de un  muro de una casa. Desafortunadamente para los estudiosos, sólo se encontraron materiales intrusivos de niveles más tardíos tales como un porrón de 1.70 metros de alto y dos ollas (Archivo Engel s/a:fol.89(a):26). Después, con el propósito de conocer mejor la estratigrafía, hicieron una ampliación del corte en dirección norte a sur respecto a la tumba en donde, según los documentos revisados, descubrieron dos hornos (Archivo Engel s/a:fol.91(b):117).
Img. 07: pigmento y grosor del pincel utilizados para pintar la tela.
El ajuar funerario del fardo VII El manto pintado pertenece al fardo denominado G o VII de la tumba 27 de Cabezas Largas, es decir, al individuo ubicado al lado oeste de la tumba. Este se presentaba en flexión forzada, sobre su espalda con las piernas dobladas hacia arriba, las rodillas formando el punto más alto del bulto. Tenía una modificación craneal, una trepanación curada en la frente y otra en la sien derecha6. Un asistente, de nombre Alejandro, lo identificó como un individuo masculino (Archivo Engel s/a:fol.91(b):145). Esos datos, al igual que los elementos de vestimenta que componen el fardo, podrían indicar la identidad social del difunto.
Ya que el registro gráfico y fotográfico del proceso de desenfardelamiento no se realizó de manera sistemática, y que hubo varias transcripciones posteriores escritas en diferentes idiomas, no se pudo recompilar la totalidad de la información del fardo VII. En ese sentido, sólo se puede decir que el fardo VII se componía de por lo menos trece capas de envoltorio y ochenta elementos7 según las descripciones de Bischof y de Engel (Archivo Engel s/a:fol.91(b):142-145, 159-161). Se menciona además dos otras telas pintadas en las capas más cercanas al individuo, pero no se tiene mayor descripción de las mismas. Este detalle llama la atención puesto que en ningún otro fardo de la tumba se hace mención del hallazgo de mantos pintados.
Img. 08: detalle del revés del manto donde traspasó la pintura.
El manto pintado perteneció a las primeras capas del fardo, posiblemente al quinto envoltorio del paquete funerario de acuerdo con el rótulo de la pieza en las fotografías de Engel. Esa práctica es común en la tradición Paracas donde se registraron generalmente mantos en las capas superiores de los fardos (Frame 2011:83). Sin embargo, no se entiende bien cómo el envoltorio estuvo dispuesto en el fardo ya que la descripción de la capa no aparece en diferentes imágenes del material (img. 04).
Por lo tanto, a través de la contrastación del registro fotográfico de Engel con fotografías actuales del manto pintado, se puede afirmar que la huella de forma circular ubicada al centro de la tela corresponde a la huella dejada por el fardo durante la práctica mortuoria (img. 05): el paquete funerario fue colocado en este lugar para enfardelar el individuo. De esta manera, se propone que la parte izquierda del manto, el área más dañada por la acidez del deterioro del cuerpo, fue doblada hacia el individuo y luego la parte derecha de la tela fue envuelta encima del fardo dejando a la vista las figuras pintadas de trazo más oscuro. El estado de conservación de la pieza se alteró por dicho procedimiento.
Img. 09: figuras donde se puede observar las capas (imagen izquierda) y los errores de pintura (imagen derecha).
El estado de conservación actual del manto pintado (img. 06) se debe principalmente a la falta de limpieza mecánica del material después de su descubrimiento y al montaje que este recibió para su exposición en el antiguo MSP inaugurado en 1964. Por haber sido encontrada en contexto funerario, la acidez de la tela deterioró la fibra y se nota, comparando las fotografías de Engel con las imágenes actuales del manto, que las zonas sin diseño (oxidadas) corresponden a la ausencia de fibra en esta parte de la pieza. Por otro lado, el uso de pegamento y de papel directamente adherido a la tela en el montaje anterior ocasionó la pérdida de algunos fragmentos del manto. Actualmente, se estima que el 20% del material son faltantes por problemas de conservación.
Aspectos técnicos sobre la pieza estudiada El manto pintado tiene una dimensión de 2.60 metros de largo por 1.56 metros de ancho. Se compone por dos paños horizontales (el paño superior mide 2.60 metros de largo por 0.81 metros de ancho y el paño inferior mide 2.60 metros de largo por 0.75 metros de ancho) elaborados en fibra de algodón crudo de color beige. Los paños tienen trece elementos de urdimbres y diez elementos de trama por centímetro cuadrado. Los elementos son de estructura S(2Z), su torsión varía entre 40° y 45° y su grosor entre 0.5 mm y 1 mm. Estos fueron unidos con una puntada diagonal en fibra de algodón crudo de color beige de estructura S(2Z), 45° de torsión y 1.5 mm de grosor. La decoración pintada del manto tiene un grosor de línea homogéneo por lo cual se debió utilizar la misma herramienta o pincel. Además, se observa en los diseños que tienen un grosor superior a 8 mm, grosor medio del pincel, que los contornos fueron primero trazados y luego rellenados en su interior (img. 07). El color utilizado, negro, parece provenir de pigmentos naturales. De acuerdo con los resultados de Boucherie (2014:842-843)9 sobre el análisis físico-químico de fibras pintadas y teñidas Nasca Tempano, este color podría haber sido obtenido a partir de negro de carbón mezclado con arcilla.
Img. 10: detalles del personaje con pintura facial o tatuajes durante el proceso de conservación de la pieza.
Al retirar el montaje anterior del manto para su conservación y puesta en valor en el nuevo MSP, se registró en la parte posterior de la pieza un atado de fibra de algodón compuesto por cuatro cabos de estructura S(2Z), 50° de torsión y 1 mm de grosor. Ese elemento pudo servir para inmovilizar la tela a una estructura semirrígida, probablemente de caña, para efectuar más fácilmente la decoración pintada. Cada paño pudo ser pintado de manera independiente y ser unidos después para constituir el manto. No obstante, como las figuras presentan cierta simetría y las mismas proporciones, no se descarta la hipótesis que la pieza fuese pintada después de haber unido sus paños. De hecho, se observa encima de la puntada de unión restos de pigmento que apoyarían este argumento.
De la misma manera, se pudo observar que la pintura traspasó la parte posterior de la tela (img. 08). En efecto, el color de las figuras parece más diluido al llegar cerca de la mitad de la pieza10. Ese detalle podría indicar que el manto fue pintado de la izquierda hacia la derecha ya que el negro más sólido y las manchas de pintura al revés de la tela coinciden en esta parte de la pieza11. Se podría tratar de un descuido, por la rapidez de ejecución de los diseños, para que la tela sea incluida en el enfardelamiento del individuo. En todo caso, ese dato confirma la idea de que el textil fue elaborado para el difunto, en el momento de su muerte o durante el ritual funerario antes de ser depositado como ofrenda en su ajuar mortuorio. Por otra parte, el manto conserva en sus bordes laterales puntadas diagonales, tal vez las que ayudaban a sujetar la tela al fardo. Sin embargo, no se pudo analizar adecuadamente sus características por la resequedad de la fibra.
Img. 11: diversos soportes materiales atribuidos al final del Horizonte Temprano donde aparece la figura del «Ser Oculado»: (a) Cuero pintado representando un personaje con apéndices, sosteniendo un cuchillo y una cabeza-trofeo (AMNH 41.2/715). (b) Cántaro de cerámica procedente de Callango decorada con ser sobrenatural y apéndices (MRI-04634-01). (c) Figura con apéndices y cara cordiforme grabada en una estólica (Ministerio de Cultura, MNAAHP 2013:196).
Asimismo, de acuerdo con las manchas de pintura al revés de la tela, se puede afirmar que hubo dos capas de pintura en los diseños más oscuro de la pieza. También se registraron errores u omisiones en algunos trazos de las figuras (img. 09), lo cual apoya el argumento de las autoras sobre la rapidez de ejecución de la decoración del manto. Por ende, se plantea la hipótesis que la pintura fue realizada por una sola persona, pues que el trazo de los diseños es parejo entre ambas capas y que el programa iconográfico es semejante entre ambas partes de la tela. El análisis iconográfico del manto
El espacio figurativo del manto pintado fue mentalmente divido en ocho secciones de forma rectangular que difieren en sus proporciones. Las figuras que se encuentran a la derecha de la pieza fueron realizadas en un área restringida, variando sus diseños. Se observa cuatro figuras por paño, es decir, ocho personajes antropo-zoomorfos representados de pie con la cara de frente y el cuerpo de perfil que alternan en sus posiciones. Si bien la iconografía del manto presenta cierta simetría, los seres sobrenaturales, identificados por sus atributos de poder (cabezas-trofeo y flechas) y vestimenta (tocados radiantes con flechas, unku o túnica decorada), difieren en detalles (rasgos faciales, pinturas corporales o tatuajes y número de apéndices). Cabe mencionar que una de las figuras, la más deteriorada de la tela (img. 10), tiene una túnica decorada con un personaje similar en su interior y pintura facial o tatuajes en forma de lagrimales de halcón, característica fenotípica de dicho animal (Yacovleff 1932:50-52). Además, se observa una lagartija y un ave de perfil representados de manera aislada en una escala menor entre los personajes de la pieza.
Las características de las figuras se relacionan con el «Ser Oculado» por sus grandes ojos redondos y rasgos corporales de felino (rostros cordiformes y boca sonriente con colmillos) que otorgan al personaje su carácter sobrenatural. De acuerdo con la mayoría de los investigadores (Menzel et al. 1964; Dwyer y Dwyer 1973; Dawson 1979;
Dwyer 1979; Massey 1986, 1992; Bachir Bacha y Llanos 2012; Carmichael 2016), esa figura se vincula con la cerámica que proviene del valle bajo de Ica, particularmente de la cuenca de Ocucaje, entre el final del Horizonte Temprano (Ocucaje 8-10) y el inicio del IntermedioTemprano (Nasca 1-2). Se puede decir entonces que la pieza estudiada es contemporánea a ese periodo que corresponde a la transición estilística Paracas-Nasca.
De la cabeza y del cuerpo de los personajes nacen apéndices serpentiformes, atributos recurrentes para transformar a un humano en un ser sobrenatural. Esos diseños fueron representados con bordes dentados a manera de cactáceas haciendo referencia al corte longitudinal de las plantas xerófilas. Convirtiéndose en ductos de agua, sangre u otros líquidos fisiológicos, el campo semántico de los apéndices, similar al concepto quechua de camac heredado de la cosmovisión andina, sirve para representar la capacidad de propiciar la vida o animar (Taylor 2000, Bray 2009). Por la evidencia de cabezas-trofeo y flechas, el contenido mitológico del manto puede ser relacionado al ritual que convierte las cabezas humanas en ex-voto portátiles. La ofrenda de sangre o sacrificio aparece como la condición sin la cual los hombres no pueden contar con la benevolencia de sus divinidades. La escasez de agua en la región está sin duda en el origen de esta curiosa convención (Makowski 2000, 2017; Lévy 2017).
Por último, se puede comparar el programa iconográfico del manto pintado con otros materiales atribuidos al final del Horizonte Temprano12 (imgs. 11a-c). En este periodo, se destaca la representación del «Ser Oculado», particularmente en cerámicas decoradas con pintura post-cocción, telas bicolores tejidas en telar, decoraciones bordadas y otros soportes materiales donde se repiten las mismas convenciones estilísticas: la combinación de varias especies o hibridación para representar a diferentes seres sobrenaturales, la postura de los personajes, los apéndices serpentiformes y los atributos de poder relacionados con la parafernalia ritual encontrada en contexto arqueológico.
Esas convenciones, originadas en la fase Ocucaje 9 (Menzel et al. 1964:171; Dawson 1979:102-103), se mantendrán sin variaciones importantes hasta el final del Periodo Intermedio Temprano, es decir, hasta la fase Nasca 5. Todo indica que esas imágenes difunden el mismo contenido simbólico. (Lévy 2017:68).
Conclusiones Si bien los trabajos de Bischof y de Engel en Cabezas Largas constituyen un aporte científico importante para la investigación arqueológica en la península de Paracas, los datos relacionados con la tumba 27 no fueron registrados de manera sistemática, tanto en la excavación como en el desenfardelamiento del fardo VII. Tampoco se realizó un análisis de los materiales asociados a la tumba 27, lo cual pone en tela de juicio los métodos empleados por Engel y su equipo. Por lo tanto, se puede rescatar información de primera mano y completar algunos datos recompilados, particularmente con el análisis exhaustivo de los materiales que permanecen en la colección del MSP, para difundir los resultados obtenidos por ambos investigadores, ausentes en la mayoría de sus publicaciones.
El manto pintado N° de inv. MSP-0043-02 ofrece elementos inéditos para desarrollar una discusión acerca del periodo transicional Paracas-Nasca. Aunque la pieza presenta características técnicas e iconográficas atribuidas al final del Horizonte Temprano en la región, sus convenciones estilísticas y su contenido mitológico se relacionan con la imagen sobrenatural Nasca. Cabe recordar que el término-concepto de «Ser Oculado», llamado también «Oculate Being», procede del análisis de la cerámica del valle de Ica por la Escuela de Berkeley (Menzel et al. 1964). Esa terminología no sirve como herramienta precisa en el estudio descriptivo y contextualizante de la iconografía Paracas-Nasca (Peters 1991:248-249) ya que no se registró, hasta la fecha, dos representaciones iguales y lo que se comparte son los elementos constitutivos de la personalidad de los personajes, las convenciones estilísticas y las reglas de sintaxis (Lévy 2017:71).
Finalmente, sólo futuras investigaciones podrán ayudan a entender mejor las interacciones socioculturales que se desarrollaron desde el final del Horizonte Temprano hasta el inicio del Intermedio Temprano en la Costa Sur del Perú. Existen aún preguntas pendientes e hipótesis por confirmar, en particular, sobre la validez de la secuencia estilística tradicional por la falta de fechados radiocarbónicos para definir adecuadamente el periodo tratado (Léon 2007). La recontextualización y el análisis pluridisciplinario de los materiales conservados en las colecciones museales no deben ser olvidados, sino, valorados y difundidos en nuestras investigaciones. De esta manera la arqueología cumplirá un rol de mayor relevancia en el aprendizaje continuo sobre las sociedades del Antiguo Perú.
Agradecimientos Esta investigación no hubiera sido posible sin el apoyo del Museo Nacional de Antropología, Biodiversidad, Agricultura y Alimentación, agradecemos a, Julio César Alfaro Moreno, Jorge Paolo Zorogastúa López y a Lucio Laura Aguirre quienes nos dieron su tiempo para escuchar nuestro proyecto y las facilidades para acceder a tan valiosa información. A Luis Alberto Peña Callirgos, por facilitarnos sus fotografías durante la conservación del manto pintado, y a Ann H. Peters, por habernos brindando información complementaria sobre el estilo Paracas. Al Museo de Sitio Julio C. Tello de Paracas, en especial a Aldo Accinelli, por permitirnos publicar las imágenes del manto pintado MSP-0043-02. También al Museo Regional «Adolfo Bermúdez Jenkins», en especial a Susana Arce, por permitirnos publicar la imagen de la urna MRI-04634-01. Por último, a Patricia Chirinos por su ayuda en la búsqueda bibliográfica.
Notas 1.- Esta labor se efectuó para la reapertura del MSP en 2016. Estuvo a cargo de Luis Alerto Peña Callirgos, conservador textil, y de Jessica G. Lévy Contreras, asistente de conservación. 2.- Los archivos a los que haremos referencia de aquí en adelante son de corte inédito y están manejados por el dominio del MUNABA. 3.- Se puede comparar por ejemplo los hallazgos de las capas superiores de la tumba 27 con los de la tumba 1 de Cabezas Largas, excavada también por Engel y su equipo (Engel 1991:42, figs. 25 y 26). 4.- Cabe señalar que algunos elementos del registro gráfico no fueron comprensibles, tampoco aparecen de manera similar en las descripciones de Bischof y de Engel. Por ejemplo, en la img. 3 de este artículo, donde la ubicación de los fardos es distinta en ambos redibujos. 5.- Se estima que los dibujos tienen un 95% de certeza de acuerdo con la información original. 6.- A diferencia de Bischof, Engel menciona esa trepanación en la sien izquierda del individuo (Archivo Engel s/a:fol.91(b):159). 7.- Valor promedio contabilizando todas las piezas encontradas en el fardo VII. 8.- Gracias al análisis de los negativos de Engel, se pudo comprobar que la tela fue enrollada sobre sí misma después de haber sido extendida de manera horizontal para su registro fotográfico. 9.- Su investigación se centró principalmente en materiales procedentes de Cahuachi, centro ceremonial ubicado en la cuenca media del Río Grande de Nazca. 10.- La distribución de las manchas de pintura podría confirmar la idea de que los dos paños del manto fueron pintados al mismo tiempo. 11.- Para explicar las diferencias de color entre ambas partes de la tela, el artesano pudo diluir la pintura utilizada o elaborar diferentes mezclas que varían en su composición. Sin embargo, la decoración del manto pudo haber sido alterada también por acciones antrópicas, quizás por el ritual mortuorio ya que la documentación consultada deja entender que la pieza se ubicaba en las primas capas del envoltorio. 12.- Para complementar las imágenes presentadas, ver también la pieza con RN° 0000002134 del catálogo virtual del Museo Nacional de Arqueológica, Antropología e Historia del Perú.
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Tello de Paracas. Img. 09: fotografías de Jessica G Lévy Contreras; cortesía: Museo de Sitio Julio C. Tello de Paracas. Img. 11(b): cortesía del Museo Regional de Ica «Adolfo Bermúdez Jenkins».
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ernestosanmiguel · 3 years
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Pintor Goya
Ernesto San Miguel
Pamela había viajado hacía un año a la ciudad de Arica, la más nortina de las ciudades chilenas, la eterna primavera como le llamaban, me atraía. Además en esas tierras había vivido mi madre antes de tenerme, incluso en la ciudad de Tacna cuando esta pertenecía a Chile, que fue la tierra donde nació mi hermana Amelia.
Era la primera vez que me iba a separar del resto de mis hijos Miguel y Xenia eran muy pequeños, pero contaba con la ayuda de mis hijas que estaban conmigo: María, Rosa, Mona  y Luisa y si tienen algún problema mayor  lo solucionarán Ernesto o Doris. Darío mi marido tendrá que seguir trabajando. Es una suerte que viajo con la señora Blanca, la otra abuela de Marcos y de Willy.
La población Los Pinos, era una población de obreros, la construcción de los edificios fue financiada por el Seguro Obrero, organismo creado para recibir los fondos descontados a los trabajadores y a los patrones.
Recuerdo que supe a través del periódico que llamaban a los trabajadores interesados para optar al subsidio habitacional y que debían cumplir ciertos requisitos. Requisitos que nosotros cumplíamos. Tuve que enojarme con Darío para que iniciara los trámites necesarios.
Pero al final conseguimos la casa propia.
La otra abuela vivía en un departamento en el edificio del frente de manera que salimos para tomar el pullman que nos conduciría a Arica. El viaje duraba aproximadamente 18 horas y viajábamos con los dos hijos de Pamela. Ellos eran pequeños y los llevábamos en nuestros brazos para ahorrar el dinero de sus pasajes.
Al salir de Santiago nos fuimos conversando y entretenidas mirando el paisaje, mientras los niños dormían tranquilamente. Ella no era una persona muy conversadora, y después de una hora de hacer el esfuerzo de sacarle palabras me aburrí y me dediqué a mirar el paisaje. Al lado derecho la cordillera de Los Andes y al izquerdo la de La Costa y así viajábamos entre cerros encajonados, el paisaje se abría de repente para mirar los últimos valles centrales en todo su verdor. A las tres horas de recorrido sólo se veían dunas de un lado y cerros áridos del otro; de pronto pequeños pueblos se asomaban a nuestras miradas y se desvanecían con la misma premura.
Mis ojos comenzaron a cansarse y se abrió una ventana por donde comencé a mirar mi vida. Jamás se me pasó por la mente tener tantos hijos. Tener 14 hijos no ha sido fácil, lástima que el primer Miguel Angel hubiera partido tan bebé. De todas maneras me quedan trece. He estado tan ocupada durante todo este tiempo. Me casé en 1944 y quedé embarazada inmediatamente y han pasado 26 años de aquel entonces.
Recuerdo que fué un día de fiesta que vi a Darío por primera vez, le llamaban el argentino, porque peinaba a la gomina, era mucho mayor que yo o por lo menos me lo parecía; el se veía un hombre y yo sólo una niña, apenas tenîa 15 años y lo miraba desde una ventana escondida mientras mi corazón saltaba de emoción; era delgado y unos finos bigotitos adornaban su cara de niño bueno.
Era muy bueno para el fútbol y sus amigos siempre lo venían a buscar, tenía varios hermanos mayores y uno más pequeñito que él siempre cuidaba con esmero y cariño, su familia le llamaba Mingo al igual que sus amigos y el niño se llamaba Fermin.
La única forma de conocerlo era jugando con su hermano pequeño y así lo hice. Cada vez que lo veía con el niño en la calle yo corría desaforada para conversar con él.
En mi casa no lo querían, mi hermana siempre me hizo la guerra ya que yo quedaba al cuidado de ella, mientras mi mamá trabajaba para el sustento nuestro.
Yo era la más pequeña de los cuatro hermanos, el primero era Segua y ya trabajaba, Amelia era la dueña de casa y Paulo el que la seguía era de carácter arisco y un poco solitario lo fue siempre hasta su partida.
Mi padre había muerto cuando yo tenía dos años. Mi hermana estaba casada con Amadeo, un español quien había llegado niño a nuestras tierras y se conocieron en los lugares que generalmente frequentaban.
Mi abuela española como ellos, participaba junto a la tropa de recién llegados y también sus familias aunque hubieran nacido criollas, immigrantes con gustos comunes que se reencontraban para sentirse menos solos.
Pienso que ellos preferían alguien de la colonia, pero yo tenía ojos solamente para él.
- ¡El es muy viejo para tí!
- Búscate un jóven de tu edad, además tienes que estudiar.
Viejo a la edad de 20 años, hoy me resulta cómico; éramos tan niños jugando a ser adultos y han pasado 26 años de aquel entonces.
Tantos días llenos de amor, de paz y de alegría; pero también tantos años de miserias, donde la mesa estuvo llena de niños alrededor con las miradas lánguidas esperando el escuálido plato que teníamos a compartir.
-¡Qué hubiera hecho, sin la ayuda del resto de mi familia!
Aún hoy las cosas son difíciles pero tengo más ayuda de mis hijos mayores aunque Darío está tan depresivo y cae en el trago más a menudo.  No debe ser fácil, trabajar y trabajar y no poder ganar el sustento necesario para una familia tan numerosa. A veces una botella nos hace olvidar nuestra incapacidad para poder vivir los sueños que tejimos en nuestra juventud.
Lamentablemente el destino nos lleva por caminos pedregosos que nos van secando el alma, al ver la distancia cada vez mayor entre el sueño y la realidad angustiante del cada día.
En el año 1943 la segunda guerra mundial estaba en todo su apogeo, las condiciones de vida eran difíciles, sobretodo para las familias numerosas. El padre de Darío, don Luis había muerto hace pocos años y su madre, la señora Ana tenía una salud frágil y partió cuando Ernesto, mi hijo mayor tenía dos años y Doris un añito.
No teníamos donde vivir y la señora Ana me rogó que viviera con ellos, su casa tenía muchas habitaciones y nos cedieron una a nosotros; jamás pensé que viviría 14 años en la misma pieza, al comienzo cuando éramos él y yo era fantástico, fue una luna de miel dichosa, pero comenzaron a llegar los hijos, año tras años y la pieza no podía crecer y comenzaron a casarse mis cuñados y a tomar las otras piezas y a crecer otros niños y el patio no podía crecer y los niños peleaban entre ellos y los disgustos eran grandes.
Que alivio cuando tuvimos nuestra propia casa después de catorce años comprimidos, tan comprimidos que los dos mayores tuvieron que vivir con mi hermana aunque veía en sus ojitos que ellos no estaban contentos, no tenía otra posibilidad.
Amadeo y Amelia me ayudaban mucho, a pesar del carácter de mi hermana, ellos pudieron estudiar y vivir mejor económicamente que el resto de sus hermanos.
Ya llevamos 12 años en Los Pinos, algunos hijos se han ido casando y han salido del hogar, pero aún así, nos falta espacio. A pesar de ello el día domingo es un día de fiesta ya que todos se reúnen en la casa, más los maridos y las señoras y los nietos. A veces siento que mi cabeza me estallará, pero cuando parten y mis otros hijos se acuestan, la casa se queda silenciosa y vuelvo al tiempo de mi juventud y ¡no puedo creer cómo ha pasado el tiempo! En realidad todavía no tengo muchos nietos, pero con la cantidad de hijos que tengo, no puedo esperar tener una vida solitaria.
Han pasado 6 horas y media y ya hemos llegado a La Serena, el mar al amanecer se ve calmo y las olas juegan repetidamente deslizándose en la arena.
¡Tanto tiempo que no vengo a la playa!
La Serena está al norte de Santiago a unos 600 kilometros más o menos.
Con-Con era mi playa favorita, veníamos con mis primas y andábamos a caballo, pasaba todas mis vacaciones allí, me sentía libre y feliz.
Después del matrimonio los hijos no me han dejado tiempo para nada, lavarlos, alimentarlos, hacer las tareas con ellos, tenerlos en harmonía cuando cada cual tiene su propio carácter.
Parecer fuerte, cuando el hambre nos gritaba desde lo más profundo de nuestro vientre, sabiendo que el mañana no sería diferente.
Las dunas que siguen a la ciudad, no son distintas a las anteriores, ni siquiera se divisan ni los barcos ni las lanchitas que pululaban en la bahía de Coquimbo. Si no fuera por Willie que sigue durmiendo en mis brazos diría que la soledad corroe y erosiona como las dunas al paisaje.
¿Qué puedo decirle a Darío? Si desde que lo echaron de la fábrica porque era dirigente sindical, encontrar un buen trabajo ha sido imposible; tiene que estar trabajando en pequeñas industrias que tienen trabajo uno o dos días a la semana y los niños quieren comer todos los días pero eso los patrones no lo comprenden; me imagino que sus corazones deben estar llenos de dunas.
El sol comienza a calentar y entra a raudales por las ventanas, sirven el desayuno y se cambia el turno de los choferes; nuestros niños también se despiertan y están alegres.
Los sandwichs están ricos y la leche tibia les da color a sus mejillas. Para nosotros el cafecito que acompaña el sandwich nos llena de nuevas energías.
La señora Blanca sonríe, habla con Marcos unos monosílabos y continúa mirando el paisaje como si siempre estuviera tan lejos; incluso cuando sonríe está triste; seguramente está en el pasado al igual que yo, solo que el de ella me parece más triste.
- ¡Abuelita, mira las olas como saltan en las rocas! grita Willy con sus ojitos maravillados y ¿El mar no termina nunca abuelita?
- Todo empieza y todo termina hijo, como el día, como las estaciones y como los pájaros que nacen, viven, procrean y mueren.
Preguntas y respuestas se siguieron durante horas, Marquito me ayudaba a veces a responderle a su hermano menor, pero terriblemente inquieto frente a las cosas de la vida.
- ¿Abuelita, porqué mi papá y mi mamá no están juntos?
- Sabes mi niño que esa pregunta deben responderla ellos.
Yo te puedo contar que en general cuando dos personas se aman, se casan y tienen hijos que se le parecerán.
Pero el amor es como una plantita que hay que regarla todos los días. A veces tenemos mala memoria y se nos olvida echarle el aguita milagrosa de la vida.
- ¿Y de dónde se saca ésa aguita?  
- Todos tenemos una fuente inagotable que está cerca del corazón, pero no se puede tocar ni se puede ver, pero existe y es como una hermosa flor que nos hace felices porque nos hace ver la vida con ojos diferentes, nos hace comprender a todo el mundo y sobretodo a quienes amamos.
- ¡Yo debo tener poca aguita, porque estoy muy flaco!
- ¿Entonces mi papá y mi mamá tienen mala memoria? Eso no me gusta porque nosotros tenemos que estar con las abuelitas, pero no con ellos. Yo tengo amigos, que van con sus papás a ver a sus abuelitos. Yo voy con mis abuelitas para visitar a mi mamá.
Es raro ¿Verdad abuelita?
Antofagasta se divisaba a lo lejos, y una roca inmensa, habitación de miles de pájaros murmuraba con sonido de olas, la ciudad entretanto comenzaba a crecer y uno que otro barco danzaba con su acompasado vaiven, los niños nuevamente están durmiendo y la señora Blanca con ellos.
Antofagasta está a 1300 kilometros de Santiago, nos hemos demorado más de 18 horas, desde que salimos de la capital; dicen que cerca de aquí está Chuquicamata la mina más grande a tajo abierto del mundo. ¿Será tan grande como dicen?
Nuevamente la ventana del pasado se abre y comienzo a mirar con ojos de asombro el camino recorrido, veo los mayores dando sus primeros pasitos tan dependientes, tan débiles tan pequeñitos y hoy son hombres y mujeres caminando por la vida, pero mucho más seguros y con mejores armas para la vida de las que yo tenía.
Me han hecho pasar tantos sustos estos niños, me acuerdo cuando a Ernesto  se le quedó atascada la cabecita entre los barrotes de la cuna de fierro y no había caso de poder sacársela y el pobre muy asustado lloraba y los barrotes que le apretaban sus sienes, tuvimos que conseguirnos una sierra para poder cortarlas y las marcas quedaron en su cabeza durante mucho tiempo. Yo tenía 19 años en aquel entonces y lloraba junto con él, era la primera vez que nos pasaba algo así.
Cuando la casa vecina a la de Amelia se vino abajo justo cuando pasaban Doris, Ernesto y Juanita. Doris y Ernesto se salvaron, pero Juanita la hija de nuestra amiga quedó sepultada por los escombros.
¡Cuando sentimos el ruido estruendoso!  Salimos corriendo porque sabíamos que los niños habían ido a comprar chocolates a la esquina. Los escombros dejaban ver un chaleco como el de Doris debajo de la mole de cemento; sentía que mi vida se partía y gritaba...  no podía llorar, las manos me sangraban tratando de quitar los restos que estaban sobre mi niñita. Cuando llegamos a ella, vimos que era Juanita con su rostro destrozado, su corazón ya no latía.
Amelia y yo seguimos quitando las moles pero mis hijos no estaban; el llanto y el polvo no me dejaban ver; alguién gritó que ellos estaban al frente escondidos detrás de una puerta. Estaban pálidos y sus corazoncitos saltaban ellos tenían 5 años él y 4 ella, yo apenas tenía 23 años, pero me sentía tan vieja como si un peso enorme hubiera caído sobre mi juventud.
Amadeo y Amelia lloraban abrazados junto al cuerpo de Juanita, repitiendo ¡Qué le vamos a decir a sus papás!
No hacía más de una hora que ellos habían dejado a Juanita en la casa de mi hermana porque ellos iban al cementerio para enterrar a su otro hijo que había muerto a los 14 días de nacido.
Si bien es cierto que mis hijos estaban sanos y salvos, tenía tanta tristeza por nuestra amiga y la reacción que tendría de encontrar a su hija mayor muerta como la pequeñita.
¡Ella enloqueció, pobre Amalia!
Ellos eran felices, José y Amalia eran una pareja hermosa, él era alto y buenmozo fisicamente muy atractivo y además un caballero y ella una hermosísima mujer con un cuerpo a envidiar y tenían una hija que tenía todos los talentos, la mejor de su curso, querida en todos lados y además se amaban; el amor en ellos resplandecía.
Pero el destino les tenía reservado un final trágico, el más preciado fruto del amor, sus hijos, fallecieron casi conjuntamente; la mayor de 9 años y el bebé de días.
Cuando miro hacia al lado, y veo las penas que otros sufren no puedo menos que sentirme feliz, porque mis hijos han ido creciendo y saliendo de las dificultades económicas que vivieron en su niñez; a pesar de lo difícil hemos hecho un gran trabajo, largo y penoso a veces pero las más, llenos de la dicha que los niños traen a esta tierra y en especial a sus padres; de solo verlos me lleno de felicidad; además soy una abuela jóven, con solamente 42 años y me siento a veces tan vieja.
Cuando llegamos a Arica, tenía las piernas agarrotadas; mi hija y su nuevo marido nos estaban esperando.
Los niños no querían despegarse de su mamá; lloraban de felicidad, yo también lloré con ellos.
El encuentro fue emocionante. La brisa del mar llegaba con olor salino y el sol ya calentaba a esa hora del día. Las maletas fueron embarcadas en un viejo taxi y recorrimos la ciudad antes de llegar al lugar donde habitaban.
El Morro miraba el mar, mientras docenas de palmeras saludaban nuestro paso. Encontrar un lugar verde después de tanta aridez es como para maravillarse y si le agregamos el azul del mar nos parece paradisiaco.
Creo que han elegido un hermoso lugar para comenzar el amor, espero que no termine como
el otro. En estos tiempos romper un matrimonio es tan fácil. En nuestros tiempos eso no correspondía, era impensable. Claro que esto permite enmendar los errores que a veces cometemos y no cargar la cruz eternamente.
Pasamos unos meses deliciosos, caminabamos todas las tardes por la orilla de la playa.
Incluso en el mes de Agosto, cuando en Santiago, la lluvia y el frio son de la partida, en Arica el sol se levantaba cada mañana y entibiaba la vida y le daba alas a los sueños.
Alli nos sentabamos a conversar con mi hija, mientras mis nietos corrian sin parar. ¡Como me hubiera gustado detener el tiempo!
Pero cada cual viene a este mundo a vivir su destino ya trazado. Adquirimos responsabilidades y no tenemos otra elección que cumplirlas con lo mejor de nosotros mismos. Darìo y yo casi no conocimos la juventud, en plena adolescencia jugamos a ser adultos y la juventud se nos fue sin haberla vivido.
Cuando veo que mis hijos se sienten seguros en los brazos y con el amor de Darío, vuelvo a mi infancia y no recuerdo haber estado en los brazos de mi progenitor. Siento que es un cariño que me faltó, y creo que Darío es tan paternal, que me dió en los primeros años todo aquello que yo no había conocido en mi niñez.
Mamá siempre me contaba lo bueno de mi padre y era lo que yo guardaba en mi memoria. Pero cuando el tiempo pasa, y tenemos capacidad de raciocinio, los cuentos de hadas dejan paso a la razon y ahí comprendí que tuve un padre que tuvo dos familias al mismo tiempo y mi mami lo supo despuès que volvieron a Santiago. Los primeros cinco años los vivieron en Tacna y él viajaba cada cierto tiempo a la capital por razones de trabajo, pero en realidad, era para visitar a su primera familia, solo que siempre lo ocultò.
A su deceso contó con dos señoras y varios hijos, ni la una ni la otra, habian sabido nada de su historia. Pero su muerte repentina a la salida del Hipódromo Chile, producto de un asesinato, dejo al descubierto sus vidas paralelas.
Juzgarlo no me hace más feliz; pero a la niña siempre le faltó ese amor que no tuvo, pienso que a mis hermanos también. No debe haber sido distinto para mis medios hermanos, con los cuales nunca tuvimos alguna relación, a pesar de que el azar nos cruzó muchas veces en el mismo camino.
Cerca de Arica, hacia el interior se encuentra el valle de Azapa. Fuimos varias veces para visitarlo, sus olivares crecen a orillas de los caminos con sus inmensas aceitunas que no faltaban en cada comida; allí aspiraba a todo pulmón el olor a campo y a lo lejos se ven lo empinados volcanes con sus cimas nevadas. A pesar de la belleza del paisaje, me faltaban mis hijos y me faltaba Darío.
El descanso había sido bastante largo, y debíamos reencontrarnos con nuestro propio destino. La empresa en la cual debíamos viajar estaba en huelga y tuvimos que hacerlo en una de la competencia, con tan mala suerte que me tocó venirme sentada a Santiago en un asiento al lado del chofer, asiento que generalmente ocupan los copilotos.
Los nietos tuvieron que venirse con la Blanquita, ya que yo no tenía espacio, lo que fue mejor para ellos. El viaje fue tranquilo, el mar me miraba desde la derecha hacia el lado izquierdo los cerros y dunas nos recordaban la inmensidad del desierto.
El copiloto que había perdido su asiento, hablaba con el chofer desde la pisadera interior y comentaban la fiesta que habían tenido la noche anterior. Con los ojos cerrados me dejaba mecer por el vaiven.
Debo haberme dormido, al despertarme ví como conductor al que era el copiloto al inicio del viaje, y lo que me había despertado fue un movimiento brusco del autobus, íbamos en lo alto de la cuesta, antes de llegar a Vallenar (supe despuès), había una neblina espesa y la visión muy mala, el chofer se veía preocupado, o bien tenía dificultades para mantenerse despierto, de repente sentí que el bus comenzaba a caer, mi cabeza se golpeó violentamente con el parabrisas y sentí que un sopor me impedía abrir los ojos.
Cuando me desperté, sentí un dolor intenso en mi cabeza y en mi rostro, no me podía mover, alguien me hablaba y no era capaz de comprender sus palabras. Volví a perder conciencia durante varias horas, según me explicaron màs tarde.
-       ¡ Mis nietos!
-       No se procupe señora, me dijo una enfermera con mucha dulzura, sus nietos
-están con la otra abuela, ella tiene una herida leve y los niños no tienen nada, la persona más grave de este accidente es usted, pero en poco tiempo comenzará a sentirse mejor, tiene que dar gracias a dios, porque pensamos que se nos iba.
El cambio.
Nosotros vivimos siempre en Santiago de Chile. La primera casa que conocí fue la de Sierra Bella.
Cuando mis papás se cambiaron, yo tenía 18 años, mi papá me pidió que le acompañara a la calle Franklin, lugar donde vendían muebles usados y nuevos pero a un valor más bajo que en otros lugares. Y a pesar de todo, nos costó encontrar un comedor que se ajustara al presupuesto módico que tenía mi viejo.
El contaba en la época unos 43 años, veía la preocupación en su rostro tratando inutilmente de encontrar aquello que nos sirviera y además que incluyera el flete hasta la población donde recién se habían cambiado. Yo no contaba con la madurez que me permitiera comprender las razones de nuestra pobreza.
Odiaba la situación de tener que vivir en dos formas tan diferentes; por una parte la casa de mis tíos donde todo sobraba y por otra la de mis padres en que todo faltaba.
Allí se fueron gestando en mi, los anhelos por una sociedad más justa.
Era la primera vez que ellos como familia tenían una verdadera casa, debería decir que nosotros como familia, sin embargo el hecho de vivir separados de ellos la mayor parte del tiempo, me hacía sentir un extraño y no como parte de la familia. Sentimiento que me acompañó durante muchos años y pienso que mis hermanos tambien lo han sentido así.
Viví por las circunstancias de la vida separado de ellos en la infancia y adolescencia; me casé tempranamente y después el golpe de estado del año 1973 me obligó a vivir fuera de Chile.
He vivido esporadicamente con ellos en algunos pasajes de mi vida y teniendo los mismos padres y los mismos genes, siento que vivimos en mundos tan distintos.
Las percepciones de la vida, los intereses y por lo tanto nuestro accionar, están en dimensiones diferentes.
Aquí no hay mejores ni peores, tampoco culpables, solo constatación de hechos y lo peor es que los sentimientos se fueron durmiendo, como si la lejanía hubiese sido una barrera imposible de pasar.
Talvez porque en mi niñez los viejos me faltaron tanto, tuve que inventar una coraza de hielo para seguir viviendo y de alguna manera ese hielo se me fue quedando y transformando en olvido.
Hoy los viejos ya no están y durante muchos años arrastré heridas y sentimientos encontrados respecto de su amor. Después el tiempo las fue borrando y se abrió la luz por donde pasó la comprensión, el niño herido dejó el paso al hombre que entendió las razones de la vida pero no fue capaz de restaurar los lazos que se van tejiendo con el tiempo de vida común.
Cuando empezé a trabajar, volví a la casa y estuve viviendo dos años hasta que me case, eso me permitió aportar con mi salario a mejorar los ingresos familiares.
Mi último hermano nació cuando ya tenía 20 años y a los más pequeños solo los veía en las visitas dominicales que hacía a la familia, no teníamos ninguna vida en comun. Aunque jamás dejé de ayudarlos economicamente, y sintiéndome siempre responsable de todos ellos, pero sólo como un proveedor.
Acompañé a mi papa al hospital, para conocer a Mario el último de mis hermanos era el número 14, pero de los vivos solamente el número 13, a veces pienso que ése número le fué fatal.
- ¿Papá, no has pensado que ya somos demasiado en un departamento tan pequeño para tantos?
- En verdad siempre compro un numerito de la lotería, pensando que me voy a sacar de nuevo el gordo, para poder solucionar muchos problemas y entre ellos el de una casa más grande.
- Pienso que deberían comenzar por cerrar la fábrica, porque de sueños no se puede vivir eternamente.
- Siempre sonriéndose me dijo entre bromas un poema clásico “Sueña el rey siendo un rey“ que queda para un pobre ser como nosotros; así que no me pidas que no sueñe.
Mario era un niño hermoso, rebosante de salud y su piel blanca contrastaba con su pelo negro, mi madre estaba feliz.
-¿Te gusta tu hermano?  me preguntó,
- Si mami es un niño hermoso, respondí con la mejor de mis sonrisas; pero mi cabeza estaba en la solución de los problemas económicos que vivíamos.
Había llegado hace poco una carta en la que nos decían que si no pagábamos las cuotas de la casa seríamos desalojados.
Mi sentido de responsabilidad me impedía sustraerme de los problemas que teníamos por delante, en cambio ellos acostumbrados a vivir con las dificultades propias de la pobreza constante, no se amilanaban y vivían felices esos pequeños momentos de felicidad que les daba la vida.
Mirado con las perspectiva que da el tiempo y la sabiduría de la experiencia, pienso que ellos siempre tuvieron razon de vivir como lo hicieron.
La racionalidad inhibe vivir las emociones en toda su plenitud y no escuchamos al corazón cuando nos muestra su camino y conducimos nuestras vidas como con el freno de mano y del pie antes que el acelerador.
Mis padres esperaban mucho de su hijo más pequeño, el que les acompañaría por más tempo en el inicio de su vejez; aquel en el que verterían todas las experiencias vividas con los primeros, que no fueron pocos.
Cada uno uno de nosotros teje sueños desde la más tierna infancia, pero la vida nos lleva por caminos que jamás soñamos.
Nuestros caminos están trazados de tal manera que lo que algunos llaman los imponderables o los inesperados o los impensables, nos llegan para conducirnos por la ruta que jamás esperabamos conocer o vivir.
Gloria era de origen italiano, sus ojos verdes tenían una profunda intensidad en su mirada, sus manos se tomaban de las mías, mientras Paul Anka cantaba “You are my destiny”, (tu eres mi destino).
Su mejilla descansaba en la mía y ella entonaba la canción en un murmuro junto a mi oído, sus senos se apretaban en mi pecho y el latido de su corazón hacía un duo junto al mío, los dos minutos cuarenta segundos de la canción, tenían la virtud de llevarme al más allá y de traerme cuando el sonido se callaba, la sala se quedaba vacía y nosotros mirándonos aún, sin que pudiera articular palabra alguna. Ella todo ojos, ella todo sonrisa y yo sonrojado sin poder moverme y sin poder hablar. El calor de aquel verano, tenía el calor de su cuerpo en mis manos y yo perdido en su mirada.
Alguien la viene a buscar, y me grita:
- No te vayas vuelvo en seguida
Mi padre y mi abuelo aquella noche estuvieron prendidos de su escote. Y ambos de diferente manera, vinieron para empujarme a seguir en sus brazos. Pero a los 17 años, las brazas a veces estrangulan la voz, te mojan las manos y te comen las ideas.
El único capaz de hablar era mi cuerpo, que seguía su ritmo, cuando ella me cantaba “Put your head on my shoulder” (Pone tu cabeza, sobre mi hombro) y sus manos eran como una plegaria que me robaba toda mi energía y en el ritmo suave nuestras piernas se abrazaban, el muslo de ella entraba entre mis piernas mientras mi mano derecha se bajaba de la cadera tocando el inicio de sus glúteos convexos y altivos, mientras mi mano izquierda entrelazada a
la suya acariciaba el nacimiento de su seno. No hubo en la noche sino miradas, y nuestros cuerpos cimbreandose al compás de alguna música de los años 60.
Así se murió el año1961, apegándome a Gloria, cuando Paul Anka nos cantaba desde el tocadiscos para discos 33-1/3. Pero el tocadiscos cesó de girar y cada cual partió como en un hoyo negro donde no se puede encontrar siquiera la huella.
Lo que no pudimos vivir, quedará como un recuerdo sublime entre dos seres que se despertaban y dos cuerpos que se desearon tanto que se quemaron antes de entrar al horno.
La encontré muchas veces en mis sueños y como en aquél año nos volvíamos a perder en mi despertar. Algún día en algún lugar, podré articular palabra. Para contarle que siempre fue una visita bienvenida en mis sueños más eroticamente sublimes.
Pero la juventud es despertarse cada día con ansias nuevas, es un descubrir constante, es explorar caminos, callejuelas y avenidas y en cada uno de ellos te cruzas con miles de personas que van dejando huellas algunas y otras que pasan como una lluvia pasajera, te mojan, te refrescan, te ensucian y solo a veces te resfrían.
El futbol es el pasatiempo, es el deporte más practicado en Latino América, y yo no fui la excepción. En la población había muchos equipos y talvez los más conocidos eran los oriundos de La Legua. Donde se juntaban la calidad futbolística y el mal nombre del que estaban premunidos en cada equipo más de la mitad eran pelados al cero. Todos aquellos que pasaban por recintos carcelarios salían pelados.
En la época en que no era la moda, sino el claro resplandor de una vida al margen de la sociedad.
Mi viejo era el estrenador del club de Los Pinos, y aunque en general no jugaba en la población, aquel año lo hice.
Generalmente ocupaba la plaza de volante izquierdo, aunque golpeaba el balón con ambos pies y dribleaba también con ambos, puesto que era diestro y no zurdo.
El partido era intenso y ambos equipos habían hecho meritos para llevarse el triunfo, pero la esquiva pelota no quiso entrar en los porticos, golpeó los maderos o la salvó el arquero. Como a los 30 minutos del segundo tiempo recibí un balón a la entrada del área contraria, eliminé a un adversario dribleando hacia la izquierda y lanzé mi pié con toda mi fuerza cuando ví que el arquero había dejado un hueco hacia su izquierda, cual no sería mi sorpresa al sentir un pié entre mis dedos o punta de pié y mi tobillo y miraba como se levantaba el tipo, sentí que hasta los pelos de la nuca se me erizaban de dolor.
Actualmente el que hace una plancha a un adversario es expulsado y tiene un castigo de varios partidos, ya que las posibilidades de quebrar un pié son muy grandes. Aunque la pelota siguió su curso y se incrustó en la valla contraria, me fué muy difícil celebrar con mis compañeros y debí salir de la cancha por algunos minutos.
Nosotros no teníamos nada conque sanar algún herido, todo lo hacía el tiempo y algunos masajes de buena persona y un vaso de agua, cuando había.
Seguí jugando con bastante dolor, y al término del partido cuando fui a tomar la ducha me dí cuenta que mi pié estaba negro e hinchado. A los minutos ya no podía pisar y me costó más de dos semanas recuperar una marcha normal y un mes para poder jugar nuevamente. Quien me vió la pierna, dictaminó que tuve mucha suerte de no habermela quebrado.
Solo jugué en la población de mis padres aquel año, nunca fui un fanático, como lo fueron mis hermanos menores. Pero pienso que ellos además tenían más condiciones para el futbol que yo y no tenían los otros intereses en la vida que yo tenía. Había quienes solo vivían para los partidos de los días domingos y se repetían los tres partidos. En general cada club debía tener tres equipos de diferentes niveles de peor a mejor: la tercera, la segunda y la primera que era la de mejor calidad.
Uno de nuestros mejores partidos, lo hicimos camino al Volcan. Era el equipo de la familia, primos, tios y hermanos más uno que otro amigo de los viejos quienes eran los artifices de este encuentro y de dirigir el equipo.
Aquel domingo partimos muy temprano para tomar el tren de trocha angosta que nos llevaría hasta el pueblo de Lo Rojas. Era un tren muy lento e incluso había tramos donde alguien corriendo le ganaba al tren. El viaje era hermoso, de un lado los muros de los cerros y del otro los campos sembrados o llenos de animales separados por el río Maipo que corría 200 0 300 metros más abajo. El tren tenía vida, la gente que visitaba a sus parientes, muchas familias, y por ende muchos niños. Pero la bulla venía de las canciones que entonaba nuestro equipo, no faltaba el que se incorporaba si conocía las canciones de la época.
Estabamos invitados a jugar y después a un asado campestre, bien regado por supuesto.
El Negro, nuestro tío, hizo el equipo y nombró inmediatamente los cambios. Causa de los cambios, primero aquel que se canse, pide cambio inmediatamente, es decir se automargina, en el caso de error reiterativo de algun jugador sera cambiado inmediatamente sin derecho a zapateo o a reclamo. De mi experiencia como futbolista, seguía hablando el Negro, ganará el que haga más goles. Y solo hará goles el equipo que chutée al arco y para tener la posibilidad de hacer goles, tenemos que tener el balón. Los pases deben ser con intención acercádonos siempre a la valla contraria, los pases siempre deben ir al vacío a la espalda del adversario, para que nuestros delanteros entren con mayores posibilidades de convertir. Cualquier otra forma es jugar erradamente y nos lleva a perder.
Al arco jugó mi Viejo, como defensas centrales el Negro y mi primo Lucho como defensas laterales el Nono hermano de Lucho y el Mingo un amigo, en el medio campo Feña, nuestro tío y el Chuleta un mastodonte de 1,90 mts. Adelante ibamos Coté hijo del Negro, Pipo mi hermano, el Chocolate Nemo por la derecha y yo por la izquierda. Los más viejos de nuestro equipo propusieron jugar dos tiempo de 30 minutos, cosa que los dueños de casa no aceptaron y quedamos en 40 minutos por lado. Lo normal es 45 minutos por lado.
Terminamos el primer tiempo ganando 4 a 0, pero con varios lesionados o molidos de nuestro lado.
Los adversarios más fuertes fisicamente se nos vinieron encima a partir de los 20 minutos del segundo tiempo y a pesar de que le hicimos un nuevo gol aprovechando que adelantaron sus lineas, no fuimos capaces de mantener nuestra valla invicta y nos hicieron dos goles muy rápidos que les dió más alas a sus delanteros. A pesar de los cambios constantes en nuestro equipo los tres reservas estaban echados, es decir agotadísimos y no querían entrar nuevamente. Al finalizar el partido nos hicieron el tercer gol.  Si hubieramos jugado un partido normal nos hubieran ganado por fisico.
La ducha siempre ha servido, para hacer los comentarios y las criticas tanto las constructivas como la de los errores. Puta que la cagué en el último gol te hice el pase, pero ya no veía de cansado y se la pasé al huaso en bandeja, decía el Mingo y usted don Domingo tampoco la vio? Pienso que si me tiro la habría alcanzado, pero el partido se estaba acabando y un gol más para ellos va ayudar a que nos den más comida, así que deben agradecerme por el sacrificio que hice en bien de nuestros estomagos. Buena la chiva, gritaron varios.
Nuestros adversarios felicitaron, principalmente a los viejos de nuestro equipo. No, ellos juegan mucho si hubieran venido jovenes a jugar nos llenan la canasta de goles y no habríamos hecho ninguno, pudimos hacer los goles porque se cansaron y los delanteros tuvieron que bajar para defender y son muy jovencitos y muy débiles en el cuerpo a cuerpo. Ellos tenían razón.
Pero la fraternidad llenó nuestros corazones, la carne nuestros estomagos y el vino la ponchera. Más de alguno se vino durmiendo la borrachera, en el anochecer de aquel domingo.
El futbol lo vivíamos intensamente y aunque la vida no siempre era fácil para muchos de nosotros, los jóvenes soñabamos con un mundo mejor y el futuro estaba tan presente que la tranquilidad nos hacía vivir felices los momentos de confraternizar corriendo tras de una pelota y de un objetivo simple ya que un triunfo nos daba razones para vivir una semana feliz y de tristeza si perdíamos. Pero para los viejos, todo era diferente ya no tenían sueños que cumplir y a veces una copa era el elixir para olvidar las amarguras del diario vivir.
Esa fué la única vez que recuerdo haber jugado en un equipo familiar y la cuento con la nostalgia de los años pasados.
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elcorreografico · 2 years
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Conectá con la naturaleza en las reservas y parques de la provincia
#PBA #BuenosAires #Turismo #MedioAmbiente | Conectá con la #naturaleza en las #reservas y #parques de la provincia
La provincia cuenta con reservas y parques naturales que forman parte del patrimonio cultural y natural del territorio bonaerense. Disfrutar la biodiversidad que nos ofrecen estos lugares es una posibilidad para conocer otros tipos de atractivos turísticos por fuera de los convencionales y, a la vez, aprender sobre el cuidado del ambiente.Conectar con la naturaleza siempre es una oportunidad…
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044 (1)  – CRÓNICAS Y LEYENDAS DE JAC – EL MANCHAY PUITO Y LA DELICIA DE LÚCUMA. ES UNA DE MIS PRIMERAS OBRAS, LA ESCRBÍ EN EL CUSCO DE MUY JOVEN Y ES REALIDAD, O YO DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MI CORAZÓN, QUIERO QUE SEA VERDAD Y CADA DÍA ESYOY MÁS CONVENCIDO QUE ES ASÍ.
Esta es una historia de dulce amor, sin lugar a dudas, me la contó mi abuela con nostalgia y  lágrimas en sus ojos de miel,  es una historia de su tierra y de su familia en el Cusco. Me emocione al oírla, la contaba casi sin pausa, con seguridad, como si ella estuviera viviendo los sucesos.
Quedo una profunda huella en mi interés y curiosidad, debía escuchar esa melodía prohibida, solo pude hacerlo diez años después y es la experiencia más alucinante que ustedes se puedan imaginar, el sonido de esa quena de hueso fue tan clara, triste y melancólica que hicieron vibrar hasta la última partícula de mi ser y cada vez que me acuerdo de ese momento reviven en mi la figura y la bondad de mi abuela Mercedes y hasta puedo oler y saborear el dulce de lúcuma, que deguste mientras escuchaba aquella historia.
Se inicia en el puerto del Callao, en el Pacífico, la tarde del 15 de agosto de 1798, el puerto estaba cubierto de neblina y saturado de una fina garúa; casi no se distinguía el suave desliz, llegando a puerto, del bergantín “Elise” de la compañía holandesa de las Indias Occidentales. El pequeño barco marrón y ocre tenía dos palos como mástiles especiales, con velas cangrejas y foque, y adicionalmente le habían añadido una vela cuadrada, como seguridad para un largo recorrido, que le daba una muy singular apariencia.
El “Elise”, había partido de Ámsterdam, con el propósito de comercializar entre los principales puertos del mundo, su periplo completo duraría un año y desde el Callao, el distante y codiciado puerto del Virreinato del Perú, se dirigiría a Tahití y de allí iniciaría el retorno a casa, en el noroeste de Europa.
Sólo algunos funcionarios  lo aguardaban, pero no sabían de fechas. Ya se había atrasado varias semanas en su itinerario, por eso fue absolutamente normal que nadie fuera a recibirlo.
Sólo algunos pescadores y los siempre curiosos habitantes del puerto del Callao siguieron con la mirada su silenciosa y lenta entrada en la bahía.
Llegó en el bergantín, un personaje muy especial, un sacerdote español, también músico y doctor, don Gaspar de Angulo y Valdivieso. Tenía el encargo de ocupar la parroquia de San Blas, en el Cusco.
No hemos podido encontrar indicios que indiquen en qué lugar abordó el padre Angulo al “Elise”, estábamos intrigados, por qué este Bergantín no pasó por España. Pero, en cambio hallamos testimonio de su amistad durante el viaje con el famoso artista Guillermo Van Den Velde, a quien el padre Angulo le dedica varias frases muy amables en su diario y del que exhibiría siempre como un preciado regalo una pintura marinera. Durante muchos años y ya en el siglo XX, este valioso cuadro engalanó la pared principal, sobre la chimenea, del gran salón del Hotel de Turistas del Cusco.
Lo que sí es evidente, porque también se encuentra perfectamente documentado, es que don Gaspar disfrutaba de una respetable fama de hombre de ciencia y lucía en sus treinta y tres años una fresca figura de hombre noble y una profunda mirada de muy especial intelecto.
También hemos encontrado cartas que indican que estuvo en Lima más o menos seis meses, antes de emprender el viaje a su piadoso destino en la parroquia de San Blas – precioso lugar en el barrio de los artistas y artesanos del Cusco.
Durante su estadía en Lima, el padre Angulo se alojó en la casa del doctor Gustavo Campodónico, en la cuarta cuadra de la calle de Los Escribanos. Tampoco existen indicios de por qué no fue al convento de su orden. Pero sí, de otra amistad con la familia de Ivo Claeyssen importador y fabricante de muebles finos y que moraba en la tercera cuadra de la calle Plumereros en Lima.
Las dos actividades más importantes de don Gaspar en Lima fueron reseñadas por los diarios, El Espectador y La Gaceta de Lima. La primera, fue un concierto que ofreció en el palacio arzobispal donde interpretó magistralmente a Vivaldi y la segunda, una conferencia que dictó en la Escuela de Medicina de San Fernando, comentando un reciente descubrimiento del sabio inglés Edward Jenner sobre un nuevo concepto para evitar las enfermedades, la vacunación.
Después, don Gaspar, por años sostuvo una sustanciosa correspondencia con las familias Campodónico y Claeyssen y de esa documentación se conocen algunos pormenores de su vida en la parroquia de San Blas, en el Cusco.
Existe una carta fechada el 12 de Marzo de 1799 que retrata sus impresiones sobre su barrio y su iglesia........“Es el lugar más pintoresco de la tierra, sus calles son torcidas y estrechas, todas muy empinadas, trepando el cerro, las casas blancas y las tejas rojas, el ambiente huele a malva y clavelina. Y es un espacio muy musical,  cuando lo inunda el canto de unos encantadores pajarillos que aparecen cuando madura el maíz y al que llaman Choqllopokochi”
“Conozco muchas iglesias en Europa y estoy seguro ninguna tiene un púlpito tan maravilloso, fue tallado en una sola pieza por un artesano indio, Juan Tomás Tuyrutupa, de un gigantesco cedro. Casi no se le puede describir, es necesario verlo, el que lo admira queda subyugado. Todo en él es majestuoso y divino. Un inspirado Santo Tomás está rodeado de nueve doctores de la iglesia. “En el centro está grabado el escudo del Obispo Manuel Mollinedo y Angulo (que a lo mejor fue pariente mío)” Primera Parte, continuara..
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turismocero · 4 years
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Bodegas bonaerenses: degustar sabores para imaginar paisajes
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Hace aproximadamente dos décadas parecía extraña la posibilidad de producir vino en la provincia de Buenos Aires y se miraba con cierta desconfianza a quienes se aventuraban a ese proyecto. Sin embargo, el tiempo les dio la razón y la vitivinicultura comenzó a desarrollarse en distintas regiones del territorio provincial. Las primeras experiencias se llevaron adelante en los inicios de este siglo en el sudoeste bonaerense y luego, con los años, se extendieron hacia otras zonas. En este sentido, Daniel Di Nucci de “Al Este bodega y viñedos”, ubicada en la ciudad de Médanos, partido de Villarino, afirmó: “Somos la primera bodega en esta segunda etapa en la provincia de Buenos Aires”. ¿Por qué segunda etapa? Porque, según explicó este ingeniero agrónomo, hace 120 años inmigrantes españoles e italianos replicaron en esas tierras los viñedos que tenían en sus propios países hasta que “en 1934 se sancionó la ley nacional 12.137 que prohibió la vitivinicultura en la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos”. Finalmente, a mediados de la década del 90 esa restricción quedó sin efecto y muchos retomaron la actividad. “Me inspiré en los viñedos de Francia y llegué con esa idea”, relató Di Nucci, quien en el 2000 comenzó con la etapa experimental. Actualmente, produce diferentes varietales: malbec, cabernet sauvignon, merlot y tannat, en la gama de tintos; chardonnay y sauvignon blanc, en la de los blancos. En 2009, su chardonnay fue reconocido con una medalla de plata en el certamen internacional Decanter World Wine Awards. Los vinos de esta bodega se comercializan en Rosario (Santa Fe), Ushuaia (Tierra del Fuego), Ciudad de Buenos Aires y Bahía Blanca. Tandil se sumó a la nómina de regiones productoras de esta bebida y la bodega “Cordón Blanco” es una demostración de ello. Matías Lucas, junto con sus hermanos Valeria y Mariano, empezó con este proyecto en 2008 cuando su profesor de enología le sugirió que este territorio podía ser una “zona amigable” para la vitivinicultura. Así, Matías empezó un camino de autodidacta, “de prueba y error con respecto a la poda de las plantas y al tipo de cepas”, contó. En ese trayecto, se desarrollaron los viñedos “La Elena”, y luego en 2011, “Don Bosco”. Ambos se encuentran a 260 metros sobre el nivel del mar, en un clima de gran amplitud térmica, viento y lluvias repartidas, por eso implementaron el trabajo en secano, es decir, sin riego. En el primero de los viñedos se produce merlot, sauvignon blanc y cabernet franc, mientras que en el segundo se elaboran syrah, sauvignon blanc y carmenere. “El cabernet franc es el que más sale por su relación precio-calidad”, indicó Matías Lucas quien informó que sus vinos pueden encontrarse en Tandil, Ciudad de Buenos Aires y La Plata.   Vinos y turismo, una atractiva combinación   Además de la producción de vino, las bodegas bonaerenses proponen diversas actividades turísticas como visitas guiadas, catas dirigidas, degustaciones, charlas técnicas y gastronomía temática con maridaje, que si bien hoy están suspendidas debido al aislamiento social obligatorio, se preparan para cuando puedan reactivarse estos circuitos. Los productores de  “Al este” y  “Cordón Blanco” integran el catálogo “Sabores de la Provincia” de la Subsecretaría de Turismo bonaerense, junto con las bodegas “Saldungaray” y “Cerro Colorado”, ambas del partido de Tornquist, “Ital Malal” (Saavedra), “Costa y Pampa” (General Pueyrredón); “Myl Colores” (Coronel Pringles) y “Vinos Uribelarrea” (Cañuelas). Actualmente, esta temática se viene desarrollando desde el área de Turismo Gastronómico y Enoturismo de la Dirección de Productos Turísticos de ese organismo provincial. Este trabajo tiene un largo recorrido en la provincia de Buenos Aires que se inició en 2011 cuando a través de las rutas gourmet se consideró al vino como producto turístico. Read the full article
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torcuatoruizbcn · 4 years
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PLAYA DE LAS NEGRAS, LOS ALBARICOQUES, SAN JOSE Y CABO DE GATA Las Negras es un hermoso rincón de espectacular de geología y ambiente pesquero, la playa tiene 850 metros con toda clase de servicios. Al final de su bahía se encuentra El Cerro Negro, en la parte levante de la playa, que con sus acantilados de piedra oscura demuestra el resto de lo que fue este Parque Natural. Las Negras también tiene un camping abierto todo el año, aparte de los servicios de bar, restauración, casas y apartamentos en alquiler, en toda la zona hay calas de facil acceso, como la cala de San Pedro. De aqui pasamos a la pedanía de Nijar los Albaricoques, famosa por ser escenario del rodaje de películas de finales de los 60 como, La muerte tenia un precio o Por un puñado de dólares. Aquí esta el Cortijo del Fraile, que támbien sirvió de escenario de varias películas actualmente en ruinas. San Jose, localidad del municipio de Nijar dentro del Parque Natural, bonito pueblo, casas blancas, como en toda la zona con unas playas espectaculares como la de Los Genoveses o la playa de Monsul, en estas playas también se rodaron muchas películas y el videoclip Ave Maria de David Bisbal, (parajes de cine) tiene un puerto deportivo y zona de bares, aparte de restaurantes, apartamentos y hoteles, todos los servicios y completando la ruta en Cabo de Gata con su faro y las salinas y sobre todo su pescaito frito. En cualquier rincón encuentras una maravilla, date una vuelta.
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edicionesneutrinos · 7 years
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Título: Muchos poemas
Autora: Roberta Iannamico 
Obra en tapa:  Témpera sobre cartulina (2008), Juan Hernández
Poesía. Año 2017
Discípula de la infancia, la voz de los poemas por momentos muta en dos: la que se encuentra con lo nuevo y la que ya es grandota, que mira el mundo a través de los años y no solo a partir del asombro de los sentidos.
En la repetición de las sílabas hay una evocación a cancioncitas infantiles, como si la sonoridad intersilábica, la rima a final del verso, guiaran al lector por un mundo de emociones que vibran en la página transmitiendo felicidad y misterio. Están también, sutiles, esos gestos punks que hacen del poema un stop de golosina. Los poemas manchados, sucios, enojados, medio con bronca.
En lo meticuloso, lo silabado, se encuentra un guiño, una chanza: bajo el canto / tan correcto / de los pájaros.
En una época en que la adjetivación en la poesía está totalmente denostada y en que se ha impuesto aquella sentencia de Huidobro “el adjetivo, cuando no da vida, mata”, Roberta desparrama calificativos por doquier y da vida a sus versos a través de una adjetivación aparentemente irresponsable. Hay diversión en el estilo ingenuo, facilongo, que da vitalidad a los poemas, los vuelve próximos, relacionando cotidianeidad y sentimiento: Y de pronto comprendo / que escribir coincide con vivir.
Bailarines, generosos, meláncos, darks, naturales, exploradores, viajeros, caminadores, pasionales, tramposos, divertidos, enamorados, macanudos, joviales, risueños, rezongadores, estelares, chistosos, lejanos, paisajísticos, trabajadores, linyeros, delicados, soleados, románticos, lunares, solitarios, familiares, poemas que se presentan como un montón y que permiten en el adverbio la multiplicidad, la variedad, la locura.
Diego Vdovichenko
Como Gepetto
En la panza de la ballena enciendo una vela para escribir las costillas son un arcoíris sin color un templo donde escucho mi propia voz afuera el mar baila solo.
Un cuento de nieve
Un día de nieve pueden pasar muchas cosas por ejemplo ir caminando por la nieve en un campo abierto dejando huellas y ver que desde un cerro completamente blanco viene bajando alguien vestido de un color hermoso imperial caminan el mismo camino desde distintas puntas en un punto se juntarán.
Duermo con las dos
Duermo con las dos como una leona con sus cachorras en la oscuridad mi respiración es suave como una sábana la de ellas es fuerte y llena de gracia.
 Hoy
Villa Ventana día tranquilo día de viento todas las historias son historias de amor tristes despedidas alegres encuentros.
La mamá de Nati
Estaba cosechando algodón el día que cumplió 15 de pronto se encontró una sandía en medio del algodonal la partió roja dulce se la comió sola ni una nube en el cielo.
Discípula 
¡Al fin! ¡salir afuera! ¡al sol! ¡hola sabio! ¡instrúyeme! instrúyeme hormiga instrúyeme bicho bolita instrúyeme viento que yo baile y cante con tu fuerza con tu suavidad instrúyanme niños.
Roberta Iannamico nació en Bahía Blanca en 1972. Actualmente vive en Villa Ventana, provincia de Buenos Aires. Publicó los libros de poesía El zorro gris, el zorro blanco, el zorro colorado (Vox, 1998), Mamushkas (Vox, 2000), El collar de fideos (Vox, 2001), Tendal (Del Diego, 2011), Celeste perfecto (Crudo, 2003), Dantesco (Vox, 2006), Muchos poemas (Voy a salir y si me hiere un rayo, 2008), La medialuna (Belleza y Felicidad, 2010), El día nuevo (autoedición, 2013), Nomeolvides (Vox, 2015) y Qué lindo (Zindo y Gafuri, 2015). Es autora de libros de literatura infantil, adaptaciones de cuentos clásicos infantiles y textos escolares para docentes y alumnos de escuela primaria. Es cantautora y coordina talleres de poesía y de composición de canciones para niños y adultos.
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arqueologiadelperu · 6 years
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La Cultura Parácas y Los Mantos Monumentales
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En todos los espacios geomórficos y en diversos tiempos la técnica es básicamente un producto cultural, pues es el resultado del trabajo social, la organización humana, descubrimiento de recursos naturales, experimentación con recursos materiales al impulso de las necesidades sociales, resueltas mediante el incremento técnico multirregional, así como despliegue de mentalidad creativa en los diferentes campos de las técnicas orientadas a producir alimentos, procurar abrigo, fundar aldeas, confeccionar cestería,inventar y producir textiles pre-telar tempranos, construir edificios,pirámides y centros ceremoniales. La creación de arquitectura e imágenes pictóricas asociadas permiten acceder a inferir ceremonias, rituales, envoltorios de paquetes funerarios, escenas de deposición mortuoria con selección de ajuar fúnebre, etc.; en todo caso la técnica en arqueología es modificante de los medios y estados naturales. En la cultura humana las técnicas prosiguen a partir de las precedentes y se acumulan en las formaciones sociales sucesivas. Hay una relación inextricable entre el temprano espacio de ocupación de un territorio y la aparición del espacio cercado sencillo originante de los habitáculos precerámicos experimentales iniciales, para luego pasar a practicar hábitos gregarios aldeanos donde las técnicas maduran, se diversifican e inventan las herramientas destinadas a alcanzar complejidad tecno social. En el caso de la Bahía de Paracas, las Pampas de Santo Domingo,descubiertas y trabajadas por el Dr. Frèdérick Engel (1966)al este del malecón del Balneario de Paracas, es el más antiguo sitio publicado para el territorio del Sur Medio (5,200 a.C.). Hay que evaluar y volver a investigar el sitio, por si las migraciones oriente-occidente empezaron u ocurrieron más temprano al Sur Medio; el componente cultural de este sitio en la margen este dela bahía sugiere intercambios a larga distancia.
A continuación ensayaremos considerar a la cultura en arqueología como el proceso de registro y documentación de datos expresados en el conjunto de materiales complejos, es decir lo que se vive en acción y comportamientos concretos.En el caso de la cultura Paracas, la mayor concentración de sus sitios arqueológicos los encontramos en el valle de Chincha; donde lo más destacable son los monumentales edificios rectangulares alargados e interiores abiertos; por supuesto, no son pirámides:
Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “La Cumbe”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “San Pablo”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “Huaca Partida”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “Huaca Soto”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “Alvarado”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “Santa Rosa”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “Limay”. Sitio Arqueológico de Cultura Paracas “Tambo de Mora”. Sitio Arqueológico “Chococota”.
Esta arquitectura monumental nombrada está caracterizada por el componente de adobitos tipo cuña como material constructivo diagnóstico, lo cual identifica a la cultura Paracas instalada en el valle de Chincha, etc.
A la fecha estos monumentos arqueológicos de cultura Paracas emplazados en el valle de Chincha y sus márgenes laterales, no han sido excavados técnico-científicamente; esta es una tarea futura;tampoco hay datos publicados que señalen procedencia de grandes fardos funerarios de tales monumentos. Al parecer elárea desértica de la Península de Paracas (Pisco) fue convertida en el territorio funerario por excelencia: mayor tiempo Paracas(1,000 a.C. – 300 d.C.), Paracas-Nasca Transicional (200 a.C.-100a.C.) y Nasca (200 a.C.-900 d.C.), probablemente motivados por la sequedad ambiental y la vasta soledad de umbral fúnebre de ese “fin de la tierra” e inicios de la inmensidad marina. Las excavaciones arqueológicas del Dr. Julio C. Tello y su equipo en la península y arenales adyacentes fueron ejecutados entre 1,925 a1,930, según el Cuaderno de Investigación de Archivo Tello Nº7,2009. Los trabajos se iniciaron en los cementerios de Cabeza Larga y Arena Blanca, continuaron con las primeras exploraciones por el Cerro Colorado y el Cerro Waricayan; estos trabajos se hicieron durante ocho fases laborales de campo entre el 20de agosto de 1925 y noviembre de 1927. El texto informa acerca del traslado a Lima (Museo de Arqueología Peruana) en tres viajes con un camión prestado, las difusiones periodísticas delos descubrimientos y se dan a conocer las cantidades de fardos exhumados (429) y un total general de 1,509 especímenes recuperados.En el Cuaderno de Investigación del Archivo Tello, Nº9,continúan las informaciones de las excavaciones arqueológicas en Waricayan (donde ya se está usando el etnotipo “Grandes Necropolis”, 17-12-1927, p. 113); relatan los trabajos de campodes de el 27-12-1927 al 02-05-1928, luego pasan a informar sobre aperturas de fardos funerarios, uno de los cuales fue abierto y estudiado por Wendell C. Bennett en EE.UU. (informe en inglés)publicado en el Cuaderno citado con la traducción correspondiente.Tales aperturas han continuado después de muchos años hasta 2006, año de pie de imprenta de la Editorial UNMSM. El material textil Paracas provisto por aquellos esforzados trabajos arqueológicos promovieron el conocimiento mundial y llamaron la atención acerca de su monumentalidad. Hoy los estudios y análisis arqueológicos nos permiten explicar que las materias primas textil provienen de las especies vegetales y dela lana y pelos compuestos por proteína animal (camélidos).
1. Fibras vegetales andinas: maguey, achupalla, totora, junco, algodón: (colorado, marrón, blanco y fifito); enredaderas, sauce, molle, bejucos, etc. 2. Fibras animales andinas: pieles (de camélidos, zorros, felinos, lobos de mar, etc.). Lana de camélidos (llama, alpaca, vicuña, guanaco, paco- vicuña, llama-paco); pelo de cérvidos, pelo de murciélagos, cabello humano, etc.
Descubrir que las fibras vegetales y las de animales pueden ser transformadas en hilos fue el verdadero genial descubrimiento.Convirtiendo a hombres, mujeres y niños en manufactureros y tejedores. Del cruce de datos arqueológicos, revisandomuchos autores, encontramos que los fechados relacionadoscon los textiles precerámicos están en Chilca (Engel, 1966),Ancón (Lanning, 1967), Huaca Prieta (Bird, Hyslop y Skinner,1985) y La Galgada (Grieder y Bueno, 1988). En sus trabajosen la Bahía de Paracas (1963) el doctor Frèdérick Engel definióla fase Cabezas Largas I como pueblo precerámico y asoció el hallazgo de petates, esteras, pieles de mamíferos terrestres y marinos a la arquitectura precerámica del sitio, señalando adicionalmente uso de caña brava, mucha basura vegetal y marina, etc. Es evidente que gente precerámica había descubierto la abundancia de la biomasa del mar de Paracas, siendo los que habrían recepcionado a la gente migratoria proveniente del sureste portando las técnicas textiles ya frecuentes en la selva, como hemos argumentado. Los textiles a estos desiertos es posible que hayan llegado por convergencia previa del descubrimiento del algodón y su manipulación para obtener las diminutas semillas para comerlas, ensayando escarmenar el algodón. Lo cierto es que las técnicas de cestería se inventaron antes del uso práctico del algodón en los valles cálidos.Descubiertas las propiedades del algodón, planteados los factores de convergencia temprana, así como la manipulación de fibras, las técnicas cesteras transitaron con cierta rapidez a la textilería pre-telar “inicial” (1,500 a.C.) de la selva a los Andes. El entorzalado, entretrabado, entrelazado, encordado,anillado, anudado, etc., son técnicas de la cestería de longeva duración hasta los tiempos actuales en la selva y su difusión transtemporal panandina.
Los textiles con hilos de algodón tuvieron rápida difusión así como aceleradas transformaciones verdaderamente revolucionarias,para territorios sin materia prima como los desiertos del Sur Medio. Conocidas la materia prima, las técnicas cesteras y el invento del hilo que vienen de muy antiguos tiempos y espacios, el desarrollo de las técnicas textiles evolucionaron paralelas a otras técnicas como la arquitectura funeraria y los rituales asociados.
Los textiles en general son: 1) telas llanas o tejidos sencillos, cuya fórmula es: una urdimbre se entrelaza con una trama. 2) textiles complejos: los hilos de urdimbre y trama más otros hilos supernumerarios.
Hilos supernumerarios de color natural. Hilos supernumerarios de color por teñidos; el teñido de los hilos supernumerarios es para obtener diversos hilos de colores para confeccionar tejidos polícromos con técnicas combinadas complejas. En los textiles exhumados de Cerro Colorado, Cabezas Largas, Waricayan y Arena Blanca tenemos:
1. Telas llanas: usadas en diversos tamaños como forro, accesorios, envolventes, etc. 2. Telas de doble urdimbre. 3. Telas bordadas. 4. Telas doble cara. 5. Telas Sarga. 6. Telas listadas. 7. Telas bícromas. 8. Telas tapiz. 9. Telas polícromas flecadas. 10. Telas cosidas en cuadros tridimensionales. 11. Telas tridimensionales por el bordado. 12. Esclavinas. 13. Mantos rectangulares. 14. Gasas, etc. 15. Paños bordados, etc.
Se le asocian abanicos de plumas, piel de mamíferos, prendas de vestir, canastas, mate, alimentos (yuca, maní, maíz, pallar, camotes, etc.), varas de madera pulidas, penachos de plumas,hondas, piedras canto rodado pequeñas, mazorcas pequeñas de maíz, figurinas en oro laminado, láminas de oro, discos de oro,nariguera de oro, cueros, caña brava fragmentada, chucos, chuspas, unkuñas, trozos de madera bituminizada, ceniza, detritus de pescado, restos de grama, fragmentos de moluscos, restos de excremento humano, cerámica de 2 picos cortos y asa-puente cintada, bastones ceremoniales muy pulidos y endurecidos a fuego y tejidos en forma de red, entre otros.
En el Museo de Arqueología de San Marcos contamos con el más bello manto que hayamos visto; se trata de un textil con fondo blanco sobre la que destacan diseños bordados aplicando hilos rojos, negros y otros, que le dan un carácter único.
Acerca del Manto Blanco hay dos magníficos estudios: el de Lourdes Chocano Mena (2012) y la tesis para optar la Licenciatura en Historia del Arte, UNMSM (Sotelo 2015) a los cuales remito al lector.
Nosotros aportaremos aquí algunas precisiones analíticas: 1. El Manto Blanco es desde su aparición un ejemplar textil sin contexto; sólo se sabe que fue donado al Museo de San Marcos sin mayores referencias. Lo que es seguro señalares que no procede de los sitios de la Península de Paracas y tampoco es Paracas facie Cavernas. 2. Las materias naturales constitutivas y la belleza artística conforman unidad indisoluble del Manto. 3. La cronología relativa del Manto Blanco es de cultura Paracas Tardío Transicional (200 a.C. – 100 a.C.) porque el textil y sus figuras ya no son Paracas “estilo lineal”, sino que estátransitando a las figuras vestidas de estilo Nasca (figura 6). 4. El Manto Blanco exhibe personajes en movimiento de ritmo cuya proporción implica relaciones espaciales numéricas en función de equilibrio por alternancia continuada y compensación de la distribución armónica. Acusa continuidad de planos simultáneos en secuencia escénica de significandos y animación vital (ver figura 6). 5. La composición cambiante misma del conjunto de personajes móviles configura una escena de sentido impresionista. 6. Si atendemos a la belleza del ejemplar textil, connotamos el contenido sensorial de las figuras todas enmascaradas, lo cual les confiere sentido significativo impresionante; muestran un colectivo o conjunto en danza muy disciplinada y ordenada, donde sin embargo, los intérpretes son de necesidad individual (figura 7). 7. Los espacios ocupados por los personajes son el mismo ritmo en movimientos múltiples que no pierden compás visto como conjunto de comportamientos convergente/divergente hacia posibilidades simbólicas. Cada personaje es una realidad simbólica cuya percepción estimula analogías quizá mágico-religiosas (figura 8). 8. Cada figura ocupa su propio espacio oblicuo en la composición,permitiendo equilibrio dado por el conjunto, donde la figura humana enmascarada presenta rasgos, gestos y aditamentos corporales, permitiendo la observación de sus movimientos. 9. Cada personaje así, compone un sistema de grafemas metafóricoscuya sucesión de imágenes y símbolos son visiones próximas al mito y creencias religiosas (figura 9). 10. El hombre enmascarado es un personaje transformado,cuya metamorfosis incrementa su fuerza, autoridad y prestigio a nivel indestructible en su sociedad (figura 10).
La deposición de los cadáveres fueron precedidas por ceremonias que habríanse trasladado desde los grandes sitios de cultura Paracas del valle de Chincha hasta la península, llegados ala cual cumplirían el ritual de deposición del bulto funerario si ya llegaba armado; si no llegaba armado había que proceder a amortajarlo, envolverlo y deponerlo en las tumbas abotelladas(Cavernas) de Cerro Colorado. En cambio Waricayan tiene enterratorios en el Cerro Waricayan y en el arenal norte adyacente,donde los cadáveres han sido encontrados dentro de -al parecer-casas de planta ortogonal, techo de durmientes de maderay piso empedrado, según dibujos que presenta el Cuaderno Nº9,pp. 198-202, a los cuales el Dr. Tello consideró “Necrópolis”.
Necesitamos más tiempo y mayores estudios acerca de los legados por el Dr. Tello y su equipo. De hecho necesitamos excavar en nuestros días, con técnicas actuales los sitios de la Península de Paracas, como los casos de Disco Verdey Puerto Nuevo, los que están siendo reexcavados por arqueólogos contemporáneos (Dulanto 2013, Dulanto et al. 2013).Los mantos de la Cultura Paracas obtenidos a partir de las informadas son textiles confeccionados en algodón/fibra de camélidos y viceversa indistintamente, rectangular y han sido encontrados componiendo grandes envoltorios cónicos mortuorios, cubriendo a cadáveres depuestos en tumbas abotelladas (Cerro Colorado y Waricayan)y arenales de la Península Paracas (Arena Blanca y Cabezas Largas).Son telas, en este caso, destinadas a ser prendas funerarias cuya función habría sido proteger y “abrigar” la frialdad dela muerte. Quizá los cadáveres Paracas (de hombres, mujeres y niños) serían trasladados en tales mantos hasta el sitio de la deposición.¿Los mantos habrían servido para cubrir la superficie de literas de palos o caña brava en que se cargaba a los difuntos,desde el sitio de la muerte y ceremonias públicas, hasta su yacimiento final?.
Muchas ideas y funciones podrían ser planteadas,pero según el contexto de los hallazgos publicados, fueron confeccionados para el arropamiento funerario.El textil arqueológico Paracas es un tejido conformado por hilos a base de dos fibras naturales entorzaladas por movimientos de rotación torzal, lo que es indicador para saber que habían inventado el aparato hilador más tarde conocido como “pushka”en los Andes. Los hilos constitutivos de las manufacturas elaboradas, al mismo tiempo es posible señalar haberse buscado la técnica necesaria para teñir los hilos blancos de lana y algodón, pues el algodón marrón, colorado y fifito se usan ensus colores naturales.
El gusto por la policromía alentaría teñirlos hilos blancos para disponer hilos teñidos rojos, amarillos,negros, verde, azul añil, azul claro, negro, gris, etc. También es importante acotar que siendo Chincha un valle productivo de algodón, pallares morusa, poroto negro, zapallos, ajíes, yuca, camote, etc., podemos considerarlo autoproductivo. Además, la arquitectura monumental solucionada con adobitos tipo cuña afirma la residencia de jerarquías sociopolíticas de cultura Paracas con economía autosuficiente en los valles del Sur Medio.
En cuanto a la evidencia concreta de algún tipo de religión de la cultura Paracas está en torno al culto “ser oculado”, representado en petroglifos, cerámica y sobre todo en los textiles grandes y pequeños.
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Autor: Alberto Bueno Mendoza Profesor Principal a Dedicación Exclusiva, Departamento Académico de Arqueología. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Fuente: Extracto del articulo PARACAS: CULTURA FORMATIVA DEL SUR MEDIO DEL PERÚ
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fjavierlucio · 5 years
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Cerro Bahía Blanca #trekking #villaventana #trespicos (en Villa Ventana) https://www.instagram.com/p/Byk7dFQHRvd/?igshid=wi93tfwq0x4x
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sergiojuan · 5 years
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Reserva Nacional. Península de Paracas.
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Desembarqué en el muelle con la sensación de haber vivido una experiencia de dos horas muy bella, energética e instructiva. Restaba media hora para iniciar la siguiente, por lo que recorrí con tranquilidad el malecón bordeando la playa. Descubrí a unos muchachos jugando con los pelícanos, me parecieron grandiosos, gigantes, con sus largos picos puntiagudos alzados sobrepasaban de largo a los muchachos, que si hubieran sido mis hijos no les hubiera permitido acercarse. Pronto me daría cuenta que se comportaban como fieles animales de compañía, la comida que se les otorgaba era lo que les hacía sumisos y comunicativos. Una caja de mimbre, alejada de ellos y del grupo era la despensa de pescado, el que supuse un poco pasado, ya que el olor era muy fuerte; el traslado con guantes por uno de los muchachos cosquilleó mi olfato situado a más de diez metros. Seguí transitando hasta llegar al malecón del norte, en la playa delante del mercado de artesanía unos pescadores, por una propina, les daban comida a los pelícanos para que el turista se fotografiara y se relacionara con las aves. Supuse que lo que hacían los muchachos era un entrenamiento para tal cometido. Después de observar un buen rato esta curiosa ave, ascendí hacia la avenida, dirigiéndome al lugar acordado para iniciar el siguiente tour.
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Pasaban veinte minutos de las once cuando los motores del autocar arrancaron hacia la Reserva Nacional de la Península de Paracas. Antes de nada deciros que podéis hacer la salida por otros medios no tan baratos pero posiblemente mucho más interesantes, al final del recorrido os lo explico.
En 1975 se creó la reserva, siendo la más antigua del Perú, en ella se incluyen las islas ballestas y la península de Paracas, además de ser áreas biológicas de gran importancia se salvaguardan numerosos enclaves prehistóricos. A pocos minutos de la entrada, por una carretera de arena compactada -no hay asfalto en la reserva-, llegamos al Centro de Interpretación de la Reserva y al Museo de Sitio Julio C. Tello, padre de la arqueología peruana. Aunque era uno de mis objetivos visitar su museo en Lima, su importancia en referencia a la cultura Paracas era reconocida y la mayor muestra de sus hallazgos estaba allí.
Después de una breve explicación nada más bajar del autocar, el guía nos concedió veinte minutos de libre paseo, por lo que era imposible ver el museo. Con rabia contenida por la frustración, pensé en la posibilidad de que a la vuelta pudieran dejarme aquí y volver con taxi o a “haciendo dedo”.
Me interné por las salas del centro de Interpretación. Después de leer con prisas diferentes paneles informativos sobre la península y sus habitantes, llegué a una especie de terraza y en su cercanía los lavabos, en la que se dibujaba en línea recta un señalizado camino de poco más de un kilómetro internándose hacia la bahía. Se punteaba borrosas líneas discontinuas blancas bordeando la playa, era, según nos explicaron, una de las reservas costeras más importante de flamencos o parihuanas del Perú.
Me dirigí hacia la bahía de la Independencia, llamada así por ser el lugar de desembarco de San Martín en la costa peruana. En la costa de Paracas, en un pequeño promontorio se alza un monumento de singularidad naval en memoria de tal hazaña. Se dice que el general soñando vio volar sobre su cabeza a unas parihuanas, decidiendo al despertar imprimir sus colores en la bandera de la nueva nación.
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Llegué al límite marcado para el tránsito humano, observando que la comunidad de flamencos seguía siendo una manchas blancas punteadas ahora por el rosa. Con el zoom de la cámara intenté aproximarme, descubriendo que estaba más lejos de lo previsto, todo ello acompañado por una neblina vaporosa que desdibujaba el detalle.
Volviendo por aquella larga recta hacia el parking, un poco frustrado por una visión tan distante, añoré el paisaje de flamencos en los altos lagos y salinas de Bolivia y Chile. Observando la aridez del medio, recordé lo leído en el centro de interpretación. Hace millones de años esta desértica península había sido poblada por la selva tropical, luego sería inundada por las aguas convirtiéndose en un fondo marino, para volver a emerger entre el fuego vecino, siendo testimonio de ello sus prehistóricas “turritelas”, conchas marinas cónicas de hace 36 millones de años, así rezaba la indicación. Se mostraba en un espacio señalizando el testimonio de este pasado, pero la verdad, no sé si por las prisas al ver que mis compañeros de viaje me avanzaban con paso inquieto en dirección al parking o por la pesadez del sol reflejado en la arena, pero no las supe ver.
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Era hermoso observar los cerros rojizos de arena que limitaban el desierto al este, no me dieron razón sobre si formaban parte del famoso cerro colorado donde G. Tello descubrió en 1925 la primera tumba colectiva de la cultura Paracas. Estaba formada por una entrada cilíndrica y larga, un cuello de botella que conducía hacia una caverna subterránea, en total un pozo de poco más de seis metros de altura y unas cincuenta momias. Más tarde, en Wari Kayan, encontraría otra necrópolis, pero en este caso los cuerpos estaban dispuestos en cámaras subterráneas. En los dos casos el entierro comprendía multitud de fardos funerarios, manteniéndose los cuerpos en posición fetal y dispuestos mirando hacia el mar. Descubrió el mundo la maestría de sus tejidos, especialmente confeccionados para arroparlos en su viaje al más allá. Tello determinó que ambos cementerios pertenecían a dos momentos evolutivos de una misma cultura: Paracas Cavernas (800 a 200 a.C.) y Paracas Necrópolis (200 a.C. a 150 d.C.). En la actualidad, como ya expliqué, se habla del periodo Paracas-necrópolis como propio de un grupo étnico diferente, los Topará. Influenciados por los Paracas pero con claras diferencias culturales. Llegaron a convivir juntos, aunque también se señalan episodios de extrema violencia, posiblemente contiendas territoriales. Los Paracas y los Topará construyeron sus enclaves urbanos y religiosos en los fértiles valles, pero viajaban hasta la península desértica para enterrar a sus muertos encarados hacia el mar. Interesante paradoja, pensé.
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